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VIERNIS 17 DE NOVIEMBRE 1964 LA VANGUARDIA ESPAÑOLA Página TT

TEMAS DE HISTORIA ESTÉTICA

LAS VOCES DE ANTAÑO


TORESKY
T A VQZ sigue siendo una fuente oscura de sugerencias bre bueno, y "Miliu" le desconcertaba a cada paso con
Arte romano y arte griego
P puede ext*añar que Píuhí (con comprende q»*e el mund« estéíLo el
y misterio, y pese al avasallador mundo de la ima- sus chistes y comentarios, sus tretas y habladurías. 4 todo, en una obra sobre "Malerei uno e indivisible y que si la origina-
gen, la desnudez de la palabra fertiliza nuestra, cada veces intervenía en el diálogo el señor Miret, qu» era und Zeichnung Tier Grieehen) afirma- lidad se manifestaba de todos esos rap-
vez más polvorienta, imaginación. Para oír una voz otro locutor de la Radio. El señor Miret era circuns- ra: "El arte ron ano es enteramente ios, por fuerza sería porque tenía raí-
desenraizada de su imagen real, podemos sencillamen- pecto y conciso, y no se dejaba engañar fácilmente por griego; no habla en lengua latina", ces muy otras de las que originaron lo,
te asomarnos a la Radio o al teléfono, y ya Cocteau, las celadas que le tendía el "Miliu". Los tres, es decir, cuando el mismo Virgilio, veíate si* griego y su vasta proliferación (y
hace de esto, bastantes años, protagonizó a este último los dos, hicieron muy buenos programas en la época glos antes, confesó: "Tu regere impar abundosa, barroca, expansión) hele-
en una obra de teatro en la que la voz, extrañamente prehistórica de la Radio, pues estoy hablando de los rio populos, romane, memento. Hae lísticaí Basta contemplar las mohedas
presente, descubría un íntimo y desgarrado patetismo. años treinta. Toresky llegó a ser muy popular desenca- tibí erunt artes...". Tampoco causa éx- riegas y las romanas, juzgándolas
Pero esto, no lo oí yo por teléfono, naturalmente, sino denando las primeras campañas benéficas realmente trañeza —a quien no olvide la ten- menos en sí que como verdadero cam-
por la Radio, y recuerdo ahora una maravillosa voz importantes, y su "Miliu" ha hecho fortuna, pervivien- dencia a la repetición acrítica de' los po experimental de laboratorio, para
femenina, distante en el tiempo pero muy cerca enton- do su espíritu en otros "Milius" que luego se han su- humanos— la constante insistencia en emprender de pronto toda la inmensa
ces de mí, hablando dulcemente en el pasado. ¿Cómo cedido en el tiempo. el ya lugar común: el arte romano es distancia que separa al arte romano
era la imagen de aquella voz? Probablemente, no lo sa- En la emisión de homenaje a Toresky, llevada con una imitación del arte griego o, cuaja- del arte griego (por la triple razón
bré nunca. Tampoco me interesa saberlo, pues en tal pulso seguro por Alberto Oliveras, estas cosas que- do menos: la cultura'griega y helenís- de la época, el lugar y el; trásfondo
caso, estoy seguro de aue sufriría un radical desen- daron perfectamente claras. En realidad, dimos unos tica ejerció sobre liorna en el aspecto espiritual-diverso). El a*te griego es
gaño. pasos hacia la niebla del pasado y salimos acompaña- artístico una influencia tan considera- un arte de la forma, tiende a hiposta-
La Radio es la fuente y cobijo natural de las voces dos de Toresky y el "Miliu". Cada uno vio la imagen ble que lo determinó en sus líneas ge- siarla, es decir, a la "turgencia signi-
desnudas, y nosotros podemos vestirlas con la imagen que se forjara de sus voces, enmarcadas, como en un nerales. Creer esto es como admitir ficativa" y, a la vez, a avanzar por un
que más nos plazca. Todos hemos amado algunas de celuloide rancio, en los anacrónicos estudios de los que la pintura española del siglo XVII territorio aue podemos llamar idealis-
estas voces. Se nos han acercado y, muchas se nos han primeros tiempos de la radiodifusión española. Supi- es un mero reflejo de la italiana. ta a falta de otro concepto mejor (he-
hecho cómodas y familiares, hablando por ahí, en tanto mos, entonces, que Toresky, para llevar a cabo la Cuando se ha analizado la historia ,ho en parte de rara alienación, es
nosotros leemos el periódico, cargamos una pipa o nos creación del "Miliu", se inspiró en un niño real, que del arte, en alguno de sus sectores, decir, de pérdida de contacto con lo
ponemos las zapatillas. Nos siguen caninamente mien- vivía en un piso contiguo al suyo. El niño jugaba en detallada y minuciosamente, y se mira real, pero también en parte dé prodi-
tras buscamos un libro en el estante de la biblioteca o el rellano de la escalera y, a veces, entraba a saludar con verdadera atención el producto giosa transfiguración en b e l l e z a
mientras prohibimos malhumoradamente a nuestros hi- á Toresky. Debía ser al caer la tarde, y el niño aca- significativo de los hombres a lo lar- "pura"). El espacio previo, anterior a
jos aue sigan saltando, con ímpetu acrobático, sobre el baba de salir del colegio y mordisqueaba su merien- go de cierto período de tiempo, se la forma y a la imagen no existe ape-
sofá. Si alguna vez se vuelven inoportunas, nos basta da. Brillaba el ocaso del sol en los cristales. comprende, de inmediato, que es erró- nas para los griegos. En cambio, el
alargar el brazo hacia el transmisor. La voz desfallece Quizá fuera esto de otro modo. Pero, de pronto,
nea la idea de que solo en la qpoea romano piensa siempre en términos
en el silencio. reciente cambia el estilo a cada gene- espaciales. Su forma es concreta y re-
ocurrió una cosa terrible. Mientras, absortos en la ración. No. En el gótico, en el romá- fluye sobre sí misma. El sentido de las
Hace unos días escuché, por casualidad, una emi- emisión, oíamos la voz de la criatura de Toresky, sur- nico los ciclos son cortos y-Continua- imágenes romanas es narrativo y exis-
sión radiofónica de homenaje a Toresky. Muchos, por gió ante el micrófono el "Miliu" de verdad, el real, mente surgen modificaciones impor- tencial. El romano percibe la continui-
su edad, no sabrán quién era Toresky y opinarán, ante es decir, el niño que jugaba en el rellano de la escalera tantes de técnica* sentido, carácter. dad de la vida, la infinitud del tiem-
todo, que este nombre debía de ser el de algún ruso y se tocaba con una gorra de marinero en la que lu- Aplicando esta norma general alarte po, pero no quiere abandonarse a ese
enigmático e importante. Nada de eso. Toresky fue un cía, en letras doradas, el nombre de "Emden". Pero clásico, ¿cómo aceptar que el arte ro- curso, antes determina unos ámbitos
locutor de la Radio y ese nombre era un seudónimo no era ya tal niño sino, por lo que colegimos, un se- mano, que se produjo —período cen- cerrados que "salva" de ese poder de-
bajo el que hacía más interesante su personalidad. ñor alto y macizo, poco locuaz, gravemente serio, que tral comparado con periodo central— vorador (que, justamente, simbolizó
Toresky fue una de esas voces amadas de aue hablá- no recordaba gran cosa de sí mismo ni de su "alter "quinientos años" des,pués del heléni- en el león, en sus sarcófagos). El grie-
bamos hace un momento, en ningún caso inoportunas ego", el "Miliu". Ahora era un señor director, que di- co, es decir, de quince, a veinte gene- go penetra en la irrealidad bajo una
e impertinentes, y creó un personaje que nos conquis- rigía indudablemente algo importante y decisivo. raciones más tarde, fuera hechura de luz maravillosa. El romano trabaja fir-
tó a todos, el "Miliu". Toresky era además ventrílocuo Nos refugiamos en nuestra tristeza; es decir, nos éste? memente en lo real para transformar-
y con el "Miliu" hizo surgir en nuestra imaginación un refugiamos en nuestro recuerdo. A veces, es confor- Si Wickhoff admite que el "Augusto lo evolutivamente y llegar al ápice de
niño travieso ,y métete-en-todo, simpático y gracioso, de Prima Porta", con su celebración, sus posibilidades, es decir, al triunfo
dotado de una ingenuidad maliciosa que nos obligaba a table la tristeza y nos hace delicados y sensibles. Na-
en la descriptiva coraza, dé la recu- de las cosas de este mundo.
reír. Yo era entonces un niño, y todos los niños éra- turalmente,
do, nos vuelva
también es posible que, al menor descui-
irrevocablemente cursis. peración de los "signa" a los partos, Es obvio que los documentos itáli-
mos un poco compañeros de "Miliu", y le queríamos fue ejecutado por alguien que conocía cos concernientes a obras artísticas re-
porque, haciéndose perdonar sus travesuras, obligaba muy bien el "Doríforo" dé Policleto, bosan de nombres griegos, pero es un
que se dispensaran las nuestras. Toresky era un hom- Juan PERUCHO tampoco hay qqe -olvidar ios, 450 .-años fenómeno sobradamente estudiado él
que separan a Policleto del autor d t ó de la metamorfosis que experimenta
polícroma estatua del fundador del un temperamento por el cambio de lu-
Imperio. ¿Y las razones geppsíquicas? ga£. Ejemplo egregio de ello lo tene-

r Trincheras I Si el arte es trascendencia del ámMen* mos erí nuestra patria con el Grecp,
te, sublimación de los factores qjue,pa tal.v.ez.el máximo representante; pic-
san de la existencia a la forma peren- tórico de la espiritualidad de la Es-
nizada, ¿cómo cabe admitir,que, en un paña de los Siglos de oro, que distaba
lugar diferente y en unas circunstan- de ser hispánico en raza ni en forma-
cias distintas, se pudieran mantener ción. Los griegos —no olvidemos que
las esencias que originaron el arte de desarraigados ya de su propia cultura
los griegos? La mentalidad • romana y de su gran época— 4ue en los si-
era bien diversa de la. griega, casi d}a- glos II a. J.C. a II d. J.C. trabajaron en
metralmente opuesta. Sucede que aún Italia pintando villas pompeyanas, la-
i no sabemos "ver" el arte, clásico y,1 brando' estatúas o elementos arquitec-
f prescindiendo de las comparacioñe, tónicos, cori seguridad estaban ente-
i con lo externo a él, determinar sus ramente romanizados por el habla, la
modos propios y nacionales. Sucede mentalidad, las costumbres e incluso
también, sin duda, que, las victorias los ideales. Basta recordar lo sucedido
romanas en Oriente,, con Flaminio con Políbio, en el terreno hístórico-li-
Paulo Emilio, Pompeyo, Lúeulo,' Cra- terario. Roma ejercía una atracción
so, determinaron el origen de una "im- que, salvando las distancias todo cuan-
portación" de estatuaria, griega que to sea posible salvarlas, evoca la que
no dejó de influir ciertas escuelas Estados Unidos en la actualidad ejer-
momentos romanos, pero que, a nues- ce sobre ciertos pueblos de- Europa.
tro juicio, constituyó sólo una de las Pintores como Rothko, ruso de origen;
corrientes de la expresión plástica ro- como Gorky, dé la Armenia turca, et-
mana, no ciertamente la principal ni cétera, son los más altos exponentes
máximarnente representativa. de lá pintura norteamericana del pre-
Se acepta que los romanos fueron sente. ¿Y por qué no habrían de serlo,
si han vivido casi toda su existencia
origínales en el arte del retrato y en bajo el signo de ese lugar que es un
el de los relieves narrativos, (con sus tiempo, por expresarlo?
"bodegones", imágenes de temas muy
concretos, parejas matrimoniales uni- En , su libro sobre "Las religiones
das por las manos, etcétera). Ss admi griega y romana", Alain Hus señala
PRECIOS que sota PRESAS puede ofrecer: te también que tuvieron una peculiar que existe una diferencia sensible en-
necesidad de expresar el tiempo, lo tre Júpiter y Zeus, y dice: "este últi-
histórico, lo determinado (columna mo es un rey absoluto, que actúa se-
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TODOS LOS COLORES: Trajano, relieves del palacio de la gún su deseo; muy humano, mentiro-
150 X 200 Ptas. 725'- 200 X 250 Ptas. 1,250'— Cancillería y tantos otros). Sé admití so, violento, colérico, sensual... Júpi-
también que su urbanismo, arquitec- reúne ter, menos.» personal y humanizado,
170 X 240 Ptas. 975'— 200 X 300 Ptas. 1.500'— tura y arte popular fueron perfecta racterísticos loé/principios morales más ca-
ALFOMBRA LANA LISA «CINCA», TUPIDÍSIMA mente originales y autóctonos, por de- dioses eran de los romanos". Si sus
tan distinto^, ¿cómo su
50 X 100 Ptas. 165'— 90 X 160 Ptas. 476'- pender los dos primeros más directa
60 x 120 Ptas. 2 3 8 — 120 x 160 Ptas. 634'— mente de los planos públicos y por a,rte podía ser común?
70 x 140 Ptas. 330'— 140 x 200 Ptas. 024'— estar el segundo en más íntima y for
KN NUEVE COLORES: ORO, BE1GE, AZUL, GRIS, ROJO, ROSA, VERDE
VIVO, VERDE CLARO Y OSCURO
zosa relación con la raza' itálica y la
herencia etrusoa.
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