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Marcos, estaba sentado en el patio interior de la casa

donde se iba a llevar a cabo la fiesta de cumpleaños de


unos de sus amigos de toda la vida, Jorge, y aunque
hacía mucho que no se juntaba con la palomilla con la
que se había criado, no por eso dejaba de apreciarlos
muchísimos a todos.
Era pleno verano, y eso tenía mucho que ver con que él
hubiera aceptado a ir, ya que el calor del verano,
provocaba en uno disfrutar de las frescas noches. Había
muchísimas jóvenes algunos tomando cerveza, o bebidas
preparadas, algunos otros estaban bailando, y el
realmente se sentía contento de verse tomado un rato en
el trabajo para poder asistir a esa fiesta en particular.
Había veces en que a sus 22 años, se sentía como si
tuviera 40.
Que paso, que te ofrezco, hermano?,- Jorge el
cumpleañero en cuestión se sentó a su lado, que te
habías hecho, hacía meses que no te veía.-
Pues ya ves, tratando de sacar adelante la casa, pero no
quiero hablar de mi, lo que quiero es relajarme y olvidar,
mejor cuéntame, quien más van a venir.-
Pues de venir no sé, pero yo invité, ya sabes a todos.
Por cierto, mira allí vienen Silvia, Martha y Laura.
Marcos volteó, a ver a la muchachas nombradas, a las
dos primeras las conocía, también prácticamente de toda
la vida, a la tercera la había tratado realmente poco, ya
que ella tenía poco que se empezaba juntarse con el
grupo de amigos.
Silvia y Martha, se dejaron caer desfachatadamente en
las sillas, saludando a todos con la mano y poco más
atrás, saludando también alegremente venía Laura,
aunque a primera vista no se notaba mucho, se veía algo
triste o incomoda tal vez.
Marcos estaba llevándose la botella de la cerveza a los
labios, cuando pudo ver completamente a Laura, se
quedó boquiabierto. Laura, llevaba un pantalón de
mezclilla entalladísimo, que permitía apreciar su largas y
torneadas piernas y su redondo trasero, y una blusita
que dejaba ver parte de la suave piel del vientre y unos
senos que se erguían orgullosos contra la suave tela de
la blusa, tenía el pelo largo, color castaño claro hasta una
brevísima cintura, que al parecer podría abarcar con su
propias manos y todo el conjunto mostraba un cuerpo tan
hermoso y sexy que bien podría haber sido de una
estrella de cine, aunque, al parecer ella no se daba
cuenta o no le importaba, el atuendo común en todas las
chicas de sus edad en ella se veía tremendamente sexy y
provocativo.
Laura se sentó y saludo a Jorge con un beso en la mejilla,
y después se volteó y saludo algo cohibida a Marcos
quién aun trataba de disimular el impacto que había
tenido su figura en él.
Marcos, conocía a Laura desde hacía un par de años,
pero realmente nunca la había tratado. Ella empezó a
juntarse con los muchachos cuando él aparecía muy poco
por el barrio donde se juntaban, y si sabía algo de ella,
era más bien por lo que comentaban los amigos, las raras
veces que llegaba a juntarse con ellos para algún festejo.
Ahora al tenerla sentada junta a él, se podía dar
perfectamente cuenta de que realmente era una
preciosidad de muchacha, tenía un cuello largo, unos
inmensos ojos color miel, una nariz respingona y una
boca bastante sensual, aunque viéndola de frente uno se
podía dar cuenta que en sus ojos había algo de cautela.
Hola como estas?, hacía muchísimo que no te veía-
Laura, le dirigió una mirada y una sonrisa ilumino su
rostro, echándose el cabello hacia atrás con una mano,-
Pues más o menos bien, hace muchísimo que no te
veíamos con los muchachos, desde que te casaste, no?
Laura, era en esa fecha una madre soltera de un niño de
dos años. Había sido el clásico caso de adolescente
embarazada por lo que estaba en constante lucha por
mantenerlo, después de que el padre de su hijo, la había
abandonado, se había visto obligada a abandonar los
estudios. Y aunque moralmente estaba pasando por
momentos muy difíciles, debido al abandono del tipo, ya
que se sentía muy inferior y muchas veces pensaba que
como mujer ya no tenia ningún valor. Trataba de sentirse
mejor saliendo con cuanto hombre se lo pedía. Estaba
consciente, que esa no era manera de resolver sus
problemas, pero si era una manera de demostrarle al
padre de su hijo, que había alguien más interesado en
ella., y que aún tenía valor como mujer.
El abandono había sido para ella, algo terrible, ya que
ella, había abandonado todo, famita, amigos y los
estudios de tan enamorada que se sentía, aunque ahora,
estaba tan confundida, que ya no sabía sí aún quería al
hombre o sólo era una manera de curar sus heridas y
evitar la eminente soledad a la que se tendría que
enfrentar. Laura, le hizo la pregunta a Marcos, tratando
de ver su reacción, ya que según por lo que contaban
múltiples amigos mutuos que tenían, Marcos se había
casado manipulado por su entonces novia, ya que ella le
había jurado que estaba embarazada, y Marcos obligado
por sus principios morales, le había pedido matrimonio, y
dos meses después de la boda, había resultado con que
todo había sido una falsa alarma. En ese aspecto no
podía menos que admirar su honestidad ya que en esa
época no cualquier se casaba con su novia solo por que
estar embarazada.
Marcos, no era lo que se podía decir guapo, era bastante
delgado, alto, con el cabello oscuro tan rizado, que poco
le faltaba para ser afro, y algo largo, tenía unos enormes
ojos cafés con pestañas largas rizadas, el mentón
cuadrado y una boca escondida bajo un bigote espeso,
pero tenía una sonrisa franca y abierta y a ella siempre le
había caído bien, ya que era un joven que realmente se
dedicaba a lo suyo sin meterse con nadie y a las pocas
veces que habían coincidido en algún festejo o reunión
casi nunca cruzaban mas que una o dos frases.
Marcos ignoró su pregunta haciendo una a su vez.-
Y el niño como esta?
Laura, hizo un intento de sonrisa al ver que no había
contestado a su pregunta.-
Bien, mi hijo esta bien, gracias a Dios.
Marcos siguió con sus preguntas Y ahora donde vives?
Por el norte con mi mamá, me imagino ya que estas
enterado que “el Ricky” y yo terminamos, no?
Si, la verdad algo me comentaron, pero esas cosas
pasan, o todavía estas triste por eso?
Pues realmente, ya ni sé, a veces siento que sí, que la
vida ya se acabó para mi, pero otras la verdad ni me
acuerdo de él, o quizás no quisiera acordarme, y luego en
la noche cuando llego a dormir y veo a mi pequeño Angel,
dormido me doy cuenta de que he sido una idiota y que
aunque haya pasado lo que pasó, debo de darle gracias a
Dios por tener a mi niño sano y conmigo.
Laura, no sabía por que le estaba contando esas cosas a
Marcos, sinceramente ni su amigo lo consideraba y si
había asistido al cumpleaños de Jorge, había sido en
primer lugar, por que lo estimaba mucho, en segundo, por
que se sentía harta de llegar a una casa en la que lo
único que la ataba era su pequeño hijo y en tercera por
bailar, a Laura le encantaba bailar.
-Perdóname Marcos, no sé por que te estoy contando
estas cosas a ti, y menos cuando hace tantisimo tiempo
que no te veía.
No te preocupes, no por que no nos vemos seguido, no
me puedes considerar tu amigo.
No, no como crees. No es eso, es que me da pena que
oigas mis quejas.
Mira, mejor voy a traer una cerveza, quieres una?
Si si.
Que tanto te cuenta Marcos, - pregunto con una amplía
sonrisa Silvia.
No empieces Silvia, sólo nos estabamos saludando, hace
muchisimo que no lo veía.
Es que ya sabes desde que se casó con esa bruja de su
mujer, es todo un hombre trabajador y responsable, y
todo eso.
Laura, soltó un pesado suspiro, últimamente y a pesar de
que ella creía que Silvia y ella eran buenas amigas,
habían tenido algunos roces, ya que Silvia a pesar de ser
ella misma una joven bastante disoluta, no estaba de
acuerdo en que Laura, saliera con todos los muchachos
que la invitaban.
Laura, sólo se encogió de hombros, sin contestar.
La música era bastante buena para bailar y ella trataba
de demostrar que nada tenía importancia en este mundo
para ella, y que sólo quería divertirse.
Para cuando Marcos regresó con su cerveza, Laura, casi
estaba bailando sentada, y no pudo menos que esbozar
una sonrisa. Aunque era verdad que se había visto
envuelto en un matrimonio forzoso, él de cierta manera
estimaba a Luisa, su mujer, aunque para ser sincero no
la amaba con pasión ni mucho menos, pero era una
buena esposa, la típica que no reclamaba nada nunca.
Aunque era probable que eso fuera lo que hiciera más
llevadero su matrimonio, ya que a la fecha no había
podido evitar tener una que otra aventurilla, y si Luisa se
había dado cuenta, nunca se lo había hecho saber. Al
ver a Laura sentada moviendo su precioso cuerpo al
compás de la música, no pudo menos que pensar lo que
sería sentir ese precioso cuerpo en sus brazos y el
cabello rozándole el pecho. Dios santo, en que estaba
pensando, ella acababa de salir de una relación, que por
lo que se veía había sido bastante difícil para Laura, y
luego estaba que el iban a decir los de su grupo de
amigos, ya que con todo lo inconscientes que pueden
llegar a ser los jóvenes, también eran bastante
conservadores, a veces.
Trató de alejar esos pensamientos de su mente, lo mejor
sería disfrutar de esa noche y divertirse.
Laura, tomo la cerveza de su mano, con una sonrisa y le
dio un largo trago, para después soltar una alegre
carcajada por algo que comentaron Silvia y Martha.
Silvia y Martha,, eran amigas inseparables desde la
niñez y ella siempre se había sentido como un poco
envidiosa de la amistad tan fuerte que tenían ellas dos, ya
que ella en ese momento no tenía ninguna amiga, asi de
intima.
Marcos, puso una mano en el hombro de Laura, para que
esta volteará a verlo, - Esta padre la música, no quieres
bailar?
Me encantaría,.-
Marcos, le retiro la silla, y la tomó de las manos para
guiarle hacia el centro del patio donde la mayoría de los
amigos estaban bailando una tonada de moda.
Laura, se movía con gracia y elegancia, sus largas
piernas se movían con agilidad mientras daba vueltas
moviendo provocativamente su precioso trasero, su pelo
se le iba hacia la cara, y ella con una mano se lo echaba
coquetamente hacia atrás. Se veía que disfrutaba del
baile y en honor la verdad a Marcos también le encantaba
bailar, y veía con gusto que cualquier paso que él hiciera
Laura hacía su contraparte, por muy atrevido o difícil que
fuera.
La música moderna terminó, tocando su turno a una
ronda de baladas románticas, Marcos se detuvo unos
segundos, dándole tiempo por si quería dar por terminado
el baile, aunque se dio cuenta que no, al parecer Laura
no era del tipo de muchachas que se cohibiera por algo
como bailar música romántica con un amigo.- pensó
Marcos le tendió los brazos y le pasó las manos por la
cintura, no pudo evitar sonreír, al percatarse que
efectivamente, tenía una cintura tan breve, que sus
manos la cubrían casi totalmente. Sintió que ella soltaba
un largo suspiro y apoyaba su cara en el hombro lo único
que le quedo por hacer para no hacer el ridículo fue
moverla rítmicamente, sin poder evitarlo sintió que su
entrepierna empezaba a despertar.
Laura, se sintió por primera vez en mucho tiempo
tranquila y segura entre los brazos de Marcos, el bailaba
excelentemente bien y aunque cuando empezó a bailar
con él, tenía toda la intención de que sólo fuera un baile,
al darse cuenta que era un excelente bailarín, no pudo
resistirse a seguirlo haciendo, aunque en ese preciso
momento, ya no sabía si lo que apreciaba eran sus
movimientos o sentir su firme y largo cuerpo junto al suyo.
Podía sentir claramente como los muslos de él rozaban
los suyos, y sus manos ásperas rozaban una parte de la
sensible piel de la cintura, y cuando menos pensó, estaba
sintiendo un destello de excitación recorrerla de los pies a
la cabeza, levantó la vista para verlo a los ojos,
sorprendiéndose al ver en sus ojos una atisbo de algo,
seria deseo? Desde hacía bastante tiempo que un
hombre no la emocionaba como estaba sucediendo en
ese momento con ese baile y para ser honesta con ella
misma, la veces que había tenido relaciones sexuales
con alguien desde que terminó con Ricky, había sido mas
por venganza hacia él, y no porque tuviera deseos de
hacerlo, incluso en algunas ocasiones no fue nada
placentero para ella. Por otra parte tampoco habían sido
todas las veces que los demás pensaban, pero ella no
tenía ni las ganas ni las fuerzas para explicárselos.
Marcos, sentía ya un bulto entre las piernas, y no eran
precisamente sus llaves, hacía muchisimo tiempo que no
disfrutaba el bailar con alguien, y menos si a eso se le
sumaba que tuviera un cuerpo tan hermoso que quitaba
el aliento, la piel que le rozaba en la cintura, cada vez que
se le levantaba la blusa, se sentía suave y cremosa,
provocando que se estremeciera de solo imaginar como
sería tenerla tendida y desnuda junto a el, sentir sus
pechos rozándose con su torso y sus delicadas manos
explorando por su cuerpo. Marcos no pudo evitar
estremecerse. Diablos esta mujer era dinamita pura, si
lo ponía a mil al bailar con ella, no quería ni imaginarse lo
que sería hacer el amor con ella.
Afortunadamente o desafortunadamente, ya ni sabía,
terminó la música, y Marcos la guió hacia su mesa, en
ella ya había varios amigos todos platicando y
bromeando, por lo que empezaron a intervenir en la
plática., y ya no pudo seguir platicando con Laura.
Laura, estaba consciente de que lo que había sentido al
bailar había sido tensión sexual, aunque no tenía sentido
ahondar en ese sentimiento ya que no estaba interesada
en tener mas relaciones casuales y luego estaba el
pánico que le daba que la fueran a rechazar, y además
estaba completamente consciente que era un hombre
casado. El algún momento, Marcos le paso un brazo por
lo hombros, pero Laura no hizo siquiera el intento de
quitarse, si no al contrario, se apretó un poco mas contra
permitiéndose el lujo de sentir aunque fuera un segundo
el apoyo de alguien.

Ya era muy noche cuando la fiesta llego a su fin, estaba


despediendose de los amigos y viendo con quien se iba a
ir a su casa, cuando sintió escalofríos en la espalda, un
presentimiento de que alguien estaba detrás de ella. Al
voltear para ver quien era vio a Marcos, parado detrás de
ella.
Con quien te vas a ir?.- Traigo coche, si quieres te llevo.-
Pues, la verdad no sé con quien me voy a ir, para que
rumbo vas?
Tu no te preocupes por eso, a donde vayas yo te llevo, no
tengo ninguna prisa.
Laura, estaba todavía pensando en aceptar el
ofrecimiento de Marcos y las consecuencias que esto le
traería, cuando vio de reojo a Silvia acercándose a ellos,
para preguntarle también si ya tenía con quien irse.
Nosotros ya vamos para la casa, Laura no te vas?
Laura notó inmediatamente el tono en que se lo decía su
amiga, entre irónico y de advertencia. Realmente, no
tenía motivo para decirle que no se iba a ir con ellos, ya
que Silvia y su hermano Jorge vivían para el norte igual
que ella.
Marcos, se apresuró a aclararle a Silvia que el también
estaba dispuesto a llevarla.
Sabes que Silvia, déjalo mejor me voy con Marcos.
No sabía por que había aceptado a irse con Marcos,
sabía que seguramente eso provocaría otro pleito con
Silvia, pero lo había hecho en parte por llevarle la
contraria.
Marcos, también se veía algo asombrado de ver que
había aceptado, quizás su ofrecimiento lo había hecho
solo por compromiso.
Marcos, le sonrió.- Te dejo mientras me despido de lo
muchachos, esta bien?.- Te espero afuera.-
Silvia aprovecho que se habían quedado
momentáneamente sola con Laura, para espetarle en la
cara,- No estarás pensando en acostarte con Marcos,
Verdad? Es que no te das cuenta, que la estas
regando?, Y Marcos de pilón esta casado, que esperas
de él!. . .
Ya Silvia, cálmate, por que te adelantas, Marcos solo me
ofreció un aventón, no una vida a su lado. Además Silvia,
es mi vida y puedo hacer con ella lo que yo quiera, no
crees?
-Un aventón, pero estas bromeando, verdad? Todo el
mundo se dio cuenta mientras bailaban, de que se
comían con la mirada. Y como estaban bailando poco
faltó para que te hiciera el amor allí mismo delante de
todos!!.
No inventes,- Laura, no pudo evitar reírse.- No seas
exagerada.
Exagerada dices, todos nos dimos cuenta de lo que
estaba pasando!!!
Hay algún problema, Laura?
Laura, estaba tan envuelta en su pleito con Silvia que no
se había percatado que Marcos estaba parado atrás de
ella, quien sabe que tanto habría escuchado.
No, no hay ningún problema, por que no nos vamos, la
verdad me siento algo cansada, mejor después te hablo
Silvia.
Laura se encaminó hacia la salida, sin voltear para ver si
Marcos la iba siguiendo. Estaba furiosa, con la vida por
ponerla en esa situación, con sus amigas por no
comprenderla, y hasta con ella misma, por no poder
comportarse quizás mas maduramente. Y lo peor de todo
es que Silvia tenía algo de razón, a veces ella misma se
recriminaba que fuera tan indiferente con su forma de ser,
aunque esa noche en particular no tenía ganas de
ponerse a analizar el porque lo estaba haciendo, solo
sabía que era una manera de calmar en algo la inmensa
soledad que sentía en su corazón.
Al llegar a la puerta, dio una profunda bocanada, al aire
limpio y fresco de la madrugada, tratando de calmar su
coraje.
Marcos, se encaminó hacia la puerta, algo muy serio
había molestado a Laura y había sido lo que le había
dicho Silvia. No sabía porque, pero sentía unos deseos
enormes de proteger a Laura de quien fuera, aún y en
contra de sus amigos de tantos años. La verdad lo había
dejado impresionado, aparte de que era una belleza, le
gustaba la manera en que le sonreía, en que se echaba
su largo cabello hacia atrás, la manera en que lo veía a
los ojos y le sostenía la mirada, sin vergüenza de ningún
tipo, y no, definitivamente tampoco tenía ganas de
meditar el porque le provocaba ese tipo de cosas, una
chava a la que conocía de años y menos cuando sabía
que él ya era un hombre con compromisos.

-Estas bien, Laura?.


Si, no te preocupes, nos vamos?
Si, el carro lo deje por acá. Vamos. Marcos le puso una
mano en la cintura y la guió hasta donde había dejado su
viejo Ford. Ni Laura y ni Marcos emitieron, ninguna
palabra, hasta rato después.
Me quieres contar por que Silvia se enojó por que me
ofrecí a llevarte a tu casa?
Laura, estaba viendo por la ventana, aunque las calles a
esa hora estaban casi solas, ya más tranquila, ahora
sentía sobre ella el peso de la responsabilidad, y
realmente no sabía si Marcos había pensado mal de ella
por haber bailado con el. Volteo a verlo para
responderle.-
Lo que pasa es que siente que me he estado
comportando de una manera bastante. . . .
bastante que? . . .- aminandola Marcos.
Pues ya sabes, alocada, reventada. . . disoluta, indolente,
que se yo.
Y tú crees que tenga razón?,
Sinceramente, no lo sé, quizás en parte si, creo.
Mira, yo sé que has pasado por cosas muy difíciles, pero
también creo que debes ver hacia adelante y olvidarte de
cualquier cosa que te hayan hecho en el pasado, si no lo
único que vas a lograr es amargarte y echar a perder tu
vida y la de tu hijo.
Laura, se quedo en silencio sopesando lo que le había
dicho Marcos, realmente no sabía por que se tenía que
comportar como si nada le importara, cuando realmente,
era al revés, todo le importaba. El abandono del padre de
su hijo, le habia complicado la existencia, pero se daba
perfecta cuenta de que no era la única mujer que había
pasado por algo asi e incluso comprendía, que realmente
había sido lo mejor que pudo pasarle, ya que él no había
merecido la pena.

Laura estaba tan embebida en sus pensamientos, que no


se dio cuenta que ya habían llegado a la colonia donde
vivía con su mama, hasta que Marcos le pregunto por
donde se iba.

Perdón me distraje, vete derecho por la calle cuatro y das


vuelta en la calle dieciséis, es la segunda casa del lado
derecho.

Marcos, tomo la calle que le había indicado, no sin antes


fijarse en que al parecer lo que le había dicho a la joven
le había calado hondo, por que no volvió a tocar el tema,
y no pudo evitar fijarse en la manera en que se frotaba las
manos nerviosamente, y en la mirada de temor que
inundaban su bellos ojos.
Marcos llegó a la esquina de la casa, estaciono el carro y
lo apago.
Se volteó en el asiento, saco una cajetilla de cigarro de la
guantera, y encendió uno sentándose de lado en el
asiento del vehículo, ofreciéndole un cigarro a Laura.
Quieres uno?
Si por favor, asintió, echándose hacia atrás el largo
cabello con la mano, gesto que al parecer era muy
habitual en ella.
Cuéntame, en donde estas trabajando, Laura.
En el centro, en una tienda de ropa, mencionándole una
tienda muy famosa en la ciudad, por la calidad de sus
prendas..
Y tu?.- Laura no podía evitar pensar que entre más
tiempo estaba con Marcos, había más cosas que le
gustaban de él. A pesar de que le había dicho una gran
verdad en lo referente a su vida, se notaba que ahora le
estaba dando tiempo para asimilarlo, sin contar que no la
presionaba y eso se lo agradecía enormemente.
Estoy trabajando en un empresa de mensajería como
chofer, por el día, y a veces en la noche en un periódico,
aunque ese es eventual, si hay trabajo o no. Y
el niño con quien lo dejas?
Con mi mamá, aunque si por ella fuera, me lo tendría que
llevar al trabajo.
O sea que a ella tampoco le cae muy en gracia el que
estés sola?
Pues, la verdad me tolera, pero creo que si pudiera, me
mandaría a otro lugar, y la verdad, estoy consciente que
el error fue mío y no tengo por que perjudicar a nadie con
mis decisiones, Admitió Laura, mientras le daba una gran
fumada al cigarro.
Marcos asintió con la cabeza, mientras pensaba que cada
vez le gustaba mas, aún y cuando se veía que estaba
muy afectada todavía por todas las cosas que estaba
viviendo. Había que reconocer que para cualquier ser
humano eran asuntos muy dolorosos, ella a sus 19 años
de edad, estaba tomándolo con mucha entereza y no
podía menos que admirar la fuerza del carácter que tenía,
y su valentía para encarar la vida de esa manera.

Se quedaron algunos minutos en un cómodo silencio,


como si supieran, en que estaban pensando y les
agradará la idea a los dos.

Marcos se terminó su cigarro, apagándolo en el cenicero,


estiró una mano para tomar un mechón del cabello de
Laura, que se sentía como seda entre sus dedos, y sintió
un escalofrío de excitación recorrerle la espalda al
recordar lo bien que se había sentido al tenerla entre sus
brazos al bailar con ella.
Al carajo con todo!, iba a ser algo de lo que a lo mejor se
arrepentiría.
Laura, me gustas mucho, y esta noche cuando
estabamos bailando en la fiesta, sentí algo entre
nosotros,.
Larua, volteo a verlo esbozando un principio de sonrisa
que dejo enmudecido a Marcos.-
Lo sé, por que yo también lo sentí.
Marcos, le puso una mano bajo la barbilla, levantándole el
rostro, soltando un profundo gemido al notar que Laura
entreabría sus labios. La intención de Marcos había sido
de sólo rozar sus labios.
Laura, presentía que Marcos la iba a besar, y empezaba
a sentirse nerviosa, pero al sentir sus labios y el espeso
bigote rozarle la boca el aleteo en el bajo vientre fue tan
fuerte que su boca cobró vida propia. Marcos, sabía tan
bien, un poco a tabaco, un poco a cerveza y mucho a
hombre que desató en su interior toda clase de
emociones. Se sentía reacia a dar por terminado el beso,
aunque sabía que estaba cometiendo otro error.
Vaya, . . .- Marcos había dejado de besarla, pero aún le
tenía el brazo en la espalda.- Creo que tenemos toda la
razón, aquí hay algo.
Laura, sólo pudo sonreír estúpidamente y balbucear un-
Sí, creo que sí.
Mira Laura no te quiero engañar, sabes que ya tengo
compromiso.-
Te refieres a que eres casado.- Termino por el, Laura,
con una sonrisa.-
Marcos, se sorprendió al notar la tranquilidad con que lo
decía Laura,.
Mira Marcos, ya no soy una niña, y aunque lo fuera,
nunca he sido espantada. Yo también sentí algo cuando
bailábamos, si eres casado o no, no me interesa, al fin y
al cabo, en este preciso momento de mi vida en lo último
que pienso es en casarme con alguien, así que mejor
dime honestamente que es lo quieres de mi, que esperas,
lo único que te pido es que por favor no me mientas, por
que de los engaños ya estoy harta.
Marcos, soltó una carcajada, al ver que ya estaba
haciendo alarde ese carácter tan fiero que estaba
empezando a gustarle demasiado.
Laura, ven acá.- Marcos la tomo en sus brazos y empezó
a besarla nuevamente pero esta vez de un modo, que la
hizo sentir que las piernas se le derretían, el sensual
movimiento de su lengua, invadía cada uno de los
rincones de su boca, provocándola, urgiéndola,
rogándole que cediera, imitando con su lengua, la manera
en que la podría poseer, logrando que Laura quisiera
comprobar muchas cosas. . .
Larura, que Dios me perdone, pero eres deliciosa.-
Susurró contra su cuello, dándole pequeños besos en los
lóbulos de los oídos y dejando un rastro húmedo por su
hombro.
Laura, se había excitado tan rápido, que no podía pensar
en nada mas que en el hombre al que estaba
prácticamente aferrada, sabía que era muy probable que
estuviera cometiendo un error más, pero no le importaba
nada, solo el tratar de calmar la dulce desesperación que
le estaba naciendo en las entrañas.-
Saco fuerzas de sus dudas para separarse del hombre y
tratar de razonar lo que sentía.
Marcos, no me contestaste, aunque se me hace que ya
no es necesario, verdad?.- dijo entre risas y suspiros.
Marcos, aún a su pesar dejo de besarla .-
Tienes razón, pero es que no lo puedo evitar.- Con un
ruido, casi gutural, empezó aflojar el abrazo, pero sin
soltarla completamente.-
Sabes, esto solo me reafirma lo que sentí en la fiesta, tu y
yo tenemos algo que esta aquí entre nosotros. Y
volviendo a lo que quiero de ti, creo que más bien tu que
me puedes dar, puede que en este momento no te
interese que éste casado, pero quizás si seguimos
adelante con esto, llegué el momento en que me lo
reclames en el futuro.
Laura, trató de despejar su mente, de la bruma sexual
que lo único que le provocaba era tratar de quitarle la
ropa al hombre sentado junto a ella, en el estrecho
asiento del carro.
Perdóname, pero creo que ahorita no puedo pensar con
claridad.
Se a que te refieres.- Dijo soltando un risa tan profunda
que sólo logro provocarle mas estremecimientos a Laura.
Y no te importa que tenga una reputación, como le
llamaríamos?, algo lastimada.
Laura, observó asombrada como Marcos, se tapaba la
cara con ambas manos y sus hombros se sacudían.
Oye, no es para que tomes asi, no creí que lo de mi
reputación fuera a afectarte tanto.
Marcos, bajó las manos, y Laura miró asombrada que lo
que lo sacudía era una risa, que al parecer no podía
parar.
Unos minutos después, Marcos seguía riéndose, aunque
ya se había calmado. Perdóname, Laura, pero es que tu
crees que yo soy tan estúpido para creer, lo que dicen de
tí, sobre la cantidad de hombres con lo que has salido.
Por eso te estabas riendo, - Laura, no sabía si enojarse
por hacerse estado burlando de ella, o reírse con él.
Es que, mira sé que no nos hemos tratado lo suficiente,
pero a leguas se te nota, que no eres la comehombres
que quieren hacerte ver, cuando llegaste a la fiesta,
tenías una mirada como cautelsa, de tristeza, no se como
describirla. . .
Laura, estaba asombrada. Marcos había notado cosas
en ella que nadie más se había tomado la molestia de
observar.
Entonces eso quiere decir que no te importa que te vayan
a relacionar con una mujer como yo?
Una mujer como tu?,- Yo veo a una preciosa chava
tratando de sacar adelante su vida, con una valentía que
ya quisieran muchos. Mira, Laura, admito que a lo mejor
has cometido algunos errores, pero cualquiera esta
susceptible a cometerlos y a mi lo que me importa de ti,
es tu presente y quizas lo que nos pudiera pasar en un
futuro, si es que estas dispuesta a salir conmigo.
Lo único que te puedo decir, es que vamos a ver que sale
de todo esto, sobre el camino te parece?, pero te prometo
que nunca, nunca te voy hacer ningún reclamo por tu
estado civil.
Laura, eres maravillosa,-
Marcos, no quería pensar en las consecuencias de lo que
acababa de proponer, y tomando a Laura otra vez entre
sus brazos, empezó a besarla otra vez pero con más
ardor, no pudo evitar gemir de satisfacción cuando sintió
las pequeñas manos de Laura, acariciando su espalda y
rozándole la piel con las uñas, debajo de la camiseta, y
mordiéndole el labio inferior para después lamérselo con
una sensualidad que lo sorprendió, provocándole una
erección tan potente, que sentía que iba a romperle el
pantalón. Subió una mano hasta un seno de ella, solo
para comprobar que le cabía perfectamente en la palma
de la mano, y sintió como el pezón se endurecía
pidiéndole que le prestará atención, por lo que Marcos
obedeció bajando la cabeza hasta su pecho y dándole
pequeños mordiscos a través de la tela de la blusa y del
sostén, hasta dejársela húmeda y ver lo pezones duros y
tiesos como pequeñas rocas, arrancándole a Laura, un
profundo gemido de satisfacción
Pasó un largo rato de mas suspiros, abrazos y besos,
cuando Laura, finalmente tuvo fuerzas para desprender
su boca de la de Marcos, ya sentía los pechos y labios
tan hinchados que le dolían, y si a eso le sumaba la
humedad que sentía entre las pierna, se daba
perfectamente cuenta de que un momento, más ya no iba
a poder deternerse. Al parecer Marcos, pensó lo mismo
por que empezó aflojar su abrazo.

Laura, no podemos seguir.- Marcos seguía con la cara


enterrada entre la mata de cabello de Laura, y aún podía
escucharse la respiración agitada de ambos.
Sabes, lo peor de todo, es que sé que tienes razón, pero
mi cuerpo no me quiere hacer caso.-
Marcos no pudo evitar soltar una carcajada.
Sabes, Laura, eres maravillosa para mi ego..- Marcos no
dejaba de acariciarle el cabello y la espalda con las
manos y de darle unos besos tan suaves, que sólo la
dejaban anhelando más.-
Pero creo que es demasiado pronto para lo que tengo en
mente. Y además quiero que la primera vez entre
nosotros, podamos disfrutar uno del otro sin tener que
preocuparnos del tiempo ni del lugar y de los fuegos
artificiales, que seguramente habrá cuando al fin logre
poseerte.
Laura, se separo de él lo suficiente, para verlo a los ojos y
el crudo deseo que vio en ellos la dejo atónita y
temblorosa. Comprendió en ese instante, lo que estaba a
punto de hacer y se dio cuenta que sí, Marcos tenía
razón, era demasiado pronto para lanzarse de cabeza y
de picada a los brazos de ese hombre, que aunque algo
le decía que valía la pena, casi ni lo conocía y por mucho
que provocará en ella toda clase de sensaciones, no
dejaba de sentir cierto temor, nacido quizás de los
nervios.
Sabes Marcos, tu también eres maravilloso, a cualquier
otro no le había importado nada, en cambio tu, al parecer
piensas por lo dos.
Laura, intentó recuperar la compostura.- Creo que es
mejor que me vaya, es bastante tarde.-
Marcos, la soltó resignadamente, ten ponte mi chamarra,
- Marcos salió del carro, y le dio la vuelta para abrirle la
puerta, un gesto caballeroso, algo inusual ya en un
hombre, resultando para ella un gesto conmovedor.
La ayudo a salir del carro, y le paso el brazo por lo
hombros, rápidamente caminaron lo 20 metros hasta la
puerta de la casa de la madre de Laura.
Bueno nos vemos.- Laura, hizo el intentó de irse, pero
Marco la jaló de un brazo para tomarle la cara entre las
manos y darle un último y apasionado beso en los labios.
Yo te busco mañana, si?.-
Se quedó ahí, hasta que vio a la joven entrar a la casa a
oscuras.
Se encaminó hacia su casa, pensando en todo lo que
había pasado a lo largo de la noche.
Realmente, uno nunca sabe que esperar del futuro, él
nunca se hubiera imaginado que ese día iba a iniciar una
relación y menos con Laura.
Se veía que ella se sentía muy menospreciada, y había
algo en ella que despertaba sentimientos demasiados
profundos en él, como para ignorarlos. Mañana le
hablaría por teléfono a Jorge, para ver que podía
platicarle de Laura, ya que el como hermano de Silvia,
seguramente estaría enterado de todo lo que le había
pasado en los dos años que había estado con Ricky.

Aun iba pensando en Laura, cuando llegó a su casa,


entro en silencio, procurando no hacer ruido, para no
despertar a Isabel su mujer. Sin querer, al ver a su
esposa acostada en la cama, sintió remordimientos por el
engaño, Luisa si alguna vez se había enterado de sus
anteriores andanzas, nunca siquiera le había insinuado
que estuviera enterada. Aunque siempre habían sido
cosa de una o dos veces, nada importantes Siempre se
había comportado como una señora y nunca le había
dado a Marcos queja alguna. Sería por que lo había
presionado con engaños para casarse con él y tenia
sentimiento de culpa? A Marcos no le gustaba ahondar
en eso.
Se daba perfectamente cuenta, que había sido un
perfecto imbécil, pero cuando ya había recapacitado en
ello, ya tenía como año y medio de casado, su familia
política lo adoraba y su propia familia adoraba a Luisa.
Luisa, al sentirlo acostarse a su lado, se dio la vuelta y le
dio un beso en el pecho.
Te toco trabajar, amor?
Si, tu crees?.- Maldiciendo interiormente por la mentira.-
Le dio un suave beso en la frente.-
Pobrecito de ti, ya descansa,- Luisa aceptó el beso y se
dio la vuelta en la cama.- Vaya, que mujer tan apasionada
tenía. Volteándose hacia su propio lado, oyó como la
respiración de Luisa se volvía acompasada, signo de que
había vuelto a dormirse.
Por lo que el trato de hacer lo mismo, dejando sus
pensamientos de lado para ver por la mañana.

Laura, estaba terminando de darle de desayunar a su hijo


Angel su desayuno y tratando de terminar de arreglarse,
para irse a trabajar.
A que horas llegaste ayer, Laura?
Laura, se hizo como que no oyó a su madre.
Bastante tarde, no te hagas hijas, te oí perfectamente
cuando llegaste eran mas de las 3:30 de la mañana.
Como se portó el niño, mamá?
El niño se portó como siempre muy bien, aquí la única
que no se porta bien eres tu.- Ya casi estaba gritándole
otra vez su madre.
Por que demonios no me contestas, sabes perfectamente
que si cuido del niño no es por tí, es . . . .
Si, mama. Ya lo sé. Es por el niño, yo te valgo. Y también
tengo claro que nos dejas quedarnos aquí por él no por
mi. Y aunque no lo creas yo te lo agradezco de todo
corazón, también por el niño no por mi.- Laura, entró al
baño a terminar de cepillar el cabello y lavarse la boca.

Cuando salió su mama, ya se veía mucho más tranquila, -


ya me voy mama.- Nos vemos en la noche y otra vez
gracias por cuidar tan bien del niño.- Se acercó a su hijo,
que inocente en su primera infancia, no se daba cuenta
de todos los problemas que vivían a su alrededor lo
adultos, - Laura, lo tomo entre sus brazos y aspiró para
empaparse del olor de su pequeño, sentándolo
nuevamente en su silla alta, le dio la bendición y un beso.
Laura, perdóname, es que me haces enojar hija, pero tu
sabes que yo te quiero.
Si mamá, lo sé, no te preocupes. Nos vemos, si?.- Se
inclinó para darle un beso en la frente a su madre, tomo
su bolsa un suéter y salió.

Laura, ya en la tienda de ropa, donde trabajaba como


empleada, se había dedicado toda la mañana a arreglar
aparadores, por lo que tuvo bastante tiempo de hacer un
recuento de los sucesos de la noche anterior.
Realmente, se había sentido tan a gusto con Marcos, que
le parecía raro, después de meditarlo, aunque no mucho,
estaba dispuesta a salir adelante con él, sin importarle las
consecuencias, ya la vida le diría si éste era un error más
que sumar a su lista. Sabía que tendría que enfrentarse
algunos problemas, pero ya los iría resolviendo según se
le fueran presentando.

Marcos, había tenido una mañana bastante ajetreada,


incluso había tenido que trasladarse a un pequeño
municipio, para entregar un paquete, pero no se había
podido quitar a la mujer de pelo largo y cuerpo de
ensueño, en todo el día, y el deseo lo seguía sintiendo
tan fuerte, que parecía que aún la podía verla entre sus
brazos.
Tomo el teléfono de la pequeña sala que tenían los
empleados para almorzar, para marcarle a Jorge,
esperaba que estuviera en su casa a aquella hora.
Después de sonar el teléfono varias veces, estaba a
punto de colgar, cuando oyó la voz somnolienta de Jorge,
Bueno?..-
Jorge?, que onda te desperté?
Quien habla?.- Al parecer si lo había despertado.
Soy yo Marcos.-
Ah, . . que onda? No, no me despertaste, es que todavía
me siento contento por la fiesta de anoche.- dijo soltando
una carcajada.-
Oye, no estas ocupado, quiero hablar contigo..-
Que onda?. Tienes alguna bronca?.-Al parecer Jorge ya
estaba despertando, se le oía en la voz,
No, no. Nada de que preocuparse, creo. Es sobre Laura.-
De Laura? Repitió al parecer sorprendido.- Entonces
tenía razón mi hermana, y se flecharon ayer, verdad?
Mira, Jorge, tu me conoces y no te puedo engañar, es
verdad. No se que me pasa con ella, pero no me la
puedo quitar de la cabeza. Además tienes que
reconocer que se convirtió en un monumento de mujer.
Pero lo que quiero que me cuentes es que fue lo que
paso con el Ricky., porque ella esta como sacada de
onda y hay algo raro en ella, aunque todavía no se que
es. Algo le pasó, o le hizo para estar asi.
Y que lo digas, mira Marcos, te lo voy a contar por que tu
sabes que te quiero como a un hermano, y aunque no lo
creas a ella la estimo también muchismo.
Tu cuenta yo te escucho.- Marcos, escucho atentamente,
todo lo que Jorge sabía.
Cuando colgó, ya había pasado casi una hora, pero
ahora ya sabía a que enfrentarse con ella, y sabía por
que se sentía tan poca cosa.
Al parecer, después de vivir más de dos años con el Ricy,
el había empezado a hacerla a un lado, y la había botado,
por otra mujer, por la que al parecer hasta se había
casado con ella, cosa que nunca siquiera le insinuó a
Laura. Por lo que la joven, dejada, y con apenas 18 años
tuvo que regresar a casa de su madre, donde no había
sido muy bien recibida, ya que ella también estaba
iniciando una nueva familia y al parecer no estaba entre
sus planes una hija dejada y con un hijo pequeño.
Después del abandono de su pareja, Laura, había pasado
por situaciones tan difíciles como era, el no tener con
que alimentar o vestir, siquiera a su hijo, y apenas ahora
empezaba a estabilizarse, gracias a su reciente empleo
en la tienda, a su fuerte carácter y ganas de salir
adelante.
Asi que definitivamente, era alguien que merecía que se
preocuparan por ella. Y era admirable la manera en que
había enfrentado tantas cosas a su corta edad, cosa que
no dejaba de sorprender a Marcos.

Ya en la noche, Laura estaba ayudando a cerrar la tienda


junto con sus tres compañeras. Marcos no se había
reportado con ella. Igual y todo había sido solo el calor
del momento y la euforia de las bebidas que habían
tomado. Aunque no había dejado de sentir mariposas en
el estomago, cada que se acordaba de el. Realmente,
cada que se acordaba se daba cuenta que no era un
hombre guapisimo, o más bien era un hombre común y
corriente, pero al parecer la química entre ellos era tan
fuerte, que de solo recordarlo, se quedaba sin aliento.

Se despidió de sus compañeras, metió las manos en las


bolsas del suéter y se encaminó hacia la parada del
camión. Al llegar a la esquina de la tienda se quedó sin
aliento al encontrarse de repente frente a Marcos.
No sabía como había pensado que era un hombre
común. Alli parado, esperándola se veía tan guapo y
sexy, que una vez mas se quedo como arrobada.
Llevaba unos vaqueros bastante ajustados, y gastados,
como para darse cuenta, que en realidad No era tan
delgado como aparentaba, y una camiseta negra, que
permitía entrever que tenía los músculos bastante
marcados, en los brazos y en el ancho torso. Al levantar
la mirada hacia sus ojos, vio que sonreía abiertamente
por el escrutinio de ella, lo que logró tranquilizar su
alocado corazón.
Hola. Como estas?.- Marcos se inclinó para darle un
ligero beso en la mejilla.
Marcos, la había estado esperando afuera de la tienda,
pero como no sabía que tipo de compañeras tenía, o
como se llevaban con ella, había optado por retirarse
hasta la esquina.
Y al verla salir y encaminarse hacia él, pensó que como
era posible que hubieran dejado a una mujer tan
hermosa, Laura iba vestida con una falda color chocolate
por arriba de las rodillas, con zapatos sin tacón, por lo
que se podía apreciar su largas y esbeltas piernas, y una
piel blanca y suave que reflejaba la luz de las lamparas
de la calle., con una blusa de cuello alto, pero sin mangas
que permitía entrever sus fabulosos senos que no eran
exactamente pequeños y si, perfectos para su manos
como recordaba, la tela de su blusa amarilla, era tan
ligera que dejaba entrever un sostén de encaje, que de
solo imaginar como se vería en ropa interior, a Marcos se
le había secado la boca.

Muy bien.- Laura se veía sorprendida de verlo. Acaso


pensaba que lo de anoche había sido una farsa?- No
pensé encontrarte aquí, bueno para ser sincera, ni aquí ,
ni en ninguna otra parte.
Por que Laura, yo te dije que te buscaría, no?- Otra vez
podía sentir en Laura ese sentimiento que todavía no
descifraba del todo pero parecía de menosprecio.
Si, si, lo sé. Es sólo que pensé que . . .
Me había querido aprovechar de ti ayer, solamente.
Algo así,.-.- Laura, no dejaba de soprenderse de que él y
ella, tuvieran pensamientos tan afines.
No Laura, pronto vas aprender a confiar en mi, no me
gusta mentir, sobre todo sin motivos. Te tranquiliza eso
un poco.-
Si, mucho, la verdad.-
Que bueno, ahora que te parece si te invito a cenar y te
llevo a tu casa, quieres?.- Marcos, le paso un brazo por lo
hombros, en gesto posesivo, que la hacía sentirse
protegida.

Marcos no dejo de ir por Laura, ni un día de las siguientes


semanas que siguieron. La recogía afuera de la tienda, a
veces la invitaba a cenar, aunque fuera en un puesto
callejero y tuvieran que comer dentro del auto de él.
Otras veces la llevaba directamente a su casa. Siempre
aprovechaba cualquier momento oportuno para besarla o
hacerle una caricia. Pero todas y cada una de las noches,
la había dejado en la puerta de su casa, y aunque no
había dejado de insinuarle que la deseaba muchisimo. No
le había propuesto siquiera que hicieran el amor. Incluso,
a veces a la sorprendía llamándola por teléfono
solamente para preguntarle como estaba, platicarle
alguna tontería y decirle que había soñado con ella. Asi
que para cualquiera que los viera, eran como una pareja
de novios o hasta de matrimonio, ya que incluso Marcos
se las había ingeniado para salir con ella la tarde de los
sábados y domingo. Días en que normalmente ella los
dedicaba en pasear con su hijo. También en eso la había
sorprendido, ya que había congeniado perfectamente con
Angel. Marcos se había comportado también con el niño
como el hombre, que cualquier mujer querría por marido.
Cariñoso, complaciente, juguetón y firme cuando había
sido necesario. Cualquiera pensaría que la estaba
cortejando, aunque Laura sabía perfectamente que eso
no era para una mujer como ella.

Laura, estaba sacando mercancía en bodega, un viernes


a finales de agosto, cuando Mary su jefa y amiga, le grito
por el intercomunicador.
Laura, te llaman por teléfono, sonriendo, tomo el
auricular, segura que oiría la sexy voz de Marcos, no
pudo evitar ponerse tensa al escuchar la voz de Silvia, ya
que desde la fiesta de Jorge, no habían vuelto a verse.

-Te habló, por que me acabo de enterar que sigues


viéndote con Marcos, y sinceramente no me parece que
estés haciendo lo correcto.- Le espeto Silvia en cuanto
tomo el auricular, sin siquiera saludarla.
Laura, respiro profundamente, tratando de no enfurecerse
y tomar las cosas con tranquilidad, sabía que quizás no
iba a ser muy digerible para los amigos mutuos que ella y
Marcos tuvieran una relación, pero sinceramente a esas
alturas eso ya no le importaba a Laura.
-Mira, Silvia, eres mi amiga y te quiero, pero tu no me
mantienes ni a mi ni a mi hijo y si ando con Marcos, o no,
creo que no te importa, así que sí solo llamas para
regañarme mejor cuelgo. Cuando quieras hablar
conmigo como amiga, me llamas. Colgando la bocina
furiosa, Laura estaba temblando de coraje y de
impotencia, y en menos que se dio cuenta ya se
deslizaban las lagrimas por sus mejillas.
Seguía llorando, cuando entro Mary, y se quedó
pasmada, al darse cuenta que algo le pasaba a su amiga
y empleada preferida. Mary al ser mayor y también
madre soltera, comprendía perfectamente a Laura,
aunque ella, era madre soltera por decisión propia, y
contaba con todo el apoyo de su madre. Situación
completamente opuesta a la Laura. Había aprendido a
querer a la jovencita, ya que a pesar de los múltiples
problemas que estaba viviendo, casi nunca se le veía
derrotada, sino todo lo contrario. Siempre soltaba un
comentario jocoso que hiciera más llevadero el día de
trabajo y siempre estaba dispuesta ayudar en el trabajo
de las demás. Eso sin contar que se veía que su hijo era
lo más importante en su vida Y sí cometía errores o se
comportaba de manera algo “relajada”, ella creía
firmemente que a su corta edad era comprensible.
Que te pasa, chiquita.?- Mary la encaminó hacia una silla
y se sentó junto a ella..- Algo extrañada de verla llorando,
pidiéndole a Dios, que no le hubiera pasado algo a Angel,
su hijo.
Esta bien el niño?, te puedo ayudar en algo. Sabes que
puedes contar conmigo y hasta con mi mamá, si es
necesario.
Laura, seguía llorando, aunque trataba de esbozar una
sonrisa, que había tranquilizado un poco Mary.- Al
parecer no era tan grave.
Tomo el intercomunicador, -Carmen, otras de las
compañeras de la tienda, Carmen quédate a cargo un
rato si?., voy a quedarme un rato aquí con Laura.
Enterada Jefa.- sonó la bocina.
Ahora si cuéntame, nadie nos va molestar en un rato.- Si
no es cuestión de niño que te esta molestando, es el
chavo moreno, que ha estado viniendo por tí?.- Mary,
sonrió al ver la cara asombrada de Laura.- que a poco
creíste que no me había dado cuenta?. Ya casi tiene un
mes viniendo por ti, no?
Laura, sonrió un poco mas tranquila, aunque aún sorbía
por la nariz,
-Entonces sí tiene que ver con el muchacho ese?.-
pregunto insistiendo Mary
Tiene que ver con él, pero sólo en parte. No te había
contado nada de Marcos, por que no se que decir. . .
No se te había ocurrido, por que?, El no tiene
importancia para tí?
Laura, se sorprendió a si misma, al darse cuenta que al
contrario, él se estaba convirtiendo en algo muy
importante para ella.
-Creo que es al contrario.- Admitió con una sonrisa.- Y
empezó a contarle a su amiga todo cuanto había ocurrido
desde la fiesta en donde se había reencontrado con
Marcos.

Vaya, asi que esta resultando ser todo un caso este


Marcos tuyo.- Mary había escuchado atentamente el
relato de Laura y no podía menos que sorprenderse, de
como había llevado hasta ese momento la incipiente
relación, aunque no podía menos que admirarlo, ya que
teniendo en cuenta que era un hombre casado y no
haberla tocado hasta ese momento, hablaba de que era
un muchacho bastante maduro y seguro de lo quería, en
opinión de ella.
Pues si recapacitas, realmente no es mío.- Sonrío
tristemente.-
Mira Laura, yo no soy quien para criticarte, lo único que
puedo decirte y aconsejarte, es que si tu eres feliz con
una relación asi, no hagas caso de nadie, ya que nadie
tiene derecho a meterse en tu vida y menos si nadie fue
capaz de ayudarte, cuando mas lo necesitabas.
Gracias, Mary, no sabes cuanto significa para mi, el
contar con tu apoyo.- dijo Laura, abrazando a Mary.-
Bueno ya, fue mucha platica, acaba de sacar la
mercancía, y me pasas el inventario, cuando acabes.-
Ordenó Mary, volviendo a su plan de jefa.-
Vaya al menos había una persona que no la criticaba, y
había servido para tranquilizarla y saber que al menos iba
poder desahogarse con alguien si lo necesitaba. Mucho
mas tranquila, se puso a realizar las tareas que le habían
encargado.

En cuanto vio a Laura, acercarse a esa noche, se dio


cuenta de que algo había pasado. Esa noche para no
variar, la joven se veía muy hermosa, con un vestido rojo
de tela de punto, que resaltaba sobre su piel blanca,
ajustado al pecho y a su estrecha cintura, para después
caer en una falda amplia, que al caminar se ajustaba a
sus largas piernas y a sus caderas.
Hola.-, a Marcos le encantaba ver como se ruborizaba
todavía Laura cuando lo veía.-
Marcos le paso la mano por la cintura, y empezó a
comentarle cosas triviales, no iba a preguntarle que había
pasado hasta que estuvieran en la intimidad del coche,
por que no podía ni imaginarse que tan grave había
podido ser.
Ya en el coche, antes de arrancar,- Tienes hambre?,
quieres que vayamos a comer algo?.- Oye que crees que
tengo que recoger un paquete en la bodega, por que lo
tengo que entregar mañana muy temprano, no quieres
acompañarme por el.
Marcos, notó que Laura estaba muy callada.- -Si no
quieres ir sólo dímelo, y voy más tarde yo sólo..
Quieres que te diga de que tengo ganas?.- Laura, lo
miraba a la cara con una mirada, algo rara.-
Claro, dime.-
No no, esta bien vamos yo te acompaño.

Llegaron a la bodega que incluía un minideparmento para


el vigilante del edificio que en ese momento no estaba.
Pásate, el vigilante se llama Diego, y no creo que se
moleste si le robó un par de refrescos. Marcos, le cedió el
paso y prendió las luces al entrar vio que hacia un lado
efectivamente estaba la bodega y al lado del pasillo
central había enfrente lo que parecía ser una cocineta
con un pequeño comedor, y a un lado una recamará.
Siéntate.- Dijo sacando el refresco del refrigerado
espérame tantito mientras voy por el paquete Laura,
pensó que la había llevado con otro propósito, Pero de
pronto se percató que ya no le importaba, al contrario
deseaba a Marcos muchisimo y tenía que reconocer ante
ella misma que ya no le importaba, estaba dispuesta a
correr el riesgo y pagar el precio que le tocará por ello.
Marcos se había dado perfectamente cuenta de que algo
le pasaba a Laura, por que había estado muy callada
desde que la recogió en el trabajo, al regresar al cuarto
amueblado de Diego. Ella estaba de pie, y se veía tan
hermosa, al acercarse a ella notó que le había cambiado
el semblante y ahora hasta le sonreía, casi
coquetamente.

Que te pasa?, por que estas tan contenta?- ,


Nada, es sólo que. . . Oye tu crees que tu amigo se
moleste si. . Laura se acercó a él, y le paso las manos por
el cuello. . .
sí. . . -- Las pequeñas manos de Laura ya estaban
acariciándole el cabello, y acercaba su cuerpo
peligrosamente cerca del suyo, tan cerca que podía sentir
sus pezones a través de la camisa.
Si usamos su cama un poco,
Retirando a Laura que ya estaba recargada sobre él con
pesar
Estas jugando, verdad?.- Marcos, la veía tan
profundamente a los ojos, que sintió que le miraba hasta
el alma, pero no cedió ante su mirada,
Por supuesto que no, no estoy jugando.-
Gracias a Dios por eso, - soltó un suspiro de alivio.- y no,
no creo que le moleste por que no está en la Ciudad, se
fue a visitar a sus padres que viven fueras de aquí.
No pudo evitar dejar de percatarse de inmediato que
aunque Laura lo negará estaba tensa. Y hasta cierto
punto, él también lo estaba. No había querido que ella se
sintiera presionada por nada y el que ella hubiera tomado
la iniciativa, había dejado a Marcos un poco
desconcertado. Aunque nadie le quitaba de la cabeza
que algo había pasado para que Laura tomará esa
decisión.

La habitación, se veía bastante limpia, y al ver la inmensa


cama se sobrecogió un poco, aunque estaba decidida a
que Marcos le hiciera el amor.
Aprovechando que había un sofá, Marcos la jaló de la
cintura, para que se sentará a su lado.
Ahora, que ya estamos solos, quiero que me digas que te
paso hoy.-
Como sabes que algo paso?.- Que birn la conocía
Marcos, o era muy observador o ella era muy
transparente.-
Mira Laura, te voy a pedir un favor, no me ocultes las
cosas que te pasan. Creí que ya te habrías dado cuenta
de que puedes confiar en mi, y se te pasa algo, quiero
saberlo. Esta bien?.-
Realmente ese hombre era muy honesto, algo que ella
agradecía enormemente, después de los tipos a los que
había tratado y que continuamente querían aprovecharse
de ella.

Tienes razón, lo que pasa es que no quería darle


demasiado importancia. Hoy me habló Silvia.- Aunque
según Laura, no le quería dar importancia, se frotaba las
manos en el regazo, señal de que estaba nerviosa.
Ah si?. - Esperaba tratando de no impacientarse por
saber.-
Pues si, aunque la verdad, y para serte sincera, le
colgue.
Le colgaste? Entonces si te hizo enojar.
Un poco, aunque lo que me motivo a que te pidiera que
me trajeras aquí no fue eso.-
Marcos, la miraba tratando de averiguar que podría haber
provocado la petición de ella.
Sabes tengo una compañera, Mary se llama, y aunque es
mayor que yo, me llevo muy bien con ella, la puse al
tanto de todo lo que había pasado desde que nos vimos
en la fiesta de Jorge y me dio un consejo que me abrió
los ojos.-
Marcos ya se estaba poniendo nervioso, no sabia si de
verdad quería estar a solas con el, pero le agradecería a
Dios por ello, por que el haberse estado conteniendo lo
estaba matando, había tomado más duchas frías en ese
mes, que en todo su noviazgo con Luisa, pensó
ironicamente.- pero bueno, lo que menos quería en ese
momento era pensar en su esposa.-
-Me dijo que si nadie me mantenía, ni me había ayudado
cuando lo había necesitado, que nadie tenía derecho a
opinar sobre mi vida. Y que si yo era feliz contigo, nadie
tenía por que meterse.
Y sabes, flaquito, tiene toda la razón, yo me siento muy
bien contigo y si tu estas de acuerdo, no se porque nos
estamos deteniendo de hacer algo de lo que tenemos
ganas los dos. No crees?.- Laura, ya le estaba pasando
los brazos por el cuello, aunque se notaba en sus ojos
algo ensombrecidos que aún en ese momento, tenia
miedo de un rechazo o dudas.
Dios Bendiga a esa mujer, Laura, - Marcos, oyó
perfectamente que lo había llamado por un sobrenombre
cariñoso, entibiándole el corazón al oír el tono de ternura
en su voz.
Ven acá.- dijo levantándola en sus brazos y dándole
pequeños besos en la sensible piel detrás de los oídos,.-
mientras la colocaba sobre su entrepierna para que
notara su deseo por ella,.-
Si sabes por que esperé este tiempo verdad?.- le tomo el
rostro entre sus manos para que lo viera a la cara,.- al ver
la tímida negación de ella.- le aclaró con una voz más
ronca aún,.- Fue por que quería que te sintieras segura,
tranquila, sin miedo. Quiero que esto sea por que los dos
lo deseamos, me entiendes lo que te quiero decir, Laura?
Laura, solo alcanzó a emitir un débil.- Si.- Marcos seguía
con el rostro de ella entre sus manos, poso su labios
sobre los de ella, a lo que la joven respondió con un
gemido, de satisfacción y de bienvenida, entreabriendo
los labios para darle cabida en su dulce humedad a la
lengua de él. La boca de Marcos sabía un poco a menta y
a cirgarro, pero sobre todo a él, a su hombre. Entre
besos y pequeños mordiscos, Marcos llevó cargada a
Laura, al borde de la cama, sintió su manos rasposas de
dedos largos subir por su muslo debajo de la falda del
vestido, y agarrarla por la caderas para que se frotara
contra su virilidad que estaba ya más que despierta, lo
que excitó muchisimo a Laura. Ella respondió metiéndole
las manos por debajo de la camisa que llevaba él,
amasando los fuertes musculos de la espalda, después
aun de pie, Laura buscó a tientas los botones de la
camisa, para empezar a desabrocharlos uno a uno, con
dedos torpes, y cada que cedía un botón, Laura mojaba
con su lengua el pedazo de duro torso que quedaba
descubierto, a lo que Marcos emitía unos gemidos tan
profundos y guturales que Laura, llegó a pensar que lo
había lastimado.-
No te gusta?.- Marcos, al oír la pregunta de Laura, volvió
a frotar su pelvis contra la ella, para que viera lo que su
dulce tortura estaba provocando en él .-
Te parece, que podría no gustarme.- Al levantar la cara,
vio que el deseo en los ojos cafés de Marcos, los había
oscurecido tanto, que parecían dos pozos profundos, en
los que ella definitivamente quería ahogarse.
Marcos, obligo a Laura a dar la vuelta para quedar de
espaldas a el, y empezó a bajarle el cierre del vestido,
mientras lo hacía iba dejando un rastro húmedo con su
boca, que excitó a Laura, como nunca había sentido. El
vestido cayó a los pies de la joven, hasta hacerse un
montoncito de tela roja, quedando prácticamente desnuda
ante sus ojos, a excepción de los pequeños panties, y el
brevisimo bra de encaje, Laura, ya sentía una espiral de
placer tan fuerte entre los muslos, que sentía que las
piernas ya no la iban a sostener, por que se volteó para
aferrarse a los hombros de Marcos,.-
Tu aún estas vestido, y yo quiero verte.- Laura, le metió la
mano por la cintura de los pantalones hasta que sintió
entre sus dedos su cálida y poderosa erección,
acariciando la suave y satinada piel, tan dura y suave,
mientras que con la otra mano, trataba de sacarle el
cinturón.-
Por Dios, gordita, si sigues así, voy a terminar antes de
empezar y quiero que esta noche dure para siempre.
Sabes, asi exactamente me siento yo.- dijo regresando su
atención a su camisa, con que atrapo su brazos atrás de
la espalda, y sintiéndose atrevida, como nunca lo había
sido lo tumbó en la cama, hasta que cayo sobre el.
Marcos, sentía que la cabeza le daba vueltas de tanto
placer que le estaba proporcionando Laura, no se había
equivocado y ella lo estaba llevando a su capacidad
máxima de aguante, ya sentía un calor abrasador
creciendo dentro de el. Al voltear hacia abajo vio la boca
de la joven, besando su pecho, mientras con ambas
manos le daba pellizcos en las tetillas. Soltando un largo
gemido, y sin poder aguantar un minuto más esa dulce
agonía. Se levantó bruscamente, quedando con Laura
sentada a horcajadas sobre el , veía los dulces pechos de
ella, a punto de salirse del bra, reclamando su atención
en aquel desenfrenado juego,
Te lastimé ?.- le pregunto Laura con la voz agitada.
Me estas volviendo loco, mujer, pero ahora me toca a
mi.- El tampoco estaba respirando bien.
Marcos bajo la boca hacia sus pechos, mientras decía
con voz entrecortada.- Dios mio, eres tan hermosa.-
Marcos, chupaba y mordía con frenesí sus pezones hasta
que los puso duros, Marcos subió las manos al broche del
bra para quitárselo por completo y tomar su senos a
placer entre sus manos, Laura no pudo evitar un fuerte
espasmo, anticipando lo que estaba por venir.-
Por favor, Marcos, ya no puedo más..-
Laura sintió una mano de el, palpando la creciente
humedad entre sus muslo y buscar su centro entre los
pliegues de su rosada intimidad. Al encontrarlo, Laura se
retorció entre sus brazos, buscando frenética una manera
de llenar el vació que sentía en su interior, pero la mano
de Marcos, no se detenía y siguío acariciando su sensible
botón, hasta que Laura, vio una explosión de colores, y
sintió que se iba junto con esas sensaciones, y por largos
minutos, no pudo prestar atención a otra cosa, más que a
esa deliciosa paz alcanzada.
Al recobrar la calma, se dió cuenta de Marcos no había
dejado de besarla y decirle cariñosas palabras,.- Al abrir
los ojos vio en los de Marcos un pequeños resplandor
como de ternura, y se sintió tan apenada, al comprender
que él no había dejado de verla.-
Perdóname, por favor,. No se que me pasó. Por favor
perdóname, - insistía, Laura.- Marcos, sonrió, de una
manera, que una parte de su corazón, se fue con el en
ese mismo instante.- Perdonarte, por que gordita, sabes
lo que me haces sentir, cuando compruebo lo que puedo
hacerte sentir?, cuando veo lo que gozas estando
conmigo?, Eres una mujer inapreciable, Laura, No se
como el imbécil del Ricky fue, capaz de dejarte?.-
Marcos, sintió que Laura se ponía tensa, buscando su
mirada con los ojos, le preguntó.- Que pasa?,
Laura recordó, que a Marcos no le gustaba que le
ocultará, nada.- bajando la vista, contestó con una voz
tan baja que Marcos apenas escuchó.-
Será por que esto, nunca me había pasado.-
Que?.- Marcos no podía salir de su asombro al
escucharla.-
Le puso una mano debajo del mentón, para obigarla a
que lo viera a los ojos,- Me estas diciendo que nunca
tuviste un orgasmo con el.
-Laura se daba perfectamente cuenta que era algo
increíble para una mujer que venía de vivir con un
hombre, pero era verdad, ella incluso siempre había
pensado que eso no existía, hasta esa noche,-
Levantando la mirada., tuvo que confesarle esa parte tan
intima de su vida a ese hombre.-
Soltando un largo suspiro.- Laura, le completó la verdad a
Marcos, - Ni con el Ricky ni con nadie.-
Marcos, vió en sus ojos que le estaba diciendo la verdad,
y sin poder evitarlo, otra vez sintió un agradable calor en
su corazón al darse cuenta que él había sido el elegido
por Laura, para ser el hombre capaz de hacerla sentir
algo tan maravilloso como lo que acababa de
experimentar.
Marcos, tomo sus labios entre su boca, para demostrarle
con hechos lo mucho que significaba para él, que hubiera
experimentado algo tan intimo, por primera vez con él.
Laura, empezó a sentir nuevamente, como las espirales,
empezaban a crecer y la humedad entre sus muslos
amenazaba con convertirse un una tormenta. Bajo una
mano hasta la entrepierna de Marcos, para llenarlo de
caricias tan dulces y suaves, que sintió como Marcos se
estremecía fuertemente.-
Laura alzó la caderas provocativamente, rozando con su
triángulo de rizos, la poderosa erección de Marcos,
incitándolo a que la tomará, Marcos le correspondió
besando su vientre y empapando su ombligo a trazarle
círculos de fuego alrededor, al tratar de bajar aún más,
acomodándola debajo de él.
Marcos, sin poder aguantar un momento más, dirigió un
miembro largo y sedoso, hacía la dulce cavidad de
Laura, al sentirlo poseyéndola, levantó las piernas para
abrazarlo con ellas por la cintura, y permitir que Marcos
entrará en su cuerpo profundamente.
Al sentirlo tan unido a ella, Laura no pudo evitar soltar un
grito de placer que Marcos acalló besándola
apasionadamente, hasta que sintió que le faltaba la
respiración,-
Por lo que mas quieras, no te muevas?, la voz de Marcos
se escuchaba tan gutural, que Laura estaba segura, que
lo había puesto al limite de sus fuerzas. Eso la hizo sentir
tan poderosa, al darse cuenta que era capaz de excitarlo
de esa manera.
Laura, levantó su caderas, para recibir sus embates.
Marco le tomo ambas manos y se las puso por arriba de
la cabeza, mientras entraba y salía de su cuerpo una y
otra vez.
Marcos, sentía los espasmos en el cuerpo de la joven
recibiéndolo, estrechándolo, tan dulcemente, que alli era
donde quería quedarse para siempre.
Laura, abre los ojos, mírame amarte.- Y Laura lo hizo,
abrió los ojos, para hundirse en ellos en el momento que
oía a Marcos gemir guturalmente de placer, mientras
sentía como se derramaba en su interior y ella misma
alcanzaba una vez más la cumbre, pero esta vez con él.

Un rato después, Laura, estaba recostada en su pecho,


mientras le hacía círculos con los dedos alrededor de las
tetillas, y sonría para si. Nunca le habían hecho el amor
de esa manera tan intensa, había hecho y dicho algunas
cosas que nunca pensó que podría hacer, sintiendo el
rubor colorearle las mejillas por la pena. Pero es que
Marcos la había sacado completamente de órbita con su
manera de amarla.-
En que piensas gordita.- A Laura le encantaba el tono
de voz que usaba para llamarla por ese apodo
cariñoso, .- Levantó la cara para responderle, y Marcos
empezó a besarle los párpados, la nariz, el cuello, todo el
rostro.-
Crees que estoy gorda.-, pregunto con un suspiro de
satisfacción.
Para nada, creo que estas deliciosa, pero ya que yo te
parezco flaco, me gustó como suena el gordita, te
molesta?
La verdad, no.- Me encanta el tono en que me lo dices.-
La tomo de la cintura subiéndola arriba de su cuerpo.-
Laura, empezó amoverse lentamente arriba y abajo,
hasta que sintió que su miembro empezaba a despertar y
rozaba su vientre, Laura también comenzó a excitarse
nuevamente, empezó a frotar sus duros pezones contra
su pecho, hasta que lo oyó jadear, riendo despacio al
darse cuenta que la excitación de Marcos ya era mas
que latente y la suya propia no se quedaba atrás.
Otra vez?. . . – pregunto entre beso y beso
Creo que nunca voy a tener suficiente de ti.-
Laura, no se anduvo ya con miramientos. Sentándose
sobre él lo poseyó esta vez ella, moviendo sus caderas
arriba y abajo, mientras Marcos le chupaba y mordía los
pechos, sin parar.
Laura, subía sus caderas hasta salirse prácticamente de
su cuerpo, se inclinaba y le rozaba la boca y el pecho
con los labios, para después dejarse caer con fuerza
sobre su largo y sedoso miembro, y el ver la cara de
placer de él que casi parecía de dolor, hizo que Laura no
se detuviera en sus movimientos, hasta que oyó un
ronco grito de Marcos, mientras se vaciaba en su interior
y ella misma sentía su cuerpo estremecerse fuertemente
mientras el la abrazaba.
Al día siguiente, Laura estaba más nerviosa que de
costumbre, aunque de vez en cuando sonreía,
recordando la noche que había pasado con Marcos.
Habían hecho el amor una increíble tercera vez.
Sus nervios, no nacían de esa duda, si no del miedo de
que sólo hubiera sido una noche y nada más. Trataba de
darse ánimos recordando todas y cada una de las cosas
que le había dicho Marcos, cada vez que se habían visto
desde que habían iniciado todo aquello. Y lo que más
deseaba era poder creer plenamente en él. En eso
estaba cuando le avisaron que tenía llamada.-
Al oír la voz de Marcos, no pudo evitar soltar un profundo
suspiro de alivio.-
Como estas, amor?-
Creo que bien y tu?
Muy bien, agotado pero deseando que ya salgas para
verte.-
Esa frase tan sencilla, le devolvió a su alma la alegría a
Laura.-
Sabes, yo me siento igual, deseo tanto verte que me
duele.- Admitió Laura, con timidez.-
Laura, sabes lo que te haría, si te tuviera enfrente de
mi?.- Ella podía escuchar como su voz se iba
enronqueciendo, mientras le susurraba toda clase de
caricias.
Marcos, . . aunque me encantan todas las tonterías que
me estas diciendo, estoy trabajando recuerdas?.- Lo
interrumpió Laura entre risas.
Tienes razón, mejor nos vemos en la noche si,.?
Adiós.- Laura iba a colgar la bocina, cuando escucho a
Marcos.
Cuídate, gordita.-

Laura, estuvo sonriendo toda la tarde.


El otoño pasó rápidamente, dándole paso al invierno y
Laura y Marcos seguían con su relación, casi como una
pareja cualquiera, hacían el amor cada que podían y casi
en cualquier parte. Hasta en laS festividades de fin de
año, Marcos no la había decepcionado, quien sabe como
había logrado estar con ella y su hijo durante las
Navidades y año nuevo y eso, sin contar los detalles que
tenía Marcos con ella, como el que no la ocultara nunca.
Una vez en pleno centro de la ciudad y media tarde, ella
se había sentido incomoda de pensar que alguien los
pudiera ver y provocarle un problema a Marcos y asi se lo
dijo. A lo que Marcos contestó mientras apretaba mas su
brazo alrededor de la cintura y le decía.-
Si a mi no me preocupa, a ti tampoco te debe de
preocupar.- Esa frase tan breve, había alegrado a Laura
como nada lo había hecho largo tiempo, ya que asi le
demostraba que si era importante para él, o al menos asi
lo pensaba ella. Ella por fin estaba bajando sus defensas
y comenzaba a sentirse feliz y satisfecha con lo que
tenía nuevamente.

Eran las primera semana de febrero, cuando Laura notó


que tenía un retraso de algunos días en su periodo, y
para acabarla por primera vez en meses Marcos había
dejado de verla una semana completa. La joven no sabía
que pensar, no habían discutido por nada, no tenía ni la
menor idea de por que había dejado de llamarla y de ir
por ella. Y aunque no lo quería reconocer, ahora era
cuando a Laura le dolía que el fuera casado. Por que no
tenía ni como buscarlo sin crearle un problema.

Pasarón varios días y Laura seguía se tener su


menstruación, ya comenzaba a sentirse aterrada de
pensar en un nuevo embarazo, al mismo tiempo se
emocionada pensando en tener un bebe con el pelo tan
rizado y los rasgos de su Marcos.- Su Marcos?.- Se
estaba volviendo loca! Cuando se había convertido en su
Marcos. Ella sabía perfectamente que no lo podía
considerar de ella cuando ya tenía un compromiso mayor
con su esposa. Se estaba enamorando de él, lo sabía y
lo peor era que no podía hacer nada al respecto. Por que
con él era muy feliz y el la llenaba tanto emocional y
sentimentalmente, que no le importaba seguir siendo su
amante. Ahora su principal preocupación era tratar de
averiguar que estaba pasando con él.

Ya estaba harto de estar en la cama y desesperado por


comunicarse con Laura.- Marcos se paso una mano por
el revuelto cabello, mientras trataba de imaginarse que
estaría haciendo Laura en ese momento, seguramente ya
estaba por salir de trabajar y quien sabe que estaría
pensando ella de no verlo allí otra vez. Y la maldita
hepatitis que había pescado, Dios sabe donde.- Estaba
recostado con una sonrisa en la cara, recordando las
cosas que había pasado con Laura. Realmente se sentía
tan satisfecho con la manera en que llevaban su relación.
Y tenía que reconocer que Laura, ni una sola vez, había
mencionado su matrimonio, ni hacía reclamos de ninguna
clase. Era tan independiente y autosuficiente que aunque
él sabía que tenía problemas, si él no le preguntaba, ella
no se los contaba.
Los amigos, tenía que reconocer no estaban muy de
acuerdo con su relación, pero al parecer ya habían
dejado de molestar a Laura y si a él, le hacían algún
comentario, el contestaba con una sonrisa o cambiaba el
tema de conversación discretamente -Que te importa.-
Desgraciadamente, no le podía tratar de la misma
manera a su hermano menor, Miguel, que aunque era
toda una fichita, todavía se sentía con las ganas
suficientes para darle sermones sobre moral. Estaba
consciente que su esposa Luisa era la adoración de su
familia, pero para ser sinceros ya no era la suya. Era
verdad que sentía aprecio por ella pero amor, no.
Miguel, había declarado más de una vez que estaba
totalmente en contra de su relación con Laura e incluso
estuvo a punto de soltarle un puñetazo, por llamar a
Laura con un adjetivo bastante vulgar, dejándole claro a
Miguel y a todos que por ningún motivo iba a permitir que
le faltaran el respeto a Laura.

Luisa entró a su recamará para ver si no le hacía falta


algo a su marido. Había sentido en los últimos meses
que algo en su relación con Marcos había cambiado,
sería la falta de hijos. Aunque la verdad, a ella le daba
flojera el pensar en niños, sabía que a Marcos le
encantaban los nenes, iba a tener que ponerse a trabajar
y tratar de quedar embarazada, aunque ahora que lo
pensaba, Marcos, ya no le estaba haciendo el amor con
la misma frecuencia. Sabía que su marido había tenido
una que otra aventurilla, y eso a ella no le daba mucha
importancia, pensaba que era perfectamente normal en
un hombre. Aunque su cuñado, había tratado de
insinuarle cosas, ella no había prestado caso. Marcos
siempre había regresado a sus brazos y además sabía
que contaba con todo el apoyo de su familia política, ella
sabía que podía contar con sus suegros y cuñados para
lo que fuera.

En que estas pensando que estas tan sonriente?


Marcos enderezo la cabeza de la almohada y soltó un
largo suspiro.-
En nada importante, más bien me estaba acordando de
cuando Laura, se ahogo con la sopa que le sirvió mi
mamá, te acuerdas?.- era una bendición que tuviera una
hermana del mismo nombre que la mujer que le quitaba
el sueño.-
Si claro,.- dijo riéndose Luisa, como te sientes?.- paso
una mano por el cuello, besándole el oído.- poniéndose
cariñosa .-
Marcos gimió, fingiendo un dolor que no sentía.- En
realidad me duele la cabeza bastante, sin contar con el
dolor de cuerpo.
-Pobrecito, ya te tomaste tu pastilla para el dolor?
Lo acabó de hacer, yo creo que todavía no me hace
efecto.- Marcos estaba tratando de acomodarse en la
cama, demostrando que realmente se sentía mal.
Mejor te dejo para que descanses, voy a la tienda y
ahorita vengo, no me tardo,-
Luisa espera, gracias, - le dío un beso en la mejilla, para
aplacar los remordimientos. Marcos se sentía tan mal de
tener que fingir delante de su mujer. La verdad era que ni
se sentía mal, ni le dolía nada, pero últimamente no podía
tocarla sin pensar en otro cuerpo y no quería ser tan
desgraciado como para engañarla, haciéndole el amor
pensando en otra mujer. Por otra parte sentía que si le
hacía el amor a su esposa, de alguna manera le fallaba a
Laura, asi que hacía bastante tiempo que ya ni siquiera le
hacía el amor.

Laura, se sentía absoluta y completamente desgraciada,


tenía ya tres semanas que no veía a Marcos, aunque se
las había ingeniado para hacerle saber con los amigos
que estaba enfermo y no podía salir de su casa. Los días
sin verlo se le habían hecho eternos, ya estaba tan
acostumbrada a su presencia, a sus llamadas. Eso, sin
contar que seguía se llegarle su periodo.

Bueno, chicas nos vemos el lunes,- se despidió Laura,


estaba pensando en tomar un taxi a su casa, por que se
sentía bastante cansada y triste.
Al dar la vuelta, en la esquina, sintió como un golpe en la
esquina, alli estaba esperándola Marcos, con unas ojeras
enormes en sus hermosos ojos y tan delgado y pálido
que parecía que se iba a romper, eso si, con un cigarro
en la mano.

En cuanto la vio, una enorme sonrisa suavizando sus


rasgos y Laura no tuvo dudas de que de verdad hubiera
estado enfermo.
Hola gordita, que pensaste ya que te ibas a deshacer de
mi?.-
Marcos, lanzó su cigarro y Laura no tuvo fuerzas para
negarse el placer de abrazarlo, le pasó los brazos por el
cuello, y con la lengua empezó a rozarle los labios,
dándole un largo y apasionado beso.
Se besaron por varios minutos, sin importarle que la
gente pasaba y se quedaban viendo, algunos hasta con
envidia.
Al separar su boca de la de Marcos, Laura observó que
ambos tenían la respiración agitada. Laura, estaba tan
contenta que no dejaba de abrazarlo y darle besos en la
mandíbula y en el cuello.
Gordita, no sabes cuanto de extrañe.- Marcos, puso una
mano debajo de la barbilla, para verla a los ojos,
tomándola del cabello, para atraerla hacia su pecho.- Y
tu, no me extrañaste?.-
Laura, dejo de besarlo para verlo a los ojos y que el
mismo se diera cuenta,- Muchisimo, Flaquito, En cuanto
estemos solos te voy a demostrar lo que extrañe de ti.-
sonrió provocativamente.
Cuando me dices esas cosas se me enchina la piel, no se
si de nervios o de miedo.- A Marcos no le quedaba otra,
que tomarse las cosas, bromeando, para de esa manera
ocultar, lo feliz que lo hacían las palabras de Laura.- Asi
que mejor vamonos de aquí.-

Laura, estaba tan contenta de verlo que casi ni le


prestaba atención a las cosas que le iba platicando en el
coche, sólo podía prestarle atención a él. Laura, lo veía y
no sabia a ciencia cierta que era lo que le gustaba tanto,
pero era un hombre que la llenaba tanto, y se refería a
todos los sentidos, se sentía tan plena cuando estaba con
él, hasta ahora no había una sola cosa de Marcos que no
le gustará, desde la manera que sostenía el cigarro, o la
manera en que le cantaba canciones románticas, cuando
las oía en el radio, la hacían emocionarse, como si
fueran casi una declaración de amor.
Marcos le estaba platicando, los días de enfermedad que
había pasado en su casa, encerrado, y como se le había
ocurrido hacerle saber que estaba enfermo, pero en lo
único que podía pensar era en que estaba con ella, y no
había pensado en dejarla.
Ya estaban entrando en el cuarto del mismo hotel, donde
la había llevado anteriormente, y Laura seguía con su
tonta sonrisa en la cara.
Laura, no has dicho ni media palabra, en que estas
pensando?.-
Estaba pensando en lo contenta que estoy de verte, y
quiero demostrártelo,- la voz de Laura había ido bajando
de nivel hasta ser, una voz susurrante y completamente
sensual. LA joven se sentía tan euforica, que pensaba en
hacer de ese momento algo inolvidable para los dos, lo
jaló hacia la cama y lo sentó, mientras ella empezaba a
desabrocharse el botón de lo vaqueros que llevaba y
juguetear con el cierre, subió sus manos hacia su pecho
imitando las caricias de un amante y tocándose donde
Marcos sabía que mas le gustaba, mientras se quitaba
muy lentamente la blusa color morado que llevaba y se
cotoneaba al ritmo de una sensual música que al parecer
sólo se escuchaban sus oídos y una lenta sonrisa se
dibujaba en sus labios.
Marcos, estaba maravillado viéndola moverse y hacerle
su strip tease particular. Podía sentir como su miembro
empezaba a despertar y el calor inundaba sus entrañas.
Era verdad que la había extrañado muchisimo y verla allí
desnudándose sólo para el, lo hacía sentirse tan viril y tan
deseado como nunca lo había estado en su vida.
Laura, se acercó y le subió una pierna por la cintura,
mientras se agachaba para acercarle sus pechos aun con
el bra puesto, lo que Marcos aprovecho para besarle
desde el tobillo hasta donde le alcanzó el cuello para
besarle su pierna y dejarle un rastro húmedo de besos y
pequeños mordiscos. Marcos trató de sentar a Laura a
horcajadas sobre el pero Laura se las ingenió para
acostarlo en la cama y seguir besando ahora su pecho,
mientras le desabotonaba los pantalones y le decía con
una voz cálida como la miel.-
Te extrañe tanto, flaco, que quiero que goces como
nunca lo habías hechos.- le bajó los pantalones y tomo
entre sus manos su pulsante erección por debajo del
calzoncillo, mientras con la otra mano lo acariciaba con
lentos movimientos, hacia arriba y hacia abajo, al mismo
tiempo que rozaba sus dientes y bigote con la lengua,
arrancándole profundos gemidos.
Marcos, se sentía excitadisimo y quería corresponderle
en algo al inmenso placer que le estaba dando. Acarició
su húmeda entrepierna por encima del pequeñisimo
pantie, hasta que oyó a Laura, soltar un largo suspiro,-
por favor Marcos, yaaa….
Ya que amor?, que te siga acariciando como te gusta? O
que ya me hunda en tí.?.-
No, Marcos, por favor ya no sigas. Quiero que esta
noche dure mucho.
Laura sintió que los brazos se sacudían,- Que te pasa,
flaquito, te lastime o?.- le dió un golpe cariñoso en el
pecho al percatarse de que Marcos lo que tenía era un
ataque de risa.- De que te ríes?
De tí, de mi. O más bien de nosotros. Porque sabes?, si
seguimos asi, ésto no va a durar nada, no crees?.-
Marcos estaba empezando a chuparle un duro pezón,
provocando que Laura perdiera la poca capacidad de
raciocinio que le quedaba.
La espiral de placer mientras le besaba los pechos, era
tan fuerte, que aunque una parte de ella quería que ya
acabará esa dulce tortura, su cuerpo tembloroso no hacía
nada por ocultar que le encantaba lo que le hacía
Marcos.
Laura, tomo fuerzas quien sabe de donde para separase
de su boca y empezó a besarle el pecho, descendiendo
hasta el elástico de su calzoncillos, donde paso la lengua
en repetidas veces hasta que oyó como Marcos gruñía
Laura se sentía completamente fuera de sí, desesperada
por demostrarle el placer que le podía dar. Así que tomo
su miembro con la boca y lo tomo con la boca con una
suavidad que saco a Marcos de quicio.-
Por Dios, Laura quieres que me muera.- Ven acá.- la
recostó en la cama, mientras con los dedos le acariciaba
los húmedos pliegues del su feminidad, provocando
fuertes espasmos en el vientre de Laura.
Por favor, Marcos, hazme el amor ya,- jadeó Laura entre
gemidos.
Con gusto, amor:- Marcos se acomodo entre sus piernas
y la levanto de las caderas con las manos para que ella lo
recibiera a plenitud. Entró en ella suavemente, dándole
tiempo a que se acoplara a él, para después con un solo
empuje dejarse ir hasta el fondo, logrando que Laura
gritara del placer tan intenso que sentía. - Laura, eres tan
maravillosa y se siente tan bien el estar dentro de tí.-
Lo sé, pero creerás que quiero mas.- susurró Laura.-
Marcos se hinco entre las piernas de Laura, subiéndole
las pantorrillas a sus hombros, mientras se deslizaba
furiosamente en el interior de la joven.- Abre los ojos,
Laura,.-
Laura obedeció, al mismo tiempo que sentía un fuertisimo
temblor recorrer el cuerpo hincado de Marcos, mientras
ella misma llegaba al clímax.

Cuando Marcos pudo recuperar el control de si mismo,


intentó levantarse del cuerpo húmedo de Laura, pero ella
no lo dejo.- No te quites, si?.- Laura aún tenía los ojos
cerrados disfrutando el momento, quiero tenerte un rato
más así.-
Peso mucho, gordita.-, Marcos le dio pequeños besos en
los párpados, - miramé Laura, - Marcos no dejaba de
besarle el rostro con besos tan suaves que parecían el
roce de una pluma.-
Laura, abrió los ojos pesadamente, y vio en los de él
mucha ternura y otro sentimiento que tenía miedo de
analizar, no quería pensar, ni darse la oportunidad de
creer que fuera amor.
Te extrañe tanto, que por poco cometo la tontería de
hablarte a la tienda de la casa, pero no quiero que Luisa
ni siquiera se. . .
Laura lo interrumpió, poniéndole la mano sobre la boca, -
Por favor, estoy tan feliz, no me quiero acordar que tienes
esposa, no la menciones ahora si?
Marcos, le contestó apoderándose de sus labios y
besándola tan sensualmente, que Laura sintió claramente
como, el miembro de Marcos aún en su interior,
empezaba a despertarse nuevamente.
Eres insaciable, flaquito,- mientras reía quedo.
Y tu, por eso me vuelves loco:
Volvieron hacer el amor, aunque con una calma que
despertaba emociones aún mas intensas que los dejó
lánguidos y satisfechos.

Ya en la madrugada cuando los gemidos y suspiros por


fin se acallaron, Marcos le preguntó a boca de jarro a
Laura
Ahora si, gordita, cuéntame que es lo que te preocupa.
Laura, estaba recostada en su hombro, y sintió el nervio
de la amenaza. No sabía como Marcos se había dado
cuenta de que algo le preocupaba y tenía miedo de la
reacción que tendría si le contaba que había
probabilidades de que estuviera embarazada. De algo
estaba segura, no se arrepentía, ni siquiera un poco de
haber estado con él durante esos meses.
Como sabes que algo me preocupa?.- Laura, trató de que
su voz sonará normal.- Levantó su rostro del hombro de
Marcos, mientras una sonrisa curvaba sus labios.
Pues realmente no lo sé, pero en tus ojos se ve algo, que
no se que es, tienes algo de ojeras, lo que quiere decir
que no has estado durmiendo bien.
Al contrario, flaco, como no te había visto, he estado
llegando temprano a mi casa y durmiendo a mis horas.-
Con una risa profunda que entibio el corazón de Laura,
respondió.- Eso espero.-
Laura, ya estaba sentada en la cama juntando su ropa
esparcida por el cuarto, tratando de vestirse, para
sentirse más segura de si misma mientras enfrentaba a
Marcos con la bomba que iba a dejar caer.
No te quiero mentir, Marcos, tu me pediste sinceridad y te
la mereces, por que te has portado increíble conmigo
desde que estamos juntos..- Laura, se mojó los labios, se
echó el cabello con la mano hacia atrás, señal que estaba
algo nerviosa.- Lo que pasa es que tengo un retraso de
casi un mes en mi regla.-
Marcos que estaba terminando de vestirse, dejo de
abrocharse los pantalones, buscó en las bolsas de su
chamarra, un cigarro que prendió.- Quieres uno?.- le
ofreció a Laura, para luego arrepentirse.- Demonios que
estoy diciendo.-
Crees que estés. . . ?.- Maldición creo que no estoy
pensando coherentemente.- se acercó a la joven que
estaba esperando como reaccionaba.- Con el pelo rizado
alborotado, la camisa y el pantalón sin abrochar y
descalzo, tenía una imagen increíblemente sexy y a
Laura se le hizo la agua boca al pensar la manera que en
acababa de hacerle el amor.
Perdóname, Gordita, sé que nunca se me ocurrió tomar
precauciones y es por que no puedo dejar de pensar en
tenerte debajo de mi temblando de deseo por lo que
estamos metidos en esto.
Respiró profundamente, tratando de calmarse, antes de
decir algo de lo que se fuera arrepentir. Por otra parte, se
sentía feliz de sólo pensar que Laura pudiera estar
embarazada.
No Marcos, no es tu culpa, la verdad es que nunca lo
hablamos y yo me lance a tus brazos sin siquiera pensar
en la consecuencias. Pero quiero que sepas que tengo
perfectamente claro que tu eres un hombre con
responsabilidades que tienes que anteponer a cualquiera
otra que te quieran endilgar. Sólo quería que estuvieras
enterado, no que te preocuparas.
A ver Laura, cálmate yo ni he dicho nada y tu ya me estas
haciendo a un lado.- Laura miraba sorprendida que a
Marcos no le había molestado la novedad, si no más
bien parecía un poco “complacido” y quiza algo
desconcertado.
Es sólo que no quiero que pienses. . . .
No Laura, yo no estoy, ni tengo por pensar nada, fue un
descuido de ambos, ven siéntate aquí conmigo.- Tomo a
Laura del brazo para que se sentará en sus piernas.- En
caso de que tus sospechas resultarán ciertas, que
quieres hacer?-
Tendría al bebé, por supuesto!- Sé que sería una bronca
enorme, por mis condiciones, pero ya vería como le haría.
.
Como le haríamos, Gordita.- Marcos le tomo la barbilla
con una mano, para que lo viera a la cara.- Por que sí esa
es tu decisión, quiero que sepas, que puedes contar
conmigo moral y económicamente, aunque no te pueda
ayudar con mi apellido, Siempre contarás conmigo.-
Laura, no sabía que decir, no había sopesado la
posibilidad siquiera de que Marcos sé quisiera hacer
cargo del problema como lo estaba diciendo.-
Marcos, gracias, la verdad nunca me paso por la mente
que te quisieras echar semejante problema encima.
Goridta, tu no eres ningún problema para mi, todavía no
lo entiendes?.- Laura sentía, los labios de Marcos
moviéndose sobre su cuello y la sensible piel detrás de
los oídos y sus manos moviéndose posesivamente sobre
su pecho, y paso bastante rato antes de que la llevará a
su casa ya de madrugada.

Marcos,!! , te llaman por telefóno!11.


Aquí contesto, gracias.-
Marcos, soy yo Jorge, como estas mano?.-
Marcos oyó la voz de Jorge y de inmediato se dio cuenta
de que algo estaba pasando, podía sentir la tensión en
su voz.
Bien y tu que onda?.-
Tengo que hablar contigo, tendrás oportunidad de vernos
para tomarnos una cerveza o algo?-
Que tal a mediodía, por que en la noche paso a recoger a
Laura en el centro a las ocho.
Órale, entonces nos vemos en el bar de memo
Esta bien ahí nos vemos.
Marcos colgó, algo inquieto el teléfono, y se dirigió a
recoger con su supervisor su ruta de entrega de ese día.
La noticia que le había dado Laura la noche anterior, lo
inquietaba y lo malo es que casi deseaba que ella
verdaderamente estuviera embarazada y tener pretexto
para pedirle el divorcio a su mujer. También creía que
Luisa ya estaba enterada de lo de Laura, por que
últimamente estaba muy cambiada, demasiado posesiva
y cariñosa con él. Pero no podía evitar que la faltará el
valor para pedirle la separación. Aparte de eso, no había
podido evitarlo, estaba profundamente enamorado de
Laura, la amaba como sabía que nunca iba a poder amar
a su mujer y no le importaba que ella tuviera un hijo o
cualquier otra cosa. La admiraba por su fortaleza y
entereza ante los problemas, la respetaba por su
carácter, y fuerza y como mujer, hacía que se moviera la
tierra bajo sus pies, cuando la veía. Pero, estaba
irremediablemente entre la espada y la pared. Por una
parte estaba el amor de su vida y por otra estaba su
familiar y su mujer. No sabía que iba a hacer.

Laura estaba en la bodega de la tienda, acabando de


almorzar, cuando entró Mary,-
Estas muy callada, todavía no te llega tu periodo?.- Le
había contado a Mary sus sospechas en días pasados.
Todavía no.- mientras mordía su sandwich, viendo que
Mary se sentaba en la otra silla, y desenvolvía su
almuerzo.
Pero ya hablaste con él de tus sospechas?.-
Si, ayer.- Laura sabía que aunque Mary aparentaba ser
muy dura era un pan de mujer y estaba preocupada por
ella.
Laura se levantó de la silla, y acercándose a Mary la
abrazó feliz.
Y me fue excelente, realmente Mary para mi es todo un
hombre, no eludió su responsabilidad ni por un momento,
ni siquiera se enojó un poco.
Me alegro tanto por tí , pero cuéntame todo con detalle.

Laura, definitivamente quiero que me presentes a tu


hombre, realmente se esta portando a la altura que tu te
mereces.- Mary se agacho a recoger la envoltura de su
almuerzo,- Dios santo, Laura, eso que tienes en la pierna
es un chupetón?.
Laura, se miró el tobillo ruborizada, sólo para comprobar
que si, tenía un chupetón tremendo. Recordó la manera
en que habían hecho el amor, sin una pizca de pudor.
Laura solo atinó a mirarla sonriendo.-
No me contaste los detalles morbosos. Es buen
amante?.-
El mejor.-
Vaya pues, es un dechado de virtudes, pregúntale si o
tiene un hermano mayor, - Soltando una carcajada.-
Bueno, ya en serio, tu como te sientes?
Para serte sincera, a veces me siento como la mayor
estafadora del mundo, yo casi estoy segura que es solo
un retraso. Pero feliz de ver, que Marcos no me
defraudó.
Mira Laura, no te mortifiques por tonterías, piensa que fue
una prueba que les están poniendo y que al parecer van
a pasar sin muchas dificultades. Bueno, si ya acabaste de
almorzar ayúdame a arreglar unos estantes, vamos.
Vamos.-

Marcos, ya iba en la segunda cerveza cuando entró


Jorge, casi corriendo al bar.- Se me hizo tarde, ya tenías
mucho rato?.- Sentándose a saludarlo, después de
hacerle una seña a un joven que estaba atendiendo
varias mesas.-
Ya, Jorge, cuéntame que te traes, por que me dejaste en
ascuas.
Es que estuve platicando con Miguel, tu hermano. Sí
sabías que esta enterado de lo de Laura y no esta de
acuerdo para nada?.-
Si, lo sé. Jorge tu que opinas de mi relación con ella?.-
Por que me preguntas a mi?, tu sabes que no me gusta
meterme en lo que no me importa, y tu ya estas mayorcito
para saber que es lo que quieres.- dando un largo trago a
su cerveza.
Yo lo sé, te agradezco que no nos critiques, pero me
gustaría saber tu opinión de amigo.- Marcos, encendió un
cigarro mientras arrojando el humo en una sola
bocanada.
Mira Marcos, te vuelvo a repetir. Lo que ustedes hagan
con su vida es cosa de ustedes. A mi lo único que no
me gustaría es que salga lastimada Laura otra vez. Y por
otra parte oí a mi hermana comentando por teléfono con
Ana que Laura, estaba teniendo algúna clase de
problemas. Pero mi imagino que eso lo sabes tu mejor
que yo.
Sabes, lastimarla es lo último que pasa por mi cabeza. Y
en cuanto a que tiene problemas, nunca ha dejado de
tenerlos, pero si tu vieras las fuerza que tiene, te
sorprenderías de la voluntad de hierro que oculta.-
Jorge se quedó unos momentos en silencio, hasta que
se dio un pequeño golpe el mismo en la frente, -
Demonios, como no me había dado cuenta.-
Cuenta de que, - “Este pobre se esta volviendo loco”.
De que estas enamorado de ella, verdad?.- Jorge lo
miraba con una cara de preocupación, que casi podía
causarle risa a Marcos.
Si, para que te lo niego, no lo pude evitar. Sabes que
jamas ha salido de sus labios un reproche, ni nunca me
ha dicho o me ha reclamado el que esté casado y si a
eso le agregas que es tan hermosa, tan alegre, tan fuerte
tan. . .
Si, si parale mano, definitivamente estas enamorado. Y
ahora que piensas hacer?.- Jorge le daba palmadas en la
espalda, mientras se reía a carcajadas.
Marcos se tomo su tiempo para tomar un puño de
cacahuetes que habían dejado como botana en la mesa y
darle un largo trago a su cerveza.
No lo sé, te imaginas lo que pasaría sí le pido el divorcio
a Luisa.- Marcos lo miraba abrumado.
Sí probablemente matarías a tu madre del disgusto, y de
paso a lo mejor hasta tu suegra se muere por lo mismo,
sin contar que tu demás familia te descuartizaría. Por
otra parte sabes que Miguel ya le contó todo a Luisa?.-
Marcos, lo miro asombrado. Soltando un repertorio de
maldiciones,- No lo sabía, aunque tenía el
presentimiento.
Si, asi que seguramente, no tarda en saberlo tus padres
y hermanos y prepárate por que seguramente, tus
problemas apenas van a comenzar.
Soltando un largo suspiro de resignación contesto
Marcos, - Si supongo que tienes razón.-
Vas a tener que dejar a Laura, ya lo pensaste.-
No, Jorge eso no. Estaré con ella, a ver hasta cuando.-
Pues salud por eso y échale ganas, amigo.
Salud.

Llegó Junio con sus lluvias. Laura y Marcos seguían con


su relación, casi en contra de todos. El atraso en la
menstruación de Laura, había sido solo una falsa alarma.,
que muy a su pesar provoco un fuerte sentimiento de
perdida en Marcos. Nunca se lo había comentado a
nadie, ni siquiera a Jorge, pero internamente deseaba
que Laura estuvieses embarazada, para de esa manera
zafarse de su matrimonio. Ahora se daba cuenta que
hacía buen tiempo que había dejado de querer a Luisa.
Marcos había tenido que hablar con Laura, para hacerle
saber que ya su familia estaban enterados de su relación
y que estaba teniendo mucho problemas por la presión de
su familia. Lo que no le había contado Marcos eran las
escenas que le hacía Luisa, donde ya era tan fuerte los
celos, gritos y golpes que incluso lo amenazaba con tratar
de matarse si no la dejaba a Laura. Y se agravaba a
ratos, por que Marcos, hacía meses que no la tocaba
siquiera. Sabía que lastimaba profundamente a Luisa, al
no querer hacer el amor con ella, pero no podía soportar
tocarla siquiera sin pensar en la joven de largo cabello
castaño que le había robado el corazón.

Una noche de septiembre al entrar Marcos a su casa, vio


que Luisa se había quedado dormida en uno de los
sillones de su casa, al tratar de levantarla para que se
fuera a la recamara, se asustó por que no reaccionaba.
Estaba sacudiéndola por los hombres, cuando Luisa
empezó a despertar y le llegó el fuerte olor a alcohol.
Luisa lo que tenía era que estaba ebria.
Hola mi adultero marido, hoy me hizo el favor tu amante
de desocuparte temprano?.- Luisa apenas se podía
mantener erguida de tan borracha que estaba y Marcos
no pudo evitar sentir pena por ella y furia contra si mismo,
por lastimarla de esa manera.
No empieces, mujer ya vete a la cama, andale.- Marcos la
tomo de la cintura, tratando de que se apoyara en el, y
guiarla hacia la recamara.
Que tiene ella que no te dé yo, Marcos,- Luisa ya estaba
mas despierta y empezó a levantar la voz .- Ella hasta un
hijo tiene y yo me entregue a ti virgen, que eso no tiene
importancia para tí.?- Gritó fuera de si y llorando.- Pero
estó se va acabar ahorita mismo.- Se soltó de su brazó y
corrió hacía el baño.
Marcos, que estaba demasiado fastidiado para prestarle
atención empezó a desvestirse. Ya se estaba bajando
los pantalones cuando entró en la pieza Luisa, con un
frasco de pastillas en la mano.
No me crees. Verdad?, pues veme.- Abrió el frasco, y se
echo en la boca un puñado de pastillas, y empezó a
tragarlas.-
Luisa, por Dios, - Marcos corrió hacia ella, tomándole por
detrás, y apretándole el vientre para que devolviera y
escupiera lo que se hubiera tragado

Un rato despues, Luisa estaba sentada llorando y Marcos


de pie frente a ella, no sabía como actuar, le dolía ver que
la mujer que había sido su compañera desde la
secundaria, estuviera tan destrozada por su culpa. Pero
por otra parte, ya no quería involucrarse con ella.
Luisa, ya calmate.-
Que me calme, tu crees que me puedo calmar, sabiendo
que vienes de verla. Porque no la dejas, y tratamos de
que todo vuelva a ser como antes.
Marcos no se sentía con ánimos de contestarle. Se sentó
junta ella y le pasó un brazo por los hombros.
Luisa, empezó acariciarle la mandíbula y el pecho con
las mano y esta vez, no tuvo corazón para rechazarle.

Marcos, se sentía como un infeliz bastardo, por haber


tenido relaciones con Luisa, se sentía como el ser más
vil y desgraciado. Pero no había podido negarle a Luisa,
el tener sexo con ella. Por que eso había sido para él,
solo sexo. Pero ahora se sentía como si hubiera
traicionado a Laura.

Laura se daba cuenta que algo andaba mal con Marco, lo


sentía como algo lejano y se llenaba de terror sólo de
pensar en que estuviera pensando en terminar con ella.
Ella sabía que la presión por parte de su familia, estaba
alcanzando niveles insoportables para cualquiera. Lo
sabía por que Martha se lo había contado la última vez
que se habían visto. Le había contado como Miguel el
hermano de Marcos, era el que se encargaba de llevarle
a la familia y luego a la mujer, los pormenores de su
relación con Marcos.
Que tienes, bonito, por que estas tan callado?.- Estás
trompudo o me quieres dar un beso:- Laura lo abrazó por
detras, y le metió las manos en los bolsillos de los
pantalones mientras caminaba detrás de el como una
cuchara.-
Estate quieta, Gordita, me estas haciendo cosquillas.-
Marcos no pudo evitar reírse.-
Vaya que es estó.- Laura, había metido más
profundamente las manos en los bolsillos, de manera que
podía perfectamente rozar con ambas manos el miembro
de Marcos.- Laura sonrió al oír como gemía quedamente
Marcos.
Marcos, se volteó abrazando a Laura por la caderas para
presionar su ya erecto miembro contra la pelvis de Laura.,
mientras tomaba su labios y mordisqueaba su labio
inferior.- Se te perdió algo, Gordita.-
Sí, algo que quiero dentro de mi, crees que me lo puedes
dar tu?.- Laura, ya sentía como sus pechos se hinchaban
contra el encaje del bra.-
Claro amor, yo lo único que espero es estar a la altura de
tus deseos.- A Marcos ya se le había borrado el aire de
tristeza de sus ojos, que era lo que quería Laura, - Ven
vamonos.-
Si, pero ahora yo te voy a decir a donde vamos, esta vez
te invito yo.-
En el carro, platicaron de cosas sin importancia,
mientras Laura le decía que se dirigiera a un Hotel que
solo tenía suites.-
Laura, ese lugar cuesta bastante, estas segura?.
Claro, que no nos lo merecemos?.- Laura, tenía una
sonrisa radiante al ver su cara de sorpresa.- Andale, ya
no rezongues y vamos.
Al llegar al hotel Laura intentó adelantarse para pedir la
habitación, pero Marcos se le adelantó y pago, en uno
de sus acostumbrados gestos caballerosos que le
encantaban a Laura.
Por que no me dejaste pagar?, yo te estaba invitando.-
Laura ya estaba por hacer su cara de puchero.-
Jamas te lo permitiría.- Marcos con una sonrisa en los
labios le dio un rápido beso, señal de que para el ya no
había mas que discutir.
Al entrar en la suite, vieron que valía la pena el pago del
cuarto.
Había una enorme cama redonda, un pequeño frigobar
con toda clase de bebidas y lo mejor, el motivo por el cual
Laura había querido ir a ese lugar. Una enorme bañera
con jacuzzi.
Laura, me quiero echar un baño, me esperas?.- Marcos
lo hacía por que aún sentía en su cuerpo el olor de Isabel,
a pesar de que habían pasado varios días desde que
había tenido relaciones con su esposa.

Marcos ya estaba enjabonándose el cuerpo, cuando


sintió las pequeñas manos de Laura, abrazándolo por
detrás.
Te puedo enjabonar yo?.- Marcos, vio una hermosa
sonrisa en la cara y ojos de Laura que ya estaba
completamente desnuda pegando su cuerpo al de
Marcos.- Sabes, eres una pequeña atrevida, pero te
adoro.
Laura , empezando a ponerse seria, tomo la barra de
jabón y empezó a tallarle el pecho, la espalda y caderas
con movimientos lentos. Bajando las manos hacia el
vello oscuro y rizado de donde sobresalía su
masculinidad completamente erecta, provocando que
Laura se la enjabonará suavemente con lentos
movimientos. Los ojos de Marcos ya eran dos carbones
encendidos de deseo por aquella mujer que sabía llevarlo
al limite de sus fuerzas. Pero aún así, no quiso estarse
quieto, asi que le quito el jabón y empezó a darle el
mismo tipo de tratamiento, enjabonando cada rincón de
su precioso cuerpo, desde sus pechos que semejaban
dos pequeñas montañas de tan duro y hinchados que
tenía ya los pezones, Marcos, tomo uno en su boca,
mordiéndolo y chupándolo, con tanto fuerza que Laura
gritó, pero al parecer no era suficiente para él, por que
bajo su mano al monte de rizos de su bajo vientre y
sumergió un dedo en su cálido interior, mientras con otro
tocaba su botón de carne rosa que hizo que todo el
mundo de Laura explotará en un intenso mar de
sensaciones tan fuertes que la joven no pudo aguantarse
mas, bajo la cara hacia la erección de Marcos tomándola
con la boca y dándole pequeñas mordidas mientras con
la mano no dejaba de acariciarlo. El hacer el amor de
esa manera en la ducha, era lo mas sensual que habían
hecho hasta nunca, sentir a Laura toda húmeda entre sus
brazos, mientras escapaban de sus labios gemidos y
jadeos de satisfacción, puso a Marcos fuera de si. La
tomo de las caderas mientras la levantaba del piso y el se
recargaba en la pared, para después dejarla caer
plenamente sobre su miembro, mientras las piernas de
Laura lo abrazaban fuertemente por la cintura, y se
aferraba a sus hombros con una pasión nacida de la
desesperación. Hasta que el mundo estalló en ellos,
mientras ambos alcanzaban el clímax más fuerte
alcanzado nunca.

Terminando de bañarse, Marcos había secado a Laura,


dulcemente, sin dejar ni una sola parte de su cuerpo de
adorar, pero Laura no había hecho ningún comentario. Al
contrario, Laura estaba muy callada y sus ojos
enrojecidos, se fueron abrazados a la habitación y
Marcos acostó a Laura en la cama, como a una niña
cobijándola sin dejar de murmurarle palabras de ternura
hasta que Laura no pudo más y estalló en fuertes
sollozos.
Laura?. . .Que tienes?, no llores por favor.- Marcos sentía
un nudo en la garganta, lo único que atinó hacer fue a
consololarla hasta que se tranquilizó.
Oye, Laura, no es necesario que llores, si no te gusta
como te hago el amor, solo tienes que decírmelo- bromeó
Marcos y se tranquilizó un poco al ver que había tenido
efecto en Laura y ya empezaba a sonreir.-
No seas tonto.-
Marcos le levantó la cara, quitándole el cabello del rostro.
- Ya estas mas tranquila. Ahora cuéntame que es lo que
te pasa.
No, ahorita no. Que te parece si me haces el amor otra
vez?.-
Me estas sacando vuelta, gordita?.- Marcos, empezó a
besarle los pechos, y entre mordisco y mordisco, le
decía.- Me lo vas a tener que contar.-
Laura, podía sentir como su cuerpo empezaba a
despertar a las caricias de él, podía sentir como le
acariciaba la parte interna de los muslos y le separaba los
labios para acariciarle, como sólo el sabía hacerlo,
excitándose tan intensamente que sólo podía pensar en
sentirlo dentro de ella, y llevándola fuera de sí. Laura,
trataba de decirle que parara, pero de su boca solo salían
suspiros y jadeos y podía sentir su dura erección contra
su vientre, buscando el calor de su cuerpo mientras
Marcos se frotaba contra ella, siguió acariciando su
pezones y vientre, y empezó a bajar hasta en el triangulo
de rizos dorados, Laura lo miraba entre asombrada y
espantada.-
Sabes, amor, hace mucho que tengo ganas de
saborearte de esta manera. Laura gritó al sentir su
lengua, bebiendo de su cuerpo como su fuera un brebaje
exquisito y con su dedo seguía haciéndola sentir cosas
tan extraordinarias que Laura sentía que en cualquier
momento moriría.
Marcos, levantó la mirada de la tarea que se había
impuesto, y la vio con lo labios hinchados de sus besos,
con el rostro y el pecho perlado de sudor, los ojos
entrecerrados y comprendió en ese momento, que nunca
había visto algo tan sensual y hermoso. La contempló
durante largos segundo, tratando de que esa imagen se
quedará grabada en su mente.
Laura, levantó la caderas y lo abrazó con las piernas,
tomando con su mano su miembro, para que ya entrará
en su cuerpo, pero Marcos al parecer creía que aún no
era tiempo, por sólo rozaba su cuerpo provocativamente
con su pene, logrando desesperar a tal grado a la joven,
se sentó para tomar entre sus mano y dirigir su boca al
autor de su desesperación y prodigarle el mismo
tratamiento a su cuerpo, tratando de calmar en algo en
ansía que crecía en su vientre.
Marcos, tenía una cara de placer tan intensa, que Laura,
empezó darle besos y pequiñisimas mordidas a todo lo
largo de su imponente miembro, gozando con la
sedosidad de la piel. Hasta que no pudo más y
tumbándose de espaldas lo jaló hacia ella y guió su pene
hacia su feminidad, levantando las caderas tan rápido,
que no se dio cuenta de que el gritó que se había
escuchado era el de ella misma.
Marcos, se detuvo un momento dándole tiempo que su
cuerpo se amoldará al de él, le encantaba ver como se
veían sus cuerpos entrelazados, el suyo moreno, contra
la piel blanca y suave de Laura que lo ceñía y lo apretaba
como si en ello le fuera la vida. Laura lo tenía abrazado
con las piernas, permitiéndole hundirse en ella tan
profundo, que sentía el centro del universo estaba alli, en
el centro de su precioso cuerpo.
Marcos, empezó a acelerar sus embates tan rápido que
no tardaron ambos en llegar al clímax.
Te quiero Marcos, -estallo nuevamente en sollozos Laura
Te quiero tanto, que me da pavor pensar que me vas a
dejar.-
Marcos, le estaba besando el rastro de sus lagrimas y el
mismo se sentía al borde del llanto, por que no podía
decir que eso nunca iba a pasar, No tenía la fuerza
suficiente para engañarla de esa manera.
Laura, por eso estabas llorando hace rato?.- Marcos,
sentía que algo se rompía en su interior.- Por favor no
llores, gordita.
Laura seguía sollozando, quedamente, Marcos se rodó
de lado, de manera que Laura , quedará apoyada en su
pecho.
Marcos alcanzó los cigarros que había dejado encima de
buró y encendió uno, aprovechando esos minutos para
poner sus pensamientos en claro.
Y es que lo que más le dolía de la confesión de Laura,
era el no poder decirle que el también la amaba. Porque
eso sería permitirle hacerse ilusiones con algo que lo
mas seguro era que no podría ser. Por que sabía que su
relación tarde o temprano iba a tener que terminar. No
podía encadenarla a seguir siendo su amante
indefinidamente. No era tan desgraciado como para
hacerle eso a Laura. Ella se merecía alguien que pudiera
ofrecerle todas las cosas que el no podía. Un nombre, un
hogar, un apoyo y la seguridad de ser la única mujer en la
vida de ese hombre, aunque eso le partiera el corazón en
dos.
Estas enojado, Marcos,.- Laura levantó su cara llorosa
todavía.- perdóname, sé que no era esto en lo que
habíamos quedado y que esta relación debería ser para
disfrutar el uno del otro, y no enfrascarnos en
sentimientos. Pero no lo pude evitar y necesitaba que lo
supieras.
Laura, escúchame, no estoy enojado, como podría
estarlo?. Estos meses contigo han sido maravillosos y no
me arrepiento de absolutamente nada de lo que ha
pasado.- Marcos se calló pensando en la manera de
hacerle saber lo importante que era ella para él, sin que
entreviera sus sentimientos.- Eres la mujer más
maravillosa del mundo y seguiremos con esto hasta
donde se pueda, esta bien?.-
Laura sorbió por la nariz, no lo podía evitar se moría por
escuchar de sus labios el tan anhelado “yo también te
quiero”., pero comprendió que para Marcos nunca dejaría
de ser su amante.
Vamos, vístete te invito a cenar y te llevó a tu casa.-
Marcos se levantó de la cama y empezó a vestirse.
Ya camino a la casa de Laura, ambos iban
completamente sumidos cada quien en sus pensamientos
y Laura no podía evitar pensar que su confesión había
cambiado su relación. No sabía como pero lo sentía,
volteo a ver a Marcos, no dejaba de fumar y de pasarse la
mano por el cabello y su rostro se veía tan demacrado y
tenso que Laura, sintió pena por él, aparte del inmenso
amor que le tenía. Para ella era un hombre fuera de
serie, y no sabía sí estaba así por lo que le había dicho, o
que era.
Se despidieron como siempre con besos en la esquina de
su casa.

Lo siguientes días siguieron su rutina de siempre, la


recogía en la tienda, cuando podían hacían el amor, con
la misma pasión, solo que para Marcos los finales eran
casi una tortura, por que Laura siempre le recordaba
entre sollozos que lo amaba y el le dejaba una pedazo de
su corazón cada vez que eso pasaba.

Una tarde de sábado a finales de octubre, Marcos estaba


sentado en la sala de su casa, haciendo tiempo para ir
por Laura al trabajo, cuando escucho que venía entrando
Luisa del la calle. Ya tenía días que la veía muy
cambiada, no sabía como expresarlo, pero no podía
dejar de pensar que algo estaba pensando.
Hola, no puedo creer que estés aquí. Que tu amante no
te pudo recibir hoy.-
Marcos, no contestó se levantó del sillón, fue por un
cigarro.. Ya estaba harto de oír los reproches de Luisa.
Sabía que estaba en su derecho y que el desgraciado era
él, pero no estaba de ánimo para oírla.

Ah. . . ahora me vas a ignorar?, esta bien. Vamos a ver si


con la noticia que te voy a dar lo sigues haciendo.
Aunque no creo que vayas a saltar de gusto. Aunque
bueno, tus padres se pusieron felices cuando lo
supieron.- Marcos escucho el tono irónico en su voz, sin
imaginarse siquiera de que estaba hablando.
De que estas hablando, y te advierto Luisa no estoy de
humor para una de tus interminables escenas de celos.-
Tu crees?, Tranquilízate no te voy hacer ninguna escena.
Mejor siéntante por que no se como lo vayas a tomar.
Marcos, le hizo caso, mas por evitar un pleito que por
escuchar lo que le iba a decir. A decir verdad, ya estaba
harto de ella, pero se sentía atrapado en ese matrimonio.
Manipulado por ella y sus familias.
Con una irónica sonrisa danzando en su rostro, pensaba
Marcos, “como pude quererla alguna vez”. Como pude
estar tan ciego, por Dios.
Pues no se tú como lo vas a tomar, pero tus padres y
hermanos están felices de que al fin vayas a ser padre.—
Con un sonrisa triunfal .- Escuchaste amor mío, papá -
A Marcos se le había ido el color de la cara y se había
levantado del sillón, mientras Isabel desfachatadamente
se dejaba caer en el otro sillón.- Que estas diciendo? Es
una broma, verdad?.-
Yooo, como crees?.- Luisa estaba gozando ese momento
como pocas veces, se le veía en la mirada de rencor que
tenía en los ojos.- Pues si querido, no te acuerdas que
me hiciste el amor hace seis semanas, pues aunque me
lo hiciste mas a fuerzas que otra cosa. Para lo que yo lo
quería sirvió, estoy embarazada así que la estúpida de la
Laura esa se va tener que aguantar y tendrá que saber
que su amorcito sigue teniendo relaciones con su mujer
tan apasionadamente que la embarazó. No crees que es
para dar risa?.-
Marcos estaba furioso, lo había vuelto a utilizar y el como
un imbécil había caído en la trampa.
No puedo creer que me hayas utilizado de esa manera
Luisa, por que?.-
Todavía me preguntas por que? Desgraciado, no sabes lo
que siento cuando te oigo llegar en la madrugada con el
olor de ella en todo tu cuerpo. Se perfectamente que
aparte de todo eso, la quieres, te lo veo en los ojos, asi
que a tu hermano se le ocurrió que con un hijo no podrías
dejarme y lo logre. Nunca serías capaz de darle ese
dolor a tu familia, eso lo tengo muy claro. Asi que
prepárate, por que este matrimonio de infierno apenas
comienza.

Marcos, no podía creer lo que escuchaba. Su hermano


había ayudado a tenderle la trampa. Estaba tan furioso y
se sentía tan impotente que empezó aventar cosas. Lo
único que atinó a hacer fue salir de su casa dando un
portazo, mientras escuchaba la risa de Luisa.

Laura, estaba ahora si, demasiado desconcertada,


Marcos cada vez espaciaba mas los días que la veía. Y
cuando lo hacía, estaba más serio que nunca, sólo lo
sentía igual cuando hacían el amor. Era como si solo de
esa manera pudiera conectarse con ella. Ya había
pasado un mes asi y Laura veía que ahora si estaba
pensando en dejarla. Eso la tenía desolada, estaba tan
enamorada de Marcos, que sentía que si la dejaba si iba
a derrumbar, lo que no sabía es que si esta vez tendría
fuerzas para salir adelante.

Dos días después Martha le habló para invitarle a una


reunión en casa de otro amigo en común, Fernando iba a
festejar su cumpleaños y celebrarlo los amigos se iban a
reunir. Laura aceptó, mas por compromiso que por ganas,
pero no podía estar esperando toda la vida, a que Marcos
le hablará o la fuera a ver.

Laura por lo menos olvido por un rato sus problemas en


la fiesta de Fernando, ahi reunida con sus amigos de
años, bromeando y hablando de tonterías, estuvo no
contenta, pero cuando menos se distrajo algo.

Dos semanas después, volvió a recibir llamada de


Martha, para invitarla ahora a una cena en su casa, para
celebrar su cumpleaños. Y muy a su pesar aceptó. No
había podido ver a Marcos ni un sólo día. Aunque le
había hablado una o dos veces, siempre se le oía algo
distante y cuando ella le preguntaba si todo estaba bien,
siempre le contestaba.
Si, solo que tengo mucho trabajo.

Había un chavo de nombre Rafael que había conocido en


la fiesta de Fernando, bastante guapo y este sí era
soltero. Era compañero de trabajo de Fernando y no
había ocultado el hecho de que le había gustado, incluso
ese mismo día le había pedido su teléfono, y había
estado llamándola para salir, cosa que ella no había
aceptado.

Tres días antes de la cena en casa de Martha, estaba


atendiendo unos clientes en la tienda, cuando le dijeron
que tenía llamada. - Bueno,- dudando tomo la llamada no
sabía sí era Marcos o Rafael que no dejaba de llamarle
casi todos los días.
Laura, soy yo Silvia.- A Laura, se le cayó el alma a los
pies, estaba segura que le hablaba por algo. Y más
cuando oyó que se ponía a parlotear sobre tonterías,
cosa que desde que andaba con Marcos no hacía.
Silvia, ya dime para que me hablaste. . .- Sorprendida se
dió cuenta que Silvia estaba dudando en decirle algo.
Es que. . como te lo digo. . .-
Silvia me estas poniendo nerviosa, pasa algo?.
Si Laura, escucha, sé que tu crees que por que andabas
con Marcos, yo estaba molesta y dejamos de vernos
pero no era así.
Ah no, entonces como era?.- Laura, no pudo evitar darle
a su voz un tono irónico .-
No, por favor entiéndeme, lo que sucedió es que me
mortificaba ver como estabas echando a perder tu vida,
comportándote de esa manera.- Laura se sorprendió al
escuchar a Silvia, por que realmente se escuchaba
sincera en lo que decía, y a decir verdad jamás había
vuelto a tener por parte de ella un mal comentario.-
Entonces, para eso me llamaste, para pedirme
disculpas?.- Laura, no quería dar su brazo a torcer y
seguía, sin tragarse totalmente las disculpas de su amiga.
En parte, pero te habló por que tengo que decirte algo
que estoy segura que te va doler mucho?.-
De que hablas, ya vas a empezar con tus comentarios
mordaces?.- La joven no pudo evitar sentir escalofríos
del nervio, estaba segura que lo que le iba a decir tenía
que ver con Marcos.
Laura, tengo que decírtelo, sé que va a ser duro. Lo que
pasa es que Luisa, la mujer de Marcos esta embarazada.-
Laura, sintió que se le caía el mundo encima., estaba tan
estupefacta que no sabía que hacer. Por una parte,
sabía que era estúpido, pero el comprobar que Marcos se
seguía acostando con su mujer, le dolía como si le
clavarán un cuchillo en el corazón. Y por otra parte,
sabía que eso era el final de su relación con el hombre
que mas había amado. Sentía que el corazón se le
estaba partiendo y no había nada que pudiera hacer para
sentirse mejor. Siempre había sabido que esa relación
era temporal y en realidad había durado mucho más de lo
que hubiera pensado, casi 18 meses. 18 meses en lo
que se había sentido tan amada, y protegida como nunca,
ni siquiera cuando aún era hija de familia se había sentido
tan feliz, plena y satisfecha consigo misma.
Se levantó de la caja, respirando profundamente y hasta
entonces se dio cuenta que estaba llorando. Mary entró
en ese momento, y la vio.-
Ya estas más tranquila. Hace rato entré, y estabas tan
concentrada que ni siquiera me escuchaste, preferí
dejarte sola. Que pasa Laura,?.-
La joven comenzó a explicarle lo que estaba sucediendo.

Mas tarde y después de mucha plática y dos tés, Laura


estaba mucho más tranquila. No menos infeliz, pero ya
había tomado una decisión.
Entonces estas decidida?.- Mary insistía, sabía lo mucho
que amaba a Marcos. Y para ser sincera, en cierta
manera la admiraba y la envidiaba. La admiraba, por la
forma en que habían llevado su relación de una manera
tan madura, sin engaños y mentiras y sin impórtales
nadie más. La envidiaba, por que las pocas veces que
había tratado a Marcos, se notaba a metros de distancia
el profundo amor que se tenían los dos, aunque Marcos
nunca se lo había dicho a Laura, ella estaba segura de
que Marcos la amaba.
Si, Mary, ya no hay vuelta de hoja, esto se acabo. Con
un hijo de por medio que necesita a su padre no me
queda otro remedio. Ah Mary, por favor si habla Rafael,
me avisas?.- Que estas pensando hacer?.- Mary,
entornó los ojos,
Voy a aceptar salir con él, si no, no voy a tener el valor de
dejarlo.-
Esta bien, tu sabes lo que haces.- Salió de la bodega
moviendo la cabeza, en señal de que no estaba muy de
acuerdo con eso.

Marcos, sabía que estaba lastimando a Laura, al no


buscarla. Pero no sabía como decirle que Luisa iba a
tener un hijo. Y casi estaba seguro de que para Laura,
iba a ser un golpe demasiado duro. Demonios si para él
lo había sido. Y no se sentía capaz de verla a los ojos.
Por otra parte, ya estaba enterado de que había un
muchacho pretendiendo a Laura, y el tenía lo que Marcos
no. Libertad. Los celos lo estaban destrozando, pero ella
se merecía ser feliz con alguien más y el no tenía
derecho a quitarle eso.

Llegó el fin de semana y Laura puso especial atención en


su arreglo, sabía que ese día sí iría Marcos a la cena, por
que Martha se lo había confirmado. Asi que se cepillo su
largo pelo castaño hasta que brilló, se puso una falda
larga de tela de algodón color rojo, que se ajustaba a su
cintura y caderas, con una provocativa abertura en un
lado, que dejaba ver bastante porción de muslo, y una
blusa sin mangas y lo bastante corta para que con
cualquier movimiento se le viera la suave piel del vientre.
Se maquilló cuidadosamente, haciendo resaltar aún más
sus grandes ojos, con varias capas de rimel y una sombra
café en los párpados, y hasta medias y zapatos de altos
de tacones. Lo hacía para que la viera bien por última
vez y otra por que necesitaba toda la seguridad del
mundo para verlo sin prestarle atención.

Las noches anteriores había aceptado salir con Rafael,


no le había mentido y le había dicho que ella estaba
enamorada de alguien más, pero el no le dio importancia
y insistió en salir con ella y en que ella le gustaba mucho
y que quería que le diera una oportunidad.

En la cena todos eran conocidos y la mayoría amigos, si


se sorprendieron al verla llegar con el brazo de Rafael por
lo hombros, nadie dijo ni demostró nada y ella trató de
comportarse con toda la naturalidad que su tristeza y
nervios le permitían. Estaba en el comedor de la casa, y
Rafael la tenía abrazada tan posesivamente, que
cualquiera habría dicho que eran novios de largo tiempo.
Había bastantes parejas bailando cuando oyó la voz de
Marcos, felicitando a Martha y dándole un beso en la
mejilla, riendo con ella. Cuando reparó en que Laura no
estaba sola.

Lo que siguió pareció pasar en cámara lenta. Marcos se


quedó viéndola fijamente unos segundos que parecieron
durar una eternidad, con un dolor tan grande en la
mirada que Laura estuvo a punto de pararse para ir a
decirle que . ..que ? . . Que no le importaba nada, y
estaba dispuesta a seguir siendo su amante hasta que a
él le diera la gana. Que no le importaba quitarle un padre
a un niño que no tenía culpa de nada. No podía, asi que
tomo una gran bocanada de aire, y lo ignoró
olímpicamente. Centro su atención en Rafael y lo beso en
la boca, tan apasionadamente, que por un momento
sintió como se tensaba Rafael por la sorpresa, pero le
siguió la corriente. Solo cuando escucho que le decía
Marcos a Martha que lo disculpará que se tenía que ir.
Laura se atrevió a separarse de Rafael. El dolor que
sentía en el pecho, le inundó lo ojos de lágrimas, el
corazón le golpeaba en el pecho tan fuerte que parecía
que se le iba a salir, como pudo se quedó unos minutos
más con Rafael, hasta que ya no pudo mas y se dirigió al
baño.
Alli, ya la estaba esperando Martha con una vaso con ron
sólo y una mirada de reproche en los ojos que no paso
desapercibida para Laura.
Ten, flaca parece que lo necesitas.-
Laura se bebió en contenido del vaso de un sólo trago. El
alcohol le sacó lagrimas, pero en unos minutos la
tranquilizo lo suficiente como para empezar a retocarse el
maquillaje. Entonces Martha le reprochó.- No pensé que
fueras capaz de hacerle algo asi a Marcos.
Laura esbozó algo que debería haber parecido una
sonrisa, pero que resultó ser una mueca,-
Sabes Martha, yo tampoco.- Pero no habría tenido el
valor de dejarlo cara a cara.- Te juro que fue mejor asi.
Sólo espero que más adelante él alcancé a comprender
que lo hice por ese motivo. - Suspiró profundamente
tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con
brotar de sus ojos- Tu ya sabes que su mujer esta
embarazada, no? Yo podré ser todo lo inmadura e
irresponsable que tu quieras. Pero sé perfectamente que
aunque Luisa sea una desgraciada manipuladora, ese
pequeño va necesitar ambos padres y conozco a Marcos
lo suficiente, para darme cuenta de que el haría cualquier
cosa por un hijo, asi que esta vez me tocó perder.
Martha, abrazó a su amiga por lo hombros, mientras sólo
atinaba a murmurar a modo de consuelo, - Sé que no me
crees ahorita, pero se te va a pasar.
Quizas, pero por lo pronto el corazón se me esta
partiendo en pedazos.-
Marcos, estaba con Jorge delante de una botella de
tequila que ya casí se había acabado y aunque ya se
sentía bastante bebido, no podía dejar de ver ante su ojos
a Laura besando al muchacho ese. No había podido
quedarse alli, ni un momento más. Los ojos le ardían
terriblemente, y el dolor en el pecho era tan fuerte que no
sabía que hacer para calmarlo. Asi que se sirvió otro
vaso de brandy casi lleno y de un solo golpe se lo tomó.
Jorge a su lado, no decía nada, se limitaba a estar alli con
el. De cierta manera, agradecía que Laura hubiera
hecho aquello, por que sabía que la estaba lastimando
haberla hecho a un lado sin ninguna explicación, pero
demonios dolía demasiado. Apuro otro trago, mientras
Jorge pedía otra botella. Marcos no pudo evitar pensar
que aquella terapia iba para largo.

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