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Resumen
Presentamos una aplicación del Test de Buss y Perry de 20 ı́tems
utilizado en el análisis de la agresividad fı́sica y verbal con el uso
de la Escala Likert con siete alternativas de respuesta, cuyo referente
más importante y fuente de información primaria es la actitud de
quien responde. Hacemos un estudio psicométrico para relacionar los
dos tipos de agresión con dos tipos de emociones (ira y hostilidad),
especı́ficamente, utilizamos el coeficiente de correlación tetracórica.
También se muestra la dinamicidad del cambio del Alpha de Cronbach
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Estudiante Escuela de Estadı́stica Universidad Nacional de Colombia Medellı́n Cam-
pus. E-Mail: jopescobarma@unal.edu.co
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Estudiante Escuela de Estadı́stica Universidad Nacional de Colombia Medellı́n Cam-
pus. E-Mail: ceavargasga@unal.edu.co
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Estudiante Escuela de Estadı́stica Universidad Nacional de Colombia Medellı́n Cam-
pus. E-Mail:jucortizmo@unal.edu.co
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Estudiante Escuela de Estadı́stica Universidad Nacional de Colombia Medellı́n Cam-
pus. E-Mail: jgalindoe@unal.edu.co
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Profesor Asociado Escuela de Estadı́stica Universidad Nacional de Colombia Medellı́n
Campus. E-Mail: fjcastri@unal.edu.co
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bajo la eliminación de un sujeto del conjunto muestreado, ası́ como
la varianza de la escala por cada ı́tem.
1. Introducción
En las últimas décadas, ha habido un interés cada vez mayor por el es-
tudio de la impulsividad, ya que se encuentra relacionada con diversos tipos
de trastornos, tanto en la niñez como en la adultez. En leguaje común la pa-
labra impulso es definida como un deseo o motivo de hacer algo súbitamente
y sin premeditación[5]. La Real Academia Española[14] define la palabra im-
pulsivo como aquella persona que habla o actúa sin reflexión y/o cautela,
dejándose llevar por la impresión del momento. En general se puede decir
que la impulsividad es un constructo amplio que incluye aspectos cognitivos
y conductuales, compuesto por diferentes factores[16].
La impulsividad ocupa un papel significativo en las teorı́as de la persona-
lidad[9][6]. Se le ha intentado definir de distintas formas, como por ejemplo,
la dificultad para sostener la atención o la tendencia a actuar dejándose
influenciar por el ı́mpetu del momento, sin tener presente los potenciales
riesgos[10] la predisposición a responder, más que a inhibir la respuesta[4]
o la propensión a actuar con una menor reflexión en comparación con los
individuos del mismo nivel de habilidad y conocimiento[7].
Barratt[1] ha explicado la impulsividad teniendo en cuenta cuatro elemen-
tos: biológico, cognitivo, ambiental y comportamental. La impulsividad es
una dimensión de primer orden de la personalidad que se encuentra esencial-
mente relacionada con el control de impulsos; propone una definición clı́nica,
expresada como una ”predisposición”para reaccionar de forma rápida y no
planeada ante estı́mulos internos o externos, sin tener en cuenta las conse-
cuencias negativas que las conductas impulsivas tengan para el individuo o
para los otros.
La definición anterior tiene varias implicaciones. Primera, la impulsividad
es vista como una predisposición, y, en consecuencia, es considerada como
parte de un patrón conductual. Segunda, la impulsividad involucra una acción
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rápida y no planeada. Tercera, la impulsividad está asociada con actuar sin
tener presente las consecuencias que acarrean estas acciones.
Se considerará la impulsividad como una predisposición a reaccionar de
manera rápida y no planeada a estı́mulos, tanto internos como externos, sin
tener en cuenta las consecuencias negativas, tanto para sı́ mismo como para
los demás.
E. S. Barratt estudió la relación entre ansiedad (fuerza del hábito) e im-
pulsividad (oscilación conductual). En sus experimentos aplicó a estudiantes
universitarios escalas de ansiedad e impulsividad provenientes del Thurstone
Temperament Schedule y Guilford-Zimmerman Temperament Survey, y es-
tos datos los comparó con el desempeño en tareas cognitivas y motoras. Los
resultados confirmaron que tanto ansiedad como la impulsividad correlacio-
naban con el desempeño de las actividades realizadas. En especial, un pobre
resultado estaba frecuentemente asociado con la complejidad de la tarea. Y
los sujetos con alta impulsividad exhibı́an problemas en planeación, ejecución
y desempeño perceptual motor[2]
Pero también sus hallazgos demostraron que la impulsividad y la ansiedad
tenı́an muy bajas correlaciones entre sı́, comprobando que en ellas estaban
implicados diferentes sistemas neuronales, y, además, presentaban distintos
correlatos biológicos y conductuales con otras variables de la personalidad.
Estos resultados lo llevaron a teorizar que las dimensiones impulsividad y
ansiedad eran ortogonales[13]
El desarrollo de la Barratt Impulsiveness Scale, BIS, tiene su inicio a
finales de los años cincuenta y ha sido objeto de un largo proceso de trasfor-
mación. La última versión es conocida como test BIS-11, está compuesta por
seis factores de primer orden, éstos son:
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on the spur of the moment, I buy things on impulse y I spend or charge
more than I earn.
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En cuanto a los pacientes con riesgo de suicidio, se ha visto que presentan
niveles mayores en impulsividad motora y atencional, en comparación con
uestras sanas.
Otra de las enfermedades que exhibe altos puntajes en la escala, es el
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), uno de los
que más asociados a la impulsividad y a los mecanismos de inhibición de la
conducta, tanto en la niñez como en la adultez. Los resultados muestran que
en estos pacientes hay déficit en los componentes motor, cognitivo y atencio-
nal. Por otra parte, en el Eje II ha sido utilizado, entre otros, en la evaluación
de trastornos de personalidad. Además, el BIS-11 ha sido recurrentemente
aplicado a población carcelaria. Los individuos con historial criminal violento
puntúan más alto en comparación con los grupos control , o con convictos
detenidos por otro tipo de delitos.
2. Aplicación
Previo análisis de la traducción de las preguntas al Español y posterior
adaptación de las mismas al lenguaje cuotidiano, el cuestionario fue pues-
to en la la página de la Sede de Medellı́n de la Universidad Nacional de
Colombia para ser llenado por los miembros de todos los estamentos de la
comunidad universitaria que libremente desearan participar. Pese al método
escogido como fuente de recolección de información, el número de participan-
tes superó la cifra estimada y alcanzó un total de 1477 respondientes de los
cuales 680(46 %) fueron hombres y 797(54 %) mujeres, con edades compren-
didas entre los 15 y los 65 años, 20(5 %) del Estrato 1, 35(7 %) del estrato
2,...
2.1. Resultados
El Cuestionario de Buss y Perry consta de 29 preguntas. En primera ins-
tancia el análisis factorial que se quiso replicar buscaba explicar mediante
cuatro variables latentes(o factores): Agresión Fı́sica, Agresión Verbal, Ira
y Hostilidad, todas estas preguntas que para el efecto fueron consideradas
como variables observadas. De este modo, el proceso de factorización rela-
cionó todas las respuestas dadas por los sujetos a estos reactivos.
Se obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de α = 0,6362087 para la
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escala de Agresividad fı́sica, α = 0,7167162 para la escala de Agresividad
Verbal, α = 0,6666009 para la Ira, α = 0,8022565 para hostilidad, finalmente
el Alfa de Cronbach para el cuestionario general de 29 preguntas es de α =
0,8651665.
Nótese que los valores del alpha de Cronbach son muy altos, lo que signi-
fica que hay consistencia interna entre las variables observadas por cada una
de las variables latentes, entre ellas, el mayor de alpha está en la Hostilidad,
las preguntas que çargan.a esta variable latente están bien explicadas por
ésta. Lo mismo puede afirmarse de la Agresividad verbal, de la Agresividad
fı́sica y de la Ira, respecto a sus variables medibles.
Cuadro 2: Población
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Estrato Tamaño muestral Porcentaje población
1 56 3.8
2 302 20.4
3 631 42.7
4 283 19.2
5 170 11.5
6 35 2.4
de cada grupo; claramente podemos observar que las mujeres entre los 16
y los 20 años poseen la media más alta en la escala ira 4,0370, además
tenemos que a menor edad en cualquiera de las 4 escalas la media disminuye
notablemente, por lo tanto tenemos que a mayor edad los comportamientos
descritos en cada escala se van disminuyendo.
Grafico análisis de componentes principales Solo hasta la componente 16
puede afirmarse que se muestra una varianza acumulada por encima del 80 %.
Las dos primeras componentes principales explican apenas el 34.71 % de la
varianza total.
La matriz de componentes extraı́dos mediante el análisis de componen-
tes principales muestra los factores resultantes y los ı́tems del cuestionario
relacionados con las variables latentes respectivas, ası́ como sus saturaciones
correspondientes.
la bondad de ajuste del modelo propuesto. Estos tres ı́tems fueron el 23
((desconfı́o de desconocidos demasiado amigables)), correspondiente a la es-
cala de Hostilidad, el ı́tem 29 ((he llegado a estar tan furioso que rompı́a
cosas)), correspondiente a la escala de agresión fı́sica y, finalmente, el ı́tem 19
((Algunos de mis amigos piensan que soy una persona impulsiva)), pertene-
ciente a la escala Ira. Estos tres ı́tems fueron los que precisamente obtuvieron
una menor correlación con el total de la escala. La Tabla 7 presenta los ı́ndi-
ces de la bondad de ajuste del modelo propuesto para el Cuestionario de
Agresión. Tal y como se observa, todos ellos muestran la suficiente validez y
7
Figura 1: matriz de CP
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el buen ajuste del modelo tetradimensional propuesto.
Las tablas siguientes muestran los resultados de los modelos lineales ge-
neralizados que muestran las estimaciones respectivas de los coeficientes que
servirán para hallar los ı́ndices que determinarán los niveles de Agresividad
fı́sica, verbal, hostilidad e ira de los individuos.
Referencias
[1] Barratt, E. S. (1993). Impulsivity: Integrating cognitive, beha-
vioral, biological and environmental data. En McCowan, W.,
y Shure, M. (Eds.), The impulsive client: Theory, research and
treatment (pp. 39-56). Washington D.C.: American Psycho-
logical Association
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11
[2] Barratt, E. S. (1994). Impulsiveness and aggression. En Mo-
nahan J., y Steadman H. J. (Eds.), Violence and mental disor-
der: developments in risk assessment. Chicago: The University
Chicago Press, pp. 61-79.
[8] Dom, G., D’haene, P., Hulstijn, W., y Sabbe, B. (2006). Im-
pulsivity in abstinent early[U+2010]and late[U+2010]onset
alcoholics: differences in self[U+2010]report measures and a
discounting task. Addiction, 101(1), 50-59.
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impulsivity on cocaine use and retention in treatment. Journal
of Substance Abuse and Treatment, No. 21, pp. 193-198.
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