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REPOBLAMIENTO DE CASTILLA:

1º ETAPA: LA FRONTERA DEL DUERO: desde mediados del siglo IX. Surgimiento de Castilla la Vieja
Los campesinos de regiones como las montañas cantábricas, el País Vasco y Galicia trabajaban un
terreno que recibían del señor, al que debían entregar tributos, realizar prestaciones personales y rendir
reverencia y fidelidad. La mayoría de los campesinos tenía derecho a abandonar las tierras, aunque al
abandonarlas perdía la propiedad campesina o debía pagar una indemnización al señor.
Con la expansión de la frontera hasta el Duero, fue posible una apropiación de la tierra abierta y
desorganizada ya que esta región estaba totalmente despoblada, participando de este proceso principalmente
campesinos que así se liberaban de las opresiones señoriales, buscando la posibilidad del ascenso social. Los
señores feudales del norte contrarrestaron con amplias concesiones al campesinado dependiente.
La pressura es la apropiación de un suelo deshabitado, que se limpiaba y labraba. Esta forma de
apropiación le concedía al colono la propiedad (de inmediato o pasado un tiempo).
Aparte de esta pequeña propiedad también se formó el latifundio (constituido por monasterios y
órdenes eclesiásticas). En el transcurso de los siglos, el latifundio logró expandirse, constriñendo al
campesinado a un sistema de dependencia personal.
Sin embargo, mientras permaneció vigente la obligación general de participar en la guerra para todos
los habitantes libres de León y Asturias, no fue posible que cristalizara la ideología feudal de los tres
estamentos (sacerdote, soldado y campesino) ya que la participación de los campesinos en la guerra trajo
consigo algunas libertades y el surgimiento de una nueva clase: los caballeros villanos.

2º ETAPA: LA FRONTERA DEL TAJO: Surgimiento de Castilla la Nueva.


Con el traslado de la frontera hasta el Tajo, a finales del siglo XI se incorporaron ciudades que eran
importantes centros de artesanía y comercio y el campesinado libre fue relegado a una posición más modesta,
ya que el monarca encomendó a los municipios urbanos (los concejos) la colonización de los nuevos
territorios. En el siglo XI y XII el rey otorga fueros a muchas ciudades que se encuentran dentro de sus tierras
(no dentro de los obispados) y surgen en León y Castilla estas municipalidades caracterizadas por su
independencia judicial y administrativa, y su libertad para elegir a sus autoridades municipales, aunque los
cargos estaban reservados a los caballeros.
Estos municipios, encargados de la repartición de tierras, conceden grandes extensiones de
tierras a magnates, a los monasterios y a las órdenes militares. Esto fomentó el desarrollo de la ganadería
ovina en manos de estos grupos, en regiones como La Mancha y Extremadura. Al aumentar la importancia de
la ganadería, estallan conflictos entre pueblos y monasterios por las tierras de pasto. Estas disputas eran
perdidas por los pueblos dado que la administración de la justicia estaba en manos del rey o de otros señores
feudales. Además, las fuerzas aristocráticas y los caballeros villanos se impusieron cada vez más en los
concejos de las ciudades. Surge la corporación de la mesta: asociación de ganaderos que controlaba la
producción lanera.
La estabilización de la frontera durante 150 años hizo que la concesión de la tierra atendiera a aspectos
militares. Las nuevas tácticas de guerra requerían un equipamiento muy costoso (armadura) por lo que la
nobleza comenzó a exigir más tierras para poder hacer frente a los costos ocasionados por los nuevos
pertrechos.
Además estas regiones no permanecen despobladas y los mozárabes permanecen conformando la
mayor parte de la población campesina. Se les concedió la libre disposición de las tierras que trabajaban y
su situación jurídica se igualó a la de los nuevos colonos que provenían del norte.
En las fases de estancamiento del avance cristiano, se agravó la presión sobre las capas campesinas. En
ambas castillas la nobleza intentó apoderarse de la pequeña propiedad campesina. Por esto muchos no
tuvieron más remedio que someterse a un noble bajo la forma de behetría o benefactoría, que escondía una
relación de sometimiento bajo la forma de un contrato mediante el cual el campesino (o todo un pueblo)
traspasaba una parte o la totalidad de sus propiedades a un señor (eclesiástico o laico), por lo que el señor
tenía el derecho de exigir tributos y prestaciones personales. En contrapartida, el señor brindaba al campesino
protección militar (en una zona de guerra continua). Jurídicamente el campesino de la behetría permanecía
libre, poseía plena libertad de residencia y el derecho de escoger otro protector.

3º ETAPA: EXPANSIÓN HASTA EL MEDITERRÁNEO:


Esta fase de la reconquista fue realizada exclusivamente por magnates, las órdenes militares y los
caballeros villanos bajo la dirección del rey. Para la aristocracia, esto supuso una concentración enorme de
riquezas ya que el rey les concede grandes dominios..

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