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El abogado

15 Minutos y 10 Personajes. En realidad se trata de una versión


modificada de la obra "El abogado". El argumento el mismo: una mujer es acusada por los
pecados que ha cometido pero tiene un abogado que ha pagado por ella sus faltas.

PERSONAJES

SOÑADOR
HERMANO
ABOGADO
JUEZ
ACUSADOR
ACUSADA
JURADO 1
JURADO 2
POLICÍA
SECRETARIA

SOÑADOR. (Aparece un chico durmiendo en el escenario, que es una habitación. De repente


se despierta sobresaltado por una pesadilla. Se sienta en su cama y comienza a leer su
biblia. Comienza a leer Salmos 25)

A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.


Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.

(Entra el hermano en la habitación con cara de sueño.)

HERMANO. ¿Qué te pasa Guillermo? ¿No puedes dormir?

SOÑADOR. Hola, hermanito. Perdona, te he despertado, no quería hacerlo. No podía dormir


y decidí ponerme a leer la Biblia.

HERMANO. ¿Estás preocupado por algo? Aunque soy pequeño puedes contar conmigo.

SOÑADOR. (Con una sonrisa y un gesto amoroso hacia su hermano acariciando su


cabeza.) Sí, Roberto, estoy preocupado porque hace unos días hice algo que no estuvo bien
y me preguntaba si Dios me ha perdonado por ello. No estoy seguro de ello y por eso no
podía dormir.

HERMANO. ¿Y por qué no se lo preguntas a Él directamente?

SOÑADOR. (Sonriendo.) Sí, creo que tienes razón Roberto, eso es justo lo que voy a hacer.
Me acostaré y le pediré a Dios que me responda. Buenas noches hermanito, vuelve a tu
cama.

(Roberto le da un beso de buenas noches y se marcha fuera del escenario.)

SOÑADOR. (Se tumba en su cama, cierra los ojos y comienza a orar. Cada vez más bajito
hasta que no se oye nada.)Padre, ¿me perdonaste? Necesito que me des una respuesta…

(Se cambia el escenario. Estamos en la sala de un juzgado donde hay una mesa y una
secretaria.)

POLICÍA. Buenos días.

SECRETARIA. Buenos días agente.

POLICÍA. Parece ser que hoy será un día tranquilo.

SECRETARIA. Si usted lo dice…

POLICÍA. Digo yo, o a lo mejor será un día estresante….

ACUSADOR. (Entra por la derecha. Se ve muy contento.) Buenos días, agente, señorita.
POLICÍA. Veo que está usted muy contenta.

ACUSADOR. ¿Y cómo no lo voy a estar? Hoy es el gran día.

SECRETARIA. (Extrañada.) ¿El gran día?

POLICÍA. Buenos días.

ACUSADOR. Por supuesto, hoy es el día del gran juicio. El honorable juez tendrá a su cargo
este juicio. (Con fanfarronería.) Y yo, claro está, me encargaré de acusar a cada uno de los
que por esta sala pasen, para que les caiga todo el peso de la ley. (Golpea el escritorio y se
ríe cínicamente.)

(La secretaria y la policía se asustan.)

SECRETARIA. (Al policía.) ¡Qué hombre más malo!

POLICÍA. ¡Oh! No lo dude usted, este abogado difícilmente pierde un juicio, todos los gana.

(El acusador está en su escritorio acomodando los papeles, y en su rostro tiene una sonrisa,
una sonrisa cínica.)

SECRETARIA. ¿Estás segura de eso?

POLICÍA. Me temo que sí.

ACUSADOR. (Mira el reloj.) Vaya (al policía) Disculpe agente.

POLICÍA. ¿Sí, señor?

ACUSADOR. ¿No sabe usted cuándo comenzará el juicio?

POLICÍA. Pues no, nadie lo sabe, es más, no sabía que daría comienzo el gran juicio.

ACUSADOR. ¿Podría usted preguntarle al señor juez cuándo comenzaremos este juicio?

POLICÍA. Sí, claro, ahora mismo. (Sale por la izquierda.)

SECRETARIA. (Con un poco de temor.) Y, ¿lleva mucho tiempo con este trabajo?

ACUSADOR. (Vuelve a ver a la secretaria.) ¿Me habla a mí?

SECRETARIA. Sí, señor.

ACUSADOR. (Entre cínico y orgullo.) Claro, son muchos años de estar acusando, nunca,
escúcheme bien, nunca he perdido un juicio.

SECRETARIA. Vaya, parece que eres uno de los mejores fiscales del distrito.
ACUSADOR. Por supuesto, soy el mejor, no hay otro como yo, ni lo habrá.

SECRETARIA. Está usted muy segura.

ACUSADOR. Por supuesto, (con orgullo). Creo en mí, soy mi propio dios.

POLICÍA. (Entra de nuevo.) Dice el señor juez que el juicio comenzará cuando él lo decida.

ACUSADOR. Muchas gracias, agente.

POLICÍA. Ah, y también dijo que no le molestara más. (Se dirige hacia la salida de la
derecha.)

ACUSADOR. ¿Se puede saber a dónde se dirige agente?

POLICÍA. (Se vuelve.) Le contestaré solo porque soy muy educada, de lo contrario, no
perdería el tiempo en responderle. Para su información, me dirijo a las celdas para traer al
primer acusado, según órdenes que me dio el distinguido juez. (Sale del escenario.)

(El acusador se sienta muy molesto.)

JUEZ. (Entra por la izquierda.) Buenos días.

(La Secretaria y el Acusador se ponen de pie.)

SECRETARIA y ACUSADOR. Buenos días, señor juez. (Se sientan.)

JUEZ. Bien, comenzaremos con el juicio. Claro está, en el momento que llegue el primer
acusado. (Toma uno de las carpetas que tiene sobre su mesa y lo revisa.)

POLICÍA. Señor Juez, le entrego a la primera acusada de hoy (Entra con la acusada y se
sienta en la silla que está al lado contrario de la mesa del Acusador.)

JUEZ. Bien, (leyendo la carpeta) El juzgado de instrucción número 1, llama a la acusada


Pilar Sánchez de la Peña, ¡en pie!

ACUSADA. Sí, señor.

JUEZ. ¿De qué se le acusa?

ACUSADOR. (Se pone de pie.) Se le acusa de varios delitos.

JUEZ. (Al Acusador.) Usted hablará cuando yo se lo indique.

ACUSADOR. (Se sienta, muy avergonzado.) Sí, señor.

SECRETARIA. (Se burla disimuladamente del Acusador.)

JUEZ. Bueno, procedamos con el juicio. Escucharemos primero la parte del fiscal.
ACUSADOR. (Se pone de pie, muy confiado y con altanería.) Gracias, señor juez. Bien,
veamos: esta mujer ha cometido varios pecados muy graves que requieren ser juzgados con
todo el peso de la ley. (Abre el expediente.)Bien, veamos, para empezar, quiero llamar
como primer testigo a la misma acusada.

ACUSADA. Señor juez...

JUEZ. Silencio, por favor, proceda a obedecer la solicitud del señor Fiscal.

ACUSADA. (Triste.) Sí, señor.

ACUSADOR. (Sonriendo maliciosamente.) Bien, bien... Veamos. Aquí están todos los
pecados que usted ha cometido. ¿Qué tal si hacemos un repaso de cada uno de ellos?

ACUSADA. Pero, señor juez...

JUEZ. Silencio.

ACUSADOR. Bien, remontémonos 10 años atrás. Usted era una niña de 5 años y robó una
manzana de la tienda de don Juan, ¿ajá? Después le mintió a su mamá diciendo que se la
habían regalado... ¡Qué barbaridad! ¡Mentirle a la madre!

ACUSADA. Pero, señor juez...

ACUSADOR. A los siente años le arrancó la cabeza a una muñeca para que le compraran una
nueva, engañando al papá... ¡Qué terrible! A los diez años se peleó con una compañera en
la escuela.

ACUSADA. Pero ella fue la que empezó. Ella me empujó y yo me caí.

ACUSADOR. Sí, pero nada de eso hubiese pasado si no hubiesen hecho pellas en la escuela.

ACUSADA. (Inclina su rostro.)

ACUSADOR. Bien, a los doce se fue con varios compañeros a casa de una amiga. (A la
Acusada.) ¿Quiere que especifique lo que hicieron o lo dejo así?

ACUSADA. (Apenada.) No, déjelo así, no vale la pena decirlo.

ACUSADOR. Sí, no vale la pena, hay algunas cosas bastante interesantes que ustedes
hicieron en esa casa y ganas me sobran de mencionarlas.

ACUSADA. Sí, pero mejor no diga nada, ya bastante ha dicho.

ACUSADOR. Pero si no he terminado, todavía falta más. Por ejemplo, cuando compraron
alcohol a escondidas durante el baile de graduación de la escuela. O en el colegio, las
pellas para ir al parque de la esquina y no precisamente a jugar o a repasar un
examen…. (Al juez.) Bien, señor juez, hay más, pero creo que con esto basta para acusar a
esta mujer a cadena perpetua.
JUEZ. ¡Se levanta la sesión! El jurado se retirará a deliberar

(Se quedan todos hablando entre ellos, excepto el fiscal que está completamente solo.
Cuando se levanta el jurado para deliberar ven entrar al abogado.)

ABOGADO. (Observa en silencio la sala mientras entra. Se sienta al lado de la acusada)

JURADO I. Con su permiso Sr. Juez… este caso es muy complicado, hemos escuchado toda
clase de acusaciones contra esta mujer, pero no hemos escuchado cómo se considera ella.
Necesitamos saber si ella cree que es inocente o culpable para tomar una decisión.

JURADO 2. ¡Sí! Esto es verdad, además no hemos escuchado la defensa de su abogado.


Acaba de llegar y tenemos la obligación de darle la palabra. Con la venia de su
Señoría… (Mira hacia el juez y luego mira hacia el abogado.) ¿Sr. abogado que tiene que
decir en defensa de esta mujer?

(El juez asiente con la cabeza y mira al abogado; este se queda callado.)

ACUSADA. Bueno, creo que nadie me puede defender, las acusaciones han sido muy claras y
no me queda más remedio que declararme...

ABOGADO. (Poniéndose de pie.) Inocente.

(Todos comienzan a cuchichear.)

ABOGADO. ¡La joven se declara inocente! Sr. Juez, solicito defender a la acusada.

ACUSADOR. (Se queda petrificado, asustado, ya no sonríe cínicamente, ahora está


nervioso.)

JUEZ. Proceda

ABOGADO. Ella es inocente, si bien es cierto que se le acusa de muchas faltas, la verdad es
que ella ya ha pagado por todas, porque yo mismo me he encargado de pagar su fianza. Si
usted leyó detenidamente el expediente, este dice que Pilar Sánchez de la Peña ha sido
absuelta de toda falta, y que el caso está ya cerrado.

JUEZ. Entonces, ¿por qué está este expediente en mi escritorio? ¿Se puede saber quién lo
puso?

(Todos se vuelven hacia el Acusador.)

ABOGADO. ¿Quién más que este tipo? Solo él se ha dedicado a engañar a mentir, robar… Su
único objetivo es destruir la vida de quienes vienen a esta sala de juicio, su corazón está
lleno de odio y maldad. Muchos de los que han pasado por esta sala han sido encarcelados
porque no se les dio otra oportunidad. ¡Él quiere que todos acaben en la cárcel y sufran sin
derecho a ser perdonados!

ACUSADOR. Pero, señor juez...


JUEZ. Silencio, no tiene autorización para hablar. (Al Abogado.) Prosiga.

ABOGADO. Gracias. Como le decía, su señoría, este hombre ha engañado por mucho tiempo
a muchas personas. Es más, si revisa el resto de expedientes, se dará usted cuenta de que
la mayoría de ellos son casos ya cerrados.

JUEZ. (Revisa las carpetas. En su rostro se dibuja un gesto de sorpresa y de


indignación.) No puede ser, es cierto.(Mirando al Acusador.) ¿Qué tiene que decir a esto?

ACUSADOR. (Nervioso.) Bueno, este... Yo... Vea su señoría, es algo muy complicado, quizá
si lo vemos desde otro punto de vista, donde quizá se junten ambas situaciones, es donde
podamos encontrar la respuesta, y entonces nos metemos por aquí y nos salimos por otro
lado… sí, eso, por aquí está la salida... (Toma su maletín.)

JUEZ. (Enojado.) Un momento, usted no va a ningún sitio. Es usted un sinvergüenza, un


liante y un engañador, lo quiero ver en mi despacho en cuanto acabe este juicio.

ACUSADOR. (Asustado.) Sí, señor.

JUEZ. (Al jurado.) Señores, miembros honorables del jurado, en vista de este nuevo giro de
los acontecimientos ustedes deben de retirarse a deliberar.

JURADO 1. Sr Juez, no hace falta que nos retiremos. Todo ha quedado muy claro.

JURADO 2. Sra. Pilar Sánchez de la Peña: póngase en pie para escuchar nuestro veredicto
final.

(La acusada y el abogado se ponen en pie)

JURADO 1. Es usted libre de todo cargo

JURADO 2. Queda en libertad absoluta.

ACUSADO. (Feliz.) ¡Gracias!

(Todos aplauden menos el acusador.)

JUEZ. Este caso lo doy por cerrado y la corte entra en receso. (Al acusador.) Ya sabe, lo
espero en mi oficina. (Al policía.) Se encarga usted de acompañarlo.

POLICÍA. Se hará como usted ordene, su señoría.

JUEZ. Bien, me retiro.

SECRETARIA. (Al Acusador.) ¿Sabe? Tiene razón, no hay nadie como usted, pero gracias a
que tenemos en la sala al único abogado que puede defendernos de sus acusaciones, usted
ya no podrá hacer más daño torturándonos cada día haciéndonos creer que no tenemos
perdón.

ACUSADOR. (Se enoja.)


POLICÍA. Vamos, caballero, que el señor juez le está esperando.

(El Policía y el Acusador salen por la izquierda, la Secretaria lo hace por la derecha. El
jurado también se levanta.)

ACUSADA. (Se vuelve hacia la sala mirando al jurado.) Gracias por interesarse en mi
defensa, gracias por no juzgarme ante las acusaciones del fiscal.

JURADO 1. Yo podría haber estado en su lugar, también pude ser acusado por el fiscal, no
podía juzgarla porque somos iguales ante el juez.

JURADO 2. Yo tampoco, Sra. Yo sí fui acusado por el Gran Acusador una vez y tuve el
privilegio de tener a su abogado en mi defensa. Sabía que si le dejábamos hablar él no la
acusaría y le haría parecer inocente de todos los cargos. Él también pagó la fianza por mí.

ACUSADA (Al Abogado.) Gracias, si no llega usted a tiempo, quizá ahora estaría de nuevo en
la cárcel. Gracias, no sabe cuán agradecida estoy, no tengo cómo pagarle.

ABOGADO. Tranquila, ya usted me pagó.

ACUSADA. ¿Cómo? ¿Si yo no le he dado ni un euro?

ABOGADO. El hecho de darme las gracias es más que suficiente para mí. Yo no busco
dinero, ni tampoco que me paguen, lo único que busco es la gratitud de aquellos a los
cuales he salvado de la cárcel y que después de ser liberados se dediquen a vivir una nueva
vida, dejando sus hábitos, sus vicios y su vieja manera de vivir y convirtiéndose en nuevos
hombres y mujeres.

ACUSADA. Nunca había escuchado a alguien hablar de esa forma, en su hablar veo más que
simples palabras, veo amor, un amor que en este mundo no se puede encontrar ni comprar.

ABOGADO. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere
pecado, abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo el Justo" (Toma su maletín y sale
por la derecha.)

ACUSADA. (Se va pensativa.)

EPÍLOGO

SOÑADOR. (Ya es de día y se va despertando poco a poco. Se levanta y se pone de rodillas


con actitud de agradecimiento.) Padre, gracias porque me das la seguridad de tu perdón.
Porque tu dices en tu palabra: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve
serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”
(Se levanta y mira al público.) Dios murió por ti y por mí para salvarnos del pecado.
Aceptar su perdón solo depende de tu decisión. ¿Podrás aceptarlo?

(Se da la vuelta y sale de la habitación)


Publicado por Teatro Cristiano en 23:29 No hay comentarios:
Etiquetas: abogado
MUSICAL DE DAVID
1 hora y 15 Personajes + extras. Musical que repasa la vida de David. El personaje de David
cambia a lo largo de la obra a media que va envejeciendo.

MUSICAL DE DAVID
© Arrate Gallego

PERSONAJES

DAVID
ELIAB
SAÚL
CORTESANO
DONCELLA 1
DONCELLA 2
MERAB
MICAL
SOLDADO 1
SOLDADO 2
SOLDADO 3
BETSABÉ
SALOMÓN
MÚSICO REAL
AYUDANTE
Aspirantes al coro

ESCENA PRIMERA
(David aparece en el escenario, sentado sobre una roca vestido de pastor, con un instrumento
musical en la mano. al fondo las ovejas pastando. David canta el salmo veintitrés -versión de Aline
Barros traducida.)

ELIAB. ¿Ya estás cantando otra vez? ¿Dónde crees que vas a llegar dedicándote a eso?

DAVID. No sé qué será de mi vida, pero de lo que sí estoy seguro es de que la música me acerca a
Dios.

ELIAB. Deberías dedicarte a labores serias, como cuidar mejor el rebaño.


DAVID. No he perdido ninguna oveja a manos de las alimañas. Ayer mismo me enfrenté a un león
para protegerlas.

ELIAB. ¿Tú? ¿Y con qué te enfrentaste a él? ¿Con la lira?

(David se levanta y se encara con su hermano.)

DAVID. Con estas dos manos le hice frente.

ELIAB. ¿No sería que te pusiste a cantar y el animal salió huyendo de miedo?

DAVID. ¡No se puede hablar contigo! ¡No entiendes nada!

ELIAB. ¿Qué no entiendo nada? Yo tengo responsabilidades que tú ni conoces. Crees que por cuidar
de un puñado de ovejas ya eres un hombre.

DAVID. Yo hago mi parte, como vosotros.

ELIAB. A ninguno de nosotros nos sobra tiempo para canturrear por ahí.

DAVID. Yo no desatiendo mis tareas, pero las hago al son de la música.

ELIAB. ¡Niñato!

ESCENA SEGUNDA

(David se encuentra en una estancia del palacio, cantando o tocando una canción para Saúl. El rey
aparece sentado descansando.)

CORTESANO. ¿Os encontráis mejor, mi señor?

REY. Debo confesar que así es.

CORTESANO. ¿Es de vuestro agrado la música?

REY. Lo es. Gracias a su armonía puedo encontrar la paz.

CORTESANO. Sabía que la presencia de este joven le harías bien, majestad.

REY. No sólo es buen música, sino que además posee una buena educación.

CORTESANO. Y no olvidéis que además es un hábil guerrero.

REY. Su padre Isaí ha hecho un gran trabajo con él.

CORTESANO. Sus conocidos dicen que el Señor está con él, en todo lo que hace.

REY. ¡Calla! Esta parte de la composición me deleita. (Comienza a tararear siguiendo la música.) Su
cadencia serena mi espíritu atormentado, haciéndome creer que puedo liberarme para siempre de
mis pensamientos tortuosos.
CORTESANO. Lo que vos digáis, mi Señor.

(David sigue tocando su instrumento, mientras el rey poco a poco se va adormeciendo. El cortesano
se retira caminando hacia atrás simulando no hacer ruido. Se puede poner música de arpa y usar
una de plástico. David observa al rey dormido y deja de tocar. Saúl abre un ojo furioso y le arroja la
sandalia. David la esquiva y continúa tocando. El cortesano se acerca a David y en un susurro le
dice...)

CORTESANO. Más vale que tengáis cuidado, cuando se altera es peligroso.

DAVID. Seguiré tocando hasta que se calme, aunque tenga que hacerlo durante toda la tarde.

ESCENA TERCERA

(Aparece un grupo de mujeres en el salón hablando entre ellas.)

DONCELLA 1. ¿Habéis visto al nuevo muchacho que ha llegado para servir al rey?

DONCELLA 2. Sí. ¡Es un muchacho muy apuesto!

MERAB. ¿De quién habláis?

DONCELLA 1. Del gallardo joven que toca para el rey.

MICAL. ¿Lo habéis visto? ¿Cómo es?

DONCELLA 2. Es alto, castaño, de buen porte... (Habla embelesada.)

MERAB. ¡Ya estás exagerando!

DONCELLA 1. ¡No exagera ni lo más mínimo! Es gentil y buen músico.

MICAL. ¿Dónde está ahora?

DONCELLA 2. En el salón, tocando para vuestro padre.

(Se acercan todas hacia una cortina y observan en silencio unos segundos. Luego regresan al centro
del escenario emocionadas.)

DONCELLA 1. ¡A que es maravilloso!

MERAB. Yo no lo veo tanto. Es un chico de lo más normal.

MICAL. Pues a mí me gusta. ¿Sabéis cómo se llama?

DONCELLA 1. He oído decir a un cortesano que se llama David.

MICAL. ¡Qué nombre más bonito!

MERAB. ¡Vamos! Si es un nombre normal y corriente como Ebiasaf o Amasay.


DONCELLA 2. ¡Qué cosas dices! Lo que pasa es que a ti te gusta Adriel y ya no hay otros hombres,
fuera de él.

MICAL/DONCELLA 1. ¿Queeeeéé?

MERAB. ¿Cómo has podido decir eso? ¡Era un secreto! Te voy a...

(Merab persigue a su doncella mientras las otras dos intentan detenerla. Salen corriendo del
escenario.)

ESCENA CUARTA

(Aparece en el escenario David huyendo, vestido de soldado. Varios hombres ataviados para la
lucha, lo acompañan.)

DAVID. ¡Ya no puedo más! Estoy cansado de vivir huyendo. ¡Con todo lo que he hecho por el rey!
¿Cómo puede ser que pretenda matarme?

SOLDADO 1. No lo sé. Pero esta vez ha estado muy cerca.

SOLDADO 2. Podríamos atacarle nosotros por sorpresa y acabar con él.

DAVID. Tiene que haber otra manera de solucionar el problema. (David se sienta en el suelo y sus
acompañantes también.)

SOLDADO 3. Saúl desea acabar con tu vida, pero su hijo te tiene en gran estima. Si acabas con el
padre, podrás vivir en paz.

SOLDADO 1. Cierto. Si el rey muere, terminará tu pesadilla. Podrás ser libre y vivir donde te plazca.

SOLDADO 2. Si decides luchar contra él, yo te seguiré. Aunque me cueste la vida.

DAVID. Vuestras palabras me halagan. Pero, ¿cómo podría yo hacer daño al ungido de Dios?

SOLDADO 3. Puede que sea el ungido de Dios, pero se comporta como un pagano.

DAVID. (Se levanta.) Lo sé. Su comportamiento está lejos de lo que debería ser un líder de Israel.
Aún así yo debo ser fiel a Dios a pesar de todo.

SOLDADO 1. Tu integridad te honra. Sólo espero que tu decisión sea la acertada.

SOLDADO 2. Continuaremos a tu lado en cualquier circunstancia.

DAVID. Agradezco vuestra fidelidad. Si todavía sigo vivo es gracias a la ayuda divina y a vuestra
compañía.

SOLDADO 3. Somos nosotros los que debemos agradecerte que nos dejes acompañarte. Tú nos has
dado esperanza.

DAVID. La esperanza nos la da el Señor. El que habita al abrigo de Dios...


SOLDADO 1. Se acoge a su sombra...

(Canción: "El que habita al abrigo de Dios" - Steve Green. Sería genial si la cantaran los cuatro.)

ESCENA QUINTA

(David aparece en su palacio, vestido como rey dando vueltas por el salón del trono. Su esposa
Betsabé está bordando en un rincón.)

DAVID. ¿Cómo podría yo honrar a mi Dios como se merece? yo tengo un palacio y riquezas y el Señor
mora en una tienda hecha de telas.

BETSABÉ. ¿Por qué no descansas un rato de tus preocupaciones?

DAVID. Porque los días se me van y ya estoy viejo.

BETSABÉ. Dios sabe que te has esforzado por seguir sus caminos toda tu vida.

DAVID. Pero aún me queda una cosa por hacer. La última misión de mi vida.

SALOMÓN. ¿De qué estás hablando, padre?

DAVID. ¡Ven aquí, hijo mío! En mi cabeza da vueltas una idea desde hace algún tiempo, que no me
deja descansar.

SALOMÓN. ¿Y cuál es esa idea? ¿Qué te tiene tan preocupado?

DAVID. Quisiera construir un templo para nuestro Dios.

SALOMÓN. ¿Un templo? ¿De piedra y madera? ¡Es una gran idea!

DAVID. Celebro que te guste, porque tú tendrás que ayudarme.

SALOMÓN. ¿Yo? ¿Por qué? ¡No me necesitas! Eres el rey y tienes todo a tu disposición.

DAVID. No se trata de eso, hijo mío. Sé que dispongo de muchas cosas...

SALOMÓN. ¿Qué te impide empezar la obra? ¡Eres un hombre de fe! Toda tu vida has perseverado al
lado del Señor.

DAVID. Yo he sido sólo un hombre, un pecador de quien Dios ha tenido misericordia. Mis manos
están manchadas de sangre (se mira las manos). yo no soy digno de esa obra.

SALOMÓN. Pero, padre, el templo debe ser construido. Es tu aspiración y sé que Dios prosperará tu
empresa.

DAVID. Tú serás el que edifique ese templo.

SALOMÓN. ¿Yo? ¡Si no sabré hacerlo! ¡Soy sólo un muchacho! Nadie me tomará en serio.
DAVID. Tendrás a tu disposición los planos y las instrucciones que vas a necesitar. Todo está ya
diseñado: el atrio, los pórticos... Además he hecho provisión de materiales diversos, para cuando
comiences la tarea.

SALOMÓN. Padre mío, agradezco tu confianza, pero no me veo capaz de llevar a cabo tal obra.

DAVID. Sé fuerte y valiente. El Señor no te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda
la obra del templo del Señor.

(Desaparecen hablando entre ellos detalles de la construcción.)

ESCENA SEXTA

(Aparecen en escena el música real y su ayudante.)

MÚSICO. ¡Vamos! ¡Vamos! El rey quiere tener todo listo cuanto antes.

AYUDANTE. Sí, sí, ya voy. Pero tienes que saber que me has avisado con muy poco tiempo. Aún así
ha venido mucha gente.

MÚSICO. Eso es bueno, podremos elegir a los mejores talentos de Israel.

AYUDANTE. ¿El rey quiere un coro muy numeroso?

MÚSICO. Se le h ocurrido la ingeniosa cifra de doscientos ochenta y ocho.

AYUDANTE. ¿Qué? ¿Sabéis lo que cuesta dirigir a tanta gente?

MÚSICO. Sí. Por eso he ideado un proyecto para hacer varios grupos y tener siempre canciones
nuevas en el servicio del templo.

AYUDANTE. Eres muy ingenioso... ¿Seguro que eso no se le ha ocurrido al rey?

MÚSICO. Bueno... en parte, pero yo concreté la idea.

AYUDANTE. (Señalando hacia el público.) ¡Mira! ¡Todos estos se han presentado para el coro!

MÚSICO. ¡Muy bien! Estoy más que satisfecho con tu trabajo. Ahora ve indicándoles que pasen en
orden, para que nos muestren su talento.

AYUDANTE. (Señalando al público.) Tú y tú, acercaos para la prueba.

(Dos actores se acervan y cantan una estrofa de un himno.)

MÚSICO. ¡Me gusta!

(El Ayudante va señalando a distintas personas del público que se van colocando para formar un
coro. Puede ser un octeto. Aunque la idea original de David fueron doce personas. Aparece David,
algo encorvado por los años y se sienta frente a ellos. El músico real dirige un canto con el nuevo
coro. La canción puede ser "Yo iré" de Steve Green.)
DAVID. (Se ve emocionado. Se vuelve hacia el público y levantando las manos dice...) Señor,
bendice nuestra alabanza, para que sea agradable a tus oídos.

La familia un regalo de Dios

10 Minutos y 4 Personajes. Daniel saca malas notas en la escuela y sus padres le


castigan para que se centre en los estudios. El joven se escapa de casa y en la calle se encuentra a un niño que
también se había escapado de casa. Al ver la vida tan miserable que lleva en la calle se da cuenta de su error y
vuelve a casa y le da gracias a Dios por la familia que tiene.

LA FAMILIA UN REGALO DE DIOS


Ana Lucia Molina Coronado

PERSONAJES

DANIEL
JUANITO
MAMÁ
PAPÁ

CUADRO 1

(Comedor de una casa. Se encuentran la mamá y el papá esperando a Daniel para comer.)

ESCENA 1

MAMÁ. ¡Daniel! Ya está lista la comida se va a enfriar.

(Entra Daniel corriendo y se sienta a comer. todos oran por los alimentos)

MAMÁ. Daniel, hoy me habló tu maestra de la escuela me dijo que has bajado mucho tus
calificaciones y que no haces tus tareas.

DANIEL. ¡Ay, mamá! La maestra es una exagerada.

PAPÁ. Daniel, no hables así, tu mamá y yo estamos preocupados, te hemos dejado salir a jugar, te
compramos todo lo que pides y a cambio no das nada.

MAMÁ. Así es, Daniel, creo que tendremos que tomar medidas para que cambies tu actitud.
PAPÁ. ¡Claro! Desde ahora en adelante no saldrás a jugar fútbol, limpiarás tu cuarto todos los días y
estudiarás todos los días aun si no tienen exámenes.

DANIEL. Pero, pero, ¡eso no es justo! Ya les dije que la maestra es una exagerada, no puedo dejar
de jugar fútbol, papá, mis amigos me necesitan en el equipo.

MAMÁ. Bueno, Daniel, si quieres premios tienes que trabajar para ganártelos, harás lo que tu papá
dijo, hasta que mejores tus calificaciones tendrás tus recompensas.

DANIEL. ¡No es justo! ¡Los odio! (Sale enojado y se encierra en su cuarto).

MAMÁ. Iré a hablar con él.

PAPÁ. No, déjalo que piense lo que hablamos en su cuarto y al rato que se le pase hablamos con él.

(Terminan de cenar y la mamá empieza a juntar los platos.)

PAPÁ. Iré a ver a Daniel. (Sale el papá de escena)

(La mamá sigue juntando la mesa.)

ESCENA 2

(Entra asustado el papá corriendo.)

PAPÁ. (Alterado.) ¡Dios mío! Mi amor, Daniel no está en toda la casa, creo que se escapó porque la
ventana de su cuarto está abierta.

MAMÁ. ¡Ay, no! Dios mío, por favor, cuídalo que no le pase nada.

PAPÁ. Voy a buscarlo, si no regreso, habla a la policía para que lo busquen.

MAMÁ. Está bien, apúrate, por favor.

(Sale el papá de escena y la mamá se queda asustada buscando a Daniel en la casa.)

2° CUADRO

(Callejón.)

(Se encuentra Daniel caminando por el callejón cuando ve a un niño recogiendo comida de un bote
de basura y se la empieza a comer.)

ESCENA 3

DANIEL. ¡Hola! ¿Cómo te llamas?

JUANITO. Juanito, ¿y tú?

DANIEL. Daniel, oye te vi sacar comida de este bote. ¿Que no está sucia?
JUANITO. Sí, siempre como lo mismo.

DANIEL. Pero, ¿no te enfermas? Es que mi mamá dice que no debemos comer cosas sucias.

JUANITO. No, si doy gracias de haber encontrado algo para comer, a veces no hay nada y paso días
sin comer.

DANIEL. Pero, ¿por qué no comes en tu casa?

JUANITO. Mira, me fui de mi casa hace mucho tiempo, mi mamá me pegaba mucho, mi papá nos
pegaba a mi mamá y a mí porque siempre estaba bien borracho, nunca fui a la escuela y yo quería
aprender a leer y escribir pero a mis papás nunca les importó, me pegaban mucho y no me
compraban ni ropa, ni juguetes, ni nada, por eso me fui de mi casa.

(Daniel pensando un poco llora, se arrodilla y da gracias a Dios de lo que tiene, después termina de
orar.)

DANIEL. ¿Sabes qué, Juanito? Te invito a comer a mi casa y a jugar en mi cuarto.

JUANITO. (Feliz.) Bueno.

(Salen de escena Daniel y Juanito.)

CUADRO 3°

(Sala de la casa de Daniel. Se encuentran los papás de Daniel preocupados.)

ESCENA 4

MAMÁ. Ya es muy tarde y no llega y la policía no habla. Dios mío, cuídalo donde esté, por favor.

PAPÁ. No te preocupes, Dios lo cuida y no dejará que nada malo le pase.

(Entra Daniel con Juanito y sus papás corren a abrazarlo.)

PAPÁ y MAMÁ. ¡Daniel!

DANIEL. Antes de que digan algo, quiero pedirles perdón. (Exhala.) Y quiero que sepan que les doy
gracias por todo lo que han hecho por mí y le doy gracias a Dios por darme a los mejores papás del
mundo. Él es mi amigo Juanito que gracias a él pude ver que tengo unos papás muy buenos y que se
preocupan por mí, los quiero mucho y les prometo que saldré bien en la escuela y los obedeceré.

(Los papás lo miran con una sonrisa y abrazándolo.)

MAMÁ. Daniel, sabíamos que Dios hablaría a tu corazón y lo hizo, a Él dale gracias.

DANIEL. Sí, fue lo primero que hice, mamá. ¡Ah! Invité a Juanito a cenar y jugar con él y sobre todo
platicarle del amor de Dios.

PAPÁ. ¡Qué bueno, Daniel! Bienvenido, Juanito, esta es tu casa.


JUANITO. Gracias, señor.

(Los papás salen de escena.)

DANIEL. Mira, Juanito, te platicaré de alguien que te ama mucho y que dio su vida por ti…

(Daniel le comparte del amor de Dios y el plan de salvación a Juanito.)

FIN
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Etiquetas: disciplina, educación, familia, oración, pobreza, relación padres e hijos

La perversidad de los hijos de Eli

10 Minutos y 6 Personajes. Obrita para intercalar en un culto, referente a la educación


de los hijos. Demuestra la maldad de los hijos de Eli, y la irresponsabilidad de su padre a la hora de disciplinarlos.

LA PERVERSIDAD DE LOS HIJOS DE ELÍ


Beto Paez

PERSONAJES

OFNI
FINEES
IGOR
ISRAELITA
ELI
VARÓN DE DIOS

1ª ESCENA

(Están jugando cartas en el suelo los hijos de Elí, en eso llega el criado con un tenedor grande en la
mano.)

IGOR. Ya he guardado en la refri toda la carne que enganché con el tenedor de la cazuela, amo.
OFNI. ¿Y habéis dejado algo para el sacrificio a Jehová?

IGOR. Sí, la grasa, amo.

FINEES. Esa cosa me produce espinillas, y tú, Ofni, ve a preparar la cena.

OFNI. Voy pues a calentar la carne en el micro, ayúdame haciendo el juguito, hermano.

FINEES. Bueno, vamos, ñaño. ¡Igor, barre la entrada del tabernáculo que está todo sucio! ¿A dónde
se ha ido el respeto por el Señor? Por cierto, ¿cuánto cobraste por el último sacrificio? (Digiriéndose
a su hermano.)

(Salen los dos hablando de sus tretas y riendo entre ello; Igor está barriendo y en eso llega un
israelita.)

ISRAELITA. Buenas, siervo de Jehová, vengo a ofrecer mi sacrificio, un corderito para…

IGOR. ¿Y dónde está la ofrenda? (Con ansias.)

ISRAELITA. Ah, lo dejé amarrado en el parqueadero pero…

IGOR. Pero tenéis que dar a los sacerdotes la carne del cordero antes del sacrificio, porque no
tomaremos de ti carne cocida sino crudita.

ISRAELITA. Pero no es lo que dice la ley: primero que ofrezcan el sacrificio y lo que quede será para
vosotros porque…

IGOR. A ver, a ver… ¡O sea, que las sobras para los ungidos de Jehová! ¿No sabes que se hizo la
consulta popular, entre los sacerdotes, ¡ja ja! (esto último lo dice para el público) y se cambió la
ley?

ISRAELITA. No sé, no he sabido de ninguna consulta popular y…

IGOR. Y si no nos das la carne ahora, a la fuerza te lo quitaré… porque hay que cumplir la ley pues,
la ley de los sacerdotes. ¡Je, je! (Esto para el público.)

ISRAELITA. Está bien aunque no me parece porque…

IGOR. Bueno, vamos, vamos a ver qué tal está el corderito porque hay que pesarlo y según eso es el
favor de Jehová y….

(Salen conversando los dos.)

2ª ESCENA

(El mismo escenario, entra Elí.)

ELÍ. ¿Dónde se habrán metido estos hijitos míos? ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!! Si los hubiera encaminado desde
pequeños no serían así de malcriados, ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!!... No responden mis guaguas… ¡Ah, ya sé!
Les llamaré al celu (saca el celular y espera.)
(En eso entran Ofni y Finees por detrás de Elí. Contestan al teléfono y se quedan detrás de su padre
sin que éste se dé cuenta.)

OFNI. ¿Haló?

ELÍ. Ofni, Ofni, ¿dónde te habéis metido, muchacho? Y, ¿dónde está vuestro hermano? (Exaltado.)

OFNI. Tranquilo, papi, que te va a dar un infarto, estamos haciendo el trabajo que nosotros los
sacerdotes debemos hacer.

(Los dos hermanos hacen mímica de estar bailando, tomando o fumando y ríen entre ellos.)

ELÍ. ¡Vengan inmediatamente ante mi presencia que tengo que deciros algo muy importante!

FINEES. (Da un brinco asustando a su padre.) ¡AQUÍ estamos, viejito!

ELÍ. (Se coge el corazón como si le estuviera dando un infarto.) Casi me matáis del susto…

OFNI. Con esa cara a cualquiera, ¡ja, ja!

FINEES. ¿Qué te pasa? Y vos muy guapo te creerás… (Finees da un golpe a su hermano y comienzan a
darse de manotazos.)

ELÍ. ¡Ya basta, ya basta! ¡Dejen de pelear! He oído todo lo que habéis estado haciendo con Israel,
¡cobrando por los sacrificios! ¡Comiéndose lo que le pertenece a Jehová!, ¡Acostándose con las
mujeres que velan a la puerta del tabernáculo! Haciendo discoteca la tienda santa…

OFNI. Pero padre, tú conoces quiénes somos, es por pura envidia lo que dice el pueblo.

ELÍ. Por eso mismo os estoy reprendiendo… ¿Por qué hacéis estas cosas? (Llorando.)

FINEES. ¿Y quién va a hacer algo si somos hijos de Elí, el sumo sacerdote? Además, ¡somos los
ungidos de Jehová! (De forma arrogante.)

ELÍ. No, hijos, no es buena fama la que yo oigo. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le
juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién lo librará?

OFNI. Ya no dramatices que esto parece telenovela viejo.

FINEES. No le hagas caso, hermano, y mejor vámonos que tenemos tope.

OFNI. Ah sí, las hijas de Buenastan, hermano.

FINEES. Tú lo has dicho: buenas están, ¡ja, ja!

(Ríen y salen de escena burlándose de lo que su padre les dijo.)

ELÍ. ¡Esperen, esperen aún no he terminado con ustedes!

OFNI y FINEES. ¡Pero nosotros sí!!

(Elí se queda solo en el escenario comienza a caminar de un lado a otro lamentándose de la


situación de sus hijos.)
ELÍ. ¿Por qué? ¡Por qué! No los instruí bien en los estatutos y en las leyes de Jehová, me dediqué a
honrar más a mis hijos que al Señor, ahora me lamento por cómo son rebeldes, blasfemos y… y…

VOZ EN OFF. Por tanto Jehová el Dios de Israel dice: “yo había dicho que tu casa y la casa de tu
padre andarían delante de mi por siempre; mas nunca haga yo tal cosa, porque yo honraré a los que
me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. Verás tu casa humillada, mientras Dios
colma de bienes a Israel. Ofni y Finees morirán en un solo día y me buscaré un sacerdote fiel que
haga conforme a mi corazón y a mi alma”.

ELÍ. Es mi culpa, sólo mi culpa… Y por ello me has juzgado, Señor. (Sale llorando.)

FIN

(Es necesario dar un mensaje respecto al tema.)


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Etiquetas: disciplina, educación, Elí, relación padres e hijos

Historia de una Navidad

5 Minutos. Se trata de una narración humorística en la que participarán activamente los


miembros de la iglesia. Se les pedirá que pronuncien una palabra o sonidos cuando escuchen ciertas palabras de la
historia.

HISTORIA DE UNA NAVIDAD


Víctor Villanueva Abuxapqui

He aquí una actividad en la que podrá participar la audiencia y que resulta muy divertida: Divide a
la audiencia en seis grupos. A cada grupo le será dada una palabra y una respuesta correspondiente.
Entonces, el poema siguiente será leído (mira abajo). Cada vez que la palabra correspondiente a un
grupo sea mencionada, ellos responderán con la frase correcta.

Palabra: SANTA
Respuesta: JO, JO, JO

Palabra: RENO
Respuesta: CLIPITI CLOP
Palabra: RODOLFO
Respuesta: BIP, BIP, BIP

Palabra: CAMPANAS
Respuesta: DIN DON, DIN DON

Palabra: NIEVE
Respuesta: BRRR, BRRR

Palabra: TRINEO
Respuesta: WIII, WIII, WIII

HISTORIA

Una vez, hace mucho tiempo, en un supuesto “pequeño pueblecito”, ocurrió un hecho cuya historia
dice así: Érase que se era, un reno llamado Rodolfo, que no quería ayudar a Santa a repartir regalos
en este pueblecito cercano a Yokdzonot. El trineo comprado por Santa fue cargado con muchos
regalos por los campesinos y jóvenes que ayudaban a Santa. Los renos fueron adornados con
campanas en sus patas, pero Rodolfo permaneció en casa (por aquello de su nariz roja). Santa, los
renos, y el trineo, estaban todos listos cuando descubrieron un gran problema... Éste, los detuvo en
su tarea, no podrían partir. El problema fue una gran tormenta de nieve.

La nieve caía tan recia que Santa no podía ver nada. Los renos no sabían hacia dónde jalar
exactamente el trineo. Los renos, sonando sus campanitas y Santa haciendo surcos en la nieve,
fueron a ver a Rodolfo, el reno de la nariz roja, para hacerle una pregunta:

“Rodolfo”, dijo Santa junto con los renos, “si esta nieve nos detiene este año, nuestra labor habrá
terminado ya. El trineo está lleno de regalos para repartir esta noche, y la nieve es tan tupida, que
tenemos poca visibilidad.” “¿Podrías con tu nariz roja guiar a los renos para llevar el trineo a los
techos de las casas, de tal manera que Santa pueda llegar a todos los lugares donde deba repartir
sus regalos?”. Rodolfo bostezó y echó un vistazo hacia afuera para ver la tormenta de nieve y dijo:
“Santa, renos, no puedo ir con ustedes”.

“El trineo está muy pesado con tantos regalos y eso es deleitable, pero si me preguntan, el trabajo
parece algo torpe. Además, toda esta nieve y sus campanas están fuera de onda, hay mucho frío.
Mejor lo dejamos para el próximo mes de junio”.

Y colorín colorado, esta historia se ha terminado.


Publicado por Teatro Cristiano en 16:03 No hay comentarios:
Etiquetas: humor, navidad

La historia de Harlen
7 Minutos y 4 Personajes. Un joven esconde detrás de una máscara la realidad de
su interior: vacío y tristeza para mostrar al mundo que en apariencia él está bien.

LA HISTORIA DE HARLEN

PERSONAJES

HARLEN. Va vestido con pantalón blanco y polera de manga corta y guantes blancos.
NOVIA. Vestimenta llamativa, juvenil y lleva una flor en la mano
JUAN SONRISA. Ropa colorida y alegre, puede llevar un sombrero o gorro, y maquillado con una gran
sonrisa.
ALFONSO. Puede llevar una túnica, gafas y entra con unos cuadernos.

UTILERÍA
Máscara con una gran sonrisa, que la utilizará cuando entran los personajes, luego se la quita.
Biblia. Que se utilizará al final.

GUIÓN
(Voz en Off. Entra Harlen caminando con aspecto de cansado, cargando una mochila y con cara
maquillada, triste. Se usa durante toda la obra una música suave y como triste, que puede ser de
Guitarra o teclado y que se hace más rápida cuando él va en busca de la máscara.)
VOZ EN OFF. ¡Hola Harlen! ¿Cómo estás? Amigo de mi vida, ¡el increíble Harlen! ¿Qué te pasa? ¿De
nuevo con esos estados de ánimo? ¿De vuelta con el bajón? ¡Harlen, no es posible que caigas en
estos estados depresivos tan frecuentes! ¡Tú que eres quien alegra fiestas, el que siempre tiene la
última palabra, el más destacado! ¿Cómo es posible que sientas esa depresión, esa angustia? ¡Mira!
Si te vieran tus amigos, ¿qué dirían? No te preocupes Harlen, no viene nadie.
Harlen, ¿por qué no tratas de pensar en algo que te anime? ¿Qué te parece si vamos a bailar? Sí,
Harlen, tú que eres el mejor, que cuando estás en la pista todo el mundo te mira. ¡Claro, Harlen, si
eres el mejor...! Harlen, Harlen, levanta ese ánimo, ¡vamos!
¡Harlen, Harlen, siento pasos! ¡No pueden verte así! ¡Pronto, la mascara! Es tu amigo “Juan Sonrisa”
el rey de los chistes. Saluda Harlen. ¡Hola! ¿Qué tal?... Bien, muy bien, lo mismo. Parece que Juan
Sonrisa quiere contarte un chiste, escúchalo. Pero si ese chiste es el mismo de la otra vez. Pero
bueno, Harlen, ríete igual, ríete igual. Mira cómo se ríe el muy tonto... Harlen, ahora es tu turno.
¡Hazle una de las tuyas! ¡A ver, que mire hacia allá! Hazle una de las tuyas... ¡A la una, a las dos y a
las tres! ¡Ja, Ja, ja! Lo mataste con esa. ¡Eres increíble, Harlen! Chau, Chau, Adiós.
Harlen, Harlen, ¿y ahora?, ¿qué sucede? No puedes estar solo, de vuelta la angustia, de nuevo la
depresión, de vuelta esos estados de ánimo. Harlen, Harlen, yo sé que quieres tener una sonrisa
para tu corazón. Harlen, Harlen, siempre tan idealista... Harlen, se me ocurre una idea: Algo que te
va a animar: ¿Qué te parece si vamos al cine? Vamos a ver... (mencionar una película). ¡Claro! Si esa
película la viste como tres veces... Anímate hombre, ¿cómo puedes seguir así? ¡Harlen, Harlen!
¡Siento pasos! ¡Pronto, la máscara! No pueden verte así... Es tu novia y ella tiene un concepto muy
elevado de ti. ¡Y ahora veremos a Harlen “El rompecorazones”! Mira, Harlen, ahí tiene la muy
tontita, está loca por ti. Para ella eres más que... Osvaldo Laport o Gerardo Romano. Eres más que
su galán de telenovelas. ¡Harlen, Harlen, eres increíble! Harlen, ¿por qué no la invitas a dar un
paseo? Demuéstrale tus conocimientos culturales. Aquí estamos... (Muestra lugares. Hace alarde de
sus conocimientos) Mira cómo quedó anonadada con tus conocimientos. Harlen, tú dominas varios
idiomas. Dile que la amas en inglés. “I love you”. Ahora en francés: “J’aime, bon amour”. Ahora en
chino: pe-cho-cha. Harlen, Harlen, la tenés enloquecida.
Harlen, mira quién viene ahí, Alfonso, tu compañero de estudios. De seguro que viene con algún
problema que no puede resolver. (Entonces le pregunta a Harlen.) Es tu oportunidad de lucirte ante
tu novia. A ver, a ver... eso es un boleto para Harlen (Ecuación) E=m.c2 ¡Mira, se fue contento como
perro con dos colas! Harlen, mira cómo se quedó tu novia, orgullosa, eres el mejor, Harlen. ¡Harlen,
ya es tarde! Es hora de que tu novia regrese. No, no, Harlen, ni un rato más, demuéstrale quién
lleva los pantalones. Harlen, Harlen, tú eres un romántico, chau, chau, (tira un beso).
Harlen tu novia se ha ido, y tú de vuelta con esa angustia y esa depresión. ¿Por qué no tomas
algunas píldoras de las que te recetó aquel psiquiatra? Sí, aquel que estaba medio loquito. Sí, ya sé
que te tomaste como cinco frascos y sigues igual, nada ha cambiado... Yo sé que necesitas una
sonrisa para tu corazón. Tú no eres el único, Harlen. ¿Si supieras las cosas que hace la gente para
sentirse feliz? ¡Harlen, Harlen! ¡Siento pasos! ¡Pronto, la máscara! No pueden verte así. Es tu amigo
Juan Sonrisas, no puede verte así, Harlen. ¡Hola! ¿Qué tal? ¡Lo mismo de siempre! No, Harlen, no te
quites la máscara, viene Alfonso. ¡Hola! ¿Qué tal? Bien, bien, chau, chau. ¡Hasta luego! ¡Harlen,
Harlen! ¡No te quites la máscara, viene tu novia! ¡Harlen, es Juan Sonrisas, es Alfonso, es tu novia!
¡Harlen, Harlen! ¿Ya no aguantas más esa máscara? Pero Harlen, tienes que entender que no eres el
único que tiene máscara. Todo el mundo tiene la suya. Si no, mira a tu alrededor... Cada uno con
sus propias máscaras: ellos no te pueden ayudar; si no, pídeles a ellos una sonrisa. Están buscando
lo mismo que tú. ¡Harlen, Harlen! ¡El idealista empedernido! Harlen, tienes que asumir que así es la
vida. Tienes que tomar tu carga, cada uno tiene la suya propia (agarra la mochila y empieza a
caminar como al principio).

Aquí se puede terminar con un mensaje aplicado a las máscaras y una invitación a aceptar la gracia
de Jesucristo.
Publicado por Teatro Cristiano en 16:32 No hay comentarios:
Etiquetas: apariencias, depresión, felicidad, gracia, máscara, mímica, tristeza

La Creación

10 Minutos y 2 Personajes + Extras (niños). Mostrar a los jóvenes, a través del


relato de la creación, la diversidad que se observa en la naturaleza y su diversificación en distintos niveles hasta
llegar al ser humano, como un plan concebido por Dios, para formarnos acerca de nuestro compromiso con todos los
seres creados y que el hombre, varón y hembra, fueron hechos a su imagen y semejanza.

LA CREACIÓN

Realización: La idea es presentar una clase de escuela bíblica de niños delante de toda la iglesia,
para que los miembros vean cómo se desarrolla la clase y que, además, se puedan beneficiar del
mensaje que la lección contiene.

Desarrollo: Para hacer la clase amena y distinta, los jóvenes presentarán a través de sombras chinas
proyectadas sobre una pantalla, los distintos seres, animados o no, que van apareciendo en el relato
de los seis días de la creación. Tienen, ayudados por los maestros/as, que usar la imaginación para
confeccionar las figuras que representarán los seres creados. A título de ejemplo, pueden
confeccionar plantas, animales, etc., en cartulina negra, para que el contraste de luz sea intenso,
y/o valerse de sí mismos, solos, o en equipo, para formar figuras que destaquen las sombras.
Cada día de la creación tendrá su representación y, entre día y día, los maestros/as, darán
explicaciones de las enseñanzas que encontramos en cada uno de ellos.
Pueden participar las escuelas bíblicas de los más pequeños, si éstos se preparan cantos que hablen
de la creación. Se intercalarán estas participaciones en el día de la creación que esté más acorde
con la letra del canto.

Atrezzo: Una pantalla de papel que deje traslucir la luz proyectada por detrás; un proyector o foco
de luz; diversas figuras confeccionadas por los jóvenes.

GUIÓN

(Los chicos sentados en la clase. Los maestros/as se dirigen a ellos).

MAESTRA 1. Bueno, chicos, tal y como acordamos el otro día, hoy vamos a estudiar uno de los
mensajes que Dios nos quiere trasmitir a través del relato de la creación.

MAESTRA 2. A ver, una pregunta fácil: El relato de la creación se encuentra en el libro ¿de? …

(Dejar que los chic@s contesten).

MAESTRA 1. Y ya sabéis que la Biblia comienza con este relato. Es como la carta de presentación de
Dios. Nos dice quién es Él, quienes somos nosotros, y cuál es la relación que debe existir entre Dios
y la humanidad, entre Dios y yo; entre el Padre y sus hijos que somos cada uno de nosotros.

MAESTRA 2. Venga, alguien que se anime, que lea Génesis 1:1

ALUMNO 1. (Lee el versículo)

MAESTRA 2. ¿Qué podemos entender por “en el principio”?

(Dejad que los chic@s aporten ideas).

MAESTRA 2. Con la frase “en el principio”, el relato nos quiere dar a entender que Dios creó las
cosas de la nada; que todas los seres animados o inanimados, son creación suya, que vinieron a la
existencia de la nada por un acto de su voluntad, manifestado en la frase: “dijo, Dios: Hágase… y se
hizo”.

MAESTRA 1. De la primera creación de la nada vienen a continuación las diversas diferenciaciones,


que son notables por su lógica progresión, hasta alcanzar el objetivo del acto creador, que es la
última y gran diferenciación, en la que se producirá, como veremos, un salto insalvable en la
diferenciación.

MAESTRA 1. Leemos: “Y dijo Dios, sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena y separó la
luz de las tinieblas”.

(Sale el equipo que tiene que representar esta separación.)

MAESTRA 2. La 2ª diferenciación aparece en el versículo 6.

(Lee un chic@) “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas y separe las aguas de las
aguas”.

(Sale el equipo que representará esta separación)

MAESTRA 2. A continuación dice el relato que hizo Dios la expansión y separó las aguas que estaban
arriba de la expansión de las que estaban abajo. ¿Qué entendéis por expansión?

(Dejad que los chic@s contesten).

MAESTRA 2. Ahora diríamos espacio y también atmósfera; el escritor no hace diferencia entre el
lugar donde están las estrellas y el lugar donde vuelas los pájaros: es lo mismo.

MAESTRA 1. La 3ª diferenciación se encuentra en el versículo 9.

(Lee un chic@). “Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar y descúbrase lo
seco”.

(Sale el equipo que representará esta separación).

MAESTRA 1. Ya tenemos el mar y la tierra. Se observa que hay un progreso refinado con el claro
objetivo de preparar un escenario adecuado, ¿para qué? Lo veremos más adelante.

MAESTRA 2. La 4ª diferenciación se encuentra en el versículo 11.

(Lee un chic@)

(Sale el equipo a representar esta diferenciación).

MAESTRA 2. Se crean las hierbas y árboles según su especie. De la tierra, de la cual se alimentará,
brota la vegetación. Y se da un paso enorme en la diferenciación porque pasamos de la no-vida a la
vida. De lo inorgánico a lo orgánico.

MAESTRA 1. La 5ª diferenciación se encuentra en los versículos 14-16.

(Lee un chic@).

(Sale el equipo a representar esta diferenciación).


MAESTRA 1. Dice Dios que hace dos lumbreras, es decir, dos fuentes de luz. El énfasis recae no
tanto en que en el día cuarto Dios creó el Sol, la Luna y las estrellas, sino la separación que se
establece entre la noche y el día, entre la tarde y la mañana que servirá de marco, especialmente,
para delimitar el comienzo y fin de una día muy especial que servirá para celebrar el acto creador.
¿Qué día es ese? El Sol, la Luna y las estrella podrían estar creadas antes, ahora sencillamente, se
les asigna en voz alta su cometido.

MAESTRA 2. La 6ª diferenciación se encuentra en los versículos 20 y 21.

(Lee un chic@).

(Sale el equipo a representar la escena).

MAESTRA 2. Aquí se produce una diferenciación decisiva, porque con la frase “seres vivientes”, se
está refiriendo a la vida consciente. Y esta vida consciente surge en dos niveles: vida consciente en
las aguas y vida consciente en el aire. Y este es uno de los pasajes donde se emplea con fuerza el
verbo que significa crear de la nada.

MAESTRA 1. La 7ª diferenciación se encuentra en el versículo 24.

(Lee un chic@).

(Sale el equipo a representar la escena).

MAESTRA 1. Al producir la tierra seres vivientes sobre la tierra, llegamos a la diferenciación de los
seres conscientes en tres niveles: agua, aire y tierra. Como veis, el acto creador de Dios se puede
entender como la elaboración de un cuadro, donde el pintor plasma en capas sucesivas y en orden
de importancia, lo que tiene que ser el hábitat idóneo para el desarrollo del ser que va a ocupar el
centro del cuadro.

MAESTRA 2. La 8ª diferenciación la encontramos en los versículos 26 y 27.

(Lee un chic@).

(Sale el equipo a representar la escena de la creación del varón).

MAESTRA 2. La primera palabra que encontramos es muy importante; es la palabra “entonces”.


¿Qué os sugiere esta palabra? “Entonces” es el nexo de unión entre dos mundos creados muy bien
diferenciados: Por un lado los seres inorgánicos y la vida animal, y por otro lado otro ser distinto,
muy distinto de todos los demás, al que Dios llama “su imagen y semejanza” Todo ha sido creado
para organizar un planeta que fuera el hogar adecuado para “la imagen de Dios”

MAESTRA 1.Otro detalle importantísimo es que la imagen de Dios es el hombre, y que el hombre
está compuesto de varón y hembra. Al leer el relato de la creación, encontramos una idea de vital
importancia. Después de cada una de las diferenciaciones, Dios dice una frase muy significativa…
¿Alguno de vosotros recuerda cuál puede ser?
La frase es: “Y vio Dios que era bueno”

MAESTRA 2. Pero resulta que si leemos el versículo 18 del capítulo 2, (lee un chic@),
Nos encontramos con algo sorprendente: la creación del varón, que es la mitad del hombre, no es
bueno. Y no es bueno porque la humanidad está incompleta; falta la otra mitad que es la “mujer”.

MAESTRA 1. (Sale el equipo que representa la escena de la creación de la mujer a partir del varón).
Y Eva sale del propio Adán. Dios no vuelve a esculpir otro ser distinto porque ambos, varón y mujer,
forman juntos la categoría de “imagen de Dios” que es la humanidad. ¿Qué nos quiere enseñar Dios
con la creación de Adán y Eva?
Sencillamente, que ambos son iguales.

MAESTRA 2. Repasemos lo que hemos aprendido a través del relato de la creación:


1º.- Dios creó en el principio las cosas de la nada.

MAESTRA 1. 2º, Dios crea, organiza, ordena y diferencia lo creado con un propósito: preparar la
tierra para unos seres muy especiales.

MAESTRA 2. 3º, Que esos seres muy especiales somos nosotros, los hombres y mujeres.

MAESTRA 1. 4º, Que los hombres y mujeres somos “la imagen de Dios”, y que por lo tanto somos
iguales, formando un solo tronco común.

MAESTRA 2. 5º, Dios, con el relato de la creación, no tiene el propósito de “informarnos” de cómo
lo hizo, (no es un relato científico), sino de “formarnos” acerca del propósito de la creación: Todo
es bueno; el hombre (varón y mujer) tiene que respetar y cuidar lo creado…

MAESTRA 1. 6º, Y lo más importante: Dios nos dice que el hombre y la mujer son iguales sin
prerrogativas el uno sobre el otro. Y hasta aquí la lección. Esperamos que hayáis disfrutado con las
cosas que Dios quiere enseñarnos.

MAESTRA 2.Gracias por vuestra colaboración. Habéis estado estupendos. Y estudiad la Biblia. Ya veis
que merece la pena.
Publicado por Teatro Cristiano en 16:16 1 comentario:
Etiquetas: creación, niños

Hechos 29

20 Minutos y 4 Personajes. Noticiero juvenil en el que se explican las buenas


razones para pertenecer a un grupo juvenil cristiano, en el que se expresa el éxito de vida para un joven de esta
generación. El programa está salpicado de otras representaciones/actuaciones de las cuales no disponemos.

HECHOS 29

PERSONAJES

LOCUTOR
CONDUCTOR
CONDUCTORA
REPORTERO

(Cortinilla de entrada, música y luz.)

LOCUTOR. Bienvenidos a su noticiero “Hechos 29”, un programa de análisis y reflexión de aquellos


hechos que continúan impactando la vida de las personas, dándonos un panorama detallado y real
de los acontecimientos que nos interesan. Bajo la conducción de nuestros compañeros…

CONDUCTOR. Buenas tardes, amigos, es una bendición estar hoy con ustedes, les damos la más
cordial bienvenida.

CONDUCTORA. Estamos transmitiendo en vivo y en directo desde las instalaciones donde se reúne el
grupo de jóvenes.

CONDUCTOR. Efectivamente, por lo que hemos preparado algo especial y de interés para los que
nos reunimos en este lugar. El tema es:

JUNTOS. “Hechos y verdades del grupo de jóvenes”.

CONDUCTORA. Hemos analizado este tema con el único objetivo de dar a conocer el verdadero
significado y propósito de este grupo.

CONDUCTOR. Y claro, veremos cuál es la visión y la misión del mismo, cuál es su influencia; no solo
en la congregación, sino que también impacta positivamente aún el entorno de los jóvenes, sus
familias, su escuela y sus áreas de trabajo.

CONDUCTORA. Presentaremos un análisis de lo que es el joven sin Dios, su situación y realidad


actual.

(Música, se apagan las luces y aparece la cortinilla.)

LOCUTOR. Hechos 29, un programa de análisis sobre verdades y acontecimientos, presenta esta
tarde: “Jóvenes, verdades que impactan”.

CONDUCTORA. Muchas veces podemos tener conceptos erróneos de las cosas, y éstos pueden ser
provocados por comentarios o puntos de vista muy particulares que se repiten, pero carecen de
fundamentos y mucho menos de conocimientos. Por eso es importante hacer lo que dice la Palabra:
“EXAMINARLO TODO; RETENER LO BUENO”.

CONDUCTOR. El grupo de jóvenes no es la excepción, hay quienes tienen ideas equivocadas acerca
del mismo, de su visión y de lo que se hace en él; y aún de sus integrantes. Derivado de esto, hemos
podido identificar algunos conceptos incorrectos del grupo.

CONDUCTORA. Así es, por lo que nuestro equipo ha preparado una caracterización de lo que NO es
el grupo de jóvenes. ¡Adelante!

REPRESENTACIÓN DE VARIOS SKETCHES DONDE SE VE QUE: NO ES UN CLUB SOCIAL, NO ES UN GRUPO


ABURRIDO, NO ES UNA TÓMBOLA (UN LUGAR PARA CONSEGUIR PAREJA), ETC.

CONDUCTOR. Algunas veces estos conceptos erróneos son provocados por comentarios de personas
que no conocen realmente el grupo, o que hablan conforme a una experiencia personal, pero que
de ninguna manera es la realidad del grupo.

CONDUCTORA. En otras ocasiones estos comentarios son el resultado del mal testimonio de algunas
personas con actitudes negativas, o por conversaciones que quizá tengan en lo privado con amigos o
aún con personas que ni siquiera son del grupo.

CONDUCTOR. Amigo, reflexiona y piensa cuál es el testimonio que has dado, cómo te has
comportado y cómo hablas. Recuerda, lo más importante es que cuides tu testimonio no por el
grupo, sino para que el Nombre del Señor no sea vituperado.

CONDUCTORA. Vamos a un corte comercial y regresamos.

COMERCIAL: “SOY TOTALMENTE CRISTIANA”

CONDUCTOR. Bien, ya hemos aclarado que el grupo de jóvenes no es un club social, ni una tómbola
y mucho menos un lugar aburrido, sino por el contrario, es un grupo dinámico en donde el Señor
está avivando cada día más para llevar a cabo el propósito que tiene para cada uno de nosotros.

CONDUCTORA. Estoy de acuerdo contigo, y con esta premisa vamos a entrar al análisis de un tema
importante: las características más representativas del sector que abarca el grupo de jóvenes.
Recordemos que el grupo se conforma por jóvenes solteros.

CONDUCTOR. Es importante señalar que en breve, este sector de la sociedad será el sostén
económico del país. Los grandes ejecutivos y directores de empresas, líderes en sus ramos, son
jóvenes entre los 30 y 38 años promedio. Esta realidad es un cambio radical en las estructuras
económicas y sociales del país, ya que antes estos puestos eran ocupados por personas que
oscilaban entre los 45 y los 55 años.

CONDUCTORA. Pero lamentablemente vemos también que es un grupo social sin Cristo, que está
envuelto en presiones y depresiones que en muchas ocasiones los lleva a tener una o varias
adicciones, es un grupo vulnerable al alcohol, al cigarro o a otro tipo de drogas a las que ellos
tienen acceso.

CONDUCTOR. Y esto sin mencionar el alto índice de relaciones sexuales ilícitas que se llevan a cabo,
acarreando a sus vidas pecado y perdición, además de embarazos no deseados y sueños truncados
por consecuencia de todo esto.

CONDUCTORA. De este tema nos habla nuestro compañero: (reportero), quien realizó un reportaje
especial.

MIENTRAS HABLA EL REPORTERO, SE OBSERVAN IMÁGENES DE LOS JÓVENES EN ANTROS, BAILANDO,


ALCOHOLIZADOS, DROGADOS, ETC.

REPORTERO. Los jóvenes solteros, un grupo lleno de fuerza en todos los sentidos, pero sin Cristo,
nada de esto tiene valor real, ya que todas estas virtudes son desperdiciadas. Jóvenes que son
movidos por intereses egoístas y llenos de vanidad ya que gracias a su familia poseen una buena
situación económica y gozan de una gran libertad que llega al libertinaje, donde hacen lo que
quieren y cuando quieren sintiéndose dueños del mundo. Por otro lado, vemos a jóvenes buscando
una oportunidad de empleo, desorientados e irresponsables. Pero tanto los unos como los otros,
desperdiciando talentos y habilidades dadas por Dios. Sin importar su nivel económico, ni cultural,
los podemos ver vaciando sus vidas en bares y lugares donde se fomenta el vicio y la promiscuidad,
y esto los lleva a una vida llena de depresiones y problemas. La causa primordial de muerte de este
sector, son los accidentes automovilísticos, provocados por el alcohol o por manejar a gran
velocidad, además de actos de violencia, relacionados con drogas y homosexualidad, sin mencionar
aquellas muertes provocadas por enfermedades de transmisión sexual. Pero ante este panorama
triste y desolador, ante el cual pareciera que no hay solución real, sólo en Cristo la podemos
encontrar. Sólo Cristo puede transformar esas vidas, dándoles sanidad, libertad y vida en
abundancia, pero sobre todo esa vida eterna en Cristo. Cada uno de esos jóvenes necesita conocer
de Cristo, y tú puedes ser el medio que Dios utilice para que le conozcan, da testimonio de esos
cambios que Dios ha hecho en tu vida y del amor de Cristo, porque de cada uno de nosotros también
Dios tuvo misericordia.

CONDUCTORA. Este reportaje nos invita a tomar el reto de ser obedientes y compartir de Dios a
otros jóvenes que no lo conocen.

CONDUCTOR. A continuación veremos un video clip, el cual nos invita a reflexionar. ¡Adelante!

Vídeo Clip: “Alguien” (de Alejandro Alonso).

(Aquí se puede tocar y cantar en vivo, mientras un joven aparece y refleja la soledad y el vacío en
el que vive a pesar de estar rodeado de tantas cosas en el mundo. Se le puede ver en un bar
tomando, bailando, fumando y al llegar a su casa ver ese vacío que tiene.)

CONDUCTORA. Bien, ahora entraremos al punto más importante de esta presentación: las realidades
del grupo de jóvenes.

CONDUCTOR. Este grupo se crea respondiendo a la necesidad específica y particular de esta época
en la vida de los jóvenes, es cuando existe la imperiosa necesidad de crecimiento en todos los
aspectos. Crecimiento profesional, económico, madurez de comportamiento y por supuesto
crecimiento espiritual. Caracterizado por responsabilidades cada vez mayores y en las cuales las
decisiones tienen un impacto trascendental en nuestras vidas. Los intereses y actividades cambian
radicalmente, pasando de la escuela a formar parte medular del sector de la población
económicamente activa, en donde se empiezan a consolidar esos planes profesionales y nacen
nuevos sueños, llenos de realidades y expectativas pero de cumplimientos concretos.

CONDUCTORA. Es un grupo dirigido por Dios y con propósitos claros de bendición para tu vida. Un
grupo en el cual encontrarás crecimiento, amistades sinceras acordes a tu edad e inquietudes, con
tus mismas circunstancias y preocupaciones, en donde podrás desarrollar esos dones y habilidades
dadas por Dios. Tú eres parte de este grupo y Dios te usará para alcanzar a todos esos jóvenes que
aún no conocen de Cristo. Tú puedes ser ese instrumento utilizado por Dios para llevar esas buenas
nuevas a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros de escuela y de trabajo, y a todos aquellos que
necesitan esas palabras de vida que sólo Dios tiene para cada uno de nosotros.

JUNTOS. Grupo de jóvenes: verdades que impactan. ¡TÚ ERES UNA VERDAD VIVIENTE, QUE DIOS
UTILIZARÁ PARA IMPACTAR ESTA GENERACIÓN!

(Se apaga la luz, cortinilla de salida, música.)

LOCUTOR. Este fue su noticiero “Hechos 29”, nos despedimos de ustedes agradeciendo su amable
atención y esperando contar con su presencia en nuestra próxima emisión ¡Qué Dios los bendiga!
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Etiquetas: juventud, vida cristiana

El nacimiento que cambió al mundo


17 Minutos y 15 personajes + Extras. Relato de tres historias diferentes en el
tiempo y en fantasía, que apuntan al nacimiento de Jesús.

EL NACIMIENTO QUE CAMBIÓ AL MUNDO


PERSONAJES

NARRADOR
JOSÉ
MARÍA
PASTORES
PERSONAJES
ELIK
OLAF
MONJE
ALDEANOS
CIÉNTIFICO 1
CIÉNTIFICO 2
CIENTÍFICO 3
CIENTÍFICO 4
INGENIERO
NEO
TRINITY
AGENTE
CIUDADANOS

ESCENA I

(Telón cerrado. El Narrador sale y habla a la audiencia.)

NARRADOR. ¿Qué es la navidad? ¿Por qué la celebramos? ¿A qué y a quién representa? Pareciera que
hoy en día no es más que regalos, luces, fiestas, y árboles. Todos, incluyendo Santa Claus, y los
reyes magos, están temporalmente llenos de un espíritu de dar. Pero, ¿de donde provienen estos
sentimientos generosos?

(Se abre el telón, mostrando a la audiencia un establo con José, María, y el bebé Jesús, quizás con
unos niños en disfraces de animales. Después de un momento entran los pastores, y postrándose,
adoran a Cristo. Hacen sus actuaciones con señales mimadas.)
NARRADOR. Provienen de Cristo Jesús, el cuál, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres. (Filipenses 2:5-7) Pero su principal propósito al nacer era para morir, y al
hacer esto nos dio el más grande regalo que alguien pudiera dar: el perdón de nuestros pecados y la
vida eterna con Dios. Lo único que nos queda hacer es aceptar su regalo y seguir a Cristo. Pero la
vida de Cristo, ¿realmente ha dejado una influencia en el mundo y en la historia? ¿Ha dejado vidas
cambiadas por Él, o nada más nos dejó una bonita costumbre para celebrar cada año?

(Los actores se voltean hacia el Narrador con caras de sorpresa.)

NARRADOR. Veremos a través de tres escenas un poco de la influencia que Cristo Jesús ha tenido en
el mundo.

(El Narrador se retira y se cierra el telón.)

ESCENA II

(Telón cerrado. Sale el Narrador.)

NARRADOR. Nos encontramos ahora en el año 961 después de Cristo en una aldea inglesa que está
siendo saqueada por una banda de vikingos aterradores. Nuestro enfoque cae sobre dos vikingos,
Erik y Olaf, que persiguen a varios aldeanos cerca del monasterio.

(El Narrador se retira y se abre el telón. Los dos vikingos, armados y con algunos costales llenos de
botín, persiguen a los aldeanos hacia el otro lado del escenario, donde se topan con un monje.)

MONJE. (Con autoridad). ¡En el nombre de Dios, alto!

(Los vikingos se detienen, sorprendidos, y los aldeanos se escapan.)

ERIK. ¿Cómo es que hablas en nuestro idioma, y a cuál de los dioses te refieres?

MONJE. He viajado a muchos lugares, y hablo en el nombre del único Dios, el eterno y
Todopoderoso.

OLAF. (Con desprecio.) Este hombre está loco, hablando de un solo dios... Hay que matarlo y
unirnos a los demás de nuestra banda.

MONJE. (Calmado.) Mátenme si quieren, pero probablemente nunca encontrarán el tesoro máximo.

ERIK. ¿Eh? ¿Qué tesoro?

MONJE. Entren conmigo y les diré.

(Los vikingos entran al monasterio con el monje. El telón se cierra para cambiar el escenario al de
un monasterio, y luego reabre.)

ERIK. Muy bien, ya entramos. Ahora, ¿cómo podemos conseguir este tesoro del que nos hablaste?

MONJE. La única forma para obtenerlo es rindiendo sus vidas a Dios, y siguiendo las órdenes de su
Hijo, Cristo Jesús, entregándole toda su lealtad. Entonces Dios les dará la vida eterna y un lugar con
Él en el Cielo.

OLAF. ¿Por qué sigues hablando de un solo dios, cuando todos sabemos que se requiere de muchos
para controlar todo el universo y la suerte de los hombres?

MONJE. Yo les digo que es un solo Dios que creó y controla el universo y todo lo que contiene. Y no
solo eso, sino que también nos ve y nos oye, y cuando oye, actúa, y con mano poderosa. ¿Acaso sus
dioses les han respondido alguna vez?

OLAF. (Con incertidumbre.): Bueno, pues... no.

ERIK. Pues a lo mejor solo hay un Dios pero, ¿por qué hemos de servir a este hijo para llegar a tu
cielo? Me han contado que fue un hombre muy cobarde y que jamás se defendió a sí mismo ni a sus
seguidores. Nunca podría respetar, y menos seguir, a alguien así.

MONJE. Si eso es lo que piensas de Cristo, entonces te han contado muy mal. ‘Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él crea, no se
pierda, mas tenga vida eterna’. Y Jesús amó tanto a su Padre que se sometió valientemente a ser
burlado, escupido, azotado, golpeado, y puesto en una cruz, lo cuál es aún más doloroso de lo que
se puedan imaginar. Cristo es el único que de verdad se merece su respeto, lealtad, y adoración.

OLAF. Ah, nunca me habían contado todo eso. Pues no sé qué pienses tú, Erik, pero yo estoy
dispuesto a dar mi espada para el servicio de este Dios y su hijo.

ERIK. (Con entusiasmo.) Y yo también daré mi lanza.

MONJE. Pero Dios no necesita sus armas, sino sus corazones dispuestos a contar a otros lo que han
aprendido.

OLAF. En ese caso, rendiremos nuestras armas.

(Los dos vikingos pasan al altar y dejan ahí sus armas.)

ERIK. Y ahora (se sientan), cuéntanos más acerca de Cristo Jesús.

(Se cierra el telón.)

ESCENA III

(Telón cerrado. Sale el Narrador.)

NARRADOR. ¡Qué padre conversión al amor de Cristo! ¿No? Continuando con nuestra obra, estaremos
en el presente, dentro de un centro de investigación científica, donde algo raro está por ocurrir.

(Se retira el Narrador y se abre el telón, revelando un centro de investigación con 4 científicos en
sus diferentes ‘oficinas’ (separadas) comunicándose por computadoras. Sus oficinas pueden incluir
teléfonos, microscopios, o cualquier otro artículo que deseen agregar en sus escritorios.)

CIENTÍFICO 3. Vamos a verificar la posición del sol, la luna, y los planetas en el pasado para saber
dónde van a estar dentro de cien años y también en los próximos mil años, ya que esta información
es necesaria para enviar satélites al espacio sin que choquen con algo, una vez en órbita.

CIENTÍFICO 1. Estamos listos para que la computadora comience a recorrer las bases de datos.

CIENTÍFICO 4. También estoy listo. Adelante.

(Todos esperan unos minutos, pero entonces las computadoras empiezan a dar una señal de alerta,
indicando un error en la información.)

CIENTÍFICO 3. ¿Qué pasa? ¡Voy a llamar a la oficina de mantenimiento! (Recoge el teléfono y pide
apoyo.)

(Entra el Ingeniero de mantenimiento a la oficina de Científico 3 y comienza a revisar la


computadora.

INGENIERO. ¡Qué extraño! Todo parece estar en perfectas condiciones.

CIENTÍFICO 4. ¿Cuál es el problema?

CIENTÍFICO 1. Hemos encontrado que falta un día en el tiempo del universo.

(Todos hacen expresiones de extrañeza.)

CIENTÍFICO 2. Una vez oí en un estudio bíblico en mi iglesia que el sol de detuvo por como un día.

CIENTÍFICO 4. ¡Eso no puede ser posible! Además, toda persona inteligente sabe que la Biblia no
tiene comprobación científica, y que los cristianos son puros babosos con tontas teorías de Dios.

CIENTÍFICO 1. Entonces, ¿cómo explican lo que está sucediendo? Y a propósito, la mayoría de los
grandes descubrimientos científicos fueron hechos por hombres cristianos que creían en Dios.

INGENIERO. (A Científico 3.) No creo que lo podamos explicar. Pídeles que nos cuenten lo que
oyeron en el estudio bíblico.

(Científico 3 escribe la pregunta.)

CIENTÍFICO 2. (Abre su Biblia en Josué y lee lo siguiente…) ‘No tengas temor de ellos; porque yo los
he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti’. (Josué 10:8) Josué estaba
preocupado porque el enemigo los había rodeado y si oscurecía, el enemigo podría derrotarlos.
Entonces Josué le pidió al Señor que detuviera el sol, y así pasó: ‘Y el sol se paró en medio del
cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero’. (Josué 10:13)

CIENTÍFICO 3. ¡Ese es el día que buscamos!

CIENTÍFICO 4. A ver si es cierto. Comprobémoslo.

CIENTÍFICO 3. Ya lo encontré. Muy bien, el lapso que falta en ese periodo es de 23 horas y 20
minutos.

CIENTÍFICO 4. Pues eso no es el día completo que necesitamos.

CIENTÍFICO 1. Pero la Biblia dice ‘casi un día entero’.


CIENTÍFICO 4. ¿Y los 40 minutos que faltan? Existen grandes discrepancias en los cálculos espaciales
debido a que los minutos se multiplican en órbitas, así que no hemos solucionado nada.

CIENTÍFICO 2. En la Biblia también menciona que el sol retrocedió...

CIENTÍFICO 4. ¡Es aun menos creíble que el sol haya retrocedido! ¡Ja!

CIENTÍFICO 3. A mí me interesa escucharte.

CIENTÍFICO 2. La Biblia narra que Ezequías, quien estaba a punto de morir, fue visitado por el
profeta Isaías, el cual le dijo que no moriría. Ezequías no le creyó y pidió una señal, e Isaías le
respondió: “¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados?” Y Ezequías respondió:
“Fácil cosa es que la sombra recline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados”.
(2 de Reyes 20:8-10). Y así pasó.

CIENTÍFICO 3. Diez grados son exactamente 40 minutos, los cuales, junto con el tiempo en Josué
que nos decían, forma el día que nos hace falta. Y ya que tenemos eso solucionado, tendremos
tiempo para pasar la navidad en casa.

INGENIERO. Sí, hace años que no he pasado la navidad en casa. Siempre estoy aquí solucionando
problemas.

CIENTÍFICO 2. De hecho, también tengo una historia que contarles acerca de la navidad.

CIENTÍFICO 4. ¿Ahora de qué hablas?

CIENTÍFICO 2. Es un evento que también cambió la historia, y todavía nos afecta hoy en día.

CIENTÍFICO 1. Hace unos 2000 años, unos sabios del oriente descubrieron una nueva estrella que se
movía en el cielo. Entonces emprendieron un viaje para seguir a la estrella, la cual les sirvió de guía
hasta que se detuvo y se encontraron con el Salvador del mundo.

CIENTÍFICO 2. Nosotros dedicamos nuestra vida para lograr progresos en el bien de la humanidad.
Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo para ofrecer a la humanidad esperanza, paz, alegría y
amor.

CIENTÍFICO 1. Estando en pecado nada de esto podemos obtener, pero al creer en Él, confesarle
como Señor y Salvador, recibimos su perdón y todos estos beneficios. Esto es lo que más necesitan
los hombres. Nuestros descubrimientos y avances científicos tienen sus beneficios pero no se
comparan a los que Jesucristo nos otorga.

INGENIERO. Entonces, ¿sólo tengo que creer y confesarle como Salvador?

CIENTÍFICO 2. Así es. Entonces su Espíritu Santo vendrá a habitar y comenzará a actuar en ti.
¿Quieres que te ayudemos a orar?

(El otro científico mueva la cabeza y se concentra en sus actividades, mientras que los científicos
cristianos, el ingeniero en mantenimiento, y el otro científico (C3) se unen para orar.)

(Se cierra el telón.)


ESCENA IV

(Telón cerrado. Sale el Narrador.)

NARRADOR. ¡Qué padre es ver como ‘los cielos cuentan la gloria de Dios’! (Salmos 19:1). Para
nuestra última escena vamos a ir un poco hacia el futuro. Tomaremos como base algunos conceptos
y personajes de la película ficticia “Matrix”, aunque esta escena no viene directamente de ella.
Para los que no han visto la película, déjenme resumir de qué trata: el tema principal es que el
mundo que vemos es una ilusión mental que nos hace pensar que lo que vemos es real. La realidad
es que todos los humanos son esclavos de una raza de robots inteligentes, los cuales en el mundo
falso toman forma de humanos pero muy fuertes, llamados ‘agentes’. En medio de esta esclavitud
hay un hombre especial, llamado Neo, que es elegido para liberar a todos los humanos de su
encarcelamiento mental con la ayuda de unos amigos, incluyendo una mujer llamada Trinity, a los
cuales encontraremos en esta escena. Bienvenidos al mundo real.

El Narrador se pone unos lentes oscuros y luego se retira; se abre el telón. Vemos a Neo y a Trinity
(ambos con lentes oscuros y pistolas) caminando por la calle de una ciudad. En el trasfondo hay
muchos Ciudadanos caminando de un lado al otro del escenario, y entre los cuales está caminando
el Agente (también con lentes oscuros y una pistola).

NEO. ¡Es tan padre ver a todos los humanos liberados! Saber que todos están respirando aire
verdadero. (Neo voltea hacia Trinity.) Pero Trinity, ¿por qué te ves tan preocupada? ¿Ha pasado
algo?

TRINITY. Pues es que he oído algunos rumores de mis amigas y...

NEO. ¿Y...?

TRINITY. Hay un grupo de personas que tienen unas ideas que son un poco raras. Entre otras cosas, y
esta es la parte que más me preocupa e interesa, dicen que este mundo no es real.

NEO. ¿Que este mundo no es real? A ver, ¡alto, alto, alto! ¿De qué estás hablando?

(Cuando Neo dice “alto”, todos los Ciudadanos y el Agente se paran como si alguien los hubiera
pausado en una película.)

TRINITY. Son unas personas que se dicen llamar “cristianos” y han llegado a ser muy numerosos. Y
no solo dicen que este mundo no es real, sino también que todavía somos esclavos.

NEO. Ciudadanos, ya pueden continuar.

(Los Ciudadanos y el Agente siguen caminando)

NEO. Pero, si éste no es el mundo real como pensamos, entonces ¿cual es? ¿Y de qué somos escla...
¡Trinity, un agente!

(Aquí uno de los Ciudadanos, que realmente es un Agente robot, se acerca a Trinity y saca su pistola
para dispararle. Trinity se voltea y rápidamente saca su propia pistola. El Agente y Trinity se
disparan, pero ambos fallan. Los Ciudadanos salen corriendo. Los otros tres siguen disparándose,
haciendo marometas y otros trucos hasta que logran matar al Agente. Neo y Trinity se quedan solos
en la calle con el Agente muerto.)
NEO. Buen trabajo, Trinity. Ahora, ¿de qué hablábamos? ¡Ah sí! De los cristianos. A ver si ahora sí
me lo puedes explicar.

TRINITY. Pues ellos dicen que no iremos al mundo real hasta que hayamos muerto, y que es un
mundo eterno conformado de dos secciones: una buena de gozo y paz que ellos llaman el cielo, y
otra mala de muerte eterna.

NEO. ¿Y como llegas a esta eternidad buena?

TRINITY. Tienes que seguir a un hombre llamado Jesús, que es todopoderoso y el hijo de Dios, el
cual controla este mundo, además del suyo. Dicen que todos tenemos pecado, y que solo Él nos
puede liberar del pecado, y permitirnos entrar al cielo donde reina Dios.

NEO. Si todo esto es cierto, entonces es urgente que averigüemos más para contárselo a todos.
Vamos a encontrar a estos cristianos que conociste.

(Neo y Trinity se salen del escenario y se cierra el telón. El Narrador vuelve a salir para concluir el
drama.)

NARRADOR. Jesús nos dijo: “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). También
nos dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”. (Juan 14:6) Si
son cristianos, espero que este drama les haya servido para recordar lo que Cristo ha hecho por
ustedes y por qué celebramos la navidad. Y a los que todavía no son cristianos, espero que esto les
motive a tomar una decisión para aceptar a Jesús como su único Salvador. Gracias por su atención.
Feliz navidad y que Dios les bendiga.
Publicado por Teatro Cristiano en 16:30 1 comentario:
Etiquetas: fantasía, navidad

Yo quiero ser pastor

15 Minutos y 4 Personajes. Un hombre piensa hacerse pastor porque considera que trabajan
muy poco. Cuando acude a visitar a un pastor para que le asesore, se da cuenta de que el trabajo es más
complicado de lo que pensaba.

YO QUIERO SER PASTOR


Por Robert J. Lee, traducido y adaptado por Jorge Pierola
www.anastasisproductions.org/

PERSONAJES
SECRETARIA 1
SEÑOR CERVANTES
SECRETARIA 2
HOMBRE 2

SECRETARIA 1. Buenos días, señor. Bienvenido a Guía Vocacional. ¿Cómo le puedo ayudar?

SEÑOR CERVANTES. ¿Es esta una agencia de empleos?

SECRETARIA 1. Sí, señor, ciertamente que lo es. Ahora, ¿qué campo de carrera tenía en mente? O,
¿está usted interesado en nuestro sistema de búsqueda vocacional?

SEÑOR CERVANTES. No, eso no va a ser necesario. Sé exactamente lo que quiero hacer.

SECRETARIA 1. Bueno. Usted es un hombre de decisión. Eso nos gusta mucho. Entonces, ¿qué área
de trabajo ha decidido seguir? Y, ¿cómo le podemos ayudar?

SEÑOR CERVANTES. Bueno. Yo quiero ser pastor, y todo lo que deseo saber es: qué hacer para ser
pastor.

SECRETARIA 1 Perdóneme, no le entendí bien. ¿Ha dicho que quiere ser pastor?

SEÑOR CERVANTES. Correcto.

SECRETARIA l. ¿Dice usted que es correcto que le entendí mal?

SEÑOR CERVANTES. No. Lo que dije es que quiero ser pastor.

SECRETARIA 1. ¡Hum! Esto es algo fuera de lo normal. Nunca tuvimos a alguien con esa petición
hasta ahora.

SEÑOR CERVANTES. ¿Usted quiere decir que no puede ayudarme?

SECRETARIA 1. No, no quise decir nada de eso. Solo que vamos a tener que ir fuera de nuestros
formularios normales. Por favor, deje que tome algunas notas. Primero, ¿cuál es su nombre?

SEÑOR CERVANTES. Miguel Cervantes.

SECRETARIA 1. Muy bien. ¿En qué denominación está interesado?

SEÑOR CERVANTES. No sé. No había pensado en eso. Quizá eso no importa.

SECRETARIA 1. Bien. ¿Tiene usted preparación en un seminario?

SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. ¿Es su padre un pastor?

SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. ¿Hay alguien de su familia en el ministerio?


SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. ¿Algún pastor le ha aconsejado en esta decisión?

SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. Bueno. ¿Le busca la gente para que les guíe espiritualmente?

SEÑOR CERVANTES. (Pausa. Parece que recuerda una respuesta afirmativa.) No.

SECRETARIA 1. Puede decirme ¿en qué iglesia se congrega usted?

SEÑOR CERVANTES. ¿Congrega?

SECRETARIA 1. Sí, asiste, va, pertenece... Donde adora. ¿Usted va a la iglesia, verdad?

SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. Un momento. ¿Usted quiere ser pastor?

SEÑOR CERVANTES. Sí.

SECRETARIA 1. Pero, ¿no va a la iglesia?

SEÑOR CERVANTES. No.

SECRETARIA 1. ¿Ha estado en una iglesia alguna vez?

SEÑOR CERVANTES. He estado en algunas bodas.

SECRETARIA 1. Ha estado en algunas bodas. Señor Cervantes, por favor, ¿puede decirme cómo
recibió usted el llamado?

SEÑOR CERVANTES. ¿Llamado?

SECRETARIA 1. Sí. El llamado. Usted sabe, una señal del Cielo, un mensajero angelical, la Voz
Suave, una visión, un sueño, un escrito en la pared. Una ¡ZARZA ARDIENTE!

SEÑOR CERVANTES. Bueno, no. No creo. Yo…

SECRETARIA 1. Señor Cervantes, ¿puede usted decirme una cosa, por favor?

SEÑOR CERVANTES. Desde luego.

SECRETARIA 1. De todas las carreras, ¿por qué quiere usted ser pastor?

SEÑOR CERVANTES. Dos razones muy importantes: Primero, uno viste trajes buenos.

SECRETARIA 1. Buenos trajes.

SEÑOR CERVANTES. Oh, sí.

SECRETARIA 1. No sé si debo preguntarle la segunda razón.


SEÑOR CERVANTES. No estoy seguro de cómo decirlo para que suene correcto.

SECRETARIA 1. Trate de decírmelo.

SEÑOR CERVANTES. Bueno, es… fácil.

SECRETARIA 1. ¿Qué?

SEÑOR CERVANTES. Claro que sí. Ellos trabajan solo un día a la semana. Todo lo que tienen que
hacer es hablar por una hora más o menos. Luego dan la mano a la gente y se van a casa. Estoy
sorprendido de que no tengan una línea de gente alrededor de la cuadra tratando de conseguir esos
trabajos.

SECRETARIA 1. (Lo mira sin poder creérselo.)

SEÑOR CERVANTES. Entonces, ¿qué necesito hacer?

SECRETARIA 1. (Respira muy profundo.) Recomendamos a todos nuestros clientes a pasar uno o dos
días observando a alguien en su carrera escogida para asegurarse de saber en qué consiste ese
trabajo. Yo sé de una iglesia apropiada donde usted puede aprender acerca de la vocación que
usted ha escogido. Aquí está la dirección. (Le entrega un papel.)

(El Sr. Cervantes camina al otro lado del escenario donde están ya sentados la secretaria 2 y el
Hombre 2.)

SECRETARIA 2. (Hablando por teléfono.) Gracias por llamar a la Iglesia Río de la Vida. ¿Cómo puedo
servirle? (Pausa.) No, el Pastor José no está; está estudiando para preparar su sermón del miércoles.
(Pausa.) Sí, le voy a decir que usted le llamó. Gracias. Tenga un día muy bendecido. (Se vuelve al
Hombre 2.) Siento mucho que haya tenido que esperar. ¿A quién quería ver?

HOMBRE 2. Tenía una cita con el Pastor Guillermo.

SECRETARIA 2. ¡Oh, sí! El Pastor Guillermo dijo que usted vendría. Me dijo que si podía esperarlo
unos cinco minutos. En este momento está con un hombre que vive bajo un puente y le está
ayudando a seguir al Señor. Me pidió que disculpara por hacerlo esperar.

HOMBRE 2. Oh, no hay ningún problema. Eso es ciertamente más importante que la razón de mi
visita. Ya que estoy aquí, ¿está disponible el Pastor Alfredo?

SECRETARIA 2. Temo que no, al menos no por una hora. Fue a la tienda de reparación de
computadoras para comprar un programa de network. Él es nuestro Pastor de Computadoras, como
le llaman los niños.

HOMBRE 2. ¿Y el Pastor Benjamín?

SECRETARIA 2. Lo siento mucho. Ahora mismo está en el hospital…

HOMBRE 2. Oh, no. ¿Qué le pasa?

SECRETARIA 2. No. Él no está hospitalizado; él está en el hospital visitando a la mamá de alguien de


la congregación. Tiene que regresar a su otra oficina. Tiene un trabajo secular como usted sabe.
HOMBRE 2. Oh. No sabía eso. Está bien, estoy seguro que el Pastor Guillermo ya llegará. Voy a
esperar.

SECRETARIA 2. Entonces... Usted debe ser el Señor Cervantes.

SEÑOR CERVANTES. Ah, sí, ¿cómo lo sabía?

SECRETARIA 2. Oh, la señora de la agencia Guía Vocacional llamó y me dijo que usted vendría. ¿Así
que usted quiere ser pastor?

SEÑOR CERVANTES. Oh sí. Pienso que… Eso es…

SECRETARIA 2. Lamentablemente la mayoría de nuestros pastores no están disponibles en este


momento. El único que está en la iglesia es el Pastor Jaime.

SEÑOR CERVANTES. ¿Puedo verlo?

SECRETARIA 2. ¿Tiene usted una llave de mecánico?

SEÑOR CERVANTES. ¿Una llave ajustable?

SECRETARIA 2. Sí, dejó instrucciones de que no lo molestásemos a no ser que la persona trajese esa
herramienta. Ahora mismo está reparando la transmisión de nuestro autobús.

SEÑOR CERVANTES. Bueno, está bien.

SECRETARIA 2. Siento mucho que ninguno de nuestros pastores esté disponible para estar con usted
hoy. ¿Quiere que le dé una breve lista de algunas de sus responsabilidades?

SEÑOR CERVANTES. Eso sería estupendo, si usted no tiene inconveniente alguno.

SECRETARIA 2. Para empezar, todos nuestros pastores tienen responsabilidades de consejeros,


también un tiempo de oración y estudio. Tenemos al Pastor Benjamín, nuestro pastor de atención a
necesitados. También toma mucho tiempo visitando a los enfermos y a los que están falleciendo en
hospitales o en sus hogares. Él es el encargado de organizar los grupos pequeños de nuestra iglesia y
también de la enseñanza de clases de liderazgo.

HOMBRE 2. Sin mencionar su trabajo secular.

SECRETARIA 2. Luego tenemos al Pastor Roberto, nuestro Pastor Administrador. Él supervisa el


presupuesto de la iglesia y, como si eso no fuera suficiente, también toma tiempo para preparar
materiales de estudio para las clases que enseña.

HOMBRE 2. También es el que supervisa a cada uno de los empleados de la iglesia.

SECRETARIA 2. Así es. Y siempre está listo a dirigir a cualquiera en los caminos del Señor. El Pastor
Andrés es nuestro pastor de los niños y…

HOMBRE 2. Muy bueno.

SECRETARIA 2. Además dirige un salón lleno de niños dos veces cada domingo, sin decir que
supervisa a los maestros de todas las clases de la Escuela en la iglesia y el material necesario.
También oficia matrimonios.
HOMBRE 2. Y no olvidemos las cuestiones de las computadoras. Y de la noche de vigilia. No creo que
se haya recuperado todavía.

SECRETARIA 2. El Pastor Jaime trabajó con los adolescentes y también dirige el programa La
Comisión del Maestro. Siempre están ocupados en varios programas de alcance a la comunidad ya
sea en una escuela o en un hogar de acianos. Oh, ya dije que también trabaja en el autobús.

HOMBRE 2. Y todas las bodas que oficia.

SECRETARIA 2. Luego tenemos al Pastor Moisés. Es responsable de pastorear a la congregación de


1,500. Invierte muchas horas en la oración y en el estudio para preparar tres sermones diferentes
para cuatro cultos en la semana. Y como él es líder, su escritorio es a donde llegan todas las quejas.
Él lleva el peso de todas las críticas de dentro y fuera de la congregación. También tiene que
aconsejar a gente difícil.

HOMBRE 2. Sí, como a la Hermana Buscapleitos.

SECRETARIA 2. Cuidado. No debemos ser chismosos, ¿verdad? Como todos los pastores, él es el
ejemplo de un buen esposo y padre que la congregación desea seguir. Y también, como el resto de
los pastores, se esmera diligentemente en mantener los más altos niveles de integridad.

(El Señor Cervantes se ha retirado hacia la otra oficina)

¿Señor Cervantes? ¿Dónde está el Señor Cervantes?

SECRETARIA 1. Oh, Señor Cervantes, ya regresó. ¿Cómo le fue en su visita a la iglesia? ¿Aprendió
acerca de ser pastor?

SEÑOR CERVANTES. Creo que he cambiado mis planes. Creo que voy a buscar algo que sea menos
estresante, como domador de leones, astronauta... Sí. Ellos solo dejan que las computadoras lo
hagan todo. O quizá…
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Etiquetas: hermanos iglesia, iglesia, pastor

Una navidad original

8 Minutos y 4 Personajes + Extras. Un abuelito le cuenta a su nieta y a los amigos de ésta la


historia del nacimiento de Jesús.

UNA NAVIDAD ORIGINAL


PERSONAJES

ABUELO
NIETA
AMIGUITO
VENDEDOR DE PERIODICOS
VARIOS NIÑOS (no hablan)

ESCENA I

(La acción se representa en una calle. Entra en escena un anciano.)

ANCIANO. Siento un júbilo en mi alma tan grande. Tan feliz me siento. En estos momentos que me
parece vuelvo a ser un niño travieso y juguetón, bien dicen algunos que el ama es siempre joven.
(Se pasea con las manos a la espalda.) ¡Ja, ja, ja! ¡Qué feliz me siento

ESCENA II

NIETA. (Entrando deprisa. Representa una jovencita vivaracha y juguetona que al ver al abuelo se
detiene. Le dice al público…) ¡Caramba! Aquí está abuelito, y qué contesto está. Voy a ver cuál es
la causa. (Le da una palmadita en el hombro.)

ABUELO. (Volviéndose.) ¡Oh! ¿Qué dice mi querida nietecita? ¿Qué haces a estas horas?

NIETA. Abuelo, si hoy todo el mundo está en la calle. ¿Tú no sabes qué fiesta celebramos hoy?

ABUELO. ¡Ya lo creo! Y por eso estoy más contento que nunca. Hoy celebramos la Navidad o el
nacimiento del niño Jesús.

NIETA. Abuelito, debe ser muy linda esa historia el niño Jesús, ¿verdad?

ABUELO. Sí, hija, sí, muy linda.

NIETA. Yo pienso, abuelito, que Jesús era un niño muy lindo, rubio, rosadito… Me parece ver cómo
sus padres le envolvían en finos pañales bordados en oro; me parece ver al pueblo apilado junto al
hermoso palacio donde él nació. ¡Qué lindo, abuelito, qué lindo!

ABUELO. Tú sueñas muy bonito pero esa no es la historia de Jesús. Si tú quieres luego en casa te la
contaré y verás que Jesús es más grande que todo eso.

NIETA. Bueno, abuelito, bueno, y yo voy a invitar a varios amiguitos que no la saben para que venga
a casa. ¡Qué contentos se pondrán cuando les diga que nos vas a contar la historia de Jesús! ¿Y la de
los magos también, abuelito?

ABUELO. Sí, hijita, también.

NIETA. Corro a avisar a mis amiguitos. (Sale.)

ABUELO. (Estando solo.) ¡Qué inocente! Ella también piensa que Jesús debió nacer entre oro y en un
palacio. Bueno voy a la casa para no hacerlos esperar.
ESCENA III

(Aparece una sala medianamente amueblada.)

ABUELO. (Entrando.) Me parece que soy el primero, los muchachos siempre se entretienen con
cualquier cosa; vaya que sí, me acuerdo cuando yo lo era, que muchas veces tuvieron que ir a
buscarme. (Pausa.) No deben tardar mucho, voy sentarme mientras tanto para recordar la historia
que tengo que contarles. (Meditando.) Era en tiempos de Herodes...

ESCENA IV

NIETA. (Entrando.) Ya estoy aquí, abuelito.

ABUELO. ¿Y tus amiguitos?

NIETA. (Refiriéndose al grupo.) ¡Aquí están, aquí están! (Entran los niños.)

ESCENA V

ABUELO. ¿Están todos?

NIETA. No, abuelito, falta Nico, el vendedor de diarios, que viene enseguida. Solo le falta vender un
ejemplar…

NICO. (Entrando.) Aquí estoy... Buenas noches, señor.

ABUELO. Buenas noches, mi hijito, has llegado pronto.

NICO. Sí, señor, no quería perder nada de esa historia tan linda que dice ella que usted nos va a
contar.

ABUELO. Sí, es muy linda y como es un poquito larga, vamos a comenzar enseguida. (Señalando al
suelo.) Siéntense aquí a mis pies y comenzaré la historia.

(Se sientan todos.)

ABUELO. Ahora que están listos, así, sentaditos, recuerdo cuando Jesús dijo a sus discípulos: “Dejad
a los niños venir a mí y no se lo impidáis porque de ellos es el reino de los cielos."

NIÑO 1. ¿Jesús quería mucho a los niños, abuelo?

ABUELO. Sí, hijito, mucho y siempre dijo que para entrar en el reino de los cielos había que ser
como niños... Bueno, escuchen la historia que les voy a contar... (Pausa.) Era en tiempo de Herodes
Tetrarca de Jerusalén cuando César Augusto dio órdenes que toda la tierra fuese empadronada. Y
todos iban cada uno a su ciudad, para ser empadronados. Y llegaron de Galilea de la ciudad de
Nazaret a una aldea que se llama Belén, José y María, su mujer, y como en ninguna parte
encontraron donde alojarse, tuvieron que refugiarse en un pesebre donde nació Jesús.
NIÑO 2. (Interrumpiendo.) ¿Que no nació Jesús en un palacio, abuelito?

ABUELO. No, hijito, Jesús quiso enseñar a los hombres la humildad, naciendo como el más pobre de
los hombres y muriendo despreciado de todos... Pero vamos a continuar. Como iba diciendo, allí
nació Jesús, mientras eso sucedía en aquel pesebre, allá en las montañas, ángeles se les
aparecieron a unos pastores que se encontraban guardando su rebaño y les dijeron: “No temáis
porque he aquí que os damos nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: Que os ha nacido
en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Jesús. Y esto os será por señal: encontraréis al niño
envuelto en pañales, acostado en un pesebre” Y después que le vieron, lo anunciaron a todos.

NIÑO 3. ¿Y no entra en esa historia la de los magos?

ABUELO. Sí, hijitos, y para terminar voy a contárselas." Y Como nació Jesús en Belén, he aquí unos
magos vinieron del oriente a Jerusalén diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?
Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle”. Y les dijeron: “En Belén de
Judea así dice el profeta”. Y ellos habiendo oído esto se fueron y he aquí que vieron que la estrella
que les había guiado desde oriente les guiaba de nuevo hasta que se detuvo ante el pesebre y
entonces los magos postrándose ante el niño le adoraron y abriendo los regalos que llevaban le
ofrecieron oro, incienso y mirra.

NIETA. ¡Qué linda es esa historia!

NICO. Nunca he oído nada más lindo: Jesús era un niño pobre como yo.

NIÑO 1. ¡Qué hermoso es ver a los reyes de la tierra adorando al humilde Jesús!

ABUELO. Sí, hijitos, toda la historia es muy linda y nos enseña a buscar a Jesús en humildad. Les doy
permiso para que cuenten esa preciosa historia a todos sus amiguitos pero antes de que se vayan
vamos a cantar algún coro para alegrarnos por el nacimiento de Jesús.
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Etiquetas: navidad, niños

Perdidos en Huataquí

25 Minutos y 9 Personajes. En el país de los animales aparecen dos especies


nuevas: dos niños, que se han perdido. Hasta que se arregle su canoa para volver a su casa pasarán los días con los
animales y les testificarán del amor de Jesús.

PERDIDOS EN HUATAQUÍ

PERSONAJES

DON LUIS (León)


PULGUIS (Perro)
NICOLÁS (Nene)
FREDO (Sapo)
ROMEO (Ratón)
FIORELLA (Mariposa)
DOÑA ROSA (Rana)
JULI (Nena)
PULGUITA

ESCENOGRAFÍA

2 Árboles
Casita de cartón
Carteles: una semana después... KIOSCO PANADERÍA
Flores varias
Nubes
Sol
Escobita
Pedazos de diarios

MÚSICA
“Ellos son lo mejor”

VOZ EN OFF. Esta historia que está por comenzar transcurre en una selva llamada Huataquí, muy
cerquita del mar, un lugar habitado únicamente por animales... Sí, como escuchaste. Todos son
animales, grandes, chicos, perros, ratones, pájaros, monos, sapos, bichos de toda clase...
Don Luis, el león, atiende la panadería; Doña Rosa, el mercadito y el repartidor de pizzas es Pulgis,
un perro muy ágil y divertido. Aunque dicen que ahora está bastante distraído, creo que está
enamorado...

(Aparece en escena Romeo roncando.)

¡Ah! Me olvidaba del Kiosco, lo atiende Romeo y miren ustedes, qué bien que lo hace...

ROMEO. (Sonido de ronquido.) ¡zzzzzzz!

FREDO. (Entra silbando distraído hasta que ve a Romeo roncando.) Otra vez se quedó dormido...
(Queja.) Pero siempre lo mismo… Ahora va a ver… (Le habla al público.) Chicos, ¿me ayudan a
despertarlo? Este ratoncito dormilón se llama Romeo. A la cuenta de tres todos gritamos: “¡FUEGO!
¡Romeo Fuego!” 1… 2… y… 3

TODOS. ¡Fuegoooooo! ¡Romeo... Fuegooooo!

ROMEO. (Se asusta.) ¡Ay! ¿Dónde? ¡Auxilio! ¡Fuegoooooo! ¡Bomberos! (Mira para todos lados y se da
cuenta que era una broma.)

FREDO. ¿Estás loco? ¿Soñaste? ¿Qué te pasa?

ROMEO. ¡Fuiste vos otra vez! ¡Siempre lo mismo, déjame dormir tranquilo!
FREDO. ¡Ah! Resulta que querés dormir ahora… Está bien, dormí pero yo a los diarios me los llevo.
¿No sabés hacer otra cosa que dormir y robarle los dientes a los demás? Acá te pueden afanar todo
que vos ni te enterás.

ROMEO. Bueno, viejo, no te enojes. Dejémoslo así, al final ¡yo soy el dueño de este kiosco!

FREDO. Sí, hacé lo que quieras con él pero mis diarios me los vigilas, ¿ok? Si no, no te traigo más.

ROMEO. Bueno, viejito, no te enojes... ¿Qué dicen las noticias?

(Entra en escena la mariposa.)

FREDO. Pregúntale a ella que se entera antes de que salgan en los diarios.

FIORELLA. Perdón, ¿quisiste decir que soy una chusma?

FREDO. No, vos solita lo dijiste.

FIORELLA. Está bien, si no soy bien recibida, ¡me voy! Igual los que se pierden del notición son
ustedes. Porque tus diarios, viejo, (dirigiéndose a Fredo) ya están desactualizados. (Risa burlona.)
¡Ja, ja, ja, ja! (Se empieza a ir.)

ROMEO. Pará Fiorella, a mí sí me interesan tus noticias. Contame, ¿hay algo nuevo?

FIORELLA. Bueno, ¿si les digo que esta madrugada Don Luis el león, fue sorprendido por dos especies
nuevas?

FREDO. ¿Dos qué?

ROMEO. (Dirigiéndose a los dos.) Dos plantas nuevas, ¡bruto!

FIORELLA. (Se ríe.) ¡No, plantas, no! Algo jamás visto en este bosque.

FREDO. ¡Ah! ¿Y yo me la tengo que creer? Andá…

(Entra Pulguis en escena corriendo.)

PULGUIS. ¿Se enteraron?

FREDO. ¡Uy! ¿Vos también?

ROMEO. Pará, dejá, que hable. Dale, Pulgis, ¿qué cosa? ¿Lo de los monstruos que encontró Don Luis?

PULGUIS. Sí, tienen que verlos, son dos...

FREDO. A ver... ¿Y cómo son?

PULGUIS. Bueno, eh... Tienen dos orejas... Tienen pelito solo acá (tocándose la cabeza) Tienen
brazos y piernas largas... ¡Ah! Y el cuerpo es peladito, no tienen pelos, no plumas...

FREDO. Pero, ¿me estás cargando qué tiene eso de raro? A ver, ¿y dónde están?

FIORELLA. En la casa del León, los tiene atrapados en el sótano.


ROMEO. Siempre tan bruto... Y, ¿qué piensa hacer?

FREDO. Seguro que los va a vender por ahí, o se los va a comer… No pierde tiempo. Esto me aburrió.
Yo mejor me voy, que la vieja me espera.

FIORELLA. ¡Uy! ¡Yo también!

PULGUIS. Pará, Fiori, no te olvides que esta noche te llevo a pasear.

FIORELLA. ¡Shhhhhhhhh! (Mira a Romeo y baja la voz.) Ya sé, Pulguis, cómo me voy olvidar…

PULGUIS. Chau, hermosa.

(Se van todos, aparece Doña Rosa barriendo la vereda, cantando. Instantes después aparecen los
nenes intentado pasar por desapercibidos. Les hacen señas a los chicos para que no digan nada.)

JULI. (Voz bajita.) Chicos, no digan nada que estamos acá.

(Cuando Doña Rosa les da la espalda ellos corren hasta un árbol y allí se esconden. Cuando intentan
salir detrás del árbol, Doña Rosa los ve y se asusta.)

DOÑA ROSA. (Grita desesperada unos segundos.) ¡Ahhhhhh!

NENES. (Gritan también.) ¡Ahhhhh!

(La nena corre detrás del árbol y el nene intenta hablar con Doña Rosa.)

NICO. ¡Eh! Discúlpeme, Señora Rana, no quisimos asustarla.

(Doña Rosa se esconde detrás de la escoba y cuando el nene se acerca ella corre.)

DOÑA ROSA. (Tartamudeando de miedo.) ¿Y-y-y uste-e-edes quiénes son?

NICO. Somos Nico y Juli, eh... No sé qué pasa acá pero todos se asustan y quieren atraparnos,
¿nunca vieron dos personas?

DOÑA ROSA. ¿Dos qué?

NICO. Personas, ¿humanos?

DOÑA ROSA. La verdad que no... Y, ¿qué quieren de nosotros?

(Sale la nena detrás del árbol.)

JULI. Nada, ustedes nos quieren atrapar. Un león sucio y peludo nos tuvo encerrados tres horas en
un sótano y nosotros solo vinimos de paseo.

DOÑA ROSA. ¿Y de dónde vienen?

NICO. De Paisandú Burú, un lugar del otro lado del mar.

(Aparece Romeo, todos se callan, los ve, se asusta y se desmaya.)


DOÑA ROSA. Pará, mi amor. (Le sopla la cara y lo golpea un poquito.) Viejito, ¡despertate!

JULI. A ver, déjeme a mí... (Se acerca, lo acomoda y Fredo se recupera.)

FREDO. ¡Uyyy! Veo todo nublado… Vieja, ¿sos vos?

JULI. No, soy Juli.

FREDO. ¡Ay! (Se asusta.) Ahora sí te veo, ¿y vos? (Dirigiéndose al Nene.) ¿Qué le están haciendo a mi
viejita?

DOÑA ROSA. Nada, no te preocupes, estamos hablando, te los presento: Él es Nico y ella es Juli, son
dos...

NENES. (A una sola voz.) ¡¡Ni –ÑOS!!

DOÑA ROSA. ¡Ah! Por ahí andan hablando de ustedes, dicen que hay dos “monstruos” que están
asustando a todos los animales del bosque… ¿A qué vinieron?

JULI. ¿Monstruos, nosotros? (Se miran y se ríen.) Somos dos niñitos y solo vinimos a pasear.

NICO. Bueno, yo les explico. Resulta que allá donde vivimos…

(Interrumpe Doña Rosa.)

DOÑA ROSA. En Paisandú Burú , al otro lado del mar ,viejo.

NICO. Exacto, hoy se festeja el Día del Niño.

DOÑA ROSA. O sea de USTEDES... Claro, como para nosotros el 29 de abril: ¡el día del animal!

JULI. ¡Sí!

NICO. Bueno, entonces por ser nuestro día nuestro abuelito nos regaló una canoa. Nosotros nos
subimos y remamos, remamos...

JULI. ¡Y aparecimos acá!

NICO. El problema es que nuestros padres no saben nada y tenemos que volver pronto pero nuestra
canoa se rompió.

DOÑA ROSA. ¡Uy! Bueno, no se preocupen, tenemos un amigo, el pájaro carpintero que los puede
ayudar. Mientras tanto, los invito a comer algo, ¿quieren?

FREDO. ¡NO! Estás loca... Yo a estos dos nos los invito a casa. Son desconocidos, ¿vos crees todo lo
que te dicen?

DOÑA ROSA. Claro que sí, viejo malhumorado, ¿no ves la carita tierna y sincera que tienen?

NICO. (Con voz triste.) No se preocupe, señora, nosotros nos arreglamos; voy a buscar ayuda y nos
vamos de este lugar.
JULI. (Se pone a llorar.) Y, ahora, ¿qué hacemos, Nico?

NICO. (Se acerca a Juli.) ¡No llores, Juli! Dios nos va a ayudar. ¿Te acordás lo que nos enseñó el
abuelo? Siempre tenemos que confiar en Jesús, porque él nos acompaña.

JULI. Sí, es verdad.

(Se van caminando despacito.)

FREDO. Bueno, esperen chicos. ¡Ehh…! En casa hay dos colchones, si quieren pueden dormir una
siesta, deben estar cansados y la vieja le prepara algo rico.

NICO. ¿Está hablando en serio?

DOÑA ROSA. Cuando el viejo dice algo, es palabra santa: yo que ustedes corro antes que se
arrepienta.

(Telón. Salen todos de escena.)

VOZ EN OFF. Los días siguientes fueron para Nico y Juli inolvidables. Fredo, el esposo de Doña Rosa,
los atendió muy bien, les cosió ropita nueva; la Mariposa Fiorella les enseñó a cantar y a bailar; Don
Luis el león que los había tenido atrapados, apenado les fue a pedir disculpas y todos se hicieron
amigos.

(CARTEL 1. “Una semana después”. CARTEL 2. “PANADERÍA”.)

FIORELLA. Buen día, Don Luis, ¿cómo le va?

DON LUIS. Bien, querida, muy bien, ¿y vos? ¿Seguís de novia con Pulguis?

FIORELLA. ¡Ay, sí...! Es tan dulce.

DON LUIS. Decime, Fiori, ¿qué te traía por acá?

FIORELLA. Bueno, el tema es así: estamos organizando una despedida a Juli y a Nico.

DON LUIS. ¿Qué, se van devuelta a su país?

FIORELLA. Sí, tienen que volver, sus padres deben estar muy preocupados. Hace 6 días que se
fueron.

DON LUIS. ¡Uy! Ya se van... Yo me encariñé tanto con ellos. Me porté tan mal el día que llegaron…
Decime, Fiori, ¿qué puedo hacer por ellos?

FIORELLA. Bueno, prepárese unas empanaditas, pero acuérdese de no ponerle relleno para animales
porque ellos son niños.

DON LUIS. ¡Sí, Fiori, gracias por avisarme! Les voy a preparar algo bien rico.

FIORELLA. Bueno, Don Luis, muchas gracias. (Se va volando.) Nos vemos esta tarde en la plaza
central, ¡chau!
(Salen de escena y aparecen Juli y Nico solos jugando.)

NICO. ¡Piedra libre para Juli!

(Sale detrás del árbol.)

NICO. Piedra libre para Pulgis que está atrás de la casita. ¡Ja, ja, ja, ja!

PULGUIS. (Sale detrás de la casita.) ¡Uy! Siempre me descubren...

NICO. ¡Ja, ja, ja! Piedra libre para la pulga que tenés en la cabeza, ¡ja, ja, ja! (Dirigiéndose a
Pulgis, quien comienza a buscarla.)

PULGUIS. ¿Dónde?

NICO. ¡Ahí, en la espalda!

(La pulga empieza a escaparse, no la pueden atrapar.)

NICO. (Mira para arriba.) Te ví, Fiori, piedra libre para vos también en la copa del árbol.

(Pulguis sigue tratando de atrapar a la pulga. En un momento se queda quieta y se la come.)

JULI. Pulguis, ¿qué hiciste? ¿Te la comiste?

PULGUIS. Sí, son sabrosas.

JULI. (Suspiro.) ¡Buuaaahhh! ¡Qué asqueroso!

NICO. ¡Uy! Juli, se está haciendo tarde y en un rato tenemos que salir.

FIORELLA. Sí, pero... Miren que hay una sorpresa para ustedes.

PULGUIS. Ah, y antes de irse nos tienen que seguir contando acerca de Jesús porque acá nadie sabe
nada.

FIORELLA. Es verdad, no se habla de la Biblia.

PULGUIS. A mí no me quedó muy claro por qué mataron a Jesús, si él era rebueno.

NICO. Es verdad, era requete buenísmo pero había gente que no le creía que era el hijo de Dios. Lo
mataron como si hubiera hecho cosas malas.

(Pulguis y fiorella se sorprenden.)

FIORELLA. ¿Y Él dejó que lo mataran?

JULI. Sí, ¿y sabes por qué?

FIORELLA. No.

JULI. Porque el pecado nos separa de Dios y como Él nos amó tanto quiso poner su vida para que
nosotros no muramos por nuestras maldades; Él es tan bueno que nos perdona.
PULGUIS. Entonces, ¿vamos a vivir para siempre?

NICO. ¡Sí! Porque Él resucitó y todos los que creían en Él y le entreguen su vida van a vivir con Él
eternamente. Cuando Él vuelva a la tierra va a venir a buscar a quienes le creyeron y obedecieron.

FIORELLA. ¡Cuántas cosas que yo no sabía...! ¡Quiero entregarle mi vida a Jesús ahora mismo!

PULGUIS. Y yo también.

NICO. Tenemos que decírselo a Él con nuestras palabras porque Él nos oye. Yo les enseño, repitan.

(Pulguis y Fiorella repiten.)

NICO. Señor Jesús - quiero entregarte mi vida y reconocerte como mi Dios - pedirte perdón por
todas las cosas malas que hice hasta hoy - y porque vos sufriste por mí. - Te doy gracias por amarme
tanto. - En el Nombre de Jesús. - Amén.

JULI. ¡Ahora todos somos hijos de Dios!

(Interrumpe Doña Rosa.)

DOÑA ROSA. ¡Chicos, vamos! Ya son las tres de la tarde, ¡apúrense que se va a hacer tarde para
salir!

NICO. ¡Uy! Es verdad... (Dirigiéndose a Fiori y Pulguis.) Bueno, nos vemos en un ratito. ¡Chau!

(Salen corriendo.)

VOZ EN OFF. Qué felices que estaban Juli y Nico. Habían podido compartir el mensaje hermoso de
Dios a sus amigos justo antes de irse. Estaban ansiosos también por volver a su casa, pero qué bien
que la habían pasado en el bosque con todos los animales. Les quedaba un ratito, vamos a ver qué
sorpresa les prepararon. Están todos los animales en escena. Instantes después entran Juli y Nico.

TODOS. (Gritan.) ¡SORPRESA!

DON LUIS. Juli y Nico, esta fiesta es para ustedes.

ROMEO. Sí, de esta forma queremos agradecerles por su visita y por traer tanta alegría a esta selva.

PULGUIS. Bueno... ¡Ejem! Hay alguien que les preparó una canción. A ver, ¿dónde está mi florcita?

FIORELLA. Acá arriba, ¿dónde voy a estar? Bueno, a ver: Música, maestro.

“Qué felices se nos ve”


Nicolás Amondarain

(Canta Fiorella sola)


Mi Si
En una selva aburrida y gris
La
llegan dos chicos cubiertos de aserrín.
Con pinceladas pueden cambiar,
poner colores y alegría dar.
Una sonrisa hoy puedo tener
al ver el sol de vuelta nacer.
Un sol radiante que vuelve a brillar
ya no hay tristeza ni oscuridad.

(Cantan todos)
Do#- Si La
que felices se nos ve,
Do#-
con tantos chicos que
Si La
son la razón para vivir
Si
son las florcitas de este jardín...

(igual que en la estrofa)

Sus manos sucias podes encontrar


o pegoteadas por un chupetín.
Y muchas cosas te pueden romper
y travesuras siempre van a hacer.
Miles de sueños para soñar
y fantasías para compartir.
Si fuimos niños alguna vez
seamos niños juntos otra vez.

(Igual que en el puente)

Qué felices se nos ve


con tantos chicos que
son la razón para cantar,
son la alegría de este lugar...
Mi SI La Mi
Si esta alegría se llegara a perder
Fa# La Mi
se perderá en tu vida también.
Por sus sonrisas y sus chistes también,
La
queremos juntos agradecerles y decirles
Si Do#- \ La \ SI \ Mi \
que son ¡lo mejor para Dios!.x4

FIN
Publicado por Teatro Cristiano en 16:13 1 comentario:
Etiquetas: amor, hospitalidad, marionetas, niños, testificar, títeres

Máscaras
30 Minutos y 12 Personajes. Una persona intenta buscar la felicidad, fama y
dinero, a través de la compra de unas "acciones bancarias" que sólamente le llevarán a problemas. Al final, no
encontrará la solución en ninguna de estas tentadoras ofertas sino en la sangre de Jesús.

MÁSCARAS
PERSONAJES

YO (mujer)
VENDEDOR
MÁSCARA 1
MÁSCARA 2
MÁSCARA 3
MÁSCARA 4
MÁSCARA 5
LUZ
POLICÍA 1
POLICÍA 2
LADRÓN 1
LADRÓN 2

VESTUARIO

YO. Utiliza ropa de un color apagado: gris, café claro, un celeste oscuro.

VENDEDOR. Todo de negro, con un maquillaje tipo mimo. Usa un traje, un sombrero y un antifaz;
todos de color negro.

MÁSCARAS. Visten de negro, y su rostro siempre cubierto por una máscara (puede ser un antifaz.)

LUZ. Usa una ropa de color claro, pero no blanca. Tiene que ser un color alegre, pero sin combinar
rojos, amarillos y anaranjados (prohibidos esos tres colores.) Puede ser un celeste bien claro, un
verde claro, o una combinación de azules con degradaciones de celestes o verdes. Es simple, nada
de trajes sofisticados. Así como es Él, simple.

ESCENARIO

Es simple, sin sofisticaciones. Una banca de parque, una luz al frente, puede ser un reflector bien
potente, o bien, una batería de 4 ó 5 luces, de más o menos 1000 lúmenes cada uno (100 watts),
que se colocaría a nivel del piso, que alumbre directamente a la banca.

UTILERÍA

YO siempre porta una pequeña caja o baúl con piedras preciosas o monedas de oro (Imitaciones o de
fantasía, por supuesto) que pueda ser llevada con facilidad por el actor en la mano.

VENDEDOR usa un maletín de color negro o rojo, y dentro de él guarda las monedas que le da Yo.

MÁSCARAS, si se pueden conseguir máscaras que brillen en las oscuridad, mucho mejor. Pero si no,
máscaras parecidas a las que usan los porteros de hockey, y si no, antifaces negros.

ACCIÓN

(El escenario está completamente a oscuras. Se escucha una música, con buen volumen, puede ser
la de James Bond. De ambos lados del escenario entran las máscaras que se ven porque brillan en la
oscuridad. Se movilizan por todo el escenario, incluso haciendo una coreografía. La música baja
poco a poco de volumen, y las máscaras salen rápidamente del escenario. Se encienden todas las
luces, menos el reflector que da directamente sobre la banca. En ella está sentado el personaje
Vendedor, leyendo un gran periódico.)

YO. (Entra por la derecha, muy aburrida. En sus manos trae una pequeña caja, pero con sus gestos
demuestra que no está muy contenta de cargarla. Se sienta en la banca, mira la caja, la abre y saca
algunas monedas).

VENDEDOR. (Baja el periódico y las mira con codicia.)

YO. ¡Qué aburrimiento más grande! Ya no sé qué hacer con éstas monedas; estoy harta de andar con
ellas para arriba y para abajo sin saber qué hacer. (Saca una gran moneda o piedra preciosa.)

VENDEDOR. (Casi se lanza sobre Yo para arrebatarle la piedra pero se contiene.)

YO. (Mira la gran piedra con detenimiento.) Y mucho menos sé qué hacer con ésta cosa tan grande,
la verdad es que pesa mucho… Ya desearía poder hacer algo interesante con ella.

VENDEDOR. (Se pone de pie, y camina de un lado hacia otro del escenario. Se frota las manos y mira
a Yo con malicia. Mientras Yo habla sola, se acerca de nuevo a la banca y toma su maletín. Lo abre
y busca algo.)

YO. (Habla, pero sin poner cuidado a lo que hace Vendedor, es más, no se ha dado cuenta de que
está allí.) Cuando mis padres me dieron esta cajita, me dijeron que la cuidara, que por sobre todas
las cosas que yo guardara y cuidara con recelo esto, porque de allí mana la vida. La verdad, hasta el
día de hoy no sé qué me querían decir. A veces he querido lanzarla a un río, o bien, dejarla
abandonada por allí, en algún basurero. Un sitio de mala vida, de esos que les llaman antros o
bares. Quizá a la puerta de una iglesia, para que la cuiden. Pero es que ya estoy cansada de andarla
cargando y no saber qué hacer con ella.

VENDEDOR. (Muy decidido.) Yo te puedo ayudar. Yo tengo la solución para que no andes cargando
esa cajita por allí, y no te canses más.

YO. (Ignorando lo que dice vendedor. Ni siquiera lo vuelve a ver.) Tal es mi desesperación por hacer
algo con esta caja, que hasta oigo voces.

VENDEDOR. (Desesperado.) No estás oyendo voces, yo estoy aquí, soy real. Mírame. (Sólo voltea tu
cabeza.)

YO. (Se limpia los oídos.) Tan mal estoy, creo que debería bañarme más seguido.

VENDEDOR. (Desesperado la empuja.) ¡Que me pongas atención, te digo, que no soy producto de tu
imaginación!

YO. (Cae al suelo. La caja se abre y se riegan las monedas.)

VENDEDOR. (Se apresura a juntar algunas monedas.)

YO. (Lo detiene.) No, gracias, yo puedo sola. Nadie puede tocar esas monedas, si alguna cae en las
manos equivocadas, estoy perdida.

VENDEDOR. (No le agrada mucho la idea, pero se aparta.)

YO. (Se pone de pie.) Oye, deberías tener más cuidado por dónde caminas, por poquito me lastimas.

VENDEDOR. Disculpa mi torpeza. Bueno, en realidad no fue torpeza. Lo hice con total intención
para ver si me ponías atención. Ya que estabas ida hablando sola de lo que piensas hacer con tu
cajita de monedas.

YO. Sí, tienes razón.

VENDEDOR. Bueno y, ¿no has pensado en invertir esas monedas?

YO. (Extrañada.) ¿Invertir?

VENDEDOR. Sí, invertir. Veamos. ¿Cómo te explico? Tú compras con tus monedas una acción, y las
ganancias que obtienes son de acuerdo al porcentaje que has invertido.

YO. No entiendo.

VENDEDOR. (Hace un gesto que da a entender que Yo es muy tonta. Le habla un poco más despacio,
dividiendo las palabras en sílabas.) Mi-ra in-ver-tir es al-go muy sen-ci-llo. Tú tie-nes u-nas mo-ne-
das, con e-llas com-pras u-na ac-ción. De a-cuer-do a lo que ha-yas gas-ta-do en la com-pra de e-sa
ac-ción, a-sí se-rán las ga-nan-cias. (Más despacio.) ¿Me en-tien-des?

YO. (Molesta.) Claro que entiendo, no soy tonta.

VENDEDOR. Disculpa entonces. ¿Y qué? ¿Vas a invertir? ¿Sí o no?

YO. (No muy segura.) No sé.

VENDEDOR. (Sin darse por vencido.) Mira, no es nada complicado, tú me das las monedas, yo te doy
una acción y ya.

YO. (Aun sin estar muy segura.) Bueno y, ¿de qué son las acciones?

VENDEDOR. Máscaras.
YO. (Extrañada.) ¿Máscaras?

VENDEDOR. Sí, máscaras. Tú me das unas monedas, yo te doy una acción y eres dueña de una
máscara. Puedes hacer con ella lo que te dé la gana.

YO. Pero, ¿cómo me va a generar intereses una máscara?

VENDEDOR. ¡Uh! Los intereses son ilimitados. Pero sólo teniendo la máscara te darás cuenta.
Además, alcanzarás la felicidad, porque al parecer no eres feliz.

YO. (Saca tres monedas.) Toma, dame una acción.

VENDEDOR. ¿Solo tres monedas vas a invertir?

YO. Por el momento, sí. Porque si me va bien con esta primera acción puedo comprar más.

VENDEDOR. (Abre el maletín y saca un sobre de color negro.) Toma, esta es tu primera acción. A
nombre de... A nombre de... (Pequeña pausa.) Disculpa mi torpeza, pero, ¿cómo te llamas?

YO. Yo.

VENDEDOR. Sí, tú. ¿Cómo te llamas?

YO. Yo.

VENDEDOR. Por supuesto que tú. Tu nombre. ¿Cuál es?

YO. Yo.

VENDEDOR. Mira, no me tomes el pelo. Que no soy ningún tarado.

YO. Te estoy diciendo que mi nombre es Yo.

VENDEDOR. ¿Yo? ¿Por qué te llamas Yo?

YO. Porque soy cualquier persona. Yo, simplemente. Así como lo escuchas. Puedo ser alguien y no lo
puedo ser. Soy Yo, y nada más.

VENDEDOR. Bueno Yo, aquí tienes la acción que te hace acreedora de una máscara. Gracias y hasta
la próxima. (Sale apresuradamente por la derecha, sin dar tiempo de que Yo diga algo.)

YO. Oye, espera, ¿cómo te llamas? No me dijiste tu nombre. (Se sienta.) Bueno, ¿qué más da saber
su nombre? Ahora soy dueña de una máscara. Al fin hago algo productivo con estas monedas. Por fin
voy a ser feliz. (Abre el sobre apresuradamente.) ¿Robo?

(En el momento que Yo abre el sobre, se escuchan algunos truenos y se apagan las luces. Se
enciende sólo el reflector que está a nivel de piso, y en el escenario aparece Yo, acompañado de la
MÁSCARA 1.)

MÁSCARA 1. A sus órdenes.

YO. (Asustada.) ¿Quién eres?


MÁSCARA 1. Muy buenas, permítame presentarme, soy robo, tu máscara.

YO. (Extrañada.) ¿Robo?

MÁSCARA 1. Sí, ese es mi nombre, Robo. Y te puedo dar todo lo que tú quieras: Dinero, joyas,
autos, etc, etc, etc, etc, etc y más etc.

YO. (Emocionada.) ¿En serio?

MÁSCARA 1. Sí, en serio. No te miento. Aunque sí estoy un poco molesto contigo porque pagaste
muy poco por mí, en comparación con todos los beneficios que te puedo dar.

YO. Lo siento. No soy una persona que se arriesga con facilidad.

MÁSCARA 1. Bueno, no importa, total, ya me compraste. (Toma de la mano a Yo.) Ven, vamos.
(Mientras salen por la izquierda va a hablando con Yo.) No podemos perder mucho tiempo. Te voy a
llevar de paseo por algunos lugares que conozco muy bien. ¿Alguna vez has hecho retiros de dinero?

YO. No.

MÁSCARA 1. Bueno, ven, te voy a enseñar, es muy fácil. Por cierto, aquí cerca hay una agencia
bancaria, vamos a visitarla.

(Todo lo tienen que hablar mientras van saliendo. Se apagan las luces. Se escucha el sonido de
sirenas de patrulla. Las luces se encienden de nuevo todas. Yo y MÁSCARA 1 entran corriendo por la
derecha, con dos sacos, con el símbolo de una moneda en uno de sus costados. Algunos billetes se
salen de los sacos.)

YO. (Asustada.) Por poquito y nos atrapan.

MÁSCARA 1. (Emocionado.) ¡Qué bien! ¡Estuvo perfecto!

YO. (Molesta.) ¿Estás loco? Por poquito me matan. No, no, yo no quiero una máscara que me traiga
estos riesgos. Jamás voy a ser feliz así.

MÁSCARA 1. Pero mira el montón de dinero que tienes…

YO. Sí. Pero a costa de qué. Casi muero en el intento.

(Entran dos policías por la derecha.)

POLICÍAS. ¡Ahí está, atrápenla!

(Yo sale corriendo por la izquierda, perseguida por los dos policías. Las luces se apagan. Pasados 10
segundos se encienden.)

YO. (Está sentada en la banca, esposada)

VENDEDOR. (Entra por la izquierda.) Vaya, vaya. Terminaste en la cárcel.

YO. (Muy enojada.) Sí, y todo por tu culpa.


VENDEDOR. ¿Por mi culpa?

YO. Sí, tú me vendiste la máscara y me prometiste que iba a ser feliz. Me engañaste.

VENDEDOR. Si quieres ser feliz tienes que correr el riesgo.

YO. (Lanza el sobre al suelo.) Aquí tienes, no quiero ser feliz. Porque para tener dinero tengo que
arriesgar mi vida. Si voy a ser millonaria, que sea de otra forma.

VENDEDOR. (Saca un sobre de color verde.) Pues aquí está la solución. Ésta es una acción para otra
máscara. Millonaria sin necesidad de robar. Tómala.

YO. (Intenta tomar el sobre.)

VENDEDOR. (Le quita el sobre.) Un momento, tienes que pagar.

YO. Pero si yo ya pagué.

VENDEDOR. Sí, pagaste la primera máscara. Esta es otra, pero también es más costosa.

YO. (No muy convencida.) Bueno. (Saca cuatro monedas de la caja.) Aquí tiene.

VENDEDOR. (Toma las monedas y le da el sobre a Yo.)

(Inmediatamente se apagan las luces. Se escuchan truenos. Pasados 10 segundos se enciende el


reflector que está a nivel del piso.)

YO. (Está sentada en la banca. Ya no tiene las esposas. Varias bolsas de dinero le rodean.)

MÁSCARA 2. (Está de pie, detrás de Yo. Contando algunos billetes.)

YO. (No cree lo que ve.) No puede ser, qué montón de dinero, y sin esfuerzo.

MÁSCARA 2. ¡Qué bello es todo!

YO. (Vuelve su mirada asustada en dirección de donde provino la voz.) ¿Quién eres?

MÁSCARA 2. Riqueza.

YO. ¡Oh! Vaya. ¡Qué bueno! Aún no lo puedo creer. Ahora sí soy feliz de verdad y por fin le
encuentro un uso útil a estas monedas. (Lo dice tomando la caja en sus manos.)

MÁSCARA 2. Y no tienes que robar, simplemente extiendes tu mano, y ya. Mi amiga, el dinero y las
riquezas son el todo de la felicidad.

YO. ¿Tú crees?

MÁSCARAS 2. Claro... A ver, dime, ¿qué puedes comprar con el dinero?

YO. (Piensa un poco.) ¡Hummmmmmm! (Encoge los hombros.) Todo.

MÁSCARA 2. Claro, todo: Amigos, lujos, lo que tu mente piense, y lo que tu cuerpo te pida, eso te lo
da el dinero.
YO. ¿La felicidad? ¿El dinero puede comprar la felicidad?

MÁSCARA 2. Eso ni lo dudes. Si el dinero no puede comprar la felicidad, entonces, ¿qué la puede
comprar?

YO. (Sonriendo.) Sí, verdad. ¡Qué tontera!

MÁSCARA 2. ¿Ya has pensado que harás con todo tu dinero?

(Se encienden todas las luces.)

YO. (Un poco pensativa, pero muy emocionada.) Bueno, creo que me compraré mucha ropa,
zapatos, un coche último modelo, una gran casa... No, mejor un palacio. Sí, un palacio.

(Por la derecha entran dos ladrones, y amenazan a Yo. Le quitan todo el dinero y salen corriendo
por la izquierda. Yo trata de detenerlos, pero es inútil, salen muy rápido, y no logra alcanzarlos. Las
luces se apagan por completo. Pasados 10 segundos se encienden de nuevo.)

YO. (Está sentada en la banca, muy triste, realmente muy triste.)

VENDEDOR. (Entra por la izquierda. Se acerca a Yo.) ¿Estás triste?

YO. (Mira a Vendedor muy molesta. Se lanza hacia él con intenciones de pegarle.) Me engañaste, las
riquezas no me hacen feliz.

VENDEDOR. Pero, ¿qué pasó?

YO. ¡Ah! No te hagas. Bien sabes que me robaron todo, y ahora no tengo nada. Ni máscaras, y
menos monedas en mi caja. Aparte de eso, cada vez me siento más cansada, sin fuerzas.

VENDEDOR. Tranquila, yo tengo la solución. Necesitas poder. Y yo tengo el poder que tú quieres.

YO. (Sin mucho interés y poca emoción.) ¿No me digas? ¿Otra máscara?

VENDEDOR. Claro. (Saca un sobre de color rojo.) Toma, aquí tienes la acción que te acredita como
dueña del poder.

YO. (Toma el sobre.)

VENDEDOR. (Se lo quita.) Alto, son cinco monedas.

YO. ¿Cinco?

VENDEDOR. Entre mejor sea la máscara, más elevado es el costo.

YO. Bueno. (Y saca cinco monedas de su caja.)

(Las luces se apagan de nuevo. Se escucha una música bien pesada. Con muchas percusiones y
guitarra eléctrica. No necesariamente un rock metálico. Puedes ser música clásica. Pasados 10
segundos se enciende el reflector a nivel de piso.)

YO. (Está acostada en la banca, completamente dormida.)


MÁSCARA 3. (Es un tipo bajo de estatura. La observa y la despierta.) Vamos arriba. Que el mucho
dormir te debilita. Y el poder no necesita de debiluchos dormilones.

YO. (Aún medio dormida.) ¿Qué pasa? ¿Quién eres?

MÁSCARA 3. Soy el poder.

YO. (Lo mira de pies a cabeza.) Pero tú, ¿cómo vas a ser el poder? Creo que éste es un error de
entrega.

MÁSCARA 3. No te dejes engañar. El poder parece algo pequeño, pero tan devastador como la
bomba atómica. Recuerda, la esencia siempre viene en frascos pequeños.

YO. Y dime, ¿qué debo hacer para ejercer ese poder?

MÁSCARA 3. Por eso no te preocupes, yo estoy acá. Me tienes, te pertenezco. Ven, vamos a
apoderarnos del mundo.

YO. (Se detiene en seco.) ¿Del mundo?

MÁSCARA 3. Recuerda, me tienes a mí: el poder.

YO. (No muy segura.) Bueno, vamos.

(Las luces se apagan. Se escucha un playback de disparos, explosiones. Sonidos de una guerra. Las
luces se encienden pasados 10 segundos.)

YO. (Entra arrastrándose. Está muy cansada.)

VENDEDOR. (La mira sentado en la banca. En su rostro se dibuja una sonrisa cínica.) ¿Derrotada?

YO. (Casi sin poder hablar.) De ver-dad que el po-der pue-de ser pe-que-ño en a-pa-rien-cia pe-ro
tan de-vas-ta-dor co-mo u-na bom-ba a-tó-mi-ca. (Se desploma.)

VENDEDOR. (Levanta a Yo del suelo y le ayuda llegar a la banca.)

YO. (Un poco más repuesta.) No pude controlarlo, y cuando quise hacerlo ya era demasiado tarde.
La guerra se había desatado y yo estaba en medio de ella. Era el eje central. No pude… (Llora como
un niño.) No pude, no pude, se me escapó…

VENDEDOR. (Consolándola.) Ya, no llores. Quizá debí darte la otra máscara. Tal vez lo único que
necesitabas era un poco de fama, pero no el poder.

YO. (Muy débil.) Sí, fama, quiero ser conocida por todos. Que en todo el mundo me reconozcan y
sepan quién soy sin necesidad de usar la fuerza y el poder.

VENDEDOR. (Saca un sobre azul.) Bueno, aquí la tienes: la fama, y será toda tuya por siete
monedas.

YO. (Esta vez no lo piensa y saca las siete monedas.) Toma, son las últimas siete que me quedan.
Bueno, y esa piedra grande que estorba mucho.
VENDEDOR. (Le entrega el sobre y sonríe cínicamente.) No te preocupes, ya vas a darle uso.

(Las luces se apagan. Se escucha una música rave o electrónica. Si se puede, luces estroboscópicas
o parpadeantes. La música se detiene abruptamente y de inmediato se escuchan aplausos de una
multitud. Se encienden las luces pasados 10 segundos.)

MÁSCARA 4. (Entra con Yo por la izquierda, cargándolo. Pero antes debe luchar para cerrar la
puerta, porque algunos seguidores quieren tocarlo. Desde adentro se oyen gritos de apoyo a Yo,
algunos llantos por Yo, preocupados por su estado de salud. Algunos lanzan frases de aliento.
Acuesta a Yo sobre la banca.)

VENDEDOR. (Entra por la derecha.) ¿Qué pasó?

MÁSCARA 4. Colapsó. No soportó más y se desvaneció. No pudo soportar tanta presión y entró en un
estado de shock.

VENDEDOR. No puede ser que el peso de la fama la haya llevado hasta ese extremo. (Le ayuda a
Máscara 4.) Dejémosla acá, pronto se repondrá.

YO. (Comienza a reaccionar poco a poco. Está muy débil, casi no puede levantarse.) ¿Qué me pasa?

MÁSCARA 4. Estás muy débil, no te muevas.

YO. (Desorientada.) ¿Dónde estoy?

VENDEDOR. Estás conmigo, no te preocupes, no te va a pasar nada.

YO. (Muy débil, sin fuerzas, trata de incorporarse, pero no puede, y vuelve a caer pesadamente
sobre la banca.) Siento que muero.

VENDEDOR. (Con mucho cinismo.) ¿Te gustaría tener vida eterna?

(Por la derecha entra LUZ, en sus manos trae una pequeña bolsa de color carmesí, con monedas, y
atada con un cordón dorado. Se queda de pie, en un rincón del escenario. Las luces se apagan, solo
queda el reflector de piso. Máscara 4 sale del escenario.)

YO. (Con mucho esfuerzo logra incorporase en la banca.) ¿Qué dijiste?

VENDEDOR. ¿Quieres ser inmortal? ¿Nunca morir? ¿Vivir eternamente?

(Usar música de suspenso.)

MÁSCARA 5. (Entra por la izquierda.)

YO. (Muy pensativa. Sólo vocaliza la frase.) ¿Un ser inmortal? ¿Nunca morir? (Se encoge de hombros
y habla.) Sí, creo que sí. ¿Supongo que eso me costará más monedas?

VENDEDOR. Pues supones muy bien.

YO. (Busca algunas monedas en su caja.) Ya no tengo monedas. (Saca la gran moneda o piedra
preciosa.) Sólo me queda ésta, pero no creo que alguien vaya a dar algo por esto.

VENDEDOR. (Muy excitado.) Eso es más que suficiente. Me la das y la inmortalidad es tuya.
MÁSCARA 5. (Se acerca a la banca.)

YO. (Se desvanece en la banca. Cierra sus ojos, como si quedara dormida.)

LUZ. (Desde el rincón donde está.) Tú no puedes comprar su vida y menos darle la inmortalidad.

VENDEDOR. (Sabe muy bien quién le habla.) ¿Qué haces aquí?

(Las luces se encienden. Las demás máscaras entran.)

LUZ. (Camina hacia la banca.) Tú sabes muy bien qué hago acá. (Lanza la bolsa al suelo.)

VENDEDOR. (Toma la bolsa en sus manos, pero al levantarla siente que se quema y la suelta de
inmediato.)

LUZ. No puedes tocarla, porque es el precio que yo pagué por ella. Precio que jamás podrás igualar.

VENDEDOR. (Se aleja de la banca, poco a poco.) ¿Por qué siempre tienes que arruinar mis planes?

MÁSCARA 5. (Se cubre, como si estuviera encandilado.)

VENDEDOR. No es justo. Siempre haces lo mismo.

LUZ. Eres un ladrón. Vives como un león rugiente, buscando siempre a quién devorar, a quién
destruir. Vendes tus máscaras, haciéndoles creer que les traerán la felicidad, pero al final se dan
cuenta que están vacíos.

VENDEDOR. (En tono retador se acerca a Luz.) ¿A poco tú les vas a dar la felicidad que ellos
necesitan?

LUZ. Soy el Camino, la Verdad y la Vida. El que viene a mí, no tendrá sed jamás. La felicidad que yo
les doy no viene de afuera, fluye de su interior. Los engañas con tus máscaras para que ellos no
puedan descubrir su verdadera felicidad, no les permites ver su interior. No les das la oportunidad
de abrir su corazón y recibir el Amor.

VENDEDOR. (Se tapa los oídos.) No digas esa palabra, que no soporto escucharla.

LUZ. No soportas escucharla, porque no tienes Amor en tu corazón. Sin el Amor, tu ser interior vive
en oscuridad.

VENDEDOR. (Se aleja.) Ya basta. No sigas más. (Deja caer las monedas que le ha dado Yo.) No me
atormentes.

LUZ. Entonces vete.

VENDEDOR. (En tono retador.) Me voy, pero volveré, y te venceré.

LUZ. Puedes regresar, pero jamás vas a vencer, porque sabes muy bien que estás derrotado. Que yo
te gané.

VENDEDOR. ¡Basta! (Sale por la izquierda, seguido por las demás máscaras.)
LUZ. (Recoge todas las monedas que dejó regadas Vendedor. Se acerca a la banca, toma a Yo de la
mano, y la levanta suavemente.) Despierta. (Echa las monedas en la pequeña caja. También coloca
la bolsa color carmesí.)

YO. (Conforme van cayendo las monedas en la caja, se va recuperando, hasta levantarse,
totalmente renovada, con nuevas fuerzas.)

LUZ. Hola.

YO. ¿Quién eres?

LUZ. Soy el Camino, la Verdad y la Vida y he venido para darte vida; vida en abundancia.

YO. Y el ven...

LUZ. No volverá más, se fue.

YO. Y mis mon...

LUZ. (Le entrega la cajita.) Aquí están, todas. (Saca la moneda o piedra preciosa grande.) Hasta
ésta que tanto despreciaste, debes cuidarla muy bien.

YO. Pero, ¿por qué?

LUZ. Porque de ella mana la vida.

YO. No entiendo.

LUZ. Tu corazón, tus pensamientos, son la fuente de tu vida, si no los cuidas, ellos mismos te
pueden llevar a la muerte.

YO. (Mira la caja y la estrecha fuertemente en su cuerpo, como si la protegiera.)

LUZ. (Se pone de pie, camina varios pasos, y cuando está a punto de salir se vuelve y le dice a Yo)
¿Vienes?

YO. (No muy segura.) Es que no sé. Me da miedo.

LUZ. (Con ternura.) El que viene a mí, yo no le echo fuera. Todos aquellos que tienen cargas, y que
están cansados, me buscan, porque yo los hago descansar. Yo ya llevé tus cargas, problemas y
ansiedades. (Señala la cajita.) Mira.

YO. (Abre la caja de nuevo y saca la bolsa roja carmesí.) ¿Y esto?

LUZ. Es el precio que pagué por ti. (Le pregunta de nuevo.) ¿Vienes? (Sale.)

YO. (Duda un momento. Luego camina apresuradamente hacia la puerta.) ¡Hey! Espera, yo quiero ir
a donde tú vas.

(Se apagan todas las luces.)


Publicado por Teatro Cristiano en 16:29 No hay comentarios:
Etiquetas: dinero, evangelismo, fama, felicidad, pecado, robar, sacrificio, salvación, satanás
LOS PELIGROS DE LA DRAMATIZACIÓN

“Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no
desmayamos. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a
toda conciencia humana delante de Dios.” 2 Co. 4:1-2
Debido a que en la actualidad hay una pregunta en los corazones de muchas personas del
pueblo de Dios, acerca de los dramas y películas, quisiera tratarlos brevemente. Los mismos
están surgiendo como nuevos métodos de “edificación” entre las iglesias. Y, mientras unos
están cuestionando el hecho, la mayoría de los que profesan el nombre de Cristo están
corriendo como locos tras esas películas “cristianas”.
Al igual que en los primeros días de la raza humana, hoy en día hay una serpiente escondida
en el árbol de la ciencia que está llamando a los cristianos de todas las partes del mundo,
diciendo: —Ven, y come de esta nueva fruta.
Sin embargo, se ven muchos peligros en estas nuevas técnicas, que se difunden como
métodos de “edificación”. Tengo unas preguntas, que quiero tratar: ¿Hay algo contraproducente
en las películas “religiosas”? ¿Realmente están cambiando al mundo?
Estas son buenas preguntas, y quiero decir que no estoy seguro de que tenga la capacidad de
contestarlas, a razón del limitado conocimiento que tengo acerca de lo que pasa en el mundo
del cristianismo actual. Pero, sí, sé que millones de personas en mi país han visto esas nuevas
películas, sin que les produjera un cambio positivo y moral.
¿ACTUANDO O FINGIENDO?
Se puede preguntar: ¿Pues, qué hay de malo en el cine “santificado”? Para contestar esta
pregunta, primero vamos a tratar el tema del drama. Fíjate en las siguientes definiciones del
drama:

 Jugar en cierta manera para fingir.


 Actuar una mentira
 Pretender ser otra persona.

A mí, me es interesante estudiar el origen de las palabras. Estudiando la palabra “actor”,


palabra que significa ‘Alguien que desempeña un papel en un teatro o cine’, encontré que se ha
realizado un cambio interesantísimo. Esa palabra realmente es igual a la palabra “hipócrita”.
Pero, ¿Qué estrella de cine quiere para sí tal título: “hipócrita”? Así que, se llaman “actores”.
Esa palabra en su original se encuentra en la Biblia. Jesús la utilizó para describir el
verdadero carácter de los fariseos. Fíjate en la definición de la palabra “hipócrita”: fingir un rol
u otra cosa, que no es real.
Jesucristo reprendió a los religiosos, porque estaban actuando una vida la cual no era genuina.
Sé que existe una diferencia entre actuar un papel sin pretensiones y la hipocresía encubierta.
No obstante, la diferencia no es tan grande de lo que algunos piensan que sea, y por esto, me
preocupo. El cine religioso está lleno de hipocresía. El mismo no es real o verídico, más bien
consiste en actuar, basado en el pretender. Entonces, ¿cómo puede ser que la dramatización sea
la manera correcta de predicar el evangelio y edificar a los santos?
HACIENDO EL PAPEL DEL PECADOR, Y PECANDO EN LA PRESENTACIÓN.
Hace muchos años con mi esposa Jackie, fuimos a ver una película cristiana, fue en la época
cuando aún asistíamos a la escuela bíblica. Nunca habíamos considerado si el teatro cristiano
era bueno o malo. Habíamos botado nuestro televisor unos años antes de esto (a razón de su
mala influencia en el hogar), pero el cine cristiano era algo nuevo para nosotros. Así que,
entramos al cine, y estábamos gustando del tema, cuando de repente nos dimos cuenta de lo
que pasaba en la película: un hombre y una mujer estaban besándose y abrazándose el uno al
otro. Al ver esto, nuestros pensamientos se hicieron iguales, pero mi esposa habló primero,
diciendo: —Denny, ¡ellos no están casados!
Ella tenía razón. Pero muchos piensan que tales acciones son rectas, ya que es cine
“cristiano”, y es por la causa de Cristo, y, puede ser que alguien se convierta mirándolas.
Mientras tanto, seguíamos mirando la película, pero ya con nuestros ojos espirituales bien
abiertos. Luego, vimos en la misma película a alguien que hacía el papel de un borracho. Ese
actor (hipócrita) tenía que hacer bien su papel, para convencernos, a nosotros los espectadores,
que él era un loco borracho. Otra vez más, mi esposa y yo empezamos a comparar notas,
quietamente. ¿Será justo para un cristiano fingir ser un borracho? ¡La borrachera es un grave
pecado!
Con todo, nuestras convicciones empezaron formarse viendo esa película.
Amigo lector, ahora vamos a razonar juntos. ¿Cómo puede ser esto justo ante Dios? ¿Qué
propósito o razón podría ser lo bastante buena para justificar tal comportamiento? ¿Le
permitirías a tu esposa besar íntimamente a otro hombre, a causa del evangelio? Yo, ¡no! Y,
creo que tú tampoco lo desearías. Recientemente escuché el testimonio de un padre que llegó a
la misma convicción a causa de su hijo de seis años. Los dos estaban mirando un video, y el
hijo vio algo de esa sensual actividad en la pantalla. Al verlo, le preguntó a su padre: —Papá,
¿está bien que ellos hagan eso, solamente por la justificación que es una película? El padre se
quedó mudo, y aquella fue la última película que vieron.
EL PERSUASIVO PODER DE LAS EMOCIONES FINGIDAS
Ahora vamos a considerar las dinámicas emociones de las películas o de los dramas. ¿Sabías
que el papel tiene que actuarse en un nivel mucho más intenso de lo normal? Esto es necesario
para hacer de la película algo interesante. Si no lo hacen así, las películas serían aburridas. El
actor tiene que aprender a expresar las diferentes facetas emocionales al grado más extremo.
Por ejemplo, si tiene que expresar enojo, tiene que reventar en rabia, gritando fuerte o
locamente. Esto no se puede alcanzar, a menos que el actor se entregue a las acciones de todo
corazón. El entregarse a la rabia tiene que ser contaminante. Y, para expresar las demás
emociones, se requiere el mismo abandono a tales actitudes: tales emociones extremas son las
que hacen de una película intrigante e interesante.
Esas escenas conmovedoras crean un ambiente excitante entre los espectadores y los hacen
responder con gusto. Pero, hacemos la pregunta: ¿Las escenas excitantes conllevan a un
arrepentimiento fundamental del corazón del hombre? ¡No creo! Si las películas religiosas son
tan poderosas, ¿dónde está el avivamiento genuino?
Por esas razones, debemos mantenernos, y también a nuestros hijos, apartados del fingido
mundo del cine. Millones de personas se han entrenado a responder emocionalmente a la vida
normal y real, a través de esas películas de extremas emociones. El resultado de esto es el de
tener dificultades en el relacionarse tranquilamente con la vida real cotidiana. Hazles un gran
favor a tus hijos: Guárdalos alejados de la hipocresía de las películas.
EL DRAMA Y LAS PELÍCULAS PARA NIÑOS
Casi no puedo retener las lágrimas mientras le permito a mi corazón sentir el gran encargo
que son para nosotros nuestros hijos. ¡Qué criatura venosa y malvada hemos empleado, que
entra a nuestras casas, divirtiendo y educando a la próxima generación de discípulos y líderes
de la Iglesia! Y eso en el concepto de “relacionándose a su propio nivel”. Todo lo arriba
escrito, acerca de los dramas, nos aclara que éste es peligroso, capaz de destruir la simiente
piadosa que tenemos en nuestras iglesias. Pero las películas “cristianas” para niños son peores,
dándonos cuenta que, por naturaleza, cada niño se encanta con lo humorístico. Así que, con el
fín de “relacionarse con los niños a su propio nivel”, los hombres ingeniaron una clase de
películas y dramas, especialmente dedicadas para ellos. Las que están llenas de peligrosas
decepciones. ¿DÓNDE ESTÁ NUESTRO DISCERNIMIENTO?
Tenemos las películas “cristianas” de dibujos animados y las chistosas escenas que hacen reír
a los niños, mientras “aprenden de Moisés, Noé y de Jesucristo”. Muchos del pueblo de Dios
están siguiendo ciegamente al mundo, por medio de las “películas animadas por los inocentes
animales”. ¡Oh! Amados hermanos míos, la serpiente está en esas películas también. Las
mismas caricaturas están llenas de “inocente” brujería, enseñanza de la “nueva era” y de la
religión oriental.
Hace poco tiempo, fui obligado a asistir a un culto de una iglesia evangélica común. Al llegar
allí, nos avisaron, con mucho entusiasmo, que iban a tener un drama en lugar del culto normal,
representado por los niños. Sentí un agudo dolor en mi corazón durante toda la presentación,
que supuestamente era “un ministerio de la iglesia”. Los productores de ese drama habían
mezclado en la historia (que fue la de Josué llevando al pueblo de Dios a la tierra prometida)
algo de una obra semejante, producida por la prensa CNN. Mirando eso, casi no pude aguantar
el sacrilegio que veía. Vi a una joven abandonarse a una rabia mezquina, fingiendo un escape al
desierto. Ella dominaba el drama y se hizo la burla de varios jóvenes quienes trataron de
razonar de acuerdo con la actitud de ella. Cuando otro recibió atención, ella manifestó un
espíritu de envidia y celos.
Podría ir citando otros sucesos de ese drama, pero creo que el punto se aclara. Durante toda la
presentación, los espectadores se reían a todo gusto, viendo esas maldades. Al terminar el
drama, el pastor presentó un pequeño mensaje evangélico, que duró cinco minutos. Luego de
congratularse uno al otro, todos volvieron a sus casas.
EL MINISTERIO DE DECEPCIÓN A LO MEJOR
Me pregunto, ¿Qué haría el apóstol Pablo con esas “películas y dramas santos”? Por favor,
lea de nuevo los versos que están al principio de este artículo, ahora que ya hemos razonado
juntos.
“Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no
desmayamos. Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a
toda conciencia humana delante de Dios.” 2 Co. 4:1-2
En el capítulo tres del mismo libro, Pablo termina por escribir acerca del glorioso ministerio
espiritual del predicador del nuevo pacto. Este es un ministerio puro, genuino, sincero y santo.
Hay que recordar que Pablo afectó e impactó las vidas de sus oyentes, poderosamente
cambiando a los que escuchaban sus predicaciones. Y, Pablo se dio cuenta de que ese cambio
fue efectuado por el puro y santo ministerio del Espíritu Santo. En el verso dos, él utiliza
algunas frases convincentes, que vamos a aplicar al tema que estamos estudiando. Haz notar las
siguientes frases:

 Lo oculto y vergonzoso
 No andando con astucia
 Ni adulterando la palabra de Dios

Para mantener la pureza del ministerio, no se debe permitir que entre la decepción. Pablo da
un paso glorioso hacia adelante, mencionando la vida real y genuina que él había llevado entre
la humanidad, a la vista de Dios. Sin duda alguna, estos versos se aplican al “ministerio” del
drama y cine cristiano. En su día, Jeremías dijo: “Maldito el que hiciere engañosamente la obra
de Jehová” Jeremías 48:10 (RVR-1909)
Hace cuarenta años, A.W. Tozer escribió un artículo con el título de “La amenaza del cine
religioso”. El hermano Tozer fue un profeta para su era, y muchos no lo querían, a causa de que
predicaba en contra de las nuevas ideas que surgían entre las iglesias. Me pregunto, ¿Qué diría
él hoy en día? Los rumbos de las iglesias han cambiado de lo peor. Poniéndose de pie, hermano
Tozer habló a las conciencias de sus condiscípulos, como una espina en el costado de un
evangelio que se iba apartando. Pero, ellos no hicieron caso, como se demuestra en las citas
dadas a continuación. Tal rechazo es muy común en las iglesias actuales. La iglesia arriba
mencionada, la que visité, tenía la reputación de ser “una buena iglesia”. Considera las propias
palabras del profeta Tozer, citadas a continuación:
“Es una realidad indiscutible que ninguna verdad vital o profunda puede ser enseñada a través
del cine. Eso es por razón de que el cine siempre dirige su mensaje primero al ojo, luego al
oído, pero esto solamente incidentalmente. Si el mensaje se dirige al oído, como se hace en las
Escrituras, la foto no se necesita, y podría perderse sin efecto negativo alguno a los que buscan
la verdad. Las solas palabras pueden decir al hombre todo lo que Dios quería decirle, y esto sin
la ayuda de dibujos.
Pues la religión y la diversión están eternamente opuestas la una a la otra, a razón de sus
diferentes naturalezas esenciales, aparentemente no es reconocida en esta nueva escuela de
actores religiosos.
Sus esfuerzos para dar a la audiencia una sorpresa y ministrarle solamente un pequeño
vislumbre de la verdad salvadora, (mientras las mentes de los espectadores están ocupadas en
otros temas) no solamente son de ganas, sino, de hecho, están muy cerca de ser mentirosos. La
idea de que ellos tienen la esperanza de que puedan convertir al hombre, mientras él está
ocupado fijándose en los hechos de un héroe imaginario o estrella de cine, lleva a mi mente a la
historia acerca de un misionero católico. Éste sabía como acercarse calladamente a los
enfermos y a los niños, sin que ellos se dieran cuenta de esto, y echarles así un poco de “agua
santa”. Así, según pensaba ese misionero, ellos aseguraban su boleto para ir a la ciudad de oro.
Es muy común encontrar los restos de una vida fracasada y destruida alrededor del teatro;
restos de hombres y mujeres que han fingido tanto tiempo haciendo sus papeles, quienes ahora
no pueden vivir en la realidad de una manera sincera, y están condenados a la duplicidad
perpetua. Cada hecho de sus vidas es fingido, cada sonrisa es falsa y cada tono de su voz es
artificial.
La maldición no viene sin causa. No es por casualidad que la profesión de actor ha sido
notoria por ser desilusionadora. Hollywood y Broadway [centros del cine en los EE. UU.], son
dos fuentes de corrupción, que han convertido a Norteamérica en una Sodoma.
De una manera muy patente, la historia ha revelado que ningún avance espiritual,
avivamiento o aumento de vida espiritual jamás ha sido asociado, en cualquier forma, con la
dramatización. El Espíritu Santo nunca honrará el fingimiento.
¿Será que la apariencia del cine religioso es un síntoma del mal estado espiritual del
cristianismo actual? Yo temo que sí. La gran difusión del drama religioso entre las iglesias que
se dicen ser ‘bíblicas’, solamente se puede explicar por la ausencia del Espíritu Santo en las
predicaciones y la falta del verdadero discernimiento en los que profesan ser cristianos. Una
iglesia ungida no lo toleraría.
La idea de predicar el evangelio a través del cine se basa sobre la misma base asumida por el
modernismo: la de que la Palabra de Dios no está finalizada y nosotros los de hoy tenemos el
derecho de añadirle o alterarla, en cuánto pensamos que somos capaces de mejorarla.
LOS AFECTOS PELIGROSOS DE LA DRAMATIZACIÓN

1. Antes de todo, debemos hacer notar el afecto contaminador que la dramatización tiene
sobre los actores que desempeñan el papel de los personajes de la película. Como fue
dicho anteriormente, para poder hacer bien su papel, el actor tiene que entrar en el
espíritu del personaje que está representando. Quienquiera que admita fingir una parte,
tendría que primeramente entristecer al Espíritu Santo, ignorando Su voz en el corazón.
Una vez apagada la voz del Espíritu para que le hable a la conciencia, a la persona todo
lo que hace le parece correcto.
2. La dramatización hace que el cristianismo sea igual al mundo teatral. “En el nombre de
Jesucristo”, la iglesia ha tratado de unirse a Hollywood, con la esperanza de edificarse.
Sin embargo, esto ha resultado en diversión, al modo de Hollywood: y eso es nada
menos que mundano. Juan escribió: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo.” (1º Juan 2:15) La iglesia actual está perdiendo la separación ordenada en la
Biblia, juntándose con el mundo.
3. La dramatización entrena al paladar de nuestros hijos a gustar solamente de lo excitante.
¿Qué puede resultar de esto? En un momento de necedad, el hecho de solo ver lo
excitante no los va a satisfacer, y van a desear actuar lo que han visto en los cines o
teatros. Van a demandar experimentar lo excitante. Y, ¿Qué podrán decir los padres,
quienes les enseñaron a reunirse alrededor del video, comiendo palomitas de maíz y
tomando soda, y, llenando sus mentes de algo irreal?
4. La dramatización hará que la próxima generación llegue, poco a poco, a ver al
cristianismo como otra manera de divertirse. De veras, lo mismo ya está ocurriendo. Las
iglesias actuales están “alargando la mano a la próxima generación”: pero con nueva
música, un gimnasio nuevo y nuevas normas de vestirse. Y, así están usando a los cines
también. ¿Puedes ver lo que realmente pasa? El salón de reuniones es como un teatro.
Escuchamos charlas como la siguiente: —Oye, che. ¿Que haces? Vamos a la iglesia.
Hay diversión y “compañerismo”. Allí están de fiesta.
5. Las películas tienen un efecto contaminador en la audiencia. Mientras que una persona
mira una película, ve y escucha muchas emociones malas y fingidas. Una película se
produce para divertir y enseñar, y si tus hijos miran una película, esas actitudes extremas
y malas van a afectarlos, y puede ser que ellos manifiesten el mismo espíritu que han
visto en la pantalla. Además, llegan a acostumbrarse a la maldad y no se entristecerán al
ver el pecado. De igual modo, por poner cosas y actitudes pecaminosas ante sus ojos,
sus conciencias se nublarán y encontrarán que es más difícil pensar en lo bueno; porque
es más fácil divertirse con el drama que resistirlo.

EN CONCLUSIÓN
Se tienen que arreglar las cuentas con Dios en el día del gran juicio por el tiempo que fue
malgastado sentándose vez tras vez, para mirar la última producción que ha salido del cine.
¿Quién tiene tiempo para cosa tan vacía? No entiendo cómo un dedicado siervo de Cristo puede
encontrar tiempo para invertirlo en cosas vanas. Qué el Señor de la mies grabe la realidad de la
eternidad en nuestros corazones, para que podamos ocupar el regalo de la vida y del tiempo de
manera más eficaz.
He escrito mi parte y demostrado mi causa y mis razonamientos. ¿En dónde está el
discernimiento de la iglesia actual? Muy pocos son los que se preocupen por esta apostasía. La
iglesia actual ha perdido la unción del Espíritu Santo, Quien da el don del discernimiento: ha
seguido el ejemplo del Israel de antaño uniendo su experiencia con la de él.
“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron
para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” (Jeremías 2:13)
¡Oh! ¡Cuánto ha caído la iglesia en América! Ha perdido su camino, entre una cultura que
está apartándose de Dios muy rápidamente. Ha llenado sus edificios de gente y pagado las
deudas de estos, pero al costo de perder al Espíritu Santo. Mientras tanto, ella sigue
proclamando que el avivamiento ha llegado.
¿Debemos sentarnos en culpable silencio, mientras todo esto pasa ante nuestros ojos? ¡No
creo! Levantémonos y hagamos lo que necesitamos hacer para enfrentar esa crisis. (Salmo
119:59-60) Entonces, seremos contados como un remanente que ha visto al Señor y Su
santidad. (Joel 2:23, Sofonías 2:7)

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