Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Marco teórico.
Las externalidades son decisiones de consumo, producción e inversión que toman individuos y
empresas y que afectan a terceros que no participan directamente en esas transacciones.
Podemos encontrar externalidades positivas y negativas.
Cuando hay externalidades se producen efectos indirectos que repercuten en las oportunidades
de consumo y producción de terceros, pero el precio del producto no refleja esas externalidades.
Así pues, las rentabilidades y los costes privados son diferentes de los que asume la sociedad en
su conjunto.
Si hay diferencia entre los costes privados y sociales o entre la rentabilidad privada y social, los
resultados de mercado posiblemente no sean eficientes. Para promover el bienestar de toda la
sociedad, es necesario obtener un máximo de rentabilidad social y/o reducir los costes sociales
al mínimo.
Así pues, habrá una sobreproducción de bienes con externalidades negativas cuando sólo se
tengan en consideración los costes privados (inferiores a los sociales). Si dado este punto, se
redujeran los costes sociales al mínimo (incluyéndolos en los privados), se produciría una
disminución de los niveles de producción (hacia una producción socialmente óptima).
Análogamente, con externalidades positivas, Se obtiene del sector privado una producción
inferior a la socialmente óptima.
Los economistas neoclásicos reconocieron que las ineficiencias asociadas a las externalidades
constituyen una forma de “falla de mercado”, en otras palabras, desde una perspectiva de
bienestar general, la decisión privada basada en el mercado (en presencia de externalidades) no
produce resultados eficientes. También recomendaron la intervención gubernamental para
corregir los efectos de las externalidades.
Por ejemplo, para el caso de los agentes contaminadores, la solución consiste en la imposición
de un impuesto a la contaminación a los nombrados agentes, que compensara el perjuicio
causado a terceros. Ese impuesto produciría el resultado de mercado que habría ocurrido si los
contaminadores hubieran asumido todos los costes (menor producción a mayor precio).
Siguiendo la misma lógica, los gobiernos deberían subsidiar a quienes generan externalidades
positivas, en la misma proporción en que otros se beneficien.
Lo anterior fue inicialmente introducido por el teorema de Coase, que propona la posibilidad de
superar las ineficiencias causadas por las externalidades a través de la negociación. Para que se
produzcan soluciones viables, los derechos de propiedad deben estar bien definidos, los costes
de la negociación deben ser bajos y no puede haber incertidumbre ni información asimétrica.
Se propone como intervención óptima del gobierno el establecimiento de normativas que hagan
posible una negociación adecuada entre las partes involucradas en las externalidades.
Ejemplo.