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Como Rezarla
Se la puede rezar con Los Misterios Gozosos, Dolorosos,
Gloriosos y Luminosos de la siguiente manera
• Un Padre Nuestro
• Un Ave María
• Un Credo
En las cuentas de la corona correspondiente al Padre
Nuestro se reza: "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la
Sangre, el Agua, las Llagas, el Alma y la Divinidad de tu
Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, que murió en
la Cruz por nosotros, por nuestros pecados y los del
mundo entero...”
En las cuentas del Ave María se suplica: “Por su Doloroso
Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo
entero” (10 veces)
Para terminar, se repite tres veces estas palabras: "Santo
Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, líbranos Señor de
todo mal, y ten misericordia de nosotros y del mundo
entero”
Jaculatoria Milagrosa del Sagrado Corazón de Jesús
Se compone de 12 promesas
que el Sagrado Corazón de
Jesús hizo a Santa Margarita
María de Alacoque en junio
de 1675, puede rezarse en 7
minutos y se ganan
numerosas indulgencias
aplicables a las almas del
purgatorio y las bendiciones
más preciosas de este Divino
Corazón infinitamente
amante y perpetuamente
presente en todos los altares.
Como rezarla:
Por la señal de la Santa Cruz....
Acto de Contrición
Oh Jesús mi soberano bien yo te amo, no por el
galardón prometido, sino puramente por amor de ti, yo
te amo sobre todo cuanto hay amable, y más que a mí
mismo. A la faz del cielo y la tierra prometo que,
aunque para vivir amándote tenga que ser perseguido
y deba arrastrar la muerte, ayudado por tu gracia
repetiré siempre con San Pablo: no hay criatura alguna
que sea capaz de apartarme de la caridad de Nuestro
Señor Jesucristo, a quien amo y quiero amar
eternamente. Así sea.
Mi Jesús en Ti depositaré
toda mi confianza, Tú sabes
todo.
Padre y Señor del Universo
eres el Rey de Reyes. Tu qué
hiciste
al paralítico andar, al ciego
ver, al leproso sanar, al
muerto vivir,
Tú que conoces mis
angustias y ves mis lágrimas,
bien sabes Divino Amigo
como preciso alcanzar de Ti esta Gracia (pedir la
gracia con Fe)
Haz Oh Divino Jesús, que antes de terminar esta
conversación
que tendré contigo durante 9 días, yo pueda alcanzar
esta Gracia,
que te pido con mucha fe y esperanza. Mi
conversación contigo, Divino Maestro,
me da ánimo para vivir, solo para Ti, y espero con Fe y
confianza (pedir la gracia con fe)
PRIMER DERRAMAMIENTO
En tu inocente, Estación
De esa Sangre Sagrada
Principió a ser derramada
con la cruel circuncisión
Dueño de mi corazón
Mi Jesús, Mi Redentor
R/ Ten piedad de mi Señor
Por esa sangre vertida
Suspende Dios de mi vida
Tu justicia y tu rigor
Dulce Jesús de mi alma
Misericordia Señor
TERCER DERRAMAMIENTO
En una columna atado,
Y con terrible fiereza
De los pies a la cabeza,
Con cadenas destrozado,
se ve tu cuerpo llagado
Por el bien del pecador
R/ Ten piedad de mi Señor
Por esa Sangre vertida
Suspende Dios de mi vida
tu justicia y tu rigor
Dulce Jesús de mi alma
Misericordia, Señor
Coronaron tu cabeza
Y mis culpas con fiereza
Rompen tus sienes divinas
Abriéndose asi las minas,
Del tesoro de tu Amor
R/ Ten piedad de mi Señor
Por esa Sangre vertida
Suspende Dios de mi vida
tu justicia y tu rigor
Dulce Jesús de mi alma
Misericordia, Señor
QUINTO DERRAMAMIENTO
Llegas con la cruz a cuestas
Al calvario y con presteza
Te quitaron con violencia
La vestidura Sagrada
La carne salió pegada
a la túnica interior
R/ Ten piedad de mi Señor
Por esa Sangre vertida
Suspende Dios de mi vida
tu justicia y tu rigor
Dulce Jesús de mi alma
Misericordia, Señor
ORACION FINAL
Omnipotente y sempiterno Dios que con la Preciosa Sangre de
tu Hijo, quisiste ser aplacado y que nosotros fuésemos redimidos,
rogárnosle que concedas de tal suerte hacer memoria del
precio de nuestra redención, que podamos en esta vida
conseguir el perdón y en la eternidad el premio de la gloria. Por
el mismo Jesucristo, Señor Nuestro, tu Hijo, que contigo vive y
reina por los siglos de los siglos Amén.
Oración a la Magnifica
Alma Mía, Glorifica mi alma al
Señor y mi Espíritu se llena de
gozo al contemplar la bondad
de Dios mi Salvador, porque ha
puesto la mirada en la humilde
sierva suya y ved aquí el motivo
porque me tendrás por dichosa y
feliz todas las generaciones.
Pues ha hecho en mi favor cosas
grandes y maravillosas. Él que es
Todopoderoso y su nombre es
infinitamente Santo, cuya
misericordia se extiende de
generación en generación a
todos cuanto le aman.
Extiende el brazo de su poder y disipa el orgullo del corazón de
los soberbios transformando sus designios. Desposeyó a los
poderosos y elevó a los humildes. A los necesitados los colmó de
tesoros y a los ricos los dejo sin cosa alguna. Exaltó a Israel su
siervo acordándose de el por su misericordia y bondad asi como
lo había prometido a nuestro padre Abraham y a su
descendencia, Gloria al Padre, Gloria al hijo, y al Espíritu Santo.
Amén...
Santo Rosario y Coronilla de la Llama de Amor de
María Santísima
DIA PRIMERO
CONSIDERACION
Jamás podremos formarnos una idea cabal de la
inmensidad de los dolores que sufrió la Santísima Virgen
María, en la Pasión de su Divino Hijo Jesús. Ninguna
inteligencia humana ni angélica, podría describir la
amargura de sus dolores. Para ello sería necesario conocer la
grandeza de su amor de María a Jesús, lo cual solo Jesús
podía conocer y medir. Ese amor inmenso que incendiaba el
corazón de María se convirtió en otro inmenso mar de
amargura. ¿A quién te comparare? ¡Oh Hija de Jerusalén!
repetía el profeta Jeremías. ¿A quién te asemejare? ¡Oh hija
de Sion, grande como el mar es la
amargura de tu dolor! Contempladla de pie, junto a la
Cruz, pálida, trémula, fija su mirada, maternal en la Divina
Victima, pendiente de la Cruz, reproduciendo como en
fiel espejo en su corazón las llagas, los dolores, y martirios
de Jesús y pudiendo exclamar mil veces más que San
Pablo: Estoy crucificada con Jesús, Hijo de mi Alma en la
misma Cruz. Sin embargo, firme y llena de resignación
adoró la voluntad de Dios y como Corredentora recoge
la Sangre que chorrea de la Divina Victima y ofrece al
Eterno Padre.
Por la Salvación de los hombres que son sus hijos
¡Oh Alma Mía! ¿Puedes contemplar tanto martirio sin
conmoverte, sin llorar tus ingratitudes y pecados?
Se medita y se pide la gracia que se desea conseguir, por los
dolores de María
ORACION
¡Oh Madre del Cisne! cuando contemplo vuestros dolores
y veo vuestros ojos arrasados en lágrimas palpita
entristecido mi corazón por la amargura de haber
pecado ¡Oh Madre Santa! cuán culpable me encuentro
y cuan ingrato he sido, pero con vos que tanto me habéis
amado, lleno de confusión y de pesar me arrojo a
vuestras plantas, para que me alcancéis perdón. Yo
quiero vivir siempre bajo vuestro inmaculado manto,
llorando mis pecados amándote hasta la muerte. ¡Oh
Madre bondadosa escuchad benigna mis clamores,
recibidme en el número de vuestros siervos predilectos y
alcanzadme las gracias que os pido humildemente! ¡Oh
Madre Bendita! ¡Cuán misterioso fue el milagro en vuestra
sagrada imagen, de abrir y cerrar vuestros amantes ojos!
¿Quién puede sondear vuestros designios de amor y
misericordia? más sin duda fue también para que abriera
mis ojos a la luz de la fe, de la esperanza y del amor de
Dios y para que los cerrara a las cosas del mundo,
alcanzadme esta gracia, verificad en mi con vuestro
amor y poder esta transformación. Miradme siempre ¡Oh
dulce Madre Mía! con ojos compasivos vuestros ojos son
mi luz, iluminadme, se mi estrella que me conduzca al
cielo, en donde espero contemplaros y gozar con Vos de
la gloria que me habéis preparado con la eficacia de
vuestra intercesión y el mérito de vuestros dolores Amén.
Ruega por nosotros ¡Oh Virgen del Cisne!
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo.
ORACION FINAL
¡Oh Madre del Cisne! Por tus lágrimas, por la corona de
espinas, por los clavos que llevas en tus manos, las
espadas de dolor, con que nuestros pecados traspasaron
tu corazón, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y alcánzanos de tu Hijo Santísimo dolor intenso de
nuestras culpas y vivos sentimientos de fe esperanza y
caridad.
Se finaliza rezando una Salve por el remedio de nuestras
necesidades, por las de la iglesia y de la Nación
DIA SEGUNDO
CONSIDERACION
Fijemos nuestra mirada en el corazón de María, entremos
reverentes en ese Santuario del Amor y del dolor. ¿Qué
vemos?, ¿Qué oímos? ¡Ah! cuantos renuevan mis penas
con sus culpas. Cuán pocos son los que me acompañan
en mi soledad y amargura y enjugan mis lágrimas. Así se
quejaba un día a Santa Brígida Oh Alma Devota, llora
aquí tus pecados, detesta tus ingratitudes para con tan
tierna v amante Madre.
Siete son los principales dolores de María que la Iglesia
propone a nuestra consideración y afecto: La espada de
la profecía de Simeón que convirtió toda la vida de María
en un continuo martirio. La huida de Egipto, por la
persecución de Herodes contra el Niño Jesús. Los tres días
de su separación perdido en Jerusalén. El doloroso
encuentro de María con el Señor cargado de la Cruz, en
la calle de la amargura. La terrible Crucifixión de Jesús y
Ella la presencio. El descendimiento del cuerpo adorable
de Jesús. El santo entierro y tristísima soledad de tan
afligida Madre. He aquí lo que representan esas espadas
que martirizan el corazón de Nuestra Señora. Si queremos
ser buenos hijos, rodéemela para consolarla y ya que
nuestros pecados fueron causa de tantas penas
llorémoslos contritamente a sus pies.
Se medita y se pide la gracia que se desea conseguir
ORACION
¡Oh Madre del Cisne! Cuanto habéis sufrido por cooperar
a la salvación de los hombres ¿Con que podremos pagar
tanto amor y sacrificio? ¡Ay! Vos sabéis cuán pobre e
ingratos somos, mas recibid siquiera nuestro corazón
contrito y humillado que desde ahora os lo consagramos.
Presentadnos con Jesús y reconciliarnos con Él. En vos
confiamos, ¡Oh Dulce Señora! nuestra salvación y el
remedio de tantas necesidades que nos abruman. Os
proclamamos Reina y Madre, de nuestros corazones, para
que viviendo bajo la sombra de vuestra protección y
amor, merezcamos alcanzar las especiales gracias
prometidas por Nuestro Señor Jesucristo, a los devotos de
vuestros dolores. Amén.
Ruega por nosotros ¡Oh Virgen del Cisne!
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo.
ORACION FINAL
¡Oh Madre del Cisne! Por tus lágrimas, por la corona de
espinas, por los clavos que llevas en tus manos, las espadas
de dolor, con que nuestros pecados traspasaron tu corazón,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y alcánzanos
de tu Hijo Santísimo dolor intenso de nuestras culpas y vivos
sentimientos de fe esperanza y caridad.
Se finaliza rezando una Salve por el remedio de nuestras
necesidades, por las de la iglesia y de la Nación
DIA TERCERO
Oración Preparatoria y Ave Marías como en el Primer Día.
CONSIDERACION
Contemplemos a María en su soledad después de la Pasión
de su Divino Hijo Jesús, miradla, pálido y triste esta su
semblante, sus suspiros y sollozos solo interrumpen sólo
interrumpen el silencio que le circunda sus lágrimas corren
hilo a hilo por sus mejillas. No hay quien pueda consolarla. La
memoria de la pasión de Jesús le atormenta y hiere su
corazón, los clavos y espinas que en su ternura y dolor ha
recogido fijan en su memoria las sangrientas escenas de la
cruz. ¡Ay! ¡por la amargura que le excitan en ella tan terribles
recuerdos parece exclamar Mi Hijo, mi único Hijo el Hijo de mi
amor ha sido escarnecido, azotado y crucificado! Era el más
hermoso de los hombres, la luz de mis ojos, la alegría y gloria
de mi corazón, lleno estaba siempre de dulzura: la
misericordia y el perdón descendían de sus labios sobre los
pecadores, sus palabras eran de vida eterna, donde quiera
paso haciendo el bien y ¡ay! crueles verdugos le hicieron
morir pendientes de la Cruz. Sus manos y pies traspasados por
gruesos clavos, su cabeza coronada con un manojo de
espinas, abierto su pecho por la lanza del soldado, vertiendo
hasta la ultima gota de su sangre divina de las llagas de su
inmaculado cuerpo.
¡Hijo mío, Hijo de mi Alma! has muerto y desaparecido de mis
ojos, me has dejado huérfana, viuda y desamparada, pues
eras mi padre, mi esposo y mi Dios. ¡Ay! ¿dónde estás?... me
lo arrancaron de mis brazos para sepultarle, pero allí está con
El mi corazón.
¡Pecadores! mirad lo que habéis hecho con Jesús, mirad el
dolor que habéis causado a vuestra Madre, pero aunque
ingratos ya sois mis hijos: oíd ahora la vos de vuestra Madre!
no queráis con nuevos pecados renovar la pasión de mi
Jesús, no queráis más pisotear su sangre redentora,
convertíos a Dios con un sincero arrepentimiento y firme
propósito de enmendarnos y de no volver a herir al Hijo y a la
Madre que tanto os aman. Se medita y se pide la gracia que
se desea conseguir
ORACION
¡Oh Afligidísima Madre Mía! Os acompaño en vuestra terrible
soledad y lloro junto con Vos la pasión y muerte de Jesús, mi
divino Redentor, mas su muerte es mi esperanza y vuestros
dolores la prenda de mi salvación A Vos, pues acudo a fin de
que me alcancéis por el mérito de vuestras penas el llorar de
mis pecados y hacer penitencia de ellos. Uno mis penas a las
vuestras y espero de vuestra compasión maternal el remedio
de las necesidades que os he encomendado en este triduo
consagrado a la memoria y veneración de vuestros dolores y
del prodigio con que habéis atestiguado cuanto amáis al
desdichado pueblo ecuatoriano. Amén. Ruega por nosotros
¡Oh Virgen del Cisne!
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo.
ORACION FINAL
¡Oh Madre del Cisne! Por tus lágrimas, por la corona de
espinas, por los clavos que llevas en tus manos, las
espadas de dolor, con que nuestros pecados traspasaron
tu corazón, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y alcánzanos de tu Hijo Santísimo dolor intenso de nuestras
culpas y vivos sentimientos de fe esperanza y caridad.