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CALIFICACIÓN DE LOS ACTOS DE DISPOSICIÓN DEL GERENTE GENERAL

El gerente es el encargado de la gestión de la empresa, pero también es el que representa a


la misma, ¿cuál ha sido el tratamiento de este órgano en sede registral? Es la pregunta que
buscaremos absolver en el presente texto.

FACULTADES DEL GERENTE

En el XC Pleno se emitió como precedente que el gerente tenía las siguientes facultades:

1. FACULTADES DEL GERENTE GENERAL.1

“El gerente general se encuentra facultado para realizar todo tipo de actos de
administración y disposición, con excepción de los asuntos que la ley, el estatuto o
acuerdos de la junta general o directorio atribuyan a la junta general u otro órgano o
excluyan expresamente de su competencia. No es materia de calificación registral si
el acto realizado por el gerente general es ordinario o extraordinario, o si se encuentra
o no dentro del objeto social”.

Este precedente tiene su antecedente en el octavo precedente del I Pleno del Tribunal
Registral sobre las facultades del directorio:

8.- FACULTADES DEL DIRECTORIO

“Excepto los asuntos que la ley o el estatuto atribuyan a la Junta General u otro órgano
o excluyan expresamente de la competencia del Directorio, dicho órgano social se
encuentra facultado para realizar todo tipo de actos, inclusive los de disposición.”2

Es decir, se atribuye los actos de administración y de disposición a los directores de forma


abierta, restringiendo ésta sólo cuando se atribuya lo mismo a la junta general u otro órgano,
o se les excluya expresamente su competencia.

Similar criterio se utilizó posteriormente para la actividad de los gerentes en el precedente


bajo comentario.

Téngase en cuenta que en este caso existe una diferencia evidente sobre el apoderamiento
en sede civil y el apoderamiento que existe en sede societaria a favor del gerente, dado que
en el primero el representado faculta las atribuciones de sus representantes, pero en caso de
actos de disposición dichas facultades deben constar de forma indubitable y requieren una
formalidad ad solemnitatem bajo sanción de nulidad.

1
Sesión extraordinaria presencial realizada los días 27 y 28 de junio de 2012. Publicado en el diario
oficial “El Peruano” el 13 de julio de 2012. Criterio adoptado en la Resolución N° 040-2007-SUNARP-
TR-L del 19 de enero de 2007.
2
Criterio adoptado en la Resolución Nº 021-2002-ORLC/TR del 18 de enero de 2002, publicada el 4
de febrero de 2002.
Artículo 156 del Código Civil.- Para disponer de la propiedad del representado o
gravar sus bienes, se requiere que el encargo conste en forma indubitable y por
escritura pública, bajo sanción de nulidad.

El precedente entonces reconoce en el gerente (a pesar que no lo diga expresamente en el


estatuto y no se haya facultado expresamente por la junta general o el directorio) las
facultades de administración y disposición de bienes.

Cuando uno revisa las resoluciones que dieron mérito a este criterio verifica que existieron 2
posiciones.

De un lado la Vocal Mirtha Rivera si bien reconoce que existe una diferencia entre las
facultades otorgadas al Directorio y las otorgadas al gerente, siendo que la Ley General de
Sociedades las restringe en este último caso.
Para la construcción de su posición toma en consideración los numerales 1 y 2 del Art.188 de
la Ley General de Sociedades:

Artículo 188.- Atribuciones del gerente


Las atribuciones del gerente se establecerán en el estatuto, al ser nombrado o por
acto posterior.
Salvo disposición distinta del estatuto o acuerdo expreso de la junta general o del
directorio, se presume que el gerente general goza de las siguientes atribuciones:
1. Celebrar y ejecutar los actos y contratos ordinarios correspondientes al objeto
social;
2. Representar a la sociedad, con las facultades generales y especiales previstas en
el Código Procesal Civil; (…).

A partir ello, señala la Vocal que:

“(…) si no existen limitaciones a las facultades del gerente, debe considerarse que
éste podrá celebrar actos de adquisición o de disposición siempre que se trate de
actos ordinarios correspondientes al objeto social, siendo que el objeto social define
el ámbito de actuación de los representantes de la sociedad, por lo que la actuación
fuera de ese ámbito va a ser de responsabilidad de dichos representantes.”

Infiere de esto que existe un límite general de la actuación del gerente dado por el propio
objeto social, por lo que para facultades que fuera de dicho límite se requieren facultades
expresas y específicas.

De otro lado la Vocal Elena Vásquez, construye su posición señalando que las atribuciones
del gerente general se encuentran normadas en la Ley General de Sociedades y en su
estatuto, no siendo de aplicación supletoria el Código Civil, por lo que análisis de la
representación merece un análisis distinto.

Ejemplifica su posición en la administración de la sociedad, dado que está referida a la


administración comercial o empresarial, siendo más amplia a los actos de administración que
recoge el Código Civil. Entonces se incluye dentro de la administración de la sociedad los
actos de administración o de disposición.
Para el asunto que nos ocupa, interesa la atribución establecida en el inciso 1 del artículo 188
de la LGS.

“Inciso 1) Celebrar y ejecutar los actos y contratos ordinarios correspondientes a su objeto


social”.
Siendo que el objeto social incluye aquellos actos relacionados que coadyuvan a la
realización de sus fines, aunque se encuentren expresamente señalados en el pacto social o
en el estatuto; señala la Vocal que la evaluación de si las decisiones del gerente son o no
adecuadas para la gestión de la sociedad no le compete a los registros sino a los propios
socios. (Extiende este razonamiento para los actos extraordinarios).
Entonces indica de forma clara:
“En la calificación de los actos que realiza el gerente general son relevantes los
intereses del tercero y no los intereses de los socios.”
En esta línea la Vocal Mariella Aldana manifestó que:
“El Gerente General no tiene las mismas facultades del Directorio, sólo tiene
facultades para efectuar actos ordinarios, pero esos actos ordinarios no pueden ser
evaluados por el Registro, sino por la propia Junta, los accionistas y en última instancia
el Poder Judicial.”
Y añade:
“Si el estatuto establece limitaciones, el Registro sí debería evaluar si el acto está o
no dentro de esas limitaciones.”
Tomando en consideración lo antes dicho se puede entender el fundamento y lo dispuesto
por el precedente:

Regla general: El gerente general se encuentra facultado para realizar todo tipo de actos de
administración y disposición.

Límites: Los asuntos que la ley, el estatuto o acuerdos de la junta general o directorio
atribuyan a la junta general u otro órgano.

Límites: Los que se excluyan expresamente de su competencia.

Calificación Registral: No es materia de calificación registral si el acto realizado por el


gerente general es ordinario o extraordinario, o si se encuentra o no dentro del objeto social”.

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