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La Salud Psíquica en Chile

Por: Dr. Pedro Retamal Carrasco

lunes 28 de diciembre, 2015 Temas: Estigma , Vida Saludable

Los esfuerzos para mejorar la salud mental han sido meritorios, entre otros el Plan Nacional de Salud Mental
y el plan AUGE-GES. Por otra parte, casi se triplicaron los dispositivos de salud mental en el sector público en
los últimos años y aumentaron los recursos humanos dedicados a salud mental y psiquiatría en el sistema
público en más de 50%. Sin embargo, ¿Porqué se produce un aumento en el tiempo de espera para una
primera consulta psiquiátrica y disminuye la cantidad personas en tratamiento?

Entre los años 2004 y 2012 se ha constatado una disminución de médicos capacitados en salud mental (23,1%
a 18,6%) y en el porcentaje de centros con al menos un médico capacitado. La calidad de la atención también
puede estar reflejada en el mayor empleo de medidas de privación de libertad en la atención de personas con
enfermedad mental (hospitalizaciones involuntarias, contención física y reclusión en salas de aislamiento).
Una explicación puede ser que las situaciones clínicas son cada vez más graves, tanto por el aumento de las
personas enfermas como por el retraso en la atención o en la capacidad resolutiva de los equipos de salud.
Seguramente también puede tener relación con la calidad de la atención: nuestro país no está cumpliendo
con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por
Chile el año 2008.

De las 80 patologías garantizadas en AUGE-GES, solo 4 son de salud mental: esquizofrenia, depresión,
enfermedad bipolar y adicciones en jóvenes. Por otra parte, los problemas de salud psíquica constituyen la
principal fuente de carga de enfermedad. El 23% de los años de vida perdidos por discapacidad o muerte
prematura están determinados por causas psiquiátricas. Se estima que el año 2020 se van perder más de 1
millón de años, casi el doble respecto de las enfermedades cardiovasculares y casi tres veces más que el
cáncer.

El gran impacto de las enfermedades psíquicas es reconocido desde mucho tiempo. La mortalidad general
disminuye de manera persistente desde los años 60, pero la mortalidad por suicidio se eleva desde los 90: se
ha duplicado. Actualmente tenemos una tasa de 13 suicidio por 100 mil habitantes y es más elevada que el
promedio de la OECD y en Chile se observó el mayor aumentó después de Corea del Sur.

En la década de los años 90 un estudio en varios países muestra en los consultorios de Santiago que el 29%
de las personas que se atienden sufrían depresión, muy por encima del promedio internacional de 10 %.

Los recursos disponibles para enfrentar estas patologías son reducidos. Los países OECD tienen en promedio
15 psiquiatras por 100.000 habitantes, en Chile son 7. Además existe una carencia muy significativa de otros
profesionales con formación en salud mental.
La falta de profesionales se traduce en escasa cantidad de atenciones: el año 2012 se realizaron 89 consultas
por cada 1000 habitantes, mientras en Finlandia son 419 consultas anuales por 1000 habitantes. Según OECD
en Chile se emplean menos de 20 dosis diarias de antidepresivo por 1000 personas por día, en los países OECD
es más del doble. En promedio, los países OECD tiene siete veces más camas psiquiátricas por habitantes que
Chile .

Si bien el gasto global en salud aumenta gradualmente, desde 6,4 % del PIB el año 2000 hasta 7,4 % el año
2014, ¿porqué el porcentaje del presupuesto del sistema público de salud destinado a salud mental se
mantiene establemente reducido?: 2,14% el año 2004 y 2,16% el año 2012. Está lejos de muchos países en
América: Uruguay y Costa Rica (8%), y muy por debajo de países desarrollados como Suecia y Nueva Zelanda
(11%).

¿Qué ocurrió con el aumento al doble de los suicidios?. En el último decenio mueren más de 2.000 personas
anualmente por suicidio y sufrirían diversas lesiones alrededor de 40.000 personas por año por intentos
suicidas. ¿Los sistemas de salud pública y privada han realizado acciones?, ¿Se habrían tomado medidas si las
muertes por infarto miocárdico o por tuberculosis se hubieran duplicado en un cierto periodo?. La respuesta
no tiene lugar a dudas: conseguir solución de manera rápida y eficaz.

¿Cómo vamos a enfrentar el estado de la salud psíquica de nuestro país?

Me parece que una de las maneras es abordar el estigma de la enfermedad mental, que conduce a la
discriminación social y a la mezquindad de los recursos económicos. La labor pude ser emprendida por las
Sociedades Científicas ligadas a la enfermedad psíquica, los Departamentos Universitarios de Psiquiatría, las
Asociaciones de Pacientes y Familiares (muy escasas) y sobre todo otorgar al Departamento de Salud Mental
del MINSAL recursos profesionales y presupuestarios adecuados, incluida evaluación de sus acciones.

Dr. Pedro Retamal C.

Departamento Psiquiatría Campus Oriente.

Facultad de Medicina Universidad de Chile

http://www.psiquiatria.cl/?act=articulos.ver&id=76

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