Marcos, estaba sentado en el patio interior de la casa
donde se iba a llevar a cabo la fiesta de cumpleaños de
unos de sus amigos de toda la vida, Jorge, y aunque hacía mucho que no se juntaba con la palomilla con la que se había criado, no por eso dejaba de apreciarlos muchísimos a todos. Era pleno verano, y eso tenía mucho que ver con que él hubiera aceptado a ir, ya que el calor del verano, provocaba en uno disfrutar de las frescas noches. Había muchísimas jóvenes algunos tomando cerveza, o bebidas preparadas, algunos otros estaban bailando, y el realmente se sentía contento de verse tomado un rato en el trabajo para poder asistir a esa fiesta en particular. Había veces en que a sus 22 años, se sentía como si tuviera 40. Que paso, que te ofrezco, hermano?,- Jorge el cumpleañero en cuestión se sentó a su lado, que te habías hecho, hacía meses que no te veía.- Pues ya ves, tratando de sacar adelante la casa, pero no quiero hablar de mi, lo que quiero es relajarme y olvidar, mejor cuéntame, quien más van a venir.- Pues de venir no sé, pero yo invité, ya sabes a todos. Por cierto, mira allí vienen Silvia, Martha y Laura. Marcos volteó, a ver a la muchachas nombradas, a las dos primeras las conocía, también prácticamente de toda la vida, a la tercera la había tratado realmente poco, ya que ella tenía poco que se empezaba juntarse con el grupo de amigos. Silvia y Martha, se dejaron caer desfachatadamente en las sillas, saludando a todos con la mano y poco más atrás, saludando también alegremente venía Laura, aunque a primera vista no se notaba mucho, se veía algo triste o incomoda tal vez. Marcos estaba llevándose la botella de la cerveza a los labios, cuando pudo ver completamente a Laura, se quedó boquiabierto. Laura, llevaba un pantalón de mezclilla entalladísimo, que permitía apreciar su largas y torneadas piernas y su redondo trasero, y una blusita que dejaba ver parte de la suave piel del vientre y unos senos que se erguían orgullosos contra la suave tela de la blusa, tenía el pelo largo, color castaño claro hasta una brevísima cintura, que al parecer podría abarcar con su propias manos y todo el conjunto mostraba un cuerpo tan hermoso y sexy que bien podría haber sido de una estrella de cine, aunque, al parecer ella no se daba cuenta o no le importaba, el atuendo común en todas las chicas de sus edad en ella se veía tremendamente sexy y provocativo. Laura se sentó y saludo a Jorge con un beso en la mejilla, y después se volteó y saludo algo cohibida a Marcos quién aun trataba de disimular el impacto que había tenido su figura en él. Marcos, conocía a Laura desde hacía un par de años, pero realmente nunca la había tratado. Ella empezó a juntarse con los muchachos cuando él aparecía muy poco por el barrio donde se juntaban, y si sabía algo de ella, era más bien por lo que comentaban los amigos, las raras veces que llegaba a juntarse con ellos para algún festejo. Ahora al tenerla sentada junta a él, se podía dar perfectamente cuenta de que realmente era una preciosidad de muchacha, tenía un cuello largo, unos inmensos ojos color miel, una nariz respingona y una boca bastante sensual, aunque viéndola de frente uno se podía dar cuenta que en sus ojos había algo de cautela. Hola como estas?, hacía muchísimo que no te veía- Laura, le dirigió una mirada y una sonrisa ilumino su rostro, echándose el cabello hacia atrás con una mano,- Pues más o menos bien, hace muchísimo que no te veíamos con los muchachos, desde que te casaste, no? Laura, era en esa fecha una madre soltera de un niño de dos años. Había sido el clásico caso de adolescente embarazada por lo que estaba en constante lucha por mantenerlo, después de que el padre de su hijo, la había abandonado, se había visto obligada a abandonar los estudios. Y aunque moralmente estaba pasando por momentos muy difíciles, debido al abandono del tipo, ya que se sentía muy inferior y muchas veces pensaba que como mujer ya no tenia ningún valor. Trataba de sentirse mejor saliendo con cuanto hombre se lo pedía. Estaba consciente, que esa no era manera de resolver sus problemas, pero si era una manera de demostrarle al padre de su hijo, que había alguien más interesado en ella., y que aún tenía valor como mujer. El abandono había sido para ella, algo terrible, ya que ella, había abandonado todo, famita, amigos y los estudios de tan enamorada que se sentía, aunque ahora, estaba tan confundida, que ya no sabía sí aún quería al hombre o sólo era una manera de curar sus heridas y evitar la eminente soledad a la que se tendría que enfrentar. Laura, le hizo la pregunta a Marcos, tratando de ver su reacción, ya que según por lo que contaban múltiples amigos mutuos que tenían, Marcos se había casado manipulado por su entonces novia, ya que ella le había jurado que estaba embarazada, y Marcos obligado por sus principios morales, le había pedido matrimonio, y dos meses después de la boda, había resultado con que todo había sido una falsa alarma. En ese aspecto no podía menos que admirar su honestidad ya que en esa época no cualquier se casaba con su novia solo por que estar embarazada. Marcos, no era lo que se podía decir guapo, era bastante delgado, alto, con el cabello oscuro tan rizado, que poco le faltaba para ser afro, y algo largo, tenía unos enormes ojos cafés con pestañas largas rizadas, el mentón cuadrado y una boca escondida bajo un bigote espeso, pero tenía una sonrisa franca y abierta y a ella siempre le había caído bien, ya que era un joven que realmente se dedicaba a lo suyo sin meterse con nadie y a las pocas veces que habían coincidido en algún festejo o reunión casi nunca cruzaban mas que una o dos frases. Marcos ignoró su pregunta haciendo una a su vez.- Y el niño como esta? Laura, hizo un intento de sonrisa al ver que no había contestado a su pregunta.- Bien, mi hijo esta bien, gracias a Dios. Marcos siguió con sus preguntas Y ahora donde vives? Por el norte con mi mamá, me imagino ya que estas enterado que “el Ricky” y yo terminamos, no? Si, la verdad algo me comentaron, pero esas cosas pasan, o todavía estas triste por eso? Pues realmente, ya ni sé, a veces siento que sí, que la vida ya se acabó para mi, pero otras la verdad ni me acuerdo de él, o quizás no quisiera acordarme, y luego en la noche cuando llego a dormir y veo a mi pequeño Angel, dormido me doy cuenta de que he sido una idiota y que aunque haya pasado lo que pasó, debo de darle gracias a Dios por tener a mi niño sano y conmigo. Laura, no sabía por que le estaba contando esas cosas a Marcos, sinceramente ni su amigo lo consideraba y si había asistido al cumpleaños de Jorge, había sido en primer lugar, por que lo estimaba mucho, en segundo, por que se sentía harta de llegar a una casa en la que lo único que la ataba era su pequeño hijo y en tercera por bailar, a Laura le encantaba bailar. -Perdóname Marcos, no sé por que te estoy contando estas cosas a ti, y menos cuando hace tantisimo tiempo que no te veía. No te preocupes, no por que no nos vemos seguido, no me puedes considerar tu amigo. No, no como crees. No es eso, es que me da pena que oigas mis quejas. Mira, mejor voy a traer una cerveza, quieres una? Si si. Que tanto te cuenta Marcos, - pregunto con una amplía sonrisa Silvia. No empieces Silvia, sólo nos estabamos saludando, hace muchisimo que no lo veía. Es que ya sabes desde que se casó con esa bruja de su mujer, es todo un hombre trabajador y responsable, y todo eso. Laura, soltó un pesado suspiro, últimamente y a pesar de que ella creía que Silvia y ella eran buenas amigas, habían tenido algunos roces, ya que Silvia a pesar de ser ella misma una joven bastante disoluta, no estaba de acuerdo en que Laura, saliera con todos los muchachos que la invitaban. Laura, sólo se encogió de hombros, sin contestar. La música era bastante buena para bailar y ella trataba de demostrar que nada tenía importancia en este mundo para ella, y que sólo quería divertirse. Para cuando Marcos regresó con su cerveza, Laura, casi estaba bailando sentada, y no pudo menos que esbozar una sonrisa. Aunque era verdad que se había visto envuelto en un matrimonio forzoso, él de cierta manera estimaba a Luisa, su mujer, aunque para ser sincero no la amaba con pasión ni mucho menos, pero era una buena esposa, la típica que no reclamaba nada nunca. Aunque era probable que eso fuera lo que hiciera más llevadero su matrimonio, ya que a la fecha no había podido evitar tener una que otra aventurilla, y si Luisa se había dado cuenta, nunca se lo había hecho saber. Al ver a Laura sentada moviendo su precioso cuerpo al compás de la música, no pudo menos que pensar lo que sería sentir ese precioso cuerpo en sus brazos y el cabello rozándole el pecho. Dios santo, en que estaba pensando, ella acababa de salir de una relación, que por lo que se veía había sido bastante difícil para Laura, y luego estaba que el iban a decir los de su grupo de amigos, ya que con todo lo inconscientes que pueden llegar a ser los jóvenes, también eran bastante conservadores, a veces. Trató de alejar esos pensamientos de su mente, lo mejor sería disfrutar de esa noche y divertirse. Laura, tomo la cerveza de su mano, con una sonrisa y le dio un largo trago, para después soltar una alegre carcajada por algo que comentaron Silvia y Martha. Silvia y Martha,, eran amigas inseparables desde la niñez y ella siempre se había sentido como un poco envidiosa de la amistad tan fuerte que tenían ellas dos, ya que ella en ese momento no tenía ninguna amiga, asi de intima. Marcos, puso una mano en el hombro de Laura, para que esta volteará a verlo, - Esta padre la música, no quieres bailar? Me encantaría,.- Marcos, le retiro la silla, y la tomó de las manos para guiarle hacia el centro del patio donde la mayoría de los amigos estaban bailando una tonada de moda. Laura, se movía con gracia y elegancia, sus largas piernas se movían con agilidad mientras daba vueltas moviendo provocativamente su precioso trasero, su pelo se le iba hacia la cara, y ella con una mano se lo echaba coquetamente hacia atrás. Se veía que disfrutaba del baile y en honor la verdad a Marcos también le encantaba bailar, y veía con gusto que cualquier paso que él hiciera Laura hacía su contraparte, por muy atrevido o difícil que fuera. La música moderna terminó, tocando su turno a una ronda de baladas románticas, Marcos se detuvo unos segundos, dándole tiempo por si quería dar por terminado el baile, aunque se dio cuenta que no, al parecer Laura no era del tipo de muchachas que se cohibiera por algo como bailar música romántica con un amigo.- pensó Marcos le tendió los brazos y le pasó las manos por la cintura, no pudo evitar sonreír, al percatarse que efectivamente, tenía una cintura tan breve, que sus manos la cubrían casi totalmente. Sintió que ella soltaba un largo suspiro y apoyaba su cara en el hombro lo único que le quedo por hacer para no hacer el ridículo fue moverla rítmicamente, sin poder evitarlo sintió que su entrepierna empezaba a despertar. Laura, se sintió por primera vez en mucho tiempo tranquila y segura entre los brazos de Marcos, el bailaba excelentemente bien y aunque cuando empezó a bailar con él, tenía toda la intención de que sólo fuera un baile, al darse cuenta que era un excelente bailarín, no pudo resistirse a seguirlo haciendo, aunque en ese preciso momento, ya no sabía si lo que apreciaba eran sus movimientos o sentir su firme y largo cuerpo junto al suyo. Podía sentir claramente como los muslos de él rozaban los suyos, y sus manos ásperas rozaban una parte de la sensible piel de la cintura, y cuando menos pensó, estaba sintiendo un destello de excitación recorrerla de los pies a la cabeza, levantó la vista para verlo a los ojos, sorprendiéndose al ver en sus ojos una atisbo de algo, seria deseo? Desde hacía bastante tiempo que un hombre no la emocionaba como estaba sucediendo en ese momento con ese baile y para ser honesta con ella misma, la veces que había tenido relaciones sexuales con alguien desde que terminó con Ricky, había sido mas por venganza hacia él, y no porque tuviera deseos de hacerlo, incluso en algunas ocasiones no fue nada placentero para ella. Por otra parte tampoco habían sido todas las veces que los demás pensaban, pero ella no tenía ni las ganas ni las fuerzas para explicárselos. Marcos, sentía ya un bulto entre las piernas, y no eran precisamente sus llaves, hacía muchisimo tiempo que no disfrutaba el bailar con alguien, y menos si a eso se le sumaba que tuviera un cuerpo tan hermoso que quitaba el aliento, la piel que le rozaba en la cintura, cada vez que se le levantaba la blusa, se sentía suave y cremosa, provocando que se estremeciera de solo imaginar como sería tenerla tendida y desnuda junto a el, sentir sus pechos rozándose con su torso y sus delicadas manos explorando por su cuerpo. Marcos no pudo evitar estremecerse. Diablos esta mujer era dinamita pura, si lo ponía a mil al bailar con ella, no quería ni imaginarse lo que sería hacer el amor con ella. Afortunadamente o desafortunadamente, ya ni sabía, terminó la música, y Marcos la guió hacia su mesa, en ella ya había varios amigos todos platicando y bromeando, por lo que empezaron a intervenir en la plática., y ya no pudo seguir platicando con Laura. Laura, estaba consciente de que lo que había sentido al bailar había sido tensión sexual, aunque no tenía sentido ahondar en ese sentimiento ya que no estaba interesada en tener mas relaciones casuales y luego estaba el pánico que le daba que la fueran a rechazar, y además estaba completamente consciente que era un hombre casado. El algún momento, Marcos le paso un brazo por lo hombros, pero Laura no hizo siquiera el intento de quitarse, si no al contrario, se apretó un poco mas contra permitiéndose el lujo de sentir aunque fuera un segundo el apoyo de alguien.
Ya era muy noche cuando la fiesta llego a su fin, estaba
despediendose de los amigos y viendo con quien se iba a ir a su casa, cuando sintió escalofríos en la espalda, un presentimiento de que alguien estaba detrás de ella. Al voltear para ver quien era vio a Marcos, parado detrás de ella. Con quien te vas a ir?.- Traigo coche, si quieres te llevo.- Pues, la verdad no sé con quien me voy a ir, para que rumbo vas? Tu no te preocupes por eso, a donde vayas yo te llevo, no tengo ninguna prisa. Laura, estaba todavía pensando en aceptar el ofrecimiento de Marcos y las consecuencias que esto le traería, cuando vio de reojo a Silvia acercándose a ellos, para preguntarle también si ya tenía con quien irse. Nosotros ya vamos para la casa, Laura no te vas? Laura notó inmediatamente el tono en que se lo decía su amiga, entre irónico y de advertencia. Realmente, no tenía motivo para decirle que no se iba a ir con ellos, ya que Silvia y su hermano Jorge vivían para el norte igual que ella. Marcos, se apresuró a aclararle a Silvia que el también estaba dispuesto a llevarla. Sabes que Silvia, déjalo mejor me voy con Marcos. No sabía por que había aceptado a irse con Marcos, sabía que seguramente eso provocaría otro pleito con Silvia, pero lo había hecho en parte por llevarle la contraria. Marcos, también se veía algo asombrado de ver que había aceptado, quizás su ofrecimiento lo había hecho solo por compromiso. Marcos, le sonrió.- Te dejo mientras me despido de lo muchachos, esta bien?.- Te espero afuera.- Silvia aprovecho que se habían quedado momentáneamente sola con Laura, para espetarle en la cara,- No estarás pensando en acostarte con Marcos, Verdad? Es que no te das cuenta, que la estas regando?, Y Marcos de pilón esta casado, que esperas de él!. . . Ya Silvia, cálmate, por que te adelantas, Marcos solo me ofreció un aventón, no una vida a su lado. Además Silvia, es mi vida y puedo hacer con ella lo que yo quiera, no crees? -Un aventón, pero estas bromeando, verdad? Todo el mundo se dio cuenta mientras bailaban, de que se comían con la mirada. Y como estaban bailando poco faltó para que te hiciera el amor allí mismo delante de todos!!. No inventes,- Laura, no pudo evitar reírse.- No seas exagerada. Exagerada dices, todos nos dimos cuenta de lo que estaba pasando!!! Hay algún problema, Laura? Laura, estaba tan envuelta en su pleito con Silvia que no se había percatado que Marcos estaba parado atrás de ella, quien sabe que tanto habría escuchado. No, no hay ningún problema, por que no nos vamos, la verdad me siento algo cansada, mejor después te hablo Silvia. Laura se encaminó hacia la salida, sin voltear para ver si Marcos la iba siguiendo. Estaba furiosa, con la vida por ponerla en esa situación, con sus amigas por no comprenderla, y hasta con ella misma, por no poder comportarse quizás mas maduramente. Y lo peor de todo es que Silvia tenía algo de razón, a veces ella misma se recriminaba que fuera tan indiferente con su forma de ser, aunque esa noche en particular no tenía ganas de ponerse a analizar el porque lo estaba haciendo, solo sabía que era una manera de calmar en algo la inmensa soledad que sentía en su corazón. Al llegar a la puerta, dio una profunda bocanada, al aire limpio y fresco de la madrugada, tratando de calmar su coraje. Marcos, se encaminó hacia la puerta, algo muy serio había molestado a Laura y había sido lo que le había dicho Silvia. No sabía porque, pero sentía unos deseos enormes de proteger a Laura de quien fuera, aún y en contra de sus amigos de tantos años. La verdad lo había dejado impresionado, aparte de que era una belleza, le gustaba la manera en que le sonreía, en que se echaba su largo cabello hacia atrás, la manera en que lo veía a los ojos y le sostenía la mirada, sin vergüenza de ningún tipo, y no, definitivamente tampoco tenía ganas de meditar el porque le provocaba ese tipo de cosas, una chava a la que conocía de años y menos cuando sabía que él ya era un hombre con compromisos.
-Estas bien, Laura?.
Si, no te preocupes, nos vamos? Si, el carro lo deje por acá. Vamos. Marcos le puso una mano en la cintura y la guió hasta donde había dejado su viejo Ford. Ni Laura y ni Marcos emitieron, ninguna palabra, hasta rato después. Me quieres contar por que Silvia se enojó por que me ofrecí a llevarte a tu casa? Laura, estaba viendo por la ventana, aunque las calles a esa hora estaban casi solas, ya más tranquila, ahora sentía sobre ella el peso de la responsabilidad, y realmente no sabía si Marcos había pensado mal de ella por haber bailado con el. Volteo a verlo para responderle.- Lo que pasa es que siente que me he estado comportando de una manera bastante. . . . bastante que? . . .- aminandola Marcos. Pues ya sabes, alocada, reventada. . . disoluta, indolente, que se yo. Y tú crees que tenga razón?, Sinceramente, no lo sé, quizás en parte si, creo. Mira, yo sé que has pasado por cosas muy difíciles, pero también creo que debes ver hacia adelante y olvidarte de cualquier cosa que te hayan hecho en el pasado, si no lo único que vas a lograr es amargarte y echar a perder tu vida y la de tu hijo. Laura, se quedo en silencio sopesando lo que le había dicho Marcos, realmente no sabía por que se tenía que comportar como si nada le importara, cuando realmente, era al revés, todo le importaba. El abandono del padre de su hijo, le habia complicado la existencia, pero se daba perfecta cuenta de que no era la única mujer que había pasado por algo asi e incluso comprendía, que realmente había sido lo mejor que pudo pasarle, ya que él no había merecido la pena.
Laura estaba tan embebida en sus pensamientos, que no
se dio cuenta que ya habían llegado a la colonia donde vivía con su mama, hasta que Marcos le pregunto por donde se iba.
Perdón me distraje, vete derecho por la calle cuatro y das
vuelta en la calle dieciséis, es la segunda casa del lado derecho.
Marcos, tomo la calle que le había indicado, no sin antes
fijarse en que al parecer lo que le había dicho a la joven le había calado hondo, por que no volvió a tocar el tema, y no pudo evitar fijarse en la manera en que se frotaba las manos nerviosamente, y en la mirada de temor que inundaban su bellos ojos. Marcos llegó a la esquina de la casa, estaciono el carro y lo apago. Se volteó en el asiento, saco una cajetilla de cigarro de la guantera, y encendió uno sentándose de lado en el asiento del vehículo, ofreciéndole un cigarro a Laura. Quieres uno? Si por favor, asintió, echándose hacia atrás el largo cabello con la mano, gesto que al parecer era muy habitual en ella. Cuéntame, en donde estas trabajando, Laura. En el centro, en una tienda de ropa, mencionándole una tienda muy famosa en la ciudad, por la calidad de sus prendas.. Y tu?.- Laura no podía evitar pensar que entre más tiempo estaba con Marcos, había más cosas que le gustaban de él. A pesar de que le había dicho una gran verdad en lo referente a su vida, se notaba que ahora le estaba dando tiempo para asimilarlo, sin contar que no la presionaba y eso se lo agradecía enormemente. Estoy trabajando en un empresa de mensajería como chofer, por el día, y a veces en la noche en un periódico, aunque ese es eventual, si hay trabajo o no. Y el niño con quien lo dejas? Con mi mamá, aunque si por ella fuera, me lo tendría que llevar al trabajo. O sea que a ella tampoco le cae muy en gracia el que estés sola? Pues, la verdad me tolera, pero creo que si pudiera, me mandaría a otro lugar, y la verdad, estoy consciente que el error fue mío y no tengo por que perjudicar a nadie con mis decisiones, Admitió Laura, mientras le daba una gran fumada al cigarro. Marcos asintió con la cabeza, mientras pensaba que cada vez le gustaba mas, aún y cuando se veía que estaba muy afectada todavía por todas las cosas que estaba viviendo. Había que reconocer que para cualquier ser humano eran asuntos muy dolorosos, ella a sus 19 años de edad, estaba tomándolo con mucha entereza y no podía menos que admirar la fuerza del carácter que tenía, y su valentía para encarar la vida de esa manera.
Se quedaron algunos minutos en un cómodo silencio,
como si supieran, en que estaban pensando y les agradará la idea a los dos.
Marcos se terminó su cigarro, apagándolo en el cenicero,
estiró una mano para tomar un mechón del cabello de Laura, que se sentía como seda entre sus dedos, y sintió un escalofrío de excitación recorrerle la espalda al recordar lo bien que se había sentido al tenerla entre sus brazos al bailar con ella. Al carajo con todo!, iba a ser algo de lo que a lo mejor se arrepentiría. Laura, me gustas mucho, y esta noche cuando estabamos bailando en la fiesta, sentí algo entre nosotros,. Larua, volteo a verlo esbozando un principio de sonrisa que dejo enmudecido a Marcos.- Lo sé, por que yo también lo sentí. Marcos, le puso una mano bajo la barbilla, levantándole el rostro, soltando un profundo gemido al notar que Laura entreabría sus labios. La intención de Marcos había sido de sólo rozar sus labios. Laura, presentía que Marcos la iba a besar, y empezaba a sentirse nerviosa, pero al sentir sus labios y el espeso bigote rozarle la boca el aleteo en el bajo vientre fue tan fuerte que su boca cobró vida propia. Marcos, sabía tan bien, un poco a tabaco, un poco a cerveza y mucho a hombre que desató en su interior toda clase de emociones. Se sentía reacia a dar por terminado el beso, aunque sabía que estaba cometiendo otro error. Vaya, . . .- Marcos había dejado de besarla, pero aún le tenía el brazo en la espalda.- Creo que tenemos toda la razón, aquí hay algo. Laura, sólo pudo sonreír estúpidamente y balbucear un- Sí, creo que sí. Mira Laura no te quiero engañar, sabes que ya tengo compromiso.- Te refieres a que eres casado.- Termino por el, Laura, con una sonrisa.- Marcos, se sorprendió al notar la tranquilidad con que lo decía Laura,. Mira Marcos, ya no soy una niña, y aunque lo fuera, nunca he sido espantada. Yo también sentí algo cuando bailábamos, si eres casado o no, no me interesa, al fin y al cabo, en este preciso momento de mi vida en lo último que pienso es en casarme con alguien, así que mejor dime honestamente que es lo quieres de mi, que esperas, lo único que te pido es que por favor no me mientas, por que de los engaños ya estoy harta. Marcos, soltó una carcajada, al ver que ya estaba haciendo alarde ese carácter tan fiero que estaba empezando a gustarle demasiado. Laura, ven acá.- Marcos la tomo en sus brazos y empezó a besarla nuevamente pero esta vez de un modo, que la hizo sentir que las piernas se le derretían, el sensual movimiento de su lengua, invadía cada uno de los rincones de su boca, provocándola, urgiéndola, rogándole que cediera, imitando con su lengua, la manera en que la podría poseer, logrando que Laura quisiera comprobar muchas cosas. . . Larura, que Dios me perdone, pero eres deliciosa.- Susurró contra su cuello, dándole pequeños besos en los lóbulos de los oídos y dejando un rastro húmedo por su hombro. Laura, se había excitado tan rápido, que no podía pensar en nada mas que en el hombre al que estaba prácticamente aferrada, sabía que era muy probable que estuviera cometiendo un error más, pero no le importaba nada, solo el tratar de calmar la dulce desesperación que le estaba naciendo en las entrañas.- Saco fuerzas de sus dudas para separarse del hombre y tratar de razonar lo que sentía. Marcos, no me contestaste, aunque se me hace que ya no es necesario, verdad?.- dijo entre risas y suspiros. Marcos, aún a su pesar dejo de besarla .- Tienes razón, pero es que no lo puedo evitar.- Con un ruido, casi gutural, empezó aflojar el abrazo, pero sin soltarla completamente.- Sabes, esto solo me reafirma lo que sentí en la fiesta, tu y yo tenemos algo que esta aquí entre nosotros. Y volviendo a lo que quiero de ti, creo que más bien tu que me puedes dar, puede que en este momento no te interese que éste casado, pero quizás si seguimos adelante con esto, llegué el momento en que me lo reclames en el futuro. Laura, trató de despejar su mente, de la bruma sexual que lo único que le provocaba era tratar de quitarle la ropa al hombre sentado junto a ella, en el estrecho asiento del carro. Perdóname, pero creo que ahorita no puedo pensar con claridad. Se a que te refieres.- Dijo soltando un risa tan profunda que sólo logro provocarle mas estremecimientos a Laura. Y no te importa que tenga una reputación, como le llamaríamos?, algo lastimada. Laura, observó asombrada como Marcos, se tapaba la cara con ambas manos y sus hombros se sacudían. Oye, no es para que tomes asi, no creí que lo de mi reputación fuera a afectarte tanto. Marcos, bajó las manos, y Laura miró asombrada que lo que lo sacudía era una risa, que al parecer no podía parar. Unos minutos después, Marcos seguía riéndose, aunque ya se había calmado. Perdóname, Laura, pero es que tu crees que yo soy tan estúpido para creer, lo que dicen de tí, sobre la cantidad de hombres con lo que has salido. Por eso te estabas riendo, - Laura, no sabía si enojarse por hacerse estado burlando de ella, o reírse con él. Es que, mira sé que no nos hemos tratado lo suficiente, pero a leguas se te nota, que no eres la comehombres que quieren hacerte ver, cuando llegaste a la fiesta, tenías una mirada como cautelsa, de tristeza, no se como describirla. . . Laura, estaba asombrada. Marcos había notado cosas en ella que nadie más se había tomado la molestia de observar. Entonces eso quiere decir que no te importa que te vayan a relacionar con una mujer como yo? Una mujer como tu?,- Yo veo a una preciosa chava tratando de sacar adelante su vida, con una valentía que ya quisieran muchos. Mira, Laura, admito que a lo mejor has cometido algunos errores, pero cualquiera esta susceptible a cometerlos y a mi lo que me importa de ti, es tu presente y quizas lo que nos pudiera pasar en un futuro, si es que estas dispuesta a salir conmigo. Lo único que te puedo decir, es que vamos a ver que sale de todo esto, sobre el camino te parece?, pero te prometo que nunca, nunca te voy hacer ningún reclamo por tu estado civil. Laura, eres maravillosa,- Marcos, no quería pensar en las consecuencias de lo que acababa de proponer, y tomando a Laura otra vez entre sus brazos, empezó a besarla otra vez pero con más ardor, no pudo evitar gemir de satisfacción cuando sintió las pequeñas manos de Laura, acariciando su espalda y rozándole la piel con las uñas, debajo de la camiseta, y mordiéndole el labio inferior para después lamérselo con una sensualidad que lo sorprendió, provocándole una erección tan potente, que sentía que iba a romperle el pantalón. Subió una mano hasta un seno de ella, solo para comprobar que le cabía perfectamente en la palma de la mano, y sintió como el pezón se endurecía pidiéndole que le prestará atención, por lo que Marcos obedeció bajando la cabeza hasta su pecho y dándole pequeños mordiscos a través de la tela de la blusa y del sostén, hasta dejársela húmeda y ver lo pezones duros y tiesos como pequeñas rocas, arrancándole a Laura, un profundo gemido de satisfacción Pasó un largo rato de mas suspiros, abrazos y besos, cuando Laura, finalmente tuvo fuerzas para desprender su boca de la de Marcos, ya sentía los pechos y labios tan hinchados que le dolían, y si a eso le sumaba la humedad que sentía entre las pierna, se daba perfectamente cuenta de que un momento, más ya no iba a poder deternerse. Al parecer Marcos, pensó lo mismo por que empezó aflojar su abrazo.
Laura, no podemos seguir.- Marcos seguía con la cara
enterrada entre la mata de cabello de Laura, y aún podía escucharse la respiración agitada de ambos. Sabes, lo peor de todo, es que sé que tienes razón, pero mi cuerpo no me quiere hacer caso.- Marcos no pudo evitar soltar una carcajada. Sabes, Laura, eres maravillosa para mi ego..- Marcos no dejaba de acariciarle el cabello y la espalda con las manos y de darle unos besos tan suaves, que sólo la dejaban anhelando más.- Pero creo que es demasiado pronto para lo que tengo en mente. Y además quiero que la primera vez entre nosotros, podamos disfrutar uno del otro sin tener que preocuparnos del tiempo ni del lugar y de los fuegos artificiales, que seguramente habrá cuando al fin logre poseerte. Laura, se separo de él lo suficiente, para verlo a los ojos y el crudo deseo que vio en ellos la dejo atónita y temblorosa. Comprendió en ese instante, lo que estaba a punto de hacer y se dio cuenta que sí, Marcos tenía razón, era demasiado pronto para lanzarse de cabeza y de picada a los brazos de ese hombre, que aunque algo le decía que valía la pena, casi ni lo conocía y por mucho que provocará en ella toda clase de sensaciones, no dejaba de sentir cierto temor, nacido quizás de los nervios. Sabes Marcos, tu también eres maravilloso, a cualquier otro no le había importado nada, en cambio tu, al parecer piensas por lo dos. Laura, intentó recuperar la compostura.- Creo que es mejor que me vaya, es bastante tarde.- Marcos, la soltó resignadamente, ten ponte mi chamarra, - Marcos salió del carro, y le dio la vuelta para abrirle la puerta, un gesto caballeroso, algo inusual ya en un hombre, resultando para ella un gesto conmovedor. La ayudo a salir del carro, y le paso el brazo por lo hombros, rápidamente caminaron lo 20 metros hasta la puerta de la casa de la madre de Laura. Bueno nos vemos.- Laura, hizo el intentó de irse, pero Marco la jaló de un brazo para tomarle la cara entre las manos y darle un último y apasionado beso en los labios. Yo te busco mañana, si?.- Se quedó ahí, hasta que vio a la joven entrar a la casa a oscuras. Se encaminó hacia su casa, pensando en todo lo que había pasado a lo largo de la noche. Realmente, uno nunca sabe que esperar del futuro, él nunca se hubiera imaginado que ese día iba a iniciar una relación y menos con Laura. Se veía que ella se sentía muy menospreciada, y había algo en ella que despertaba sentimientos demasiados profundos en él, como para ignorarlos. Mañana le hablaría por teléfono a Jorge, para ver que podía platicarle de Laura, ya que el como hermano de Silvia, seguramente estaría enterado de todo lo que le había pasado en los dos años que había estado con Ricky.
Aun iba pensando en Laura, cuando llegó a su casa,
entro en silencio, procurando no hacer ruido, para no despertar a Isabel su mujer. Sin querer, al ver a su esposa acostada en la cama, sintió remordimientos por el engaño, Luisa si alguna vez se había enterado de sus anteriores andanzas, nunca siquiera le había insinuado que estuviera enterada. Aunque siempre habían sido cosa de una o dos veces, nada importantes Siempre se había comportado como una señora y nunca le había dado a Marcos queja alguna. Sería por que lo había presionado con engaños para casarse con él y tenia sentimiento de culpa? A Marcos no le gustaba ahondar en eso. Se daba perfectamente cuenta, que había sido un perfecto imbécil, pero cuando ya había recapacitado en ello, ya tenía como año y medio de casado, su familia política lo adoraba y su propia familia adoraba a Luisa. Luisa, al sentirlo acostarse a su lado, se dio la vuelta y le dio un beso en el pecho. Te toco trabajar, amor? Si, tu crees?.- Maldiciendo interiormente por la mentira.- Le dio un suave beso en la frente.- Pobrecito de ti, ya descansa,- Luisa aceptó el beso y se dio la vuelta en la cama.- Vaya, que mujer tan apasionada tenía. Volteándose hacia su propio lado, oyó como la respiración de Luisa se volvía acompasada, signo de que había vuelto a dormirse. Por lo que el trato de hacer lo mismo, dejando sus pensamientos de lado para ver por la mañana.
Laura, estaba terminando de darle de desayunar a su hijo
Angel su desayuno y tratando de terminar de arreglarse, para irse a trabajar. A que horas llegaste ayer, Laura? Laura, se hizo como que no oyó a su madre. Bastante tarde, no te hagas hijas, te oí perfectamente cuando llegaste eran mas de las 3:30 de la mañana. Como se portó el niño, mamá? El niño se portó como siempre muy bien, aquí la única que no se porta bien eres tu.- Ya casi estaba gritándole otra vez su madre. Por que demonios no me contestas, sabes perfectamente que si cuido del niño no es por tí, es . . . . Si, mama. Ya lo sé. Es por el niño, yo te valgo. Y también tengo claro que nos dejas quedarnos aquí por él no por mi. Y aunque no lo creas yo te lo agradezco de todo corazón, también por el niño no por mi.- Laura, entró al baño a terminar de cepillar el cabello y lavarse la boca.
Cuando salió su mama, ya se veía mucho más tranquila, -
ya me voy mama.- Nos vemos en la noche y otra vez gracias por cuidar tan bien del niño.- Se acercó a su hijo, que inocente en su primera infancia, no se daba cuenta de todos los problemas que vivían a su alrededor lo adultos, - Laura, lo tomo entre sus brazos y aspiró para empaparse del olor de su pequeño, sentándolo nuevamente en su silla alta, le dio la bendición y un beso. Laura, perdóname, es que me haces enojar hija, pero tu sabes que yo te quiero. Si mamá, lo sé, no te preocupes. Nos vemos, si?.- Se inclinó para darle un beso en la frente a su madre, tomo su bolsa un suéter y salió.
Laura, ya en la tienda de ropa, donde trabajaba como
empleada, se había dedicado toda la mañana a arreglar aparadores, por lo que tuvo bastante tiempo de hacer un recuento de los sucesos de la noche anterior. Realmente, se había sentido tan a gusto con Marcos, que le parecía raro, después de meditarlo, aunque no mucho, estaba dispuesta a salir adelante con él, sin importarle las consecuencias, ya la vida le diría si éste era un error más que sumar a su lista. Sabía que tendría que enfrentarse algunos problemas, pero ya los iría resolviendo según se le fueran presentando.
Marcos, había tenido una mañana bastante ajetreada,
incluso había tenido que trasladarse a un pequeño municipio, para entregar un paquete, pero no se había podido quitar a la mujer de pelo largo y cuerpo de ensueño, en todo el día, y el deseo lo seguía sintiendo tan fuerte, que parecía que aún la podía verla entre sus brazos. Tomo el teléfono de la pequeña sala que tenían los empleados para almorzar, para marcarle a Jorge, esperaba que estuviera en su casa a aquella hora. Después de sonar el teléfono varias veces, estaba a punto de colgar, cuando oyó la voz somnolienta de Jorge, Bueno?..- Jorge?, que onda te desperté? Quien habla?.- Al parecer si lo había despertado. Soy yo Marcos.- Ah, . . que onda? No, no me despertaste, es que todavía me siento contento por la fiesta de anoche.- dijo soltando una carcajada.- Oye, no estas ocupado, quiero hablar contigo..- Que onda?. Tienes alguna bronca?.-Al parecer Jorge ya estaba despertando, se le oía en la voz, No, no. Nada de que preocuparse, creo. Es sobre Laura.- De Laura? Repitió al parecer sorprendido.- Entonces tenía razón mi hermana, y se flecharon ayer, verdad? Mira, Jorge, tu me conoces y no te puedo engañar, es verdad. No se que me pasa con ella, pero no me la puedo quitar de la cabeza. Además tienes que reconocer que se convirtió en un monumento de mujer. Pero lo que quiero que me cuentes es que fue lo que paso con el Ricky., porque ella esta como sacada de onda y hay algo raro en ella, aunque todavía no se que es. Algo le pasó, o le hizo para estar asi. Y que lo digas, mira Marcos, te lo voy a contar por que tu sabes que te quiero como a un hermano, y aunque no lo creas a ella la estimo también muchismo. Tu cuenta yo te escucho.- Marcos, escucho atentamente, todo lo que Jorge sabía. Cuando colgó, ya había pasado casi una hora, pero ahora ya sabía a que enfrentarse con ella, y sabía por que se sentía tan poca cosa. Al parecer, después de vivir más de dos años con el Ricy, el había empezado a hacerla a un lado, y la había botado, por otra mujer, por la que al parecer hasta se había casado con ella, cosa que nunca siquiera le insinuó a Laura. Por lo que la joven, dejada, y con apenas 18 años tuvo que regresar a casa de su madre, donde no había sido muy bien recibida, ya que ella también estaba iniciando una nueva familia y al parecer no estaba entre sus planes una hija dejada y con un hijo pequeño. Después del abandono de su pareja, Laura, había pasado por situaciones tan difíciles como era, el no tener con que alimentar o vestir, siquiera a su hijo, y apenas ahora empezaba a estabilizarse, gracias a su reciente empleo en la tienda, a su fuerte carácter y ganas de salir adelante. Asi que definitivamente, era alguien que merecía que se preocuparan por ella. Y era admirable la manera en que había enfrentado tantas cosas a su corta edad, cosa que no dejaba de sorprender a Marcos.
Ya en la noche, Laura estaba ayudando a cerrar la tienda
junto con sus tres compañeras. Marcos no se había reportado con ella. Igual y todo había sido solo el calor del momento y la euforia de las bebidas que habían tomado. Aunque no había dejado de sentir mariposas en el estomago, cada que se acordaba de el. Realmente, cada que se acordaba se daba cuenta que no era un hombre guapisimo, o más bien era un hombre común y corriente, pero al parecer la química entre ellos era tan fuerte, que de solo recordarlo, se quedaba sin aliento.
Se despidió de sus compañeras, metió las manos en las
bolsas del suéter y se encaminó hacia la parada del camión. Al llegar a la esquina de la tienda se quedó sin aliento al encontrarse de repente frente a Marcos. No sabía como había pensado que era un hombre común. Alli parado, esperándola se veía tan guapo y sexy, que una vez mas se quedo como arrobada. Llevaba unos vaqueros bastante ajustados, y gastados, como para darse cuenta, que en realidad No era tan delgado como aparentaba, y una camiseta negra, que permitía entrever que tenía los músculos bastante marcados, en los brazos y en el ancho torso. Al levantar la mirada hacia sus ojos, vio que sonreía abiertamente por el escrutinio de ella, lo que logró tranquilizar su alocado corazón. Hola. Como estas?.- Marcos se inclinó para darle un ligero beso en la mejilla. Marcos, la había estado esperando afuera de la tienda, pero como no sabía que tipo de compañeras tenía, o como se llevaban con ella, había optado por retirarse hasta la esquina. Y al verla salir y encaminarse hacia él, pensó que como era posible que hubieran dejado a una mujer tan hermosa, Laura iba vestida con una falda color chocolate por arriba de las rodillas, con zapatos sin tacón, por lo que se podía apreciar su largas y esbeltas piernas, y una piel blanca y suave que reflejaba la luz de las lamparas de la calle., con una blusa de cuello alto, pero sin mangas que permitía entrever sus fabulosos senos que no eran exactamente pequeños y si, perfectos para su manos como recordaba, la tela de su blusa amarilla, era tan ligera que dejaba entrever un sostén de encaje, que de solo imaginar como se vería en ropa interior, a Marcos se le había secado la boca.
Muy bien.- Laura se veía sorprendida de verlo. Acaso
pensaba que lo de anoche había sido una farsa?- No pensé encontrarte aquí, bueno para ser sincera, ni aquí , ni en ninguna otra parte. Por que Laura, yo te dije que te buscaría, no?- Otra vez podía sentir en Laura ese sentimiento que todavía no descifraba del todo pero parecía de menosprecio. Si, si, lo sé. Es sólo que pensé que . . . Me había querido aprovechar de ti ayer, solamente. Algo así,.-.- Laura, no dejaba de soprenderse de que él y ella, tuvieran pensamientos tan afines. No Laura, pronto vas aprender a confiar en mi, no me gusta mentir, sobre todo sin motivos. Te tranquiliza eso un poco.- Si, mucho, la verdad.- Que bueno, ahora que te parece si te invito a cenar y te llevo a tu casa, quieres?.- Marcos, le paso un brazo por lo hombros, en gesto posesivo, que la hacía sentirse protegida.
Marcos no dejo de ir por Laura, ni un día de las siguientes
semanas que siguieron. La recogía afuera de la tienda, a veces la invitaba a cenar, aunque fuera en un puesto callejero y tuvieran que comer dentro del auto de él. Otras veces la llevaba directamente a su casa. Siempre aprovechaba cualquier momento oportuno para besarla o hacerle una caricia. Pero todas y cada una de las noches, la había dejado en la puerta de su casa, y aunque no había dejado de insinuarle que la deseaba muchisimo. No le había propuesto siquiera que hicieran el amor. Incluso, a veces a la sorprendía llamándola por teléfono solamente para preguntarle como estaba, platicarle alguna tontería y decirle que había soñado con ella. Asi que para cualquiera que los viera, eran como una pareja de novios o hasta de matrimonio, ya que incluso Marcos se las había ingeniado para salir con ella la tarde de los sábados y domingo. Días en que normalmente ella los dedicaba en pasear con su hijo. También en eso la había sorprendido, ya que había congeniado perfectamente con Angel. Marcos se había comportado también con el niño como el hombre, que cualquier mujer querría por marido. Cariñoso, complaciente, juguetón y firme cuando había sido necesario. Cualquiera pensaría que la estaba cortejando, aunque Laura sabía perfectamente que eso no era para una mujer como ella.
Laura, estaba sacando mercancía en bodega, un viernes
a finales de agosto, cuando Mary su jefa y amiga, le grito por el intercomunicador. Laura, te llaman por teléfono, sonriendo, tomo el auricular, segura que oiría la sexy voz de Marcos, no pudo evitar ponerse tensa al escuchar la voz de Silvia, ya que desde la fiesta de Jorge, no habían vuelto a verse.
-Te habló, por que me acabo de enterar que sigues
viéndote con Marcos, y sinceramente no me parece que estés haciendo lo correcto.- Le espeto Silvia en cuanto tomo el auricular, sin siquiera saludarla. Laura, respiro profundamente, tratando de no enfurecerse y tomar las cosas con tranquilidad, sabía que quizás no iba a ser muy digerible para los amigos mutuos que ella y Marcos tuvieran una relación, pero sinceramente a esas alturas eso ya no le importaba a Laura. -Mira, Silvia, eres mi amiga y te quiero, pero tu no me mantienes ni a mi ni a mi hijo y si ando con Marcos, o no, creo que no te importa, así que sí solo llamas para regañarme mejor cuelgo. Cuando quieras hablar conmigo como amiga, me llamas. Colgando la bocina furiosa, Laura estaba temblando de coraje y de impotencia, y en menos que se dio cuenta ya se deslizaban las lagrimas por sus mejillas. Seguía llorando, cuando entro Mary, y se quedó pasmada, al darse cuenta que algo le pasaba a su amiga y empleada preferida. Mary al ser mayor y también madre soltera, comprendía perfectamente a Laura, aunque ella, era madre soltera por decisión propia, y contaba con todo el apoyo de su madre. Situación completamente opuesta a la Laura. Había aprendido a querer a la jovencita, ya que a pesar de los múltiples problemas que estaba viviendo, casi nunca se le veía derrotada, sino todo lo contrario. Siempre soltaba un comentario jocoso que hiciera más llevadero el día de trabajo y siempre estaba dispuesta ayudar en el trabajo de las demás. Eso sin contar que se veía que su hijo era lo más importante en su vida Y sí cometía errores o se comportaba de manera algo “relajada”, ella creía firmemente que a su corta edad era comprensible. Que te pasa, chiquita.?- Mary la encaminó hacia una silla y se sentó junto a ella..- Algo extrañada de verla llorando, pidiéndole a Dios, que no le hubiera pasado algo a Angel, su hijo. Esta bien el niño?, te puedo ayudar en algo. Sabes que puedes contar conmigo y hasta con mi mamá, si es necesario. Laura, seguía llorando, aunque trataba de esbozar una sonrisa, que había tranquilizado un poco Mary.- Al parecer no era tan grave. Tomo el intercomunicador, -Carmen, otras de las compañeras de la tienda, Carmen quédate a cargo un rato si?., voy a quedarme un rato aquí con Laura. Enterada Jefa.- sonó la bocina. Ahora si cuéntame, nadie nos va molestar en un rato.- Si no es cuestión de niño que te esta molestando, es el chavo moreno, que ha estado viniendo por tí?.- Mary, sonrió al ver la cara asombrada de Laura.- que a poco creíste que no me había dado cuenta?. Ya casi tiene un mes viniendo por ti, no? Laura, sonrió un poco mas tranquila, aunque aún sorbía por la nariz, -Entonces sí tiene que ver con el muchacho ese?.- pregunto insistiendo Mary Tiene que ver con él, pero sólo en parte. No te había contado nada de Marcos, por que no se que decir. . . No se te había ocurrido, por que?, El no tiene importancia para tí? Laura, se sorprendió a si misma, al darse cuenta que al contrario, él se estaba convirtiendo en algo muy importante para ella. -Creo que es al contrario.- Admitió con una sonrisa.- Y empezó a contarle a su amiga todo cuanto había ocurrido desde la fiesta en donde se había reencontrado con Marcos.
Vaya, asi que esta resultando ser todo un caso este
Marcos tuyo.- Mary había escuchado atentamente el relato de Laura y no podía menos que sorprenderse, de como había llevado hasta ese momento la incipiente relación, aunque no podía menos que admirarlo, ya que teniendo en cuenta que era un hombre casado y no haberla tocado hasta ese momento, hablaba de que era un muchacho bastante maduro y seguro de lo quería, en opinión de ella. Pues si recapacitas, realmente no es mío.- Sonrío tristemente.- Mira Laura, yo no soy quien para criticarte, lo único que puedo decirte y aconsejarte, es que si tu eres feliz con una relación asi, no hagas caso de nadie, ya que nadie tiene derecho a meterse en tu vida y menos si nadie fue capaz de ayudarte, cuando mas lo necesitabas. Gracias, Mary, no sabes cuanto significa para mi, el contar con tu apoyo.- dijo Laura, abrazando a Mary.- Bueno ya, fue mucha platica, acaba de sacar la mercancía, y me pasas el inventario, cuando acabes.- Ordenó Mary, volviendo a su plan de jefa.- Vaya al menos había una persona que no la criticaba, y había servido para tranquilizarla y saber que al menos iba poder desahogarse con alguien si lo necesitaba. Mucho mas tranquila, se puso a realizar las tareas que le habían encargado.
En cuanto vio a Laura, acercarse a esa noche, se dio
cuenta de que algo había pasado. Esa noche para no variar, la joven se veía muy hermosa, con un vestido rojo de tela de punto, que resaltaba sobre su piel blanca, ajustado al pecho y a su estrecha cintura, para después caer en una falda amplia, que al caminar se ajustaba a sus largas piernas y a sus caderas. Hola.-, a Marcos le encantaba ver como se ruborizaba todavía Laura cuando lo veía.- Marcos le paso la mano por la cintura, y empezó a comentarle cosas triviales, no iba a preguntarle que había pasado hasta que estuvieran en la intimidad del coche, por que no podía ni imaginarse que tan grave había podido ser. Ya en el coche, antes de arrancar,- Tienes hambre?, quieres que vayamos a comer algo?.- Oye que crees que tengo que recoger un paquete en la bodega, por que lo tengo que entregar mañana muy temprano, no quieres acompañarme por el. Marcos, notó que Laura estaba muy callada.- -Si no quieres ir sólo dímelo, y voy más tarde yo sólo.. Quieres que te diga de que tengo ganas?.- Laura, lo miraba a la cara con una mirada, algo rara.- Claro, dime.- No no, esta bien vamos yo te acompaño.
Llegaron a la bodega que incluía un minideparmento para
el vigilante del edificio que en ese momento no estaba. Pásate, el vigilante se llama Diego, y no creo que se moleste si le robó un par de refrescos. Marcos, le cedió el paso y prendió las luces al entrar vio que hacia un lado efectivamente estaba la bodega y al lado del pasillo central había enfrente lo que parecía ser una cocineta con un pequeño comedor, y a un lado una recamará. Siéntate.- Dijo sacando el refresco del refrigerado espérame tantito mientras voy por el paquete Laura, pensó que la había llevado con otro propósito, Pero de pronto se percató que ya no le importaba, al contrario deseaba a Marcos muchisimo y tenía que reconocer ante ella misma que ya no le importaba, estaba dispuesta a correr el riesgo y pagar el precio que le tocará por ello. Marcos se había dado perfectamente cuenta de que algo le pasaba a Laura, por que había estado muy callada desde que la recogió en el trabajo, al regresar al cuarto amueblado de Diego. Ella estaba de pie, y se veía tan hermosa, al acercarse a ella notó que le había cambiado el semblante y ahora hasta le sonreía, casi coquetamente.
Que te pasa?, por que estas tan contenta?- ,
Nada, es sólo que. . . Oye tu crees que tu amigo se moleste si. . Laura se acercó a él, y le paso las manos por el cuello. . . sí. . . -- Las pequeñas manos de Laura ya estaban acariciándole el cabello, y acercaba su cuerpo peligrosamente cerca del suyo, tan cerca que podía sentir sus pezones a través de la camisa. Si usamos su cama un poco, Retirando a Laura que ya estaba recargada sobre él con pesar Estas jugando, verdad?.- Marcos, la veía tan profundamente a los ojos, que sintió que le miraba hasta el alma, pero no cedió ante su mirada, Por supuesto que no, no estoy jugando.- Gracias a Dios por eso, - soltó un suspiro de alivio.- y no, no creo que le moleste por que no está en la Ciudad, se fue a visitar a sus padres que viven fueras de aquí. No pudo evitar dejar de percatarse de inmediato que aunque Laura lo negará estaba tensa. Y hasta cierto punto, él también lo estaba. No había querido que ella se sintiera presionada por nada y el que ella hubiera tomado la iniciativa, había dejado a Marcos un poco desconcertado. Aunque nadie le quitaba de la cabeza que algo había pasado para que Laura tomará esa decisión.
La habitación, se veía bastante limpia, y al ver la inmensa
cama se sobrecogió un poco, aunque estaba decidida a que Marcos le hiciera el amor. Aprovechando que había un sofá, Marcos la jaló de la cintura, para que se sentará a su lado. Ahora, que ya estamos solos, quiero que me digas que te paso hoy.- Como sabes que algo paso?.- Que birn la conocía Marcos, o era muy observador o ella era muy transparente.- Mira Laura, te voy a pedir un favor, no me ocultes las cosas que te pasan. Creí que ya te habrías dado cuenta de que puedes confiar en mi, y se te pasa algo, quiero saberlo. Esta bien?.- Realmente ese hombre era muy honesto, algo que ella agradecía enormemente, después de los tipos a los que había tratado y que continuamente querían aprovecharse de ella.
Tienes razón, lo que pasa es que no quería darle
demasiado importancia. Hoy me habló Silvia.- Aunque según Laura, no le quería dar importancia, se frotaba las manos en el regazo, señal de que estaba nerviosa. Ah si?. - Esperaba tratando de no impacientarse por saber.- Pues si, aunque la verdad, y para serte sincera, le colgue. Le colgaste? Entonces si te hizo enojar. Un poco, aunque lo que me motivo a que te pidiera que me trajeras aquí no fue eso.- Marcos, la miraba tratando de averiguar que podría haber provocado la petición de ella. Sabes tengo una compañera, Mary se llama, y aunque es mayor que yo, me llevo muy bien con ella, la puse al tanto de todo lo que había pasado desde que nos vimos en la fiesta de Jorge y me dio un consejo que me abrió los ojos.- Marcos ya se estaba poniendo nervioso, no sabia si de verdad quería estar a solas con el, pero le agradecería a Dios por ello, por que el haberse estado conteniendo lo estaba matando, había tomado más duchas frías en ese mes, que en todo su noviazgo con Luisa, pensó ironicamente.- pero bueno, lo que menos quería en ese momento era pensar en su esposa.- -Me dijo que si nadie me mantenía, ni me había ayudado cuando lo había necesitado, que nadie tenía derecho a opinar sobre mi vida. Y que si yo era feliz contigo, nadie tenía por que meterse. Y sabes, flaquito, tiene toda la razón, yo me siento muy bien contigo y si tu estas de acuerdo, no se porque nos estamos deteniendo de hacer algo de lo que tenemos ganas los dos. No crees?.- Laura, ya le estaba pasando los brazos por el cuello, aunque se notaba en sus ojos algo ensombrecidos que aún en ese momento, tenia miedo de un rechazo o dudas. Dios Bendiga a esa mujer, Laura, - Marcos, oyó perfectamente que lo había llamado por un sobrenombre cariñoso, entibiándole el corazón al oír el tono de ternura en su voz. Ven acá.- dijo levantándola en sus brazos y dándole pequeños besos en la sensible piel detrás de los oídos,.- mientras la colocaba sobre su entrepierna para que notara su deseo por ella,.- Si sabes por que esperé este tiempo verdad?.- le tomo el rostro entre sus manos para que lo viera a la cara,.- al ver la tímida negación de ella.- le aclaró con una voz más ronca aún,.- Fue por que quería que te sintieras segura, tranquila, sin miedo. Quiero que esto sea por que los dos lo deseamos, me entiendes lo que te quiero decir, Laura? Laura, solo alcanzó a emitir un débil.- Si.- Marcos seguía con el rostro de ella entre sus manos, poso su labios sobre los de ella, a lo que la joven respondió con un gemido, de satisfacción y de bienvenida, entreabriendo los labios para darle cabida en su dulce humedad a la lengua de él. La boca de Marcos sabía un poco a menta y a cirgarro, pero sobre todo a él, a su hombre. Entre besos y pequeños mordiscos, Marcos llevó cargada a Laura, al borde de la cama, sintió su manos rasposas de dedos largos subir por su muslo debajo de la falda del vestido, y agarrarla por la caderas para que se frotara contra su virilidad que estaba ya más que despierta, lo que excitó muchisimo a Laura. Ella respondió metiéndole las manos por debajo de la camisa que llevaba él, amasando los fuertes musculos de la espalda, después aun de pie, Laura buscó a tientas los botones de la camisa, para empezar a desabrocharlos uno a uno, con dedos torpes, y cada que cedía un botón, Laura mojaba con su lengua el pedazo de duro torso que quedaba descubierto, a lo que Marcos emitía unos gemidos tan profundos y guturales que Laura, llegó a pensar que lo había lastimado.- No te gusta?.- Marcos, al oír la pregunta de Laura, volvió a frotar su pelvis contra la ella, para que viera lo que su dulce tortura estaba provocando en él .- Te parece, que podría no gustarme.- Al levantar la cara, vio que el deseo en los ojos cafés de Marcos, los había oscurecido tanto, que parecían dos pozos profundos, en los que ella definitivamente quería ahogarse. Marcos, obligo a Laura a dar la vuelta para quedar de espaldas a el, y empezó a bajarle el cierre del vestido, mientras lo hacía iba dejando un rastro húmedo con su boca, que excitó a Laura, como nunca había sentido. El vestido cayó a los pies de la joven, hasta hacerse un montoncito de tela roja, quedando prácticamente desnuda ante sus ojos, a excepción de los pequeños panties, y el brevisimo bra de encaje, Laura, ya sentía una espiral de placer tan fuerte entre los muslos, que sentía que las piernas ya no la iban a sostener, por que se volteó para aferrarse a los hombros de Marcos,.- Tu aún estas vestido, y yo quiero verte.- Laura, le metió la mano por la cintura de los pantalones hasta que sintió entre sus dedos su cálida y poderosa erección, acariciando la suave y satinada piel, tan dura y suave, mientras que con la otra mano, trataba de sacarle el cinturón.- Por Dios, gordita, si sigues así, voy a terminar antes de empezar y quiero que esta noche dure para siempre. Sabes, asi exactamente me siento yo.- dijo regresando su atención a su camisa, con que atrapo su brazos atrás de la espalda, y sintiéndose atrevida, como nunca lo había sido lo tumbó en la cama, hasta que cayo sobre el. Marcos, sentía que la cabeza le daba vueltas de tanto placer que le estaba proporcionando Laura, no se había equivocado y ella lo estaba llevando a su capacidad máxima de aguante, ya sentía un calor abrasador creciendo dentro de el. Al voltear hacia abajo vio la boca de la joven, besando su pecho, mientras con ambas manos le daba pellizcos en las tetillas. Soltando un largo gemido, y sin poder aguantar un minuto más esa dulce agonía. Se levantó bruscamente, quedando con Laura sentada a horcajadas sobre el , veía los dulces pechos de ella, a punto de salirse del bra, reclamando su atención en aquel desenfrenado juego, Te lastimé ?.- le pregunto Laura con la voz agitada. Me estas volviendo loco, mujer, pero ahora me toca a mi.- El tampoco estaba respirando bien. Marcos bajo la boca hacia sus pechos, mientras decía con voz entrecortada.- Dios mio, eres tan hermosa.- Marcos, chupaba y mordía con frenesí sus pezones hasta que los puso duros, Marcos subió las manos al broche del bra para quitárselo por completo y tomar su senos a placer entre sus manos, Laura no pudo evitar un fuerte espasmo, anticipando lo que estaba por venir.- Por favor, Marcos, ya no puedo más..- Laura sintió una mano de el, palpando la creciente humedad entre sus muslo y buscar su centro entre los pliegues de su rosada intimidad. Al encontrarlo, Laura se retorció entre sus brazos, buscando frenética una manera de llenar el vació que sentía en su interior, pero la mano de Marcos, no se detenía y siguío acariciando su sensible botón, hasta que Laura, vio una explosión de colores, y sintió que se iba junto con esas sensaciones, y por largos minutos, no pudo prestar atención a otra cosa, más que a esa deliciosa paz alcanzada. Al recobrar la calma, se dió cuenta de Marcos no había dejado de besarla y decirle cariñosas palabras,.- Al abrir los ojos vio en los de Marcos un pequeños resplandor como de ternura, y se sintió tan apenada, al comprender que él no había dejado de verla.- Perdóname, por favor,. No se que me pasó. Por favor perdóname, - insistía, Laura.- Marcos, sonrió, de una manera, que una parte de su corazón, se fue con el en ese mismo instante.- Perdonarte, por que gordita, sabes lo que me haces sentir, cuando compruebo lo que puedo hacerte sentir?, cuando veo lo que gozas estando conmigo?, Eres una mujer inapreciable, Laura, No se como el imbécil del Ricky fue, capaz de dejarte?.- Marcos, sintió que Laura se ponía tensa, buscando su mirada con los ojos, le preguntó.- Que pasa?, Laura recordó, que a Marcos no le gustaba que le ocultará, nada.- bajando la vista, contestó con una voz tan baja que Marcos apenas escuchó.- Será por que esto, nunca me había pasado.- Que?.- Marcos no podía salir de su asombro al escucharla.- Le puso una mano debajo del mentón, para obigarla a que lo viera a los ojos,- Me estas diciendo que nunca tuviste un orgasmo con el. -Laura se daba perfectamente cuenta que era algo increíble para una mujer que venía de vivir con un hombre, pero era verdad, ella incluso siempre había pensado que eso no existía, hasta esa noche,- Levantando la mirada., tuvo que confesarle esa parte tan intima de su vida a ese hombre.- Soltando un largo suspiro.- Laura, le completó la verdad a Marcos, - Ni con el Ricky ni con nadie.- Marcos, vió en sus ojos que le estaba diciendo la verdad, y sin poder evitarlo, otra vez sintió un agradable calor en su corazón al darse cuenta que él había sido el elegido por Laura, para ser el hombre capaz de hacerla sentir algo tan maravilloso como lo que acababa de experimentar. Marcos, tomo sus labios entre su boca, para demostrarle con hechos lo mucho que significaba para él, que hubiera experimentado algo tan intimo, por primera vez con él. Laura, empezó a sentir nuevamente, como las espirales, empezaban a crecer y la humedad entre sus muslos amenazaba con convertirse un una tormenta. Bajo una mano hasta la entrepierna de Marcos, para llenarlo de caricias tan dulces y suaves, que sintió como Marcos se estremecía fuertemente.- Laura alzó la caderas provocativamente, rozando con su triángulo de rizos, la poderosa erección de Marcos, incitándolo a que la tomará, Marcos le correspondió besando su vientre y empapando su ombligo a trazarle círculos de fuego alrededor, al tratar de bajar aún más, acomodándola debajo de él. Marcos, sin poder aguantar un momento más, dirigió un miembro largo y sedoso, hacía la dulce cavidad de Laura, al sentirlo poseyéndola, levantó las piernas para abrazarlo con ellas por la cintura, y permitir que Marcos entrará en su cuerpo profundamente. Al sentirlo tan unido a ella, Laura no pudo evitar soltar un grito de placer que Marcos acalló besándola apasionadamente, hasta que sintió que le faltaba la respiración,- Por lo que mas quieras, no te muevas?, la voz de Marcos se escuchaba tan gutural, que Laura estaba segura, que lo había puesto al limite de sus fuerzas. Eso la hizo sentir tan poderosa, al darse cuenta que era capaz de excitarlo de esa manera. Laura, levantó su caderas, para recibir sus embates. Marco le tomo ambas manos y se las puso por arriba de la cabeza, mientras entraba y salía de su cuerpo una y otra vez. Marcos, sentía los espasmos en el cuerpo de la joven recibiéndolo, estrechándolo, tan dulcemente, que alli era donde quería quedarse para siempre. Laura, abre los ojos, mírame amarte.- Y Laura lo hizo, abrió los ojos, para hundirse en ellos en el momento que oía a Marcos gemir guturalmente de placer, mientras sentía como se derramaba en su interior y ella misma alcanzaba una vez más la cumbre, pero esta vez con él.
Un rato después, Laura, estaba recostada en su pecho,
mientras le hacía círculos con los dedos alrededor de las tetillas, y sonría para si. Nunca le habían hecho el amor de esa manera tan intensa, había hecho y dicho algunas cosas que nunca pensó que podría hacer, sintiendo el rubor colorearle las mejillas por la pena. Pero es que Marcos la había sacado completamente de órbita con su manera de amarla.- En que piensas gordita.- A Laura le encantaba el tono de voz que usaba para llamarla por ese apodo cariñoso, .- Levantó la cara para responderle, y Marcos empezó a besarle los párpados, la nariz, el cuello, todo el rostro.- Crees que estoy gorda.-, pregunto con un suspiro de satisfacción. Para nada, creo que estas deliciosa, pero ya que yo te parezco flaco, me gustó como suena el gordita, te molesta? La verdad, no.- Me encanta el tono en que me lo dices.- La tomo de la cintura subiéndola arriba de su cuerpo.- Laura, empezó amoverse lentamente arriba y abajo, hasta que sintió que su miembro empezaba a despertar y rozaba su vientre, Laura también comenzó a excitarse nuevamente, empezó a frotar sus duros pezones contra su pecho, hasta que lo oyó jadear, riendo despacio al darse cuenta que la excitación de Marcos ya era mas que latente y la suya propia no se quedaba atrás. Otra vez?. . . – pregunto entre beso y beso Creo que nunca voy a tener suficiente de ti.- Laura, no se anduvo ya con miramientos. Sentándose sobre él lo poseyó esta vez ella, moviendo sus caderas arriba y abajo, mientras Marcos le chupaba y mordía los pechos, sin parar. Laura, subía sus caderas hasta salirse prácticamente de su cuerpo, se inclinaba y le rozaba la boca y el pecho con los labios, para después dejarse caer con fuerza sobre su largo y sedoso miembro, y el ver la cara de placer de él que casi parecía de dolor, hizo que Laura no se detuviera en sus movimientos, hasta que oyó un ronco grito de Marcos, mientras se vaciaba en su interior y ella misma sentía su cuerpo estremecerse fuertemente mientras el la abrazaba. Al día siguiente, Laura estaba más nerviosa que de costumbre, aunque de vez en cuando sonreía, recordando la noche que había pasado con Marcos. Habían hecho el amor una increíble tercera vez. Sus nervios, no nacían de esa duda, si no del miedo de que sólo hubiera sido una noche y nada más. Trataba de darse ánimos recordando todas y cada una de las cosas que le había dicho Marcos, cada vez que se habían visto desde que habían iniciado todo aquello. Y lo que más deseaba era poder creer plenamente en él. En eso estaba cuando le avisaron que tenía llamada.- Al oír la voz de Marcos, no pudo evitar soltar un profundo suspiro de alivio.- Como estas, amor?- Creo que bien y tu? Muy bien, agotado pero deseando que ya salgas para verte.- Esa frase tan sencilla, le devolvió a su alma la alegría a Laura.- Sabes, yo me siento igual, deseo tanto verte que me duele.- Admitió Laura, con timidez.- Laura, sabes lo que te haría, si te tuviera enfrente de mi?.- Ella podía escuchar como su voz se iba enronqueciendo, mientras le susurraba toda clase de caricias. Marcos, . . aunque me encantan todas las tonterías que me estas diciendo, estoy trabajando recuerdas?.- Lo interrumpió Laura entre risas. Tienes razón, mejor nos vemos en la noche si,.? Adiós.- Laura iba a colgar la bocina, cuando escucho a Marcos. Cuídate, gordita.-
Laura, estuvo sonriendo toda la tarde.
El otoño pasó rápidamente, dándole paso al invierno y Laura y Marcos seguían con su relación, casi como una pareja cualquiera, hacían el amor cada que podían y casi en cualquier parte. Hasta en laS festividades de fin de año, Marcos no la había decepcionado, quien sabe como había logrado estar con ella y su hijo durante las Navidades y año nuevo y eso, sin contar los detalles que tenía Marcos con ella, como el que no la ocultara nunca. Una vez en pleno centro de la ciudad y media tarde, ella se había sentido incomoda de pensar que alguien los pudiera ver y provocarle un problema a Marcos y asi se lo dijo. A lo que Marcos contestó mientras apretaba mas su brazo alrededor de la cintura y le decía.- Si a mi no me preocupa, a ti tampoco te debe de preocupar.- Esa frase tan breve, había alegrado a Laura como nada lo había hecho largo tiempo, ya que asi le demostraba que si era importante para él, o al menos asi lo pensaba ella. Ella por fin estaba bajando sus defensas y comenzaba a sentirse feliz y satisfecha con lo que tenía nuevamente.
Eran las primera semana de febrero, cuando Laura notó
que tenía un retraso de algunos días en su periodo, y para acabarla por primera vez en meses Marcos había dejado de verla una semana completa. La joven no sabía que pensar, no habían discutido por nada, no tenía ni la menor idea de por que había dejado de llamarla y de ir por ella. Y aunque no lo quería reconocer, ahora era cuando a Laura le dolía que el fuera casado. Por que no tenía ni como buscarlo sin crearle un problema.
Pasarón varios días y Laura seguía se tener su
menstruación, ya comenzaba a sentirse aterrada de pensar en un nuevo embarazo, al mismo tiempo se emocionada pensando en tener un bebe con el pelo tan rizado y los rasgos de su Marcos.- Su Marcos?.- Se estaba volviendo loca! Cuando se había convertido en su Marcos. Ella sabía perfectamente que no lo podía considerar de ella cuando ya tenía un compromiso mayor con su esposa. Se estaba enamorando de él, lo sabía y lo peor era que no podía hacer nada al respecto. Por que con él era muy feliz y el la llenaba tanto emocional y sentimentalmente, que no le importaba seguir siendo su amante. Ahora su principal preocupación era tratar de averiguar que estaba pasando con él.
Ya estaba harto de estar en la cama y desesperado por
comunicarse con Laura.- Marcos se paso una mano por el revuelto cabello, mientras trataba de imaginarse que estaría haciendo Laura en ese momento, seguramente ya estaba por salir de trabajar y quien sabe que estaría pensando ella de no verlo allí otra vez. Y la maldita hepatitis que había pescado, Dios sabe donde.- Estaba recostado con una sonrisa en la cara, recordando las cosas que había pasado con Laura. Realmente se sentía tan satisfecho con la manera en que llevaban su relación. Y tenía que reconocer que Laura, ni una sola vez, había mencionado su matrimonio, ni hacía reclamos de ninguna clase. Era tan independiente y autosuficiente que aunque él sabía que tenía problemas, si él no le preguntaba, ella no se los contaba. Los amigos, tenía que reconocer no estaban muy de acuerdo con su relación, pero al parecer ya habían dejado de molestar a Laura y si a él, le hacían algún comentario, el contestaba con una sonrisa o cambiaba el tema de conversación discretamente -Que te importa.- Desgraciadamente, no le podía tratar de la misma manera a su hermano menor, Miguel, que aunque era toda una fichita, todavía se sentía con las ganas suficientes para darle sermones sobre moral. Estaba consciente que su esposa Luisa era la adoración de su familia, pero para ser sinceros ya no era la suya. Era verdad que sentía aprecio por ella pero amor, no. Miguel, había declarado más de una vez que estaba totalmente en contra de su relación con Laura e incluso estuvo a punto de soltarle un puñetazo, por llamar a Laura con un adjetivo bastante vulgar, dejándole claro a Miguel y a todos que por ningún motivo iba a permitir que le faltaran el respeto a Laura.
Luisa entró a su recamará para ver si no le hacía falta
algo a su marido. Había sentido en los últimos meses que algo en su relación con Marcos había cambiado, sería la falta de hijos. Aunque la verdad, a ella le daba flojera el pensar en niños, sabía que a Marcos le encantaban los nenes, iba a tener que ponerse a trabajar y tratar de quedar embarazada, aunque ahora que lo pensaba, Marcos, ya no le estaba haciendo el amor con la misma frecuencia. Sabía que su marido había tenido una que otra aventurilla, y eso a ella no le daba mucha importancia, pensaba que era perfectamente normal en un hombre. Aunque su cuñado, había tratado de insinuarle cosas, ella no había prestado caso. Marcos siempre había regresado a sus brazos y además sabía que contaba con todo el apoyo de su familia política, ella sabía que podía contar con sus suegros y cuñados para lo que fuera.
En que estas pensando que estas tan sonriente?
Marcos enderezo la cabeza de la almohada y soltó un largo suspiro.- En nada importante, más bien me estaba acordando de cuando Laura, se ahogo con la sopa que le sirvió mi mamá, te acuerdas?.- era una bendición que tuviera una hermana del mismo nombre que la mujer que le quitaba el sueño.- Si claro,.- dijo riéndose Luisa, como te sientes?.- paso una mano por el cuello, besándole el oído.- poniéndose cariñosa .- Marcos gimió, fingiendo un dolor que no sentía.- En realidad me duele la cabeza bastante, sin contar con el dolor de cuerpo. -Pobrecito, ya te tomaste tu pastilla para el dolor? Lo acabó de hacer, yo creo que todavía no me hace efecto.- Marcos estaba tratando de acomodarse en la cama, demostrando que realmente se sentía mal. Mejor te dejo para que descanses, voy a la tienda y ahorita vengo, no me tardo,- Luisa espera, gracias, - le dío un beso en la mejilla, para aplacar los remordimientos. Marcos se sentía tan mal de tener que fingir delante de su mujer. La verdad era que ni se sentía mal, ni le dolía nada, pero últimamente no podía tocarla sin pensar en otro cuerpo y no quería ser tan desgraciado como para engañarla, haciéndole el amor pensando en otra mujer. Por otra parte sentía que si le hacía el amor a su esposa, de alguna manera le fallaba a Laura, asi que hacía bastante tiempo que ya ni siquiera le hacía el amor.
Laura, se sentía absoluta y completamente desgraciada,
tenía ya tres semanas que no veía a Marcos, aunque se las había ingeniado para hacerle saber con los amigos que estaba enfermo y no podía salir de su casa. Los días sin verlo se le habían hecho eternos, ya estaba tan acostumbrada a su presencia, a sus llamadas. Eso, sin contar que seguía se llegarle su periodo.
Bueno, chicas nos vemos el lunes,- se despidió Laura,
estaba pensando en tomar un taxi a su casa, por que se sentía bastante cansada y triste. Al dar la vuelta, en la esquina, sintió como un golpe en la esquina, alli estaba esperándola Marcos, con unas ojeras enormes en sus hermosos ojos y tan delgado y pálido que parecía que se iba a romper, eso si, con un cigarro en la mano.
En cuanto la vio, una enorme sonrisa suavizando sus
rasgos y Laura no tuvo dudas de que de verdad hubiera estado enfermo. Hola gordita, que pensaste ya que te ibas a deshacer de mi?.- Marcos, lanzó su cigarro y Laura no tuvo fuerzas para negarse el placer de abrazarlo, le pasó los brazos por el cuello, y con la lengua empezó a rozarle los labios, dándole un largo y apasionado beso. Se besaron por varios minutos, sin importarle que la gente pasaba y se quedaban viendo, algunos hasta con envidia. Al separar su boca de la de Marcos, Laura observó que ambos tenían la respiración agitada. Laura, estaba tan contenta que no dejaba de abrazarlo y darle besos en la mandíbula y en el cuello. Gordita, no sabes cuanto de extrañe.- Marcos, puso una mano debajo de la barbilla, para verla a los ojos, tomándola del cabello, para atraerla hacia su pecho.- Y tu, no me extrañaste?.- Laura, dejo de besarlo para verlo a los ojos y que el mismo se diera cuenta,- Muchisimo, Flaquito, En cuanto estemos solos te voy a demostrar lo que extrañe de ti.- sonrió provocativamente. Cuando me dices esas cosas se me enchina la piel, no se si de nervios o de miedo.- A Marcos no le quedaba otra, que tomarse las cosas, bromeando, para de esa manera ocultar, lo feliz que lo hacían las palabras de Laura.- Asi que mejor vamonos de aquí.-
Laura, estaba tan contenta de verlo que casi ni le
prestaba atención a las cosas que le iba platicando en el coche, sólo podía prestarle atención a él. Laura, lo veía y no sabia a ciencia cierta que era lo que le gustaba tanto, pero era un hombre que la llenaba tanto, y se refería a todos los sentidos, se sentía tan plena cuando estaba con él, hasta ahora no había una sola cosa de Marcos que no le gustará, desde la manera que sostenía el cigarro, o la manera en que le cantaba canciones románticas, cuando las oía en el radio, la hacían emocionarse, como si fueran casi una declaración de amor. Marcos le estaba platicando, los días de enfermedad que había pasado en su casa, encerrado, y como se le había ocurrido hacerle saber que estaba enfermo, pero en lo único que podía pensar era en que estaba con ella, y no había pensado en dejarla. Ya estaban entrando en el cuarto del mismo hotel, donde la había llevado anteriormente, y Laura seguía con su tonta sonrisa en la cara. Laura, no has dicho ni media palabra, en que estas pensando?.- Estaba pensando en lo contenta que estoy de verte, y quiero demostrártelo,- la voz de Laura había ido bajando de nivel hasta ser, una voz susurrante y completamente sensual. LA joven se sentía tan euforica, que pensaba en hacer de ese momento algo inolvidable para los dos, lo jaló hacia la cama y lo sentó, mientras ella empezaba a desabrocharse el botón de lo vaqueros que llevaba y juguetear con el cierre, subió sus manos hacia su pecho imitando las caricias de un amante y tocándose donde Marcos sabía que mas le gustaba, mientras se quitaba muy lentamente la blusa color morado que llevaba y se cotoneaba al ritmo de una sensual música que al parecer sólo se escuchaban sus oídos y una lenta sonrisa se dibujaba en sus labios. Marcos, estaba maravillado viéndola moverse y hacerle su strip tease particular. Podía sentir como su miembro empezaba a despertar y el calor inundaba sus entrañas. Era verdad que la había extrañado muchisimo y verla allí desnudándose sólo para el, lo hacía sentirse tan viril y tan deseado como nunca lo había estado en su vida. Laura, se acercó y le subió una pierna por la cintura, mientras se agachaba para acercarle sus pechos aun con el bra puesto, lo que Marcos aprovecho para besarle desde el tobillo hasta donde le alcanzó el cuello para besarle su pierna y dejarle un rastro húmedo de besos y pequeños mordiscos. Marcos trató de sentar a Laura a horcajadas sobre el pero Laura se las ingenió para acostarlo en la cama y seguir besando ahora su pecho, mientras le desabotonaba los pantalones y le decía con una voz cálida como la miel.- Te extrañe tanto, flaco, que quiero que goces como nunca lo habías hechos.- le bajó los pantalones y tomo entre sus manos su pulsante erección por debajo del calzoncillo, mientras con la otra mano lo acariciaba con lentos movimientos, hacia arriba y hacia abajo, al mismo tiempo que rozaba sus dientes y bigote con la lengua, arrancándole profundos gemidos. Marcos, se sentía excitadisimo y quería corresponderle en algo al inmenso placer que le estaba dando. Acarició su húmeda entrepierna por encima del pequeñisimo pantie, hasta que oyó a Laura, soltar un largo suspiro,- por favor Marcos, yaaa…. Ya que amor?, que te siga acariciando como te gusta? O que ya me hunda en tí.?.- No, Marcos, por favor ya no sigas. Quiero que esta noche dure mucho. Laura sintió que los brazos se sacudían,- Que te pasa, flaquito, te lastime o?.- le dió un golpe cariñoso en el pecho al percatarse de que Marcos lo que tenía era un ataque de risa.- De que te ríes? De tí, de mi. O más bien de nosotros. Porque sabes?, si seguimos asi, ésto no va a durar nada, no crees?.- Marcos estaba empezando a chuparle un duro pezón, provocando que Laura perdiera la poca capacidad de raciocinio que le quedaba. La espiral de placer mientras le besaba los pechos, era tan fuerte, que aunque una parte de ella quería que ya acabará esa dulce tortura, su cuerpo tembloroso no hacía nada por ocultar que le encantaba lo que le hacía Marcos. Laura, tomo fuerzas quien sabe de donde para separase de su boca y empezó a besarle el pecho, descendiendo hasta el elástico de su calzoncillos, donde paso la lengua en repetidas veces hasta que oyó como Marcos gruñía Laura se sentía completamente fuera de sí, desesperada por demostrarle el placer que le podía dar. Así que tomo su miembro con la boca y lo tomo con la boca con una suavidad que saco a Marcos de quicio.- Por Dios, Laura quieres que me muera.- Ven acá.- la recostó en la cama, mientras con los dedos le acariciaba los húmedos pliegues del su feminidad, provocando fuertes espasmos en el vientre de Laura. Por favor, Marcos, hazme el amor ya,- jadeó Laura entre gemidos. Con gusto, amor:- Marcos se acomodo entre sus piernas y la levanto de las caderas con las manos para que ella lo recibiera a plenitud. Entró en ella suavemente, dándole tiempo a que se acoplara a él, para después con un solo empuje dejarse ir hasta el fondo, logrando que Laura gritara del placer tan intenso que sentía. - Laura, eres tan maravillosa y se siente tan bien el estar dentro de tí.- Lo sé, pero creerás que quiero mas.- susurró Laura.- Marcos se hinco entre las piernas de Laura, subiéndole las pantorrillas a sus hombros, mientras se deslizaba furiosamente en el interior de la joven.- Abre los ojos, Laura,.- Laura obedeció, al mismo tiempo que sentía un fuertisimo temblor recorrer el cuerpo hincado de Marcos, mientras ella misma llegaba al clímax.
Cuando Marcos pudo recuperar el control de si mismo,
intentó levantarse del cuerpo húmedo de Laura, pero ella no lo dejo.- No te quites, si?.- Laura aún tenía los ojos cerrados disfrutando el momento, quiero tenerte un rato más así.- Peso mucho, gordita.-, Marcos le dio pequeños besos en los párpados, - miramé Laura, - Marcos no dejaba de besarle el rostro con besos tan suaves que parecían el roce de una pluma.- Laura, abrió los ojos pesadamente, y vio en los de él mucha ternura y otro sentimiento que tenía miedo de analizar, no quería pensar, ni darse la oportunidad de creer que fuera amor. Te extrañe tanto, que por poco cometo la tontería de hablarte a la tienda de la casa, pero no quiero que Luisa ni siquiera se. . . Laura lo interrumpió, poniéndole la mano sobre la boca, - Por favor, estoy tan feliz, no me quiero acordar que tienes esposa, no la menciones ahora si? Marcos, le contestó apoderándose de sus labios y besándola tan sensualmente, que Laura sintió claramente como, el miembro de Marcos aún en su interior, empezaba a despertarse nuevamente. Eres insaciable, flaquito,- mientras reía quedo. Y tu, por eso me vuelves loco: Volvieron hacer el amor, aunque con una calma que despertaba emociones aún mas intensas que los dejó lánguidos y satisfechos.
Ya en la madrugada cuando los gemidos y suspiros por
fin se acallaron, Marcos le preguntó a boca de jarro a Laura Ahora si, gordita, cuéntame que es lo que te preocupa. Laura, estaba recostada en su hombro, y sintió el nervio de la amenaza. No sabía como Marcos se había dado cuenta de que algo le preocupaba y tenía miedo de la reacción que tendría si le contaba que había probabilidades de que estuviera embarazada. De algo estaba segura, no se arrepentía, ni siquiera un poco de haber estado con él durante esos meses. Como sabes que algo me preocupa?.- Laura, trató de que su voz sonará normal.- Levantó su rostro del hombro de Marcos, mientras una sonrisa curvaba sus labios. Pues realmente no lo sé, pero en tus ojos se ve algo, que no se que es, tienes algo de ojeras, lo que quiere decir que no has estado durmiendo bien. Al contrario, flaco, como no te había visto, he estado llegando temprano a mi casa y durmiendo a mis horas.- Con una risa profunda que entibio el corazón de Laura, respondió.- Eso espero.- Laura, ya estaba sentada en la cama juntando su ropa esparcida por el cuarto, tratando de vestirse, para sentirse más segura de si misma mientras enfrentaba a Marcos con la bomba que iba a dejar caer. No te quiero mentir, Marcos, tu me pediste sinceridad y te la mereces, por que te has portado increíble conmigo desde que estamos juntos..- Laura, se mojó los labios, se echó el cabello con la mano hacia atrás, señal que estaba algo nerviosa.- Lo que pasa es que tengo un retraso de casi un mes en mi regla.- Marcos que estaba terminando de vestirse, dejo de abrocharse los pantalones, buscó en las bolsas de su chamarra, un cigarro que prendió.- Quieres uno?.- le ofreció a Laura, para luego arrepentirse.- Demonios que estoy diciendo.- Crees que estés. . . ?.- Maldición creo que no estoy pensando coherentemente.- se acercó a la joven que estaba esperando como reaccionaba.- Con el pelo rizado alborotado, la camisa y el pantalón sin abrochar y descalzo, tenía una imagen increíblemente sexy y a Laura se le hizo la agua boca al pensar la manera que en acababa de hacerle el amor. Perdóname, Gordita, sé que nunca se me ocurrió tomar precauciones y es por que no puedo dejar de pensar en tenerte debajo de mi temblando de deseo por lo que estamos metidos en esto. Respiró profundamente, tratando de calmarse, antes de decir algo de lo que se fuera arrepentir. Por otra parte, se sentía feliz de sólo pensar que Laura pudiera estar embarazada. No Marcos, no es tu culpa, la verdad es que nunca lo hablamos y yo me lance a tus brazos sin siquiera pensar en la consecuencias. Pero quiero que sepas que tengo perfectamente claro que tu eres un hombre con responsabilidades que tienes que anteponer a cualquiera otra que te quieran endilgar. Sólo quería que estuvieras enterado, no que te preocuparas. A ver Laura, cálmate yo ni he dicho nada y tu ya me estas haciendo a un lado.- Laura miraba sorprendida que a Marcos no le había molestado la novedad, si no más bien parecía un poco “complacido” y quiza algo desconcertado. Es sólo que no quiero que pienses. . . . No Laura, yo no estoy, ni tengo por pensar nada, fue un descuido de ambos, ven siéntate aquí conmigo.- Tomo a Laura del brazo para que se sentará en sus piernas.- En caso de que tus sospechas resultarán ciertas, que quieres hacer?- Tendría al bebé, por supuesto!- Sé que sería una bronca enorme, por mis condiciones, pero ya vería como le haría. . Como le haríamos, Gordita.- Marcos le tomo la barbilla con una mano, para que lo viera a la cara.- Por que sí esa es tu decisión, quiero que sepas, que puedes contar conmigo moral y económicamente, aunque no te pueda ayudar con mi apellido, Siempre contarás conmigo.- Laura, no sabía que decir, no había sopesado la posibilidad siquiera de que Marcos sé quisiera hacer cargo del problema como lo estaba diciendo.- Marcos, gracias, la verdad nunca me paso por la mente que te quisieras echar semejante problema encima. Goridta, tu no eres ningún problema para mi, todavía no lo entiendes?.- Laura sentía, los labios de Marcos moviéndose sobre su cuello y la sensible piel detrás de los oídos y sus manos moviéndose posesivamente sobre su pecho, y paso bastante rato antes de que la llevará a su casa ya de madrugada.
Marcos,!! , te llaman por telefóno!11.
Aquí contesto, gracias.- Marcos, soy yo Jorge, como estas mano?.- Marcos oyó la voz de Jorge y de inmediato se dio cuenta de que algo estaba pasando, podía sentir la tensión en su voz. Bien y tu que onda?.- Tengo que hablar contigo, tendrás oportunidad de vernos para tomarnos una cerveza o algo?- Que tal a mediodía, por que en la noche paso a recoger a Laura en el centro a las ocho. Órale, entonces nos vemos en el bar de memo Esta bien ahí nos vemos. Marcos colgó, algo inquieto el teléfono, y se dirigió a recoger con su supervisor su ruta de entrega de ese día. La noticia que le había dado Laura la noche anterior, lo inquietaba y lo malo es que casi deseaba que ella verdaderamente estuviera embarazada y tener pretexto para pedirle el divorcio a su mujer. También creía que Luisa ya estaba enterada de lo de Laura, por que últimamente estaba muy cambiada, demasiado posesiva y cariñosa con él. Pero no podía evitar que la faltará el valor para pedirle la separación. Aparte de eso, no había podido evitarlo, estaba profundamente enamorado de Laura, la amaba como sabía que nunca iba a poder amar a su mujer y no le importaba que ella tuviera un hijo o cualquier otra cosa. La admiraba por su fortaleza y entereza ante los problemas, la respetaba por su carácter, y fuerza y como mujer, hacía que se moviera la tierra bajo sus pies, cuando la veía. Pero, estaba irremediablemente entre la espada y la pared. Por una parte estaba el amor de su vida y por otra estaba su familiar y su mujer. No sabía que iba a hacer.
Laura estaba en la bodega de la tienda, acabando de
almorzar, cuando entró Mary,- Estas muy callada, todavía no te llega tu periodo?.- Le había contado a Mary sus sospechas en días pasados. Todavía no.- mientras mordía su sandwich, viendo que Mary se sentaba en la otra silla, y desenvolvía su almuerzo. Pero ya hablaste con él de tus sospechas?.- Si, ayer.- Laura sabía que aunque Mary aparentaba ser muy dura era un pan de mujer y estaba preocupada por ella. Laura se levantó de la silla, y acercándose a Mary la abrazó feliz. Y me fue excelente, realmente Mary para mi es todo un hombre, no eludió su responsabilidad ni por un momento, ni siquiera se enojó un poco. Me alegro tanto por tí , pero cuéntame todo con detalle.
Laura, definitivamente quiero que me presentes a tu
hombre, realmente se esta portando a la altura que tu te mereces.- Mary se agacho a recoger la envoltura de su almuerzo,- Dios santo, Laura, eso que tienes en la pierna es un chupetón?. Laura, se miró el tobillo ruborizada, sólo para comprobar que si, tenía un chupetón tremendo. Recordó la manera en que habían hecho el amor, sin una pizca de pudor. Laura solo atinó a mirarla sonriendo.- No me contaste los detalles morbosos. Es buen amante?.- El mejor.- Vaya pues, es un dechado de virtudes, pregúntale si o tiene un hermano mayor, - Soltando una carcajada.- Bueno, ya en serio, tu como te sientes? Para serte sincera, a veces me siento como la mayor estafadora del mundo, yo casi estoy segura que es solo un retraso. Pero feliz de ver, que Marcos no me defraudó. Mira Laura, no te mortifiques por tonterías, piensa que fue una prueba que les están poniendo y que al parecer van a pasar sin muchas dificultades. Bueno, si ya acabaste de almorzar ayúdame a arreglar unos estantes, vamos. Vamos.-
Marcos, ya iba en la segunda cerveza cuando entró
Jorge, casi corriendo al bar.- Se me hizo tarde, ya tenías mucho rato?.- Sentándose a saludarlo, después de hacerle una seña a un joven que estaba atendiendo varias mesas.- Ya, Jorge, cuéntame que te traes, por que me dejaste en ascuas. Es que estuve platicando con Miguel, tu hermano. Sí sabías que esta enterado de lo de Laura y no esta de acuerdo para nada?.- Si, lo sé. Jorge tu que opinas de mi relación con ella?.- Por que me preguntas a mi?, tu sabes que no me gusta meterme en lo que no me importa, y tu ya estas mayorcito para saber que es lo que quieres.- dando un largo trago a su cerveza. Yo lo sé, te agradezco que no nos critiques, pero me gustaría saber tu opinión de amigo.- Marcos, encendió un cigarro mientras arrojando el humo en una sola bocanada. Mira Marcos, te vuelvo a repetir. Lo que ustedes hagan con su vida es cosa de ustedes. A mi lo único que no me gustaría es que salga lastimada Laura otra vez. Y por otra parte oí a mi hermana comentando por teléfono con Ana que Laura, estaba teniendo algúna clase de problemas. Pero mi imagino que eso lo sabes tu mejor que yo. Sabes, lastimarla es lo último que pasa por mi cabeza. Y en cuanto a que tiene problemas, nunca ha dejado de tenerlos, pero si tu vieras las fuerza que tiene, te sorprenderías de la voluntad de hierro que oculta.- Jorge se quedó unos momentos en silencio, hasta que se dio un pequeño golpe el mismo en la frente, - Demonios, como no me había dado cuenta.- Cuenta de que, - “Este pobre se esta volviendo loco”. De que estas enamorado de ella, verdad?.- Jorge lo miraba con una cara de preocupación, que casi podía causarle risa a Marcos. Si, para que te lo niego, no lo pude evitar. Sabes que jamas ha salido de sus labios un reproche, ni nunca me ha dicho o me ha reclamado el que esté casado y si a eso le agregas que es tan hermosa, tan alegre, tan fuerte tan. . . Si, si parale mano, definitivamente estas enamorado. Y ahora que piensas hacer?.- Jorge le daba palmadas en la espalda, mientras se reía a carcajadas. Marcos se tomo su tiempo para tomar un puño de cacahuetes que habían dejado como botana en la mesa y darle un largo trago a su cerveza. No lo sé, te imaginas lo que pasaría sí le pido el divorcio a Luisa.- Marcos lo miraba abrumado. Sí probablemente matarías a tu madre del disgusto, y de paso a lo mejor hasta tu suegra se muere por lo mismo, sin contar que tu demás familia te descuartizaría. Por otra parte sabes que Miguel ya le contó todo a Luisa?.- Marcos, lo miro asombrado. Soltando un repertorio de maldiciones,- No lo sabía, aunque tenía el presentimiento. Si, asi que seguramente, no tarda en saberlo tus padres y hermanos y prepárate por que seguramente, tus problemas apenas van a comenzar. Soltando un largo suspiro de resignación contesto Marcos, - Si supongo que tienes razón.- Vas a tener que dejar a Laura, ya lo pensaste.- No, Jorge eso no. Estaré con ella, a ver hasta cuando.- Pues salud por eso y échale ganas, amigo. Salud.
Llegó Junio con sus lluvias. Laura y Marcos seguían con
su relación, casi en contra de todos. El atraso en la menstruación de Laura, había sido solo una falsa alarma., que muy a su pesar provoco un fuerte sentimiento de perdida en Marcos. Nunca se lo había comentado a nadie, ni siquiera a Jorge, pero internamente deseaba que Laura estuvieses embarazada, para de esa manera zafarse de su matrimonio. Ahora se daba cuenta que hacía buen tiempo que había dejado de querer a Luisa. Marcos había tenido que hablar con Laura, para hacerle saber que ya su familia estaban enterados de su relación y que estaba teniendo mucho problemas por la presión de su familia. Lo que no le había contado Marcos eran las escenas que le hacía Luisa, donde ya era tan fuerte los celos, gritos y golpes que incluso lo amenazaba con tratar de matarse si no la dejaba a Laura. Y se agravaba a ratos, por que Marcos, hacía meses que no la tocaba siquiera. Sabía que lastimaba profundamente a Luisa, al no querer hacer el amor con ella, pero no podía soportar tocarla siquiera sin pensar en la joven de largo cabello castaño que le había robado el corazón.
Una noche de septiembre al entrar Marcos a su casa, vio
que Luisa se había quedado dormida en uno de los sillones de su casa, al tratar de levantarla para que se fuera a la recamara, se asustó por que no reaccionaba. Estaba sacudiéndola por los hombres, cuando Luisa empezó a despertar y le llegó el fuerte olor a alcohol. Luisa lo que tenía era que estaba ebria. Hola mi adultero marido, hoy me hizo el favor tu amante de desocuparte temprano?.- Luisa apenas se podía mantener erguida de tan borracha que estaba y Marcos no pudo evitar sentir pena por ella y furia contra si mismo, por lastimarla de esa manera. No empieces, mujer ya vete a la cama, andale.- Marcos la tomo de la cintura, tratando de que se apoyara en el, y guiarla hacia la recamara. Que tiene ella que no te dé yo, Marcos,- Luisa ya estaba mas despierta y empezó a levantar la voz .- Ella hasta un hijo tiene y yo me entregue a ti virgen, que eso no tiene importancia para tí.?- Gritó fuera de si y llorando.- Pero estó se va acabar ahorita mismo.- Se soltó de su brazó y corrió hacía el baño. Marcos, que estaba demasiado fastidiado para prestarle atención empezó a desvestirse. Ya se estaba bajando los pantalones cuando entró en la pieza Luisa, con un frasco de pastillas en la mano. No me crees. Verdad?, pues veme.- Abrió el frasco, y se echo en la boca un puñado de pastillas, y empezó a tragarlas.- Luisa, por Dios, - Marcos corrió hacia ella, tomándole por detrás, y apretándole el vientre para que devolviera y escupiera lo que se hubiera tragado
Un rato despues, Luisa estaba sentada llorando y Marcos
de pie frente a ella, no sabía como actuar, le dolía ver que la mujer que había sido su compañera desde la secundaria, estuviera tan destrozada por su culpa. Pero por otra parte, ya no quería involucrarse con ella. Luisa, ya calmate.- Que me calme, tu crees que me puedo calmar, sabiendo que vienes de verla. Porque no la dejas, y tratamos de que todo vuelva a ser como antes. Marcos no se sentía con ánimos de contestarle. Se sentó junta ella y le pasó un brazo por los hombros. Luisa, empezó acariciarle la mandíbula y el pecho con las mano y esta vez, no tuvo corazón para rechazarle.
Marcos, se sentía como un infeliz bastardo, por haber
tenido relaciones con Luisa, se sentía como el ser más vil y desgraciado. Pero no había podido negarle a Luisa, el tener sexo con ella. Por que eso había sido para él, solo sexo. Pero ahora se sentía como si hubiera traicionado a Laura.
Laura se daba cuenta que algo andaba mal con Marco, lo
sentía como algo lejano y se llenaba de terror sólo de pensar en que estuviera pensando en terminar con ella. Ella sabía que la presión por parte de su familia, estaba alcanzando niveles insoportables para cualquiera. Lo sabía por que Martha se lo había contado la última vez que se habían visto. Le había contado como Miguel el hermano de Marcos, era el que se encargaba de llevarle a la familia y luego a la mujer, los pormenores de su relación con Marcos. Que tienes, bonito, por que estas tan callado?.- Estás trompudo o me quieres dar un beso:- Laura lo abrazó por detras, y le metió las manos en los bolsillos de los pantalones mientras caminaba detrás de el como una cuchara.- Estate quieta, Gordita, me estas haciendo cosquillas.- Marcos no pudo evitar reírse.- Vaya que es estó.- Laura, había metido más profundamente las manos en los bolsillos, de manera que podía perfectamente rozar con ambas manos el miembro de Marcos.- Laura sonrió al oír como gemía quedamente Marcos. Marcos, se volteó abrazando a Laura por la caderas para presionar su ya erecto miembro contra la pelvis de Laura., mientras tomaba su labios y mordisqueaba su labio inferior.- Se te perdió algo, Gordita.- Sí, algo que quiero dentro de mi, crees que me lo puedes dar tu?.- Laura, ya sentía como sus pechos se hinchaban contra el encaje del bra.- Claro amor, yo lo único que espero es estar a la altura de tus deseos.- A Marcos ya se le había borrado el aire de tristeza de sus ojos, que era lo que quería Laura, - Ven vamonos.- Si, pero ahora yo te voy a decir a donde vamos, esta vez te invito yo.- En el carro, platicaron de cosas sin importancia, mientras Laura le decía que se dirigiera a un Hotel que solo tenía suites.- Laura, ese lugar cuesta bastante, estas segura?. Claro, que no nos lo merecemos?.- Laura, tenía una sonrisa radiante al ver su cara de sorpresa.- Andale, ya no rezongues y vamos. Al llegar al hotel Laura intentó adelantarse para pedir la habitación, pero Marcos se le adelantó y pago, en uno de sus acostumbrados gestos caballerosos que le encantaban a Laura. Por que no me dejaste pagar?, yo te estaba invitando.- Laura ya estaba por hacer su cara de puchero.- Jamas te lo permitiría.- Marcos con una sonrisa en los labios le dio un rápido beso, señal de que para el ya no había mas que discutir. Al entrar en la suite, vieron que valía la pena el pago del cuarto. Había una enorme cama redonda, un pequeño frigobar con toda clase de bebidas y lo mejor, el motivo por el cual Laura había querido ir a ese lugar. Una enorme bañera con jacuzzi. Laura, me quiero echar un baño, me esperas?.- Marcos lo hacía por que aún sentía en su cuerpo el olor de Isabel, a pesar de que habían pasado varios días desde que había tenido relaciones con su esposa.
Marcos ya estaba enjabonándose el cuerpo, cuando
sintió las pequeñas manos de Laura, abrazándolo por detrás. Te puedo enjabonar yo?.- Marcos, vio una hermosa sonrisa en la cara y ojos de Laura que ya estaba completamente desnuda pegando su cuerpo al de Marcos.- Sabes, eres una pequeña atrevida, pero te adoro. Laura , empezando a ponerse seria, tomo la barra de jabón y empezó a tallarle el pecho, la espalda y caderas con movimientos lentos. Bajando las manos hacia el vello oscuro y rizado de donde sobresalía su masculinidad completamente erecta, provocando que Laura se la enjabonará suavemente con lentos movimientos. Los ojos de Marcos ya eran dos carbones encendidos de deseo por aquella mujer que sabía llevarlo al limite de sus fuerzas. Pero aún así, no quiso estarse quieto, asi que le quito el jabón y empezó a darle el mismo tipo de tratamiento, enjabonando cada rincón de su precioso cuerpo, desde sus pechos que semejaban dos pequeñas montañas de tan duro y hinchados que tenía ya los pezones, Marcos, tomo uno en su boca, mordiéndolo y chupándolo, con tanto fuerza que Laura gritó, pero al parecer no era suficiente para él, por que bajo su mano al monte de rizos de su bajo vientre y sumergió un dedo en su cálido interior, mientras con otro tocaba su botón de carne rosa que hizo que todo el mundo de Laura explotará en un intenso mar de sensaciones tan fuertes que la joven no pudo aguantarse mas, bajo la cara hacia la erección de Marcos tomándola con la boca y dándole pequeñas mordidas mientras con la mano no dejaba de acariciarlo. El hacer el amor de esa manera en la ducha, era lo mas sensual que habían hecho hasta nunca, sentir a Laura toda húmeda entre sus brazos, mientras escapaban de sus labios gemidos y jadeos de satisfacción, puso a Marcos fuera de si. La tomo de las caderas mientras la levantaba del piso y el se recargaba en la pared, para después dejarla caer plenamente sobre su miembro, mientras las piernas de Laura lo abrazaban fuertemente por la cintura, y se aferraba a sus hombros con una pasión nacida de la desesperación. Hasta que el mundo estalló en ellos, mientras ambos alcanzaban el clímax más fuerte alcanzado nunca.
Terminando de bañarse, Marcos había secado a Laura,
dulcemente, sin dejar ni una sola parte de su cuerpo de adorar, pero Laura no había hecho ningún comentario. Al contrario, Laura estaba muy callada y sus ojos enrojecidos, se fueron abrazados a la habitación y Marcos acostó a Laura en la cama, como a una niña cobijándola sin dejar de murmurarle palabras de ternura hasta que Laura no pudo más y estalló en fuertes sollozos. Laura?. . .Que tienes?, no llores por favor.- Marcos sentía un nudo en la garganta, lo único que atinó hacer fue a consololarla hasta que se tranquilizó. Oye, Laura, no es necesario que llores, si no te gusta como te hago el amor, solo tienes que decírmelo- bromeó Marcos y se tranquilizó un poco al ver que había tenido efecto en Laura y ya empezaba a sonreir.- No seas tonto.- Marcos le levantó la cara, quitándole el cabello del rostro. - Ya estas mas tranquila. Ahora cuéntame que es lo que te pasa. No, ahorita no. Que te parece si me haces el amor otra vez?.- Me estas sacando vuelta, gordita?.- Marcos, empezó a besarle los pechos, y entre mordisco y mordisco, le decía.- Me lo vas a tener que contar.- Laura, podía sentir como su cuerpo empezaba a despertar a las caricias de él, podía sentir como le acariciaba la parte interna de los muslos y le separaba los labios para acariciarle, como sólo el sabía hacerlo, excitándose tan intensamente que sólo podía pensar en sentirlo dentro de ella, y llevándola fuera de sí. Laura, trataba de decirle que parara, pero de su boca solo salían suspiros y jadeos y podía sentir su dura erección contra su vientre, buscando el calor de su cuerpo mientras Marcos se frotaba contra ella, siguió acariciando su pezones y vientre, y empezó a bajar hasta en el triangulo de rizos dorados, Laura lo miraba entre asombrada y espantada.- Sabes, amor, hace mucho que tengo ganas de saborearte de esta manera. Laura gritó al sentir su lengua, bebiendo de su cuerpo como su fuera un brebaje exquisito y con su dedo seguía haciéndola sentir cosas tan extraordinarias que Laura sentía que en cualquier momento moriría. Marcos, levantó la mirada de la tarea que se había impuesto, y la vio con lo labios hinchados de sus besos, con el rostro y el pecho perlado de sudor, los ojos entrecerrados y comprendió en ese momento, que nunca había visto algo tan sensual y hermoso. La contempló durante largos segundo, tratando de que esa imagen se quedará grabada en su mente. Laura, levantó la caderas y lo abrazó con las piernas, tomando con su mano su miembro, para que ya entrará en su cuerpo, pero Marcos al parecer creía que aún no era tiempo, por sólo rozaba su cuerpo provocativamente con su pene, logrando desesperar a tal grado a la joven, se sentó para tomar entre sus mano y dirigir su boca al autor de su desesperación y prodigarle el mismo tratamiento a su cuerpo, tratando de calmar en algo en ansía que crecía en su vientre. Marcos, tenía una cara de placer tan intensa, que Laura, empezó darle besos y pequiñisimas mordidas a todo lo largo de su imponente miembro, gozando con la sedosidad de la piel. Hasta que no pudo más y tumbándose de espaldas lo jaló hacia ella y guió su pene hacia su feminidad, levantando las caderas tan rápido, que no se dio cuenta de que el gritó que se había escuchado era el de ella misma. Marcos, se detuvo un momento dándole tiempo que su cuerpo se amoldará al de él, le encantaba ver como se veían sus cuerpos entrelazados, el suyo moreno, contra la piel blanca y suave de Laura que lo ceñía y lo apretaba como si en ello le fuera la vida. Laura lo tenía abrazado con las piernas, permitiéndole hundirse en ella tan profundo, que sentía el centro del universo estaba alli, en el centro de su precioso cuerpo. Marcos, empezó a acelerar sus embates tan rápido que no tardaron ambos en llegar al clímax. Te quiero Marcos, -estallo nuevamente en sollozos Laura Te quiero tanto, que me da pavor pensar que me vas a dejar.- Marcos, le estaba besando el rastro de sus lagrimas y el mismo se sentía al borde del llanto, por que no podía decir que eso nunca iba a pasar, No tenía la fuerza suficiente para engañarla de esa manera. Laura, por eso estabas llorando hace rato?.- Marcos, sentía que algo se rompía en su interior.- Por favor no llores, gordita. Laura seguía sollozando, quedamente, Marcos se rodó de lado, de manera que Laura , quedará apoyada en su pecho. Marcos alcanzó los cigarros que había dejado encima de buró y encendió uno, aprovechando esos minutos para poner sus pensamientos en claro. Y es que lo que más le dolía de la confesión de Laura, era el no poder decirle que el también la amaba. Porque eso sería permitirle hacerse ilusiones con algo que lo mas seguro era que no podría ser. Por que sabía que su relación tarde o temprano iba a tener que terminar. No podía encadenarla a seguir siendo su amante indefinidamente. No era tan desgraciado como para hacerle eso a Laura. Ella se merecía alguien que pudiera ofrecerle todas las cosas que el no podía. Un nombre, un hogar, un apoyo y la seguridad de ser la única mujer en la vida de ese hombre, aunque eso le partiera el corazón en dos. Estas enojado, Marcos,.- Laura levantó su cara llorosa todavía.- perdóname, sé que no era esto en lo que habíamos quedado y que esta relación debería ser para disfrutar el uno del otro, y no enfrascarnos en sentimientos. Pero no lo pude evitar y necesitaba que lo supieras. Laura, escúchame, no estoy enojado, como podría estarlo?. Estos meses contigo han sido maravillosos y no me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha pasado.- Marcos se calló pensando en la manera de hacerle saber lo importante que era ella para él, sin que entreviera sus sentimientos.- Eres la mujer más maravillosa del mundo y seguiremos con esto hasta donde se pueda, esta bien?.- Laura sorbió por la nariz, no lo podía evitar se moría por escuchar de sus labios el tan anhelado “yo también te quiero”., pero comprendió que para Marcos nunca dejaría de ser su amante. Vamos, vístete te invito a cenar y te llevó a tu casa.- Marcos se levantó de la cama y empezó a vestirse. Ya camino a la casa de Laura, ambos iban completamente sumidos cada quien en sus pensamientos y Laura no podía evitar pensar que su confesión había cambiado su relación. No sabía como pero lo sentía, volteo a ver a Marcos, no dejaba de fumar y de pasarse la mano por el cabello y su rostro se veía tan demacrado y tenso que Laura, sintió pena por él, aparte del inmenso amor que le tenía. Para ella era un hombre fuera de serie, y no sabía sí estaba así por lo que le había dicho, o que era. Se despidieron como siempre con besos en la esquina de su casa.
Lo siguientes días siguieron su rutina de siempre, la
recogía en la tienda, cuando podían hacían el amor, con la misma pasión, solo que para Marcos los finales eran casi una tortura, por que Laura siempre le recordaba entre sollozos que lo amaba y el le dejaba una pedazo de su corazón cada vez que eso pasaba.
Una tarde de sábado a finales de octubre, Marcos estaba
sentado en la sala de su casa, haciendo tiempo para ir por Laura al trabajo, cuando escucho que venía entrando Luisa del la calle. Ya tenía días que la veía muy cambiada, no sabía como expresarlo, pero no podía dejar de pensar que algo estaba pensando. Hola, no puedo creer que estés aquí. Que tu amante no te pudo recibir hoy.- Marcos, no contestó se levantó del sillón, fue por un cigarro.. Ya estaba harto de oír los reproches de Luisa. Sabía que estaba en su derecho y que el desgraciado era él, pero no estaba de ánimo para oírla.
Ah. . . ahora me vas a ignorar?, esta bien. Vamos a ver si
con la noticia que te voy a dar lo sigues haciendo. Aunque no creo que vayas a saltar de gusto. Aunque bueno, tus padres se pusieron felices cuando lo supieron.- Marcos escucho el tono irónico en su voz, sin imaginarse siquiera de que estaba hablando. De que estas hablando, y te advierto Luisa no estoy de humor para una de tus interminables escenas de celos.- Tu crees?, Tranquilízate no te voy hacer ninguna escena. Mejor siéntante por que no se como lo vayas a tomar. Marcos, le hizo caso, mas por evitar un pleito que por escuchar lo que le iba a decir. A decir verdad, ya estaba harto de ella, pero se sentía atrapado en ese matrimonio. Manipulado por ella y sus familias. Con una irónica sonrisa danzando en su rostro, pensaba Marcos, “como pude quererla alguna vez”. Como pude estar tan ciego, por Dios. Pues no se tú como lo vas a tomar, pero tus padres y hermanos están felices de que al fin vayas a ser padre.— Con un sonrisa triunfal .- Escuchaste amor mío, papá - A Marcos se le había ido el color de la cara y se había levantado del sillón, mientras Isabel desfachatadamente se dejaba caer en el otro sillón.- Que estas diciendo? Es una broma, verdad?.- Yooo, como crees?.- Luisa estaba gozando ese momento como pocas veces, se le veía en la mirada de rencor que tenía en los ojos.- Pues si querido, no te acuerdas que me hiciste el amor hace seis semanas, pues aunque me lo hiciste mas a fuerzas que otra cosa. Para lo que yo lo quería sirvió, estoy embarazada así que la estúpida de la Laura esa se va tener que aguantar y tendrá que saber que su amorcito sigue teniendo relaciones con su mujer tan apasionadamente que la embarazó. No crees que es para dar risa?.- Marcos estaba furioso, lo había vuelto a utilizar y el como un imbécil había caído en la trampa. No puedo creer que me hayas utilizado de esa manera Luisa, por que?.- Todavía me preguntas por que? Desgraciado, no sabes lo que siento cuando te oigo llegar en la madrugada con el olor de ella en todo tu cuerpo. Se perfectamente que aparte de todo eso, la quieres, te lo veo en los ojos, asi que a tu hermano se le ocurrió que con un hijo no podrías dejarme y lo logre. Nunca serías capaz de darle ese dolor a tu familia, eso lo tengo muy claro. Asi que prepárate, por que este matrimonio de infierno apenas comienza.
Marcos, no podía creer lo que escuchaba. Su hermano
había ayudado a tenderle la trampa. Estaba tan furioso y se sentía tan impotente que empezó aventar cosas. Lo único que atinó a hacer fue salir de su casa dando un portazo, mientras escuchaba la risa de Luisa.
Laura, estaba ahora si, demasiado desconcertada,
Marcos cada vez espaciaba mas los días que la veía. Y cuando lo hacía, estaba más serio que nunca, sólo lo sentía igual cuando hacían el amor. Era como si solo de esa manera pudiera conectarse con ella. Ya había pasado un mes asi y Laura veía que ahora si estaba pensando en dejarla. Eso la tenía desolada, estaba tan enamorada de Marcos, que sentía que si la dejaba si iba a derrumbar, lo que no sabía es que si esta vez tendría fuerzas para salir adelante.
Dos días después Martha le habló para invitarle a una
reunión en casa de otro amigo en común, Fernando iba a festejar su cumpleaños y celebrarlo los amigos se iban a reunir. Laura aceptó, mas por compromiso que por ganas, pero no podía estar esperando toda la vida, a que Marcos le hablará o la fuera a ver.
Laura por lo menos olvido por un rato sus problemas en
la fiesta de Fernando, ahi reunida con sus amigos de años, bromeando y hablando de tonterías, estuvo no contenta, pero cuando menos se distrajo algo.
Dos semanas después, volvió a recibir llamada de
Martha, para invitarla ahora a una cena en su casa, para celebrar su cumpleaños. Y muy a su pesar aceptó. No había podido ver a Marcos ni un sólo día. Aunque le había hablado una o dos veces, siempre se le oía algo distante y cuando ella le preguntaba si todo estaba bien, siempre le contestaba. Si, solo que tengo mucho trabajo.
Había un chavo de nombre Rafael que había conocido en
la fiesta de Fernando, bastante guapo y este sí era soltero. Era compañero de trabajo de Fernando y no había ocultado el hecho de que le había gustado, incluso ese mismo día le había pedido su teléfono, y había estado llamándola para salir, cosa que ella no había aceptado.
Tres días antes de la cena en casa de Martha, estaba
atendiendo unos clientes en la tienda, cuando le dijeron que tenía llamada. - Bueno,- dudando tomo la llamada no sabía sí era Marcos o Rafael que no dejaba de llamarle casi todos los días. Laura, soy yo Silvia.- A Laura, se le cayó el alma a los pies, estaba segura que le hablaba por algo. Y más cuando oyó que se ponía a parlotear sobre tonterías, cosa que desde que andaba con Marcos no hacía. Silvia, ya dime para que me hablaste. . .- Sorprendida se dió cuenta que Silvia estaba dudando en decirle algo. Es que. . como te lo digo. . .- Silvia me estas poniendo nerviosa, pasa algo?. Si Laura, escucha, sé que tu crees que por que andabas con Marcos, yo estaba molesta y dejamos de vernos pero no era así. Ah no, entonces como era?.- Laura, no pudo evitar darle a su voz un tono irónico .- No, por favor entiéndeme, lo que sucedió es que me mortificaba ver como estabas echando a perder tu vida, comportándote de esa manera.- Laura se sorprendió al escuchar a Silvia, por que realmente se escuchaba sincera en lo que decía, y a decir verdad jamás había vuelto a tener por parte de ella un mal comentario.- Entonces, para eso me llamaste, para pedirme disculpas?.- Laura, no quería dar su brazo a torcer y seguía, sin tragarse totalmente las disculpas de su amiga. En parte, pero te habló por que tengo que decirte algo que estoy segura que te va doler mucho?.- De que hablas, ya vas a empezar con tus comentarios mordaces?.- La joven no pudo evitar sentir escalofríos del nervio, estaba segura que lo que le iba a decir tenía que ver con Marcos. Laura, tengo que decírtelo, sé que va a ser duro. Lo que pasa es que Luisa, la mujer de Marcos esta embarazada.- Laura, sintió que se le caía el mundo encima., estaba tan estupefacta que no sabía que hacer. Por una parte, sabía que era estúpido, pero el comprobar que Marcos se seguía acostando con su mujer, le dolía como si le clavarán un cuchillo en el corazón. Y por otra parte, sabía que eso era el final de su relación con el hombre que mas había amado. Sentía que el corazón se le estaba partiendo y no había nada que pudiera hacer para sentirse mejor. Siempre había sabido que esa relación era temporal y en realidad había durado mucho más de lo que hubiera pensado, casi 18 meses. 18 meses en lo que se había sentido tan amada, y protegida como nunca, ni siquiera cuando aún era hija de familia se había sentido tan feliz, plena y satisfecha consigo misma. Se levantó de la caja, respirando profundamente y hasta entonces se dio cuenta que estaba llorando. Mary entró en ese momento, y la vio.- Ya estas más tranquila. Hace rato entré, y estabas tan concentrada que ni siquiera me escuchaste, preferí dejarte sola. Que pasa Laura,?.- La joven comenzó a explicarle lo que estaba sucediendo.
Mas tarde y después de mucha plática y dos tés, Laura
estaba mucho más tranquila. No menos infeliz, pero ya había tomado una decisión. Entonces estas decidida?.- Mary insistía, sabía lo mucho que amaba a Marcos. Y para ser sincera, en cierta manera la admiraba y la envidiaba. La admiraba, por la forma en que habían llevado su relación de una manera tan madura, sin engaños y mentiras y sin impórtales nadie más. La envidiaba, por que las pocas veces que había tratado a Marcos, se notaba a metros de distancia el profundo amor que se tenían los dos, aunque Marcos nunca se lo había dicho a Laura, ella estaba segura de que Marcos la amaba. Si, Mary, ya no hay vuelta de hoja, esto se acabo. Con un hijo de por medio que necesita a su padre no me queda otro remedio. Ah Mary, por favor si habla Rafael, me avisas?.- Que estas pensando hacer?.- Mary, entornó los ojos, Voy a aceptar salir con él, si no, no voy a tener el valor de dejarlo.- Esta bien, tu sabes lo que haces.- Salió de la bodega moviendo la cabeza, en señal de que no estaba muy de acuerdo con eso.
Marcos, sabía que estaba lastimando a Laura, al no
buscarla. Pero no sabía como decirle que Luisa iba a tener un hijo. Y casi estaba seguro de que para Laura, iba a ser un golpe demasiado duro. Demonios si para él lo había sido. Y no se sentía capaz de verla a los ojos. Por otra parte, ya estaba enterado de que había un muchacho pretendiendo a Laura, y el tenía lo que Marcos no. Libertad. Los celos lo estaban destrozando, pero ella se merecía ser feliz con alguien más y el no tenía derecho a quitarle eso.
Llegó el fin de semana y Laura puso especial atención en
su arreglo, sabía que ese día sí iría Marcos a la cena, por que Martha se lo había confirmado. Asi que se cepillo su largo pelo castaño hasta que brilló, se puso una falda larga de tela de algodón color rojo, que se ajustaba a su cintura y caderas, con una provocativa abertura en un lado, que dejaba ver bastante porción de muslo, y una blusa sin mangas y lo bastante corta para que con cualquier movimiento se le viera la suave piel del vientre. Se maquilló cuidadosamente, haciendo resaltar aún más sus grandes ojos, con varias capas de rimel y una sombra café en los párpados, y hasta medias y zapatos de altos de tacones. Lo hacía para que la viera bien por última vez y otra por que necesitaba toda la seguridad del mundo para verlo sin prestarle atención.
Las noches anteriores había aceptado salir con Rafael,
no le había mentido y le había dicho que ella estaba enamorada de alguien más, pero el no le dio importancia y insistió en salir con ella y en que ella le gustaba mucho y que quería que le diera una oportunidad.
En la cena todos eran conocidos y la mayoría amigos, si
se sorprendieron al verla llegar con el brazo de Rafael por lo hombros, nadie dijo ni demostró nada y ella trató de comportarse con toda la naturalidad que su tristeza y nervios le permitían. Estaba en el comedor de la casa, y Rafael la tenía abrazada tan posesivamente, que cualquiera habría dicho que eran novios de largo tiempo. Había bastantes parejas bailando cuando oyó la voz de Marcos, felicitando a Martha y dándole un beso en la mejilla, riendo con ella. Cuando reparó en que Laura no estaba sola.
Lo que siguió pareció pasar en cámara lenta. Marcos se
quedó viéndola fijamente unos segundos que parecieron durar una eternidad, con un dolor tan grande en la mirada que Laura estuvo a punto de pararse para ir a decirle que . ..que ? . . Que no le importaba nada, y estaba dispuesta a seguir siendo su amante hasta que a él le diera la gana. Que no le importaba quitarle un padre a un niño que no tenía culpa de nada. No podía, asi que tomo una gran bocanada de aire, y lo ignoró olímpicamente. Centro su atención en Rafael y lo beso en la boca, tan apasionadamente, que por un momento sintió como se tensaba Rafael por la sorpresa, pero le siguió la corriente. Solo cuando escucho que le decía Marcos a Martha que lo disculpará que se tenía que ir. Laura se atrevió a separarse de Rafael. El dolor que sentía en el pecho, le inundó lo ojos de lágrimas, el corazón le golpeaba en el pecho tan fuerte que parecía que se le iba a salir, como pudo se quedó unos minutos más con Rafael, hasta que ya no pudo mas y se dirigió al baño. Alli, ya la estaba esperando Martha con una vaso con ron sólo y una mirada de reproche en los ojos que no paso desapercibida para Laura. Ten, flaca parece que lo necesitas.- Laura se bebió en contenido del vaso de un sólo trago. El alcohol le sacó lagrimas, pero en unos minutos la tranquilizo lo suficiente como para empezar a retocarse el maquillaje. Entonces Martha le reprochó.- No pensé que fueras capaz de hacerle algo asi a Marcos. Laura esbozó algo que debería haber parecido una sonrisa, pero que resultó ser una mueca,- Sabes Martha, yo tampoco.- Pero no habría tenido el valor de dejarlo cara a cara.- Te juro que fue mejor asi. Sólo espero que más adelante él alcancé a comprender que lo hice por ese motivo. - Suspiró profundamente tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos- Tu ya sabes que su mujer esta embarazada, no? Yo podré ser todo lo inmadura e irresponsable que tu quieras. Pero sé perfectamente que aunque Luisa sea una desgraciada manipuladora, ese pequeño va necesitar ambos padres y conozco a Marcos lo suficiente, para darme cuenta de que el haría cualquier cosa por un hijo, asi que esta vez me tocó perder. Martha, abrazó a su amiga por lo hombros, mientras sólo atinaba a murmurar a modo de consuelo, - Sé que no me crees ahorita, pero se te va a pasar. Quizas, pero por lo pronto el corazón se me esta partiendo en pedazos.- Marcos, estaba con Jorge delante de una botella de tequila que ya casí se había acabado y aunque ya se sentía bastante bebido, no podía dejar de ver ante su ojos a Laura besando al muchacho ese. No había podido quedarse alli, ni un momento más. Los ojos le ardían terriblemente, y el dolor en el pecho era tan fuerte que no sabía que hacer para calmarlo. Asi que se sirvió otro vaso de brandy casi lleno y de un solo golpe se lo tomó. Jorge a su lado, no decía nada, se limitaba a estar alli con el. De cierta manera, agradecía que Laura hubiera hecho aquello, por que sabía que la estaba lastimando haberla hecho a un lado sin ninguna explicación, pero demonios dolía demasiado. Apuro otro trago, mientras Jorge pedía otra botella. Marcos no pudo evitar pensar que aquella terapia iba para largo.