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ESPECIAL POESÍA

Invitación a la poesía

Nos habla la autora, de la poesía, como una experiencia


emocional que empieza en la infancia y que, por diversas
razones, pierde vigencia con el paso del tiempo.
Convoca en su texto a diversas voces que iluminan su discurso.

Sylv ia Puentes de Oyenard*

E
¿QUIÉN LEE POESÍA?
n un mundo acribillado de violencia, cercenado
en sus sueños, cortado en sus alas ppor las angus-
tias económicas y espirituales: ¿quién lee poesía?
Asistimos a una etapa p de cambios en el pproceso
editorial, en la publicidad
p y en la búsqueda
q de lecto-
res que se traduce en la publicación de un altísimo
pporcentaje de libros de narrativa en desmedro de
los de poesía.

¿Se vende poesía? ¿Se publica poesía? ¿Se lee poesía? Las dos primeras
preguntas se contestan una a otra: no se publica porque no se vende y no se
vende pporque
q no se publica.
p Pero creemos qque se lee. Es cierto qque son me-
nos los espíritus
p qque todavía se deleitan con un poema,
p que
q se intercambian
versos como estampas, pero hay un fenómeno vigente y es el de Mario Be-
nedetti, quien supo imponerse hasta con la antigua estructura de los haikus.
Ilustración de Paloma Valdivia para
Gabriela Mistral. Selección poética.
Editorial Faktoría de libros.
Quizás todo empieza
p en la infancia, cuando muchos piensan
p que
q es tem-
pprano ppara trasmitir ppoesía. Pero la ppoesía no se entiende, se vive, se sueña,
se goza, se baila. Hay qque cantarle al niño desde la más tierna edad, hay queq
acercarle la eufonía del lenguaje, la musicalidad de un verso, la comunica-
ción insustituible del afecto a través de las palabras
p dichas con ritmo. Y no
decimos con rima ex profeso, porque la rima es útil para la memorización,
ppara jugar con las palabras
p en los primeros
p años, pero
p lo qque importa
p es el
ritmo, esa armonía apenas
p pperceptible
p que convierte al poema en canto y
condiciona la experiencia estética.

¿QUÉ ES LA POESÍA?
El discurso rítmico y rimado es la primera p manifestación que
q comunica
al hombre con el mundo y con sí mismo, la prosa aparece tardíamente en el
tiempo y mantiene relaciones con la jurisprudencia, por eso afirma Croce:
“La poesía es la lengua materna del género humano”.
Ilustración de Alicia Cañas para Federico García Lorca para niños. Susaeta ediciones.

La poesía para niños es un juguete sonoro y colorido que nace del pe-
q
queño universo que q rodea al infante y se vuelve danza, vuelo, flor. Es la
fórmula por p la queq el niño penetra
p al mundo de la luz y el color, pero
p aún
despojada
p de su ámbito sensorial sigue multiplicando
p sueños, porque es
tintineo, imagen, canción, porque como aseveraba Juan Ramón “debe ser como
“El poema es un camino una estrella que es un mundo y parece un diamante”.
por el cual
el adulto puede llegar La ppoesía para
p niños debería ser arco iris, lenguaje que q despierta
p en las
sílabas asombrado de pájaros
p y soles, un transformador de la piedra en ave,
a la infancia de la sed en río, de la palabra en canto, “poesía que si no se canta, podría cantarse”
y todo el material (Gabriela Mistral).
que ella reciba será
El poema, hacedor de claridades, memorioso de sueños, vencedor de
devuelto con una nueva razones y tiempos y silencios, es conciencia del goce, del dolor, del pensa-
significación” miento. “No es un espejo en el que nos contemplamos, sino un destino en el que nos realiza-
mos” (Octavio Paz), y es precisamente de esa proposición del arte a la vida
que surge nuestra permanencia. Una permanencia que se inicia en el ritmo
y la rima del poema infantil.

El ppoema es un camino porp el cual el adulto ppuede llegar a la infancia y


todo el material que
q ella reciba será devuelto con una nueva significación.
El poeta
p es el emisor qque pplantea un código y el niño el receptor
p que q lo
decodifica a través de una actitud activa: la comunicación. Entendemos con
Rafael Olivares Figueroa, que infantil es una poesía no porque está dirigida
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a los niños, “sino porque está impregnada de esencias infantiles, y a veces só-
lo por
p su acento, porp su gracia, por
p su ingenuidad, ppor su leve sabor de cosa
primitiva, porque no se trata de descifrar la poesía sino de sentirla”.

El niño vive la estructura - estructurante del ppoema y le interesa esa posi-


p
bilidad de transformación de la vida, dosis de magia que permite la alquimia
del lenguaje y hace de los vocablos cotidianos, instrumentos capaces
p de emi-
tir sonidos tan cálidos y brillantes que brindan un venero de posibilidades.

MISIÓN DE LA POESÍA
Aunque conlleva un fin en sí misma, desempeña un papel más importan-
te pporque
q intenta que
q el hombre vuelque q su mirada hacia las estrellas, reco-
bre el encanto de la fantasía y regrese al lenguaje del amor y la belleza.
Ilustración de Fran Bravo para La poesía es una
niña de Apuleyo Soto. Editado por CEDMA
“¿Quién es el ignorante que mantiene que la poesía no es indispensable a los pueblos?”,
preguntaba Martí. “Porque hay gentes de tan corta vista mental que creen que toda fruta se
acaba en la cáscara. La poesía que congrega o disgrega, que fortifica o angustia, que apuntala
o derriba las almas, que da o quita el aliento, es más necesaria a los pueblos que la industria
misma, pues ésta le proporciona el medio de subsistir, mientras aquélla les da el deseo y la fuer-
za de la vida”. “Niño y adulto
José E. Rodó afirmaba: “La poesía no reconoce otra ley que la verdad íntima –voz, tienen una visión
resplandor o fragancia – y la de la belleza lograda –éxtasis, temblor o mensaje –”. global del mundo,
en ellos no hay análisis
EL NIÑO Y EL POETA o disociación,
El lenguaje infantil tiene una estructura fonológica, semántica y morfo-
aprecian primero
sintáctica igual que el lenguaje adulto, y aunque está construido con elemen- la frase,
tos similares, el habla infantil tiene modelos diferentes. Para lograr la comu- luego la palabra,
nicación deberán ser auténticos, concretos, dinámicos, directos y coherentes tal como aseguran
y, sin embargo, el niño ama la fantasía y el despliegue
p de metáforas que
q de
ppronto no comprende
p en forma cabal, pero
p se transforman en estímulo de los lingüistas”
su fantasía y un descubrimiento de insoslayables sonoridades.

EL LIMONERO
Por las floridas barrancas
pasó anoche el aguacero
y amaneció el limonero
llorando estrellitas blancas
Alfredo Espino (El Salvador)

Niño y adulto tienen una visión global del mundo, en ellos no hay análi-
sis o disociación, aprecian primero la frase, luego la palabra, tal como asegu-
ran los lingüistas. En uno y otro se da la pprioridad a esa memoria de lo que q
aún no se pprodujo (Julien Green), es decir, la imaginación. Y todos sabemos
qque este factor ppotencia la capacidad
p mítica y la sensibilidad del niño, pero
p
el adulto cercena muchas veces ese mecanismo, pporque q sólo acepta
p el juego
imaginario de lo lícito, de lo qque la sociedad ha legalizado a través de juegos
clásicos y, sin embargo se asombra de la experiencia
p de un niño que se pro-
Ilustración de Fran Bravo para La poesía es una
yecta más allá del aspecto lúdico tradicional. niña de Apuleyo Soto. Editado por CEDMA
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“El poema es como Dice el ecuatoriano César Atahualpa Rodríguez: “los niños son como loos ppáá-
el agua, elemento vital, jaros, por eso el mejor maestro para el niño es el poeta; porque el poeta también es un nniiññoo que
uuee
se pasa jugando con el arco iris de su voz, para que todos los niños se acerquen al fondo de su
conocido del niño aliento a beber su música”.
desde su concepción
en el viente materno, Niño y ppoeta confían en el poder
p de las palabras,
p no sólo sienten placer
p
por las formulaciones mágicas sino que creen en ellas. Esa posibilidad les daa
inductor de peligros el abracadabra de la vida para que pueda ser dimensionada en su totalidad.
y aventuras,
magia centelleante “El mejor hombre no es nunca el que fue menos niño, sino al revés, el que al pisar los treinta
en el rumor años encuentra acumulando en su corazón el más espléndido tesoro de su infancia”, decía Or-
tega y Gasset.
de olas y cascadas,
sustancia fácilmente El ppoema es como el agua, elemento vital, conocido del niño desde su
moldeable concepción
p en el vientre materno, inductor de peligros
p y aventuras, magia
centelleante en el rumor de olas y cascadas, sustancia fácilmente moldeable
y a veces inasible” y a veces inasible. Y en medio de ese líquido
q elemento: el niño. El niño en
su isla fantástica construida en el poder de la palabra. Y en esa isla un árbol
qque le ppermite al niño ascender hasta el cielo y habitar su nido-casaa en las
ramas más altas. Es el poema
p y sus posibilidades
p de recreación. Así el ppoeta
domina ese universo verbal, habita su isla y construye su morada a través de
sus palabras.

“Lo fantástico es el arte de trascender la angustia, la alucinación y la idea fija”, dice M.


Schneider. A través de ese medio, niño y poeta p metamorfosean sus necesida-
des primarias, dan expresión a sus obsesiones y se liberan de ellas.

En forma automática asociamos infancia y poesía, ¿por qué?; precisamen-


te porque
p q niño y poeta,p por
p ignorancia de otros vocablos o por
p una posibili-
p
dad de juego imaginativo se sienten atraídos por
p el lenguaje y por
p la libertad
qque advierten frente a él. Una libertad qque en el niño estará condicionada
por la intervención de reglas gramaticales, pero que en su aurora sólo se
presiente como capacidad pluripotencial. La capacidad de cercenar proviene
de las restricciones que el adulto impone y deben ser aceptadas, pero que el
poeta tiene la facultad de transgredir.
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Ambos afirman y confirman el lenguaje en una recreación constante qque


los salva, y nos salva, del significado rutinario y unívoco y nos proyecta al
misterio qque nos hace comprender
p la facultad creadora de la palabra. Y en
ese poder estaría su libertad.

“Rima es el ajuste,
orden, asonancia, RIMA Y RITMO
o consonancia Rima es el ajuste, orden, asonancia, o consonancia de un ppoema en su for-
de un poema ma exterior. Es la identidad sonora entre dos o más versos qque coinciden en sus
en su forma exterior” últimos fonemas. Pero no siemprep es necesaria la rima en la poesía
p para
p niños,
si bien es cierto que
q ella contribuye a facilitar la memorización del mismo, a
retener las imágenes sonoras. La rima ha sufrido el uso y abuso de muchos poe-
tas, pero puede ser empleada sin subestimar el hecho lírico:

VIAJE
¿Al aire
del romerillo?
¿A las acacias
en flor?
¿A los verdes paraísos?
¡A
la lechuga
fresquita,
esponjada
bajo el sol!
Julio Fernández (Uruguay)

EL AROMO
De noche nos acordamos
qué amarillo fue este día
en que julio florecía.
De noche nos acordamos.
La gente llena de ramos
por el camino decía:
el domingo regresamos.
La gente llena de ramos.
Y el aromo sonreía.
Emerson Klappenbach (Uruguay)

Otras veces el ritmo surge con un impulso que compromete vivamente a


su lector o escucha:

EL NIDO
Los árboles que no dan flores
dan nidos;
y un nido es un flor
con pétalos de pluma;
un nido es una flor
color de pájaro,
cuyo perfume entra por los oídos.
Los árboles que no dan flores
Ilustración de Jesús Gabán para Rafael Alberti
dan nidos...
para niños. Susaeta ediciones. Fernán Silva Valdés (Uruguay)
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ZURCIENDO HOJAS

Con agujas de ramas


y con hebras de viento
remiéndanse los árboles,
-fugazmente- las copas.
Y es un juego de risas luminosas
este porfiado empeño de las brisas
de zurcir –de una vez – todas las hojas.
Alfredo Mario Ferreiro (Uruguay)

Poemas plásticos, breves, sugerentes, sin situaciones complejas, con un


lirismo profundo
p que
q no evade las circunstancias cotidianas. Rima y ritmo
desafían al poeta, quien debe componer su mensaje con fuerza, cadencia y
sugestión. Ilustración de Fino Lorenzo para
PALAbrAS brAncAs de Elvira Riveiro Tobío.

POESÍA Y AFECTIVIDAD
Señalemos qque mientras se derrochan discursos éticos y estéticos en
torno a la misión y jerarquía del poema, se ha hipertrofiado la técnica en “Hemos comprobado
desmedro de la afectividad. Y la afectividad que surge del poema nos per-
mite interrogar con Plotino: “Sin la belleza ¿qué sería del ser? Sin el ser ¿qué sería de que hay un rechazo
la belleza?” Una entidad crea la otra y es lúcido afirmar con Maritain que “la del lenguaje poético
belleza no es el objeto... es el correlativo trascendental de la poesía.” por parte de los adultos
Ser y belleza se unen en el amor qque los integra. Y el niño accede al mun-
y esto ha incidido
do a través del afecto; ¿no es acaso toda su infancia un espejo de las relacio- para que disminuya
nes que se crean a su alrededor motivadas por su presencia? el porcentaje
de lectores infantiles
Ese afecto, que es necesario dar y mantener, se extiende a lo largo de
toda la vida. En la etapa
p del pensamiento
p sensorio-motriz qqueda limitado al de poesía”
mundo circundante, durante el estadio del pensamiento
p simbólico surge en
la conciencia moral y en el período
p del pensamiento
p lógico hay una actitud
volitiva y de independencia
p moral, pero
p toda la existencia del hombre está
pautada por esta relación de afecto e intelecto.

POESÍA EN LA ESCUELA
Hemos comprobado
p –y no estamos solos en la conclusión– que q hay un
rechazo del lenguaje ppoético por
p parte
p de los adultos y esto ha incidido para
p
qque disminuya el pporcentaje de lectores infantiles de poesía.
p Los adolescen-
tes son quienes
q vibran más con los poemas,
p pero
p luego “el tiempo y la ruti-
na” desgastan emociones y la poesía pierde prioridad.

¿¿Qué hace que


q los educandos, queq en la infancia reciben su mayor aporte
p
lírico en la enseñanza curricular, no sientan luego verdadero aprecio
p ppor
esta forma de expresión?
p Creemos que
q hay un círculo vicioso, se lee menos
ppoesía y esto conlleva a un menor conocimiento sobre el tema que q influirá
en el aporte
p qque se le hace al niño. Por un lado, la vida contemporánea
p con
su limitación en las horas de solaz impide
p que
q el adulto tenga la disposición
p
necesaria para introducirse en el mundo del hablante lírico, por otra parte Ilustración de Fran Bravo para La poesía es una
niña de Apuleyo Soto. Editado por CEDMA
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creemos qque muchas veces la ppoesía en el aula es ofrecida con fines no poé- p
ticos, entre los qque señalamos: didactismo, uso de los ppoemas en relación
a determinado calendario escolar; exigencia de memorización; carencia
de estímulos ppara qque ellos realicen su ppropia
p selección de ppoemas; falta el
descubrimiento de la verdadera imagen poética,
p del yo íntimo del autor, del
sentido ppluripotencial
p de un verso; ausencia de sentido lúdico; lectura me-
cánica de los poemas; necesidad de que el poema cumpla con determinados
requisitos que invitan a disecarlo con diferentes planteos (¡¡¡hemos visto pro-
pponer un problema
p sobre la cantidad de resina de un bosque
q a partir
p de un
ppoema sobre un árbol !!!); entender que
q la poesía
p no explica
p ni se explica,
p se
vive, se siente y transmite una emoción que
q es experiencia
p estética; si no hay
lectura de ppoesía por
p los adultos, no habrá correcta selección para llevar al
aula aquella que atrape con su propuesta lingüística.

Frida Schultz de Mantovani ha escrito hermosas páginas sobre la relación


entre el niño, el místico y el poeta (El
( mundo poético infantill, El Ateneo) y noso-
tros sabemos que el niño ama el significado (contenido) y el significante (la
forma) de un poema,
p ellos le invitan a compartir
p una experiencia cuando le
Ilustración de Paloma Valdivia para brindamos aquel que mantiene relación con sus intereses.
Gabriela Mistral. Selección poética
Editorial Faktoría de libros
Hay un lenguaje queq tiene ppor objetivo la denotación, pero
p en el caso de
la poesía
p su fin es la connotación, es decir, ir al encuentro del lenguaje poli-
p
sémico que
q nos ppermitirá compartir
p o re-crear las imágenes del ppoeta. Los
“Poesía es el lenguaje elementos fónicos, morfosintácticos y fonológicos de la ppoesía nos abrirán
de comunicación las compuertas
p de la fantasía y de múltiples
p asociaciones qque enriquecerán
q
esencial para el niño; nuestro espíritu. Ezra Pound opina que la función de la literatura en cuanto
a fuerza generadora digna de aprecio es, precisamente, incitar a la humani-
desde el laleo dad a seguir viviendo, porque puede aliviar la mente de tensiones y nutrirla.
al verso el niño ama Y esto es cierto al punto que en un Centro de Tratamiento Intensivo vimos
la palabra a través a una señora mayor llorando, nos acercamos a ella, le entregamos ppalabras
de ese universo de afecto y terminó sonriendo cuando le enseñamos este breve poema que
siguió repitiendo:
que convoca a través
de diferentes lenguajes” Todo parece que ríe,
todo parece que canta,
todo lo dice a mi alma,
¡levanta, hermana, levanta!
Rogelio Sinán (Panamá)

Poesía es el lenguaje de comunicación esencial ppara el niño; desde el laleo


al verso el niño ama la palabra a través de ese universo que convoca a través
de diferentes lenguajes.

Al hablar de las fuentes de la literatura infantil mencionamos la memo-


ria, el aporte
p anónimo (folclore) y la propia
p p literatura, todos se conjugan pa- p
ra llegar al niño. La memoria tendrá papel
p p de importancia
p en la adquisición
q
del lenguaje y todo aquello que invite a la eufonía, el ritmo, o la canción se
memoriza con facilidad porque causa placer, invita al juego y no presenta
exigencias. Del folclore señalamos el aporte
p tradicional de las coplas,
p ronda,
nanas, juegos, retahílas, jitanjáforas, trabalenguas (aunqueq algunos no son
ppoesías). De la literatura seleccionaremos los ppoemas queq se correspondan
p
con las distintas etapas
p del desarrollo del niño y avanzaremos más, ppues
aunque
q no logre la comprensión
p cabal de las metáforas, la validez estará en
Ilustración de Fino Lorenzo para
PALAbrAS brAncAs de Elvira Riveiro Tobío. la emoción que provoquen y no en su racionalización.
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Al niño de corta edad llegaremos con lenguajes que se relacionen con los
sentidos y le brinden pplacer, en el caso de las nanas no se pprecisa una entrega
estética especial, sino dación afectiva; luego continuaremos con versos sono-
ros, coloridos, de ritmo marcado y rima pronta
p a ser aprehendida;
p entre los
5-8 años serán colaboradores excelentes los versicuentos, el folclore, ppoemas
qque le ppermitan identificar alguna situación que q vive en ese momento y
otros qque los introduzcan en el mundo lírico; entre los 8-10 años hemos ad-
vertido que el romancero y El Cid son apreciados por los educandos, así co-
mo otros qque refieren hechos heroicos; la ppreadolescencia marca un lapsop en
que la emoción predomina en la vida del niño y necesita canalizarla a través
de poemas que se dirijan a su esfera afectiva. A veces el haiku, una adivinan-
za o micropoemas son formas que intenta imitar, por ejemplo: Ilustración de Siro para Cosas que importan
de Manuel Gahete. Brosquil ediciones.

El caracol
Se ha dado un golpe
que fuera leve
–pues ya se mueve –
lamenta
la menta.
Pedro Montero López (Uruguay)

INFANCIA Y POESÍA “El niño que vive aislado


La ppoesía expresa
p el mundo interior del artista; impresiona
p a otros seres del mundo poético
con su belleza; ppermite la recreación a partir
p de su propuesta.
p p La poesía
p en se priva de la proyección
la infancia: contribuye a la adquisición
q del lenguaje; enriquece
q el vocabula- en etiempo y espacio,
rio; provoca
p goce estético; entra a la vida del niño a través del juego; permite
que el niño se relacione afectivamente; abre cauces a la imaginación. en sueño y emoción”

De esta y otras formas cumplep con las funciones de la literatura y se con-


vierte en protagonista
p de la vida del niño cuando la música del verso tañe en
su corazón; no importa qué dice el poema, sino cómo lo dice.

Creemos que va contra la formación artística la enseñanza obligatoria


de ppoemas en el aula, pensamos
p que
q el educador puede
p llegar al mismo re-
sultado ppor diferentes caminos y aunque
q en última instancia su objetivo sea
didáctico, debería ser el que menos se divirtiera en su intención.

Poesía es libertad. No puede ni debe ser impuesta

El niño qque vive aislado del mundo ppoético se ppriva de la proyección


p en
tiempo
p y espacio,
p en sueño y emoción. Comprendemos
p que
q hay un calenda-
rio escolar y que
q muchas veces a través del ppoema se simplifica
p la enseñanza
de otras disciplinas,
p pero
p no debe ser la vía principal
p p para
p llegar al niño.
Proponemos que sean ellos quienes realicen creaciones o selección para de-
terminadas fechas.

Muchas veces el niño juega con las palabras,


p las repite,
p las cambia, les da
otra acepción,
p las transforma y en ese caracoleo de vital trascendencia tan
sólo busca el placer
p auditivo. No importa
p qque el verso tenga o no sentido,
porque es, precisamente, un sin sentido. Hay alegría de experimentar un
lenguaje nuevo con palabras viejas cuyo impacto sonoro puede proyectarse
hacia otras esferas en el plano sensorial: Ilustración de Siro para Cosas que importan
de Manuel Gahete. Brosquil ediciones.
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Algunos autores sugieren qque los alumnos organicen un club de ppoesía


en la clase que
q sea responsable
p de la selección de textos, bibliografía y datos
ppersonales de los autores; otros creen qque sería interesante hacer un montaje
sobre el mismo tema tratado porp diferentes autores, aunque q esta tarea sería
realizada por educandos de clases superiores para conservar armonía de esti-
lo y mensaje.

El niño saborea el juego de la onomatopeya, p intuye la eurritmia, vislum-


bra el motivo humorístico. El tiempo p y la educación hacen que q el hombre
vaya matando al niño y la razón a la fantasía. Decía Alfonso Reyes: “Todos, a
sabiendas o no, llevamos una jitanjáfora escondida como alondra en el pecho”, y Unamuno
aseguraba que el niño goza destruyendo la lógica y “lo primero que produce el re-
gocijo de lo cómico en él es darse cuenta de la incongruencia de un dicho”.

Privar al niño de estos ppoemas sería mutilar una de sus formas de expre-
p
sión, si bien no debe detenerse en esta etapa,
p debería ejercitarse en ella a tra-
vés del humor y la forja de nuevas imágenes que le irán dando la dimensión
de su propia creatividad.
* Sylvia Puentes de Oyenard es médica y escritora uruguaya que se ha dedicado con especial énfasis a la literatura para niños
y a la escrita por mujeres. Es autora de una amplia obra literaria. E-mail: sylpuen@internet.com.uy

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