Vous êtes sur la page 1sur 3

El término utopía está formado a partir de palabra griegas, “οὐ” que

quiere decir “no” y “τόπος” o “topos” que significa lugar, por lo tanto
etimológicamente la palabra utopía hace alusión a aquel lugar que no
existe. Según el diccionario de la real academia española el vocablo quiere
decir “doctrina, plan, proyecto o sistema optimista que se muestra como
irrealizable en el momento que es formulado”. Entonces se puede decir que
utopía hace referencia a la ideología, simbolismo o representación de
una dada civilización imaginaria, inmaterial, sublime, perfecta,
fantástica, aludiendo a una ciudad o a un universo paralelo al mundo
en que se vive.
El vocablo utopía fue expuesto por Tomas More, quien fue un pensador, teólogo, político,
humanista y escritor inglés, en el siglo XVII o XVIII, descrito en su obra “Dē Optimo
Rēpūblicae Statu dēque Nova Insula Ūtopia” donde se le designa por nombre utopía a
una isla y a la comunidad irreal que la pobla, cuya organización cultural, política y
económica difiere en aspectos de distintos índoles con las numerosas sociedades de aquella
época.

Para este personaje Thomas More, una utopía significaba aquella civilización o sociedad
equitativamente organizada, donde los bienes de cada individuo pertenecían a todos y no
estos mismos, las personas serian amantes de la lectura diaria y el pasarían gran parte de
su tiempoadmirando el arte, no participarían en guerras, exceptuando en situaciones
extremas, para que así está dada sociedad lograra vivir en paz, en armonía y feliz.

Es importante señalar que utopía además no solamente puede ser considerada con el fin de
plantear un lugar o una vida con una visión imaginaria, sino que podría ser también, una
forma optimista o esperanzada de observar el mundo, y plasmar las cosas como
quisiéramos que fueran. En las corrientes filosóficas entienden la utopía como la acción de
una sociedad manifestándose como una negacion de la realidad u objetividad actual.
Augusto Comte
(Auguste Comte; Montpellier, 1798 - París, 1857) Pensador francés,
fundador del positivismo y de la sociología. Con la publicación de su Curso de
filosofía positiva(1830-1842), Augusto Comte apadrinó un nuevo movimiento
cultural del que sería considerado iniciador y máximo representante: el
positivismo. Tal corriente dominaría buena parte del siglo XIX, en polémica
y algunas veces en compromiso con la tendencia filosófica antagonista, el
idealismo.

Como todos los grandes movimientos espirituales, el positivismo no se deja


fácilmente encasillar en las etiquetas de una definición estricta y precisa. En
sentido muy lato, puede decirse que es una revalorización del espíritu
naturalista y científico contra las tendencias declarada y abiertamente
metafísicas y religiosas del idealismo.

Biografía

Rompiendo con la tradición católica y monárquica de su familia, Augusto


Comte se orientó durante la época de la Restauración hacia el agnosticismo
y las ideas revolucionarias. Después de una primera juventud cerrada y
rebelde, ingresó en 1814 en la Escuela Politécnica de París, donde, en
contacto con las ciencias exactas y la ingeniería, se sintió atraído
fuertemente, junto con muchos compañeros de escuela, hacia aquella
especie de "revolución de los técnicos" que iba predicando el Conde de Saint-
Simon.

Disuelta la Escuela Politécnica por el gobierno reaccionario de 1816, Comte,


contra la opinión de sus padres, permaneció en París para completar sus
estudios de forma autodidacta, ganándose el sustento con clases particulares
de matemáticas, que durante casi todo el resto de su vida fueron su fuente
principal de ingresos. Desde 1817 se vinculó a Saint-Simon, para el cual trabajó
de secretario hasta su ruptura en 1824. Ese año un trabajo de Comte (Plan
de los trabajos científicos necesarios para reorganizar la sociedad) fue reprobado por su
maestro.
Biografía

Sigismund Freud, que a los veintidós años habría de cambiar ese nombre por
el de Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua Moravia (hoy Príbor,
República Checa), el 6 de mayo de 1856. Su padre fue un comerciante en
lanas que, en el momento de nacer él, tenía ya cuarenta y un años y dos
hijos habidos en un matrimonio anterior; el mayor de ellos tenía
aproximadamente la misma edad que la madre de Freud -veinte años más
joven que su esposo- y era, a su vez, padre de un niño de un año. En su
edad madura, Freud hubo de comentar que la impresión que le causó esta
situación familiar un tanto enredada tuvo como consecuencia la de despertar
su curiosidad y aguzar su inteligencia.

En 1859, la crisis económica dio al traste con el comercio paterno, y al año


siguiente la familia se trasladó a Viena, en donde vivió largos años de
dificultades y estrecheces, siendo muy frecuentes las temporadas en las que,
durante el resto de su larga vida (falleció en octubre de 1896), el padre se
encontraría sin trabajo. Aunque siempre detestó Viena, Sigmund Freud
residiría en esta ciudad hasta un año antes de su muerte: pese a la
intercesión de Roosevelt y Mussolini, en junio de 1938 se vería obligado por su
condición de judío (sus obras habían sido quemadas en Berlín en 1933) a
emprender el camino del exilio hacia Londres como consecuencia
del Anschluss, la anexión de Austria al proyecto pangermanista de la Gran
Alemania, preparada por los nazis con ayuda del canciller austriaco Arthur
Seyss-Inquart y sus prosélitos.

Vous aimerez peut-être aussi