Vous êtes sur la page 1sur 7

UNIVERSIDAD YACAMBU

VICERRECTORADO DE ESTUDIOS A DISTANCIA


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
DERECHO
TEORIA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

ENSAYO
TEORIA GENERAL DE LAS
OBLIGACIONES

Autor: RAMON EDUARDO MARQUEZ RAMIREZ


C.I.: V-12.348.868
Teléfono: 0424-7731764

FEBRERO, 2018
DERECHO DE OBLIGACIONES

Con el presente escrito pretendo desarrollar algunos conceptos relacionados


con el Derecho de obligaciones, su origen y evolución, la obligación civil, relación
obligatoria, las fuentes de las obligaciones, entre otros.

Para comenzar, el Derecho de Obligaciones es la rama del Derecho Civil que


se encarga del estudio de la obligación jurídica, siendo la obligación un vínculo
jurídico entre dos partes donde una de ellas, el acreedor, está acreditada para exigir de
la otra, el deudor, el cumplimiento de una prestación, la que puede consistir en dar,
hacer o no hacer una cosa. El derecho de obligaciones abarca los contratos
(estudiando la formación y efectos de los mismos), de manera particular la
responsabilidad civil en caso de incumplimiento y el derecho de daños o de la
responsabilidad civil, que trata de la indemnización de los daños causados a otros.

Pérez Vives define la obligación como un vínculo jurídico que coloca a una
persona determinada en relación con otra también determinada, en la necesidad de
dar, hacer o no hacer o más sencillamente como el derecho de exigir de otro una
determinada prestación.

Por otro lado, Eduardo Busso expresa que la obligación puede definirse como
el vínculo que une al acreedor y al deudor de manera recíproca y también sirve para
designar la deuda a cargo del sujeto pasivo de la relación.

Otro concepto es el de Héctor Negri, quien manifiesta que la obligación es


indefinible, porque se trata de un tipo de género, suprimió que no puede ser
encuadrado dentro de un género más vasto, para derivar por diferencia especifica sus
características conceptuales.
Pasando al origen de la evolución, nos encontramos con que en el pasado, el
trueque o intercambio en sus diferentes maneras, era la única acción suficiente para
satisfacer las necesidades, sin embargo, en algunas ocasiones se hacía necesario para
algún pater familias un préstamo en dinero o de cosa fungible, siendo entonces esta la
más antigua relación de crédito, deuda u obligación.

En la actualidad se ha progresado en el tema de créditos y obligaciones, se han


ido incorporando nuevos negocios, compromisos y convenios que surgen al amparo
de nuevas circunstancias que no existían en el pasado, por ejemplo, se crean acciones
para proteger el hecho de que una persona se comprometa a concederle a otra el uso
de una casa y la otra persona se compromete a pagar por ese uso un canon o renta de
manera periódica, lo que se conoce como arrendamiento.

Dentro del criterio clásico las figuras de arrendamiento, mandato, sociedad y


compra - venta son sancionadas por quien administraba justicia (pretor), se considera
realizado un contrato de arrendamiento, de compra - venta o de sociedad por el solo
hecho de expresar los contratantes su voluntad de comprometerse.

Otra evolución que se da a finales de la era republicana, es el de las


obligaciones contractuales provenientes de delitos. En el delito privado, la sanción
dependía de la iniciativa del ofendido, era objeto de una venganza ejecutada en la
persona del ofensor, con el transcurrir del tiempo se evitó la venganza con el pago de
dinero a modo de composición o indemnización.

La indemnización a su vez, fue dejada al libre acuerdo entre ofensor y


ofendido, evolucionando a una siguiente fase donde se hizo legal, es decir, impuesta
por el Estado. Una vez legalizada la indemnización, la situación del delincuente vino
a coincidir con aquella que quien había contratado con una deuda: obligación nacida
de contrato y obligación nacida de delito. En todo caso, la subsunción de las
obligaciones nacidas de contrato y de delito bajo el nombre común de obligatio, son
el resultado de un esfuerzo del pensamiento de la jurisprudencia clásica de avanzada.

Por otro lado, tenemos el concepto de obligación civil, la cual es la que se


genera por una obligación entre personas que deben regir su conducta conforme a lo
dispuesto en el Código Civil. Por ejemplo, son civiles las obligaciones derivadas de
un contrato de los que tipifica el código, las derivadas de una declaración unilateral
de voluntad, las surgidas de una gestión de negocios, etcétera.

Con respecto a la estructura de la relación obligatoria, existe una situación de


reciprocidad, estas partes reciben el nombre de parte acreedora y parte deudora de la
relación obligatoria. La obligación supone establecer una correlación entre la parte
deudora que debe observar una determinada conducta y la parte acreedora que ostenta
una situación de poder, ya que puede exigir cierta conducta del deudor.

En la relación obligatoria las partes acreedora y deudora pueden asumir al


mismo tiempo la posición acreedora y deudora (compra - venta), también puede
existir una pluralidad de sujetos tanto en la parte deudora como acreedora. Cualquier
persona con capacidad jurídica (aptitud para ser titular de derechos y obligaciones)
puede ser sujeto acreedor o deudor de la relación obligatoria. La relación obligatoria
contiene también obligaciones accesorias a los deberes de prestación y créditos y
facultades que sirven para garantizar estos derechos.

Toda obligación tiene por objeto una prestación, es decir un acto que el
deudor debe ejecutar en beneficio del acreedor. La prestación es el elemento objetivo
de la obligación y puede dividirse en dos grandes categorías: prestación positiva y
prestación negativa; la positiva tiene por objeto mediato dar una cosa o ejecutar un
hecho (hacer) en cambio la negativa, abstenerse de un hecho (no hacer).
La prestación de hacer tiene por objeto la prestación de un servicio, la
prestación de dar tienen por objeto la entrega de un bien al acreedor reservándose el
primero su dominio y la prestación de no hacer consiste en comprometerse a no
efectuar determinada obra.

En el ámbito de la Seguridad Social, las prestaciones económicas constituyen


un derecho de contenido dinerario que una vez reconocido cuando se reúnen
determinadas condiciones, se integra en el patrimonio del beneficiario, en las
contingencias o situaciones protegidas previstas en la Ley y pueden ser de cuatro
clases: pensiones (prestaciones económicas de devengo periódico y de duración
vitalicia o hasta alcanzar una edad determinada), subsidios (prestaciones de devengo
periódico y de duración temporal), indemnizaciones (prestaciones económicas
abonables por una sola vez) y otras prestaciones como las prestaciones por desempleo
y la protección familiar de carácter no económico.

Las prestaciones económicas en Seguridad Social tienen las siguientes


características: son públicas, son intransmisibles e irrenunciables, gozan de garantías
frente a terceros, sólo pueden ser embargadas en los términos y cuantías fijados por la
Ley de Enjuiciamiento Civil para las pensiones y rentas de naturaleza salarial, son de
cobro preferente y tienen un tratamiento fiscal específico.

Además de las prestaciones económicas existen otras prestaciones como lo


son: la asistencia sanitaria, la prestación farmacéutica y los servicios sociales que, en
realidad, son prestaciones en especie pero que tienen una indudable repercusión
económica.

En este punto, paso a hablar sobre las fuentes de las obligaciones, antes que
nada debemos saber que es una fuente, la cual no es más que el origen, fundamento o
principio de algo; siendo las fuentes de las obligaciones un hecho jurídico que tiñe de
relevancia a las obligaciones. Las fuentes de las obligaciones pueden ser clásicas o
modernas, dentro de la clasificación clásica tenemos la clasificación romana, la
clasificación de Pothier y la clasificación del Código de Napoleón, todas con sus
respectivas concepciones sobre contrato, delito, cuasicontrato y cuasidelito.

Con respecto a la clasificación en la doctrina moderna (desde la segunda


mitad del siglo pasado), existen tres teorías, la Bipartita que señala que en general
solo existen dos grandes grupos de fuentes de obligaciones, el acto jurídico
(manifestación) y hecho jurídico (acontecimiento); la teoría de Josserand sobre los
actos jurídicos, los actos ilícitos, el enriquecimiento sin causa y la ley y la teoría de
Savatier sobre el principio de la autonomía de la voluntad, el principio de la
equivalencia patrimonial, la responsabilidad por culpa, la responsabilidad por riesgo y
el principio de interés social.

Finalmente, podemos hablar de la clasificación de las fuentes que hace el


Código Civil Venezolano, estas se clasifican en dos grupos: fuentes de las
obligaciones contractuales, nacen de la voluntad, contratos (1.133 C.C.V.), promesas
unilaterales con recompensa (1.139 C.C.V.), oferta con plazo (1.137 C.C.V.) y
fuentes de las obligaciones extracontractuales, no nacen de la voluntad,
enriquecimiento sin causa (1.184 C.C.V.), pago de lo indebido (1.178 C.C.V.),
gestión de negocio (1.173 C.C.V.) y hecho ilícito (1.185 C.C.V.).

Por último es importante destacar que las fuentes de obligaciones son


taxativas, es decir, que una persona solo puede quedar obligado cuando ocurren los
supuestos de hechos previstos en el ordenamiento jurídico. Es la ley la que fija cuales
son las fuentes de las obligaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 derecho2008.wordpress.com. Temas de Derecho. Fuentes de las


obligaciones.
 Dutti Amaranta. Universidad de Carabobo. Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas. Escuela de Derecho. Derecho Romano II. 2011.

Vous aimerez peut-être aussi