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Las técnicas de modificación de conductas son empleadas para que el

indiviuo opere de mejor manera en su entorno. Estas técnicas son utilizadas


para fortalecer conductas favorable o en su defecto desarrollarlas. Una
conducta desadaptada puede tener diversos factores que la originen
pero es necesario primero definirla. Sarason y Sarason (2006)
definen conducta inadaptada como: “la conducta que no solo es
diferente y desviada sino que además representa un motivo de
preocupación para el individuo, su familia y amigos o la sociedad”.
(p.9).

Además Sarason y Sarason (2006) hacen referencia que en el


desarrollo de conductas desadaptativas o inadaptadas intervienen
tres tipos de variables fundamentales que se desequilibran y
promueven la aparición y evolución de una conducta inadaptada,
estas son: la variable biológica, la variable psicológica y una última
variabe, la social.

Ahora bien, se considera necesario conocer que detrás de toda


conducta desadaptativa, surgen elementos que fortalecen o
debilitan la aparición de la misma. Estos elementos no solo están
vinculados al conjunto de procesos desequilibrados de forma
independiente mencionados anteriormente, sino que están
vinculados con la motivación, para ello se hace menester definir lo
que es la motivación desde un punto de vista conductual y
tradicional para poder comprender la compleja integración que
existen entre los procesos corporales, psicológicos y ambientales y
que influyen,dirigen e impulsan la conducta.

De forma genérica se conoce la motivación como la fuerza que


nos impulsa a hacer algo o a alcanzar determinadas metas u
objetivos y que de ésta, se derivan dos tipos, una motivación
intrínseca (regulada por razones o fuerzas internas propias del
individuo) y una motivación extrínseca (fundamentada por
elementos externos propios del entorno que rodean al individuo).
Así mismo, en Martín y Pear (2008) desde una perspectiva
tradicional la describen como “el estudio de impulsos internos,
necesidades y deseos que causan nuestras acciones” (p.259) . Por
lo cual se considera que la motivación es un estado interno que
conlleva a que el individuo actúe de una forma determinada.

No obstante la visión conductual de la motivación, implica


según Martín y Pers (2008) operaciones motivacionales en la cuales
reforzadores y castigos alteran de forma momentánea la
efectividad de las consecuencias y éstos, a su vez, influyen en
conductas generadas por los mismos. A partir de lo mencionado
anteriormente se generan dos tipos principales de operaciones
motivacionales.

La primera de ellas es operación de establecimiento de la


motivación (OEM) la cual incrementa la estimación y eficacia de
una consecuencia como un reforzador de una conducta
determinada y la segunda corresponde a las operaciones de
abolición de la motivación (OAM), esta, contraria a la anterior
disminuye la estimación y eficacia de una consecuencia como un
reforzador, provocando así la disminución de la motivación a
ejecutar una conducta determinada (Domjan 2010). En resumidas
cuentas, cabe destacar que una alteración en las operciones
motivacionales disminuyen o incrementan la frecuencia de la
repetición de una conducta determinada.

Por lo tanto, respecto a las distintas visiones referentes a la


definición de motivación (la visión tradicional y la visión
conductual), es importante destacar la diferencia entre ambas
concepciones. La concepción tradicional enmarca la motivación
como un impulso interno que causa nuestras actuaciones, en
cambio la concepción conductual asegura que la motivación surge
a propósito de consecuencias reforzadoras que estimulan e
incrementan o decrementan la aparición de ciertos
comportamientos.

Por consiguiente en la motivación vista desde la perspectiva


conductual, participan elementos que como se mencionó
anteriormente, corresponden a operaciones motivacionales y que
nos explican con mayor detalle el proceso motivacional desde un
punto de vista del desarrollo conductual y ayudan a comprender la
aparición y el desarrollo de conductas desadaptativas o por el
contrario la abolición de las mismas.

Por otro lado Sarason y Sarason (2006) indican que las variables
biológicas, psicológicas y sociales influyen considerablemente en
los estados mentales y por ende en los estados conductuales, por
lo tanto, sin dejar a un lados estas variables, se plantea la siguiente
incógnita: ¿cual es el motivo de un individuo para que pierda el
control sobre sí y sostenga una conducta desadaptativa?.
Considerando lo anterior es fundamental tomar en cuenta que la
motivación de la conducta instrumental parte de dos enfoques. El
primero de ellos es el planteado por Thorndike el cual implica el
análisis de la estructura asociativa del condicionamiento
instrumental y el segundo se refiere a la regulación conductual
(Domjam 2010).

Por consiguiente, la estructura asociativa del condicionamiento


instrumental se encuentra estrechamente vinculada al
condicionamiento pavloviano. Domjam (2010) explica que este
enfoque acoge una perpectiva molecular debido a que se dirige
hacia las respuestas individuales y su estímulos antecedentes y
resultados específicos. Además examina el aprendizaje
instrumental en preparaciones conductuales aisladas y como las
asociaciones pueden corroborarse en el sistema nervioso
ofreciendo un marco de referencia para el estudio de los
mecanismos neurales involucrados en el condicionamiento
instrumental, relacionandolo así con variables biológica
interviniente en la conducta desaptativa.

Por otro lado la regulación conductual, inmersa en el análisis del


los procesos motivacionales se desarrolla bajo la tradición
skinneriana, ésta tiene una perspectiva molar, es decir que toma
en cuenta metas a largo plazo y la manera en la cual los individuos
logran alcanzarlas por medio de conjunto de opciones conductuales
por las cuales opte el sujeto. Domjan (2010)

Además, Domjam (2010) explica que: “el enfoque de la


regulación conductual se interesa en la forma en que un
procedimiento de condicionamiento instrumental limita el flujo de
actividades de un organismo y las consecuencias conductuales de
dichas restricciones” (p.221). Es decir que la conducta instrumental
es vista desde una perspectiva funcional (interacción organismo
con el entorno y su accionar en función a las consecuencias) y
además no presenta un marco de referencia para el estudio de
mecanismos neurales del aprendizaje instrumental (Domjan, 2010).
Esto debido a que como se mencionó anteriormente, los individuos
operan bajo las consecuencias y no en función a reacciones
innatas.

Aunque estos enfoques que exponen los mecanismos


motivacionales se desarrollan de manera independiente entre si,
ambos explican la interrelación de las variables que implican el
desarrollo de una conducta, en el caso específico y antes
mencionado las variables biológicas (componentes neurales de la
conducta), las variables psicológicas y sociales (que involucran el
abanico contextual y funcional del comportamiento), que conllevan
a que un individuo pierda el control sobre sí y sostenga una
conducta desadaptativa.

Ahora bien, profundizando un poco sobre la estructura


asociativa del condicionamiento instrumental cabe destacar que
ésta involucra más que sólo una respuesta y un reforzador ya que
la respuesta instrumental responde a un contexto de estímulos
ambientales específicos, en consecuencia, se deben considerar tres
eventos contentivos en el análisis del aprendizaje instrumental: el
contexto estímulo (E), la respuesta instrumental (R) y la
consecuencia de la respuesta (C) o reforzador. Domjan (2010)
explica este proceso de la siguiente manera: “la respuesta
instrumental (R) ocurre en presencia de estímulos distintivos (E) y
tiene como resultado la entrega de la consecuencia (C) o
reforzador. Eso permite el establecimiento de varios tipos distintos
de asociaciones” (p.222).
A consecuencia de lo mencionado anteriormente y establecido
por Thorndike surge una asociación fundamental entre los
estímulos del contexto (E) y la respuesta instrumental (R) que se
denomina ley del efecto. La cual refiere:
El papel de reforzador consiste en “estampar” la asociación E-
R. Thorndike pensaba que una vez establecida, esta asociación
E-R era la única responsable de la ocurrencia de la conducta
instrumental. Por lo tanto, el ímpetu básico, o motivación para la
conducta instrumental, era la activación de la asociación E-R
exponiendo al sujeto a los estímulos del contexto (E) en cuya
presencia se reforzó previamente la respuesta. (Domjan, 2010,
p.222).

Por otro lado, Wood y Neal (2007, citado en Domjan, 2010),


relacionaron el planteamiento de Thorndike con la conducta
habitual de las personas afirmando que “ surgen cuando la gente
utiliza de manera repetida un medio condcutual particular,en
contextos particulares, para conseguir sus metas. No obstante,
una vez, adquiridos, los hábitos se realizan sin mediación de una
meta”. (p.222).

Es importante señalar que la teoría planteada por Thorndike se


considera adecuada para explicar los mecanismos que intervienen
en la dependencia y consumo de drogas. Desde luego y como se
mencionó anteriormente, en el desarrollo de conductas
desadaptativas, como el consumo de sustancias adictivas
intervienen factores biológicos, como es en el caso de la
comunicación neuronal del neurotrasmisor dopaminérgico, que
posterior al impacto de las drogas en el sistema nervioso, activa el
placer edónico que produce el consumo de las mismas.
Por lo tanto, la dopamina está relacionada con la activación de
estados edónicos placenteros y motivacionales en el organismo y
de alli parte su relación con el desarrollo de depencia al consumo
de drogas ya que el mismo produce alteraciones de orden
fisiológico, que posteriormente desencadenan comportamiendos
inadaptados, recordando que las funciones cerebrales incluyen la
comunicación entre células por medio de la sinapsis, y es allí, en la
sinapsis donde se produce la intervención y la alteración que
producen las drogas en la liberación y recaptación del
neurotransmisor dopaminérgico. Domjan (2010)

Esta alteración puede promover la excesiva liberación de


dopamina interfiriendo en racaptación o produciendo una especie
de imitación del efecto de dicho neurotransmisor provocando
estados placenteros que psteriormente aumentaran la posibilidad
de repetir el consumo de drogas.

Cuando la entrada dopaminérgica es emparejada con un estado


motivacional o edónico placentero, los atributos sensoriales que
produce el consumo se asocian con la recompensa del placer y en
consecuencia, se incremeta la importancia motivacional de las
señales producidas por el consumo de sustancias adictivas que se
traducen en recompensas. (Domjan, 2010).

Posteriormente Domjan (2010) cita: “la recompensa en si, no


produce efecto. Sin embargo si se omite la recompensa esperada,
hay una inhibición de la actividad neural” (p.226), es decir que
indistintamente que un individuo esté expuesto a una droga (lo
cual representa el estímulo) su actividad neural se activará o
desactivará (según sea el efecto de la sustancia adicitiva
consumida) y promoverá la motivación necesaria para retomar el
consumo de drogas incentivado por el placer edónico que produce
el consumo de las mismas.

Ahora bien una conducta desadaptativa como el consumo de


drogas puede ser explicada desde la teoría de los procesos, en la
cual interviene tanto el condicionamiento instrumental como el
pavloviano. Esto se resume en un interacción que relacionan a
ambos procesos de aprendizaje en el estado motivacional. En esta
ley los estímulos se asocian a la respuesta y esta es reforzada por
los mismos y a su vez la respuesta se asocia con la consecuencia
de la misma por medio del condiconamiento pavloviano.
(Domjan,2010).

Por lo tanto, Domjan (2010) afirma: “se estimaque varios


reforzadores apetitivos (como agua y comida) conducen a un
estado emocional positivo y que varios estímulos aversivos dan
lugar a una emoción negativa en común”. Es decir que en función
de la asociación que se establezca entre el estímulo y la
consecuencia de la respuesta se activará una respuesta emocional
positiva o negativa que dirigirá o no la respuesta instrumental.
En el caso del consumo de las drogas, la cual es una situación
estimular que produce un conjunto de reacciones que son
interpretadas como positivas y que se asocia con el edonismo
placentero, y a su vez, dichas sensaciones y consecuencias son
tomadas por el individuo como beneficiosas, entonces todo este
conjunto de elementos promueven que la conducta desadaptativa
se imprima de ingredientes motivacionales que incrementen la
posibilidad de la repetición de la misma.

Para concluir es interesante hacer el recorrido por todo el


espectro motivacional que se establece detrás de una conducta,
que , aunque puedan existir variables biológicas, psicológicas y
sociales que intervienen en el desarrollo de la conducta
desadaptativa, sean estas variables las que son intervenidas
desde un punto de vista conductual y motivacional para lograr su
abolición o aparición.

Comprender la conducta desadaptativa desde el enfoque


planteado por Thorndike en cuanto a la estructura asociativa del
condiconamiento instrumental, en el cual se incluyen los elementos
intervinientes e innatos que involucra los mecanismos neurales
presentes en la asociación de estimulo en un contexto
determinado, abrazando también los estimulos contextuales (E) la
respuestas (R), las consecuencias(C) , los hábitos y el papel
reforzador que tienen los estímulos no solo tomando en cuenta las
consecuencias antes mencionadas, si no también, el placer, el
agrado o los puntos hedónicos que resultan al emitir determinadas
conductas.

Univesidad Arturo Michelena


Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Psicología
Cátedra: Técnicas de Modificación de Conducta

Motivación y mecanismos motivacionales en conductas desadaptativas.


Izaguirre, Natali
C.I. 14.571.704
Sección :4T
Prof. Lina Patricia Gallo R.
Referencias

Domjan, M (2010). Condicionamiento Instrumental: mecanismos


motivacionales. Principios de aprendizaje y conducta. 7. 219-256

Martin, G y Pear, J. (2008) Motivación y modificación de conducta.


Modificación de conducta; qué es y cómo aplicarla. 8Va edición. Madrid:
Pearson.

Sarason, B y Sarason, I. Perspectivas teóricas sobre la conducta


desadaptada. Psicopatología, psicología anormal: el problema de la
conducta inadaptada. 2,44-84

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