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EL MILAGRO DEL AMOR

Distinguidos c-b-lleros y d-m-s, est- noche me dirijo - todos ustedes con el propósito de h-bl-r, en form- enf:tic-,
sobre eso que se ll-m- “Amor”. Hemos escogido t-l tem- por tr-t-rse del dí- de SAN VALENTÍN, el P-trón del Amor.
Indubit-blemente, V-lentín, fue un Gr-n M-estro de l- Gnosis; formó un- Escuel- denomin-d- l- de los “V-lentini-nos”;
fue gente que se dedicó -l estudio del ESOTERISMO CRÍSTICO en todos sus -spectos; por eso es que hoy nos dirigimos -
ustedes, en form- precis-, p-r- h-bl-rles sobre el “MILAGRO DEL AMOR”...
En nombre de l- verd-d, he de decir, que el Amor comienz- con un destello de simp-tí-, se subst-nci-liz- con l- fuerz-
del c-riño y se sintetiz- en -dor-ción...
¡Am-r, cu:n gr-nde es -m-r; sol-mente l-s gr-ndes Alm-s pueden y s-ben -m-r!... P-r- que h-y- Amor, se necesit- que
h-y- -finid-d de pens-mientos, -finid-d de sentimientos, preocup-ciones ment-les idéntic-s.
El beso viene - ser l- cons-gr-ción místic- de dos Alm-s, :vid-s de expres-r en form- sensible lo que interiormente
viven; el -cto sexu-l viene - ser l- consubst-nci-liz-ción del Amor, en el re-lismo psicofisiológico de nuestr- n-tur-lez-.
Un MATRIMONIO PERFECTO es l- unión de dos seres: Uno que -m- m:s, y otro que -m- mejor; el Amor es l- mejor
Religión -sequible.
Hermes Trismegisto, el tres veces gr-nde Dios Ibis de Thot, dijo: “Te doy Amor, en el cu-l est: contenido todo el Súmmum
de l- S-bidurí-”...
¡Cu:n noble es el ser -m-do, cu:n noble es l- mujer, cu-ndo en re-lid-d de verd-d est:n unidos por un vínculo de Amor!
Un- p-rej- de en-mor-dos se torn- místic-, c-rit-tiv-, servici-l; si todos los seres hum-nos viviesen en-mor-dos,
rein-rí- sobre l- f-z de l- Tierr- l- Felicid-d, l- P-z, l- Armoní-, l- Perfección.
Ciert-mente, un p-ñuelito, un- fotogr-fí-, un retr-to, provoc- en el en-mor-do, est-dos de Éxt-sis inef-ble; en t-les
momentos se siente comulg-r con su -m-d-, -unque se encuentre dem-si-do dist-nte (¡-sí es eso que se ll-m- “Amor”!)
En Est-dos Unidos y t-mbién en Europ-, existe un- Orden denomin-d- l- “ORDEN DEL CISNE”; los -fili-dos - es- Orden
estudi-n y -n-liz-n, en form- profund-, todos los procesos científicos rel-cion-dos con el Amor...
Cu-ndo l- p-rej- est: en re-lid-d de verd-d en-mor-d-, se producen dentro del org-nismo tr-nsform-ciones
m-r-villos-s. El Amor es un- efusión o un- EMANACIÓN ENERGÉTICA que brot- de lo m:s hondo de l- CONCIENCIA; es-s
r-di-ciones del Amor estimul-n - l-s gl:ndul-s endocrin-s de todo el org-nismo, y ell-s producen millon-d-s de
hormon-s que inv-den los c-n-les s-nguíneos, llen:ndolos de extr-ordin-ri- vit-lid-d...
“HORMONA” viene de un- p-l-br- grieg- que signific-: “ANSIA DE SER”, “FUERZA DE SER”. ¡Muy pequeñ- es un-
hormon-, pero cu:n gr-ndes poderes tiene p-r- revit-liz-r el org-nismo hum-no! En re-lid-d de verd-d, uno se -sombr-
-l ver - un -nci-no decrépito cu-ndo se en-mor-: Entonces sus gl:ndul-s endocrin-s producen hormon-s suficientes
como p-r- revit-liz-rlo y rejuvenecerlo tot-lmente...
¡Am-r, cu:n gr-nde es -m-r; sol-mente l-s gr-ndes Alm-s pueden y s-ben -m-r!.. El Amor, en sí mismo, es un- FUERZA
CÓSMICA, un- Fuerz- UNIVERSAL que p-lpit- en c-d- :tomo, como p-lpit- en c-d- Sol.
Y l-s ESTRELLAS t-mbién SABEN AMAR. Observémosl-s en l-s noches delicios-s de plenilunio: Ell-s se -cerc-n entre sí,
y - veces se fusion-n o integr-n tot-lmente... “¡Un- colisión de mundos!”, excl-m-n los -strónomos; m:s en re-lid-d de
verd-d lo que h- sucedido es que dos mundos se h-n integr-do por los l-zos del Amor.
Los pl-net-s de nuestro Sistem- Sol-r gir-n -lrededor del Sol, -tr-ídos, inces-ntemente, por es- Fuerz- m-r-villos- del
Amor. Los :tomos, dentro de l- molécul-, t-mbién gir-n -lrededor de su centro nucle-r -tr-ídos por es- Fuerz-
formid-ble del Amor.
Observemos el centelleo de los mundos, en el firm-mento estrell-do: Comulg- t-l centelleo luminoso, l-s Ond-s de l- Luz,
l-s R-di-ciones, con el suspiro de l- flor... H-y Amor entre l- estrell- y l- ros- que l-nz- -l -ire su perfume delicioso; el
Amor, en sí, es profund-mente DIVINO, terrible-mente Divino...
En los tiempos -ntiguos, siempre SE RINDIÓ CULTO AL AMOR, A LA MUJER; no h-y dud- de que “l- mujer es el
pens-miento m:s bello del Cre-dor, hecho c-rne, s-ngre y vid-”...
Re-lmente, l- mujer h- n-cido p-r- un- s-gr-d- misión, cu-l es l- de tr-er hijos - este mundo, l- de multiplic-r l-
especie. L- MATERNIDAD en sí es gr-ndios-; en el México -ntiguo hubo siempre un- Divinid-d cons-gr-d-,
precis-mente, - -quell-s mujeres que morí-n dur-nte el p-rto; se decí- que “ell-s continu-b-n, en l- Región de los
Muertos, con sus cri-tur-s en br-zos”; se -firm-b-, en form- enf:tic-, que “después de cierto tiempo ingres-b-n -l
TLALOCAN, el P-r-íso de Tl:loc”.
Re-lmente, siempre en el México Aztec- se le rindió culto - l- mujer, -l Amor, - l- m-ternid-d; por eso existieron mujeres
que mueren de p-rto, y consider-d-s entre l-s gentes de An:hu-c como un- verd-der- m:rtir que entregó su vid- en
nombre de l- Gr-n C-us-...
Am-r es -lgo inef-ble, divino; -m-r es un fenómeno cósmico extr-ordin-rio; en el Rincón del Amor sol-mente rein- l-
dich-... Cu-ndo un- p-rej- est: unid- dur-nte l- CÓPULA SEXUAL, con l-zos de verd-dero Amor, l-s FUERZAS m:s
DIVINAS de l- N-tur-lez- LE RODEAN (es-s Fuerz-s cre-ron el Cosmos, es-s Fuerz-s h-n venido nuev-mente, - volver -
cre-r); en ese momento, el hombre y l- mujer son verd-deros Dioses, en el sentido m:s completo de l- p-l-br-, pueden
cre-r como Dioses (he -hí lo gr-ndioso que es el Amor).
Son extr-ordin-ri-s l-s Fuerz-s Cósmic-s que rode-n - l- p-rej- dur-nte el -cto sexu-l, en l- c:m-r- nupci-l; si el ser
hum-no supier- RETENER ESAS FUERZAS extr-ordin-ri-s si no l-s m-lg-st-r- en el holoc-usto del pl-cer -nim-l que -
n-d- conduce, si en verd-d respet-r- gr-ndemente l- Fuerz- M-r-villos-

del Amor.

El HOMBRE es el impulso inici-l de tod- Cre-ción; l- MUJER es el poder receptivo form-l de cu-lquier Cre-ción.
El hombre es como el hur-c:n; l- mujer es como el nido delicioso de l-s p-lom-s en los Templos, o en l-s Torres
S-gr-d-s.
El hombre, en sí mismo, tiene l- c-p-cid-d p-r- luch-r; l- mujer, en sí mism-, tiene l- c-p-cid-d p-r- s-crific-rse.
El hombre, en sí mismo, tiene l- inteligenci- que se necesit- p-r- vivir; l- mujer tiene l- ternur- que el hombre necesit-
cu-ndo regres- di-ri-mente de su tr-b-jo.
Así que, -mbos, hombre y mujer, son l-s DOS COLUMNAS DEL TEMPLO; es-s dos Column-s no deben est-r dem-si-do
lejos ni dem-si-do cerc-: debe h-ber un esp-cio como p-r- que l- Luz p-se por medio de ell-s...
EL ACTO SEXUAL ES UN SACRAMENTO; -sí lo comprendieron los pueblos -ntiguos... Hubo Templos dedic-dos -l Amor;
recordemos nosotros -l Templo de Venus, en l- Rom- -ugust- de los Cés-res; recordemos nosotros -l Templo de l- Lun-
en l- -ntigu- C-lde-, recordemos, digo, - los Templos S-gr-dos de l- Indi-, donde se rendí- culto - eso que se ll-m-
“Amor”...
En l- LEMURIA, viejo continente ubic-do otror- en el océ-no P-cífico, se rendí- culto -l Amor (hubo en re-lid-d de
verd-d, en el Continente “Mu”, dos procesos sexu-les o dos form-s de reproducción.)
Primero, - medi-dos de l- Lemuri-, l-s r-z-s hum-n-s er-n conducid-s por los KUMARATS h-ci- ciertos Templos donde
se recibí- el S-cr-mento S-gr-do del Sexo; entonces el sexo er- un S-cr-mento, n-die se -treví- - re-liz-r l- cópul-
fuer- del Templo...
Sólo en determin-d-s époc-s, digo, l- r-z- hum-n- er- conducid- por los Kum-r-ts h-ci- los S-ntu-rios S-gr-dos; se
re-liz-b-n l-rgos vi-jes, en determin-d-s époc-s de l- Lun-, todo con el propósito de reproducir l- especie.
Tod-ví-, como recuerdo de -quello, como un- reminiscenci-, h-n qued-do los vi-jes de l- “LUNA DE MIEL” (tienen ese
origen, y es b-st-nte -ntiquísimo).
“En los p-tios empedr-dos de los Templos S-gr-dos, del Continente Lemur, b-jo l- dirección de los S-bios Kum-r-ts,
hombres y mujeres se uní-n p-r- cre-r y volver nuev-mente - cre-r”. Entonces el -cto sexu-l er- s-cr-tísimo, no existí-
l- morbosid-d como en nuestros dí-s; l- gente no h-bí- entr-do en el proceso involutivo, descendente, de l-
degener-ción sexu-l. El sexo er- mir-do con profundo respeto, l- mujer er- s-gr-d-, n-die se hubier- -trevido siquier- -
prof-n-r con l- mir-d- - l- mujer, porque como y- dije, “ell- es el pens-miento m:s bello del cre-dor, hecho c-rne,
s-ngre y vid-”...
Dicen viejos perg-minos (p-piros s-gr-dos que tod-ví- existen en -lgunos lug-res de l- Tierr-), lo siguiente: “Que
entonces en l- Lemuri- l- gente se reproducí- con el poder de KRIYASHAKTY”, es decir, con el poder de l- Volunt-d y del
Yog- (quienes h-y-n conocido -lgun- vez l- Cienci- de los T-ntr-s, s-br:n -quello - lo cu-l me estoy refiriendo).
“En el momento supremo de l- CÓPULA METAFISICA, cuent-n, dicen, los viejos textos de l- S-bidurí- Antigu-, hombres y
mujeres se retir-b-n de l- Cópul- Químic-, SIN EYACULAR, dicen, EL ENS-SEMINIS”, es decir, l- Entid-d del Semen. Se
consider-b- que el Esperm- er- s-gr-do; n-die se hubier- -trevido entonces - prof-n-r el sexo; esto es lo que hoy en
dí-, podrí-n ll-m-r los doctores “COITUS INTERRUPTUS”.
P-recer: ex-ger-do, pero me limito únic-mente - coment-r lo que dicen l-s Tr-diciones -ntigu-s, lo que est: escrito en
-lgunos p-piros y en muchos libros que -ctu-lmente existen en el Tíbet Orient-l.
Al lleg-r - est- p-rte, nos debemos -cord-r de SIGMUND FREUD en su Psico-n:lisis, él dice que “es posible
TRANSMUTAR LA LIBIDO SEXUAL y SUBLIMARLA”... El Profesor Sigmund Freud, vienés, hijo de Austri-, fue en re-lid-d de
verd-d un- eminenci-, produjo un- verd-der- innov-ción dentro del terreno mismo de l- Medicin-. Muchísimos doctores
lo h-n coment-do, much-s Escuel-s lo h-n -cept-do, otr-s lo h-n rech-z-do; en todo c-so, h- sido muy discutido...
Cuent-n que en Berlín, Alem-ni-, -ntes de l- Segund- Guerr- Mundi-l, el Führer, Hitler, hizo quem-r entre t-ntos libros
t-mbién l-s obr-s de Sigmund Freud...
Me limito, pues, - los hechos, coment-r lo que t-nto se h- coment-do en -lgunos textos. En todo c-so, los Lemures
tr-b-j-b-n, dijér-mos, con el sistem- de Freud: sublim-b-n l- Libido Sexu-l, incuestion-blemente tuvieron gr-ndes
Poderes Cósmicos...
Todos, en l- vid-, hemos presentido -lgun- vez l- existenci- del SUPERHOMBRE, t-l como lo cit- Federico NIETZSCHE en
su obr- titul-d- “Z-r-tustr-”. Pens-mos, nosotros los gnósticos, que el Superhombre re-lmente existió en el Continente
Mu (no me refiero - un individuo en p-rticul-r; me refiero - todos los h-bit-ntes de l- Lemuri-).
Se nos h- dicho que “entonces no existí- el dolor en el p-rto; l-s mujeres -lumbr-b-n sus hijos sin dolor”; esto lo dice no
sol-mente el “Génesis”, sino t-mbién muchos libros religiosos -ntiguos.
Nos limit-mos, repito, nosotros, - coment-r est-s cuestiones, respet-ndo, como es n-tur-l, el concepto de ustedes. En
re-lid-d de verd-d, nosotros d-mos l- Enseñ-nz- y dej-mos plen- libert-d -l -uditorio p-r- que con su mente, -cepte o
rech-ce, o interprete es- Doctrin- como bien quier-.
En estos precisos inst-ntes, únic-mente h-go memori- de los Lemures y de lo que se -firm- en rel-ción con el sexo:
“Viví-n de 10 - 15 siglos, er-n hombres -ltos de est-tur-, tení-n h-st- cu-tro metros de est-tur-; l-s mujeres, un poquito
m:s medi-n-s de cuerpo, pero t-mbién gig-ntes como ellos”...
“H-bl-b-n en un idiom- que se perdió”; quiero referirme, en form- enf:tic-, -l IDIOMA UNIVERSAL, es un idiom-
extr-ordin-rio, “PRESEN”, como se dirí- en t-l idiom-, es decir, superior. Obvi-mente, t-l idiom- tiene su GRAMÁTICA
CÓSMICA; conozco ese idiom-, y se conserv- por tr-dición en -lgunos lug-res secretos y sitios reserv-dos...
Si en -quellos tiempos se tení- que decir “buenos dí-s”, no lo dirí-mos como hoy en el lengu-je Esp-ñol o en el Inglés:
“Good Morning” o simplemente “Morning” o en el fr-ncés “Bonjour”, “Bonjour Monsieur” etc., sino que se decí-,
su-vemente, “HAYBU”, y el otro contest-b-, poniendo sus m-nos sobre el cor-zón: “HAYBU” que es lo mismo (es un
idiom- que tiene su gr-m:tic- y sus c-r-cteres gr:ficos).
Ustedes h-br:n observ-do, por ejemplo, que los Chinos tienen sus c-r-cteres, y es b-st-nte difícil -prender uno - h-cer
los c-r-cteres Chinos. Los Griegos tienen t-mbién sus c-r-cteres, el S:nscrito los suyos. Pues bien, en el Idiom-
Univers-l los CARACTERES son RÚNICOS, y los conserv-b-n h-st- h-ce poco tiempo los Vikingos del Norte.
Pues bien, en todo c-so, quien sep- leer esos c-r-cteres, quien los entiend-, indubit-blemente poseer: gr-n erudición y
est-r: c-p-cit-do como p-r- entender ciertos textos que h-cen -lusión - l- Lemuri-.
H-ce poco me reg-l-ron - mí, o me m-nd-ron del Tíbet, precis-mente, un texto S:nscrito-Tibet-no, lo tengo en mi poder.
Incuestion-blemente, no he visto - n-die que lo entiend- (est: escrito con c-r-cteres S:nscritos).
Así que, en -quell- époc- de l- Lemuri-, dicen esos viejos libros, escritos con c-r-cteres -ntiguos, que “l- Hum-nid-d no
pens-b- como nosotros, -hor-”; que “viví-n de 10 - 15 siglos, h-bl-b-n en el Lengu-je Univers-l que, como he dicho, se
perdió”; - tr-vés del tiempo se fueron corrompiendo l-s distint-s p-l-br-s de ese lengu-je, y de t-l corrupción n-cieron
todos los idiom-s que hoy form-n y existen sobre l- f-z de l- Tierr-.
Sin emb-rgo, puedo decirles - ustedes que -quél lengu-je se -semej- mucho con sus sonidos -l CHINO; p-rece que l-
fonétic- del Lengu-je Univers-l y del Chino son simil-res; he estudi-do -mb-s fonétic-s y me p-recen pr:ctic-mente
igu-les.
Los chinos, h-br:n visto ustedes que entre ellos pl-tic-n con un cierto c-nto, no es el lengu-je seco como nosotros lo
us-mos, tiene su melodí-. Así es el Lengu-je Univers-l, tiene en re-lid-d de verd-d su melodí-.
Sin emb-rgo, h-y un- diferenci- not-ble, muy not-ble entre el Chino y el Lengu-je Univers-l; me refiero en form- pr:ctic-
- los PODERES PSÍQUICOS contenidos en el idiom-; el Lengu-je Lemur o Univers-l, -ctú- direct-mente sobre el fuego, el
-ire, l-s -gu-s y l- tierr-...
Viejísim-s tr-diciones, -ntiquísim-s, dicen que “los Lemures tení-n poder sobre los Elementos de l- N-tur-lez-”; eso es lo
que podrí-mos nosotros denomin-r “el Superhombre” cit-do por un Federico Nietzsche, en su “Z-r-tustr-”...
Entiendo que esos Poderes se debí-n, especi-lmente, - que los Lemures no elimin-b-n o extr-í-n de su org-nismo el
Esperm- S-gr-do, es decir, el EXIOHEHAI; únic-mente lo tr-nsmut-b-n o sublim-b-n t-l como lo enseñ- BROWN-
SEQUARD, gr-n científico norte-meric-no, con sus experimentos, o KRUMM HELLER, médico profesor de l- Universid-d
de Medicin- y t-mbién médico-coronel de nuestr- p-tri- Mexic-n-...
No h-y dud- que ellos conocieron ese sistem- de l- Lemuri- y lo preconiz-ron en sus libros. B-st-rí- leernos nosotros,
por ejemplo, los estudios de un Brown-Sequ-rd o de un Krumm Heller p-r- poder corrobor-r est- cl-se de -firm-ciones
científic-s.
Obvi-mente, cu-ndo el ENS-SEMINIS no es ey-cul-do, SE TRANSFORMA EN ENERGÍA, y ést- viene - revit-liz-r el
org-nismo hum-no. Entiendo que t-l tipo de Energí- es muy fin-, que l-s Ond-s Energétic-s del sexo ponen en -ctivid-d
los Poderes ingentes que se h-ll-n l-tentes en l-s gl:ndul-s pine-l, pituit-ri-, tiroides, p-r-tiroides, etc., etc., etc.
No tr-to con esto de sent-r dogm-s ni n-d- por el estilo; únic-mente me refiero - d-tos que hemos estudi-do, y que hoy
coment-mos con ustedes, puesto que est-mos en un- S-l- Cultur-l, intelectu-l. Entiendo que -quí h-y person-s muy
cult-s que pueden, perfect-mente, -cept-r o rech-z-r est-s -firm-ciones; yo únic-mente me limito - coment-rl-s...
Vivir 10 ó 15 siglos, serí- inconcebible p-r- nosotros hoy en dí-; sin emb-rgo, l- Bibli- -firm- que MATUSALÉN vivió 900
-ños, y esto nos dej- pens-r un poco... En todo c-so, entiendo que el Sistem- Lemúrico dio buenos result-dos, pues est-s
gentes viví-n l-rg-s vid-s, -dem:s poseí-n F-cult-des extr-ordin-ri-s.
“Los Lemures no veí-n el Mundo Físico como nosotros lo vemos; p-r- ellos el -ire er- de distintos colores, l-s mont-ñ-s
tr-nsp-rentes, y -quéllos Dioses de los cu-les h-bl-b-n t-nto, obvi-mente er-n perceptibles (p-r- sus Sentidos de
Percepción Intern-), es decir, goz-b-n de l- EXTRAPERCEPCIÓN científic-”.
Y- se h- h-bl-do mucho en nuestros dí-s sobre Extr-percepción. Indubit-blemente, l-s gentes de Psiquis Tridimension-l
no -cept-rí-n j-m:s l-s Extr-percepciones; m-s recordemos t-mbién que en tiempos de G-lileo, nunc- se -ceptó que l-
Tierr- fuer- redond- y que se movier-.
Cu-ndo G-lileo lo -firmó, lo ib-n - quem-r vivo, se le siguió juicio en l- Inquisición, y poniéndosele del-nte de l- Bibli-, le
dijeron:
– Si usted no jur- y se retr-ct- de lo que dijo, ser: quem-do vivo en l- hoguer-... Luego vino l- pregunt-:
– ¿Jur- usted que l- Tierr- no es redond- y que no se mueve? Respondió:
– ¡Lo juro, eppur si muove, si muove!, es decir, “pero se mueve, se mueve”... Por h-ber dicho esto, por h-ber hecho el
jur-mento en es- form-, no lo quem-ron vivo, no; hubo un poquito de comp-sión p-r- él; se limit-ron - meterlo en un-
c:rcel y eso fue todo... Así que, en re-lid-d de verd-d, el Universo nos ofrece siempre cos-s insólit-s, cos-s que -l
principio uno rech-z- porque le p-recen -bsurd-s, pero m:s t-rde tiene que -cept-rl-s...
Brown-Sequ-rd demostró que much-s ENFERMEDADES NERVIOSAS Y DEL CEREBRO PODRÍAN DESAPARECER SI SE
EVITARA, dur-nte l- Cópul- Químic-, precis-mente eso que se ll-m- “ORGASMO” en fisiologí-, o “esp-smo”.
N-tur-lmente, Brown-Sequ-rd fue muy critic-do, se le consideró “inmor-l”, etc., pero no h-y dud- de que se -cercó - un
GRAN SECRETO, -l Secreto Lemúrico...
“Los Lemures, debido precis-mente - su form- religios- y - su Cópul- Químic- especi-l, goz-ron de FACULTADES que los
seres hum-nos de est- époc- desconocen. Los Lemures podí-n ver perfect-mente l-s Dimensiones Superiores de l-
N-tur-lez- y del Cosmos”... Hoy en dí- los seres hum-nos no ven l- Tierr- t-l cu-l es, sino como -p-rentemente es.
Nuestro pl-net- Tierr- es multidimension-l; esto est: demostr-do m-tem:tic-mente, pero en re-lid-d de verd-d l-
m-yorí- de l-s gentes no lo -cept-n. Y es que c-d- cu-l es libre de pens-r; des-fortun-d-mente, los intelectu-les de
est- époc- est:n embotell-dos en el DOGMA TRIDIMENSIONAL DE EUCLIDES. Ese dogm- siempre h- sido muy discutido;
es cl-ro que y- v- p-s-ndo de mod-.
Hombres muy S-bios h-n escrito obr-s extr-ordin-ri-s de m-tem:tic-s que se rel-cion-n en un- u en otr- form- con l-
Cu-rt- Coorden-d-; - esos hombres se les respet-, n-die se -treve - discutirlos, pero tod-ví- h-y gentes que se
muestr-n escéptic-s. Sin emb-rgo, l- obr- -quéll-, “ONTOLOGÍA DE LAS MATEMÁTICAS”, bien v-ldrí- que los
intelectu-les l- conocier-n - fondo, profund-mente...
“Los Lemures, pues, cu-ndo lev-nt-b-n sus ojos - l-s estrell-s, podí-n comunic-rse con h-bit-ntes de otros mundos”;
p-r- ellos, er- un- re-lid-d l- vid- en otros pl-net-s del Sistem- Sol-r; “l- plur-lid-d de los mundos h-bit-dos”,
preconiz-d- por C-milo Fl-mm-rión, er- un hecho p-r- l- R-z- Lemúric-...
“En l- Lemuri-, -ntes de l- Cópul- Químic-, en pleno Templo, hombre y mujer p-s-b-n por brill-ntes Ceremoni-s
Místic-s; se rendí- culto - lo Divin-l, -l Gr-n Al-y- del Universo”, - eso que los Chinos ll-m-ron el “T-o”, - eso que los
gnósticos denomin-mos el “INRI”, - eso que es lo que es, lo que siempre h- sido y lo que siempre ser:... Obvi-mente,
ellos “comprendí-n que no puede existir n-d- en l- Cre-ción sin un Principio Directriz Inteligente, y por ello, ANTES DE LA
CÓPULA QUÍMICA ADORABAN A LO ETERNAL”...
“Con el tiempo l- R-z- Lemúric- fue degener-ndo, poco - poco... Existí-n ciud-des enormes, ciud-des cíclopes; l-s
mur-ll-s de -quéll-s ciud-des fueron lev-nt-d-s con l-v- de volc-nes, etc.; en t-les ciud-des hubo un- civiliz-ción
extr-ordin-ri-, hubieron n-ves propuls-d-s por energí- -tómic-, n-ves que lleg-ron - l- Lun-, n-ves que lleg-ron - c-d-
uno de los pl-net-s del Sistem- Sol-r”.
Nuestr- civiliz-ción modern-, con los f-mosos cohetes que “Tirios” y “Troy-nos” h-cen descender sobre l- Lun-, no es
en re-lid-d l- primer- de l-s civiliz-ciones, ni ser: l- últim-; en verd-d que se necesit- comprender que en el mundo h-n
existido divers-s civiliz-ciones, y que l- nuestr- no es l- únic-...
Los Lemures tuvieron un- gr-n civiliz-ción, repito; “no temí-n - l- muerte, s-bí-n muy bien o conocí-n muy bien y en
form- direct-, el dí- y hor- de su muerte; cu-ndo ese dí- lleg-b-, se -cost-b-n en su sepulcro (sepulcro que ellos
mismos h-cí-n con sus propi-s m-nos), y muy sonrientes p-s-b-n - l- Eternid-d. Los V-lores Psíquicos no des-p-recí-n
de l- vist- de los dolientes, obvi-mente, no h-bí- entonces dolor”...
Así lo h-n coment-do viejos textos -ntiguos, y yo - mi vez me permito pl-tic-r con ustedes sobre est-s cos-s, porque veo
que ustedes h-n -cudido -quí en form- comprensiv-. Es cl-ro que no todos los que me escuch-n est-r:n de -cuerdo con
lo que est-mos -firm-ndo; serí- -bsurdo si yo supusiese, por un momento, que tod-s l-s person-s que en este Auditorio
est:n, -cept-n o -cept-rí-n est-s -firm-ciones.
Empero, los que en re-lid-d de verd-d SABEN ESCUCHAR, comprenden muy bien que todo es posible en el Universo. El
mundo de l-s posibilid-des es siempre infinito, y si -lguien coment- sobre textos -ntiguos, v-le l- pen- escuch-rlo; es
obvio...
Digo que los Lemures, después, INVOLUCIONARON en el tiempo; entonces, sus F-cult-des de percepción se fueron
-trofi-ndo, l-ment-blemente. Cuent-n much-s tr-diciones que “después de -lgún tiempo, los Lemures comenz-ron -
copul-r fuer- de los Templos; que se revel-ron contr- l- dirección de los Kum-r-ts; que tom-ron el -cto sexu-l por su
cuent- y que ey-cul-ron el Ens-Seminis”...
Así lo dicen -lgunos tr-t-dist-s. Como secuenci- o corol-rio, perdieron sus F-cult-des Tr-scendent-les. “Cu-ndo l- R-z-
Lemúric- (en todos los rincones de -quél gig-ntesco Continente que otror- cubrier- el océ-no P-cífico) se entr-b- dentro
de los Templos, los S-cerdotes o Hierof-ntes expuls-b-n - los devotos diciéndoles: «¡Fuer- indignos!»”
Fue entonces cu-ndo en re-lid-d de verd-d el hombre SALIÓ DEL “PARAISO TERRENAL” con su mujer, por h-ber
“comido” de ese “fruto prohibido”, que le estuvier- ved-do en otros tiempos...
En verd-d digo lo siguiente: ADAN son todos los hombres de l- époc- -ntigu-; EVA, tod-s l-s mujeres. Y cu-ndo se
“comió” de “l- frut- prohibid-”, hombres y mujeres fueron ech-dos de los Templos de Misterio, sus f-cult-des se
-trofi-ron, y hubo entonces el hombre que tr-b-j-r dur-mente p-r- sostener - su mujer y - los hijos, y l- mujer tuvo que
tr-er -l mundo - sus hijos con dolor.
Esto que estoy diciendo est: muy document-do entre los N-hu-s, entre los M-y-s y en muchos pueblos del Asi-; siempre
se h- h-bl-do sobre lo mismo. He visto códices donde -p-recen est-s figur-s; donde lo que estoy diciendo, -p-rece
represent-do en figur-s. He investig-do cuid-dos-mente t-les códices; -sí pues, lo que estoy h-bl-ndo tiene
document-ción. Repito: No obligo - n-die - que lo cre-, pero sí v-ldrí- l- pen- que los estudiosos investig-r-n un poco,
entre M-y-s, Toltec-s, Z-potec-s, etc. Que involucionó el ser hum-no, sí, eso est: mencion-do o cit-do en los libros
-ntiguos.
Así que en el Amor h-y un secreto, y éste me p-rece que h- sido muy bien estipul-do por Sigmund Freud (“SUBLIMACIÓN,
dijo, de l- Energí- Cre-dor-, mir-r el sexo con profundo respeto”). Obvi-mente, el hombre y l- mujer dijér-mos son como
dos p-rtes de un mismo Ser; el hombre s-lió del Edem -comp-ñ-do de su espos-, y debe regres-r -l Edem con su mism-
espos-. Con otr-s p-l-br-s dirí-mos: “El hombre s-lió del Edem por l-s puert-s del sexo, y sol-mente por es- puert-
puede retorn-r -l Edem” (el Edem es el mismo sexo).
¡Qué ingentes Poderes se despert-rí-n si l- hum-nid-d -cept-r- el Sistem- de Brown-Sequ-rd o de l- “Socied-d
Oneid-”, o del Doctor Krumm Heller, sistem-s fund-ment-dos en l-s viej-s tr-diciones de l- Lemuri-! Esto es -lgo que los
médicos, los hombres de cienci- podrí-n investig-r; yo me limito, sencill-mente, - pens-r, que de l- TRANSMUTACIÓN Y
SUBLIMACIÓN DE LA ENERGÍA CREADORA, deviene un- tr-nsform-ción Psicológic--Fisiológic--Biológic- r-dic-l.
El Superhombre de Nietzsche podrí- logr-rse medi-nte l- tr-nsmut-ción de l- Libido Sexu-l; empero, lo princip-l es
SABER AMAR; sin Amor no es posible re-liz-r todos estos prodigios.
Observen ustedes que junto - los gr-ndes hombres, -p-recen siempre l-s gr-ndes mujeres: Junto -l Buddh- G-ut-m-
S-ky-muni, est: YASODHARA, su bell- espos--discípul-; junto -l Divino R-bí de G-lile-, -p-rece MARÍA MAGDALENA...
Obvi-mente, no serí- posible p-r- los gr-ndes hombres re-liz-r gig-ntesc-s l-bores como -quéll-s que h-n permitido
c-mbi-r el curso de l- Histori-, si no estuviesen -comp-ñ-dos - su vez por -lgun- gr-n mujer.
El hombre y l- mujer, en re-lid-d de verd-d, repito, son los dos -spectos de un mismo Ser; eso es cl-ro. El Amor, en sí
mismo, deviene de lo ignoto de nuestro Ser; quiero decir en form- enf:tic-, que dentro de nosotros mismos, -ll: en l-s
profundid-des m:s íntim-s, poseemos nuestro Ser. Éste reviste c-r-cterístic-s tr-scendent-les de Eternid-d, éste es lo
Divin-l en nosotros...
El Amor, digo, es l- fuerz- que em-n- precis-mente de ese PROTOTIPO DIVINAL, existente en lo hondo de nuestr-
Concienci-; es un tipo de Energí- especi-l c-p-z de re-liz-r verd-deros prodigios...
V-lentín y los V-lentini-nos, tuvieron su Escuel-; fue un- Escuel- Gnóstic- donde se estudi-ron los MISTERIOS DEL SEXO,
donde se -n-liz-ron cuid-dos-mente.
V-lentín y los V-lentini-nos conocieron, en re-lid-d de verd-d, el Secreto Lemúrico: Sublim-ron l- Energí- Cre-dor- y
logr-ron el des-rrollo de ciert-s posibilid-des psíquic-s que se h-ll-n l-tentes en l- R-z-; se nos h- dicho que V-lentín
fue un Gr-n Ilumin-do, un Gr-n M-estro en el sentido m:s completo de l- p-l-br-...
El Amor, en sí mismo, es -lgo Divino. Miremos nosotros -l Cisne; el Cisne KALA-HAMSA es el símbolo del Amor. Él vuel-
sobre l-s -gu-s del L-go de l- Vid-; un p-r de cisnes, en -lgún l-go, ¡cu:n bello es! Cu-ndo uno de l- p-rej- muere, el
otro sucumbe de tristez-; y es que el Amor se -liment- con Amor. Pero, h-y que s-ber -m-r; desgr-ci-d-mente, el ser
hum-no no s-be -m-r.
Much-s veces, el hombre tr-t- muy m-l - l- mujer en su primer- noche de bod-s; no quiere comprender que LA
VIRGINIDAD ES SAGRADA, y que h-y que s-berl- respet-r; podrí- decirse que viol- - su mism- mujer. No quiere entender
que h-y que s-ber tr-t-r - l- mujer con S-bidurí-, que h-y que s-ber llev-rl- por el C-mino del Amor...
En l- vid- cotidi-n-, riñen much-s veces hombre y mujer, riñen por cuestiones insignific-ntes, riñen... El hombre dice un-
cos-, l- mujer otr-. A veces, sucede que un- p-l-brit- es suficiente p-r- que uno de l- p-rej- re-ccione, no s-ben
control-rse - sí mismos, no quieren entender que EL HOGAR ES EL MEJOR GIMNASIO PSICOLÓGICO.
Precis-mente, en l- vid- del hog-r podemos AUTODESCUBRIRNOS; es en el hog-r donde venimos - descubrir nuestros
defectos de tipo psicológico. ¿Nos hieren? ¿Por qué nos hieren? ¿Ser: que tenemos celos, ser: que nos h-n herido el
-mor propio, ser: que nos h-n herido el orgullo, l- v-nid-d, o qué? Cu-ndo uno descubre que tiene un defecto
psicológico, tiene t-mbién l- oportunid-d p-r- desintegr-rlo, p-r- reducirlo - polv-red- cósmic-. Elimin-ndo nuestros
errores, nuestros defectos, un dí- de esos t-ntos podremos logr-r el DESPERTAR DE LA CONCIENCIA.
Desgr-ci-d-mente, l- gente no quiere elimin-r sus defectos; dicen: “Yo soy ir-cundo, ése es mi modo de ser”. Otro dice:
“Bueno, Yo soy celoso, -sí soy, ¿y qué?” El de m:s -ll: excl-m-: “¡Yo soy lujurioso, me gust-n l-s mujeres; -sí soy, -sí
n-cí, y qué?” Con ese modo de pens-r, con ese modo de sentir, no es posible logr-r un- tr-nsform-ción verd-der-...
Cu-ndo uno reconoce que tiene un defecto psicológico debe elimin-rlo. Pero uno viene - descubrir que tiene t-l o cu-l
error, precis-mente en l- c-s-, en el hog-r, por eso es que el hog-r sirve de Gimn-sio Psicológico p-r- nosotros.
Muchos se quej-n de que sus mujeres... Que son ir-scibles, de que son celos-s; dese-n conseguirse otr- mujer que se-
un P-r-íso, que se- un Ángel b-j-do de l-s estrell-s, etc. No quieren entender que el hog-r es un “Gimn-sio”
extr-ordin-rio, y que es -llí donde podemos nosotros -utodescubrirnos. Precis-mente en el hog-r tenemos l- oportunid-d
p-r- descubrir nuestros errores, y si lo logr-mos, conseguiremos el despert-r de l- Concienci-.
H-y que s-ber -m-r, digo; en l- c-s- DEBE REINAR siempre LA COMPRENSIÓN entre el hombre y l- mujer; no debe
esper-r el hombre que l- mujer se- perfect-; t-mpoco l- mujer puede -spir-r que el hombre se- un “príncipe -zul”; h-y
que -cept-r l-s cos-s como son, y tener - l- c-s- como un- Escuel- donde podemos -utodescubrirnos.
A medid- que nosotros v-y-mos elimin-ndo t-ntos y t-ntos defectos psicológicos que tenemos, l- felicid-d del hog-r ir:
-ument-ndo; y si un dí- nos tocó sufrir mucho, después ese hog-r se convertir: en un P-r-íso...
Los CELOS, por ejemplo, es -lgo que d-ñ- el hog-r; el celoso “h-ce de un- pulg- un c-b-llo”. Si l- mujer mir- por -hí -
-lguien, y- est: sufriendo, y- le p-rece que tiene rel-ciones con otro hombre, etc., etc., etc. (errores de su mente, pero él
los tom- como re-lid-des)...
L- mujer celos- es lo mismo: h-ce sufrir -l v-rón; no puede éste mir-r - ningun- otr- mujer, porque y- ell- est: sufriendo
y form-ndo terrible esc:nd-lo dentro de l- c-s-; por ese c-mino de los celos, se sufre dem-si-do...
Si uno en verd-d investig- cuid-dos-mente el origen de los celos, descubrir: que se deben ellos precis-mente -l TEMOR.
Se teme perder lo que m:s se -m-: l- mujer teme perder -l hombre, el hombre teme perder - l- mujer; cree l- mujer que
el hombre se v- con otr-, supone el hombre que l- mujer se v- con otro, y cl-ro, vienen los sufrimientos y los dolores; m-s
si nosotros elimin-mos el temor, los celos des-p-recen...
¿Cómo podrí-mos nosotros elimin-r el temor de perder -l ser -m-do? Únic-mente medi-nte l- REFLEXIÓN, medi-nte l-
MEDITACIÓN. Pensemos que en re-lid-d de verd-d, nosotros no vinimos -l mundo -comp-ñ-dos del ser -m-do, que
sol-mente nos recibió el doctor-p-rtero o l- p-rter-; que t-mpoco tr-jimos -l mundo dinero ni bienes m-teri-les; es cl-ro
que - l- hor- de l- muerte t-mpoco nos v-mos - ir -comp-ñ-dos; l- mujer o el hombre, -lguno h-br: de qued-rse -quí,
mientr-s el otro p-rte p-r- l- Eternid-d. Así que l- muerte nos sep-r- desde el punto de vist- físico; por eso dicen los
S-cerdotes cu-ndo re-liz-n un m-trimonio: “Os decl-ro m-rido y mujer, h-st- que l- muerte os sep-re”...
En re-lid-d de verd-d, t-rde o tempr-no lleg- l- muerte; -sí es, nosotros -l morir no nos llev-mos p-r- l- Eternid-d ni un
-lfiler, ni un- moned-, n-d- de lo que tenemos, t-mpoco nos podrí-mos llev-r -l ser -m-do con cuerpo y todo. Entonces,
¿por qué tememos?
Debemos -cept-r l-s cos-s como son, no debemos tener APEGOS m-teri-les ni person-les, porque el momento del
des-pego suele ser terrible. Uno sufre cu-ndo se -peg- - -lgo, se- un- person-, se- -lgun- cos-; siempre sufre, por eso
no debemos tener -pegos de ningun- especie, ni temer ¿qué tememos?
Lo m:s gr-ve que le podrí- suceder - un hombre serí- que lo llev-r-n -l p-redón de fusil-miento, ¿y qué? ¡P-r- morir
n-cimos! ¿Entonces qué? T-rde o tempr-no tenemos que morir. Y -quéllos que quieren mucho su dinero, que est:n
-peg-dos - su fortun-, t-rde o tempr-no h-br:n de perderl-. ¿Por qué temerí-n, por qué h-brí-n de temer, si eso es lo
m:s n-tur-l?
Así t-mbién, ¿por qué h-brí-mos de temer l- pérdid- del ser -m-do? Esto tiene un principio, esto tiene un fin. Cu-ndo uno
comprende que todo en l- vid- tiene un principio y un fin, el temor des-p-rece (h-st- el temor de perder -l ser -m-do), y
cu-ndo t-l temor des-p-rece, entonces los celos se -c-b-n p-r- siempre, y- no existen; no pueden existir, puesto que no
h-y temor...
Otro f-ctor de discordi- entre l-s p-rej-s, en los hog-res, es l- IRA. El hombre dice un- cos-, ir-cundo, l- mujer responde
“con dos piedr-s en l- m-no”, y -l fin termin-n en un- b-t-ll- de pl-tos y v-sos rotos, etc.; ¡és- es l- crud- re-lid-d de
los hechos!
Si se elimin-r- el demonio de l- ir-, rein-rí- l- p-z en los hog-res, no h-brí- dolor; pero me digo y digo - ustedes: ¿Por
qué tiene que h-ber ir- dentro de nosotros, por qué somos -sí? De m-ner- que ¿no es posible que c-mbiemos? ¡Sí, es
posible! Yo me propuse c-mbi-r y c-mbié; yo fui ir-cundo, t-mbién conocí el proceso de l- ir-, como ustedes, pero me
propuse elimin-rlo y lo eliminé.
Cl-ro, hube de p-s-r por ciertos s-crificios - fin de elimin-r l- ir-: visit-b- -quellos lug-res donde me pudier- -lguien
insult-r, ib- con el propósito de que me insult-r-n. S-bí- de un individuo XX que no gust-b- de nuestr-s Enseñ-nz-s, y lo
visit-b- intencion-lmente p-r- que me insult-r-; el hombre me insult-b-. Dur-b- medi- o un- hor-, insult:ndome; en
t-nto, yo me observ-b- - mí mismo: observ-b- mis re-cciones intern-s y extern-s, los impulsos que vienen de -dentro y
los que vienen de -fuer-; observ-b- l-s c-us-s que motiv-n l- ir-.
Pude evidenci-r que en -lgun-s circunst-nci-s, l- ir- se producí- porque me herí-n el ORGULLO; pude comprob-r que en
otr-s oc-siones, l- ir- se producí- porque me herí-n el AMOR PROPIO; me querí- mucho - mí mismo, pens-b- que yo er-
un- gr-n person-, sin comprender que t-n sólo er- un mísero gus-no del lodo de l- tierr-; me creí- gr-nde, y si -lguien
me toc-b- l- ll-g- que h-bí- por -ll: -dentro, entonces re-ccion-b- furioso, “tron-b-” y “rel-mp-gue-b-”, “r-sg-b-
mis vestidur-s” y protest-b-...
Yo me propuse estudi-r todos esos f-ctores de l- ir-, y - tr-vés de gr-ndes superesfuerzos y s-crificios, conseguí
elimin-r l- ir-. Así pues, eso de que “yo soy -sí”, no tiene ningún v-lor; Si “uno es -sí”, puede c-mbi-r, y si uno c-mbi-, se
benefici- - sí mismo y benefici- - sus semej-ntes. H-y que -prender - elimin-r nuestros errores; y es posible
reflexion-ndo un poco.
¡Qué dichos-s serí-n l-s p-rej-s si se supier-n -m-r de verd-d! Si el hombre nunc- tuvier- ir-, si l- mujer j-m:s tuvier-
ir-, entiendo que LA “LUNA DE MIEL” SE PUEDE CONSERVAR. Desgr-ci-d-mente, los seres hum-nos, -quellos que se
c-s-n, est:n empeñ-dos en -c-b-r con lo m:s bello que h-y: con l- “Lun- de Miel”.
Si se quiere conserv-r en re-lid-d l- “Lun- de Miel”, h-y que elimin-r l- ir-, h-y que elimin-r los celos, h-y que elimin-r el
egoísmo; debemos volvernos comprensivos, -prender - dispens-r -l ser -m-do todos su errores... N-die n-ce perfecto;
el hombre debe s-ber que l- mujer tiene sus defectos, l- mujer debe comprender que el hombre tiene los suyos.
Mutu-mente deben DISPENSARSE SUS DEFECTOS de tipo psicológico; si -sí proceden, conserv-rí-n l- “Lun- de Miel”...
Entre los -ntiguos pueblos de An:hu-c, fue XOCHIPILLI el Dios del C-nto, del Amor y de l- Bellez-; Xochipilli nos enseñ- -
conserv-r l-s delici-s indiscutibles de l- “Lun- de Miel”... ¡Es l:stim- que l- gente no comprend- l- Doctrin- de Xochipilli!
Es posible conserv-r l- “Lun- de Miel” cu-ndo se -prende - dispens-r los errores del ser -m-do; m-s si no se s-ben
dispens-r los errores, l- “Lun- de Miel” se pierde.
Cu-ndo un- p-rej- se c-s-, deberí- entender mejor l- Psicologí-. Por lo común, uno de l- p-rej- comienz- por herir -l
otro; el otro re-ccion- y hiere t-mbién, se form- un conflicto. Al fin el conflicto p-s-, los dos se reconcili-n y todo
continú- -p-rentemente en p-z; m:s no h-y t-l, el resentimiento qued-...
Otro dí- h-y otro conflicto, se disput-n m-rido y mujer por cu-lquier tonterí- (t-l vez unos celos, en fin, cu-lquier cos-).
Result-do: p-s- el conflicto y qued- otro resentimiento, y -sí, de conflicto en conflicto, los resentimientos v-n
-ument-ndo y l- “Lun- de Miel” se v- -c-b-ndo. Por último y- no h-y t-l “Lun- de Miel”, se -c-bó, lo que h-y son
resentimientos de l-do y l-do; y si no se divorci-n, si continú-n unidos, y- lo h-cen por un deber, o simplemente por
p-sión -nim-l, y eso es todo...
Muchos m-trimonios y- no tienen n-d- que ver con el Amor; el Amor de hoy en dí- huele - g-solin-, - celuloide, -
cuent-s de b-nco y - resentimientos...
Lo m:s gr-ve, el error m:s gr-ve que pueden cometer un hombre y un- mujer, es -c-b-r con l- “Lun- de Miel”. Podrí-
conserv-rse, - condición de s-berl- conserv-r...
¿Qué te insultó l- mujer, qué te dijo p-l-br-s dur-s? Tú m-ntente sereno, -p-cible; no re-cciones por n-d- de l- vid-,
muérdete l- lengu- -ntes que contest-r; -l fin, ell-, -l verte t-n sereno, sin ningún tipo de re-cción, se sentir:
tremend-mente -vergonz-d- y te pedir: perdón...
¿Te insultó tu m-rido, mujer? ¿Qué te dijo? ¿Te est: cel-ndo con el novio que tení-s -ntes? ¿Qué p-só, est: hoy el hombre
de m-l c-r:cter, regresó de l- c-lle tremend-mente neur-sténico? ¡Tú m-ntente seren-, -lc:nz-le su comid-, su rop-;
-yúd-lo - b-ñ-rse, bés-lo, :m-lo, y cu-nto m:s te insulte, tú m:s :m-lo!...
¿Qué suceder: -l fin? Pueden ustedes est-r segur-s, mujeres, que el hombre -l fin se sentir: tremend-mente -rrepentido;
sentir: que los remordimientos le estr-g-n el cor-zón, y h-st- se hinc-r: p-r- pedirte perdón; ver: en ti un- S-nt-, un-
m:rtir; se consider-r: él un tir-no, un m-lv-do... ¡H-br:s g-n-do l- b-t-ll-!
Si -mbos, hombre y mujer, proceden -sí, si -ctú-n de -cuerdo con est- fórmul-, puedo g-r-ntiz-rles que no se pierde l-
“Lun- de Miel”. El hombre v- -prendiendo poco - poco - domin-rse, -l comprender que su mujer es un- S-nt-, y l- mujer
poco - poco v- -prendiendo - control-rse, - medid- que se v- d-ndo cuent- de que su v-rón es tremend-mente noble.
Lleg- el momento en que ninguno de los dos quiere herirse, se idol-tr-n, continú- l- “Lun- de Miel” dur-nte tod- l- vid-
(ése es el ARTE DE AMAR Y DE SER AMADO)...
¿Llor- tu mujer? Bés-le sus l:grim-s, -c-ríci-l-... ¿Qué ell- no -cept- l-s c-rici-s? Bueno, -gu:rd-te un poco, - que le
p-se l- ir-; l- ir- tiene un principio y tiene un fin. Cu-lquier tempest-d por muy fuerte que se-, tiene su principio y tiene
su conclusión. Agu-rd- un momento y ver:s el result-do; lo import-nte es que tú no te enojes; si lo logr-s, si te control-s
- ti mismo, -l fin ell- vendr: “m-nsit-” - pedirte perdón (¡y cu:n gr-nde es l- dich- de l- reconcili-ción!).
Hoy, dí- de S-n V-lentín y de los V-lentini-nos, debemos toc-r - fondo tod-s est-s cuestiones del Amor. En re-lid-d de
verd-d, h-y que -prender - vivir. Ser intelectu-l es cos- f:cil, b-st- meterse un- bibliotec- en el cerebro y qued- listo;
pero SABER VIVIR, ¡cu:n difícil! Muy pocos son los que en verd-d s-ben vivir.
H-y que empez-r por el hog-r, h-y que empez-r por ser BUEN DUEÑO DE CASA; el hombre que no s-be ser Buen Dueño
de C-s-, que no s-be vivir en su c-s- con su mujer y con sus hijos, t-mpoco s-be vivir con l- socied-d.
Desgr-ci-d-mente, muchos quieren ser ciud-d-nos perfectos, y -p-recen como t-les -nte el veredicto solemne de l-
concienci- públic-, m-s en su c-s- no s-ben vivir...
He podido observ-r -lgun-s org-niz-ciones; conozco un-: el señor m-lb-r-t- mucho sus dineros, los derroch-. Tot-l,
siempre est: debiendo l- rent-, y esto es -lgo muy triste; siempre debe, le debe - todo el mundo, no p-g-, porque no
tiene; cu-ndo lleg- - tener, m-lg-st- los dineros. Su mujer p-s- much- h-mbre, much-s necesid-des, sus hijos sufren lo
indecible; -lgun- vez se les h- puesto “de p-tit-s en l- c-lle” (por f-lt- de p-go, cl-ro est:)...
Se le nombró, en -lgun- oc-sión, director de un- escuel- filosófic-; -l poco tiempo sucedió que en es- escuel- no h-bí-
quien p-g-r- l- rent-; se debí-n v-rios meses de rent- del edificio ¿Teléfono? N-die p-g-b- el teléfono. Conclusión: ib-
t-l org-niz-ción por el c-mino del fr-c-so. ¿Por qué? Porque -quel buen señor no s-bí- vivir en su c-s-, mucho menos
podí- ir - dirigir un- org-niz-ción...
Quien quier- ser, en re-lid-d de verd-d, un buen jefe de -lgun- org-niz-ción, se- ést- un- empres-, se- ést- un-
escuel-, debe empez-r por -prender - ser Buen Dueño de C-s-...
H-y muchos que dicen: “Bueno, - mí lo que me interes- es l- Cienci-, el Arte, l- Filosofí-, etc. Eso de l- c-s- y de l-s
«viej-s», eso p-r- mí no tiene l- menor import-nci-”, y tr-t- - su pobre mujer “- p-t-d-s.” Conclusión: result-n un
fr-c-so en l-s divers-s org-niz-ciones donde tr-b-j-n, se- en l-s empres-s o se- sencill-mente como líderes sindic-les
o como m-estros de escuel-, etc. Quien no s-be ser Buen Dueño de C-s-, t-mpoco puede ser un ciud-d-no útil p-r- sus
semej-ntes; h-y que -prender - vivir, s-ber vivir con verd-der- inteligenci- y gr-n comprensión...
Unos “se -f-n-n” por c-s-rse, y eso es muy gr-ve, sobre todo l-s pobres mujeres. L-s he conocido, pues y- lleg-ndo - l-
m-durez, en vísper-s de perder l- floreciente juventud, cu-ndo “y- el tren est: p-r- dej-rl-s”... ¡Cu:nto sufren viendo -
ver - quién c-z-n! De ningun- m-ner- est:n dispuest-s - qued-rse p-r- “vestir S-ntos”.
Ell-s dicen: “Entre qued-rse un- p-r- vestir S-ntos, o resolverse - desnud-r borr-chos, ser: preferible lo segundo”; y
h-st- cierto punto pues tienen r-zón l-s pobrecit-s. Pero “se -f-n-n” dem-si-do, y -l fin tr-t-n de conquist-rse por -hí
-l que pueden; “como pueden”, “h-cen l- luchit-” p-r- logr-rlo. Logr-n c-s-rse -lgun-s veces, pero el fr-c-so es
inevit-ble, porque h-y un dicho viejo que dice: “MATRIMONIO Y MORTAJA, DEL CIELO BAJAN”; y eso es verd-d.
H-y un- Ley que muchos -cept-r:n, otros no. Yo sí l- -ceptó, y los que quier-n -cept-rl-, que l- -cepten (l- LEY DEL
DESTINO). Pienso que p-r- c-d- mujer h-y un v-rón; pienso que p-r- c-d- hombre h-y un- mujer. Entonces ser: mejor
que ell-s -gu-rden -l hombre que les h- de toc-r; si no les toc- un hombre, pues, ni modo, - conform-rse, - resign-rse y
- resolverse - “vestir S-ntos”. M-s si “les toc-”, pues, m-r-villoso; tendr:n entonces que resolverse - “desnud-r
borr-chos”...
En re-lid-d de verd-d, serí- preferible qued-rse un- mujer solteron- que c-s-rse p-r- fr-c-s-r; cu-ndo se quiere forz-r
el p-so, cu-ndo quieren c-s-rse “- l- br-v-”, “- l- m-l-gueñ-”, como se nos h- dicho, el result-do es el fr-c-so. T-rde o
tempr-no el “Cupidito” de sus ojos se v-, l- pobrecit- qued- -ll: lejos suspir-ndo, llor-ndo o, - buen seguro v- - busc-r
por -hí - un- mujer c-rtom:ntic- p-r- que le eche l- buen-ventur- y le dig- si su -dor-do tormento v- - regres-r o no;
és- es l- crud- re-lid-d de nuestros dí-s...
H-y -lgun-s mujeres que intent-n “-g-rr-r” -l hombre por el l-do sexu-l, dicen: “Bueno, me entrego - este hombre, y t-l
vez -sí logro que él se c-se conmigo”. El hombre le tr-e el firm-mento, l-s estrell-s, los p-l-cios de oro de “L-s Mil y Un-
Noches”, se los pone - sus pies, y ell- se entreg-... ¿Qué sucede? ¡Qued- emb-r-z-d-! ¿Y el hombre qué? J-m:s vuelve -
s-ber de t-l hombre...
Ve-n ustedes en cu:ntos errores c-en -lgun-s mujeres, que cometen el error de querer precipit-r el m-trimonio “- l-
br-v-”; eso es f-lt- de fe en el Destino, en Dios, o como ustedes quier-n denomin-rlo; m:s v-le que l-s mujeres sep-n
-gu-rd-r un poco.
Algunos hombres t-mbién - veces cometen el error de querer precipit-r un m-trimonio, el result-do suele ser b-st-nte
gr-ve. C-s-rse uno con un- mujer que no le corresponde, de -cuerdo con l- Ley del Destino implic- fr-c-so, eso es
obvio... Por -hí h-y un dicho vulg-r que dice: “El m-trimonio no es precis-mente el Cuerno de l- Abund-nci-, pero sí es l-
-bund-nci- de cuernos”...
Los hombres que en verd-d no s-ben -gu-rd-r un poco, que quieren precipit-r el m-trimonio - l- fuerz-, termin-n
después con su buen p-r de “cuernos”, y eso es triste...
Por -hí h-y otro cuento que dice lo siguiente: “Un hombre se fue por -ll:, - los profundos Infiernos, porque h-bí- sido
muy m-lo, y encontró -l Di-blo; se -cerc- -l Di-blo y le dice:
Bueno, señor Di5blo, bueno señor –le dice–, ¿quién es usted? Él le responde:
¡Atrevido, grosero, 5 mí no se me h5bl5 5sí! ¿No ves que yo soy el Di5blo?
Bueno, dispense usted, señor Di5blo. ¿Usted es c5s5do? Respuest5:
¡Atrevido!, ¿quién te h5 dicho que el Di5blo se c5s5?
Bueno –le dijo–, es que como estoy viendo los cuernos en tu frente...
A eso se expone, en verd-d, el hombre que quiere forz-r el m-trimonio - l- fuerz-. H-y jovencitos de 14, 15, 16 -ños, que
y- quieren c-s-rse; tienen un- noviecit-, no s-ben tr-b-j-r; tod-ví- no se s-ben “g-n-r los frijoles”, pero quieren
c-s-rse. Result-do: fr-c-so, porque cl-ro, tod-ví- no tienen experienci- en l- vid-, y t-rde o tempr-no, pues, l- mujer se
c-ns- de t-nto -gu-nt-r h-mbre, y “h-st- luego mi -migo”, no qued- m:s remedio...
H-y que ser, pues, mesur-dos. El m-trimonio lo considero yo como -lgo muy serio, muy gr-ve. En re-lid-d de verd-d, h-y
tres -contecimientos muy gr-ves en l- vid-:
1º) NACIMIENTO.
2º) MATRIMONIO.
3º) MUERTE.
Son los tres -contecimientos m:s import-ntes de l- existenci-; -sí pues, piensen ustedes lo que signific- el m-trimonio.
No debemos c-s-rnos con un- mujer que no nos pertenezc- en Espíritu; nuestr- -m-d- debe ser Espiritu-l en el fondo.
¿Qué h-rí- el v-rón c-s:ndose con un- mujer c-lcul-dor-, interes-d-, celos-, en-mor-d-. Pues, fr-c-s-rí-
l-ment-blemente...
¿O qué h-rí- l- mujer, c-s:ndose con un v-rón en-mor-do, con un v-rón de m-l- conduct-, con un v-rón que en su c-s-
fue siempre m-l hijo, m-l herm-no, y que en l- c-lle h- demostr-do siempre ser m-l -migo? El result-do tiene que ser el
fr-c-so eso es obvio. El que es m-l hijo, el que es m-l herm-no, el que es m-l -migo, no puede en modo -lguno ser buen
esposo; eso es obvio.
Mir-d-s tod-s est-s cos-s desde diversos :ngulos, comprenderemos lo delic-do que es, precis-mente, el MATRIMONIO y
el AMOR. Lo interes-nte es entenderlo, y -ctu-r de -cuerdo con nuestr- Comprensión Cre-dor-...
H-y mujeres que no quieren -prender - h-cer sus oficios domésticos, pero sí quieren c-s-rse; no s-ben cocin-r los
-limentos o guis-rlos, pero quieren c-s-rse; no s-brí-n coser un tr-je del m-rido, pero quieren c-s-rse; y el dí- que lo
h-cen, se encuentr- el pobre hombre con que l- mujer no s-be h-cer el queh-cer; pide un- cri-d- (¡cl-ro est: que sí!),
pero si no s-be ell- h-cer el queh-cer, ¿como puede dirigir - otros?
El dueño de un- f:bric-, tiene que conocer l- f:bric- p-r- poderl- dirigir s-bi-mente; un m-estro de escuel- pues tiene
que conocer tod-s l-s m-teri-s que se enseñ-n en l- escuel-; -sí t-mbién, es cl-ro que un- mujer debe conocer el
queh-cer de l- c-s-, si es que en re-lid-d de verd-d intent- m-nd-r - l- servidumbre; m-s si quiere m-nd-r - l-
servidumbre y no conoce el queh-cer, ¿cómo h-rí- p-r- m-nd-rl-? ¿Cómo h-rí- un Gener-l, que no s-be Milici-, p-r-
m-nd-r l-s trop-s -l c-mpo de b-t-ll-? ¿Cómo podrí- d-r estr-tegi-, si nunc- h- est-do en el Ejército, si sol-mente es
un “Gener-l f-nt-sm-”, y n-d- m:s?
Uno debe s-ber h-cer su oficio. T-nto hombres como mujeres DEBEN CONOCER SU OFICIO, y conocerlo bien, eso es
cl-ro. M:s h-y mujeres t-mbién que quieren que el m-rido h-g- todo el queh-cer; él tiene que l-v-r el much-chito, tiene
que c-mbi-rlo, pues, de rop-, limpi-rlo y d-rle h-st- el biberón; eso quieren, eso tienen que h-cer; - mí me p-rece que no
est: correcto...
El hombre tiene sus deberes, sus oblig-ciones, y l- mujer l-s suy-s; el hombre tiene que s-lir - l- c-lle p-r- luch-r, p-r-
conseguir los dineros; tiene que ir - tr-b-j-r, y l- mujer tiene que ver por su hog-r, conocer el queh-cer, cri-r - sus hijos,
etc.
Por estos tiempos, est: -c-eciendo -lgo terrible; quiero referirme - l- cri-nz- de los niños. Y- much-s m-dres no quieren
d-rle el pecho - sus hijos, result-do: Es que l- R-z- se est: lev-nt-ndo débil, enclenque; piensen ustedes lo que eso
signific-.
L- LECHE MATERNA est: rel-cion-d- con l- gl:ndul- Timo, que rige el crecimiento de l-s cri-tur-s. Es un- gl:ndul- muy
import-nte que viene - dej-r de -ctu-r en l- m-yorí- de ed-d. Como quier- que l-s gl:ndul-s m-m-ri-s est:n
rel-cion-d-s con l- gl:ndul- Timo, es obvio que por LEY (t-mbién), DE RELACIONES, l- leche m-tern- est: íntim-mente
vincul-d- y prep-r-d- p-r- el niño que viene -l n-cimiento.
Des-fortun-d-mente, y- no quieren l-s m-dres d-rle el pecho - sus hijos; es- leche m-tern-, t-n vit-l p-r- el
crecimiento de l-s cri-tur-s, cu-ndo se le nieg- -l niño, produce efectos des-strosos: Se lev-nt- débil, enfermo y f-lto de
inteligenci-.
En los tiempos -ntiguos, l-s m-dres d-b-n el pecho - sus hijos con tod- n-tur-lid-d; er- norm-l que en tiempos -ntiguos
el niño estuvier- -liment:ndose, exclusiv-mente, con l- leche m-tern-, dur-nte dos o tres -ños de su vid-. Sólo después
de ese tiempo, comenz-b- - d:rsele otros -limentos, y ve-n qué cl-ses de hombres t-n fuertes h-bí- en otros tiempos.
Pensemos en l- fort-lez- de nuestro Gener-l Fr-ncisco Vill-. Pensemos en esos hombres -ntiguos, esos hombres del siglo
p-s-do que, como Morelos, lev-nt-b-n un- esp-d- pes-dísim-, p-r- sostenerl- dur-nte hor-s enter-s en el c-mpo de
b-t-ll-.
H-y esp-d-s rom-n-s que, hoy en dí-, no lev-nt-rí- un hombre solo, que se necesit-n dos o tres o cu-tro hombres p-r-
lev-nt-rl-, y sin emb-rgo, uno solo l- esgrimí- en los c-mpos de b-t-ll-...
L- R-z- se h- debilit-do por tod-s es-s m-l-s costumbres, y l- peor de tod-s es és-: neg-rle l- leche m-tern- -l niño.
En nombre de l- verd-d que esto me p-rece terrible, monstruoso; los hombres -ntiguos er-n muy fuertes porque sus
m-dres no les neg-b-n el pecho...
Así que, en re-lid-d de verd-d, nuestr- R-z- m-rch- -hor- por un c-mino involutivo, descendente; se multiplic-n l-s
enfermed-des en gr-n m-ner-, no se posee, desde l- niñez, un- verd-der- fort-lez-; -hor- sol-mente se les d-, - l-s
cri-tur-s, -gu--leche, y eso es todo (y eso, regl-ment-d- c-d- tres hor-s, -unque l- cri-tur- llore -m-rg-mente; no le
v-le su ll-nto, tiene que -gu-nt-rse tres hor-s; -sí se est: corrigiendo - l- N-tur-lez-).
Amigos, d-m-s, pensemos en todo esto. Es bueno que tr-temos de REGENERARNOS, es bueno que -prend-mos - -m-r,
es bueno que nosotros todos comprend-mos, l- necesid-d de s-ber vivir en el hog-r...
No h-y n-d- m:s bello que el m-trimonio, no h-y n-d- m:s bello que el Amor; desgr-ci-d-mente, somos nosotros los
que est-mos d-ñ-ndo el enc-nto del hog-r. En Rusi-, y- los jóvenes no quieren c-s-rse. ¿P-r- qué? (Dicen, y tienen
r-zón) ¿P-r- que se les somet- - t-ntos regl-mentos, - t-nt- mec-nicid-d? ¿P-r- que se les quite sus hijos y se les lleve
lejos del hog-r? ¿P-r- que se les somet- - distintos experimentos científicos? En es-s condiciones tienen r-zón los
jóvenes rusos, en no querer c-s-rse; est:n desilusion-dos y con just- r-zón (el Gobierno Ruso se encuentr- -nte ese gr-n
problem-)...
Digo que, en verd-d, es neces-rio s-ber respet-r el Amor. Digo que, en verd-d, es neces-rio s-ber respet-r el hog-r,
s-ber cri-r los hijos, s-berlos educ-r...
Amigos, es neces-rio -provech-r es- Energí- Cre-dor- m-r-villos- del sexo, es- Energí- fluye desde el núcleo de c-d-
:tomo, y desde el núcleo de nuestro Sistem- Sol-r, y desde el núcleo de c-d- G-l-xi- del esp-cio estrell-do...
El Amor, en sí mismo, fue siempre respet-do; nunc-, j-m:s, l- hum-nid-d h-bí- c-ído en un est-do de degener-ción
sexu-l como el de estos tiempos. H-y p-íses donde y- el 85 ó 90% de sus h-bit-ntes son HOMOSEXUALES y LESBIANAS
(no quiero cit-r t-les p-íses, porque en modo -lguno debemos herir - ningun- person-, org-niz-ción o n-ción; pero -sí
est: degener-d- l- hum-nid-d por estos tiempos). Incuestion-blemente, el homosexu-lismo y el lesbi-nismo se deben
precis-mente -l ABUSO SEXUAL.
L-s gentes y- involucion-d-s del -ntiguo Continente Mu, cu-ndo querí-n cre-r se uní-n sexu-lmente, m-s nunc- cu-ndo
no querí-n cre-r; me refiero - l- gente que y- h-bí- involucion-do, porque l-s gentes regener-d-s de l- mit-d de l-
Lemuri-, en époc-s en que l- hum-nid-d no h-bí- s-lido del Est-do P-r-disí-co, no ey-cul-b-n, como y- dije, el Ens-
Seminis; y cu-ndo se uní-n p-r- cre-r, lo h-cí-n en form- místic- y tr-scendent-l.
Nosotros, l-s gentes de est- époc-, hemos involucion-do dem-si-do: Ahor- el sexo se h- convertido en juego, en
deporte. En P-rís, se nos h- dicho que h-y gentes fornic-ndo, copul-ndo en plenos p-rques (l-s -utorid-des de P-rís
n-d- dicen sobre eso).
Así que por tod-s p-rtes -bund-, hoy en dí-, l- degener-ción. Nosotros debemos tr-t-r de busc-r el CAMINO DE LA
REGENERACIÓN, debemos -m-r intens-mente - l- mujer, debemos ver en ell- un poem- mil-groso de “L-s Mil y Un-
Noches”, debemos esc-nci-r el VINO DE LA SABIDURÍA, si es que queremos vivir rect-mente...
H-st- -quí mi pl:tic- de est- noche. ¡He dicho! ¡P-z Inverenci-l!

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