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Universidad de Magallanes
Facultad de Ciencias
Escuela de Ciencias y Tecnología en Recursos Agrícolas y Acuícolas

CULTIVO HIDROPÓNICO DE TOMATE (Lycopersicon


esculentum Mill.) EN INVERNADERO

Trabajo de Titulación presentado


como requisito para optar al título de
Ingeniero de Ejecución Agropecuario.

Profesor Guía: Claudia Salinas Breskovic

Autor: Jorge Nieto Montalba

Punta Arenas – Chile


2009
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INDICE

1 Resumen 06
2 Introducción 08
3 Revisión Bibliográfica 09
3.1 Generalidades del cultivo de tomate 09
3.1.1.1 Taxonomia y botánica 09
3.1.1.2 Sistema radicular 09
3.1.1.3 Hábitos de crecimiento 09
3.1.2 Requerimientos climáticos del cultivo del tomate 10
3.1.3 Exigencias de suelo 10
3.1.4 Valor nutritivo del fruto 10
3.2 Generalidades del cultivo hidropónico de tomates 11
3.3 Ventajas y desventajas de la hidroponía 12
3.4 Aspectos a considerar en una explotación de
tomates hidropónicos 14
3.4.1 Invernadero y características 14
3.4.2 Material vegetal de partida 14
3.4.3 Cabezal de riego 15
3.4.4 Sustratos 16
3.4.5 Soluciones nutritivas 17
3.4.6 Drenajes y control de lixiviados 18
3.4.7 Frecuencias de aporte en la solución nutritiva 20
3.5 Enfermedades del cultivo de tomate hidropónico 21
3.5.1 Enfermedades de la parte aérea 21
3.5.2 Enfermedades de la parte radicular 21
3.6 Fisiopatías más importantes en los sistemas 28
de cultivo sin suelo
3.6.1 Otras carencias nutricionales 29
3.6.2 Síntomas de exceso de sales 29
3.7 Sistemas de cultivo sin suelo 30
3.7.1 Sistema de cultivo en Lana de Roca 30
3.7.2 Sistema de cultivo en Perlita 31
3.7.3 Sistema de cultivo en Arena 32
3.7.4 Sistema de cultivo en Fibra de Coco 33
3.7.5 Sistemas de cultivo en Agua 34
4 Comentarios Finales 37
5 Literatura Citada 38
6 Anexos tablas y Figuras 40
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INDICE DE CUADROS

Cuadro 1. Resumen de los antecedentes generales del tomate 09


Cuadro 2. Requerimientos térmicos generales 10
Cuadro 3. Composición nutritiva del tomate 11
Cuadro 4. Propiedades físicas de perlita 16
Cuadro 5. Requerimientos de abonos comerciales 18
Cuadro 6. Enfermedades más importantes causadas por hongos y bacterias 23
Cuadro 7. Principales virus del tomate 25
Cuadro 8. Principales fisiopatías del tomate 28
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INDICE DE FIGURAS

Figura 1.Cabezal mínimo a instalar. 15


Figura 2.Cabezal automático con control de conductividad y 15
pH de la solución nutritiva
Figura 3. Medidores portátiles de conductividad y pH 18
Figura 4. Drenaje y control de lixiviados 19
Figura 5. Sistema a demanda 20
Figura 6. Plantas infectadas con virus del bronceado del tomate 26
(Tomato spotted wilt virus-TSWV)
Figura 7. Cambio de coloración en folíolos asociado a la presencia de virus 26
Figura 8. Cultivo en Lana de Roca 30
Figura 9. Sistema de cultivo con perlita 31
Figura 10. Sistema de cultivo en fibra de coco 33
Figura 11. Sistema de Cultivo NFT 34
Figura 12. Sistema de Cultivo NGS 35
Figura 13. Sistema NGS 35
Figura 14. La multibanda 36
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CUADROS Y FIGURAS ANEXAS

Anexo 1. Hortalizas: Superficie cultivada bajo invernadero en Chile 40


Anexo 2. Superficie cultivada con hortalizas, temporada 2006-2007 40
Figura 15. Esquema básico de una instalación de cultivo 41
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1. RESUMEN

Cultivo hidropónico procede de las letras griegas hydro (agua) y ponos (trabajo),
es decir, trabajo en agua. Se consideran sistemas de cultivo hidropónico, aquellos que se
desarrollan en una solución nutritiva o en sustratos totalmente inertes y a los sistemas
que cultivan en sustratos orgánicos, como cultivo sin suelo.
La hidroponía es definida por los especialistas en la materia como una
tecnología en plena expansión, novedosa y en contínuo cambio, que está al alcance de
los agricultores a partir de mediados de la década de los 70 mediante un sencillísimo y
eficaz sistema de NFT, en el se basan, en mayor o menor medida, todos los prototipos
actuales.
Los investigadores descubrieron que con la utilización de los sistemas “sin
suelo”, se soslayaban algunos problemas de patógenos del suelo, las cosechas podían ser
más abundantes y sobre todo mejoraban la calidad de las mismas, objetivo prioritario de
la agronomía actual.
A su vez, el cultivo de tomate hoy en día ocupa el primer lugar en los cultivos de
hortalizas bajo plástico con el 77,2% por lo que no es extraño que se esté
constantemente buscando la forma de mejorar el rendimiento de este cultivo.
El presente trabajo recopila los principales aspectos del cultivo hidropónico de
tomates describiendo desde las generalidades de esta hortaliza, las necesidades de su
cultivo, sustratos, principales enfermedades y requerimientos nutricionales.
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SUMMARY

Hidroponic growth it comes from the letters greek hydro (water) and ponos (
work), that is to say, work in water. They are considered systems of hidroponic growth,
those that are developed in a nutritious solution or in completely inert growing media
and to the systems that cultivate in organic growing media, like cultivation without floor.
Hidroponía is defined by the specialists in the matter like a technology in full
expansion, novel and in continuous change that is within reach of the farmers starting
from half-filled of the decade of the 70 by means of a simple and effective system of
NFT, in they are based, in bigger or smaller measure, all the current prototypes.
The investigators discovered that with the use of the systems without floor, some
problems of patógenos of the floor were ignored, the crops could be more abundant and
mainly they improved the quality of the same ones, high-priority objective of the current
agronomy.
In turn, the tomato growth today in day it occupies the first place in the
cultivations of vegetables under plastic with 77,2% for what is not strange that looking
for the form of improving the yield of this cultivation is been constantly.
The present work gathers the main aspects of the hidroponic growth of tomatoes
describing from the generalities of this vegetable, the necessities of its growth, growing
media, main illnesses and nutritional requirements.
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2. INTRODUCCION

El tomate es la especie hortícola de mayor producción en el mundo: según


estadísticas de FAO, en el año 2004 se cultivaron, tanto para consumo en fresco como
para la agroindustria, 4,4 millones de hectáreas y su producción fue de 120 millones de
toneladas métricas.
Según estimaciones de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), en
Chile, en la temporada 2003/04, se cultivaron 6.000 hectáreas de tomates al aire libre
para consumo en fresco, 1.500 hectáreas de tomates en invernadero y 10.400 hectáreas
destinadas a la agroindustria.
Según el VI Censo Agropecuario de 1997, en aquella temporada, 7.531
explotaciones cultivaron tomates para consumo en fresco, 6.233 hectáreas al aire libre y
1.073 hectáreas en invernaderos, lo que constituye el 77,2% de la superficie de cultivo
de hortalizas bajo plástico.
En la región de Magallanes la superficie cultivada en hortalizas es de 84
hectáreas de las cuales 19 son bajo invernadero lo que representa apenas el 1.2% de la
superficie nacional.
Se desconoce a su vez cual es el porcentaje que le cabe al cultivo de tomate
dentro de la producción regional en invernaderos. En los últimos años se han
incorporado nuevas tecnologías tales como coberturas plásticas (mulch), riego y
fertiirriego automatizado e hidroponía. Los cultivos hidropónicos requieren de sustratos
adecuados y soluciones nutritivas específicas para cada tipo de cultivo.
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3. REVISION BIBLIOGRAFICA

3.1 Generalidades del Cultivo de Tomate (Lycopersicom esculentum)

Según MAROTO (1995), el tomate es una planta de origen americano, al parecer


de la zona norte Perú – Ecuador. Su nomenclatura se deriva de los términos aztecas
“tomatl”, “xitomate”. En principio se cree que fue utilizado como planta ornamental; su
introducción en Europa se realizó en el siglo XVI y se sabe que a mediados del siglo
XVIII era cultivado con fines alimenticios, principalmente en Italia. (GATICA, 2004).

3.1.1.1 Taxónomia y botánica. A continuación se muestra en el cuadro 1 donde se


presenta el resumen de los antecedentes generales del tomate.
CUADRO 1: Resumen de los antecedentes generales del tomate
Familia : Solanacea
Nombre científico: Lycopersicon esculentum
Distribución en Chile : En todo el país
País de origen : América tropical
Duración del ciclo vegetativo : 70 – 130 días
Rendimiento con alta tecnología: 120 – 180 ton/ha
FUENTE: CIREN, 1995.

3.1.1.2 Sistema radicular. Según MAROTO (1995), la planta de tomate tiene un


sistema radicular amplio, constituido por una raíz principal que puede alcanzar hasta 50-
60 cm de profundidad, provista de una gran cantidad de ramificaciones secundarias y
reforzado por la presencia de un gran número de raíces adventicias surgida desde la base
de los tallos. Aunque el sistema radicular puede profundizar hasta 1,5 m la mayor parte
del mismo se sitúa en los primeros 50 cm. (GATICA, 2004)

3.1.1.3 Hábitos de crecimiento. El tallo del tomate es anguloso, recubierto en toda su


longitud de pelos perfectamente visibles, muchos de los cuales, al ser de naturaleza
glandular, le confieren a la planta un olor característico. En un principio el porte del tallo
es erguido, hasta que llega un momento en que por simples razones de peso, rastrea sobre
el suelo. El desarrollo del tallo es variable en función de los distintos cultivares,
existiendo dos tipos fundamentales de crecimiento (MAROTO, 1995):
• Cultivares con tallos de desarrollo determinado o definido, en los que el
crecimiento del tallo principal, una vez que a producido lateralmente varios
“pisos” de inflorescencias normalmente, entre cada una ó dos hojas, detiene su
crecimiento como consecuencia de la formación de una inflorescencia terminal.
• Cultivares con tallos de desarrollo indeterminado o indefinido que tienen la
particularidad de poseer siempre un su ápice un meristemo de crecimiento que
10
produce un alargamiento continuado del tallo principal, originando
inflorescencia solamente en posición lateral, normalmente cada tres hojas.
(GATICA, 2005).

3.1.2 Requerimientos climáticos del cultivo del tomate. En el Cuadro 2 se presentan


los requerimientos térmicos generales para el óptimo desarrollo del cultivo de tomate.
CUADRO 2: Requerimientos térmicos generales
Suma térmica (Tº > 10ºC) entre siembra y 650 – 750 días - grados
cosecha
Requerimientos de vernalización No requiere
Requerimiento de fotoperíodo Independiente al fotoperíodo
Sensibilidad a heladas Sensible
Etapa o parte más sensible a heladas Todo el período
Temperatura crítica o mínima tolerada 0 ºC
FUENTE: CIREN, 1995.

3.1.3 Exigencias de suelo. En lo referente a suelos, cabe decir que no tiene especiales
exigencias, aunque vegeta mejor en suelos sueltos, profundos y bien drenados. Se cultiva
sin excesivos problemas en terrenos con pH algo elevados y asi mismo resiste
condiciones de una cierta acidez, (MAROTO, 1995). Según CIREN (1995), el cultivo de
tomate tolera un pH mínimo de 4,5, tomando un rango de pH óptimo de 5,5 - 7 y puede
soportar hasta un 8,2 de pH como máximo tolerado. (GATICA, 2005).

3.1.4 Valor nutritivo del fruto. Según KRARUP (1987), los productos hortícolas son
componentes nutricionales claves de una dieta balanceada, porque proporcionan
cantidades significativas de minerales y vitaminas esenciales con aporte mínimo de
calorías. Argumentando esta información MAROTO (1995), señala que el fruto del
tomate tiene un alto contenido en vitaminas, convirtiéndose en una hortaliza fundamental
y de gran uso en la alimentación mundial actual, siendo su consumo en la mayor parte de
los países europeos, cercano a lo 10 Kg. por persona al año, mientras que en España e
Italia esta cifra se incrementa de forma notable. Según MARTÍN (2002), se ha
demostrado que los carotenoides que contienen licopenos inhiben el crecimiento de las
células cancerosas prostáticas humanas en cultivos de tejidos (células cultivadas en el
laboratorio). La fuente principal de licopenos es el tomate procesado en el jugo de tomate
y la pasta de tomate. Sin embargo JOURNAL OF THE NATIONAL CANCER
INSTITUTE, (2003), realizó un estudio en ratas dirigido por La Universidad de Ohio, en
el que señala que es el tomate entero, y no el licopeno por si solo es el que previene el
cáncer de próstata, donde se ha confirmado los beneficios del tomate en la prevención del
cáncer de próstata frente a una dieta estándar u otra con licopeno puro, un carotenoide
que proporciona el color rojo a la solanácea y cuyo consumo se había asociado a un
menor riesgo de este tumor, lo que sugiere que este antioxidante no actúa solo en el papel
preventivo. (GATICA, 2005).
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A continuación se muestra el Cuadro 3 donde se presenta la composición
nutritiva del tomate.
CUADRO 3: Composición nutritiva del tomate (por 100 g de producto comestible)
Agua 94 % - 93,5%
Hidratos de carbono 4 g. - 4,7 g.
Grasas 0,2 g
Proteínas 1 g - 1,1 g
Cenizas 0,3 g - 0,5 g
Otros (ácidos, licopeno, etc.) 0,7 g
Vitamina A 1.700 UI - 900 UI
Vitamina B 0,10 mg - 0,06 mg
Vitamina B 0,12 mg - 0,04 mg
Niacina 0,60 mg - 0,70 mg
Vitamina C 21 mg - 23 mg
pH 4 - 4,5
Calcio 13 mg
Fósforo 27 mg
Hierro 0,5 mg
Sodio 3 mg
Potasio 244 mg
Valor energético 22-24 Cal.
FUENTE: MAROTO, 1995.

3.2 Generalidades del Cultivo Hidropónico de Tomates


En combinación con los invernaderos, el cultivo sin suelo o el cultivo
hidropónico, posiblemente sea hoy en día el método más intensivo de producción de
hortalizas, surge como una alternativa a la agricultura tradicional, cuyo principal objeto
es eliminar o disminuir los factores limitantes del crecimiento vegetal asociados al
ambiente de producción, sustituyéndolo por otros soportes de cultivo y aplicando
técnicas de fertilización alternativas ( DURAN ET AL., 2000; JENSEN, 2001;
CÁNOVAS, 2001).
Se define la hidroponía como un sistema de producción en el que las raíces de las
plantas se irrigan con una mezcla de elementos nutritivos esenciales disueltos en agua, y
en lugar de suelo se utiliza como sustrato un mineral inerte y estéril, o simplemente la
misma solución nutritiva (SÁNCHEZ ET AL., 1991; GONZÁLEZ, 2006b).
El uso de esta técnica surge a raíz de los descubrimientos de las sustancias que
permiten el desarrollo de las plantas, que al conjugarse con los invernaderos y plásticos
permitió un gran impulso, especialmente para el cultivo de flores y hortalizas,
particularmente en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Holanda, España y
otros países de Europa, Asia y África (RESH, 2001).
Los sistemas de cultivo hidropónico se dividen en dos grandes grupos:
cerrados y abiertos. Los cerrados, son aquellos en los que la solución nutritiva se
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recircula aportando de forma más o menos continua los nutrientes que la planta
va consumiendo, y los abiertos o a solución perdida, en la que la solución nutritiva es
desechada (MOSSE, 2004; ALARCÓN, 2005).
Dentro de estos dos grupos hay tantos sistemas como diseños de las
variables de cultivo empleadas: sistema de riego (goteo, subirrigación, circulación de la
solución nutriente, tuberías de exudación, contenedores de solución nutritiva, etc.);
sustrato empleado (agua, materiales inertes, mezclas con materiales orgánicos, etc.);
aplicación del fertilizante (disuelto en la solución nutritiva, empleo de fertilizantes de
liberación lenta aplicados al sustrato, sustratos enriquecidos, etc.); disposición del
cultivo (superficial, sacos verticales o inclinados, en bandejas situadas en diferentes
planos, etc.); recipientes del sustrato (contenedores individuales o múltiples, sacos
de plástico preparados, etc.).
El interés por el sistema hidropónico a nivel mundial obedece a los altos
rendimientos y a la calidad del producto que por unidad de superficie se pueden
obtener (1000% más que el cultivo en suelo en el cual se obtienen de 20 a 30
t/ha/cosecha) (GONZÁLEZ, 2006a), lo que significa mejor mercado y precio de venta.
Esa alta productividad es debida en principio al balance entre el oxígeno para
la respiración de la raíz, el agua y los nutrimentos; además de poder controlar la
presencia de malas hierbas, al mayor control sobre las plagas y enfermedades, al
mantenimiento del pH dentro de un rango óptimo y a que se permite una mayor
densidad de población, (ZÁRATE, 2008).

3.3 Ventajas y Desventajas de la Hidroponía


La hidroponía presenta una serie de características que la aventajan sobre el cultivo
tradicional en el suelo:
• Se elimina la realización del laboreo, ya que se prescinde del suelo. De la misma
manera, permite cultivar en invernaderos con problemas de suelo: nemátodos,
encharcadizos, salinos, pedregozos, etc.
• Supone un incremento de producción, frente a un mismo cultivo en el suelo. Esto
es así ya que las plantas se encuentran en unas condiciones de nutrición ideales,
de forma que apenas hay gastos de energía por parte de la planta en la absorción
radicular. No existen problemas de bloqueos y antagonismos entre los elementos
nutritivos, optimizando todo el potencial productivo de los cultivos.
Hay que indicar que, para que verdaderamente esto se produzca, el resto de
factores productivos (Temperatura, humedad relativa del aire, luz, frecuencia de
aporte de agua, nivel carbónico y estado sanitario) deben estar en unos valores
adecuados. Imaginemos qué ocurriría si un cultivo recibiera una óptima solución
nutritiva y sin embargo se encontrase con una temperatura de 40ºC, una humedad
ambiente del 15% y con exceso de insolación durante muchas horas. La respuesta
es sencilla: el cultivo detendría su crecimiento debido a un cierre estomático (se
defendería para evitar una fuerte deshidratación), aparte de las pérdidas por
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caídas de flores, malos cuajados, etc. El cultivo se vería afectado,
independientemente de la idoneidad de la solución nutritiva.
• Precocidad de entrada en producción, de hasta 10 días frente a un mismo cultivo
en suelo y en las mismas condiciones climáticas, ya que la facilidad de absorción
de la solución nutritiva y la escasa energía dedicada a ello potencian también este
aspecto.
• Al prescindir del suelo y cultivar en sustratos esterilizados, por su propio proceso
de fabricación, se garantiza la sanidad del sistema radicular.
• Se eliminan los vertidos de lixiviados al suelo, ya que deben ser recogidos para
ser aprovechados de nuevo, bien en la misma explotación (recirculación), o bien
en explotaciones ajenas (reutilización).
Este aspecto no es superfluo, ya que el volumen total de lixiviados recogidos en
nuestras condiciones de cultivo lo podemos situar entre 450 y 500 l/m2 y año,
para dos cultivos de tomate (que comprenden un ciclo de febrero a diciembre).
Además, la composición cualitativa de estos lixiviados arrojan un alto contenido
en nutrientes, nitratos entre ellos, que de no ser recogidos supondrían una pérdida
importante de abonos y un factor grave de contaminación y salinización.
• De esta forma, puede haber un ahorro en fertilizantes y agua, al ser aprovechados
de nuevo en la misma explotación.
(SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).

Sin embargo, aunque existen también algunos aspectos que se podrían presentar
como inconvenientes, debieran tomarse como objetivos a alcanzar en cualquier
explotación profesional:
• Precisa un mayor nivel técnico del agricultor. Se manejan datos de pH y
conductividad, que se deben conocer. Además, el agricultor debe realizar su
propia solución nutritiva, tras un período lógico de aprendizaje, y saber cuándo y
cómo modificarla en función del cultivo, de su desarrollo y de los factores
ambientales.
Hay que decir que el mismo criterio "lógico" que debe guiar las actuaciones del
agricultor en el buen hacer de cualquier explotación, resulta aplicable a los
cultivos sin suelo, si bien aquí con un mayor nivel de exigencia, en lo referente a
aportes de humedad, agrupamiento de riegos a lo largo del día y en función de las
condiciones climatológicas, cambios en la solución nutritiva, etc.
• Instalaciones adecuadas. Ya que sin un adecuado manejo y control de las
variables climáticas no se alcanzan las ventajas del sistema.
• Agua de riego de cierta calidad.
• Mayor coste inicial de instalación y de producción. En este aspecto, una vez
más, queremos recordar que es el agricultor quien hace rentable la explotación
(más producción y/o más calidad en función del manejo, acompañado de una
adecuada comercialización).
(SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
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3.4 Aspectos a Considerar en una explotación de tomates hidropónicos
A continuación se detallan algunos aspectos fundamentales que deben ser
evaluados antes del inicio de un cultivo hidropónico.

3.4.1 Invernadero y Características. Hoy en día los la altura ideal de los invernaderos
en la región de Almería, España y el resto de Europa, es de mínimo 3,5 metros en su
parte central para tener un gran volumen de aire que facilite el manejo climático y que
genere un efecto de colchón para el enfriamiento, calentamiento y humedad ambiental,
sin embargo, debido a las características climáticas de la región de Magallanes,
predominada por fuertes vientos desde Octubre hasta Diciembre y a veces durante todo
el verano esta condición del invernadero se hace imposible de realizar.
Los invernaderos deben estar dotados obligatoriamente de una adecuada
ventilación cenital, que asegure una superficie de ventilación mínima de un 15-20% de
la superficie total cubierta así como una adecuada renovación de aire. Será conveniente
una ventilación perimetral en aquellos casos en que, por la ubicación del invernadero y
condiciones particulares de persistencia de períodos de humedad prolongados, lo
exigiese. Con el manejo del invernadero, se ajustarán perfectamente las necesidades
climáticas de los cultivos, comprendiendo las necesidades de temperatura, humedad
relativa e intensidad lumínica.
Esta técnica será un fracaso, aunque se ajuste perfectamente los nutrientes, si el
cultivo se encuentra por debajo de su temperatura mínima biológica. O por el contrario,
en condiciones de alta temperatura y baja humedad relativa, se producirá un cierre
estomático que impedirá la absorción de una solución nutritiva, teóricamente perfecta.
De ahí que el controlar todos estos factores se demuestra de una importancia mayor que
la realización de la propia solución nutritiva (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
En cuanto a la ubicación del invernadero, muchas veces la pendiente del terreno
(topografía) decide su orientación. En los suelos planos es importante considerar la
dirección de los vientos predominantes, debiendo orientarla hacia aquella que presente
menos resistencia. Cuando los invernaderos se construyan con lucarna, ésta debe quedar
orientada a favor de la brisa suave, para facilitar la ventilación. La más usual es norte-sur
para aprovechar mejor la luz solar, y evitar sombreos.
El invernadero deberá estar dotado de corriente eléctrica, para poder garantizar un
adecuado manejo y control de: riego, fertirriego y control climático (SANZ DE
GALEANO J., ET AL., 2003).

3.4.2 Material vegetal de partida. Una buena planta es aquella que en el momento de
la plantación esté sana (exenta de plagas y enfermedades), bien proporcionada y con el
primer ramillete de flor abierto o incluso cuajado.
La precocidad y el desarrollo de estas plantas una vez instaladas en sistema hidropónico
no tienen comparación respecto a otro tipo de plantas. Así pues, la calidad de la planta
así considerada es una de las premisas que se consideran claves para alcanzar altas
producciones en cantidad y calidad (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
15
3.4.3 Cabezal de Riego. En hidroponía el abonado deberá aportarse en cada riego. Y
es una técnica donde se dan muchos riegos al día, aunque de corta duración (hasta 25
riegos de 3-4 minutos, en las condiciones más desfavorables de pleno verano y cultivo
desarrollado). De ahí la necesidad de dotar convenientemente la instalación con un
cabezal mínimo a instalar. (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).

Figura 1.Cabezal mínimo a instalar.


Fuente: www.navarraagraria.com. (2003).

Figura 2.Cabezal con control de conductividad y pH de la solución nutritiva


Fuente: www.navarraagraria.com. (2003).

Es básico conocer las características químicas del agua de riego. Hay que saber
qué elementos nutritivos aporta por sí misma, para añadirles las cantidades que falten de
cada elemento nutritivo hasta alcanzar los valores que deseen. Se hacen necesarios
análisis periódicos del agua de riego (al menos dos al año).
Se debe partir con un agua de riego baja en sales. Esto permite incorporar los principales
abonos y ajustar adecuadamente la solución nutritiva. Al trabajar sin suelo todas aquellas
condiciones hostiles para la planta como el exceso de conductividad del agua se
reflejarán inmediatamente, e irán en detrimento de los objetivos buscados de calidad y
cantidad. Una buena alternativa es un cabezal con control de conductividad y pH de la
solución nutritiva. (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
16
3.4.4 Sustratos. El término “sustrato” se aplica a todo material sólido, natural, de
síntesis o residual, mineral u orgánico, distinto del suelo in situ, que colocado en un
contenedor, puro o en forma de mezcla, permite el anclaje del sistema radicular,
desempeñando por tanto, un papel de soporte para la planta (ABAD ET AL., 2005;
ABAD ET AL., 2004; TERÉS, 2001). El sustrato puede intervenir o no en el proceso de
nutrición mineral de la planta, por lo que se pueden clasificar como químicamente activos
(turbas, cortezas de pino, etc.) o químicamente inertes (perlita, lana de roca, roca
volcánica, etc.). Estamos ante un sistema sin suelo, que no dispone del efecto
“amortiguador” de la tierra normal. En hidroponía, cualquier alteración, por exceso o por
defecto en lo que a la fertirrigación se refiere, se refleja rápidamente en el cultivo, para
bien o para mal. (CADAHÍA, 2005; URRESTARAZU, 2004; TERÉS, 2001; PASTOR,
1999).
Los sustratos más habituales son:
a) Perlita: es un material de origen volcánico que se expande debido a un proceso
de calentamiento a 1.200ºC. Lo habitual es trabajar con un material con un
tamaño de partículas comprendido entre 1 y 5 mm de diámetro. Se suministra en
sacos alargados de polietileno, de dimensiones variables, o a granel. Es un
material que tras su período de vida útil es fácilmente aplicable al suelo de
parcelas agrícolas. Los sacos se colocarán siguiendo las instrucciones marcadas
en los mismos. A continuación, en el cuadro Nº 4 se detallan las propiedades
físicas de la perlita.
Cuadro 4: Propiedades físicas de perlita
Porosidad total (% vol.) 85,9%
Densidad aparente 0,143 g./cm3
Agua fácilmente disponible (% vol.) 24,6%
Agua de reserva (%vol.) 7%
Agua difícilmente disponible (%vol.) 25,2%
Agua total disponible (%vol.) 31,6%
Posee una porosidad ocluida de 8,1%
Fuente: SANZ DE GALEANO J., URIBARRI A., SÁDABA S., AGUADO G.,
DEL CASTILLO J. 2003.

b) Lana de Roca: es un material que se obtiene por fundición a 1.600ºC de rocas de


distinta procedencia. El producto fundido se transforma en fibras a las que se le
añaden una serie de mojantes para darle capacidad de absorción de agua. En este
sentido, esta capacidad es mayor que la de la perlita. Resulta importante conocer
la característica de densidad aparente, para determinar las características físicas
(retención de agua y aireación). Se suministra en sacos alargados (“tablas”) de
polietileno. Es un producto no biodegradable, que tras su período de vida útil
genera problemas de residuos. Pueden evitarse estos problemas si fuera, como
ocurre en otras zonas, reciclado por empresas al efecto.
17
c) Fibra de Coco: material proveniente de productos derivados del coco, de su
fibra y de su cáscara. Tiene cierta conductividad, por lo que conviene lavarla
convenientemente con agua antes de iniciar un cultivo. Se adapta muy bien a
cultivos en contenedores abiertos y con poca altura. Es un producto
biodegradable.

d) Arenas: es un material de naturaleza silícea y de composición variable,


dependiendo de la roca silícea original. Procede de canteras (granito, gneis,
basalto, etc.), o en ríos procedente de depósitos de formación aluvial, más o
menos reciente. Las primeras son más homogéneas que las de río.
Deben estar exentas de limo y arcilla. Los niveles de carbonato cálcico no deberá
ser superior al 10%. El tamaño de las partículas debe estar comprendido entre
0,02 y 2 mm. y una adecuada distribución de los tamaños.
Tiene una densidad aparente de 1,5 g./cm3, un espacio poroso <50%. Con
tamaños de partícula inferiores a 0,5 mm la capacidad de retención de agua es
alta. Con los tamaños aconsejados presenta un buen drenaje.
Si está exenta de limo, arcilla y carbonato cálcico, es inerte químicamente y
presenta una capacidad de intercambio catiónico muy baja < 5 meq/100 g.
Por su gran resistencia mecánica es un sustrato permanente. Presenta un
problema de suministro a largo plazo debido al impacto ambiental,
principalmente de la procedente de extracciones de ramblas de río.

e) Turbas: la turba es un sustrato orgánico de origen natural, son vegetales


fosilizados. Existen distintos tipos de turbas y por su grado de descomposición
podemos encontrar: las rubias, que están ligeramente descompuestas, de color
más claro y de un mayor contenido en materia orgánica. Presenta unas excelentes
propiedades físicas y químicas, con una estructura mullida, alta porosidad, alta
capacidad de retención de agua, aceptable contenido de aire, baja densidad
aparente, alta capacidad de intercambio catiónico y baja salinidad. La turba negra
es de color oscuro y está fuertemente descompuesta. Es de calidad inferior a la
turba rubia. Está poco extendida como sustrato de cultivo sin suelo de hortalizas,
aunque es empleada en semilleros y cultivos de planta en maceta.
(SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003)

3.4.5 Soluciones nutritivas. Deberán estar calculadas en función del cultivo al que van
dirigidas y su estado de desarrollo. El agricultor debe ser capaz de calcularlas, ya que es
él quien diariamente observa el rumbo del cultivo y percibe los momentos en que las
plantas necesitan unos nutrientes u otros. El agricultor debe realizar su propia solución
nutritiva, tras un período lógico de aprendizaje, y saber cuándo y cómo modificarla en
función del cultivo, de su desarrollo y de los factores ambientales. De todos los
elementos nutritivos que las plantas necesitan, el agricultor actuará directamente sobre
los macronutrientes. Calculará los aportes que debe realizar de: nitratos, sulfatos,
fosfatos, calcio, potasio y magnesio. Los micronutrientes se aportarán mediante
18
preparados comerciales al efecto. (CADAHÍA, 2005; URRESTARAZU, 2004;
TERÉS, 2001; PASTOR, 1999).
A modo orientativo, se puede fijar unos consumos en abonos comerciales, para el
cultivo de tomate:
CUADRO 5: Requerimientos de abonos comerciales. Datos expresados en Kg/m2
Ciclo Nitrato Nitrato Fosfato Sulfato Acido Oligoelementos
Potásico Cálcico Monopotásico Magnésico Nítrico
Primavera- 0,5 0,4 0,4 0,43 0,12 0,01
julio
Fuente: Fertirrigación. Cultivos hortícolas, frutales y ornamentales, 2005.
Estos consumos indicados en el cuadro variarán en función de las características
químicas de cada agua de riego (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).

Figura 3. Medidores portátiles de conductividad y pH.


Fuente: Nieto, J. 2009.
Es obligadamente necesario disponer en la instalación de medidores portátiles de
conductividad y pH, con objeto de comprobar periódicamente, a la salida de los goteros,
estas características en la solución nutritiva que llega al cultivo. Estos datos deberán
anotarse en un cuaderno, con todo el historial del cultivo (volumen de drenaje, ph y Ce
de drenaje), con objeto de tener un seguimiento y control completo que evitará posibles
alteraciones o accidentes en el cultivo (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).

3.4.6 Drenajes y Control de Lixiviados. Es el porcentaje de la solución nutritiva que


tras pasar por el sistema radicular se recoge al final de los sacos de cultivo o
contenedores. Al igual que en el caso de la solución nutritiva, es necesario un
seguimiento diario de este volumen de lixiviado, e ir anotando las características del
mismo en cuanto a cantidad (entre un 30 y 40% del volumen de cada riego según sean
hortícolas o determinados cultivos de flor cortada), pH y conductividad. De esta manera
se sabrá qué es lo que está pasando a nivel radicular: si el sustrato se va salinizando, si se
produce una correcta absorción de nutrientes y cuáles son los nutrientes menos
aprovechados, etc.
19
Para una correcta recogida de drenajes, el suelo del invernadero deberá presentar
una pendiente homogénea. Entre 0,2-0,3% es suficiente. Si se cultiva en sacos, habrá
que prever por cada fila de cultivo unas conducciones o banquetas comerciales, donde
irán colocados los sacos, que actúen como recipientes de recogida y conducción de los
lixiviados. Estas banquetas cuentan con canal de recogida de drenajes, así como
conducciones para colocar tubos de calefacción por agua caliente. Los lixiviados
recogidos, deberán almacenarse en un depósito adyacente a la explotación, para:
a) Ser acondicionados con agua y servir como nueva agua de riego sobre la que habrá
que ajustar los abonados (recirculación).
b) Ser acondicionados con agua y servir como solución nutritiva a otros cultivos de
exterior (reutilización).
A modo orientativo, se indica que el volumen de drenaje obtenido en la época
más desfavorable (pleno verano y cultivo en plena producción) oscila entre 2 y 3 litros/
m2/día (a tener en cuenta a la hora de dimensionar el depósito de recogida de
lixiviados). Un aspecto de gran importancia, es la realización de aberturas de drenaje a
los sacos de cultivo. De su tamaño y ubicación puede depender que existan problemas de
asfixia radicular o por el contrario poca capacidad de retención de agua. Las aberturas
de drenaje deben hacerse con un “cúter” a unos 2 cm de la parte inferior de los sacos de
cultivo y en su parte central. Se realizarán en forma de T invertida, con un tamaño de
unos 8 cm, el corte horizontal, y unos 2 cm el corte vertical. (SANZ DE GALEANO J.,
ET AL., 2003).

Figura 4. Drenaje y control de lixiviados


Fuente: www.navarraagraria.com/n136/hidropo. (2003).
20
3.4.7 Frecuencias de Aporte en la Solución Nutritiva. Tras realizar la Solución
Nutritiva, la siguiente cuestión que surge es: ¿cuándo o cada cuánto tiempo la debemos
aportar?
Lo habitual es hacerlo de forma automática, mediante los sistemas conocidos como
“a Demanda” y por “Radiación”. Estos sistemas agrupan los riegos en los momentos del
día en que más lo necesitan los cultivos. Según esto, a primera y última hora del día los
riegos son más distanciados, mientras que en las horas centrales están más próximos
unos de otros. Estos sistemas, adecuadamente instalados y calibrados en el invernadero,
tienen la ventaja de que se rigen por la exigencia del propio cultivo, de modo que los
riegos se dan cuando el “cultivo lo pide”.
A modo orientativo, podemos fijar que en épocas de verano, con planta desarrollada,
el cultivo puede “llegar a pedir” alrededor de los 20 riegos al día, de una duración de
unos 3,5 minutos cada uno de ellos (dados a través de goteros individuales para cada
planta, de un caudal de 3 litros/hora), (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).
Estos sistemas automáticos son los siguientes:
a) A Demanda: el riego se produce cuando queda al descubierto un electrodo
situado en un recipiente preparado al efecto (cubeta de demanda), que contiene
solución nutritiva. En esta cubeta se coloca un saco de cultivo, abierto en su parte
inferior. El cultivo va consumiendo esa solución nutritiva, hasta que llega un
momento en que el electrodo queda al aire. Entonces automáticamente se lanza
un riego, de una duración predeterminada que hace que el electrodo vuelva a
quedar cubierto de solución nutritiva.

Figura 5. Sistema a demanda.


Fuente: SANZ DE GALEANO J., URIBARRI A., SÁDABA S., AGUADO G., DEL
CASTILLO J. 2003
21

b) Por Radiación: El riego se rige mediante un sensor que acumula la radiación emitida
por el sol (en watios/m2). Al alcanzar un valor de radiación predeterminado de
antemano, se produce el riego con una duración también predeterminada. El acotar
perfectamente ese valor de radiación acumulada es la clave para el óptimo rendimiento
de los riegos.
Otra forma de aplicar los riegos es de forma manual, por horario, preestableciendo
en el programador las horas de inicio de cada riego y su duración. Es un sistema que
implica la continua actuación del agricultor, en función de la climatología diaria.
Entendemos que este sistema debería ser de apoyo a cualquiera de los anteriormente
citados (SANZ DE GALEANO J., ET AL., 2003).

3.5 Enfermedades del cultivo de tomate hidropónico


En realidad no existe patología alguna exclusiva de los sistemas de cultivo sin
suelo. Pero sí es cierto que las especiales circunstancias microclimáticas y ambientales
en las que se desarrollan los cultivos sin suelo arrojan una especial problemática
fitopatológica. (URRESTARAZU, 2004).

3.5.1 Enfermedades de la parte aérea. Parece evidente que los problemas patológicos
que afectan a la parte aérea de los cultivos manejados en sistemas hidropónicos no
muestren diferencias significativas respecto a los problemas patológicos que afectan a los
cultivos manejados por métodos tradicionales. No obstante conviene resaltar que ciertas
enfermedades ligadas íntimamente a condiciones ambientales muy específicas o a ciertas
carencias minerales, pueden manifestarse en distinto grado según se cultive sin suelo o en
el suelo. Por ejemplo, si se optara por la solución, poco frecuente en cualquier caso, de
recoger el agua de drenaje de los sacos de cultivo y evacuarla fuera del invernadero,
entonces la humedad ambiental descendería y aquellas enfermedades que ven favorecido
su ciclo vital por las elevadas humedades relativas de los invernaderos, encontrarían más
dificultades para propagarse y perjudicar a los cultivos. (ALARCÓN, A. 2006).
El cultivo sin suelo, al permitir un mejor control del aporte de agua y nutrientes,
puede evitar la aparición de algunas enfermedades no parasitarias o fisiopatías producidas
por desequilibrios nutricionales. Éstas, a su vez, pueden favorecer el desarrollo de ciertos
parásitos. Por ejemplo, la carencia de calcio, según bibliografía, favorece el desarrollo de
Botrytis cinerea. (ALARCÓN, A. 2006).

3.5.2 Enfermedades de la parte radicular. Tradicionalmente se las conoce con el


nombre de enfermedades del suelo y podría pensarse que en un cultivo sin suelo, al no
estar éste presente, estas enfermedades tampoco deberían de manifestarse. La aparición
de este tipo de enfermedades en un cultivo hidropónico estará motivada normalmente por
la introducción del patógeno en el sustrato, bien a través del agua de riego o por
trasplantar plantas infectadas o por otras causas más imprevisibles. Una vez que un
sustrato ha sido contaminado por un patógeno la colonización y diseminación del mismo
pudiera producirse con mucha rapidez debido a que los sustratos son normalmente
22
estériles y hay una falta de competencia microbiana cuando son nuevos. La facilidad
con que un sustrato puede ser colonizado depende de:

1) La forma de diseminación del patógeno.


2) El sistema hidropónico empleado.
3) Las condiciones del medio.

Respecto a las condiciones del medio de cultivo, se cree que los sistemas que
mantienen una cierta cantidad de agua como reserva favorecen la reproducción y
diseminación de ciertos patógenos (según Yvonne Couteaudier) ya que este agua no se
renueva con facilidad y puede recibir la consideración de agua estancada.
Asimismo otras condiciones determinadas por la temperatura, la cantidad de
oxígeno o el pH del medio podrían potenciar los efectos causados por un determinado
patógeno. Determinados desórdenes fisiológicos que se agrupan bajo la denominación
«root death» (pérdida de raíz), pueden agravar también los efectos causados por los
parásitos. La «pérdida de raíz» puede estar causada por:
a) Falta de riego o conductividades muy altas.
b) Temperaturas extremas.
c) Problemas de asfixia radicular (falta de oxígeno).
d) pH muy bajo.
Los momentos más críticos para la manifestación de las enfermedades que afectan
al sistema radicular coinciden con las fases de plantación y entrada en producción
(ALARCÓN, A. 2006).
23
A continuación se expresan en la siguiente tabla las enfermedades más
importantes causadas por hongos y bacterias que afectan el cultivo de tomate.

CUADRO 6: Enfermedades más importantes causadas por hongos y bacterias.


ENFERMEDAD AGENTE CAUSAL PARTES SINTOMAS
AFECTADA
S
Mancha Foliar Producida por distintas Hojas, fruto y Manchas cloróticas
especies de hongos, tallo. circulares, las que
entre otros Alternaria, luego se necrosan,
Cladosporium, observándose a
Stemphylium veces la presencia
en estas de anillos
concéntricos. En
estados más
avanzados y en
ataques severos se
puede producir
incluso defoliación.
Tizones Foliares Causados por Hoja, fruto, Presencia inicial en
Phytophthora infestans tallo y planta las hojas de lesiones
(tizón tardío) y entera. necróticas, seguido
Alternaria solani (tizón de una muerte
temprano). rápida y extensiva
del follaje de la
planta, que se puede
asemejar al daño
producido por
heladas.
Botritis Esta enfermedad es Fruto, Hoja, Los primeros
causada por el hongo tallo y planta síntomas se
Botrytis cinerea. entera. manifiestan como
lesiones acuosas,
asociadas a tejido
muerto. Estas
posteriormente,
pueden tomar un
color café grisáceo,
y el patógeno
desarrollar esporas,
las que son de color
gris, sobre el tejido
enfermo.
24
Pudriciones Radicales Son producidas por Raíz y cuello Los síntomas son
hongos del género de la planta. necrosis y pudrición
Pythium spp. y en las raíces y
Phytophthora spp. cuello de la planta.
Las plantas
afectadas, pueden
mostrar una pérdida
parcial o total de la
coloración del
follaje, seguido de
un decaimiento
progresivo y
reducción del vigor,
dando un aspecto
general de
marchitez.
Pudrición Post Además de Botrytis Fruto El desarrollo de este
Cosecha spp., existen otros tipo de problema se
géneros de hongos encuentra en
asociados a este tipo de muchos casos
patología como es asociado a la
Alternaria spp. presencia de heridas
en frutos, producto
de un mal manejo
en la recolección y
almacenamiento de
ellos.
Cancro Bacteriano Su agente causal es Hoja, fruto, Margen de color
Clavibacter tallo y planta café con borde
michiganensis subsp. entera. amarillo hacia el
michiganensis. centro; las hojas
siempre
permanecen anexas
a la planta.
Peca y Mancha Producidas por las Hoja, fruto y Pequeñas manchas
Bacteriana bacterias Pseudomonas tallo. de color café oscuro
syringae pv. tomato y a negro rodeadas de
Xanthomonas una aureola
campestris pv. amarilla.
Vesicatoria
respectivamente.
25

Virosis En el caso de hortalizas, un ejemplo particular donde los virus pueden llegar a
ser agentes fitopatógenos de importancia es tomate. Para este cultivo se han descrito al
menos siete virosis afectando esta especie en Chile. Estos además de causar
disminuciones en el rendimiento por aborto floral y menor vigor, también afectan la
calidad de los frutos, al producir deformaciones y manchado en estos. A continuación se
resumen algunos de los principales virus descritos en nuestro país para esta especie
(APABLAZA, 1999).

CUADRO Nº 7: Principales Virus del Tomate


Nombre de la Agente causal Huéspedes Diseminación
enfermedad
Mosaico del Tomato mosaic Solanáceas Mecánica
tomate Tobamovirus-
ToMV
Mosaico del Tobacco mosaic Solanáceas Mecánica
tabaco tobamovirus-
TMV
Mosaico leve o Potato X Mecánica Mecánica
latente de la papa potexvirus-PVX
Mosaico rugoso o Potato Y Mecánica Pulgones
severo de la papa potyvirus-PVY (no persistente)
Mecánica
Tubérculos
contaminados
Mosaico Cucumber mosaic Cucurbitáceas, Pulgones
del bromovirus-CMV Tomate, Espinaca, (no persistente)
pepino Tabaco, Lechuga Mecánica
Semilla
Mosaico de la Alfalfa mosaic Solanáceas, Pulgones
alfalfa bromovirus Leguminosas, (semipersistente)
Apio, Lechuga. Semillas
Marchitez Tomato spotted Tomate, Pimiento, Trips
Manchada del bunyavirus- Tabaco, Lechuga Semilla
tomate TSWV
Mosaico Pepino dulce Tomate, Pepino Mecánica
del Mosaic potexvirus- dulce
pepino dulce PepMV
Fuente: ALARCÓN, 2004.
26
Los síntomas para este tipo de patología pueden ser variables, desde cambios
en la coloración normal de los folíolos (mosaicos, moteados, clorosis, bronceado,
necrosis) y frutos a alteraciones en el crecimiento (enanismo, acortamiento de
entrenudos, deformación de folíolos y filimorfismo, aborto de flores y frutos). De aquí
que ellos en la mayoría de los casos no sean suficientes como para realizar un correcto
diagnóstico. Así para este tipo de enfermedades es necesario recurrir a otras técnicas
para identificar con exactitud al agente causal (ALARCÓN, 2004).

Figura 6. Plantas infectadas con virus del bronceado del tomate (Tomato spotted wilt
virus-TSWV)
Fuente: Sandoval, C. 2004.

Figura 7. Cambio de coloración en folíolos asociado a la presencia de virus


Fuente: Sandoval, C. 2004.
27
Las medidas de control de este grupo de patógenos en cultivo de tomate
hidropónico, variaran de acuerdo al virus. Sin embargo existen recomendaciones
generales dentro del manejo integrado como son:
- eliminación de plantas con síntomas que constituyen fuente de inóculo, lavándose las
manos inmediatamente luego de eliminarlas, antes de volver a trabajar al cultivo. Es
recomendable también remover aquellas inmediatamente adyacentes, ya que éstas
también pueden presentar el virus sin mostrar aún síntomas.
- monitoreo permanente para ubicar plantas sintomáticas.
- eliminación de rastrojos desde sustratos y esterilización de estos, ya que algunos virus
como TMV pueden permanecer por periodos prolongados, de hasta dos años en ellos.
- limpieza periódica de la ropa de trabajo, la que ojalá debe cambiarse diariamente.
- desinfección cada cierto tiempo, por 5 minutos en agua hirviendo de herramientas, y
utensilios de trabajo para eliminar cualquier posible contaminación.
- limpieza de manos en una solución de agua y jabón, o bien leche descremada.
- eliminación de malezas que pueden constituir huéspedes alternativos. Es el caso de
chamico (Datura), quinguilla (Chenopodium), bledo, correhuela, malva, entre otras. Es
importante tener presente que algunos virus presentan rangos de huéspedes bastante
amplios, que incluyen también otras especies cultivadas. Es el caso de TMV, ToMV,
CMV entre otros.
Las medidas anteriores son especialmente importantes en virus que se transmiten
mecánicamente. De igual modo en aquellos que se diseminan a través de insectos, es
importante mantener trampas pegajosas dentro del cultivo y malezas o cultivos aledaños,
para monitorear la aparición de pulgones, trips, u otros que pudiesen actuar como
vectores. Luego en base a los niveles de captura se debe determinar cuando aplicar
medidas de control ya sea a través de la aplicación de insecticidas o bien empleo de
enemigos naturales (depredadores, parasitoides y entomopatógenos). Esto debería ser
cuando el número de individuos capturados comience a aumentar. Estas trampas pueden
ser de color amarillo (pulgones) o celeste (trips), debiendo estar ubicadas a la altura de
las plantas.
Por otra parte, en aquellos virus que se diseminan por semilla, como TMV y
ToMV se puede recurrir a tratamientos con calor, a 70˚C, por periodos variables de 2 a
60 días para eliminar el patógeno.
Otra medida de control la constituye el empleo de cultivares resistentes. Sin
embargo esta alternativa sólo existe para el virus del mosaico del tabaco al que muchos
de los genotipos disponibles en el mercado son resistentes. Es el caso de Max, Super
Max, Presto, Agora, Cobra, Carmelo, Alonso, Fa-144, Any-11, Arletta, Fortaleza, BHN-
9086, Dior, Romina y Millenium (ALARCÓN, 2004).
28
3.6 Fisiopatías más importantes en los sistemas de cultivo sin suelo

Las fisiopatías más importantes son las debidas a desequilibrios nutricionales y


dentro de éstos, los inducidos por factores ajenos a los propios elementos nutritivos.
Aquí haremos mención a aquellas fisiopatías específicas de los cultivos sin suelo, o bien,
a las que se manifiestan con mayor intensidad con estos sistemas (BAIXAULI,
AGUILAR, 2005).
Cuadro 8: Principales Fisiopatías del Tomate
FISIOPATIA AGENTE CAUSAL PARTE SINTOMAS
AFECTADA
Blossom End Aumento rápido de la Fruto En los órganos afectados se
Root. temperatura, altos produce una disminución en el
Podredumbre niveles de contenido normal de calcio, debido
apical del transpiración, estrés a una mala traslocación del
tomate o hídrico y térmico, elemento, muy ligada al potencial
pimiento. elevada salinidad de la transpiratorio.
solución nutritiva, baja
humedad durante la
noche, crecimiento
rápido del fruto,
aumento de la relación
Mg++/Ca++, períodos
de baja luminosidad
seguidos de alta
luminosidad.
Cracking Condiciones de alta Fruto Aparición de grietas en la
humedad relativa superficie de los frutos.
ambiental en el
invernadero. Cambios
bruscos de la
disponibilidad de agua
por parte de las raíces
de la planta, bien por
un cambio brusco de
condiciones de
humedad en el sustrato,
o por variaciones en el
nivel de salinidad del
sustrato.
29
Deficiencia Bajas temperaturas Hoja y Tallo El color de la hoja es generalmente
de Fósforo opaco, verde oscuro a verde
azulado, con los pecíolos y las
nervaduras en la parte posterior de
las hojas más jóvenes, de color
púrpura.

Clorosis Ello se debe a que en Hoja Comienza con moteado clorótico


Férrica las primeras fases de internerval o un amarilleo general
cultivo se riega poco y de las hojas más jóvenes.
a nivel de raíz se
producen reacciones
haciendo subir el pH.

Fuente: BAIXAULI, AGUILAR, 2005.

3.6.1 Otras carencias nutricionales. Relacionada con la anterior, en ocasiones se puede


producir carencias de zinc y manganeso. Un exceso de un ión en la solución nutritiva
puede provocar bloqueo de otros nutrientes. Por otra parte un exceso de algún elemento
puede provocar también síntomas, afectar a la producción y producir fototoxicidades
(BAIXAULI, AGUILAR, 2005).

3.6.2 Síntomas de exceso de sales


En los sistemas de cultivo sin suelo resulta relativamente fácil llegar a
situaciones de exceso de salinidad en sustrato, principalmente cuando se manejan aguas
salinas, aportes inadecuados de fertilizantes o una mala gestión de riegos.
Los excesos de sales provocan desequilibrios nutricionales en la planta, llegando
a producir pérdidas en la producción. Como síntoma, aparecen desecaciones en los
ápices de las hojas, reducción del crecimiento, frutos de menor tamaño, mayor
susceptibilidad a determinadas enfermedades e incluso desecamiento de la planta.
(BAIXAULI, AGUILAR, 2005).
30
3.7 Sistemas de Cultivo sin Suelo
Se entiende por sistema de cultivo sin suelo el conjunto unitario que forma el
sustrato, el contenedor y el sistema de riego.

3.7.1 Sistema de Cultivo en Lana de Roca. Las tablas van embolsadas con un
polietileno de color blanco exteriormente y negro en el interior, para evitar la
proliferación de algas, de 125 micras de grosor que permite una duración mínima de dos
años. Las dimensiones más comunes son las de tablas de 100 cm de largo, 15 a 24 cm.
de ancho y entre 7,5 a 10 cm. de alto. Presentan diferentes densidades de lana de roca, a
mayor densidad mayor duración del material, oscilando las densidades aparentes desde
100 mg/l hasta 47 mg/l.
Las distintas dimensiones y usos de lana de roca dan nombre al bloque, que es un
pequeño cilindro sobre el que se puede realizar la siembra, el taco sobre el que se realiza
el repicado y que puede ser de distintas dimensiones, siendo el más utilizado el de 7,5 x
7,5 x 6,5 cm y por último, tenemos la tabla sobre la cual se desarrolla el cultivo.
Es el sistema que más se utiliza en Europa y del que más información y
experiencia se dispone. Por sus excelentes características físicas y químicas como
sustrato para cultivo de hortalizas, lo convierte en uno de los sistemas ideales para el
manejo de cultivo sin suelo. Algo más del 95% del agua retenida por el sustrato es
fácilmente asimilable por la planta, aspecto que no permite dejar sin suministro de agua
al cultivo durante un periodo largo de tiempo y por la dificultad de rehidratar el material
una vez extraída la totalidad del agua. Por su baja capacidad de intercambio catiónico y
su bajo poder tampón, exige un manejo muy exacto de la nutrición y del riego.
Su duración es limitada y se recomienda para dos años. Presenta también como
inconveniente los problemas medioambientales que genera su eliminación (BAIXAULI,
AGUILAR, 2005).

Figura 8. Cultivo en Lana de Roca


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.
31
3.7.2 Sistema de Cultivo en Perlita. Como ocurre con lana de roca, el manejo de la
perlita requiere atención y control exacto de los nutrientes, por su baja o nula capacidad
de intercambio catiónico y bajo efecto tampón.
La perlita la podemos emplear con sistema de sacos, que es el más extendido, se
puede adquirir a granel para rellenar contenedores de poliestireno expandido, o bien, en
contenedores continuos, encareciendo la instalación en estos dos últimos respecto al
cultivo en sacos, por la adquisición de dichos contenedores.
El semillero se puede realizar en bandejas de poliestireno con una mezcla de
perlita y vermiculita evitando el sobrecoste del semillero en taco de lana de roca, o si se
prefiere también se puede realizar en este último sustrato, incluso se puede efectuar
siembra directa.
Aunque es un material inerte químicamente, si se trabaja con soluciones
nutritivas con un pH inferior a 5, puede producir la solubilización del aluminio existente
en la perlita provocando fitotoxicidad. Durante su manipulación y transporte deben
tomarse las precauciones oportunas, puede perder su estabilidad granulométrica, incluso
durante el cultivo, produciendo las partículas finas tras estratificación anegamiento, falta
de aireación y posibles problemas de asfixia radicular (BAIXAULI, AGUILAR, 2005 ).

Figura 9. Sistema de cultivo con perlita


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.
32
3.7.3 Sistema de Cultivo en Arena. Actualmente el empleo de la arena como sustrato
se encuentra muy extendida en los invernaderos de producción de tomate de España,
empleando arena lavada de río, que se dispone en sacos de polietileno a modo de
salchichas, e incluso en algunas explotaciones se rellenan contenedores de plástico
rígido.
Para la fabricación de la salchicha se emplea polietileno coextrusionado blanco y
negro, de un espesor de 100 a 150 micras, de 1,5 m. de ancho y longitud de 30 a 50 m.,
dependiendo de la longitud del invernadero. La dimensión del saco que nos queda, es de
unos 40 cm de ancho y entre 20 a 25 cm de alto, se emplea un total de 250 m3/ha.,
repartidos en 4.000 a 5.000 m. lineales.
Una vez preparado el terreno de asiento, se extiende el plástico, se rellena de
arena, se dobla el plástico envolviendo la arena y se solapan los extremos que son
sellados. La construcción emplea mucha mano de obra, aunque su fabricación puede
mecanizarse.
Presenta como ventaja el bajo coste del sistema, la longitud de la salchicha puede
ver compensada el posible mal funcionamiento de algún gotero. La duración del sustrato
es permanente por la gran resistencia mecánica. Como inconveniente presenta la falta de
estandarización, posibles problemas de contaminación por transmisión de enfermedades
entre plantas, con el empleo de sustrato de tanta longitud y que el suministro no está
garantizado a largo plazo por el impacto ambiental que provoca su extracción.
(BAIXAULI, AGUILAR, 2005).
33
3.7.4 Sistema de Cultivo en Fibra de Coco. La fibra de coco comienza a introducirse
lentamente como sustrato en sistemas de cultivo sin suelo. El sistema mayoritariamente
empleado es el de cultivo en contenedor, debido a su forma de ladrillo deshidratado y
comprimido, que es la forma de suministro que menor grado de variación de las
características físicas y químicas presenta. El mayor grado de variación lo presentan en
las formas de bala prensada y saco de cultivo.
Es conveniente, previo al empleo del sustrato realizar un análisis del mismo, para
proceder al posible ajuste de la solución nutritiva ó al lavado del sustrato en caso de
exceso de sales. Se puede utilizar contenedores de 16 a 24 l. de capacidad, en los que se
introducirán dos o tres ladrillos de 8 l. que hidrataremos y disgregaremos en el
contenedor.
Se recomienda emplear un volumen de 85 a 130 m3/ha. de sustrato. Como
ventaja presenta su efecto estimulante sobre el crecimiento de la planta, elevada
porosidad total, retiene cantidades aceptables de agua fácilmente disponible y es fácil de
manejar. Su residuo participa en procesos de humificación y enriquecimiento de la
materia orgánica del suelo.
Como inconvenientes presenta la falta de homogeneidad de las distintas partidas,
procedencias y modalidad de presentación, alta salinidad de algunos lotes, su elevada
relación C/N que puede producir sobre el cultivo el hambre de nitrógeno, labores
preparatorias y la garantía de suministro (BAIXAULI, AGUILAR, 2005).

Figura 10. Sistema de cultivo en fibra de coco.


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.
34
3.7.5 Sistemas de Cultivo en Agua. El sistema NFT o Nutrient Film Technique, es el
sistema hidropónico recirculante más popular para la producción de cultivos en el
mundo. Desde sus inicios en los sesenta, este sistema se ha desarrollado y difundido en
un gran número de países, donde existen condiciones restrictivas de suelo y un mercado
promisorio para suplir con hortalizas frescas de alta calidad y sanidad. Este sistema
permite cultivar un gran número de especies hortícolas, principalmente de hoja y fruto.
La ventaja en relación a otros sistemas hidropónicos, es la alta calidad obtenida
de diferentes productos hortícolas en un corto período de cultivo, como también en
rendimiento. La constante oferta de agua y elementos minerales permite a las plantas
crecer sin estrés y obtener el potencial productivo del cultivo. Además, es posible
obtener precocidad, lo que para algunos mercados locales implica un mejor precio.
Entre las desventajas que se indican para esta técnica de cultivo, destaca la mayor
inversión inicial requerida. Otra desventaja del uso de un sistema de cultivo sin suelo
cerrado, con recirculación de la disolución nutritiva, es la posible diseminación de
patógenos a través de la disolución y, por ende, la posibilidad de obtener enfermedades
en forma muy rápida peligrando el éxito del cultivo (URRESTARAZU, 2004).

Figura 11. Sistema de Cultivo NFT


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.
35
Una variación del sistema NFT, es el recién introducido sistema NGS, new
growing system, que consiste en un canal formado por bolsas de polietileno,
interiormente en tres capas interconectadas y forrada por una última de polietileno
blanco y negro, que es la que impide la entrada de luz en el sistema radicular, todo ello
suspendido en el aire, con un sistema de sujeción y perfectamente nivelado para recoger
el drenaje al final de la línea de cultivo y recircularlo. El sistema de riego está
constantemente en funcionamiento y la solución nutritiva recogida llega a un depósito en
donde se añade agua fresca, se ajusta la solución nutritiva, se calienta dicha solución
mediante unos intercambiadores de calor y se vuelve a bombear al cultivo. En su
recorrido se hace circular la tubería de riego cerca del sistema radicular de la planta para
aprovechar y calentar las raíces de la planta (BAIXAULI, AGUILAR, 2005).

Figura 12. Sistema de Cultivo NGS, New Growing Sistem.


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.

Figura 13. Sistema NGS


Fuente: ALARCÓN, A. 2004.
36
La solución nutritiva discurre por el interior de un conjunto de láminas de
polietileno superpuestas en forma de “V”. La disposición de las láminas se hace de tal
forma que la solución nutritiva, después de recorrer un tramo de la lámina, más o menos
largo según los diferentes modelos, pasa o cae a la lámina siguiente por medio de unos
agujeros o taladros, troquelados en la parte inferior o en las caras laterales de dichas
láminas.
Desde el momento en que es liberada por el sistema de goteo, hasta que alcanza
la última lámina (colectora), la solución nutritiva recorre un largo camino; es a lo largo
de este camino cuando la solución nutritiva pone a disposición de las raíces: agua,
nutrientes y oxígeno. Al mismo tiempo, la solución nutritiva retira de la capa límite que
rodea las raíces (rizosfera) los iones no asimilados o los compuestos excretados por las
raíces y contribuye a renovar los gases que participan en la respiración radical (O2 y
CO2). En el caso de que se emplee una solución nutritiva calentada (invierno) o
refrigerada (verano), la solución nutritiva facilita el intercambio de calor con el sistema.
Las raíces, una vez que han superado el cepellón en el que se encuentran cuando
se realiza el trasplante, alcanzan la primera capa; guiadas por el movimiento del agua a
favor de la pendiente de la bolsa, son conducidas por el agujero que les permite
descender a la capa inferior. Este proceso se repite tantas veces como capas interiores
tiene la bolsa; de este modo el sistema se puede adaptar fácilmente a diferentes cultivos.
La solución nutritiva es recogida al final de cada línea de cultivo mediante un
embudo conectado a un colector que canaliza, por gravedad, los drenajes hacia un
depósito de recogida ubicado en cabezal de riego, donde se reponen el agua y los
nutrientes consumidos por la planta (URRESTARAZU, 2004)
.

Figura 14. Láminas de polietileno superpuestas en forma de “V”


Fuente: URRESTARAZU. 2004.
37
4 COMENTARIOS FINALES

Una vez ya finalizado este trabajo de titulación, al tesista la quedan los siguientes
comentarios finales respecto del cultivo hidropónico de tomates.

La Hidroponía, como sistema de producción agrícola, está vinculada a distintos


contextos como son el económico, ecológico y social, debido a que sirve de herramienta
en los sectores o lugares donde una planta no podría crecer. Con la Hidroponía se
pueden producir alimentos en zonas áridas, asimismo como en zonas tropicales o en
zonas donde el clima es demasiado frío, este último caso es el que se aplica a la región
de Magallanes.

En general, los cultivos sin suelo son sistemas más fiables desde el punto de vista
de la planificación de la producción. Este es un aspecto fundamental desde el punto de
vista comercial, ya que hace posible establecer con antelación los programas de entrega
del producto, una ventaja competitiva indudable.

Además, este sistema permite hacer un uso más eficiente de los invernaderos
dada la rapidez con que pueden efectuarse los sucesivos cultivos. A medida que se
comercializa el cultivo anterior puede implantarse el siguiente sin que medie un espacio
de tiempo para las labranzas, incorporación de enmiendas varias, desinfección del suelo,
etc., como en el cultivo tradicional. Esta mayor eficiencia en el uso de los diferentes
recursos permite lograr un volumen superior de producción por unidad de superficie, con
productos de calidad y en forma sostenible.

La utilización del método de Hidroponía no sólo es aplicable para producir


verduras, frutas y hierbas aromáticas; sino también para el desarrollo y crecimiento de
flores y plantas ornamentales de excelente calidad en espacios reducidos sin alterar el
medio ambiente.

Todos estos aspectos parecen dar amplias ventajas comparativas cuando se


colocan frente al cultivo tradicional. Sin embargo, es el mismo factor el que marcará la
diferencia entre el éxito o el fracaso en el inicio de una nueva empresa. Y ese, es el
factor humano. El cultivo hidropónico o cultivo sin suelo será de mayor rentabilidad,
pero a su vez exigirá un mayor compromiso del agricultor con su profesión, adquiriendo
conocimientos y capacitación a través de cursos, aplicando las Buenas Prácticas
Agrícolas, imprescindibles en un sistema que se jacta de ser más limpio y sano y
aplicando todas las normativas que exige un mercado global que se torna cada vez más
competitivo.
38

5 LITERATURA CITADA

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suelo. In: Tratado de Cultivo Sin Suelo. Urrestarazu G.M. 3a edición. Mundi
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Terés, V. 2001. Relaciones aire-agua en sustratos de cultivo como base para el
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Urrestarazu. M. Tratado de cultivo sin suelo. 3a ed. Madrid: Ediciones Mundi-
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Zárate B., 2008. Tesis de Maestría Producción de Tomate (Lycopersicon esculentum
mill.) Hidropónico con Sustratos bajo Invernadero.
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6 ANEXO TABLAS Y FIGURAS

Anexo 1: Superficie cultivada bajo invernadero en Chile


Especie Hectáreas %
Tomate de consumo fresco 1.073,4 77,2%
Pepino de ensalada 97,8 7,0%
Pimiento 60,9 4,4%
Ají 36,8 2,7%
Lechuga 31,6 2,3%
Poroto verde 17,7 1,3%
Zapallo Italiano 11,9 0,9%
Choclo 11,8 0,8%
Otras 47,8 3,4%
Total 1.389,7 100,0%
Fuente: INE, VI Censo Nacional Agropecuario-1997

Anexo 2: Superficie cultivada con hortalizas, temporada 2006-2007


Superficie (ha)
Región En %
Al aire libre Total
invernadero
I de Tarapacá 583 1 583 0,6
II de Antofagasta 349 1 350 0,4
III de Atacama 1.580 72 1.652 1,7
IV de Coquimbo 11.293 105 11.399 12
V de Valparaíso 9.304 887 10.191 10,7
Región Metropolitana 24.932 57 24.989 26,3
VI de O'Higgins 12.976 110 13.086 13,7
VII del Maule 11.511 196 11.708 12,3
VIII del Bío Bío 9.351 27 9.378 9,9
IX de La Araucanía 4.489 37 4.526 4,8
X de Los Lagos 2.257 17 2.274 2,4
XI Aysén 140 15 155 0,2
XII de Magallanes y Antártica 65 19 84 0,1
XIV de Los Ríos 1.718 10 1.727 1,8
XV de Arica y Parinacota 3.068 23 3.092 3,2
Total país 93.616 1.578 95.194 100,0
Fuente: ODEPA en base a las cifras preliminares del VII Censo Nacional Agropecuario
y Forestal, INE 2007.
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Figura 15. Esquema básico de una instalación de cultivo

Fuente: Sanz de Galeano J., Uribarri A., Sádaba S., Aguado G., Del Castillo J. 2003.

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