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A día de hoy seguimos manteniendo la idea de que el amor está muy ligado al
sufrimiento, “que como le confesaba la luna a Jesús de la Rosa: “para amar hay que
sufrir”.
Para muchas personas el sufrimiento es inherente al amor y por ello, cuanto más se
quiere a una criatura más se ha de sufrir por ella. De ahí el elevado índice de
preocupación y sufrimiento que algunas personas se infringen para saber que aman.
Sufrir, para mí, es la resultante de la negativa a aceptar lo que es. El dolor es inevitable,
es inherente al cuerpo, sin embargo el sufrimiento es creado por la mente cuando la
persona no acepta las experiencias tal cual son.
Lo normal, diríamos desde el modelo del “sufrimiento amoroso”, es que cuando alguna
persona vinculada afectivamente a nosotros, vive o hace algo que no nos gusta, nos
sintamos afectados: dolidos, decepcionados, enojados, entristecidos, asustados, etc.
Todas estas modalidades emocionales se justifican por el “aprecio” el “amor” que
decimos sentir por esa persona y así queda una vez más constatada la idea de que el
amor nos hace sufrir.
Amar sin sufrir, es claridad emocional, pues desde ahí se descubre en el otro la
necesidad de hacer lo que hace, de vivir lo que la vida le propone, aunque no sea lo
que uno quiere para él. La idea de que queremos lo mejor para “los nuestros” para los
que amamos, sin tener en cuenta la imposibilidad de saber a ciencia cierta qué es lo
que realmente necesita ese ser para su proceso evolutivo personal, ha fomentado la
idea de “derecho” vinculado al amor. Sentir derecho sobre otro y censurar por ello su
comportamiento por el mero hecho de mantener un vínculo con él, es un acto posesivo
que no está para nada sustentado en el amor. Frases como por tu bien, para que no
sufras, etc. Se esgrimen como acciones amorosas que impiden o castran la verdadera
dimensión experiencial que todo ser en su libertad personal como alma necesita
explorar a través de la vida.
Cuando alguien de ·Agua· viene a consulta y dice "yo es que sufro mucho" lo que
escucho, y le refiero es: "usted tiene un gran corazón, así es que busquemos la manera
de que en lugar de sufrir, usted ame con esa intensidad con la que sabe”.