Capítulo 2. ​¿Qué son las profesiones?

Lo que tienen en común todas las profesiones enumeradas designa en términos muy
generales la actividad ocupacional a la que alguien se dedica o incluso a la que se
adscribe sin necesidad de dedicarse a ella.

Entre las actividades ocupacionales las profesiones se distinguen por suponer una
dedicación asidua a una actividad especializada. Los profesionales son aquellos que se
ocupan de hacer lo que no todos hacen o se dedican a hacer. Los profesionales
perciben una retribución por el desempeño de dichas actividades y esa retribución
constituye su medio de vida.

Los profesionales, por lo general, hacen mejor lo que hacen que quienes no se dedican
a esa profesión; son expertos competentes en su trabajo profesional. “Profesión”,
subraya ante todo la dedicación o consagración de la propia vida.

Se profesa un tipo de vida. Toda profesión tiene de dedicación a determinado tipo de

tareas y servicios a los que uno se entrega de por vida, comprometido con los valores
que ese tiempo de vida conlleva.

En la búsqueda de prestar un buen servicio es necesario o al menos muy conveniente

que quienes van a desempeñar determinada profesión tengan una preparación
específica para ello, sea mediante el aprendizaje de oficio, sea mediante una
preparación y acreditación académica.

El profesional no lo es solo por las actividades que desempeña, o las cualidades que
tiene para hacer bien esas actividades, sino también y muy especialmente por
pertenecer al colectivo profesional, al que pertenece.

En el juramento hipocrático, se recogen los elementos paradigmáticos del ethos

profesional en sus diferentes vertientes: el compromiso personal y vital con el ejercicio
de la propia profesión, el sentido de solidaridad con los otros profesionales y con sus
familiares más directos, la obligación de transmitir las enseñanzas a los jóvenes
profesionales de la siguiente generación, el secreto profesional, la necesidad de
demarcación frente a profesiones afines, y las prohibiciones éticas en el ejercicio de la
profesión.

Talcott Parsons: El complejo profesional, aun estando evidentemente incompleto en su

desarrollo, es ya el componente más importante de la estructura de las sociedades
modernas.
De las profesiones se espera que en el desempeño de sus funciones no prime el ánimo
de lucro, sino cierto altruismo, una orientación básica encaminada a favorecer a la
colectividad. La práctica de la profesión, es la respuesta funcional a un problema que
toda sociedad debe resolver, a un fenómeno social. El cual implica roles
institucionalizados y complementarios.

El rol del profesional estructura su ethos en torno a cuatro características: 1) es

universalista​, ya que ejerce su actividad no solo con sus parientes, sino con todo aquel
que acuda a él. 2) ​Funcionalidad específica​, mediante su competencia técnica se
espera que atienda y satisfaga las necesidades de quien sirve en agregando valor para
generar una mejor calidad de vida. 3) ​Neutralidad afectiva​, mediante la realización de
sus labores en términos objetivos y justificables, poniendo a un lado sus preferencias
personales respecto al individuo o individuos de la sociedad a quien sirve. ​4)
Orientación al bien de la colectividad​, es un rasgo sociológico, de lo que
institucionalmente se espera de todo profesional.

Rasgos del modelo de profesionalidad con el que trabaja la visión sociológica:

1- Ocupación técnica a plena dedicación dentro del esquema de división del trabajo
de una sociedad moderna o en trance de serlo.

2- Idea de servicio de la sociedad general y al “Problema humano” que trata de

resolver.

3- Principio de autonomía o de libertad en relación con el cliente.

4- Organización colegial o corporativa.

5- Compromiso vocacional.

6- Código de ética en el que se expresa y se da forma a algunas de las anteriores

notas y que termina conformando una cultura profesional en el sentido
antropológico.

7- Una peculiar relación cliente-profesional.

Un profesional es una persona consagrada a su profesión y a quienes necesitan de sus

servicios. A ello sacrifica su interés económico, su descanso, su familia, incluso su
salud. Los privilegios de que goza no son sino elementos necesarios para mejor poder
ejercer su profesión en beneficio de los clientes y usuarios.

Siete notas de la ideología del profesionalismo:

 1. La preparación especial

2. La alta posición social y económica.

3. La resistencia a los controles públicos.

4. El monopolio y otros privilegios corporativos.

5. Los principios aristocráticos.

6. La idealización de la cultura profesional.

7. La evasión de la responsabilidad en la relación con los clientes.

Los profesionales, como cualquier grupo de expertos saben su profesión y definen la

realidad que les compete por ser profesionales. Y cuando no saben lo que tienen que
saber, es que no son verdaderos profesionales.

Profesiones son aquellas actividades ocupacionales:

a) En las que de forma institucionalizada se presta un servicio específico a la

sociedad.

b) Por parte de un conjunto de personas (los profesionales) que se dedican a ellas

de forma estable, obteniendo de ellas su medio de vida,

c) Formado con los otros profesionales (colegas) un colectivo que obtiene o trata
de obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de la profesión.

d) Y acceden a ella tras un largo proceso de capacitación teórica y práctica, de la

cual depende la acreditación o licencia para ejercer dicha profesión.