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El presente trabajo tiene como propósito dar a conocer los diferentes conflictos
que se pueden generar en las organizaciones así como sus causas, es decir el
objetivo no es desaparecerlos sino saber manejarlos. Ya que los conflictos son
inevitables y se presentan frecuentemente hasta en las mejores empresas, estos
pueden actuar como catalizador para mejorar los desempeños de las
organizaciones
1. CONFLICTOS LABORALES
1.1 CONCEPTO:
Los conflictos laborales pueden ser de diferentes tipos, cada uno de los
cuales será objeto de un mecanismo particular de resolución. La mayoría
de los países hacen una distinción entre los distintos tipos de conflicto
laboral y han establecido procedimientos separados para manejarlos. En
cada país tales distinciones y procedimientos reflejan, evidentemente, el
desarrollo histórico particular de su propio sistema de relaciones laborales.
La palabra conflicto proviene del latín conflictus, que significa combate,
lucha, pelea. Desde el punto de vista jurídico, se utilizan como expresiones
sinónimas, controversia, colisión, litigo, etcétera; todas ellas tienen
invariablemente la connotación de pretensión resistida, de oposición de
intereses.
“La Constitución mexicana establece desde el año de 1917,
que ‘‘Las diferencias o los conflictos entre el capital y el
trabajo, se sujetarán a la decisión de una Junta de
Conciliación y Arbitraje’’.1
1
interpretación, constitución de México-anmgel bendezu
conformidad con los artículos 43 y 44. Según el artículo 45, los
conflictos no resueltos luego de la instancia conciliatoria se
dividen en: conflictos de derechos (es decir, controversias
relacionadas con "la interpretación o aplicación de cualquier
disposición legal o disposición establecida en el convenio
colectivo o contrato de trabajo") que se presentan en sede
judicial a los efectos de que se dicte sentencia, y conflictos de
intereses (que no se refieran a servicios esenciales y que los
dirime el Tribunal mediante arbitraje obligatorio) sujetos a
huelgas y cierres patronales o bien pueden someterse al
arbitraje, con acuerdo de las partes...2
2
ley de relaciones laborales
de la disputa de derecho o de intereses que se plantean entre los
empresarios y los trabajadores.
Puede ser del tipo individual en donde lo establece un solo trabajador con
su empleador cuando las condiciones de trabajo están en conflicto.
Las siguientes cuatro categorías pueden ser consideradas como las cuatro clases
principales de conflicto:
El primero, el conflicto entre grupos, suele tener que ver con cambios en las
políticas, prácticas y estructuras corporativas que sitúan a las unidades de trabajo
del mismo negocio en lugares opuestos. A medida que las metas corporativas y la
dirección estratégica cambian, es común encontrar que subgrupos de la misma
compañía se opongan entre sí sobre cómo lograr los resultados deseados.
Otra clase de conflicto al que todos los gerentes se enfrentan es el conflicto entre
personas. A diferencia del de grupos, éste ocurre a nivel individual. Es la tensión
que surge entre individuos en una organización debido a las diferencias filosóficas
y de percepción de la manera en que se debe llevar a cabo el trabajo, además de
metas personales opuestas.
Como ya hemos comentado, los conflictos laborales son algo intrínseco a las
organizaciones. Por ello es de suma importancia que los líderes sean capaces de
realizar una eficaz gestión de conflictos, para de esta manera poder asegurar un
buen ambiente laboral, mejorar las relaciones entre personas y aumentar la
productividad y eficacia de la empresa.
1.3.1 Su significación:
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solución de conflictos de trabajo
último caso se afecte el interés profesional que representan los
sindicatos
4
de la cueva , tomo II
1.3.2.1 conflictos individuales: Involucra a un trabajador o un grupo
de trabajadores que actúan de manera individual (o se refiere a la
ejecución de sus contratos individuales de trabajo) Las peticiones
son individualizadas, con la finalidad de concretar el resultado para
cada uno de los trabajadores, osea, aquel en el que se enfrenta un
trabajador y su empresario, singularmente considerados, sobre
pretensiones que tienen su origen en el contrato de trabajo y que
repercuten de forma diferenciada y concreta sobre la esfera
patrimonial de cada sujeto.
1) Alcance colectivo.
La movilidad geográfica.
Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo.
Procedimientos no judiciales de solución de conflictos (si se
acuerdan en convenio colectivo).
La impugnación de convenios colectivos.
Los sindicatos.
Las asociaciones empresariales.
Por otra parte, otra posible clasificación sería la que representan los
conflictos de reglamentación con los conflictos de interpretación. Los
Conflictos de reglamentación o de regulación son los que tienen por
objeto conseguir una regulación más apropiada de las condiciones
laborales (Conflictos económicos). Por su parte, los conflictos de
interpretación o aplicación tienen por objeto presionar a favor de la
no aplicación de la norma o de una determinada aplicación de la
misma (conflictos jurídicos).
Este conflicto de
derecho, debe ser planteado ante el juez competente que, frente a la
diversidad de interpretación, tiene que aplicar la norma preexistente
al caso en cuestión
Añadir aquí que son los que, preexistiendo una norma, versan sobre
su oportunidad, pretendiendo su modificación o sustitución por otra; o
los que, simplemente, postulan el dictado de una nueva norma que
cubra un vacío normativo. OIT: “aquél que se suscita por diferencias
relativas a la determinación de derechos y obligaciones futuras, y por
lo general es el resultado del fracaso de la negociación colectiva.
Este tipo de conflicto no surge de diferencias acerca de un derecho
existente, sino del interés de una de las partes de crear dicho
derecho, plasmándolo en un convenio colectivo, y el interés de la otra
de no hacerlo.
1.4 FACTORES QUE CONTRIBUYEN EN LA APARICIÓN DE
CONFLICTOS LABORALES
Interdependencia laboral
1.5 Y EL PERU?
Si piensa que solo hay conflicto laboral cuando estalla una Huelga, vive
equivoca
Si, como todo proceso humanos, los conflictos laborales tienen diversas
etapa. Tomemos como ejemplo el Proceso de Negociación Colativa:
Primeramente Para comenzar y aunque sea una obviedad, hay que decir
que no es sencillo, ya que en los conflictos laborales median muchos
factores, que en ocasiones están ocultos para la otra parte o para aquel
que asume el papel de moderador.
Lo básico para gestionar un conflicto laboral es sentarse a realizar un
análisis exhaustivo del mismo; de ello deberemos obtener como mínimo la
siguiente información:
– Si el conflicto es operativo, es decir, por alguna tarea
concreta, o si es personal, con lo que su resolución es aun
peor.
– Quiénes son los protagonistas de dicho conflicto, tanto las
personas que intervienen directa como indirectamente en el
conflicto.
– Cuáles son los objetivos de cada una de las partes
implicadas.
– Cuáles son los intereses y necesidades de cada una de las
partes.
A partir de aquí, podemos, si queremos tomar el papel de moderadores,
buscar más información, como el poder que tienen ambas partes en la
propia organización (escalón de la jerarquía), las emociones y sentimientos
implicados en el conflicto, la percepción del problema que tiene cada
protagonista, los estilos de afrontamiento que utilizan ante esta situación,
etc.
Una de las mejores formas de gestionar un conflicto laboral, y en general
en nuestra vida diaria, es a través de la mediación. Método en el que
profundizaremos en próximos artículos, con el fin de daros pistas de cómo
realizarlo correctamente.
Normalmente, cada persona utiliza, una serie de estrategias de
afrontamiento ante los problemas, que definen su forma de actuar y de
gestionar el conflicto laboral. Las más habituales son las siguientes y las
coloco en función de su mayor a menor utilización:
Negarlos: no existe el conflicto, todo está bien, y es mejor dejarlo como se
encuentra.
Evitarlos: consiste en evitar el enfrentamiento, postergándolo en el tiempo.
Sí reconocemos que hay conflicto, no como en el caso anterior, pero no
queremos afrontarlo.
Rendirse: renunciamos a nuestra propia opinión y aceptamos la ajena,
aunque vaya en nuestra propia contra.
Avasallar: intentamos imponer nuestra opinión, primando nuestros
intereses sobre los demás.
Compromiso: intentamos buscar un acuerdo, realizando concesiones
mutuas entre ambas partes del conflicto.
Colaboración: intentamos resolver los conflictos de forma creativa y
colaborativa.
Estas dos últimas son las más útiles para resolver conflictos y
precisamente son las menos utilizadas
ANEXOS
JURISPRUDENCIA
Lima, ocho de abril del dos mil cinco.- La Sala de Derecho Constitucional y Social
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República: VISTOS: con los
acompañados: en audiencia pública llevada a cabo en la fecha, integrada por los
señores Vocales: Walde Jáuregui, Villacorta Ramírez. Dongo Ortega, Acevedo
Mena y Estrella Cama, luego de verificada la votación con arreglo a ley emite la
siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Recurso de casación interpuesto
a fojas doscientos cinco por el demandante don José Sabino Aguirre Avila contra
la sentencia de vista de fojas ciento noventicuatro, su fecha doce de setiembre del
dos mil tres que revocó la sentencia apelada de fojas ciento sesenticuatro, de
fecha veinticinco de febrero de dos mil tres que declaró fundada la demanda con
lo demás que contiene y reformándola, la declaró infundada: en los seguidos
contra don Guillermo Enrique Benites Lavado y otra sobre Tercería de Propiedad.
Y CONSIDERANDO: Primero: Que aun cuando el accionante ha sustentado su
recurso de casación en las normas del Código Procesal Civil, resulta evidente que
son de aplicación al caso de autos las disposiciones de la Ley Procesal de Trabajo
- Ley veintiséis mil seiscientos treintiséis: en tal sentido, aplicando la norma
jurídica que corresponde –conforme al mandato contenido en el artículo sétimo del
Título Preliminar del Código Procesal Civil de aplicación supletoria al presente
proceso– debe señalarse que el recurso de casación interpuesto por el
demandante don José Sabino Aguirre Avila reúne los requisitos de forma exigidos
por el artículo cincuentisiete de la Ley Procesal de Trabajo: y en consecuencia,
corresponde analizar si cumple con las exigencias de fondo contenidas en el
artículo cincuentiocho de la glosada norma procesal. Segundo: Que, amparado en
el inciso segundo del artículo trescientos ochentiséis de la Ley Procesal –lo que
debe entenderse como una clara referencia al inciso c) del artículo cincuentiséis
de la Ley veintiséis mil seiscientos treintiséis– el recurrente denuncia la
inaplicación de una norma de derecho material señalando que en ningún
considerando de la recurrida se han aplicado, para resolver el caso de autos, las
normas de derecho material contenidas en los artículos dos mil doce, dos mil
trece, dos mil catorce y dos mil dieciséis del Código Civil, que –según el
recurrente– legitiman y reafirman su derecho de propiedad sobre los vehículos de
placa de rodaje YD - dos mil quinientos treintisiete y ZD - tres mil catorce,
debidamente adquirido de su anterior propietaria, la codemandada doña Rosa
Silvia Lázaro Salirrosas y, por tanto, le dan derecho a interponer la presente
acción, pues no puede responder con sus bienes por una deuda que no ha
contraído y menos conocía. Tercero: Que, en tal sentido, considera el recurrente
que la Sala Laboral ha vulnerado su derecho de propietario, pues sin haber
efectuado una debida valoración de las pruebas, ha extraído conclusiones que no
existen en el proceso como aquella en la que señala que resulta evidente que la
codemandada doña Rosa Lázaro Salirrosas ha transferido los vehículos objeto de
la medida cautelar con la intención de sustraerse de su obligación laboral; lo que a
juicio del demandante constituyen afirmaciones que no han sido probadas de
ningún modo con medios idóneos y suficientes que demuestren la existencia de
simulación, sin embargo, si se encuentra probado con los certificados de
gravámenes que obran en el expediente acompañado –según se sostiene– que la
medida cautelar fue posterior a la transferencia de los vehículos sublitis razón por
la cual considera que debió aplicarse la norma de derecho material contenida en el
artículo dos mil doce del Código Civil. Asimismo, se ha denunciado que no se ha
aplicado el artículo dos mil trece del Código Civil, pues su derecho de propiedad
continúa con toda su eficacia jurídica mientras no se haya declarado judicialmente
su invalidez, para lo cual tendría que interponerse la acción judicial
correspondiente, lo que evidentemente no se ha hecho, alegándose que, no
siendo este tipo de proceso abreviado la acción idónea para así determinarlo,
como se pretende mediante la sentencia que se impugna que en base a
conclusiones no probadas –según se afirma– revoca la sentencia de primera
instancia y la reforma declarándola infundada. De otro lado se denuncia que
tampoco se ha aplicado el artículo dos mil catorce del Código Civil, en tanto el
recurrente en su calidad de tercero de buena fe adquirió a título oneroso el
derecho de propiedad de la persona que en el registro aparecía con facultades
para otorgarlo manteniendo por tanto su adquisición una vez inscrito su derecho
aunque después se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de
causas que no consten en los registros públicos agregando que su buena fe se
presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro. Por último,
se ha sostenido que no se ha aplicado la norma material que contiene el artículo
dos mil dieciséis del Código Civil pese a que –según se afirma– se encuentra
acreditado en autos que el derecho de propiedad del recurrente es anterior al
mandato de la medida cautelar que obtuvo el codemandado Benites Lavado con lo
cual se estaría vulnerando este principio jurídico al desestimarse su pretensión en
base a supuestos no probados. Que, así fundamentadas estas denuncias resulta
evidente que se ha dado cumplimiento a las exigencias contenidas en el inciso c)
del artículo cincuentiocho de la Ley Procesal de Trabajo razón por la cual deberán
ser declaradas procedentes. Cuarto: Que, de otro lado, se ha alegado la
inaplicación de la doctrina jurisprudencial, habiéndose señalado que se han
soslayado abundantes pronunciamientos jurisdiccionales emitidos por los
Tribunales de Justicia del país en casos similares al que es materia de litis, como
las ejecutorias recaídas en los expedientes números dos mil ciento veintiuno-
noventicinco, ochenticuatro-noventisiete- entre otros. Que, al no encontrarse
regulada en la Ley Procesal Laboral la causal de inaplicación de la doctrina
jurisprudencial –que evidentemente es diferente de la causal de contradicción
jurisprudencial– resulta jurídicamente imposible admitirla, razón por la cual
corresponde que sea declarada improcedente. Quinto: Que habiéndose declarado
la procedencia de las denuncias de inaplicación de los artículos dos mil doce, dos
mil trece, dos mil catorce y dos mil dieciséis del Código Civil de conformidad con lo
establecido en el último párrafo del artículo cincuentiocho de la Ley Procesal del
Trabajo, corresponde emitir pronunciamiento de fondo. Sexto: Que, tanto la
sentencia de primera instancia como la de vista concuerdan en señalar que la
transferencia de los vehículos de placa de rodaje YD - dos mil quinientos
treintisiete y ZD - tres mil catorce por parte de doña Rosa Lázaro Salirrosas a favor
del ahora demandante don José Sabino Aguirre Ávila, se produjo el doce de julio
del dos mil uno habiéndose precisado en el primer considerando de la sentencia
de primera instancia que al tres de mayo del dos mil dos, dichos vehículos no
registraban afectaciones. Sétimo: Que, el fundamento principal de la sentencia de
vista para desestimar la demanda de tercería radica en que la codemandada doña
Rosa Lázaro Salirrosas se dedica al transporte de carga pesada (actividad en
razón de la cual el codemandado Guillermo Benites Lavado le inició un proceso
laboral en el cual se dictaron las medidas cautelares que motivan el presente
proceso) desde diciembre de mil novecientos noventiocho y que al haberse
transferido la propiedad de los vehículos sublitis cuando el expediente sobre
beneficios sociales se encontraba expedito para sentenciar, resulta evidente –
según el Colegiado Superior– que la mencionada codemandada transfirió dichos
vehículos objeto de medida cautelar con la intención de sustraerse de su
obligación de carácter laboral, pues si bien ha alegado que dicha venta se realizó
con la finalidad de pagar sus deudas, sin embargo, no ha cumplido con cancelar el
crédito laboral que tiene carácter prioritario y preferente, agregando que al
contestar la demanda del presente proceso la citada emplazada se allanó
solicitando se levante la medida cautelar Octavo: Que, no obstante lo afirmado por
el Colegiado Superior este ha soslayado los hechos afirmados por el Órgano
Jurisdiccional de Primera Instancia, donde acertadamente se ha señalado que en
autos no aparecen medios probatorios idóneos y suficientes que demuestren la
existencia de simulación en el acto jurídico de compraventa de los vehículos
sublitis como podría ser el indicio de un conocimiento previo del comprador de la
preexistencia del proceso judicial ni tampoco –según se afirma en el quinto
considerando de la sentencia de primera instancia– de limitaciones patrimoniales
del comprador precedentes a la adquisición del vehículo, ni existencia indiciaria de
vínculo de parentesco del comprador con la ex empleadora. Noveno: Que, a
mayor abundamiento debe señalarse que conforme establece el artículo dos mil
catorce del Código Civil, el tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún
derecho de persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo
mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho aunque después se anule
rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los
registros públicos, precisándose además que la buena fe del tercero se presume
mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro; en tal sentido, al no
existir medios probatorios idóneos en autos que determinen la ausencia de buena
fe en el accionar del ahora demandante –pues la sentencia de vista no desvirtúa el
fundamento fáctico de la sentencia de primera instancia que resolvió amparar la
demanda– corresponde amparar el reclamo del accionante en razón de lo
establecido en la norma sustantiva en mención, y además en los artículos dos mil
doce, dos mil trece y dos mil dieciséis del Código Civil, cuya aplicación resulta
trascendente para la solución de la presente litis, no obstante lo cual, han sido
inaplicadas por el Colegiado Superior. Décimo: Que, el recurrente únicamente ha
impugnado el extremo referido a su pretensión principal, habiendo consentido el
pronunciamiento de primera instancia que desestimó su pretensión indemnizatoria,
razón por la cual esta última decisión no será modificada; fundamentos por los
cuales, de conformidad con lo establecido en el artículo cincuentinueve de la Ley
veintiséis mil seiscientos treintiséis - Ley Procesal del Trabajo: DECLARARON:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas doscientos cinco, por el
demandante don José Sabino Aguirre Avila, en consecuencia: NULA la sentencia
de vista de fojas ciento noventicuatro, de fecha doce de setiembre del dos mil tres,
y actuando en sede de instancia: CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas
ciento sesenticuatro, de fecha veinticinco de febrero del dos mil tres, que declara
FUNDADA la demanda en el extremo referido a la tercería de propiedad, con lo
demás que contiene e infundada en el extremo que pretende indemnización; en
los seguidos contra doña Rosa Silvia Lázaro Salirrosas y otro sobre Tercería de
Propiedad e indemnización; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial El Peruano que sienta precedente de observancia
obligatoria en el modo y forma previsto en la ley; y los devolvieron.