UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

CAMPUS 19B
ESPECIALIDAD DE GÉNERO EN EDUCACIÓN

MATERIA: GÉNERO Y DISEÑO CURRICULAR

Análisis de documental
“El cuerpo de las mujeres”

Docente: ​Mtra. Grecia Benavides Flores.

Cereza Beatriz De Hoyos De la Rosa

El video muestra una reflexión del papel de la mujer en la televisión. Primero con datos
estadísticos: el Italia el 60% del público que mira TV está compuesto por mujeres,

La imagen que la televisión refleja de las mujeres es superflua, y grotescamente peyorativa,

casi circense: el cuerpo de la mujer y sus “atributos naturales” son los que le permiten ser
seleccionadas para aparecer en pantalla de primer plano, no importa el mensaje, el
contenido del parlamento a cuadro en las mujeres, lo que importa es la imagen, entre más
bonita y “llamativa” mejor, sobre todo si no tiene que hablar. La identidad de la mujer en TV,
es secundaria: una comparsa del locutor -obviamente masculino e inteligente- y se
constituye en un objeto sexual, lo que representa un reto para cualquier mujer ante el paso
de tiempo, hecho que es enfrentado con mucha presión para realizar modificaciones
corporales que van desde inyecciones de botox hasta cirugías.

La realizadora afirma que ante tanta presión -casi obligación- las mujeres, (que también nos
reconocemos en las que aparecen en la pantalla) ya no somos capaces de reconocer
nuestras necesidades propias, (diferenciadas de las externas, asignadas por la cultura) y
esto nos niega la posibilidad de ser auténticas, de saber qué deseamos verdaderamente y
qué es lo que nos hace felices. Ya que en el análisis que hace de la TV italiana (y me
parece que es un patrón mundial), es que las mujeres somos presentadas de acuerdo al
gusto masculino, por lo tanto, nos acostumbramos a vernos a nosotras mismas desde el
punto de vista de lo que “ellos” quieren. Porque el sistemas es así, para los hombres desde
lo trivial como la música, hasta la política, y las mujeres interiorizamos nuestro papel de
adorno, de mantener la juventud y el canon de belleza asociado a ésta, a costa de
sacrificios económicos y mucha energía invertida en lograrlo. Al punto de -literal- mostrar
una cara que no es la propia. transformar nuestro rostro y perder nuestra identidad,
diluyéndose en todos las caras modificadas para caber en el estereotipo de belleza que la
Televisión exige.

La violencia de estereotipar nuestra imagen, es sólo una parte del conjunto de violencias
ejercidas hacia nosotras en la televisión; Porque si ésta es sutil, el trato humillante y las
situaciones degradantes son la cereza del pastel, en cuanto a la imagen que se reproduce
(y que la audiencia interioriza).

Las escenas que salen en el documental, en las que se observa a mujeres encerradas en
jaulas de acrílico, o colgadas literalmente como en una carnicería, compiten con los
programas locales que se presentan en todos los horarios, con diferentes grados: en la
mañana podemos ver hombres vestidos de mujer “para dar risa”, en las tardes a chicas
adolescentes compitiendo port bailar más sexy que las demás, al lado del conductor
principal del programa, en las noches igualmente un séquito de chavitas con poca ropa
contoneándose a cuadro, mientras Chavana da los anuncios o hace algún chiste de ellas
mismas.

En fin, el documental nos lleva de la mano para darnos cuenta de que la imagen de la mujer
en la televisión y en los medios en general, nos toca no sólo a nivel físico: hace que si no
nos cuestionamos todo esto (y aquí va la gran mayoría de la población), perdamos identidad
e incluso la dignidad con tal de ser aceptadas.