Artículo de Revisión

LA ÍNSULA DE REIL:
EL QUINTO LÓBULO CEREBRAL
Juan Andrés Castaño Bello MD, MSc*.
Sandra Patricia Benavides Zarate MD, MSc**

*Médico y Cirujano, F.U.C.S Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, Hospital de San José.
Coordinador departamento de Ciencias Básicas, Facultad de Medicina, programa de Optometría Escuela
Colombiana de Medicina Universidad El Bosque. Docente Departamento de Ciencias Básicas Fundación
Universitaria del Área Andina. Bogotá, Colombia. E-mail: castanojuan@unbosque.edu.co

**Médico y Cirujano General, Escuela de Medicina Juan N. Corpas. Docente departamento de Ciencias
Básicas programa de Optometría Universidad El Bosque. Docente Facultad de Salud Universidad Manuela
Beltrán. Bogotá, Colombia. E-mail: benavidessandra@unbosque.edu.co

RESUMEN: A pesar de ser el menos conocido y popular de los lóbulos cerebrales, la ínsula cumple un
importante papel al ser parte de la red que detecta los eventos del entorno sensorial, con el fin de mediar en la
atención y planificar las respuestas necesarias. El presente artículo tiene como objetivo revisar los principales
aspectos de la ínsula de Reil y su importancia en el procesamiento de los impulsos nerviosos de carácter
aferente, haciendo especial énfasis en los últimos hallazgos que destacan la importancia de dicho lóbulo a
nivel de la integración auditiva y visual. La caracterización funcional de la ínsula permanece incompleta, lo
que subraya la necesidad de realizar estudios de mayor alcance y ofrece un gran potencial investigativo.

PALABRAS CLAVE: Cerebro, audición, visión.

ABSTRACT: Despite being the least known and popular of the cerebral lobes, insula plays an important role
by being part of the network that detects events sensory environment to mediate attention and plan the
necessary answers. This article aims to review the main aspects of the insula of Reil and its importance in the
processing of afferent nerve impulses character, with special emphasis on recent findings highlight the
importance of the lobe at the level of auditory integration and visual. Functional characterization of the island
remains incomplete, underscoring the need for more comprehensive studies and offers great research
potential.

KEYWORDS: Brain, hearing, vision.

Introducción y Aspectos Históricos

La ínsula (palabra proveniente del latín, que
significa isla) fue descrita por primera vez por
Reil en el siglo XVIII (1809), y por mucho tiempo
fue considerada como “territorio desconocido para
los anatomistas” (1,2).
Johann Christian Reil, nació 20 de febrero 1759
en Rhaude (Ostfriesland), Reil fue uno de los más
respetados científicos médicos alemanes de finales
del siglo XVIII. Este eminente profesor de la
Universidad de Hallen en Berlín dividió la
medicina en tres campos: la fisiología, la anatomía
y la psiquiatría, e hizo importantes contribuciones
a cada una de estas áreas, tan así que a él se debe
el término « Psychiatrie» (psiquiatría) el cual
acuñó en el año 1808, además en su honor varias
entidades nosológicas y diversas estructuras
anatómicas llevan su nombre, como por ejemplo
tenemos “el Dedo de Reil” (o enfermedad de
Raynaud), las “líneas de Beau-Reil” (estrías en las
uñas), así mismo describió por vez primera el
tracto de fibras de sustancia blanca conocido
actualmente como fascículo arqueado y también
describió el denominado locus coeruleus. Uno de
sus varios hallazgos neuroanatómicos -tal vez el
de mayor relevancia- es una zona de la corteza
cerebral que precisamente lleva su nombre, la
Insula Reil (2-4).
La ínsula es el quinto de los siete lóbulos
cerebrales, y tal vez es el menos conocido de
todos, posiblemente por estar oculto por un denso
tejido vascular tanto arterial como venoso, lo que
conlleva a que su accesibilidad sea
particularmente restringida. Macroscópicamente la
Ínsula de Reil, se encuentra en la profundidad de
la cisura de Silvio -correspondiente a las áreas 13
– 16 de Broadman- y para poder apreciarla en su
totalidad se deben separar los opérculos fronto-
orbital, frontoparietal y temporal (5-. Gracias al
llamado surco insular central, la ínsula se divide
en dos porciones y posee de cinco a siete
circunvoluciones ricamente vascularizadas, pues
se estima que cerca de un centenar de arterias la
irrigan, todas derivan de la arteria cerebral media
ipsilateral, por medio de sus ramas perforantes.
Dichas subregiones participan en una amplia
gama de funciones de procesamiento gustativo,
olfativo, somatosestésico, motivación y
mantenimiento de la homeostasis (5-10).
Aspectos Histoembriológicos.
El crecimiento continuo de los hemisferios
cerebrales en dirección anterior, dorsal e inferior
origina la formación de los lóbulos frontal
temporal y occipital, respectivamente. Sin
embargo, como la región subyacente al cuerpo
estriado crece con mayor lentitud, la zona situada
entre los lóbulos frontal temporal se deprime y
dará origen a la ínsula de Reil. Esta región es
cubierta luego por los lóbulos adyacentes y en el
momento del nacimiento está oculta por completo.
Citoarquitectónicamente, las áreas corticales
descritas en la ínsula se disponen en tres capas
gradualmente superpuestas según su patrón de
granularidad o mielinización. Basado en el grado
de granularidad, de anterior a posterior la primera
capa se denomina agranular, la segunda capa es de
transición, denominada disgranular intermedia,
mientras que la tercera es la capa granular
posterior. Un análisis más detallado de la
arquitectura cortical de la ínsula humana
empleando nuevas metodologías indican la
presencia de dos áreas corticales: Una región que
tiende a teñirse de color oscuro en la ínsula
posterior que contiene pocas fibras y un pequeño
número de neuronas, con un perfil compatible con
una función sensorial primaria y una segunda
región escasamente teñida en la parte antero-
inferior de la ínsula donde predominan somas
neuronales, con un perfil intermedio entre el de un
área sensorial primario y un área de asociación de
alto orden. Con base en lo anterior podemos
afirmar que desde el punto de vista funcional, la
región posterior contiene una pequeña cantidad de
neuronas y fibras nerviosas consideradas como un
área sensorial primaria; mientras que en la región
anterior predominan los somas o cuerpos
neuronales cuya función es intermedia ya que
está compuesta por un área sensorial primaria y
por un área de asociación. (15-18)
 Nasir H. The insula: craving and drug seeking under conflict. Ann. N.Y. Acad. Sci. 1316 2014
Redes, Conexiones y Función
El quinto lóbulo a pesar de ser llamado “isla” no
está aislado del resto del cerebro sino que por el
contrario establece comunicación con múltiples
estructuras, incluso varias muy importantes en el
campo emocional por ser parte del sistema
límbico (11-14). La ínsula como componente
importante de dicho sistema participa en la
conciencia emocional, sentimientos y la toma de
decisiones. Como establece Damasio (15), quien
plantea que la ínsula es parte de una red de
regiones cerebrales que representan estados
corporales asociados con las emociones, un
proceso que da lugar a sentimientos y emociones
conscientes y entre otras, tales como la ira, el
miedo, el asco, la tristeza y la ansiedad, por lo
cual es una zona cerebral que se encuentra bajo
múltiples estudios por su relación con desórdenes
mentales y adicciones de todo tipo. La ínsula
recibe sus principales aferencias a partir de la
amígdala, el tálamo y diferentes regiones
corticales, en particular la corteza sensorial y
auditiva, como veremos más adelante dentro de
este mismo apartado. La mayoría de dichas
aferencias terminan en la región posterior de la
ínsula (capa granular), mientras que el área
anterior (agranular) recibe aferencias
principalmente de la corteza límbica, entorrinal,
perirrinal y de la corteza orbitofrontal posterior,
así como de la circunvolución del cíngulo (16-20).
La ínsula es una estructura neuroanatómica
implicada en una amplia gama de procesos
viscerales, sensoriales, motores, vestibulares,
somatonsensoriales y en el mantenimiento de la
homeostasis, constituyendo un complejo centro de
conexión entre el sistema límbico y el neocórtex
(21-22).
Downar et al. (23) concluye que la ínsula forma
parte de la red que sirve para detectar eventos en
el entorno sensorial a través de múltiples
modalidades y para identificar
sobresalientes, con el fin de mediar en la atención
y planificar las respuestas necesarias.
Durante las últimas décadas, los informes de casos
clínicos han arrojado gran luz sobre el papel que
la ínsula tiene en el procesamiento neuronal, sobre
todo a nivel auditivo. La función auditiva en
relación con la corteza insular fue subestimada
hasta hace poco, sin embargo, el hallazgo de
serios déficits auditivos en pacientes
accidentes cerebrovasculares, indican que la ínsula
es un componente integral del sistema auditivo.
Hay pruebas que indican que la ínsula está
implicada en la detección del sonido y en la
conciencia del mismo, la prosodia y para la
apreciación de la música. Además, la ínsula es un
importante sitio de integración sensorial de
estímulos visuales y auditivos y por lo tanto puede
participar tanto en el fenómeno de McGurk
(fenómeno perceptivo audiovisual en el cual la
información visual es incongruente con la
información auditivas) y el llamado “efecto del
ventrílocuo” en el cual la localización percibida
de un estímulo auditivo es “atraída” por la
localización percibida del estímulo visual. Esto
sucede, p. ej., cuando estamos en el cine y
percibimos que el sonido proviene de la pantalla,
cuando realmente emana de los altavoces situados
en los laterales de la sala de cine (24).
Los sujetos con eventos cerebrovasculares que
incluyen la ínsula pueden cursar con agnosia
auditiva contralateral al lado afectado, con
compromiso del habla, percepción musical o los
tres anteriores, que se puede resolver en un grado
variable durante meses o años, dependiendo de la
extensión de la lesión (25).
eventos
Conclusiones
A pesar de ser el menos conocido y popular de los
lóbulos cerebrales, la ínsula cumple un importante
papel y forma parte de la red que detecta los
eventos en el entorno sensorial, con el fin de
mediar en la atención y planificar las respuestas
necesarias. La caracterización funcional de la
ínsula permanece incompleta, lo que subraya la
necesidad de realizar más estudios.
con
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