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El Jesús de la historia

Preliminares metodológicos
Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana (RIBLA No 47)

Ediberto López
 Profesor de Nuevo Testamento y Griego, Seminario Evangélico de Puerto Rico
 Doctor en Literatura de Nuevo Testamento de la Universidad de Drew
 Máster en Sagrada Teología en Nuevo Testamento del Union Theological
Seminary de Nueva York
 Máster en Teología del Seminario Evangélico de Puerto Rico
 Ministro ordenado de la Iglesia Metodista de Puerto Rico

1. Introducción.
Recientemente el Nuevo Testamento ha sido objeto de numerosos estudios desde
diferentes disciplinas científicas como la Antropología, la Sociología, y la
Arqueología, sobre todo en lo que se refiere a los cuatro evangelios canónicos; esto
debido a la búsqueda del Jesús histórico, y la comprensión cultural de aquella zona
geográfica. La historiografía (que primero, es conjunto de técnicas y teorías
relacionadas con el estudio, análisis y la forma de interpretar la historia, y segundo,
un estudio bibliográfico y crítico acerca de los textos escritos sobre historia y sus
fuentes, así como los autores que han tratado estos textos), ha tenido un gran
impacto en los análisis de los evangelios como fuentes primarias que nos hablan
acerca de Jesús.

La importancia de la búsqueda de Jesús a través de la historia, reside en la enorme


influencia que ha tenido el cristianismo en el mundo occidental. Se ha originado
toda una cultura y una religión centrada en la figura del Jesús de los evangelios;
Este Jesús que nace en algún lugar de Galilea, es considerado Dios hombre,
Salvador de la humanidad y Juez en el fin de los tiempos. La crítica histórica para
poder acceder a Jesús como objeto de estudio crítico, parte por lo menos de tres
principios:
a) Primero la crítica de las fuentes, que pregunta si en los relatos de los
evangelios, todo era histórico o auténtico, es decir que no fuese una creación
literaria, donde se presentaba a Jesús rodeado de un fondo ahistórico, o
rodeado cuestiones míticas o legendarias.

b) Segundo, hay una relativización de la historia, que afirma que aunque Jesús
es un personaje que pertenece a la historia, y se sumerge en ella; fue menos
singular y extraordinario de que se ha llegado a creer.
c) Y tercero, se produce una hermenéutica extraña, en donde la figura de Jesús
se miraba como el mejor amigo, se va alejando hacia un mundo de expulsión
de demonios y anuncios del fin del mundo.

La crítica literaria (que es el análisis de las fuentes que nos hablan de Jesús, bajo
una metodología establecida) tiene la intención de explicar la forma o procesos
bajo los cuales nacen cualquier tipo de literatura o textos, investigando los datos,
circunstancias o hechos, que ayuden a este objetivo.

Los evangelios presentan a Jesús de diversas maneras, como el Hijo de Dios


(Marcos 1,11), como rabí o maestro para propios y extraños (Mateo 8,19, 17,24;
19,16), como sanador o taumaturgo (Marcos 5,41-42), como alguien que ama la
vida (Juan 2,1-3), y finalmente como un crítico de la religión oficial (Juan 2,13-17).
Sin embargo la investigación del Jesús histórico presenta en sus resultados
aproximaciones y distanciamientos, opiniones distintas y variadas de los diversos
autores. En el presente estudio se abordan las etapas más significativas dentro de
su investigación, cuyos presupuestos y metodología siguen vigentes en la
actualidad. Mencionamos además que los autores utilizados en este estudio, no
son los únicos, hay muchos más y de igual importancia, la razón de su uso es que
establecen en algunos temas un planteamiento bastante preciso.

2. La Ilustración y la pregunta por el Jesús histórico


La Ilustración, que fue un movimiento cultural europeo del siglo XVIII, que se da
especialmente en Inglaterra, Francia y Alemania, fue el contexto donde van a surgir
las preguntas y el interés por la investigación de la vida de Jesús; se le llama de este
modo porque su gran finalidad fue la sacar al ser humano de las tinieblas de la
ignorancia, mediante las luces del “conocimiento” y de la “razón”, por esto,
también se le conoce como el “siglo de las luces”. Los pensadores ilustrados creían
que el conocimiento podía combatir la ignorancia, la superstición y los poderes
absolutos, formando con esto una sociedad mejor; querían educar a la sociedad,
porque una sociedad educada o culta, piensa por sí misma; siendo esta la mejor
manera de combatir y resistir a los regímenes autoritarios que usan la ignorancia
como herramienta de dominación. Hay un gran desarrollo en las artes, la filosofía,
la economía, la biología y la química.

El antropocentrismo, es el gran tema central de este movimiento cultural, todo gira


en torno alrededor del ser humano, y de forma específica en la razón. La razón y la
sensibilidad serán las nuevas formas de experimentar, lo que no pueda admitirse
bajos estos criterios no puede ser creído. Finalmente existe una exigencia de la
crítica hacia lo investigado, hay que replantearlo, todo aplicando métodos de
investigación. En cuanto al estudio de los textos bíblicos, surgirá la aplicación de los
métodos históricos críticos a los textos evangélicos, sobre todo como resultado de
la teologia liberal, que será producto de los pensadores alemanes.

3. Historia del desarrollo de la investigación acerca del Jesús histórico.


Siguiendo el artículo de Ediberto López, la investigación en torno al Jesús histórico,
la divide en tres fases o etapas.
1. La primera, consiste en la deconstrucción del Jesús dogmático
2. La segunda, aborda el tema del Jesús histórico, desde la crítica de las formas
y la hermenéutica.
3. La tercera etapa, establece un análisis socio antropológico.

Otros autores como Gerd Theissen1, estructuran la historia de la búsqueda cinco


etapas, agrupándolas en tres grandes temas que dominan el contexto:

1. La Old Quest (la vieja pregunta)


a) Primera fase: Los impulsores por la pregunta crítica del Jesús histórico
 Hermann Samuel Reimarus (1694-1778)
 David Friedrich Strauss (1808-1874)
b) Segunda fase: El optimismo en la investigación liberal de la vida de Jesús
c) Tercera fase: colapso en la investigación de la vida de Jesús
2. La New Quest (la nueva pregunta)
a) Cuarta fase: La nueva pregunta por el Jesús histórico
3. La Third Quest (la tercera pregunta)
a) La tercera pregunta en la historia de Jesús.

3.1. La deconstrucción del Jesús dogmático.


El tema del Jesús histórico se remonta al surgimiento de la conciencia histórica que
comenzó con la ilustración. La ilustración desarrolló una hermenéutica de la
sospecha contra los dogmas y afirmaciones confesadas en las iglesias. A este
despertar de la conciencia histórica, le acompañan una revolución en la teoría del
conocimiento en las ciencias naturales y las ciencias humanas, que cuestiona la
veracidad del dogma cristiano.

1
Theissen, Gerd, y Merz, Annette El Jesús Histórico, Ediciones Sígueme: Salamanca, 1999
La deconstrucción de la autoridad del dogma y las iglesias, van de la mano con las
luchas para crear un espacio secular y autónomo en occidente. Uno de los objetos
de este contexto fue la separación del Jesús de la historia, del Jesús del dogma y la
tradición. Ya no es suficiente lo que la tradición y el dogma afirman de Jesús, se
requiere una verificación en las fuentes primarias.

El término deconstrucción se aplica al campo de la filosofía y análisis literario, con


referencia al acto y el resultado de deconstruir, palabra que a su vez procede del
verbo francés déconstruire, que hace alusión a desmontar, por medio de un
análisis intelectual a una cierta estructura conceptual o teoría aprendida,
quedando en su objetivo desmontada.

Tenemos entonces varios aspectos que considerar, que fueron determinantes en


esta primera etapa de la búsqueda del Jesús historico como.

3.1.1 Los impulsores de la pregunta crítica por la historia de Jesús


El primero que plantea un cuestionamiento serio es Hermann Samuel Reimarus
(1694-1768), quien fue profesor de lenguas orientales en Hamburgo y precursor
literario de la religión racional. Con Reimarus comienza el estudio de la vida de
Jesús desde perspectivas puramente históricas. Algunas afirmaciones que orientan
su investigación en el tema del Jesús histórico son:
a) Distingue entre la predicación de Jesús y la fe de los apóstoles en Cristo.
“Yo encuentro razones sólidas para establecer diferencias entre aquello que
los apóstoles aportan en sus escritos y lo que Jesús expresó y enseñó
realmente en su vida”, dirá Reimarus.
b) Reconoce que la enseñanza de Jesús debe entenderse en el contexto de la
religión judía de su tiempo. El eje de la predicación jesuánica es el anuncio
de la llegada del reino de los cielos y su llamada a la penitencia. Este reino se
debe entender “desde la mentalidad hebrea”. Jesús anuncia un reino
mundano, “el reino del Cristo o mesías”.
c) Jesús es un personaje profético-apocalíptico judío; el cristianismo en
cambio, separado del judaísmo, es una creación de los apóstoles. Explica el
contraste entre el mensaje político-mesiánico de Jesús y el anuncio
difundido por los apóstoles —un Cristo que redime mediante la pasión, que
resucita y que volverá— con la teoría de un engaño consciente.

El segundo, David Friedrich Strauss (1808-1874), filósofo y teólogo, publicó en


1835/1836 una Vida de Jesús que causó sensación, que condenó al autor al
ostracismo social para el resto de su vida, pero cuya tesis fundamental sobre el
ingrediente mítico de la tradición jesuática no pudo ser ya eludida por la
investigación. Sus tesis acerca del tema de la vida de Jesús fueron:
a) Aplica a los evangelios el concepto de mito, considera el enfoque mítico de
la tradición de Jesús como una consecuencia de la insuficiente
interpretación del sobrenaturalismo por una parte, y el racionalismo por el
otro. La vida de Jesús y sus milagros son interpretados de forma racional, así
como los rasgos maravillosos que aparecen en los evangelios, atribuyendo
estos aspectos a los evangelistas como una concesión al “afán milagrero” de
los judíos.
b) A diferencia de Reimarus, no atribuye lo ahistórico (la pascua) a un engaño
consciente sino a un proceso inconsciente de la imaginación mítica. Para él,
el núcleo interno de la fe cristiana no queda afectado por la perspectiva
mítica. Porque la idea suprema, que es la idea de la humanidad de Dios, se
realiza en el individuo histórico que es Jesús. El mito es el revestimiento
“histórico” legítimo de esta idea humana.

Definición de Mito2:
El mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha tenido lugar
en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso de los “comienzos”. Dicho de otro
modo: el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los Seres Sobrenaturales, una
realidad ha venido a la existencia, sea ésta la realidad total, el Cosmos, o solamente
un fragmento: una isla, una especie vegetal, un comportamiento humano, una
institución. Es, pues, siempre el relato de una «creación»: se narra cómo algo ha
sido producido, ha comenzado a ser. El mito no habla de lo que ha sucedido
realmente, de lo que se ha manifestado plenamente. Los personajes de los mitos
son Seres Sobrenaturales. Se les conoce sobre todo por lo que han hecho en el
tiempo prestigioso de los «comienzos». Los mitos revelan, pues, la actividad
creadora y desvelan la sacralidad (o simplemente la «sobre-naturalidad») de sus
obras. En suma, los mitos describen las diversas, y a veces dramáticas, irrupciones
de lo sagrado (o de lo «sobrenatural») en el Mundo. Es esta irrupción de lo sagrado
la que fundamenta realmente el Mundo y la que le hace tal como es hoy día. Más
aún: el hombre es lo que es hoy, un ser mortal, sexuado y cultural, a consecuencia
de las intervenciones de los seres sobrenaturales.

3.1.2. La prioridad del Evangelio de Marcos


En 1838, Christian Hermann Weisse, presenta su teoría de que Marcos es el primer
evangelio, contradiciendo la tradición eclesiástica que había dominado por siglos,
originada por los padres de la iglesia en los primeros siglos del cristianismo, que

2
Eliade, Mircea, Mito y Realidad, Editorial Labor: Barcelona, 1992 página 12
afirmaba que Marcos era un resumen del Evangelio de Mateo y Lucas, y que el
primer evangelio escrito era el de Mateo. Weisse presenta algunos argumentos
para sostener su tesis, entre los cuales están: a) Marcos es más sencillo que los
evangelios de Mateo y Lucas, b) Mateo y Lucas tienen un orden común cuando
siguen a Marcos, c) Los acuerdos en Mateo y Lucas son con Marcos, y c) cuando
Mateo presentan materiales que no están en Marcos los acuerdos son de léxico
pero no de orden. En otras palabras Mateo y Lucas utilizan a Marcos como marco
geográfico, desarrollando a partir de éste, su material y tradiciones particulares,
pero de manera independiente.

Desde esta perspectiva las tradiciones más antiguas se habrían formado de la


siguiente manera:
1. Jesús, sus discípulos y los hechos alrededor de la vida de Jesús.
2. Las tradiciones pospascuales
3. La transmisión de estas tradiciones a la segunda generación
4. La redacción del evangelio de Marcos, por una comunidad cristiana.
,
3.1.3. La hipótesis de los dos documentos
Llamado también como el problema sinóptico y teoría de las dos fuentes, cuyos
pioneros fueron Christian Gottlob Wilke y Christian Hermann Weisse. Esta teoría
busca responder a la pregunta del porque hay tres evangelios (Mateo, Marcos y
Lucas) que son tan idénticos pero al mismo tiempo distintos. Básicamente busca el
resolver el problema de la interdependencia literaria entre cada uno de los
evangelios. Hay por lo menos unos 230 versículos que son comunes en Mateo y
Lucas que no se encuentran en Marcos, suponiendo con esto, que existe otra
fuente que Mateo y Lucas usaron y que es distinta de Marcos. A esta fuente los
especialistas le llamaron Documento “Q”, la sigla “Q” proviene de la primera letra
de una palabra alemana: Quelle, que significa “fuente”. “Q” entonces que es una
reconstrucción de un documento del movimiento de Jesús en Galilea, y por esta
razón se le llama también el evangelio de Galilea o el evangelio desconocido; el
documento no es como lo evangelios que ya conocemos, sino más bien dichos de
Jesús, la mayoría de forma independiente; sin embargo se debe aclarar que es
documento hipotético que algunos autores creen que existió como tradición
escrita.

El interés del Documento “Q” con relación a los estudios del Jesús histórico, radica
en que, de una buena forma, facilita el acceso a un estadio de la tradición sinóptica
anterior a la redacción de los evangelios canónicos. Esta posibilidad presenta dos
ventajas importantes para quien estudia a Jesús desde la historia: a) por un lado
acceder a una fuente más cercana al objeto de su estudio, es decir a Jesús de
Nazaret; y b) por otro, tiene una versión previsiblemente menos reelaborada de la
tradición sobre Jesús.

Como una especie de resumen, podemos afirmar algunos aspectos concluyentes en


esta primera etapa: primero, a Jesús se le debe situar de forma histórica en su
contexto judío en la Palestina del periodo romano; cualquier idea o hecho sobre
Jesús que se “afirme histórico” debe estar relacionado con el judaísmo. Segundo,
los elemento que las tradiciones primarias presentan con algún carácter milagroso,
se rechazan como parte del imaginario mítico del contexto judío y grecorromano
de la antigüedad, es decir hay una negación de los milagros de Jesús, debido al
caracter racional de la investigación, y se le atribuye a la cultura de su entorno, y
tercero, se requiere una teoría literaria coherente que ayude a discernir qué
proviene de las capas más antiguas del cristianismo primitivo contra las versiones
confesionales posteriores, dándose una separación de los textos de la tradición
jesuánica, y aquellos que son reelaboraciones de producto de las comunidades,
donde claramente se expresa su teología, llamándole a esto una teoría de las
fuentes literarias.

3.2. El Jesús histórico desde la historia de las formas y la hermenéutica.


Durante el siglo XX se llevan nuevas investigaciones para realizar una crítica
literaria de los evangelios, utilizando una nueva metodología: “La historia de las
formas”. Martin Dibelius y Rudolf Bultmann catalogaron las perícopas en géneros
literarios específicos, permitiendo con esto la separación del relato básico en el
texto, de las adiciones que habían recibido a través del tiempo y que eran
secundarias o redundaban como género literario. Estos géneros literarios fueron
relacionados con distintos contextos sociológicos, lo que permite entender estos
géneros en su propio trasfondo socio-histórico (Mateo 20, 1-16).

Aparecerán en este proceso los criterios de historicidad, para discernir las


tradiciones del Jesús histórico y los evangelios en su estadio más antiguo; siendo el
primero el de disimilaridad, y que hoy se conoce también como criterio de
discontinuidad (que más adelante se llamaría criterio de disimilitud), propuesto por
Bultmann (1921), quien sería el exponente más influyente de este método. Este
criterio consiste en afirmar que un dicho proviene de Jesús, si el mismo no
encajaba dentro del judaísmo contemporáneo a Jesús como tampoco en la fe de la
iglesia primitiva. Por medio de este criterio se aseguraba llegar a un núcleo certero
de los dichos de Jesús (Marcos 1, 9-10).

Norman Perrin, de la escuela bultmaniana, añade otro criterio de historicidad para


determinar los dichos del Jesús histórico: el criterio de coherencia o conformidad.
El desarrollo de esta fase sobre el análisis de los textos y el uso de los distintos
métodos literarios, que buscan conocer al Jesús de la historia, llevó a los
investigadores a encontrarse con un Jesús que le era extraño, de otro mundo y
cultura. Sus dichos no eran los de nuestro horizonte histórico. Esta rareza de Jesús
llevó a la academia a tratar de interpretar a Jesús desde una óptica hermenéutica.
Bultmann utilizó el modelo de la hermenéutica existencialista para releer a Jesús de
Nazaret, es decir para Bultmann no creía en una lectura literal de la Biblia, que
según él está condicionada por la cosmovisión y la cultura de su tiempo y de su
pueblo. Para Bultmann lo importante era el aspecto subjetivo de la fe, como
resultado del kerigma jesuánico, que permite al hombre vivir de forma auténtica.

La historia llega a la conclusión de que también las “pequeñas unidades” están


guiadas primariamente por las urgencias comunitarias y sólo secundariamente por
el recuerdo histórico de Jesús, de tal manera que hasta la más pequeña perícopa,
está determinada por el carácter kerigmático de la tradición de Jesús.

3.3. El análisis sociológico y antropológico del Jesús histórico.


G. S. Brandon (Jesús y los zelotes, 1976), afirmaba que a Jesús y sus tradiciones
había que situarlas en el contexto sociológico, ideológico y político de la Palestina
del primer siglo dominada por el imperio romano. Como todos los pioneros,
Brandon presentó una imagen polarizada de de Jesús, a quién califica como un
subversivo político cuya muerte violenta a manos de Roma, fue el resultado de su
sedición, juntamente con un grupo de discípulos entre los que se encontraban
otros personajes de la insurrección judía contra Roma. Brandon acierta al menos en
la metodología socio-crítica, ya que abordó los materiales desde una perspectiva
sociológica, política y cultural; pero sus conclusiones no consideran otras teorías
propuestas.

A partir de aquí hay una proliferación de autores y textos que va a escribir en este
sentido, de los cuales los más relevantes son:
 Richard Horsley (Jesus and the Spiral of Violence - Popular Jewish Resistance
in, Roman Palestine)
Subraya que un elemento fundamental en la Palestina del primer siglo, fue la
guerra entre los judíos contra el coloniaje romano, y la lucha de clases entre los
grupos utópicos contra la elite judía del periodo. Horsley alega que las
tradiciones de Jesús deben situarse en este contexto para ser comprendidas. Es
este el contexto sociológico que explica la violencia de las autoridades romanas
contra los dichos y hechos de Jesús de Nazaret.
 John D. Crossan, The Historical Jesús - The Life of a Mediterranean Jewish
Peasant.
Esta obra hace un acercamiento metodológico a la pregunta sobre el Jesús
histórico. Señala que el criterio más seguro para saber que tradiciones que
provienen de Jesús es el de múltiple atestación. Con esto quiere decir que
cualquier dicho que venga de más de una fuente independiente tendrá mayor
posibilidad de ser un dicho de Jesús de Nazaret. Crossan señala como las
fuentes primarias a Marcos, Q, el Evangelio de Tomás, y el Evangelio de Pedro.
Otro acierto de esta obra es el acercamiento desde la perspectiva del conflicto
social, para entender los dichos de Jesús. La lucha de clases entre el
campesinado agrario y las clases de la élite citadina y sacerdotal como el foco
del conflicto entre Jesús y sus contemporáneos es una clave medular para
comprender los dichos y hechos de Jesús, que culminaron con la ejecución de
éste último a manos de la elite nativa y sus aliados imperiales.

 Marcus Borg
Ha escrito una serie de libros sobre Jesús, bajo la clave de una lectura cultural-
religiosa para comprender los dichos y hechos de Jesús. Esencialmente los
dichos y obras de Jesús se enmarcan en un conflicto cultural alrededor del
sistema de pureza del templo legitimado por los fariseos, esenios, saduceos,
que excluían a la mayor parte del pueblo con este sistema de pureza. Para Borg,
Jesús es un opositor de este sistema de pureza. Este conflicto cultural finalizó
con la conspiración y ejecución de Jesús, como un desviado social y religioso por
parte de estos grupos de pureza, que usaron un cargo de insurrección para
eliminar a Jesús a manos de los romanos.

 Frederick Herzog (The Parables as Subversive Speech)


Este trabajo usa los métodos histórico-críticos y las teorías de Paulo Freire sobre
la problematización de la sociedad a través de la pedagogía del oprimido para
hacer una relectura de las parábolas. Siguiendo a Crossan, Herzog señala que el
género literario parábola tiene una función social de desestabilizar la sociedad,
contrario a un mito, que intenta establecer la sociedad.

 John Paul Meier


Ha escrito tres volúmenes publicados en inglés y también en español sobre el
Jesús histórico. Es un trabajo de descripción histórica y una exégesis detallada
de cada pasaje en la triple tradición de Marcos, Q y el Evangelio de Tomás para
discernir el dicho de Jesús de cara a su trasfondo histórico. Es un trabajo con
gran detalle exegético y literario pero con poco filo sociológico e ideológico.
 Gerd Theissen
Ha escrito varios libros sobre Jesús de Nazaret. Recientemente ha publicado su
obra más extensa sobre el Jesús de la historia. Nos referimos al trabajo reciente
de Gerd Theissen y Annette Merz, El Jesús histórico. Es un trabajo académico de
excelencia y detallado sobre el tema. Theissen hace una aportación al
refinamiento de los métodos para determinar qué dichos son auténticos de
Jesús de Nazaret.

4. El Jesús Historico en Latinoamérica


En las últimas décadas se han producido varios trabajos sobre el Jesús histórico,
desde el camino que mostrara las Teologías de la Liberación. El primer trabajo
desde esta perspectiva fue el de Hugo Echegaray, “La práctica de Jesús” (1980). Es
una lectura desde la perspectiva de la sociología del conflicto y el materialismo
histórico. De ahí que Echegaray entrara en una discusión sobre los modos de
producción en la Palestina del primer siglo y sobre la importancia del concepto de
clase social para comprender el proyecto de Jesús. Echegaray hace una descripción
de la estratificación de clases de los personajes mencionados en el Nuevo
Testamento, la extracción de clases de Jesús y los dichos de Jesús sobre los
empobrecidos y contra la elite religiosa y económica de su tiempo. Echegaray sitúa
las sectas judías mencionadas por Josefo y el NT en sus clases sociales y con sus
proyectos ideológicos.

Propone un paradigma para comprender el proyecto de Jesús en varios niveles: (1)


económico (producción y distribución de bienes), (2) político (administración de los
poderes sociales) y (3) éticos (valores éticos-sociales). Señala que la práctica de
Jesús aborda el sector económico desde una perspectiva de dones que se reparten
en comunión con los empobrecidos, con un sueño de que haya una
superabundancia donde nadie tenga necesidad. El nivel político corre bajo los
paradigmas del servicio y la igualdad. El nivel ético-social corre bajo paradigmas de
libertad de la opresión, amor fraternal en el Reino de Dios. En última instancia, este
era un modelo de vida.

El más importante trabajo en Latinoamérica sobre Jesús de Nazaret es el de Juan


Luis Segundo, El hombre de hoy ante Jesús de Nazareth (vol.1 y 2). Algunos
elementos valiosos de este trabajo son: (1) Segundo no cae en la trampa del Jesús
zelota o proto-zelota común a Brandon, (2) Segundo aborda a Jesús dentro de un
marco de oposición profética frente a las autoridades religiosas y políticas del
judaísmo de su tiempo, (3) Segundo observa que los empobrecidos son los sujetos
incondicionales de los dichos sobre el reino.
El Reino es para los empobrecidos, con esto Segundo localiza los dichos de Jesús en
una clave de clase social dentro de una sociedad agraria de la antigüedad, (4) el
reino es un proyecto de reivindicación social, política y económica a favor de los
empobrecidos en esta historia, (5) los dichos y parábolas de Jesús hay que situarlos
como denuncias contra los poderes que están y anuncios proféticos a favor de
todos los marginados que son invitados a participar del reinado de Dios. Los dichos
de Jesús son un tipo de mecanismo de concientización de los mecanismos de
opresión en la sociedad.

Bibliografía

 Theissen, Gerd y Merz, Annette, El Jesús Histórico, Manual. Ediciones


Sígueme: Salamanca, 1999

 López, Ediberto, El Jesús de La historia, Preliminares metodológicos, Revista


de Interpretación Bíblica Latinoamericana No 47: Quito, Enero de 2004

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