Vous êtes sur la page 1sur 1

MIRADA PSICOSOCIAL DE LA VIOLENCIA (Por: Derick Flores Gonzalez)

El caso de la niña Jimena, que fue víctima de un horrendo crimen, es sólo una expresión sintomática
de cómo esta nuestra sociedad. Una sociedad sumergida en la más profunda violencia que parece no
tener fondo.
Hay una fuerte indignación totalmente entendible en la población, pero hay voces infiltradas,
disonantes e insensatas motivadas, y no por un sentido racional de justicia, sino motivadas por la
coyuntura política-electoral que piden la pena muerte para los violadores como única solución a la
problemática de la violencia, en este caso, violencia sexual. Por otra parte, medios de comunicación
vienen dando cobertura mediática a casos de violencia sexual todos los días, como si fuera una
novedad de mal gusto, casos de esa índole.
Primero conviene definir que es la violencia, según la Organización Mundial de la Salud, la violencia
es el uso deliberado de la fuerza física o el poder como amenaza contra uno mismo, otra persona,
grupo o comunidad que cause o tenga posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos,
trastorno del desarrollo u otras privaciones.
Es menester, comenzar a entender a gran escala los patrones de comportamiento violento en la
sociedad desde una perspectiva estructuralista. Una perspectiva estructuralista parte de la idea de que
el propósito de la sociedad es el mantenimiento del orden y la estabilidad social, y la funcionalidad de
sus partes. Así que el modo en cómo está organizada la sociedad, determinará su orden y equilibrio.
Una sociedad desequilibrada es disfuncional, y una sociedad disfuncional no generará condiciones
adecuadas de bienestar para el desarrollo integral de los actores sociales implicados. Todo eso pone,
en algunos más que en otros, una situación de vulnerabilidad.
La vulnerabilidad se debe a la presencia de cierto número de características de tipo genético,
ambiental, biológicas, psicosociales, que actúan individualmente o entre sí en la vida del hombre tanto
en su dimensión material como psicológica, y esta no suele depender de un único factor, sino es la
consecuencia dinámica de varios factores físicos y ambientales. La edad, la discapacidad, la
enfermedad, el género, la identificación étnico-racial, etc., son situaciones o características que definen
el grado de vulnerabilidad según como se relacionen con otras variables como también con el contexto
económico, político y cultural que se integra.
Surge entonces el término de "riesgo" que implica la presencia de una característica o factores que
aumentan la probabilidad de consecuencias adversas o perjuicio en las personas. Entiéndase que los
factores de riesgo, según la OMS, representan cualquier rasgo, característica o exposición de un
individuo que aumente su probabilidad a sufrir una lesión, enfermedad o malestar de consideración.
La exposición a factores de riesgo se halla relacionada con la posición social de las personas. Por ej.,
estudios socioeconómicos muestran que el aumento del desempleo y la baja educación incrementan
los riesgos de mala salud en la población. De las dos variables, la primera y su impacto sobre el ingreso,
es la más débil y mitigable en los países con planes de subsidio al desempleo. Este ejemplo dibuja de
cuerpo entero la responsabilidad que tiene el Estado con la población.
La sociedad o “sujeto colectivo” se encuentra enfermo. Las violaciones a mujeres y niños, la
delincuencia, los crímenes, la corrupción, los feminicidios, entre otros, tiene enfermo al cuerpo social.
Sin embargo, este problema no nos tiene que llevar al berrinche o iracundismo, sino nos tiene que
llevar una profunda reflexión con compromiso de acción de parte de nosotros como sociedad civil
organizada. Por lo tanto, la violencia es un fenómeno que atraviesa todas esferas de la vida, tiene
multicausales desde la mirada que se tenga del problema, pero, siempre ha de ser entendida y tratada
desde sus condiciones sociales, económicas y sobre todo políticas.

Vous aimerez peut-être aussi