Ethel Salas Paredes

Los sistemas observantes: conceptos, estrategias y entrenamiento en terapia

familiar sistémica

La teoría general de los sistemas y la cibernética son dos paradigmas científicos

fundamentales que se aplican al estudio de la conducta y la interacción humana, ambas
teorías se ocupan de funciones y estructuras válidas para todos los sistemas,
independientemente de la realidad material de sus elementos. Sluzki distingue dos tipos
de cibernéticas: de primer y segundo orden, ambos aportan terminologías importantes
a la terapia familiar sistémica como: homeostasis, estabilidad, corrección, morfogénesis,
recursividad, autonomía, circularidad, etc.

Los sistemas observantes incluyen al observador como parte del sistema, expresando
que el terapeuta es tan creador de lo que está observando como la familia. Los sistemas
observantes encajan dentro de lo que se viene denominando como constructivismo, el
cual sostiene que lo que llamamos realidad es nuestra particular interpretación del
mundo, una forma personal de entender el mundo.

La teoría sistémica sostiene que la realidad se construye y que el lenguaje crea realidad.
Así mismo, que el orden se da a partir del caos, es decir que a medida que aumenta el
desequilibrio en un sistema se producen grandes fluctuaciones en su comportamiento y
aumenta el caos, pero llega un momento que del caos nace una nueva organización,
además menciona que los fenómenos mentales reflejan fenómenos sociales, por otro
lado menciona que los sistemas se caracterizan por modificar su ambiente y los
sistemas también son modificados por el ambiente, además es importante entender que
comprender un sistema es comprender el conjunto de sus interacciones recursivas
(circularidad)..

Dentro de la teoría de los sistemas observantes las estrategias se plantean como una
conversación en la que dialogan el terapeuta y la familia, por ello es importante situar el
problema, conversar, reflejar, y potenciar para que el sistema esté en una disposición
para que pueda enfrentar su problema. Para elaborar una estrategia es importante
planear cada paso con gran cuidado, fijarse en la conducta de uno mismo, elaborar
hipótesis circulares, ser neutral y crear una estrategia.

La actividad terapéutica se desarrolla durante las sesiones donde participan: la familia,

el entrevistador, el equipo de coterapeutas y el equipo de observante y tiene varias fases
(fases previa, la entrevista, la intersesion, la intervención y la postsesion). Para guiar la
intervención es importante que el terapeuta tenga un entrenamiento y desarrolle
conocimiento en las áreas: cognitiva, actitudinal y de intervenciones.
Ethel Salas Paredes

Comentario:

La lectura nos habla inicialmente como surgen simultáneamente pero con diferentes
representantes la teoría de los sistemas y la cibernética.

En cuanto a la teoría sistémica debemos estar atentos a las realidades que construyen
las familias con las que trabajamos, de esta manera podremos saber en qué momento
podremos producir revoluciones que obtener respuestas, teniendo en cuenta que al
generar un caos se produce un desequilibrio lo que en algún momento da pase a una
nueva organización, así mismo, es importante observar el lenguaje que usa la familia,
ya que éste muchas veces es generador de problemas, además, tener en cuenta las
relaciones que hay en la familia y entender que estas relaciones son circulares
influenciándose así unas a otras, de igual manera para poder ser parte del sistema que
observamos debemos estar atentos a momentos oportunos donde la familia nos permita
una entrada a su sistema.

De lo mencionado se resalta la gran importancia de poseer características que

contribuyan a un desarrollo adecuado de la terapia, ya que nuestra relación va ser
complementaria ambos vamos a coevolucionar y perturbarnos. Por tanto debemos
contar con una serie de estrategias. Para llevar acabo estrategias favorecedoras
debemos tener en cuenta la importancia obtener un repertorio de habilidades orientadas
a centrado en cambios, comprensión circular de los problemas, ausencia de juicios
de valor, capacidad de observar nuestra propia conducta, capacidad para elaborar
hipótesis que nos permitan establecer conexiones, ser neutral aceptar la situación con
la que viene la familia y las soluciones que hasta hoy le han dado.

Es importante tener un adecuado entrenamiento que nos permita el desarrollo diferentes

habilidades para el ejercicio de una adecuada terapia familiar sistémica, ya que a
diferencia de otros tipos de terapia, nosotros vamos a formar parte del sistema, nos
vamos a influir mutuamente, como también ambos generamos cambios, las respuestas
serán bidireccionales, por ello, no solo es importante el conocimiento adquirido, si no
también, una autoevaluación sobre nuestros sistemas y buscar estrategias para
ordenarnos, de esta manera podremos ejercer una mejor labor.