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“MI MUNDO EN SILENCIO”

E
n la actualidad existen una serie de trastornos que por la similitud de sus
signos y síntomas son difíciles de diagnosticar; tal es el caso de un
trastorno generalizado del desarrollo como lo es el autismo, en el que el
niño manifiesta tres síntomas principales como lo son: dificultad en la interacción
social, problemas en la comunicación sea verbal o no verbal y patrones
restringidos repetitivos y estereotipados de comportamiento, intereses y
actividades. El autismo por lo general se presenta aproximadamente a los tres
años y continua durante toda la vida contrario a otros trastornos del desarrollo
como lo es el trastorno de Rett, donde el deterioro es crónico hasta llegar a un
estado en el que la persona queda limitada en sus funciones físicas y psicológicas.

Los individuos con autismo tienen un periodo de vida largo y el grado de


severidad de dicho trastorno varía desde lo moderado hasta lo severo; sin
embargo es característico que las personas respondan de manera anormal a los
estímulos sensoriales como el tacto o al sentido visual (de aquí que algunos de los
tratamientos que han tenido mayor impacto se basan en lo visual); la mayoría de
los autistas parece presentar dificultades al momento de interpretar las
expresiones faciales de otras personas por lo que esto puede ser un factor que
propicia la dificultad de comunicarse con los que lo rodean; además la mayoría
presenta poca sensibilidad al dolor físico, lo que conlleva a que en el momento en
que se auto-agreden no se den cuenta de la magnitud del daño que se están
provocando. Esta auto-agresión suele darse cuando la persona con autismo se
encuentra realizando algunos movimientos repetitivos y estereotipados como el
mecerse, el cual le provoca una disminución de ansiedad. Las personas con
autismo también manifiestan un interés inusual y poco común por los juguetes y
objetos llamativos propios de su edad; así mismo, dichas personas pueden
presentar una dificultad con los cambios de rutina o los lugares en los que se
desenvuelve, como puede ser el que los padres del autista pinten su casa de otro
color o que acomoden muebles en un lugar diferente a donde los tenían, esto
puede deberse al grado de obsesibidad que tienen estas personas con el orden.

Los niños con autismo al igual que otros con diferentes discapacidades
también varían en cuanto a sus habilidades, inteligencia, y conductas. Algunos
pueden no hablar y, otros podrán tener un lenguaje con frases o conversaciones
repetidas; sin embargo casi la mayoría de los autistas con destrezas más
avanzadas del lenguaje tienden a usar una cantidad limitada de temas y tienen
dificultad con los conceptos abstractos.
Cabe mencionar que se debe tener cuidado y se tiene que prestar atención
especial al tipo de comida que se les proporcione, ya que algunos autores
consideran que las harinas de trigo y otros alimentos ricos en Gluten y Caseína
favorecen la aparición y la exacerbación de síntomas; es importante mencionar
que las causas para que se presente el autismo no han sido completamente bien
delimitadas y por lo tanto no se puede establecer si el tipo de comida que ingiera
la persona con autismo influye en la aparición de dicho trastorno. Algunos
estudiosos del tema proponen que para que se dé el autismo debe darse una
anormalidad cromosómica; otros proponen que existen causas bioquímicas en el
ser humano como la falta o el exceso de serotonina; algunos otros estudiosos
establecen que la causa puede ser el que la madre haya adquirido la enfermedad
de la Rubéola durante el embarazo y algunos otros como los psicoanalistas
mencionaban que la causa era la presencia de una madre fría que alejaba al hijo,
a la que comúnmente se le llamaba “madre refrigerador”, sin embargo a esta
postura se le considero machista y se hicieron estudios que la refutaron; lo que es
cierto es que hasta la fecha ninguna teoría ha dado una explicación certera y
veraz del por qué se presenta el autismo y cómo prevenirlo.

Como no se conoce una causa real del por qué se da el autismo, no se


tiene cura alguna y por lo tanto, si no se le detecta a tiempo el tratamiento para
que mejoren los síntomas del autismo será menos productivo. Entre los
tratamientos más usados podemos encontrar la Terapia conductual que por el
carácter obsesivo propio de los individuos con autismo parece ser la más
apropiada; dicha teoría propone moldear o modificar conductas por medio de
reforzadores o represores o lo que es lo mismo, premios y castigos. La medicina
actual en su afán por querer dar una explicación científica médica de toda
enfermedad, trastorno o discapacidad propone que los fármacos son un buen
tratamiento en la mejora de los síntomas ansiosos propios del autismo, como el
mecerse; sin embargo, se debe recordar que estos medicamentos en la mayoría
de los casos al igual que muchos otros provocan dependencia y que el
medicamento por mantenerlo tranquilo, no dejará que el niño interactúe con el
medio social, lo cual es algo que se pretende mejorar. La músico terapia y la
terapia con animales proporcionan resultados favorables ya sea porque calma la
ansiedad en el autista o porque simplemente es algo nuevo y llamativo. Puede
hacerse referencia a otras terapias, pero las que más resultados positivos han
arrojado en el tratamiento de las personas con autismo, parecen ser las de
comunicación visual por medio de imágenes y símbolos, los que al parecer le
permiten a la persona con autismo guardar la información en su cerebro a través
de la interiorización de imágenes y así establecer un concepto por generalización.
Para terminar, es importante mencionar que sea cual sea la atención que se
le pretenda brindar a la persona con autismo, no se debe olvidar que el objetivo
primordial que debe ofrecer la educación consiste en hacer del alumno una
persona más funcional socialmente con conocimientos que le permitan hacer
frente a las exigencias cotidianas que le planteé la vida.

ELABORO: LIC. EN PSIC. SALVADOR MENA REYES

ASESOR DEL CRIE NO. 5 JOYAS DEL VALLE

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