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CÓMO CRIAR UN HIJO FEMINISTA

Criamos a nuestras niñas para luchar contra los estereotipos y perseguir sus sueños, pero
no hacemos lo mismo por nuestros niños.

Por Claire Cain Miller e ilustraciones por Agnes Lee 2 de junio de 2017

(Fuente: https://www.nytimes.com/2017/06/02/upshot/how-to-raise-a-feminist-son.html)

Ahora somos más propensos a decir a nuestras hijas que pueden ser lo que ellas quieran:
una astronauta o una madre, jugar con varones o ser una niña delicada. Pero no hacemos lo
mismo por nuestros hijos.
A pesar de que hemos dado a las niñas más opciones para los roles que desempeñan, los
mundos de los niños todavía están limitados, dicen los científicos sociales. Se les desalienta
a tener intereses considerados femeninos. Se les dice que sean duros a toda costa, o si no
que calmen su así llamada “energía masculina”.

Si queremos crear una sociedad equitativa, en la que todos puedan prosperar, también
debemos brindarles más opciones a los niños. Como dice Gloria Steinem: “Me alegra que
hayamos comenzado a criar a nuestras hijas más como nuestros hijos, pero nunca resultará
hasta que criemos a nuestros hijos más como nuestras hijas”.

Eso se debe a que los roles de las mujeres no pueden expandirse si los hombres no lo hacen
también. Pero no se trata sólo de las mujeres. Los hombres se están quedando atrás en la
escuela y el trabajo porque no estamos criando a los niños para tener éxito en la nueva
economía rosa. Habilidades como la cooperación, la empatía y la diligencia, a menudo
consideradas femeninas, son cada vez más valoradas en el trabajo y la escuela de hoy en
día, y los empleos que requieren estas habilidades son los de más rápido crecimiento.

En su nuevo libro, Chimamanda Ngozi Adichie, la autora nacida en Nigeria, da


instrucciones para criar a una hija feminista. ¿Pero cómo podemos criar hijos feministas?

Pedí a neurocientíficos, economistas, psicólogos y otros que respondieran a esa pregunta,


sobre la base de las últimas investigaciones y datos que tenemos sobre género. Definí
feminista simplemente como alguien que cree en la plena igualdad de hombres y mujeres.
Sus consejos se aplican ampliamente a cualquiera que quiera criar niños amables, seguros y
libres de perseguir sus sueños.
Déjelo llorar

Los niños y niñas lloran por igual de bebés y de pequeños, muestran los estudios. Es
alrededor de los 5 años que los niños reciben el mensaje de que la ira es aceptable pero que
se supone que no deben mostrar otros sentimientos, como la vulnerabilidad, dijo Tony
Porter, cofundador de A Call to Men, un grupo de educación y defensa.

“A nuestras hijas se les permite ser seres humanos, y a nuestros hijos se les enseña a ser
robóticos”, dijo. “Enséñele que tiene una gama completa de emociones; a parar y decir: „No
estoy enojado: tengo miedo, o mis sentimientos fueron lastimados, o necesito ayuda‟”.
Dele modelos a seguir

Los niños son particularmente receptivos a pasar tiempo con modelos a seguir, incluso más
que las niñas, según muestran los estudios. Existe evidencia creciente de que los niños
criados en hogares sin una figura paterna tienen peores resultados en conducta, estudios e
ingresos. Una razón, según los economistas David Autor y Melanie Wasserman, es que no
ven a hombres asumiendo las responsabilidades de la vida. “Ponga hombres buenos en el
espacio de su hijo”, dijo Porter.

Deles también modelos fuertes de roles femeninos. Hable sobre los logros de las mujeres
que conoce, y de mujeres conocidas en los deportes, la política o los medios. Los hijos de
madres solteras suelen tener mucho respeto por los logros de ellas, dijo Tim King, fundador
de las Urban Prep Academies para niños afroamericanos de bajos ingresos. Él los alienta a
ver a otras mujeres de esa manera.

Déjelo ser él mismo

Incluso cuando los roles de género adulto se han fusionado, los productos para niños se han
dividido más por género que hace 50 años, han encontrado las investigaciones: princesas
rosas y camiones azules, no sólo en el pasillo de juguetes, sino también en tazas y cepillos
de dientes. No es de extrañar que los intereses de los niños terminen alineándose de esa
manera.
Pero los neurocientíficos dicen que los niños no nacen con esas preferencias. Hasta
mediados del siglo XX, el rosa era el color masculino y el azul era para las niñas. En los
estudios, no se ha demostrado que los bebés tengan preferencias fuertes en los juguetes. La
diferencia, según los investigadores, surge al mismo tiempo que los niños toman conciencia
de su género, alrededor de los 2 o 3 años de edad, en cuyo momento las expectativas de la
sociedad pueden anular los intereses innatos. Sin embargo, los estudios longitudinales
sugieren que la segregación de juguetes tiene efectos a largo plazo sobre las brechas de
género en lo académico, las habilidades espaciales y las habilidades sociales, según
Campbell Leaper, presidente del departamento de psicología de la Universidad de
California, Santa Cruz.

Para que los niños alcancen su máximo potencial, deben seguir sus intereses, tradicionales
o no. Así que déjelos. La idea es no asumir que todos los niños quieren hacer las mismas
cosas, sino asegurarse de que no estén limitados.

Ofrezca actividades abiertas, como jugar con cubos o arcilla, y anime a los niños a probar
actividades como disfrazarse, o clases de arte, incluso si no las buscan, dicen los científicos
sociales. Desafíe los estereotipos. (“Es una lástima que las cajas muestren sólo a niñas,
porque sé que a los niños también les gusta jugar con casas de muñecas”). Esto también
podría mejorar el estatus de las mujeres. Los investigadores dicen que la razón por la cual
los padres alientan a las hijas a jugar al fútbol o convertirse en doctoras, pero no a los hijos
a tomar clases de ballet o convertirse en enfermeros, es que “femenino” equivale a un
estatus inferior.
Enséñele a cuidar de sí mismo

“Algunas madres crían a sus hijas pero malcrían a sus hijos”, dijo Jawanza Kunjufu, autor y
conferencista sobre la educación de niños afro-descendientes. Hacen que sus hijas estudien,
hagan tareas domésticas y vayan a la iglesia, dijo, pero sus hijos no.

La diferencia aparece en los datos: las niñas estadounidenses de 10 a 17 años pasan dos
horas más haciendo tareas domésticas cada semana que los niños, y los niños tienen un 15
por ciento más de probabilidades de que se les pague por hacer las tareas domésticas, según
un estudio de la Universidad de Michigan.
“Enseñemos a nuestros hijos a cocinar, limpiar y cuidar de sí mismos; a ser igualmente
competentes en el hogar, así como esperamos que nuestras hijas lo sean en la oficina”, dijo
Anne-Marie Slaughter, directora ejecutiva de New America, un grupo de expertos.

Enséñele a cuidar de otros

Las mujeres siguen cuidando más —de niños y personas mayores— y de las tareas
domésticas, incluso cuando ambos padres trabajan a tiempo completo, muestran los datos.
Y los trabajos relacionados con cuidar de otros son los de más rápido crecimiento. Así que
enséñeles a los niños a cuidar de los demás.
Hable sobre cómo los hombres equilibran trabajo y familia, y cómo se espera que los hijos
y no sólo las hijas cuiden a los padres y parientes cuando sean mayores, dijo Slaughter.
Solicite la ayuda de los niños para hacer sopa a un amigo enfermo o para visitar a un
pariente en el hospital. Deles responsabilidades cuidando de mascotas y hermanos menores.
Anímelos a cuidar niños, adiestrar o enseñar. Existe un programa que lleva a bebés a aulas
de primaria, que se ha encontrado aumenta la empatía y disminuye la agresión.

Comparta el trabajo

Cuando sea posible, resista los roles de género en las tareas domésticas y el cuidado de
niños entre los padres. Las acciones hablan más que las palabras, dijo Dan Clawson, un
sociólogo de la Universidad de Massachusetts, Amherst: “Si la madre cocina y limpia, y el
padre corta el césped y a menudo no está en casa, se aprenden lecciones”.

También comparta con respecto a quién mantiene la familia. Los hombres criados por
madres que trabajaron durante al menos un año alrededor de la época en que sus hijos eran
adolescentes, tuvieron más probabilidades de casarse con mujeres que trabajan, mostró un
estudio. Otro descubrió que los hijos de mujeres que trabajan durante cualquier cantidad de
tiempo antes de que ellos cumplan 14 años, dedican más tiempo a las tareas domésticas y al
cuidado de niños cuando adultos. “Los hombres criados por madres que trabajaban son
significativamente más igualitarios en sus actitudes de género”, dijo Kathleen McGinn,
profesora de la Escuela de Negocios de Harvard.
Estimule las amistades con niñas

Una investigación de la Universidad Estatal de Arizona descubrió que al final del


preescolar, los niños comienzan a segregar por sexo y que esto refuerza los estereotipos de
género. Pero los niños que son alentados a jugar con amigos del sexo opuesto aprenden
mejor a resolver problemas y comunicarse.

“Mientras más obvio es que el género se usa para categorizar grupos o actividades, es más
probable que los estereotipos y los prejuicios de género se refuercen”, dijo Richard Fabes,
director de la Universidad Sanford School, que estudia género y educación.

Organice fiestas de cumpleaños y equipos deportivos mixtos para los pequeños, para que
los niños no crean que es aceptable excluir a un grupo sobre la base del sexo, dijo Christia
Brown, psicóloga del desarrollo de la Universidad de Kentucky. También trate de no
diferenciar en el lenguaje: un estudio descubrió que cuando los maestros de preescolar
decían “niños y niñas” [boys and girls] en lugar de “niños” [children], los estudiantes tenían
más creencias estereotipadas sobre los roles de los hombres y las mujeres y pasaban menos
tiempo jugando entre ellos.

Los niños que tienen amistades con niñas, también es menos probable que piensen que las
mujeres son conquistas sexuales, dijo Porter.

Enseñe que „no significa no‟


Otras formas de enseñar respeto y consentimiento: exigir que los niños pregunten antes de
tocarse mutuamente, ya desde el preescolar. Además, enséñeles el poder de la palabra no:
deje de hacerles cosquillas o de luchar con ellos cuando ellos lo digan.

Ejemplifique en casa la resolución saludable de problemas. La exposición de los niños al


divorcio o al abuso se ha relacionado con una resolución deficiente de conflictos en futuras
relaciones románticas, según W. Bradford Wilcox, sociólogo y director del National
Marriage Project de la Universidad de Virginia.

Hable cuando otros son intolerantes


Diga algo cuando presencie burlas o acoso, y realice juegos de rol con los niños para que
puedan intervenir cuando ellos los vean, dijo Brown.

También hable cuando ellos se están comportando de forma inapropiada. “Los niños son
niños” no es una excusa para el mal comportamiento. Espere más de ellos. “Esté atento a
redirigir una conducta que sea degradante, intolerante, irrespetuosa u ofensiva”, dijo King.

Nunca use “nena” como insulto


No diga —y no deje que su hijo diga— que alguien juega o corre como una nena, ni use
“maricón” o cualquiera de sus sinónimos más ofensivos. Lo mismo para los chistes
sexistas.

También tenga cuidado con el lenguaje más sutil. La investigación de Emily Kane,
socióloga del Bates College, muestra que los padres refuerzan los roles de género
tradicionales para los hijos varones principalmente porque temen que se burlen de ellos.
“Todos podemos ayudar evitando juicios y suposiciones pequeñas y cotidianas sobre lo que
un niño disfrutará o en qué será bueno en función de su género”, dijo ella. Los niños que
son objeto de burlas pueden decir, “No, cualquiera puede jugar con collares” o “No soy una
nena, pero ¿crees que ellas son peores que los niños?”, dijo Lise Eliot, neurocientífica de la
Universidad Rosalind Franklin.
Léales mucho, incluyendo sobre niñas y mujeres

Probablemente ha escuchado que los niños se destacan en ciencias y matemáticas, y las


niñas en lenguaje y lectura. Los estereotipos pueden volverse profecías auto-cumplidas. Las
madres hablan más con las hijas que con los hijos, según un meta-análisis de Leaper.
Combata el estereotipo hablando con los niños, leyéndoles y animándolos a leer.

Lea acerca de una amplia variedad de personas e historias que rompan el molde, no sólo
sobre niños que salvan el mundo y niñas que necesitan ser salvadas. Cuando un libro o una
noticia se ajusta a ese molde, hable al respecto: ¿Por qué la madre en los “Osos Berenstain”
siempre usa una bata y rara vez sale de la casa? ¿Por qué una fotografía de noticias muestra
sólo a hombres blancos?
“Eso debería comenzar a los 3, cuando realmente recogen los estereotipos y los notan”, dijo
Brown. “Si usted no ayuda a etiquetarlos como estereotipos, ellos asumen que así son las
cosas”.

Celebre el ser niño

Criar a un hijo de esta manera no se trata sólo de decirle a los niños qué no hacer, o de
borrar por completo las diferencias de género. Por ejemplo, todos los mamíferos machos
participan en juegos bruscos, dijo Eliot.
Por lo tanto, alborote, bromee, mire deportes, trepe a árboles, haga fogatas. Enseñe a los
niños a mostrar fuerza: la fuerza para reconocer sus emociones. Enséñeles a mantener a sus
familias, cuidándolas. Muéstreles cómo ser duro, lo suficiente como para resistir la
intolerancia. Bríndeles confianza para que persigan lo que sea que les apasione.

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