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SEMINARIO DE TÍTULO

Recurso Adicional Semana 6

RECOPILACIÓN DE LA INFORMACIÓN O MARCO TEÓRICO

EL MARCO TEÓRICO

Este contenido tiene como principal objetivo dilucidar las principales finalidades del marco teórico,
su relevancia y rol dentro de toda investigación. Para ello, es pertinente definir qué es un marco
teórico y explicar cuáles son sus funciones dentro del proceso que estamos desarrollando.

Entre los objetivos específicos, se espera que las y los estudiantes conozcan cuáles son las
principales funciones y tareas del marco teórico. Además, es importante que tengan claridad sobre
cuáles son las etapas que comprende la elaboración del mismo, que por cierto solo son dos:
revisión de la literatura pertinente y la aceptación de una teórica o desarrollo de una teoría o
referencia que le permita a vuestra investigación contar con un sostén conceptual más o menos
sólido para reforzar el trabajo que se está postulando.

También, es menester aclarar que la elaboración de este marco es una de las principales
actividades que se deben realizar en lo concerniente a la revisión de la literatura que se relaciona
con vuestro problema de investigación. Es por este motivo que es imposible problematizar un
tema si no se cuenta con un bagaje teórico más o menos denso. En esta semana entenderemos
como literatura el “estado de conocimiento” o, si se quiere de manera más sencilla, “lo que han
dicho otros sobre el tema que ustedes están investigando”.

¿Qué es el marco teórico?

Creswell (2005) señala que el marco teórico no es sino la revisión de la literatura que otros han
construido para explicar problemas similares a los que ustedes están planteando. En ese sentido,
se entenderá como literatura toda aquella producción intelectual que otros y otras han
desarrollado, reflexionado o repensado sobre temas muy vinculados a los vuestros. Pueden ser
libros, artículos académicos, ensayos e incluso capítulos de libros (no diarios, revistas, comentarios
de internet ni menos blogs, ya que estos cumplirán a posteriori otras funciones).

El marco teórico también es entendido como un proceso en el cual el o la investigador(a) penetra


al conocimiento existente y totalmente disponible que, por cierto, está estrechamente vinculado a
nuestro tema. Una vez que logran identificar los trabajos que les anteceden, es pertinente que la
persona que está investigando los lea reflexivamente, de tal manera que cuente con un bagaje que
le permita sustentar teóricamente el estudio (se alude al concepto “lectura reflexiva” para
entender un tipo de lectura que permite la elaboración de nuevos problemas y nuevas preguntas,
las que, por cierto, nutren teóricamente el trabajo que el o la investigador(a) está desarrollando).

Este sustento teórico apunta a analizar, reflexionar, re-pensar y exponer las principales teorías,
conceptualizaciones, perspectivas teóricas, investigaciones y los antecedentes en general, que son
considerados como válidos en el proceso de enmarcar el estudio en el tema que les convoca (R.
Hernández S., 2006: 64). Es por esta razón por la cual los marcos teóricos solo tienen cabida para
una literatura ampliamente aceptada desde el punto de vista académico y no fuentes de dudosa
procedencia, tales como www.wikipedia.com, www.monografías.com, entre otras evidentemente
básicas desde el punto de vista de las ideas y/o reflexiones.

En ese plano, es importante tener en cuenta que el marco teórico es aquel instrumento que
entrega una visión clara y precisa del tiempo y espacio donde se ha situado el problema que se ha
planteado. En otras palabras, es el punto en el que los o las investigadores(as) han propuesto para
situar el campo de conocimiento en el cual “vivirá” vuestra investigación. He ahí la razón de
denominarlo marco teórico, en tanto que coloca límites para no expandir ni confundir los
objetivos con otros que posiblemente podrían ir surgiendo.

En ese sentido, un marco se podría definir como un elemento que delimita un contexto
determinado. Mertens (2005) lo establece como el “encajamiento” de la investigación en el
panorama de lo que se sabe sobre una temática específica. Entonces, un marco teórico es aquel
cuadro donde interactúan todos aquellos tópicos conceptuales y/o variables que se relacionan con
vuestro tema y que, por cierto, le dan vida desde el punto de vista teórico (y no histórico ni
práctico: solo teoría).

Pero el marco teórico es también una fuente que proporciona nuevas ideas y nuevos conceptos
que les permitirán problematizar sobre otros aspectos que subyacen en vuestra investigación. En
ese sentido, es útil para compartir las tesis de otros autores, las cuales no solo les servirán como
referencias, sino que también les permitirán generar nuevas ideas que posteriormente les
coadyuvarán a desarrollar nuevos problemas y, por ende, nuevas soluciones.

En suma, un marco teórico es aquella discusión que los seminaristas realizarán en base a lo que
otros autores de reconocido prestigio han sustentado en sus trabajos. Cuando aludimos a
discusión, hacemos referencia directamente a un debate en donde los y las estudiantes expondrán
las principales ideas que existen sobre sus problemas. Tal como lo define Roberto Hernández S.
(2006: 64) el marco teórico es “el compendio escrito de los artículos, libros y otros documentos que
describen el estado pasado y actual del conocimiento sobre el problema de estudio. Nos ayuda a
documentar cómo nuestra investigación entrega valor a la literatura existente”.
La revisión de la literatura

“Lo que otros han dicho y/o trabajado sobre su tema de investigación”

La principal etapa del marco teórico ya ha sido nombrada: la revisión de la literatura existente.
Pero, ¿en qué consiste la revisión de la literatura?, ¿qué es en definitiva este proceso?

La revisión de la literatura es la detección, consulta y obtención de la bibliografía que será útil para
los propósitos de vuestra investigación. Sin embargo, no toda la literatura es confiable o fiable o
sencillamente pertinente para vuestros objetivos. Es por ello que deben ser sumamente selectivos,
y pensar que solo servirán aquellos trabajos que giren en torno a su problema de investigación. Si
su tema y su problema es “x”, la literatura que debe consultar debe abordar “x”, y no “g”, “k” o
“b”.

Los principales recipientes de información están en el plano académico. Deben ser libros, capítulos
de libros, revistas científicas, tesis de pregrado o postgrado e incluso ensayos y/o presentaciones
en seminarios, congresos y simposios. Por cierto, todos deben tener la característica de ser serios,
responsables y sometidos a un riguroso programa de selección editorial. En otras palabras, este
tipo de fuentes se llaman “secundarias”, en tanto que ya fueron procesadas por otras personas
antes de su edición.

La manera más eficiente de seleccionar la literatura es preguntándose qué trata este trabajo, qué
aborda o hacia dónde apunta. Para ello es recomendable siempre ver primero los contenidos que
los diversos autores presentan en las tablas iniciales, que muchas veces se denominan “índices”. Si
estos trabajan algunos elementos que ustedes están reflexionando, esa literatura será de suma
importancia para sus propósitos.

Es bueno que cuando vayan encontrando material lo clasifiquen según las temáticas que
pretenden trabajar. Es útil el trabajo de fichas, las cuales permiten ordenar los autores, los títulos
y las tesis que se presentan.

Hay que tener en claro que todo lo que mencionen y expongan de otros autores debe ir citado.
Esto con la finalidad de no incurrir en el famosísimo “robo intelectual”, donde los estudiantes y/o
investigadores se apropian de las ideas de otros y las hacen suyas, cayendo en deslealtades
gremiales con profesores y colegas que han trabajado duramente para resolver sus problemas de
investigación. En consecuencia, cada idea, concepto o frase, debe ir referenciada.

Construcción del marco teórico

Esta segunda parte tendrá como objetivo general determinar las principales características de la
construcción del marco teórico. Por esta razón, se hará una breve revisión a las principales
acepciones del concepto teoría, de tal modo que los estudiantes tengan la claridad suficiente
sobre cuáles son los elementos más importantes para la elaboración de este paso tan
determinante para el proceso investigativo.

Una vez definidos estos puntos es pertinente precisar cuáles son las principales funciones de la
teoría y así definir si todas las teorías existentes son similarmente útiles para la construcción del
marco. Esto, por cierto, les permitirá a los estudiantes definir cuáles son las teorías más
funcionales a sus necesidades y así comenzar a problematizar sus aspectos y elaborar sus propios
marcos teóricos.

¿Cómo comenzar, cómo avanzar y cómo terminar?

Dos de los más importantes propósitos de la revisión de la literatura especializada son, sin lugar a
duda, analizar y determinar si la teoría que existe antes de vuestras investigaciones sugieren o no
respuestas —parciales al menos— a las preguntas de investigación o, si bien, proporcionan una
direccionalidad a las intenciones de seguir investigando tal o cual tema. Insisto: ¡he ahí la razón de
denominar “marco” al marco teórico! (R. Hernández S, 2006: 79).

En ese sentido, la literatura que ha de revisarse puede revelar algunos avances en el desarrollo del
conocimiento:

 La existencia o no de una teoría desarrollada, con una importante evidencia empírica y


que posteriormente se materializa a vuestro problema de investigación.

 La presencia de varias teorías que se aplicarían a vuestro problema de investigación.

 La existencia de piezas de teorías con respaldo empírico y, a la vez, limitado, las cuales
motivan al investigador o investigadora a definir ciertas variables potencialmente
relevantes y que se aplicarían directamente al problema.

 La existencia de característicos descubrimientos que, al ser parciales, pueden llegar a ser


una teoría per se.

 La existencia de solo una parte de elementos e ideas no analizadas ni estudiadas que,


vagamente, podrían ser importantes aportes al problema planteado.

Esto se plantea con una sola finalidad: aclarar que es altamente probable que la investigadora o el
investigador se encuentre con estudios que demuestren falta de consistencia y/o claridad teórica
y/o empírica, inconvenientes con el problema, la pregunta y la comprobación de la hipótesis,
diseños deficientes, entre otras dificultades. Sin embargo, esto no significa que los investigadores
deban desecharlos, sino que más bien aprovechar de estos cada uno de aquellos elementos que
sean un aporte a la construcción de sus trabajos, sobre todo desde el punto de vista teórico, ya
que al variar la estrategia a utilizar, varía automáticamente la estrategia de cómo construir el
marco teórico.

Pero, ¿en todos los casos se entiende lo “teórico” de la misma manera? Claramente no. Entonces,
¿cómo entenderemos la teoría? El concepto se ha entendido tradicionalmente de diversas
maneras, en tanto que las definiciones que se han elaborado también han sido diversas. Es más,
han existido casos en los cuales “teoría”, “orientación teórica”, “marco teórico de referencia”,
“esquema teórico” y/o “modelos teóricos” han sido sinónimos; otras ocasiones, por cierto,
también han mantenido ciertos matices (R. Hernández S., 2006: 80-81).

La manera más sencilla de entender lo que es una teoría, es pensándola como “una serie de ideas
que una persona tiene respecto de algo”. También, puede entenderse como aquella concepción
que apunta a considerar a las teorías como aquel “conjunto de ideas no comprobables e
incomprensibles”. Si bien ambas pueden tener alguna relación real con el término, lo cierto es que
en el debate académico existe una definición más bien científica.

La teoría científica se entiende como la “explicación final o conocimiento que nos ayuda a entender
situaciones, eventos y contextos” (R. Hernández S., 2006: 82). En ese plano, la teoría es un
conjunto de propuestas que se interrelacionan y que son capaces de explicar todos los porqué y
todos los cómo suceden los fenómenos sociales, políticos, culturales, económicos, entre otros. De
una manera más rigurosa, Kerlinger (2002: 10) define la teoría como el “conjunto de constructos
(conceptos) interrelacionados, definiciones y proposiciones que presentan una visión sistemática de
los fenómenos al especificar las relaciones entre variables, con el propósito de explicar y predecir
los fenómenos”.

Pero, ¿cuáles son las funciones de la teoría? ¿Es proponer ideas no comprobables? ¿Qué misión o
qué rol cumplen dentro del proceso investigativo? Roberto Hernández (2006: 82-83) propone tres
funciones de la teoría:

 La principal función de la teoría es sin lugar a dudas explicar cada uno de los porqué, los
cómo y cuándo ocurre un fenómeno o un conjunto de fenómenos.

 Luego, es importante plantear que la teoría tiene la función de sistematizar el


conocimiento sobre un fenómeno o realidad, conocimiento que en ciertas situaciones
puede estar disperso y/o desorganizado, afectando de plano la idea que se desea
comunicar.

 Finalmente, la teoría cumple el rol de predecir, esto quiere decir: hacer referencia a
futuros comportamientos sobre cómo se manifestará algún fenómeno o un grupo de
estos; por cierto, dependiendo de todas aquellas condiciones que estén presentes en el
proceso en el cual esté inmersa la investigación.
Estos puntos deben estar sumamente claros al momento de identificar lo que realmente es una
teoría, ya que con frecuencia el investigador o investigadora requerirá de la interacción de varias
teorías para explicar diversos fenómenos. Esto, por cierto, con la finalidad de explicar, analizar y
predecir la manera cómo estos fenómenos cobran vida, inciden en la vida diaria y qué resultados
y/o consecuencias producen. En ese sentido, es menester que los estudiantes tengan claridad en
que una teoría aumenta el conocimiento que se debe tener sobre un elemento, un fenómeno o un
aspecto de la realidad.

Sin embargo, no todas las teorías tienen los mismos propósitos ni las mismas características. Tal
como lo menciona Littlejohn (2001: 67 y ss.), todas las teorías que se construyen a partir de las
investigaciones que nos anteceden aportan conocimiento, pero no en todas las ocasiones los
estudios se hacen a partir del mismo enfoque. En consecuencia, no todas las teorías deben ser
entendidas de la misma forma, más aún cuando se está construyendo el marco teórico, ya que la
idea es construir una discusión de estas perspectivas que nos permitirán elaborar la propia.

Si no todas las teorías tienen las mismas finalidades, ¿cómo identificar aquellas que están más o
menos desarrolladas? ¿Qué criterios se deben tener para discriminar entre aquellas teorías útiles e
inútiles? Roberto Hernández S. (2006: 83) señala cinco criterios para tener en cuenta en el proceso
de selección teórica:

1. Capacidad de descripción, explicación y predicción: esta primera herramienta apunta a


establecer que la teoría debe ser capaz de describir, explicar y predecir los fenómenos que
se enmarcan dentro de nuestra investigación. En otras palabras, es la definición del
fenómeno, sus características y componentes; la delimitación de las condiciones y los
contextos en que se enmarca y en cómo se manifestaría eventualmente.

2. Consistencia lógica: esto quiere decir que al momento de exponer las propuestas que
integran la teoría, estas deben estar interrelacionadas entre sí y no demostrar tantas
diferencias que podrían producir ciertas contradicciones que afectarían al proceso
investigativo. En efecto, es importante considerar que los factores, fenómenos o
situaciones deben estar alineados y no ser excluyentes entre sí.

3. Perspectiva: este punto intenta demostrar que la teoría debe llegar a un nivel de
generalidad más o menos avanzado. Una teoría tiene más perspectiva cuando subyace
una mayor cantidad de fenómenos que debe explicar.

4. Innovación: en un libro que ya es clásico dentro del área metodológica, Ferman y Levin
(1979: 34) definen este punto como “la capacidad que tiene una teoría de generar nuevas
interrogantes y descubrimientos”. Por cierto, siempre pensando que la teoría que origina
nuevos conocimientos, conceptos y concepciones es la que permite que las ciencias y las
disciplinas avancen sustancialmente.
5. Sencillez: este punto no es sinónimo de banalidad, superficialidad ni tampoco de
trivialidad. Entre más sencilla sea una teoría, menos complejo será aplicarla.

Una vez definidos estos puntos, sería bueno precisar aquellas técnicas que facilitarían la
construcción del marco teórico. Para ello, es requisito sine qua non recurrir a los planteamientos
que ha adaptado Yedigis y Weinbach (2005: 47 y ss.) para poder comprender la manera en que se
debe estructurar este marco:

1. Coadyuva en el aprendizaje sobre los antecedentes, orígenes y alcances del problema de


investigación. Esto, por cierto, nos ayuda a dilucidar que el marco teórico no es otra cosa
que la instancia donde se explican, teóricamente, todas aquellas variables que subyacen
dentro del problema de investigación.

2. Contribuye en la toma de decisiones sobre qué métodos deberán aplicarse de buena


manera en el estudio y en el planteamiento del problema que se ha decidido establecer.

3. Permite saber qué respuestas existen, al momento de investigar, para las posibles
preguntas de investigación. Por esta razón, el marco teórico (entendido como la discusión
de la bibliografía existente) permite adquirir un conocimiento que es vital para estructurar
el problema, la pregunta y la posterior hipótesis de investigación, ya que en él se establece
“lo que otros han dicho sobre vuestros temas” y le permitirá al investigador o
investigadora proponer “nuevos enfoques”.

4. Facilita la identificación de variables que deben ser medidas, analizadas, descritas y


contrastadas. Por cierto, también puede ayudar en la identificación de nuevas variables
que serán pilares fundamentales de la investigación en proceso.

5. Una vez construido (o en proceso de construcción), el marco teórico colabora en la


refinación del planteamiento del problema, la pregunta y la hipótesis, en tanto que puede
existir la situación en la cual los investigadores encuentren un material inédito que les
obligue a modificar alguno de los aspectos que se ha formulado desde el comienzo.

6. El marco teórico también ayuda en la justificación de la importancia del estudio. Pero


siempre considerando los aspectos teóricos y no prácticos ni mucho menos históricos.

7. Permite explicar diferencias y similitudes entre los resultados que el investigador plantea y
el conocimiento y las ideas existentes (“lo que otros han dicho antes que nosotros”).

8. Plantea la necesidad de analizar las diferentes formas sobre cómo el o la investigador(a)


debe/puede interpretar los datos existentes.
9. Permite la construcción de nuevas teorías y explicaciones. Esto, a posteriori, facilita el
desarrollo de nuevas preguntas de investigación y, por lo tanto, de nuevas hipótesis.

En síntesis:

El marco teórico es el primer peldaño que debemos considerar al momento de iniciar una
investigación: una vez que identificamos el tema, vuestro deber es consultar la literatura existente
que les permita enmarcar el trabajo que desean problematizar. En ese marco, es la exposición de
lo que otros científicos, especialistas e intelectuales han dicho y es lo que les permitirá a ustedes la
adopción de uno u otro enfoque.

Generalmente, nuestros temas surgen en diversas circunstancias. Existen casos en los cuales se
desea investigar “x” tema, pero muchas veces sabemos poco o nada sobre él. En ese sentido, el
marco teórico cumple la misión de informarnos sobre lo que otras personas e investigadores han
dicho sobre este tema, a los cuales debemos someter a una breve pero sólida discusión para
poder obtener nuestra verdadera línea de trabajo. Esta última responde a nuestras necesidades
investigativas.

Un marco teórico cumple diversas funciones, las cuales convergen en el propósito de delimitar y
enmarcar conceptualmente el trabajo que estamos desarrollando. Esto les permitirá trabajar lo
justo y necesario, impidiendo posibles confusiones teóricas que producirán problemas complejos,
por ejemplo, utilizar teoría que no es necesaria, lo cual desenfocaría eventualmente el objetivo
central de vuestra investigación.

La construcción del marco teórico cumple diversas funciones. Como se ha visto, permite delimitar
todos aquellos aspectos conceptuales que se deben tener en cuenta dentro de la investigación,
pero también cumple la misión de orientar el estudio, prevenir errores, ampliar el horizonte de la
investigación, inspirar nuevos estudios y/o problematizaciones, ayuda en la formulación del
problema inicial, la pregunta y la hipótesis, como en la distribución de un marco referencial para
los objetivos investigativos que los académicos se planteen respecto a sus temas.

Es por esta razón (y considerando su protagonismo dentro de la investigación) que se esperan


ciertas características deseables del marco teórico. Por una parte, la capacidad de describir,
explicar y predecir el fenómeno de estudio; luego, la definición de una consistencia lógica; la
perspectiva; la innovación; y finalmente, la sencillez de la teoría. He ahí entonces por qué un
marco teórico sistematiza, guía y delimita el conocimiento que el o la investigador(a) pretende
formular y exponer, pese a que no se puede hablar de “una sola” teoría sino de múltiples
enfoques y/o prerrogativas teóricas.
Referencias Bibliográficas

Creswell, J. (2005). Educational Research: Planning, Conducting, and Evaluating Quantitative and

Qualitative Research. Pearson, Education Inc, Upper Saddle River.

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Dávila, Andrés (2000). Las perspectivas metodológicas cualitativa y cuantitativa en las Ciencias

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Gutiérrez: Métodos y técnicas cualitativas de investigación en Ciencias Sociales. Barcelona:

Síntesis.

Hernández S., Roberto et al. (2006). Metodología de la Investigación. México: Editorial McGraw-

Hill.

Labovitz, S. et al. (1981). Introducción a la investigación social. Estados Unidos: McGraw-Hill.

Mertens, J. (2005). Research and Evaluation in Education and Psychology: Integrating Diversity

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