Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Si hay algo que no puede permitirse un ingeniero social (un planificador, concretamente) es ser
reduccionista. Oigo con mucha frecuencia cómo la gente le echa la culpa de las cosas a
elementos tales como “los políticos”, “la religión”, “el dinero”, etc., y nada más lejos de la
realidad. Una cosa son las herramientas ideológicas y otra muy distinta los modelos de control
humano. Este artículo es para explicaros por qué los reduccionistas os equivocáis en tales
afirmaciones:
Esto lo explico porque ha de entenderse que todo elemento que tenga la capacidad de crear
interacciones humanas es una herramienta ideológica. Las herramientas ideológicas pueden
ser objetos tangibles, ideas abstractas, estructuras sociales, organismos, representaciones…
Cualquier cosa. Así pues, algo puede ser una herramienta ideológica en X contexto pero no
serlo en un contexto Y. Además, el hecho de que algo sea una herramienta ideológica no
implica su funcionalidad ni viabilidad pues es algo puramente instrumental y como tal ha de
utilizarse adecuadamente. Decir también que hay herramientas más complejas que otras, pero
esto no depende en ningún caso de su naturaleza, sino del uso al que sea enfocada.
El planificador ha de tener en cuenta que todo elemento es neutral por sí mismo frente a lo
real, es cuando ciertas abstracciones se incorporan a éstos para materializarse cuando se
convierten en instrumentos y a consecuencia de ello pierden su neutralidad. En cualquier
caso, y para finalizar, decir que el hecho de que algo sea una herramienta ideológica no quiere
decir que ese sea el único cometido de su ser. Esto es algo que tiende a pensarse con mucha
frecuencia y que da como resultado el incorrecto análisis de los elementos.