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HISTORIA DE EVOLUCION DE LA LEY DE CONCURSOS Y

QUIEBRAS.

El DERECHO CONCURSAL EN LA ARGENTINA

El Código de Comercio (1900-1902)

 En 1859 .- Sucesión de leyes importantes.


 En 1862 .- Se aplica en todo el país.
 En 1972 .- Se sanciona la ley 19.551 (ley de quiebras); Es la primer ley
fundamental.

 En 1995 .- Ley 24.522

 La Constitución Nacional de 1853, le otorgaba la facultad al congreso de


dictar normas referidas a las quiebras.
 El Código entendía a la quiebra como muy vinculada al fraude. Debía estar
detenido desde el comienzo de la quiebra hasta la terminación del proceso.
 No establecía ningún mecanismo alternativo para evitar caer un quiebra.
 Existía la Moratoria, similar al plan de pagos. Si se probaba que había un
accidente comercial se presentaba un plan de pagos; Casi siempre
fracasaba, se manejaban con un régimen de mayorías. Se aceptaba la
moratoria si se votaba en contra la 2/3 partes que representaban un capital
mas de 3/4 partes. No fue un sistema exitoso, era un sistema represivo,
anacrónico, no tenia mecanismos alternativos.
 El Código de Comercio en 1889 se reformo, se detenía al deudor detectada
la quiebra hasta el informe del sindico.
 Funciono bien, la etapa de reconocimiento de créditos. (periodo
informativo), la graduación de los créditos, par conditio.
 En 1890 .- Gran crisis económica; Hacia 1900 se empieza a buscar
mecanismos preventivos.
 En 1903 se dicta la ley 4.156 que establece un nuevo régimen; Trasladaba
el abuso. Se daba la posibilidad a los acreedores que resuelvan la situación
del deudor. Desaparecía el deudor como unidad productiva.
 Había 2 clases de personas 1)Civiles y 2)Comerciantes, a las 1 no se
aplicaban estas normas.
 En 1920, La ley 11.077 .- Se establece el primer sistema de quiebras para
los no comerciantes.
 En 1933, La ley 11.719 (ley Castillo) .- Actualiza el Derecho Concursal
Argentino, es el verdadero pilar del D.Concursal actual.- Se aplico hasta
1972, fue muy buena, aparecen el Concurso Preventivo y la Quiebra, pero
tuvo 2 problemas muy serios:
1. ABUSO DEL DEUDOR.- La ley no establecía sanción para los que
desistían del concurso preventivo.
2. ABUSO DEL ACREEDODOR.- El Procedimiento informativo lo ampliaron,
(junta de acreedores) Se permitía que se reconozcan los créditos hasta la
junta de acreedores.

 En 1972, La ley 19.551.- Participaban en la junta de acreedores


reconocidos.
 Se soluciono el otro abuso, si se presenta en concurso y luego desiste, no
puede volver a presentarse en concurso por 1 año, si tiene pedidos de
quiebra. Le faltaron: No había regulado el concurso preventivo extrajudicial
(club de bancos). No admitía acreedores en el extranjero en quiebra.
Distinguía a las personas en Civiles y Comerciantes. Equiparación.
LEY VIGENTE CONCURSOS Y QUIEBRAS.

 LEY 24522
 REGULACION DE HONORARIOS SINDICO

 Art 265) Oportunidad. Los honorarios de los funcionarios deben ser regulados
por el juez en las siguientes oportunidades:
1) Al homologar el acuerdo preventivo.
2) Al sobreseer los procedimientos por AVENIMIENTO.
3) Al aprobar cada estado de distribución complementaria por el monto que
corresponda a lo liquidado en ella.
4) Al finalizar la realización de bienes en la oportunidad del artículo 218.
5) Al concluir por cualquier causa el procedimiento del concurso preventivo o
de la quiebra.
 266. Cómputo en caso de acuerdo. En caso de acuerdo preventivo, los
honorarios totales de los funcionarios y de los letrados del síndico y del deudor
son regulados sobre el monto del activo prudencialmente estimado por el juez
o tribunal, en proporción no inferior al uno por ciento (1%) ni superior al cuatro
por ciento (4%), teniendo en cuenta los trabajos realizados y el tiempo de
desempeño.
Las regulaciones no pueden exceder el cuatro por ciento (4%) del pasivo
verificado ni ser inferiores a dos (2) sueldos del secretario de primera instancia
de la jurisdicción donde tramita el concurso.
 267. Monto en caso de quiebra liquidada. En los casos de los incisos 3 y 4
del artículo 265, la regulación de honorarios de los funcionarios y profesionales
se efectúa sobre el activo realizado, no pudiendo en su totalidad ser inferior al
cuatro por ciento (4%) ni a tres (3) sueldos del secretario de primera instancia
de la jurisdicción en que tramita el concurso, el que sea mayor, ni superior al
doce por ciento (12%) del activo realizado.
Esta proporción se aplica en el caso del artículo 265, inciso 2, calculándose
prudencialmente el valor del activo hasta entonces no realizado para
adicionarlo al ya realizado y teniendo en consideración la proporción de tareas
efectivamente cumplida.
 268. Monto en caso de extinción o clausura.
En los casos del inciso 5 del artículo 265 las regulaciones se calculan:
1) Cuando concluya la quiebra por pago total se aplica el artículo 267.
2) Cuando se clausure el procedimiento por falta de activo, o se concluya la
quiebra por no existir acreedores verificados, se regulan los honorarios de los
funcionarios y profesionales teniendo en consideración la labor realizada.
Cuando sea necesario para una justa retribución, pueden consumir la totalidad
de los fondos existentes en autos luego de atendidos los privilegios especiales,
en su caso, y demás gastos del concurso.
 269. Continuación de la empresa. En los casos de continuación de la
empresa, además de los honorarios que pueden corresponder según los
artículos precedentes, se regulan en total para síndico y coadministrador hasta
el diez por ciento (10%) del resultado neto obtenido de esa explotación, no
pudiendo computarse el precio de venta de los bienes del inventario.
 270. Continuación de la empresa: otras alternativas. Por auto fundado
puede resolverse, en los casos del artículo anterior:
1) El pago de una cantidad determinada al coadministrador, sin depender del
resultado neto o concurriendo con éste luego de superada la suma fijada.
2) El pago por períodos de la retribución del síndico y coadministrador, según
las pautas de este precepto. El coadministrador sólo tiene derecho a
honorarios de conformidad con este artículo y el precedente, sin participar del
producto de los bienes.
 271. Leyes locales. Para el cálculo de las regulaciones previstas en esta
sección no se aplican las disposiciones de leyes locales.
Los jueces deberán regular honorarios sin atender a los mínimos fijados en
esta ley cuando la naturaleza, alcance, calidad o resultado de la labor
profesional o el valor de los bienes que se consideren indicaren que la
aplicación lisa y llana de aquéllos conduce a una desproporción entre la
importancia del trabajo realizado y la retribución resultante. En este caso, el
pronunciamiento judicial deberá contener fundamento explícito de las razones
que justifican esa decisión, bajo pena de nulidad.
 272. Apelación. Las regulaciones de honorarios son apelables por
el titular de cada una de ellas y por el síndico. En los supuestos del artículos
265 incisos 1, 2, y, según el caso, el inciso 5, también son apelables por el
deudor. En los restantes, sin perjuicio de la apelación por los titulares, el juez
debe remitir los autos a la alzada, la que puede reducir las regulaciones
aunque el síndico no haya apelado.
 273. Principios comunes. Salvo disposición expresa contraria de esta ley, se
aplican los siguientes principios procesales:
1) Todos los términos son perentorios y se consideran de cinco (5) días en
caso de no haberse fijado uno especial.
2) En los plazos se computan los días hábiles judiciales, salvo disposición
expresa en contrario.
3) Las resoluciones son inapelables.
4) Cuando se admite la apelación, se concede en relación y con efecto
suspensivo.
5) La citación a las partes se efectúa por cédula, por nota o tácitamente las
restantes notificaciones.
6) El domicilio constituído subsiste hasta que se constituya otro o por
resolución firme quede concluído el concurso.
Cuando el domicilio se constituye en edificio inexistente o que desapareciere
después, o en caso de incumplimiento por el fallido o administradores de la
sociedad concursada de la obligación impuesta por el artículo 88 inciso 7, se
tiene por constituído el domicilio en los estrados judiciales, sin necesidad de
declaración ni intimación previa.
7) No se debe remitir el expediente del concurso a juzgado distinto del de su
tramitación. En caso de ser imprescindible para la dilucidación de una causa
penal, puede remitirse por un término no superior a CINCO (5) días, quedando
a cargo del juzgado que lo requirió la obtención de testimonio y otras
constancias que permitan su devolución en término.
8) Todas las transcripciones y anotaciones registrales y de otro carácter que
resulten imprescindibles para la protección de la integridad del patrimonio del
deudor, deben ser efectuadas sin necesidad del previo pago de aranceles,
tasas y otros gastos, sin perjuicio de su oportuna consideración dentro de los
créditos a que se refiere el artículo 240. Igual norma se aplica a los informes
necesarios para la determinación del activo o el pasivo.
9) La carga de la prueba en cuestiones contradictorias, se rige por las normas
comunes a la naturaleza de la relación de que se trate.
Es responsabilidad del juez hacer cumplir estrictamente todos los plazos de la
ley. La prolongación injustificada del trámite, puede ser considerada mal
desempeño del cargo.
 274. Facultades del juez. El juez tiene la dirección del proceso, pudiendo
dictar todas las medidas de impulso de la causa y de investigación que resulten
necesarias. A tales fines puede disponer, entre otras cosas:
1) La comparencia del concursado en los casos de los artículos 17 y 102 y de
las demás personas que puedan contribuir a los fines señalados. Puede
ordenar el auxilio de la fuerza pública caso de ausencia injustificada.
2) La presentación de documentos que el concursado o terceros tengan en su
poder, los que deben devolverse cuando no se vinculan a hechos
controvertidos respecto de los cuales sean parte litigante.
 275. Deberes y facultades del síndico. Compete al síndico efectuar las
peticiones necesarias para la rápida tramitación de la causa, la averiguación de
la situación patrimonial de concursado, los hechos que puedan haber incidido
en ella y la determinación de sus responsables.
A tal fin tiene, entre otras, las siguientes facultades:
1) Librar toda cédula y oficios ordenados, excepto los que se dirijan al
presidente de la Nación, gobernadores, ministros y secretarios de Estado,
funcionarios de análoga jerarquía y magistrados judiciales.
2) Solicitar directamente informes a entidades públicas y privadas. En caso que
el requerido entienda improcedente la solicitud, debe pedir al juez se la deje sin
efecto, dentro del quinto día de recibida.
3) Requerir del concursado o terceros las explicaciones que estime pertinentes.
En caso de negativa o resistencia de los interpelados, puede solicitar al juez la
aplicación de los artículos 17, 103 y 274, inciso 1.
4) Examinar, sin necesidad de autorización judicial alguna, los expedientes
judiciales o extrajudiciales donde se ventile una cuestión patrimonial del
concursado o vinculada directamente con ella.
5) Expedir certificados de prestación de servicios de los dependientes,
destinados a la presentación ante los organismos de seguridad social, según
constancias de la contabilidad.
6) En general, solicitar todas las medidas dispuestas por esta ley y otras que
sean procedentes a los fines indicados.
7) Durante el período de verificación de créditos y hasta la presentación del
informe individual, debe tener oficina abierta al público en los horarios que
determine la reglamentación que al efecto dictará la Cámara de Apelaciones
respectiva.
8) El síndico debe dar recibo con fecha y hora bajo su firma o de la persona
autorizada expresamente en el expediente, de todo escrito que le sea
presentado en su oficina durante el período de verificación de créditos y hasta
la presentación del informe individual, el que se extenderá en una copia del
mismo escrito.
El síndico es parte en el proceso principal, en todos sus incidentes y en los
demás juicios de carácter patrimonial en los que sea parte el concursado, salvo
los que deriven de relaciones de familia en la medida dispuesta por esta ley.
 276. Ministerio público: actuación. El ministerio fiscal es parte en la alzada
en los supuestos del artículo 51. En la alzada deberá
dársele vista en las quiebras cuando se hubiere concedido recurso en que sea
parte el síndico.
 277. Perención de instancia. No perime la instancia en el concurso. En todas
las demás actuaciones, y en cualquier instancia, la perención se opera a los
tres (3) meses.
 278. Leyes procesales locales. En cuanto no esté expresamente dispuesto
por esta ley se aplican las normas procesales de la ley del lugar del juicio que
sean compatibles con la rapidez y economía del trámite concursal.
 279. Legajo de copias. Con copia de todas las actuaciones fundamentales del
juicio y las previstas especialmente por esta ley, se forma un legajo que debe
estar permanentemente a disposición de los interesados en secretaría.
Constituye falta grave del secretario la omisión de mantenerlo actualizado.
Todas las copias glosadas en él deben llevar la firma de las personas que
intervinieron. Cuando se trate de actuaciones judiciales, consisten en
testimonios extendidos por el secretario. Las citas, remisiones y constancias
que deban hacerse de piezas del juicio, deben corresponder siempre a las del
original.
 Incidentes
 280. Casos. Toda cuestión que tenga relación con el objeto principal del
concurso y no se halle sometida a un procedimiento especial, debe tramitar en
pieza separada, en la forma prevista por las disposiciones de este capítulo.
 281. Trámite. En el escrito en que se plantee el incidente debe ofrecerse toda
la prueba y agregarse la documental.
Si el juez estima manifiestamente improcedente la petición, debe rechazarla sin
más trámite. La resolución es apelable al solo efecto devolutivo.
Si admite formalmente el incidente, corre traslado por diez (10) días, el que se
notifica por cédula. Con la contestación se debe ofrecer también la prueba y
agregarse los documentos.
 282. Prueba. La prueba debe diligenciarse en el término que el juez señale,
dentro del máximo de veinte (20) días. Si fuere necesario fijar audiencia, se la
designa dentro del término indicado para que se produzca toda la prueba que
la exija.
Corresponde a las partes urgir para que la prueba se reciba en los términos
fijados; el juez puede declarar de oficio la negligencia producida y también
dictar resolución una vez vencido el plazo, aún cuando la prueba no esté
totalmente diligenciada, si estima que no es necesaria su producción.
 283.Prueba pericial. La prueba pericial se practica por un (1) solo perito
designado de oficio, salvo que por la naturaleza del asunto el juez estime
pertinente designar tres (3). En este último caso, dentro de los dos (2) días
posteriores a la designación, las partes pueden proponer en escrito conjunto
dos (2) peritos. Estos actúan con el primero de los designados por el juez,
quedando sin efecto la designación de los restantes.
 284. Testigos. No se admiten más de cinco (5) testigos por cada parte.
Cuando por la complejidad de la causa o de los hechos controvertidos resulte
necesario mayor número, se deben proponer con la restante prueba. Si no se
admite la aplicación comparecen solamente los cinco (5) ofrecidos en primer
término.
 285. Apelación. Sólo es apelable la resolución que pone fin al incidente.
Respecto de las resoluciones que deciden artículo o que niegan alguna medida
de prueba, la parte interesada puede solicitar al tribunal de alzada su
revocación cuando lo solicite fundadamente en el recurso previsto en el párrafo
precedente.
 286. Simultaneidad de incidentes. Todas las cuestiones incidentales cuyas
causas existieran simultáneamente y sean conocidas por quien los promueve
deben ser planteadas conjuntamente.
Se deben desestimar sin más trámite las que se entablen con posterioridad.
 287. Honorarios en incidentes. En los procesos de revisión de verificaciones
de créditos y en los de verificación tardía se regularán honorarios de acuerdo a
lo previsto para los incidentes en las leyes arancelarias locales, tomándose
como monto del proceso principal el del propio crédito insinuado y verificado.

De los pequeños concursos y quiebras Ley 24.522

 288. Concepto. A los efectos de esta ley se consideran pequeños concursos y


quiebras aquellos en los cuales se presente, en forma indistinta, cualquiera de
estas circunstancias:
1) Que el pasivo denunciado no alcance la suma de cien mil pesos ($100.000).
2) Que el proceso no presente más de veinte (20) acreedores quirografarios.
3) Que el deudor no posea más de veinte (20) trabajadores en relación de
dependencia.
 289. Régimen aplicable. En los presentes procesos no serán necesarios los
dictámenes previstos en el artículo 11, incisos 3 y 5, la constitución de los
comités de acreedores y no regirá el régimen de supuestos especiales
previstos en el artículo 48 de la presente ley. El contralor del cumplimiento del
acuerdo estará a cargo del síndico en caso de no haberse constituído comité
de acreedores. Los honorarios por su labor en esta etapa serán del uno por
ciento (1%) de lo pagado a los acreedores.
Disposiciones transitorias y complementarias
 290. Fecha de vigencia. La presente ley entrará en vigencia a partir de los
noventa (90) días contados desde la fecha de su publicación en el Boletín
Oficial y se aplicará solamente a los concursos presentados o quiebras
declaradas con posterioridad a partir de dicha entrada en vigencia. Sin perjuicio
de ello en los procesos en trámite en los cuales no hubiere promovido incidente
de calificación de conducta,o habiéndose promovido no se contare con
sentencia firme, dichos incidentes caducarán de pleno derecho y resultará
aplicable el régimen de inhabilitación previsto en la presente ley.
 291. Apertura de registros. Dentro del plazo de treinta (30) días contado a
partir de la publicación de la presente ley, las Cámaras de Apelaciones con
competencia en la materia procederán a la apertura de los registros previstos
en los artículos 253, 261 y 262.
 292. Honorarios en concursos y quiebras en trámite. A partir de la entrada
en vigor de la presente ley se aplicarán las normas que en materia de
regulación de honorarios ella prevé a los concursos y quiebras en trámite,
salvo en lo que se refiere a los honorarios contemplados en el artículo 291
inciso 11 de la Ley 19.551
 293. Disposiciones complementarias. La presente ley se incorpora como
libro IV del Código Comercio y, con el alcance previsto en el artículo 288, se
derogan los artículos 264, 265 y 266 de la ley 20744, los artículos 313 y 314 de
laley 19.550, la ley 19551, sus modificatorias y toda otra disposición legal o
reglamentaria que se oponga a la presente.
 294.Sustitúyese el art. 251 de la ley 20.774.
 295. Créase el Registro Nacional de Concursos y Quiebras, a fin de tomar nota
de los procedimientos reglados por la presente ley que tramiten ante los
magistrados de cualquier jurisdicción nacional o provincial, los cuales remitirán
a éste dentro de los cinco (5) días de conocida la causa la información así
como también las modificaciones relevantes que se produjeran con
posterioridad, conforme las especificaciones que requiera la reglamentación.
 296.Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a reglamentar el funcionamiento y
organización del Registro Nacional de Concursos y Quiebras.
 297. Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
CASO PRACTICO

 El fallo que analizaremos en el presente trabajo trata diversas cuestiones


de relevancia en relación con las regulaciones de honorarios de los distintos
profesionales intervinientes en el proceso concursal.

Las mismas se pueden resumir en tres:

I - A cargo de quién se encuentran los honorarios de los letrados patrocinantes de


la sindicatura.

II - La posibilidad de apelar honorarios de terceros en contraposición con lo


dispuesto por el artículo 272 de la ley 24522 y su interpretación.

III - Cómo deben determinarse los honorarios de cada uno de los integrantes de
una sindicatura plural.

2. ANÁLISIS DEL CASO

I - Análisis del artículo 257 de la ley 24522

Establece la norma que “el síndico puede requerir asesoramiento profesional


cuando la materia exceda de su competencia y patrocinio letrado. En todos los
casos, los honorarios de los profesionales que contrate son a su exclusivo cargo”.

La norma en cuestión modificó sustancialmente el régimen establecido por el


anterior artículo 281 de la ley 19551, que otorgaba al Juez la facultad de incluir o
no los emolumentos del letrado del síndico dentro de los gastos del concurso.

A tenor de una interpretación a “contrario sensu”, se desprende de la norma que la


actuación del síndico es independiente, pudiendo actuar por sí, disponiendo de la
facultad de solicitar asesoramiento profesional cuando la materia exceda su
competencia, interpretación que se corrobora con las disposiciones del artículo
258, primera parte, de la ley 24522.

El texto lleva a concluir necesariamente que tanto el patrocinio letrado como


cualquier otro tipo de asesoramiento profesional que requiera el síndico están a
cargo del mismo.

Este último resulta ser un precepto coherente con la intención del legislador de
disminuir los gastos del trámite falimentario.

Ello, en tanto disponer lo contrario importaría soslayar el objeto final del


procedimiento concursal, cual es el saneamiento de las finanzas de la empresa en
crisis.

La jurisprudencia mayoritaria(1) y la doctrina imperante(2) así lo han entendido, al


establecer que, conforme con el artículo 257 de la ley 24522, si el síndico optare
por requerir asesoramiento profesional, los honorarios que se regulen al
profesional que contrate son, en todos los casos, a su exclusivo cargo.

Por último, resulta necesario destacar que, más allá de las oscuras previsiones de
la doctrina al momento de sanción de la ley 24522, las modificaciones introducidas
a este respecto no han traído aparejados mayores inconvenientes,
desprendiéndose de la práctica tribunalicia que la gran mayoría de los síndicos
acude al asesoramiento letrado ante las distintas situaciones jurídicas derivadas
del proceso concursal, sin que las disposiciones del artículo 257 resulten óbice
para ello.

Sin perjuicio de lo expuesto, creemos que la norma resulta sobreabundante, al


“permitir” al síndico acudir al asesoramiento profesional cuando la materia
excediera su competencia, en tanto disponer lo contrario importaría poner en
riesgo gran parte de los procedimientos concursales, con la consecuente
implicancia que ello significaría en el desenvolvimiento de la economía de
mercado.
No se concibe otra opción: imponer al síndico que se exprese sobre situaciones
jurídicas complejas o distintas materias que lo excedan en sus conocimientos
resultaría un verdadero despropósito y una solución a todas luces incongruente
con el resto del ordenamiento legal.

Coincidimos por ello en la solución a la que arriba el fallo en estudio a este


respecto.

II - Análisis del artículo 272 de la ley 24522

Establece la norma lo siguiente: “Apelación. Las regulaciones de honorarios son


apelables por el titular de cada una de ellas y por el síndico. En los supuestos del
artículo 265, incisos 1), 2), y, según el caso, el inciso 5), también son apelables
por el deudor. En los restantes, sin perjuicio de la apelación por los titulares, el
Juez debe remitir los autos a la Alzada, la que puede reducir las regulaciones
aunque el síndico no haya apelado”.

El artículo indica que las regulaciones de honorarios sólo son apelables por sus
titulares y por el síndico, estableciendo a renglón seguido las excepciones a este
principio, a saber: en los casos de acuerdo homologado, al sobreseer el
procedimiento por avenimiento, y al concluir por cualquier causa el procedimiento
de concurso preventivo o la quiebra -art. 265, incs. 1), 2) y 5), respectivamente, L.
24522-, en el que dicha facultad recursiva se otorga también al concursado.

Esta última solución resulta acorde con el resto del ordenamiento concursal, en
tanto viene a traer herramientas al concursado a los fines de proteger o “defender”
la situación patrimonial de la empresa que, ya de por sí, se encuentra deteriorada,
motivo por el cual acudió a la solución concursal para reestructurar sus finanzas.

Una situación particular se presenta en el caso en análisis, en el que se regulan


los distintos estipendios profesionales a la sindicatura plural sobre la base de
distintos argumentos, y sobre la posibilidad de que un tercero -en este caso, uno
de los síndicos- apele los honorarios de otro profesional, en tanto dicha regulación
trae aparejada -presuntamente- una disminución en los propios, atento el tope que
se debe respetar en la sumatoria de la totalidad de los honorarios regulados -ver
art. 266 y concs., L. 24522-.

En el caso, el juzgador ha entendido que, sin perjuicio de la posible falta de


legitimación del apelante, la solución se encuentra en el último párrafo de la norma
en cuestión.

En principio, esta opción se encontraría vedada por el ordenamiento concursal, de


conformidad con la norma estudiada, estableciéndose que, en los casos restantes
-es decir, al aprobar cada estado de distribución complementaria por el monto que
corresponda a lo liquidado en ella o al finalizar la realización de bienes-, el Juez
debe remitir el expediente a la Alzada para la revisión de oficio de los honorarios
regulados. Así lo ha reconocido la jurisprudencia.(3)

Esta disposición puede ser objeto de algún cuestionamiento en materia procesal,


pero evidentemente pone en manos del Juez las herramientas necesarias para
realizar una efectiva protección de la integridad del activo distribuible en los casos
establecidos -y sólo en esos casos-.

Según nuestro criterio, la posibilidad de extender el acotado y excepcional alcance


de la “consulta” a los otros casos puede importar, eventualmente, un exceso de
jurisdicción, en desmedro de las garantías constitucionales de defensa y de
propiedad, en tanto no dotaría de firmeza a la regulación de honorarios de que se
trata por un plazo extenso.

Es que consideramos que, aun cuando la solución apuntada constituye una


excepción al régimen recursivo, no por ello es dable apartarse de los principios
generales en esta materia. Admitir lo contrario importaría otorgar en forma
indefinida la facultad de revisar oficiosamente los honorarios regulados, situación
sobre la cual ya se ha expedido en forma contraria la Corte Suprema de Justicia
de la Nación.(4)
Por otro lado, sostenemos que la expresión “en los restantes” resulta clara y
limitativa, motivo por el cual extender el supuesto a otros casos implica forzar la
interpretación de la norma.

III - Proporción de los honorarios en la sindicatura plural

Adelantamos nuestra coincidencia con la solución adoptada en el fallo analizado,


respecto de la proporcionalidad de los emolumentos regulados a los distintos
contadores integrantes de la sindicatura plural.

Más allá de la simplificación que puede observarse en algunos fallos en relación


con las regulaciones de honorarios -mayormente producidas por un cúmulo de
tareas que no permite el análisis profundo de cada caso-, lo cierto es que el Juez
posee a su alcance todas las herramientas que le brinda el expediente a los fines
de determinar la importancia, la eficacia, el resultado y la calidad de los trabajos
realizados por cada uno de los profesionales intervinientes.

La fijación de los emolumentos profesionales no es consecuencia de una


aplicación mecánica de determinada alícuota sobre la base legal, sino que deben
ser atendidos otros parámetros concurrentes, tales como la relevancia y la
extensión de las tareas realizadas.

Es que no necesariamente en una sindicatura plural los distintos integrantes


actúan en la misma proporción, motivo por el cual regular “a prorrata” sus
honorarios pueden convertirse en una situación por demás injusta y arbitraria.

Claro está que dicha proporción surgirá de las constancias de autos, es decir
dentro de la órbita de conocimiento del Juez, ya que resulta imposible que el
juzgador determine la proporción de tareas realizadas fuera del ámbito del
expediente, situación que, de todos modos -aunque no sería necesario aclararlo-,
resulta extraña a la jurisdicción del Tribunal.
3. CONCLUSIONES

Resulta claro el texto del artículo 257 de la ley 24522, en cuanto establece que los
emolumentos de los profesionales y letrados que asesoren al síndico son a cargo
de éste.

Respecto de la apelación de los honorarios por parte de terceros no mencionados


por el artículo 272 de la norma concursal, sostenemos que no procede, en tanto la
apelación de los propios estipendios conlleva, seguramente, la modificación de los
restantes, mientras que la totalidad de los mismos tiene como tope el porcentaje
previsto por la ley -en el caso, el 4% del pasivo verificado-.

De los argumentos expuestos, surge nuestra oposición a que se haga extensiva la


posibilidad de revisar de oficio los emolumentos regulados, aun cuando no sean
apelados, en los casos no previstos por la norma en cuestión.

Por último, resulta ajustado a derecho que, en caso de la sindicatura plural, la


regulación de los distintos profesionales actuantes se realice en forma
proporcional a los trabajos realizados en la causa.

4. ANEXO: HONORARIOS EN EL CONCURSO. INTERPRETACIÓN DEL


ARTÍCULO 272 DE LA LEY 24522. SINDICATURA PLURAL. PAUTAS PARA LA
REGULACIÓN DE HONORARIOS DE SUS INTEGRANTES. SÍNDICO CON
ASESORAMIENTO PROFESIONAL. HONORARIOS A SU CARGO.
FUNDAMENTOS

La ley, al establecer dos categorías para el ejercicio de la sindicatura (art. 253),


libró al prudente criterio de los jueces atribuirla a un estudio de contadores, según
la magnitud y complejidad del concurso de que se trate(5), pero no innovó con ello
en el modo de remunerar la labor de los integrantes de tales estudios, toda vez
que la sindicatura es una función de estricto ejercicio personal (art. 258), calidad
que corroboran los principios de indelegabilidad e irrenunciabilidad establecidas
por la ley (arts. 252, 254, 255 y concs., L. 24522) análogos a los de la derogada
ley 19551(6), lo que, a su turno, sustenta dicha remuneración en primarias
garantías constitucionales. Siendo ello así, no necesariamente han de ser
remunerados paritariamente todos los integrantes del estudio, ni a prorrata de una
suma única a compartir entre sí. Por ende -y sin perjuicio de lo que pudieren
recíprocamente recompensar en la esfera de su relación convencional, ámbito de
una variedad de labores no exteriorizadas en el expediente judicial-, la regulación
de honorarios de cada uno de ellos ha de depender exclusivamente de la
valoración del desempeño individual.

Conforme con el artículo 257, si el síndico optara por requerir asesoramiento de un


abogado, los honorarios de éste no pesan sobre el concurso, siendo a cargo del
funcionario que lo contratara. La norma, al eliminar la alternativa que permitía al
Juez incluirlos, o no, como gasto del concurso (art. 281 de la derogada L. 19551),
revela el criterio, subyacente en la norma vigente, de reconocer en el síndico, en
general, legitimación para actuar en el proceso sin patrocinio de un abogado
(causa 91.500 - 12/9/2002), como lo revela, además, la preferencia por los
contadores públicos que posean títulos universitarios de especialización en
sindicatura concursal [art. 253, inc. 1)]. La decisión por el síndico de adoptar tal
asistencia halla fundamento en la conveniencia de que lo asesore quien, sin
subrogarlo en su tarea y responsabilidad, le aporte conocimientos técnicos que no
necesariamente ni en todo caso posee.

La atribución de actuar conforme con la parte final del artículo 272 de la ley 24522
es una excepción a los sistemas recursivos que abren la jurisdicción de la Alzada
sólo cuando media el alzamiento, y sólo en la medida de él(7), cuya razón de
orden público radica en la custodia de la integridad del activo distribuible, evitando
su afectación mediante emolumentos que exceden los límites legales. Y es por
ello que dicho artículo 272 prevé la elevación de los autos, para que la Alzada
revise oficiosamente la regulación efectuada, así como la base que la sustentó
(causa 80.908 - 30/5/2002).
Texto de los autos “Sidal SA s/concurso preventivo” - C1a. Apel. CC de San Isidro
(Prov. de Buenos Aires) - Sala II - 28/10/2004 (Parte pertinente)

En la Ciudad de San Isidro, a los 28 días del mes de octubre de 2004, se reúnen
en Acuerdo Ordinario los señores Jueces de la Sala II de la Cámara Primera de
Apelación en lo Civil y Comercial, doctores Juan Ignacio Krause, Roger André
Bialade y Daniel Malamud, para dictar sentencia interlocutoria en el juicio “Sidal
SA s/concurso preventivo (causa 94.771)”. Practicado el sorteo, resulta deber
observarse el siguiente orden, doctores Malamud, Krause y Bialade, y plantear y
votar las siguientes:

CUESTIONES

…¿Es justa la sentencia apelada?…

VOTACIÓN

…El Juez Malamud dijo:

A fojas 3.586/7, se homologó la propuesta de Acuerdo Preventivo de fojas 3.087,


imponiendo las costas a la concursada y regulando los honorarios de los señores
abogados de ésta, de los síndicos Armas y Buceta, y del abogado patrocinante de
los mismos. Las importancias fijadas se apelaron por los nombrados síndicos en
memoria de fojas 3.601/6, cuyo traslado (fs. 3.621) no fue contestado.

Y en fojas 3.610 se reguló el honorario de la síndico Couto, apelado por ésta con
el escrito de fojas 3.626/30, contestado por la concursada en fojas 3.675/6.

1. Se aduce en fojas 3.601/6 que, regulándose en … pesos los honorarios de los


abogados de la concursada, en otro tanto los de los síndicos Armas y Buceta, y en
… pesos los de su patrocinante, doctor Lordi, el monto total de las regulaciones
asciende a … pesos, siendo sólo a cargo de la concursada la cantidad de …
pesos, por aplicación del artículo 257 de la ley 24522, que impone a dichos
funcionarios la remuneración de su patrocinante, con lo que la propia de ambos
queda limitada en total a … pesos.

Se sostiene también que esta última importancia equivale aproximadamente al


cero con cuatro por ciento (0,4%) del activo prudencialmente estimado ($ …),
considerando entonces que no solamente no se hizo mérito de la importancia,
eficacia y extensión de las labores de la sindicatura, sino que tampoco se atuvo el
señor Juez anterior a las reglas que al efecto prescriben el artículo 266 del
ordenamiento concursal y su hermenéutica.

Se propugna entonces la revocación de lo decidido, modificando la base y el


porcentual aplicables, y se practique nueva regulación de todos los honorarios,
elevándose los de los recurrentes.

Los cálculos referidos resultan modificados por la ulterior regulación de honorarios


de la síndico Couto ($ …) -que eleva el monto total de las regulaciones a $ …,
siendo a cargo de la concursada la cantidad de $ …-, y que es apelada por la
nombrada con similares fundamentos, a los que añade la censura por la
desproporción con el estipendio de sus colegas en la sindicatura plural, que la
agravia.

2. Conforme con el artículo 266 de la ley 24522, en caso de acuerdo preventivo, el


total de los honorarios de los funcionarios y de los abogados del síndico y del
deudor ha de ser regulado sobre el monto del activo prudencialmente estimado
por el Juez o Tribunal, en proporción no inferior al uno por ciento (1%) ni superior
al cuatro por ciento (4%), teniendo en cuenta los trabajos realizados y el tiempo de
desempeño. Añade la norma que las regulaciones no pueden exceder del cuatro
por ciento (4%) del pasivo verificado, ni ser inferiores a dos (2) sueldos del
secretario de primera instancia.

Por eso, aparte de brindar relevancia a los trabajos realizados y al tiempo de


desempeño, tiene en principio una definida pauta regulatoria, dada por el activo
prudencialmente estimado por el Juez. Y su segundo párrafo, al establecer la
limitación del pasivo verificado (y, según este Tribunal, declarado admisible; conf.
causa 93.961 - 4/9/2003), impide que la regulación practicada exclusivamente
sobre la base del activo pueda resultar desmesurada o exorbitante (causa 96.325 -
16/9/2004 y Lorente, Javier A.: “Nueva ley de concursos y quiebras” - Ed. Gowa -
Bs. As. - 1995 - págs. 414 y 415). Esto es, teniendo en cuenta que si el artículo
266 regula el “caso de acuerdo preventivo”, su segunda parte necesariamente se
vincula con el pasivo declarado admisible (arts. 45, 49, 52, 55, 59 y concs. - L.
24522).

Además, maguer ser la totalidad de los honorarios de los funcionarios, y de los


letrados del síndico y del deudor lo que debe caber en los parámetros
porcentuales que fijan los artículos 266 y 267, no ha de tomarse en cuenta en el
pertinente cálculo la remuneración del abogado del síndico, no estando en
cuestión que es éste quien debe solventarla (art. 257 citado, causa 92.270 y RI
167/2003).

De acuerdo con el informe general del artículo 39 de la ley de concursos y


quiebras, el activo estimado en autos asciende a … pesos (fs. 3.099), trepando el
pasivo verificado y admisible a … pesos (fs. 3.100 vta.). Así, aunque la suma de
las regulaciones en cuestión no puede ser menor al uno por ciento (1%) -$ …- ni
mayor al cuatro por ciento (4%) -$ …- de la primera de tales importancias, tiene
por límite al cuatro por ciento (4%) de la segunda, o sea, … pesos, debiendo en
consecuencia adecuarse aquéllas a dicha directriz.

No es óbice a ello que -como sostiene la concursada en fs. 3.675 vta.- la apelante
carezca de legitimación para apelar por altos los honorarios regulados a los
doctores Cruz Martín y Fernández Campón. Cierto es que -en principio- quien no
ha sido condenado en costas, respecto de los estipendios fijados, no tiene
legitimación para alzarse contra el pronunciamiento que los contiene, lo que halla
su razón de ser en que carece de gravamen, y, por ende, de interés legítimo
tutelable (Larroza, Ricardo O. y Taranto, Hugo O.: “Honorarios de abogados y
procuradores” - Ed. Jurídicas - Bs. As. - 1990 - pág. 439).
Pero no es tal el caso, en la medida en que la suma de todos los honorarios tiene
la limitación antedicha, porque la atribución de actuar conforme con la parte final
del artículo 272 de la ley 24522 es una excepción a los sistemas recursivos que
abren la jurisdicción de la Alzada sólo cuando media el alzamiento y sólo en la
medida de él (Fassi, Santiago y Gebhardt, Marcelo: “Concursos y quiebras” - 7a.
ed. - Ed. Astrea - Bs. As. - pág. 519), cuya razón de orden público radica en la
custodia de la integridad del activo distribuible, evitando su afectación mediante
emolumentos que exceden los límites legales. Y es por ello que dicho artículo 272
prevé la elevación de los autos, para que la Alzada revise oficiosamente la
regulación efectuada, así como la base que la sustentó (causa 80.908 -
30/5/2002).

3. La ley, al establecer dos categorías para el ejercicio de la sindicatura (art. 253),


libró al prudente criterio de los jueces atribuirla a un estudio de contadores, según
la magnitud y complejidad del concurso de que se trate (CNCom. - Sala E -
18/7/1997, “in re”, “Canga SA s/concurso preventivo” - ED - T. 175 - pág. 167),
pero no innovó con ello en el modo de remunerar la labor de los integrantes de
tales estudios, toda vez que la sindicatura es una función de estricto ejercicio
personal (art. 258), calidad que corroboran los principios de indelegabilidad e
irrenunciabilidad establecidas por la ley (arts. 252, 254, 255 y concs., L. 24522),
análogos a los de la derogada ley 19551 (arts. 276 a 279; conf. Couso, Juan C.:
“Funciones y responsabilidades de la sindicatura concursal”, en “Estudios de
derecho comercial” - Nº 3 - Colegio de Abogados de San Isidro - pág. 31; SC Bs.
As. - Ac. 42.409 - 11/12/1990), lo que a su turno sustenta dicha remuneración en
primarias garantías constitucionales.

Siendo ello así, no necesariamente han de ser remunerados paritariamente todos


los integrantes del estudio, ni a prorrata de una suma única a compartir entre sí.
Por ende -y sin perjuicio de lo que pudieren recíprocamente recompensar en la
esfera de su relación convencional, ámbito de una variedad de labores no
exteriorizadas en el expediente judicial-, la regulación de honorarios de cada uno
de ellos ha de depender exclusivamente de la valoración del desempeño
individual.

4. Conforme con el artículo 257, si el síndico optara por requerir asesoramiento de


abogado, los honorarios de éste no pesan sobre el concurso, siendo a cargo del
funcionario que lo contratara. La norma, al eliminar la alternativa que permitía al
Juez incluirlos, o no, como gasto del concurso (art. 281 de la derogada L. 19551),
revela el criterio, subyacente en la norma vigente, de reconocer en el síndico, en
general, legitimación para actuar en el proceso sin patrocinio de abogado (causa
91.500 - 12/9/2002), como lo revela, además, la preferencia por los contadores
públicos que posean títulos universitarios de especialización en sindicatura
concursal [art. 253, inc. 1)].

La decisión por el síndico de adoptar tal asistencia halla fundamento en la


conveniencia de que lo asesore quien, sin subrogarlo en su tarea y
responsabilidad, le aporte conocimientos técnicos que no necesariamente ni en
todo caso posee.

Mas ha de admitirse, examinando el presente expediente (en el que concurrieron


69 acreedores verificados: fs. 3.032 y fs. 3.075), que su complejidad ha sido, en
esencial medida, contable. Y sin desconocer la eficacia del desempeño del doctor
Lordi, concluir en que la remuneración para él fijada excede de la adecuada
proporción que debe guardar con la de los síndicos obligados a pagarla, y cuyas
responsabilidades en el proceso redunda hoy reiterar, adelanto que ha de
reducírsela…

A la misma cuestión, los señores Jueces, doctores Krause y Bialade, por iguales
consideraciones, votaron también por la negativa…

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