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"Mi primera expo"

Maite Quijada Pinto


Abril 2016
A continuación se presenta "Mi primera Expo",
muestra en galería de 13 trabajos de Maite Quijada Pinto
para ser expuestos en la Corporación Cultural de Recoleta.

Estos trabajos fueron seleccionados para presentarse durante todo el mes de abril en la sala de exposiciones de
la Biblioteca Viva del Mall Plaza Norte, y ahora Maite busca otro lugar para exponer.

La presentación de la expo la redactó Maite en conjunto con sus padres y su profesor de pintura.

Las reseñas de los cuadros las redactó Maite.


En ellas evidencia su proceso de aprendizaje y vivencias respecto de cada cuadro,
dejando por parte del observador el descubrir el estado emocional y
mundo interno de Maite, a la vez que éste surge paso a paso,
evidenciándose de manera no deliberada,
dado el comienzo del dominio técnico del pintar al óleo.
-Presentación-

Maite es una niña de 11 años que desea llenar de color el mundo.


Así, pinta sin cesar, y cada trazo y selección de color refleja su mirada inquieta e inocente.

Maite empieza a pintar desde muy pequeña.


A los tres años ingresa por primera vez a una clase de arte infantil, guiada por la Artista visual Alelí Bromberg.
Fue una experiencia maravillosa que duró unos pocos meses porque Alelí regresó a Argentina.
Años después Maite siente un notorio impulso y deseo por pintar,
y su madre busca intensamente un taller infantil.
Ante ello Maite indica muy claramente que quiere "pintar de verdad".
Así, a los 9 años llega al Taller 56, dirigido por el artista visual Nelson Maglio Olate Figueroa.

Los cuadros de Maite transmiten el proceso de aprendizaje que paso a paso recorre todo artista.
Guiada de la mano de su profesor, crea obras con las cuales va descubriendo su propia forma de pintar,
a la vez que experimenta distintos aspectos como el color, el trazo, forma y tamaño,
luz y sombra, perspectiva, y atmósferas; con los cuales, paso a paso, empieza a reflejar su universo interno.
Así en la expo se observa como los colores y las características del trazado del pincel
comienzan a develar el estado emocional de Maite.

Para Maite la pintura, es un mundo de paz y tranquilidad, un refugio en donde el tiempo es calmo; así, puede estar horas y horas hasta
conseguir lo que desea plasmar en sus telas. Para Maite la pintura también es libertad. Ella pinta cuando siente deseo de hacerlo.

Maite dice que colgar un cuadro en una pared vacía equivale a abrir una ventana hacia otro mundo, pues cada pintura es un universo en sí
mismo, real pero a la vez ficticio. Así, ella desea que todas las personas del mundo pudiesen entrar en el mágico universo de las pinturas, para
que viajen en el tiempo y en el espacio mediante la simple contemplación de una obra colgada en una pared.

¡Así que manos a la obra y buen viaje!. Maite te invita a disfrutar de ésta, su primera exposición.
1.
El comienzo.
Óleo sobre cartón. 54*38 cm.
Agosto 2014.

Cuando veo este cuadro


siento felicidad porque
comencé a hacer lo que yo
quería.

Comencé a aprender que las


sombras no son grises ni
negras, sino de todos los
colores.

Empecé a manejar la luz y


sombra con color y valores
intermedios, y descubrí que
todas las figuras se pueden
hacer con formas geométricas
2.
El Jarrón.
Óleo sobre cartón 50*70 cm.
Agosto 2014.

Este fue el segundo cuadro. Nuevamente


practiqué luz y sombra, y descubrí diferentes
pinceladas, en "x" y en "líneas".

Veo este cuadro y siento orgullo. Estaba


aprendiendo hartas cosas
que yo no sabía.
3.
Jarrón y frutas.
Óleo sobre cartón 55*77 cm.
Septiembre 2014.

Este cuadro es la integración de todo lo anterior: sombras y luz, manejo del color, y formas.
Este cuadro fue un último cuadro para comenzar un aprendizaje mayor.
4.
Jarrones verdes.
Óleo sobre cartón. 50*34 cm.
Septiembre 2014.

Este es el aprendizaje mayor,


porque tiene más trabajo en luz y sombra,
y el manejo de un solo color que es el verde.

En este cuadro aprendí que el verde no es sólo una


tonalidad, sino que tiene muchas.
Eso mismo pasa con todos los colores.

Para mí este cuadro es especial porque hay mucho color


pero es un solo color.
Es un cuadro colorido aunque sólo es verde.
5.
Frutas.
Óleo sobre cartón. 55*73 cm.
Octubre 2014.

Cuando vi este cuadro


finalizado fui muy feliz.
¡Increíble!. ¡Lo hice yo!.
¡Estoy pintando!.

Aprendo los valores de colores


en el fondo, sigo trabajando la
luz y sombra,
y me di cuenta de que la
forma de las hojas es variable.
Nunca hay dos hojas iguales.
6.
Jarrón otoñal.
Óleo sobre cartón. 54*77
cm.
Octubre a Noviembre
2014.

Me acuerdo
perfectamente de este
cuadro porque iba a ser
mi última pintura en
cartón, para pasar a la
tela,
y solo quería terminarla,
y no se acababa nunca, y
me demoré ¡casi dos
meses!.

Es como que el cuadro


fuera otra persona. Yo
quería terminarlo, ¡y él
no quería terminarse!.
Eso a veces me enojaba
un poco. Me gusta
mucho su color.
7.
Flores.
Óleo sobre tela 90*70 cm.
Diciembre 2014.

Es mi Primera tela al óleo.


Felicidad completa!.
¡Qué emoción!.
Me demoré muy poco en este cuadro,
sólo un mes...
Mi profesor me dijo que este cuadro era
como pasar de pre-kinder a kinder.

Las flores reflejan mi crecimiento.


Hay flores y tallos que aún no crecen,
otros están crecidos, y otros están
creciendo más arriba, hacia afuera del
cuadro.
Por primera vez utilicé un color que
nunca había usado, el morado.

Este cuadro quedó en mi casa expuesto


parcialmente al sol de ese verano, y la
pintura se deterioró un poco, algunas
flores se craquelaron. ¡Qué pena más
grande!.
Mi madre casi se pone a llorar.
Lo iba a arreglar pero mejor no, porque
no es malo que las cosas envejezcan,
a nosotros también nos pasa,
los cuadros están vivos.
Pero con mi familia decidimos que
comenzaría a pintar con óleos
profesionales.
8.
Jarrón con flores
Óleo sobre tela. 70*90 cm.
Enero 2015.

Este es mi segunda tela.


Está en la casa de mis tatas.
Es un cuadro colorido.
Me gusta como quedó la sombra del jarrón.

Esta fue la primera vez que usé espátula,


y mucha textura en las flores.
Me gusta mucho la espátula,
porque con ella uno puede hacer relieve en la tela,
y ayuda a las texturas.

Me encanta limpiar el polvo de este cuadro


porque al pasar la mano se siente la textura,
pero por favor ¡no lo toquen!.
9.
Locura de verano.
Óleo sobre cartón. 55*77 cm.
Febrero 2015.

Me iba a ir de vacaciones,
y si empezaba una tela no iba a terminarla
como en dos semanas o más,
entonces volví al cartón,
y traté de interpretar las flores pasadas que había hecho,
pero éstas tienen más movimiento, más locura,
y todo ello con menos color
¡Fíjense!: hay unas flores blancas escondidas.

Con este cuadro me solté mucho más


y por eso logré una pincelada más firme,
mas confiada, y más rápida,
así: bum!... bum!... bum!...
También hay que aprender a "chasconearse".

Es la primera vez que utilicé el color celeste, que me lo


prestaron en el taller.
10.
Paisaje otoñal.
Óleo sobre tela 120*80 cm.
Otoño 2015.

Mis padres se olvidaron de tener


mi tela, y en el taller sólo había
esta ¡GIGANTE!.
Mi profesor me preguntó si la
quería hacer.
Yo dije que bueno, y me demoré
¡3 meses!
Esta tela era un regalo para María
José Zepeda, bailarina; pero como
fue mi primera tela grande,
no pude regalarla.

Por primera vez dibujé árboles, y


me costó un poco, porque en ese
tiempo no tenía la pincelada bien
segura, entonces a veces dudaba
de lo que estaba haciendo,
si estaba bien o mal.
El cuadro no tiene tantos colores,
pero igual el cielo está colorido.
Me gustaron los colores que utilicé,
son más cálidos...
Eso es especial porque descubrí
que sólo con el color se puede
sentir la sensación de calor.
Uno mira el cuadro y siente el cielo
frío y la vegetación cálida.

Hasta este cuadro probé como


firmar. Incluso algunos cuadros los
firmaba y otros no.
Acá firmé como "Maite Quijada" y
no me gustó. Así que desde ese
momento firmo como "Maite",
con mi letra un poco loca.
11.
¡Mi casa!.
Óleo sobre tela 90*70 cm
Septiembre a Octubre 2015.

En este cuadro practiqué por primera vez la


perspectiva. Me basé en una fotografía.

Me gusta el cielo.
Descubrí lo que eran los matices del cielo,
y que hacían que el cuadro se viera más bonito.
Antes no me gustaba el cielo, porque era sólo azul
y blanco, pero con este cuadro utilicé pinceladas
de distintos colores, y logré un cielo "con más
cuento".

Mis árboles están más seguros,


pero no completamente.
Ahora crecen firmes, pero sus sombras tiritan.

Descubrí que la perspectiva se logra pintando más


oscuro atrás y más claro abajo, adelante.
También se logra con un primer plano que quede
bien nítido, y haciendo más borrosos
el segundo y tercer plano.

Son mis primeros edificios.


Aprendí a darle la sombra a las terrazas de los
edificios, y al mismo tiempo darle volumen.
Me gustan los colores que tiene.
12.
Los jarrones coloridos.
Óleo sobre tela 90*70 cm.
Octubre-Noviembre 2015.

Con este cuadro siento mucha felicidad


porque gané el Primer Concurso
Nacional de Pintura Talens.

Cuando fui a comprar óleos vi el aviso y


quise participar. Gané como la artista
más popular. Se votaba por internet y las
personas me dejaban comentarios muy
bonitos de mi cuadro. Me decían que les
gustaba el color, y los del extranjero me
decían que innatamente tenía un "aire
latinoamericano". Tuve que preguntarle a
mis padres que significaba eso, y todavía
no entiendo bien que quisieron decirme.

Si miran bien verán que comparando con


los cuadros anteriores hay un quiebre.
Acá estoy más segura, tengo más manejo
del color. También me manejo mucho
mejor con la espátula.
Eso me gusta mucho, por la textura que
queda; aunque se demora más en secar,
pero no importa.

El fondo también tiene más color, más


juego, los colores se traspasan entre unos
y otros, sin miedo.

Este cuadro es especial porque sus


colores y el haber ganado el concurso me
hicieron terminar bien un año que había
sido difícil.
13.
El bosque.
Óleo sobre tela 90*70 cm.
Diciembre 2015 a Marzo 2016.

Acá mis árboles ya crecen seguros y firmes.


Están alegres.

Las ramitas con sus hojas están mucho más seguras,


porque en los otros cuadros estaban pobres en hojas...
Acá aparecen las hojitas y ramitas que los otros no tenían.

El manejo del color me costó, pero me gustó como quedó.


Hay árboles fríos y otros más cálidos,
y hay árboles con más o menos hojas
Las sombras están trabajadas en hartos tonos.
Sigo tomando confianza con la espátula.

En algunas partes del bosque hay neblina.


La neblina apareció sola. Yo me equivoqué en un color de una
rama, y lo tiré para el lado,
¡y apareció la neblina!; igual cuando algunas mañanas,
de pronto sin saber cómo,
uno sale a la calle y hay neblina.

De nuevo apareció el cielo loco, con hartos colores.


El color del cielo abajo es más oscuro porque
cuando uno entra a un bosque
dentro del bosque todo es más oscuro.

El color del suelo es mágico,


porque ningún otro suelo tiene ese color en la realidad.
Pero en mi pintura sí.
Espero que hayan disfrutado de la expo.

Mi casa quedó vacía. Hay eco.


Los cuadros son como personitas que acompañan,
los extraño,
pero siento mucha felicidad
cuando las personas miran mis pinturas.

Maite Quijada, Abril 2016

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