Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
257-269, 2005
ISSN: 0378-0473
ABSTRACT
This article analyzes stories from Cuentos de mi Tía Panchita using the theoretical views of the American critic Elaine
Showalter. Specifically the traits of the historical phases of women’s literary development, the feminist phase and
RESUMEN
Este artículo analiza relatos de Cuentos de mi Tía Panchita utilizando los preceptos teóricos de la feminista estadou-
nidense Elaine Showalter. Específicamente, las características de las fases históricas literarias conocidas como la
no sólo fue la primera persona que enseñó litera- del país y se le limitó su participación en congre-
tura infantil en nuestro país, sino también fue la sos organizados por el Patronato Nacional de la
creadora de “la cátedra de Literatura Infantil en Infancia, provocando su renuncia como integran-
la Escuela Normal de Costa Rica”. (Dobles te de la Junta de dicha institución. Interna-
Rodríguez, 1990: 4) Además, Carmen Lyra fue cionalmente, Lyra se convirtió en “una figura
“(...) la primera en Costa Rica que fundó un cen- muy observada por la diplomacia estadounidense
tro de educación preescolar (Bonilla Baldares, asentada en San José, especialmente entre 1931 y
1957: 166), y fue “(...) la primera que escribió 1933” (Molina Jiménez, 2000: 12). Considerán-
teatro para niños” (Castro Rawson, 1971: 209- dola como persona de peligro y de poder subver-
210). Por lo tanto, no es de extrañar que la pri- sivo, la Embajada de Estados Unidos en San José
mera biblioteca de literatura infantil de nuestro mandó un documento oficial a John Edgar
país lleve su nombre. Este interés por los niños Hoover, director del FBI, en donde se mencionó
puede verse no sólo en su función como educa- a Carmen Lyra y se hacía referencia a su partici-
dora o escritora sino también en otras activida- pación dentro del partido comunista (Molina
des. Por ejemplo, Carmen Lyra fue la única Jiménez, 2000, 9-10).
mujer integrante de la junta del Patronato Otro aspecto interesante de su vida es
Nacional de la Infancia cuando esta institución se que Carmen Lyra no formó parte de organiza-
fundó en 1930 (Molina Jiménez, 2000: 22). ciones o programas sociales propios de mujeres
Carmen Lyra fue también una mujer de de su tiempo como lo fueron La casa del refugio
lucha y de reforma social. Vemos pues que su (1907) o La gota de la leche (1913). Estos orga-
humanismo no se limitó a los niños sino a todos nismos se abocaban a labores de caridad, de
los costarricenses. Lyra, como una de las impor- ayuda en el sector de la salud, como también
tantes figuras intelectuales de principios de siglo daban normas formativas para el rol de la mujer
XX en nuestro país, creyó en los cambios socia- dentro de aquella sociedad. Pero Lyra no calza-
les y en el derecho de expresión del descontento ba en aquel grupo primero porque estaba forma-
e inconformidad del pueblo costarricense. En do por mujeres de una clase social alta a la que
1919 Carmen Lyra dirigió la manifestación de ella no pertenecía y segundo, porque el rol de
Maestros contra el gobierno dictatorial de domesticidad de la mujer presentado en dichos
Federico Tinoco, lo cual culminó con la quema programas no iba acorde con el dinamismo,
del periódico La información. Su crucial partici- agresividad o pasión de sus ideas e ideales. Y
pación en esta manifestación y la publicación de aunque después surgieron movimientos como
varios ensayos de crítica social conducen a la La liga feminista costarricense (1923) con idea-
integración de Lyra al partido comunista en les que pudieran estar acordes a los suyos,
1931, en el momento de su fundación. Con rela- como la equidad salarial en docentes y el dere-
ción a este hecho, el historiador Iván Molina afir- cho al voto femenino, Lyra, siempre por su con-
ma que Carmen Lyra es la única intelectual de su dición social de no pertenecer a la clase alta, no
generación que se unió al partido comunista en el figuró activamente en ellos.
momento de gestación. El historiador afirma que Entonces si sintetizamos su vida
aunque otros intelectuales simpatizaban con las teniendo en cuenta su estigma de ser hija ilegí-
ideas de este movimiento, lo consideraron muy tima, su posición ideológica política, su perte-
radical o quizás contemplaron el hecho de que su nencia a una clase social menos privilegiada,
integración podía afectar su empleo, su carrera o su condición de mujer soltera, intelectual e
su mismo prestigio intelectual (Molina Jiménez, independiente a principios del siglo XX, y den-
2000: 17-18). Lo cierto es que Lyra no tuvo tro de aquella sociedad costarricense excesiva-
miedo a las consecuencias que su participación mente patriarcal, vemos como todos estos
en tal partido le produjeran, las cuales se dieron aspectos contribuyeron a la formación de una
a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, mujer de lucha social, política e intelectual.
este hecho causó su despido en algunas escuelas Por lo tanto, es de esperar que una escritora
Pacheco: Conceptos teóricos de Elaine Showalter en el texto Cuentos de mi tía Panchita de Carmen Lyra 259
con semejante experiencia de vida refleje en buenos no se les censura aunque roben y maten
sus obras un carácter reformista social, incluso (cf. Víquez Guzmán, 1976: 61). También del
en sus cuentos infantiles. famoso Tío Conejo se ha dicho que en sus cuen-
Elaine Showalter
como la “oficial”, las feministas consideran que
las diferencias de género son factores esenciales
para determinar la conducta, relaciones, percep-
ción y desarrollo humano individual y social. Al hablar del feminismo estadouni-
Ellas luchan por cambiar la posición subordina- dense, no se puede pasar por alto el nombre de
da de la mujer considerada como “lo normal” Elaine Showalter. Sus teorías influenciaron a
dentro de la sociedad patriarcal. Así, el género muchas de sus contemporáneas y han sido base
es visto como una construcción histórica-social de enfoques teóricos feministas posteriores.
y en proceso, lo cual se manifiesta en la litera- Esta famosa crítica feminista angloamericana
tura. La identidad, o mejor dicho identidades propone el redescubrimiento de las escritoras y
debido a la pluralidad que este término conlle- la redefinición de lo que es género dentro de
va, podría entonces concebirse como la identifi- los géneros literarios. En su obra, A Literature
cación, concepción propia de esta construcción of their Own, aunque Showalter analiza los
en proceso. Y para aclarar, redefinir o cuestio- textos de escritoras inglesas del siglo XIX,
nar estos dos conceptos de género e identidades, demuestra “que el desarrollo de esta tradición
una de las mejores opciones es la que ofrecen es similar al de cualquier otra subcultura litera-
los enfoques feministas. ria”. (Moi, 1999: 66). Showalter introduce el
Dentro de los enfoques críticos femi- término “ginocrítica” el cual define como un
nistas podemos identificar tres tipos: el enfoque marco teórico femenino que se concentra en la
postulado por el feminismo francés, el enfoque creatividad femenina y que abarca estilos,
formulado por el feminismo británico, y el plan- temas, imágenes y tradiciones literarias
teado por el feminismo estadounidense. Según (Guerin, 200). En su artículo titulado
Elaine Showalter, figura clave de este último “Towards Feminist Poetics” Showalter expan-
grupo, el feminismo estadounidense es esencial- de el concepto de ginocrítica diciendo que ésta
mente textual por lo que enfatiza la expresión, comienza en el momento en que nos liberamos
mientras que el feminismo británico es orienta- de los lineamientos absolutos de la historia
do a las teorías marxistas pues enfatiza la opre- literaria masculina, dejamos de calzar como
sión y el feminismo francés es sicoanalista pues mujeres entre las líneas de la tradición patriar-
explora la represión. Como el interés en este cal y nos enfocamos en un nuevo mundo visi-
estudio es de carácter textual, se partirá de teo- ble de cultura femenina (Showalter, 1985:
rías feministas que enfatizan “la expresión”, 131). Para llevar acabo tal marco teórico,
basándome en la figura de la escritora como Showalter presenta cuatro modelos de diferen-
creadora de personajes femeninos. Específi- cia: el lingüístico, el psicoanalítico, el biológi-
camente se usarán, como marco teórico, las co y el cultural (Guerin, 199). Además, dentro
ideas de la estadounidense Elaine Showalter, de las mayores contribuciones de Showalter en
Pacheco: Conceptos teóricos de Elaine Showalter en el texto Cuentos de mi tía Panchita de Carmen Lyra 261
el campo de la crítica feminista, figura su cla- rabia y la cólera, es decir, se exploran la sicolo-
sificación de las fases históricas en el desarro- gía de la opresión y los procesos de represión. A
llo literario de las mujeres escritoras. nivel social, se presentan también ideas de pre-
Showalter nos habla de: a) una fase servación mediante organizaciones políticas y a
femenina (1840-1880) durante la cual las muje- nivel literario se crean utopías de sociedades
res escritoras imitaron la tradición patriarcal femeninas.
confiriendo a sus personajes femeninos papeles Así, según Elaine Showalter estas escri-
secundarios, b) una fase feminista (1880-1920) toras ven a la literatura desde una perspectiva
durante la cual las escritoras reclamaban dere- didáctica mediante la cual sienten que deben
chos y protestaban sobre su condición subordina- concienciar a la mujer sobre ella misma y sobre
da dentro de la sociedad machista, y c) una fase su posición en la sociedad. Claro está que el
de mujer (1920 al presente) en donde el interés se movimiento del sufragio femenino fue un factor
centra en los textos de mujeres y en la mujer importante que la escritora de esta etapa no
misma. (Guerin, 198). Es precisamente en 1920, puede ni debe evadir. En muchos casos, dicho
entre la segunda y la tercera fase propuestas por movimiento hace que la literatura de mujeres de
Showalter, que el texto de Carmen Lyra Cuentos esta etapa se vuelva política. Showalter añade
de mi Tía Panchita es publicado. Por lo tanto, que las escritoras no pueden permanecer neutra-
resulta interesante explorar ambas fases para eva- les aunque en algunos casos el unirse al movi-
luar la posición de la obra de Lyra dentro de la miento implica abandonar las distinciones de
clasificación de esta crítica estadounidense. Para clases y su privilegio de ser “damas”. Muchas
tales efectos, se utilizará la obra A Literature of de ellas dan un paso atrás al involucrarse social-
their Own (1977) en donde Showalter analiza mente y se dedican a analizar la sensibilidad
cada fase, exponiendo sus características y usan- femenina (Showalter, 1977: 239).
do como textos ilustrativos novelas de escritoras En la fase tercera, es decir, la fase de la
inglesas del siglo XIX. mujer, las escritoras rechazan la protesta y se
Según Showalter, en la fase feminista se vuelcan hacia la experiencia femenina como
destacan entre otras características: un rechazo a fuente artística. Showalter aclara que más que
las posiciones de feminidad, un sentimiento de experiencia femenina, el interés radica en la for-
injusticia hacia la posición de la mujer dentro de mación de una conciencia femenina y cita a
la sociedad, una protesta social contra el gobier- Virginia Woolf como el mejor ejemplo. En esta
no, las leyes y diversos campos como la educa- etapa, se utilizan técnicas literarias como el flujo
ción y la medicina, una redefinición del rol de la de conciencia a manera de percepción femenina
escritora como una responsabilidad de ella para enfatizando la multiplicidad de asociaciones que
con las otras mujeres y un rechazo a la pasividad se dan en la mente humana. Además, la estética
y la falta de competitividad de la mujer en la femenina se toma como modo de preservación.
sociedad. Siguiendo estos lineamientos y obser- Aquí es donde Showalter vuelve a citar a Woolf
vaciones, Showalter nos habla de un realismo y a su teoría de androgínea creativa, de proyec-
socialista feminista (Showalter, 1977: 138) en ciones de aspectos tanto femeninos como mascu-
donde se denuncia la falta de educación de la linos y su idea de que la escritora debe gozar de
mujer, sus limitaciones económicas y su priva- educación, de independencia económica y de pri-
ción de un espacio personal interno. Este último vacidad a lo que Woolf llama “a room of one’s
aspecto se explora en temas sexuales que se pre- own” [un cuarto propio], para poder realizarse
sentan abiertamente en la literatura escrita por profesionalmente.
mujeres de esta fase tales como: frigidez, peli- Entre otras características de esta fase,
gros del embarazo, enfermedades venéreas y se destaca un ataque a la tecnología y un menos-
enfermedades provocadas por excesiva tensión. precio hacia la moral masculina. También se
Además, en estas obras de escritoras se presentan menciona más el cuerpo femenino y temas tabú-
los efectos de la supresión femenina de la ira, la es de aquel tiempo como el adulterio, el aborto,
262 Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXIX (1 y 2), pág. 257-269, 2005 / ISSN: 0378-0473
Panchita
de madre soltera.
Con la princesa tenemos un rechazo
total a la pasividad. Ella idea planes y actúa
Se comenzará analizando los cuentos, para no tener que casarse con el tonto. Llama
catalogados como cuentos de hadas, del primer al zapatero y al sastre para que le hagan al
núcleo de la obra de Lyra y se verán las caracte- tonto los zapatos muy ajustados y un traje de
rísticas de la fase feminista que se presentan en talla menor, pues ella le había puesto como
estos relatos. Entre ellas figuran: un cierto recha- condición a Juan que se “comprometiera a cal-
zo a las posiciones de feminidad típicas del zarse (porque era descalzo) y a vestirse como
patriarcado, la intensificación de un sentimiento los señores”(CTP, 17) si quería casarse con
de injusticia hacia la mujer y su papel dentro de ella. Así, no basta con el hecho de que Juan
la sociedad, el rechazo en especial hacia la pasi- haya adivinado los acertijos del rey o que el
vidad y la falta de oportunidades para las posibi- rey no haya podido adivinar los de Juan. En el
lidades competitivas de la mujer dentro del desenlace del cuento, lo que vale es la condi-
marco social, y la denuncia de limitaciones de la ción de la princesa. Por lo tanto, no es de
mujer en el aspecto económico o educacional. extrañarse que la princesa al final del relato
El primer cuento titulado “El tonto de “escondida detrás de una cortina, ya no podía
las adivinanzas” presenta al personaje femeni- de tanto reír” (CTP, 19). La princesa no sólo
no de la madre de Juan. Se enfatiza su edad se ríe de Juan sino del sistema que quiere con-
avanzada, llamándola “viejita” y en muchas trolar su vida. Gracias a su ingenio y acerta-
oportunidades, se utiliza el adjetivo “pobre” das acciones, la conclusión a la que llega el
para describirla. El otro personaje femenino es lector es que la princesa se casará cuando ella
la princesa para quien también se recurre al quiera y con quien quiera.
Pacheco: Conceptos teóricos de Elaine Showalter en el texto Cuentos de mi tía Panchita de Carmen Lyra 263
El cuento titulado “Escomponte perino- doméstica. Por otro lado, es ella quien siempre
la” presenta también un personaje femenino bas- tiene el mando. Ella rechaza pretendientes y
tante interesante quien ejemplifica un rechazo de escoge al Ratón Pérez, pues parece ser muy ino-
la pasividad total pues, Juan Cacho tiene como fensivo. Ella es la que le da órdenes a su nuevo
esposa a “la mujer más geniosa del mundo” esposo, “véame el fuego y cuidadito con golose-
(CTP, 28). En este relato, Lyra describe un caso ar en esa olla” (CTP, 45). Y aunque llora y grita
de violencia doméstica en donde aparece la por la pérdida de su marido, siempre tiene el con-
mujer como la agresora. La “chompipona de su trol, pues es ella quien manda a traer “un buen
mujer” (CTP, 31) comenzaba a insultar a Juan y ataúd, [quien mete] dentro de él al difunto y lo
agarra “un palo de leña y se [a Juan] lo dejó ir coloc[a] en media sala” (CTP, 45) Además es ella
con toda alma, que si no se agacha el hombre, le quien contrata a los músicos para el sepelio. Así,
parte la jupa por la pura mitad”. (CTP, 31) Vemos la cucarachita mandinga aunque “lo gime y lo
pues, como la violencia verbal y física están pre- llora” (CTP, 47) demuestra ser una joven viuda
sentes en esta imagen femenina. Pero es el Padre bastante autosuficiente.
Celestial quien da a Juan el don de tener un arma En el siguiente relato que comentaré,
para que castigue a su mujer y a sus hijos y con “La suegra del diablo”, hay otra viuda quien,
la cual él sea el agresor de la familia, en lugar de como su hija, demuestra ser bastante ambiciosa.
estar “mariquiando como las mujeres”. (CTP, 33) Cuando madre e hija ven aparecer a un caballero
Entonces el lector ve al final del cuento, después con joyas sobre un caballo que tiene frenos y cas-
de una gran paliza propiciada por la perinola, cos de oro, “las dos mujeres se volvieron una
como la mujer que parecía “un toro guaco” y una miel” (CTP, 50) para contestarle el saludo.
“alacrana” se convierte en “una madejita de Además, “las dos mujeres se volvieron turum-
seda” (CTP, 36) al ser garroteada por su marido ba,” pues, “cada día visitaban una finca del caba-
con la perinola. llero” (CTP, 51). Pero no solo la ambición y el
En “La mica” vemos la primera historia deseo de riqueza caracterizan a esta viuda, sino
de este núcleo de cuentos en donde el personaje también, la astucia. Ella es quien descubre que
principal es una mujer, bueno, una mujer trans- su yerno es el diablo y ella es quien lo atrapa.
formada en un animal. Esta mica, quien es en Además, es ella, la suegra, quien es temida por el
realidad una princesa, es maltratada por otra mismo diablo. La pasividad y las otras caracte-
mujer, una bruja. En este relato se rechazan rísticas de feminidad que establece la sociedad
muchas de las posiciones o características de patriarcal como sumisión, debilidad e ingenuidad
feminidad de acuerdo a la sociedad patriarcal. no se vislumbran en este personaje femenino.
La mica/princesa no es nada sumisa, más bien es Otro ejemplo de astucia, pericia y
bastante “cabezona” pues hace lo que quiere y acción femenina puede notarse en el cuento “La
cuando quiere, “el marido la llamaba al orden, casita de las torrejas”. Los dos hermanos son
pero se hacía como si no fuera con ella (CTP, 39). huérfanos, sin embargo en el texto se destaca que
La mica es un ser pensante que no le teme a la la niña es “cabeza de casa”. (CTP, 60) Ella es
competencia y que además está dotado de pode- quien se roba la primera torreja, pues la niña es
res supernaturales. Además es ella quien le pro- decidida y audaz. Ella es quien engaña a la bruja
pone matrimonio al príncipe, quien dispone con el rabito de ratón, pues la niña es astuta e
donde van a vivir y quien decide que el reino de ingeniosa. Ella es quien se hace la inocente para
su suegro sea compartido por sus cuñados. que la bruja caiga en la trampa. En realidad, aun-
El segundo personaje femenino de este que Tatica Dios está presente en este cuento, el
núcleo de cuentos de la primera parte de la obra relato está protagonizado por dos mujeres: la
de Lyra no es una mica sino una cucaracha. La malvada bruja y la astuta niña que la engaña.
famosa “Cucarachita Mandinga” es un personaje Y hablando de brujas, hay otro cuento
bastante ambivalente. Por un lado, es “muy en este primer núcleo que las describe no tan
mujer de su casa” (CTP, 44), muy hacendosa y malvadas. “Salir con domingo siete” presenta
264 Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXIX (1 y 2), pág. 257-269, 2005 / ISSN: 0378-0473
unas brujas carentes de imaginación pues no plan funcionó. Esta mujer actúa, se defiende y
pueden completar su canción. Sin embargo, castiga.
estas brujas son agradecidas con el compadre En el cuento “¿Cómo Tío Conejo le
pobre quien les da una frase más para su tonada. jugó sucio a Tía Ballena y a Tío Elefante?” Tía
Entonces estas brujas, aunque “mechudas y Ballena se define como “una triste mujer” (CTP,
feas” (CTP, 77), bailan y cantan de contento. En 91). Sin embargo, no tiene miedo a la competen-
realidad, en este cuento es la mujer del compa- cia. Ella, al igual que Tío Elefante, quiere
dre rico quien representa el mal por su avaricia y “gobernar toda la Tierra” (CTP, 89). En este
codicia, es decir, por ser “angurrienta”. Además cuento, la fuerza física no es característica mas-
esta mujer es muy astuta, pues “untó de cola el culina exclusivamente, los dos géneros son pode-
fondo del cuartillo para averiguar qué iban a rosos, pelean, se enfrentan y miden sus fuerzas.
medir sus compadres pobres”. (CTP, 78) Los dos son criticados por sus palabras, pues Tía
Ballena es tachada de “una vieja bocana”, y Tío
También, esta mujer es quien manda en el hogar:
Elefante es visto como un “trompudo, labioso,
ella es quien le dice a su esposo que vaya al bos-
poca pena” (CTP, 91). El cuento presenta así la
que y que haga lo mismo que hizo el compadre
batalla de los sexos. Además, el deseo de poder,
pobre. Pero por su ambición, es ella a quien “se
la fuerza física, la verbosidad son características
le regaron las bilis y tuvo que coger cama” (CTP, vistas tanto en Tío Elefante como en Tía Ballena.
80) al final del cuento. Este cuento puede verse como una advertencia
Panchita
el poder mágico está en ella. En “El pájaro
dulce encanto” el ave mágica no solamente cura
al rey de su ceguera, lo cual resulta bastante
Seguidamente se hará una lectura femi- simbólico, sino que indirectamente libera a la
nista de relatos del primer núcleo de Cuentos de princesa prisionera quien encuentra al amor de
mi Tía Panchita, para ver si rasgos de la tercera su vida y al final del cuento se queda con él. Así
fase de Showalter llamada “female phase” o fase vemos cómo la fantasía de algunos de estos
de mujer se vislumbran en la obra de Carmen relatos conlleva a transformaciones y cambios
Lyra. Es conveniente entonces citar algunas de que benefician a los personajes femeninos.
266 Káñina, Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica. Vol. XXIX (1 y 2), pág. 257-269, 2005 / ISSN: 0378-0473
Bonilla Baladares, Abelardo. 1957. Historia y Guerin, Alfred, ed. 1999 A Handbook of Critical
antología de la literatura costarricense. Approaches to Literature. New York:
San José: Editorial Universitaria. Oxford University Press.
Castro Rawson, Margarita. 1971. El costum- Horan, Elizabeth. 1997. “Escribiendo ‘La Santa
brismo en Costa Rica. 2 ed. San José: Maestría: Carmen Lyra y Gabriela
Imprenta Lehman. Mistral’”. Revista de Filología y
Lingüística. XXIII (2): 23-28.
Chase Brenes, Alfonso. 1999 “Carmen Lyra:
constructora de ideas”. La Nación. (San Kolodny, Annette, 1975. “Some Notes on
José, Costa Rica), 30 de mayo. Defining a Feminist Literary Criticism”
Suplemento Áncora pp. 1-2. Critical Inquiry 2 (I), (75-92).
Pacheco: Conceptos teóricos de Elaine Showalter en el texto Cuentos de mi tía Panchita de Carmen Lyra 269
Lyra, Carmen, seud. 1975. Cuentos de mi Tía Quesada Soto, Álvaro. 1998. La formación de la
Panchita. 7 ed. San José: Litografía e narrativa nacional costarricense. San
Imprenta Nacional. José: Editorial de la Universidad de Costa
Rica.
________________. 1994. Cuentos de mi Tía
Panchita. ed. San José: Editorial Costa
Rica. _________________. 1998. Uno y los otros.
San José: Editorial de la Universidad de
_______________. 1999. Cuentos de mi Tía Costa Rica.
Panchita. San José: Editorial Guayacán.
Robinson, Lillian. 1972 Images of Women in
Madrigal Abarca, Marta. 1995. El folclor y la Fiction: Feminist Perspectives.
tradición oral en los Cuentos de mi Tía Ohio:Bowling Green University Press.
Panchita. Tesis de licenciatura. San Pedro
de Montes de Oca: Universidad de Costa
Rica. Sandoval de Fonseca Virginia. 1998. Resumen
de la literatura costarricense. San José:
Moers, Ellen. 1976. Literary Women: The Editorial Costa Rica.
Great Writers. New York: Doubleday.
Showalter, Elaine. 1977. A Literature of their
Moi, Toril. 1999. Teoría literaria feminista. Own. New Jersey: Princeton University
Madrid: Ediciones Cátedra S.A. Press.
Nicholson, Linda J., ed. 1990. Vásquez Solórzano, Romano. 1989. El funcio-
Feminism/Postmodernism. New York: namiento de lo social en un texto literario:
Routledge. Análisis de Cuentos de mi Tía Panchita.
Tesis de licenciatura. San Pedro de
Pérez Yglesias, María. 1989. “Literatura infan- Montes de Oca: Universidad de Costa
til y los medios de comunicación: La for- Rica.
mación de la conciencia crítica. En:
Herencia: Programa de rescate y revitali-
zación del patrimonio cultural. I (2). Víquez Guzmán, Jorge Benedicto. 1976. Los
Cuentos de mi Tía Panchita: Modelo,
Portuguez de Bolaños, Elizabeth. 1964. El Género e Interpretación. Tesis de licen-
cuento en Costa Rica, estudio, bibliografía ciatura. San Pedro de Montes de Oca:
y antología. San José: Lehmann. Universidad de Costa Rica.