Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Estos trabajos fueron seleccionados para presentarse durante todo el mes de abril en la sala de exposiciones de
la Biblioteca Viva del Mall Plaza Norte, y ahora Maite busca otro lugar para exponer.
La presentación de la expo la redactó Maite en conjunto con sus padres y su profesor de pintura.
Los cuadros de Maite transmiten el proceso de aprendizaje que paso a paso recorre todo artista.
Guiada de la mano de su profesor, crea obras con las cuales va descubriendo su propia forma de pintar,
a la vez que experimenta distintos aspectos como el color, el trazo, forma y tamaño,
luz y sombra, perspectiva, y atmósferas; con los cuales, paso a paso, empieza a reflejar su universo interno.
Así en la expo se observa como los colores y las características del trazado del pincel
comienzan a develar el estado emocional de Maite.
Para Maite la pintura, es un mundo de paz y tranquilidad, un refugio en donde el tiempo es calmo; así, puede estar horas y horas hasta
conseguir lo que desea plasmar en sus telas. Para Maite la pintura también es libertad. Ella pinta cuando siente deseo de hacerlo.
Maite dice que colgar un cuadro en una pared vacía equivale a abrir una ventana hacia otro mundo, pues cada pintura es un universo en sí
mismo, real pero a la vez ficticio. Así, ella desea que todas las personas del mundo pudiesen entrar en el mágico universo de las pinturas, para
que viajen en el tiempo y en el espacio mediante la simple contemplación de una obra colgada en una pared.
¡Así que manos a la obra y buen viaje!. Maite te invita a disfrutar de ésta, su primera exposición.
1.
El comienzo.
Óleo sobre cartón. 54*38 cm.
Agosto 2014.
Este cuadro es la integración de todo lo anterior: sombras y luz, manejo del color, y formas.
Este cuadro fue un último cuadro para comenzar un aprendizaje mayor.
4.
Jarrones verdes.
Óleo sobre cartón. 50*34 cm.
Septiembre 2014.
Me acuerdo
perfectamente de este
cuadro porque iba a ser
mi última pintura en
cartón, para pasar a la
tela,
y solo quería terminarla,
y no se acababa nunca, y
me demoré ¡casi dos
meses!.
Me iba a ir de vacaciones,
y si empezaba una tela no iba a terminarla
como en dos semanas o más,
entonces volví al cartón,
y traté de interpretar las flores pasadas que había hecho,
pero éstas tienen más movimiento, más locura,
y todo ello con menos color
¡Fíjense!: hay unas flores blancas escondidas.
Me gusta el cielo.
Descubrí lo que eran los matices del cielo,
y que hacían que el cuadro se viera más bonito.
Antes no me gustaba el cielo, porque era sólo azul
y blanco, pero con este cuadro utilicé pinceladas
de distintos colores, y logré un cielo "con más
cuento".