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El Lic. Diego Molina, del Hospital Neuropsiquiátrico La Merced del Departamento de Paclin coordinó la
recolección de datos en Catamarca.. En Tucumán lo hizo la Lic. Betina Lacunza. En el procesamiento
estadístico ha participado la técnica de CONICET Silvia Mele.
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RESUMEN
Se presentan datos obtenidos a partir de la administración de una Escala para
la Detección de Adolescentes en Riesgo Suicida (ISO-30) en su adaptación local, a un
total de 1297 estudiantes adolescentes de ambos sexos residentes en las provincias
argentinas de Catamarca, Tucumán, Buenos Aires y ciudad de Buenos Aires, con una
edad promedio de 15 años. Se ha podido detectar un 11% de sujetos en alto riesgo
suicida en los centros urbanos y un 13 % en localidades de menor densidad
poblacional. Ser mujer, hijo/a único/a, vivir en pequeños centros poblacionales así
como el bajo nivel educativo de los padres aparecen como los principales factores de
riesgo.
ABSTRACT
Ya para los antiguos egipcios intentar suicidarse era una manera de llamar la
atención y ser tenido en cuenta. Como para esta cultura la muerte sólo significaba un
paso hacia otra forma de vida, tenían una consideración neutral hacia los
comportamientos suicidas. En el extremo opuesto se ubican las antiguas prohibiciones
judaicas respecto de intentar terminar con la propia vida. A pesar de que la Biblia no
contiene una condena explícita del suicidio, el judaísmo lo prohíbe con fuerza. Estas
concepciones sobreviven actualmente en religiones monoteístas como el cristianismo y
el islamismo (Hankoff, 1979).
Dado que existen diferentes actitudes hacia los comportamientos suicidas, los
hechos objetivos referidos al tema con frecuencia se distorsionan por el impacto de
mitos y concepciones no siempre verdaderas acerca de ellos. A continuación se
examinarán algunas.
conductas poco adaptativas; Maris (1981) hace referencia a las carreras suicidas para
describir tal proceso.
Esta creencia deja de lado la importancia central que tienen las mediaciones
cognitivas en la determinación de las estrategias de afrontamiento que se ponen en
juego. Diversas investigaciones muestran que las personas con ideaciones o intentos
suicidas suelen exhibir una elevada rigidez cognitiva y ausencia de habilidades sociales
(Casullo, 2002).
Numerosos estudios han permitido constatar que por lo menos dos tercios de
los sujetos que intentaron o lograron suicidarse habían comunicado con anticipación
sus intenciones al respecto (Murphy, 1985).
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Rara vez la idea de suicidio es novedosa para una persona con depresión, y con
frecuencia agradecen el tener la oportunidad de hablar acerca de ella. Hay mayor
riesgo en evitar el tema pues ello refuerza el sentimiento de vergüenza por pensar en
la muerte. El diálogo puede servir para referirse a algún tema conflictivo, ayudar a
comprenderlo y pensar en formas de resolverlo.
Objetivos
. Determinar la prevalencia de casos de alto riesgo suicida en cuatro grupos de
adolescentes escolarizados (ciudad de Buenos Aires, ciudad de San Miguel de
Tucumán, localidades de la provincia de Catamarca y ciudad de Pilar, provincia de
Buenos Aires) sobre la base de dos criterios de evaluación no excluyentes: puntuación
cuantitativa de la Escala ISO – 30 y presencia de ideación suicida activa.
Método
Tipo de estudio: descriptivo-correlacional- comparativo.
Universo de análisis: estudiantes adolescentes.
Muestra: intencional simple, con participación voluntaria.
Participantes:
Se trabajó con un total de 1297 adolescentes escolarizados, divididos en cuatro
grupos de comparación: Ciudad de Buenos Aires, Ciudad de San Miguel de Tucumán,
Departamento de Paclin en la provincia de Catamarca y Pilar, Provincia de Buenos
Aires.
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En cuanto a las edades, el grupo Buenos Aires contó con participantes entre 13
y 20 años, correspondiendo la mayoría de ellos a la edad de 15 años (21.3%).
Tucumán observa un rango de edades que va desde los 12 hasta los 18 años,
predominando también los estudiantes de 15 (24.3%); en Catamarca, en cambio, la
mayoría tiene 13 años (20.3%), variando entre los 12 y los 19. Finalmente, Pilar
cuenta con una mayoría de 17 años (208%) con edades que oscilan entre los 12 y los
18. Las medias y las desviaciones típicas para esta variable resultan muy semejantes
en los cuatro grupos de comparación, rondando los 15 años y los valores de dispersión
entre 1 y 2, respectivamente (Tabla 1).
Se aprecia que en todos los grupos la gran mayoría ha nacido en el lugar donde
reside (82.6% en Buenos Aires, 87.9% en Tucumán, 99.7% en Catamarca y 100% en
Pilar); (Tabla 2).
Instrumento
Se utilizó una encuesta sociodemográfica y el Inventario de Orientaciones
Suicidas - ISO – 30 (King & Kowalchuk, 1994) adaptación UBA (Fernandez Liporace &
Casullo, 2005). Es una escala que indaga la presencia de factores de riesgo vinculados
a ideación y comportamientos suicidas (relacionados con las dimensiones de
desesperanza, baja autoestima, incapacidad para afrontar emociones, soledad,
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Procedimiento
El Inventario de Orientaciones Suicidas (ISO – 30) y la escala sociodemográfica
se administraron colectivamente en las aulas habituales de clase, durante el horario
escolar. Una vez efectuada la evaluación de los protocolos se complementaron los
datos obtenidos con una entrevista focalizada destinada a confirmar o descartar el
diagnóstico presuntivo, que no se informaba al entrevistador. Este procedimiento se
siguió en todos los casos, independientemente de que se detectara o no la presencia
de factores de riesgo.
Resultados
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Diferencias en el riesgo según región (ver Tabla 5): Se eliminó del cálculo al grupo
Pilar por poseer un N muy bajo respecto del resto de los grupos.
• Riesgo por ideación: X2= 9.350, 2 gl; sig= .009 (Buenos Aires y Tucumán vs
Catamarca; 3.1% y 3.6% vs. 7.3%). Catamarca posee un porcentaje
significativamente mayor de casos en riesgo por la presencia de
ideación suicida, comparado con Buenos Aires y Tucumán.
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• Riesgo por puntuación: F= 19.761, 2/1246 gl; sig= .000 (los tres grupos
comparados guardan diferencias significativas entre sí: (Buenos Aires
vs. Tucumán vs. Catamarca; medias: 27.56 vs. 30.03 vs. 32.89). Catamarca
exhibe la media más elevada en cuanto a puntuación de riesgo
suicida; le siguen, en orden decreciente, Tucumán y Buenos Aires.
• Riesgo por ambos criterios (ideación y/o puntuación): X2= 2.234, 2 gl; sig=
.327. No se verifican diferencias significativas en el riesgo suicida
global (evaluado en base a ambos criterios).
Diferencias en el riesgo por puntuación según edad, sexo, curso, tipo de escuela,
convivencia con uno o ambos padres, existencia de hermanos (muestra global):
• Edad: no se verifican diferencias (F= 1.978, 2/1282 gl; sig= .139).
• Sexo: no se verifican diferencias (t= -2.521, 1294 gl; sig= .012).
• Curso: no se verifican diferencias (F= 1.229, 6/1296 gl; sig= .289).
• Tipo de escuela (pública – privada) : no se verifican diferencias (t=.209,
693 gl; sig= .835).
• Convivencia con uno o ambos padres o con otros: no se verifican
diferencias (F= .301, 2/1293 gl; sig= .740).
• Existencia de hermanos: no se verifican diferencias (t= 1.680, 1269 gl; sig=
.093).
Diferencias en el riesgo por puntuación según edad, sexo, curso, tipo de escuela,
convivencia con uno o ambos padres, existencia de hermanos (contrastes realizados
intragrupo por separado):
Buenos Aires:
• Edad: no se verifican diferencias (F= 1.163, 2/641 gl; sig= .313).
• Sexo: no se verifican diferencias (t= .616, 640 gl; sig= .538).
• Curso: no se verifican diferencias (F= .688, 4/641 gl; sig= .601).
• Tipo de escuela no se ha contrastado pues el tipo de escuela es uniforme en
cada grupo.
• Convivencia con uno o ambos padres o con otros: no se verifican
diferencias (F= .178, 2/640 gl; sig= .837).
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Tucumán:
• Edad: no se verifican diferencias (F= 1.358, 2/292 gl; sig= .259).
• Sexo: se verifican diferencias estadísticamente significativas (t= -3.909, 292 gl;
sig= .000). Las mujeres exhiben puntuaciones totales
significativamente mayores que los varones en cuanto a riesgo suicida
(Media fem= 32.54; dt= 12.58 vs. Media masc= 27.44; dt= 10.08).
• Curso: no se verifican diferencias (F= .1008, 4/304 gl; sig= .403).
• Convivencia con uno o ambos padres o con otros: no se verifican
diferencias (F= .544, 2/303 gl; sig= .581).
• Existencia de hermanos: se verifican diferencias estadísticamente significativas
(t= -2.556, 302 gl; sig= .008). Quienes no tienen hermanos exhiben
mayor puntuación indicadora de riesgo (Media sin hnos= 38.75; dt=
16.96 vs. Media con hnos= 29.68; dt= 11.33).
Catamarca:
• Edad: no se verifican diferencias (F= 2.657, 2/297; sig= .072).
• Sexo: se verifican diferencias estadísticamente significativas (t= -4.114, 258 gl;
sig= .000). Las mujeres obtienen puntuaciones más elevadas en
relación al riesgo (Media fem= 35.64; dt= 12.05 vs. Media masc= 30.49; dt=
9.24).
• Curso: no se verifican diferencias (F= 1.624, 5/299 gl; sig= .154).
• Convivencia con uno o ambos padres o con otros: no se verifican
diferencias (F= 1.772, 2/298 gl; sig= .172).
• Existencia de hermanos: no se verifican diferencias (t= 1.221 295 gl; sig=
.223).
Pilar:
• Edad: no se verifican diferencias (F= 1.382, 2/49 gl; sig= .261).
• Sexo: no se verifican diferencias (t= -.184, 48 gl; sig= .855).
• Curso: no se verifican diferencias (F= 1.847, 4/49 gl; sig= .137).
• Convivencia con uno o ambos padres o con otros: no se verifican
diferencias (F= 2.925, 2/49 gl; sig= .064).
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Diferencias en el riesgo por puntuación según educación del adulto a cargo (fue
realizado sólo para Buenos Aires y Tucumán puesto que Catamarca y Pilar exhibían
importantes porcentuales de respuestas omitidas).
Comentarios y Discusión
El estudio realizado ha permitido detectar un 11% de adolescentes
escolarizados en situación de riesgo suicida en centros urbanos (Buenos Aires y
Tucumán) y un 13% en localidades de menor densidad poblacional (Catamarca).
Puede decirse, en líneas generales, que el hecho de ser mujer y de ser hijo
único parecen ser factores de riesgo suicida. Sin embargo, esto no se verifica en todos
los grupos. El sexo de los examinados surge como una variable de importancia en dos
de los grupos comparados y el estatus de hijo único, sólo en uno: sin embargo no
debe dejar de tenerse en cuenta la necesidad de replicar y profundizar estos estudios
en otras poblaciones a fin de evaluar la importancia de las pautas de crianza en la
aparición de riesgo. En este sentido, parecería existir una diferencia en la manera en
que una niña o un niño transcurren el proceso de socialización primaria, y esto se
repite en el hecho de ser hijo único o de tener hermanos. Tal vez la manera en que se
establecen los circuitos comunicativos, los comportamientos esperados de niños y
niñas o de hijos mayores, menores o únicos, la posibilidad de dialogar y de plantear
inquietudes, de discutir decisiones o aún de poner en palabras estados de ánimo y
afectos sea diferente en la crianza de cada sexo o en la de los hijos que sólo se
relacionan con los padres o se encuentran acompañados por hermanos. En este mismo
sentido, en el grupo de Buenos Aires, la educación sistemática de los adultos a cargo
aparece como un factor protector. Ser socializado en centros urbanos parece introducir
variaciones en la prevalencia de sujetos en riesgo, significativamente menor que la que
se aprecia en las muestras de localidades pequeñas.
Referencias
Tabla 1.
Distribución según región, sexo y edad.
Tabla 2.
Distribución según lugar de nacimiento, convivencia con uno o ambos padres y existencia de
hermanos.
Tabla 3.
Distribución según curso, tipo de colegio e inserción laboral.
Tabla 4.
Distribución según educación del adulto a cargo.
Tabla 5.
Riesgo suicida según puntuación total e ideación suicida (ítemes críticos): distribución según
región.