Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Intentaré explicarles algo que es muy difícil de explicar... Lo han oído antes y
puede que crean que lo han comprendido, pero no es así. No saben quiénes
son, pero creen saberlo.
La situación se asemeja un poco a ésta: han hecho un viaje largo y con mucha
prisa conduciendo su automóvil durante muchas horas. Han conducido y
conducido sin bajarse del auto. Ya cuando llegan a su destino 24 horas
después, se han identificado a tal grado con el automóvil que cuando se les
desinfla una rueda creen que algo malo les pasa a ustedes. Si el motor se
descompone, crees que algo te pasa a ti. Si llevan a tu automóvil a la
desarmaduría, crees estar muerto. No eres tu cuerpo. No eres tu mente ni eres
tus emociones.
Tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tus instintos, tus reflejos, tus reacciones,
todo ello pertenece a la máquina dentro de la cual vives. La máquina nació con
muchos instintos, con muchos reflejos automáticos, y muchos más le han sido
agregados mediante el condicionamiento. No eres esa máquina.
Cada una de las cosas de las que les estoy hablando están a su alcance: cada
una de ellas. En el pasado, esto implicaba muchísimo trabajo, y en eso
consistía el juego. El juego consistía en luchar y esforzarse en estos niveles de
dualidad de forma de tener experiencias. Esta es una palabra clave en esta
dimensión: experiencia. Es casi exclusiva de esta dimensión a la que llamamos
Planeta Tierra. Experiencia. No viniste aquí a estar seguro y a salvo. Viniste
aquí a experimentar. Y no importa qué es lo que experimentes. Viniste aquí a
estar abierto a todas las posibilidades. Viniste aquí a experimentar lo que
llamas "errores". Viniste aquí a experimentar tu inconsciencia.
Es muy frecuente que una persona se identifique con su rol. Un policía cree ser
un policía. Olvida que está cumpliendo el papel de policía. Estás cumpliendo el
papel o jugando el rol de ser humano, y has olvidado que no eres un ser
humano. Es un rol, es algo que has creado con un propósito determinado. Es
doloroso ser un policía, es doloroso ser un ser humano si estás identificado con
el rol. Crees que has nacido, crees que te estás muriendo. Crees que te están
insultando, crees que te están engañando. Cuando te das cuenta de esto, eres
libre. A tu cuerpo le seguirá siendo posible sentir dolor. Tus emociones aún
podrán sentir agrado o desagrado. Tu mente seguirá siendo una mente. Pero
tú no estarás identificado. No como una idea, no como algo que has leído u
oído. Pero serás libre.
Uno de los caminos hacia esa libertad es ser absolutamente honesto contigo
mismo y con los demás. Si no sabes, no sabes. Si no estás seguro, no estás
seguro. Si estás sintiendo algo y no sabes si comunicarlo o no, comunícalo. Si
hay algo que desees y no estás seguro de si deberías o no intentar obtenerlo,
intenta obtenerlo. Si hay algo que te hace sentir incómodo, colócate una y otra
vez en esa situación hasta que ya no te sientas incómodo. Si hay algo que no
has hecho y sientes que necesitas hacerlo, hazlo. Y házlo, y házlo hasta que
deje de inquietarte. No es imposible; ni siquiera es difícil, a menos que lo
examines desde tu vieja perspectiva, el punto de vista que siempre has
asumido en el pasado. Si dejas ir todo, si dejas ir tus preferencias, ya eres
libre. Estarás listo y preparado para cualquier cosa que surja. Si deseas
quedarte con ese hombre o esa mujer o ese empleo o esa casa o ese gato o
ese niño, estarás atascado, y esto te producirá dolor. Deja que todo se vaya, y
lo que deba quedarse se quedará. Lo que dejó de ser útil se irá. ¿Y cómo sabes
esto? No lo sabes. Es un riesgo, es un juego de azar.