Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
HORA SANTA
1. EXPOSICIÓN: 10 min
Genitori, genitoque
Laus et jubilatio,
Salus, honor, virtus quoque
Sit et benedictio:
Procedenti ab utroque
Compar sit laudatio.
Amen.
Cantemos el gran misterio del cuerpo y sangre preciosos, que el rey de todos los
pueblos; fruto de un vientre dichoso, para rescatar al mundo, quiso entregar por
nosotros. Para nosotros nacido de Virgen Inmaculada, vino a vivir nuestra vida, y
sembrada su Palabra, selló con este misterio el tiempo de su pasada. Era la tarde
postrera, cenaba con sus hermanos, para cumplir con los ritos de aquel pueblo
liberado, ¡y a los Doce en alimento se da Él mismo con sus manos! Y la Palabra
hecha carne, convierte con su palabra el Pan en su propio cuerpo, el Vino en su
sangre santa; de corazón lo creemos porque la vista se engaña.
Todos: A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
SOL MIm
¿Quién eres Tú? ¿Quién eres Tú?
DO RE7 SOL
Quiero saber, Jesús: ¿quién eres Tú?
MIm
Eres un Dios, eres un hombre.
DO RE7 SOL
Quiero saber, Jesús: ¿quién eres Tú?
SOL LAm
1. Eres el Verbo y un Niño que no habla,
RE RE7 SOL
vives oculto y eres Tú la luz.
SOL7 DO
Eres eterno y naces de una Madre,
LA LA7 RE
eres la Vida y mueres en la cruz.
Todos: A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
Todos: A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.
3. ESCUCHAR: 10 min
Señor Jesús, “luz verdadera que ilumina a todo hombre”, necesitamos no solo el
pan material, sino también necesitamos amor, sentido, esperanza, de un
fundamento seguro, de un terreno sólido que nos ayude a vivir con un sentido
auténtico, aún en la crisis, en la oscuridad, en las dificultades y en los problemas
de cada día. Gracias por la luz de la fe, esta fe que es una confianza plena en ti,
una adhesión a tu persona llena de esperanza y confianza porque has revelado el
rostro amoroso de Dios con tu muerte y resurrección mostrándonos de manera
luminosa que sólo en el amor está la plenitud del hombre. Ayúdanos a seguir
viviendo el Año jubilar diocesano y a educarnos en la fe, fruto de un encuentro
contigo y del conocimiento de la verdad y de los acontecimientos salvíficos, en
este Año de la fe.
Señor Jesús, tú que eres el principio y el fin, “Aquel que es, que era y que ha de
venir” (Ap 1, 8), que “permanece hoy como ayer y por la eternidad” (Heb 13, 8),
pues “mil años para ti son como un día, un ayer, un momento de la noche” (Sal 90,
4). Ayúdanos a no absolutizar el presente que nos lleva al vacío, crisis de sentido,
frustración, ansiedad y angustia. Y porque eres la Palabra “que se hizo hombre y
habitó entre nosotros”, abre nuestro ser para entender que el tiempo humano ha
entrado a participar en la eternidad de Dios, suscita nuestra respuesta generosa
descubriendo que creer es encontrar la verdadera vida. Provoca que en estos
últimos minutos de este año dirijamos nuestra mirada a ti quien nos ha revelado la
plenitud de la vocación humana, nos enseñas a mirar la realidad en todos sus
aspectos y nos invitas a responderte de manera adecuada y humana.
Lector: El último día del año es una ocasión para elevar un cántico de alabanza y
acción de gracias. Es una necesidad dar gracias a Dios que nos ha acompañado
durante este tiempo, velando por nosotros con su amor de Padre. Repasemos en
esta oración todos los beneficios de Dios. Agradezcamos de corazón y con
humildad los dones recibidos. Todo es un regalo inmerecido de la Misericordia.
Lector: Ahora pasemos a pedir perdón por nuestras faltas de correspondencia, por
las veces que nos olvidamos de Dios y del prójimo.
Lector: No podemos continuar nuestra oración sin pedir al Señor por todas
aquellas personas que pasan por el sufrimiento, ya sea por el dolor físico o por las
penas morales.
Lector: Roguemos al Señor para que nos haga experimentar a todos su fortaleza y
su gracia.
Lector: Señor Jesús, los hombres y las mujeres que vivimos en esta tierra vamos a
iniciar un año nuevo. En unos momentos nos desearemos: ¡Feliz año nuevo! Tú
también nos deseas un feliz año nuevo, porque darnos felicidad es tu principal
preocupación. Por eso te hiciste hombre y Dios con nosotros, con esa finalidad
naciste como Salvador. Nos ponemos en tu presencia porque queremos que nos
acompañes en este nuevo año, Eres el camino, la verdad y la vida, eres nuestro
Maestro y nuestro guía.
Te conocí y te amé.
Te pedí perdón y me escuchaste.
Sí, te ofendí; perdóname, Señor,
pues te amo y nunca te olvidaré.
5. CONTEMPLACIÓN: 10 min
Lector: “Otro año llega a su término, mientras que, con la inquietud, los deseos y
las esperanzas de siempre, aguardamos uno nuevo. Si pensamos en la
experiencia de la vida, nos deja asombrados lo breve y fugaz que es en el fondo.
Por eso, muchas veces nos asalta la pregunta: ¿Qué sentido damos a nuestros
días? Más concretamente, ¿qué sentido damos a los días de fatiga y dolor? Esta
es una pregunta que atraviesa la historia, más aún, el corazón de cada generación
y de cada ser humano. Pero hay una respuesta a este interrogante: se encuentra
escrita en el rostro de un Niño que hace dos mil años nació en Belén y que hoy es
el Viviente, resucitado para siempre de la muerte. En el tejido de la humanidad,
desgarrado por tantas injusticias, maldades y violencias, irrumpe de manera
sorprendente la novedad gozosa y liberadora de Cristo Salvador, que en el
misterio de su encarnación y nacimiento nos permite contemplar la bondad y
ternura de Dios. El Dios eterno ha entrado en nuestra historia y está presente de
modo único en la persona de Jesús, su Hijo hecho hombre, nuestro Salvador,
venido a la tierra para renovar radicalmente la humanidad y liberarla del pecado y
de la muerte, para elevar al hombre a la dignidad de hijo de Dios… Así pues, no
hay lugar para la angustia frente al tiempo que pasa y no vuelve; ahora es el
momento de confiar infinitamente en Dios, de quien nos sabemos amados, por
quien vivimos y a quien nuestra vida se orienta en espera de su retorno definitivo.
Desde que el Salvador descendió del cielo el hombre ya no es más esclavo de un
tiempo que avanza sin un porqué, o que está marcado por la fatiga, la tristeza y el
dolor. El hombre es hijo de un Dios que ha entrado en el tiempo para rescatar el
tiempo de la falta de sentido o de la negatividad, y que ha rescatado a toda la
humanidad, dándole como nueva perspectiva de vida el amor, que es eterno… A
ti, oh Dios, te alabamos. La Iglesia nos sugiere terminar el año dirigiendo al Señor
nuestro agradecimiento por todos sus beneficios. Nuestra última hora, la última
hora del tiempo y de la historia, termina en Dios. Olvidar este final de nuestra vida
significaría caer en el vacío, vivir sin sentido” (Benedicto XVI, 31 de diciembre de
2011).
6. BENDICIÓN: 5 min.
ACLAMACIONES
Todos: Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos. Firme es
su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén
Oración por las vocaciones. Todos: Oh Jesús, Pastor eterno de las almas, dígnate
mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. Señor, gemimos
en la orfandad, danos vocaciones, danos sacerdotes, religiosas y laicos santos. Te
lo pedimos por la inmaculada Virgen María de Guadalupe, tu dulce y santa Madre.
Oh Jesús, danos sacerdotes, religiosas y laicos según tu corazón. Amén.
Oración por la paz. Todos: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz, mira nuestra patria
dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor
de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el
corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y
muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños,
adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos
misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y
de paz, para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén.
7. RESERVA: 5 min
Oración: Virgen María, Señora del Santísimo Sacramento, gloria del pueblo
cristiano, gozo de la Iglesia universal, ruega por nosotros y concede a todos los
fieles verdadera devoción a la Sagrada Eucaristía, siendo dignos de recibirla cada
día. Amén.
Guía: Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna. Amén.
SOL MIm
¿Quién eres Tú? ¿Quién eres Tú?
DO RE7 SOL
Quiero saber, Jesús: ¿quién eres Tú?
MIm
Eres un Dios, eres un hombre.
DO RE7 SOL
Quiero saber, Jesús: ¿quién eres Tú?
SOL LAm
1. Eres el Verbo y un Niño que no habla,
RE RE7 SOL
vives oculto y eres Tú la luz.
SOL7 DO
Eres eterno y naces de una Madre,
LA LA7 RE
eres la Vida y mueres en la cruz.