REPORTE: EL LIBRO VACÍO

Mauricio Macias

Estoy aquí, sentado, intentando decidirme sobre qué voy a decir acerca de este

libro. No es como que no tenga opiniones suficientes como para escribir mi

reporte, es simplemente que no sé como ordenarlas. Miro a la hoja en blanco, y

veo cómo la voy llenando de estas oraciones que no conducen a nada. Tal vez

debería borrarlas y comenzar de nuevo, pero, por otro lado, ¿no es una buena

forma de comenzar un reporte sobre el libro que, en doscientas y tantas páginas,

no llega a absolutamente ningún lado? Ni modo, yo leí páginas y páginas de nada,

que el profe lea un párrafo igualmente relevante.

Qué absurdamente interesante resultó leer un libro que no dice nada. Esa es quizá

la única palabra que me viene a la cabeza para definir este libro: interesante. Y es

que aún no concibo cómo pudo una lectura que aparentemente no dice nada,

atraparme tanto y mantenerme pegado a sus páginas, quizá esperando a ver a

qué hora “comenzaba a escribir”.

Por otro lado, y de una forma casi contradictoria, resulta impresionante cuánto dice

este libro sin decir nada. Conocemos al autor, José García, un conflictuado

contador de medio pelo que añora escribir (sin saber exactamente qué), y cuyo

método de elección para escribir es tener dos cuadernos: en uno pretende vomitar

cuanta idea le venga a la cabeza, y en el segundo, rescatar lo que valga la pena y

pasarlo a limpio. También conocemos a la esposa, a quien le fue infiel y que ahora

siente que o tortura de una forma muy sutil; a su amante, a sus dos hijos (el mayor
que estudia leyes y el pequeño que se la pasa enfermo), y su amigo del trabajo.

También nos enteramos cuál fue el primer amor y el “despertar sexual” de José, y

de cómo sufre por no saber cómo acercarse a sus hijos. Básicamente, este autor

ficticio escribe un libro entero, donde ventila toda su vida, sin decir nada. Y eso me

resultó muy (aquí voy de nuevo) interesante, ya que la construcción tanto de la

psique de este personaje, así como la construcción de su entorno, es

estupendamente completa.

Debo decir que el sentimiento general del libro es algo con lo que me encontré

fácilmente identificado: lo complicado de empezar, de concluir, de hacer una obra

creativa. Divagas en tus propios pensamientos, buscando algo notable qué decir,

solo para encontrar que tu vida no es lo suficientemente emocionante para tener

experiencias dignas de ser contadas; o quizá que no tienes suficiente experiencia

para hablar de algo, o al menos de hacerlo digno de ser leído. Si alguien alguna

vez me hubiera dicho que alguien aprovechó esa sensación para escribir un libro

entero al respecto, me habría quitado una inquietud de encima.

Definitivamente un libro extraño, inusual, y sí, interesante. El calificativo de “vacío”

en el título resulta sumamente apropiado, y al mismo tiempo, es una mentira total.

No sé si es un libro que leería de nuevo, pero sin duda lo recomendaría a quien

pregunte por una lectura diferente.