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DERECHO ROMANO II

Maestra: Licenciada Verónica Alejandra López Jiménez

Alumno: L.C.C. Javier Israel Preciado Lugo

Grupo: 222 Sabatino matutino


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Introducción

La sociedad (societas) era una figura jurídica muy común en la época de Roma, figura esencial en
el desarrollo de la vida en Roma, trascendental en el desarrollo económico, por lo que resulta
básico entender lo que comprende la sociedad sus elementos y las obligaciones inherentes a la
misma, los derechos a que se hacen deudores y las características y momentos de la disolución.
Figura jurídica que es fuente derecho histórico por lo que sirve de inspiración plasmado en el
código civil.
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Índice

Definición……………………………………………………………………………………………………………………………….4

Obligaciones ………………………………………………………………………………………………………………………….5

Disolución………………………………………………………………………………………………………………………………6

Conclusiones………………………………………………………………………………………………………………………….7

Bibliografía…………………………………………………………………………………………………………………………….8
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- Definición
La sociedad (societas) es un contrato consensual, bilateral o plurilateral, en el que dos o más
personas, denominadas socios, se obligan a poner en común cosas o trabajo, para la consecución
de un fin lícito y un interés común. El artículo 1665 del Código civil recoge la noción romana de
sociedad.

- Características de la sociedad

+ Al igual que la compraventa y el arrendamiento la sociedad es un contrato consensual, pero a


diferencia de ellas, el consentimiento exigido no es solamente inicial sino continuado y
permanente, es decir, la relación entre los socios existe en tanto en cuanto subsiste la voluntad
de continuar siéndolo.

+ Es importante resaltar que en Derecho romano el contrato de sociedad no daba vida a una
persona jurídica distinta de la persona de cada uno de los socios, lo cual significa que la gestión
de los socios es puramente personal, no pudiendo configurarse relaciones entre la sociedad
como tal y terceros. No puede hablarse, esto es, de créditos y deudas de la sociedad y sí
únicamente de créditos y deudas de los socios singulares; y cuando un socio actúa por la
sociedad, representa a los otros socios, nunca a la sociedad misma. En el Derecho español, por
contra, y por regla general, todo contrato de sociedad da lugar al nacimiento de una persona
jurídica.

- Elementos de la sociedad romana

+ Una aportación recíproca y efectiva de cada socio

No es necesario que las diversas aportaciones sean de la misma naturaleza ni del mismo valor:
uno de los socios puede aportar dinero, otro un inmueble, otro mercancías o ganado, otro,
incluso, su trabajo.

+ Un interés común

Esto quiere decir que cada uno de los socios debe obtener alguna utilidad, y si se acuerda que
alguno de los socios queda excluido de todo beneficio, no surge el contrato. En el mismo
sentido el artículo 1691 del Código civil. Refiere Cassio (D. 17, 2, 29, 2) que a una sociedad tal,
en el que uno sólo obtuviera ganancias y otras pérdidas, se acostumbra a llamar sociedad
"leonina". El nombre deriva de una fábula atribuida a Fedro, en la que un león asociándose a
una vaca, una cabra y una oveja para cazar, se reservó para sí todas las presas.
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+ Un fin honesto y lícito

Un acuerdo para cometer un delito, no constituye una sociedad. El mismo requisito es exigido
por el artículo 1666 del Código civil.

- Obligaciones y derechos de los socios

+ Cada socio está obligado a aportar aquello a que se ha comprometido.

+ Sentado que la sociedad como tal no tiene personalidad jurídica, si todos los socios
contrataran conjuntamente con un tercero, todos serán acreedores o deudores de éste. Si sólo
alguno de los socios hubiere contratado con un tercero y el socio que haya intervenido, el cual,
mediante un acto ulterior transmitirá a los demás socios los efectos derivados de sus actos: así,
si un socio, actuando por la sociedad, compra alguna cosa, es él quien adquiere la propiedad y
quien está obligado (acto ulterior) a transmitir la cosa adquirida al patrimonio común de la
sociedad con el derecho a exigir de sus consorcios el precio satisfecho.

+ Aunque la responsabilidad de los socios es materia dudosa, puede afirmarse que en Derecho
justinianeo, cada uno de ellos debe poner en la gestión de los intereses de la sociedad, el mismo
cuidado y diligencia que hubiese desplegado en los propios (diligentia quam suis rebus
adhibere solet); esto es, responde por culpa in concreto.

+ Cada socio participa de las ganancias y pérdidas a partes iguales, salvo que se acordase
repartirlas proporcionadamente a las diferentes aportaciones económicas o al desigual valor del
trabajo (Ulpiano D, 17, 2, 29 pr). El artículo 1689 del Código civil difiere en algunos puntos de
la solución romana, pues según éste, las pérdidas y ganancias se repartirán en conformidad a lo
pactado; y a falta de pacto, la parte de cada socio en las ganancias y pérdidas debe ser
proporcionado a lo que haya aportado.

+ A todos y cada uno de los socios compete la actio pro socio (acción para el socio) para
exigirse recíprocamente el cumplimiento de sus obligaciones, y para pedir la disolución de la
sociedad. Esta acción no debe confundirse con la actio communi dividundo que, como vimos al
hablar del condominio, va dirigida a la división y adjudicación de la cosa común, y que puede
entablarse por los socios, aún subsistiendo la sociedad, para conseguir que se les adjudique la
propiedad exclusiva de una parte de lo que antes correspondía a todos.
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- Disolución de la sociedad en Derecho romano

Según las fuentes, fundamentalmente Ulpiano (D. 17, 2, 63, 10), las causas de disolución más
importantes son:

+ Muerte de uno de los socios. El heredero del socio no sucede a éste en la sociedad, aunque
según Justiniano, acaecida la muerte, los socios sobrevivientes podrían acordar la continuidad
de la sociedad. Interesante resulta confrontar la doctrina romana con lo dispuesto en el
artículo 1704 del Código civil.

+ La voluntad común de todos los socios para disolverla.

+ Renuncia de uno de los socios (renuntiatio).

+ Consecución del fin para el que se constituyó la sociedad, o porque éste se torne imposible:
así cuando el patrimonio social perezca íntegramente.

Las causas de disolución, que coinciden en líneas generales con aquéllas del Derecho romano,
se recogen en el artículo 1700 del Código civil.
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Conclusiones

La sociedad como fuente de derecho histórica, fue fuente de inspiración en nuestra legislación por
lo que el estudio de la sociedad es muy parecido a lo que es actualmente nuestra regulación
mercantil, similitud en aportaciones de socios, intereses comunes y objetos de la sociedad lícitos.
Actualmente lo vemos regulando en nuestra legislación mercantil, específicamente en el código de
comercio, ley de sociedades mercantiles e incluso en código civil. Y si consultamos esas normas
jurídicas nos percataremos que la figura jurídica en esencia en la misma solo que tuvo evolución y
modificación inherentes al tiempo, a los nuevos métodos de realizar comercio.
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Bibliografía

Titulo; Hacia un derecho administrativo y fiscal romano

Autor; Fernández de Bujan Antonio

Editorial; Dykinson

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