la población joven es especialmente proclive a desarrollar trastornos del sueño principalmente
debido a factores externos (sociales y am- bientales) y a distintos hábitos que pueden afectar su calidad (consumo de alcohol, tabaco, cafeína, etc.). (Carrillo, Ramirez, & Magaña, 2013)
(Nathaniel F. Watson, y otros, 2015)
(Daniel F. Kripke, Lawrence Garfinkel, Deborah L. Wingard, & al, 2002)