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Los movimientos sociales.


Transformaciones políticas
y cambio cultural

Article in Reis · January 2000


DOI: 10.2307/40184307

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Jordi Manel Monferrer


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KENNETH F. FERRARO
Fear of Crime: Interpreting Victimization Risk
(Albany, State University of New York Press, 1995)

En una sociedad democrática la investigado en Estados Unidos, con


seguridad de la población es una de algunas ideas de lo que conviene
las responsabilidades principales del hacer en este campo en nuestro país1.
Estado. El libro del profesor Kenneth El libro de Ferraro presenta un aná-
F. Ferraro (1995) analiza los cambios lisis de teorías y estudios sistemático.
en las pautas de seguridad, delincuen- La delincuencia y el desorden supo-
cia, y miedo a la delincuencia. Es una nen un problema social grave. El deli-
labor de sistematización importante to contra las personas y contra la pro-
sobre la que se ha investigado en las piedad no decrece, más bien la
últimas décadas en los Estados Uni- tendencia es a aumentar. En todos los
dos. Estudia los diversos sistemas de
evaluación de la inseguridad por 1
Kenneth F. Ferraro es catedrático de
parte de la población y de la Policía. Sociología en Purdue University (Estados Uni-
Presenta diversos factores de cambio. dos). El libro se edita en SUNY Series in New
Directions in Crime and Justice Studies, cuyo
Tiene en cuenta especialmente las editor es Austin T. Turk. El libro tiene nueve
diferencias por género (varón/mujer), capítulos y 179 pp. Para cualquier comentario
edad, grupos sociales, y medidas de sobre esta recensión: Jesús M. de Miguel,
seguridad. Delimita las hipótesis fun- Prince of Asturias Chair, Departamento de
Sociología y Análisis de Organizaciones, Uni-
damentales sobre el cambio en las
versitat de Barcelona, Avenida Diagonal 690,
demandas de seguridad. En las pági- 08034 Barcelona, tel. 93 402 14 06, correo
nas que siguen se analiza lo que se ha electrónico: demiguel@eco.ub.es.

92/00 pp. 221-254


CRÍTICA DE LIBROS

países del mundo es un fenómeno 2000) el traspaso de votantes de un


urbano. En Estados Unidos en las sector al otro del espectro político.
ciudades hay cuatro veces más delitos Hay también una confianza baja en
contra las personas, y tres veces más otras instituciones políticas, y sobre
delitos contra la propiedad. No con- todo en su efectividad: Parlamento,
viene hablar aquí de «víctimas» ni de militares, el poder judicial, policía y
«delincuentes», pues el fenómeno del Administración Pública en general. Si
miedo a la inseguridad alcanza a toda se pregunta a la población de algunos
la población. Tampoco se utiliza la países avanzados si están de acuerdo
expresión «ciudadanos» pues algunas con la frase «A la mayoría de los políti-
de las personas con más problemas ni cos no les preocupa lo que piensan per-
siquiera son ciudadanos, del país en sonas como yo», dos terceras partes de
que viven. A lo largo de la vida prác- la población está de acuerdo. En Ita-
ticamente todas las personas sufren lia llega el 84 por 100. Pero en los
algún delito. En la sociedad global, países que eran democráticos, en los
multicultural y tecnológicamente años sesenta la proporción apenas era
avanzada de este siglo, la prevalencia un tercio de la población. Es decir,
del delito, e incluso su internacionali- que la «pauta de cinismo político» no
zación y extensión, es uno de los ha hecho más que aumentar en las
temas más difíciles de solucionar. La últimas décadas.
reorganización policial y de la socie- Pero no desciende el apoyo al siste-
dad civil que se requiere es parte del ma democrático; más bien al contra-
proceso de profundización de la rio, el apoyo a los valores democráti-
democracia en los países avanzados cos puros no hace más que crecer. El
del mundo. que una población sea escéptica es
El marco de referencia de la delin- bueno para la democracia. Algunas
cuencia, y la inseguridad de la pobla- personas consideran que lo importan-
ción, es la estructura política. En la te son los resultados. Modernamente
mayoría de los países avanzados del se juzga a los/as políticos por sus
mundo la confianza de la población resultados económicos, no si son
en la actuación de las instituciones «populares» o «famosos». Los minis-
representativas es baja, la más baja tros españoles, por ejemplo, ya no
desde hace bastante tiempo. Supone parecen políticos sino gestores. Los
una falta de fe en los/as políticos, un gobiernos se tambalean si la situación
serio escepticismo sobre su actuación, económica es desfavorable. El prag-
e incluso cinismo sobre sus motiva- matismo es que si la delincuencia des-
ciones reales. Eso se suma a un bajo ciende no hay que preocuparse si la
interés por la política, y una baja par- población tiene una opinión deficien-
ticipación en partidos políticos. En te de la Policía, o de su efectividad.
España, por ejemplo, la identificación Yo no creo que esta posición pragmá-
con los partidos políticos existentes es tica sea ideal.
baja, lo que produce un electorado Quizá haya otras razones a esta
volátil, que ha supuesto recientemen- contradicción entre el apoyo claro al
te (en las elecciones de la primavera sistema democrático y la opinión

222
CRÍTICA DE LIBROS

cada vez más desfavorable a la actua- poco realistas de la población. Esto se


ción de los/as políticos y la Adminis- observa en sectores como seguridad
tración Pública. Una población críti- ciudadana, educación, salud o jubila-
ca (es típico de la clase alta) no ción. Pueden enumerarse excusas múl-
significa que las cosas vayan peor. La tiples, pero lo cierto es que el sistema
satisfacción con el hospital o la Poli- político no está funcionando bien. En
cía suele ser menor en la clase alta, y el caso de España, esta situación es
eso no significa que sean tratados doblemente problemática debido a la
peor, más bien es lo contrario. Otra juventud del sistema democrático.
posibilidad es que la población esté Desciende la confianza en la política
obteniendo más información sobre la activa, y por lo tanto desciende la legi-
actuación, resultados, y sobre todo timidad. Quizá se necesita experimen-
fallos del sector público, especialmen- tar con nuevas instituciones políticas.
te políticos/as, Policía, sistema judi- Se habla de que hay que reinventar la
cial, etc. Una población más educada Policía. Conviene, pues, analizar las
espera más de los/as políticos y de las causas del descontento, y sobre todo la
instituciones. abstención en la democracia. Otras
A pesar de los ensayos que sugieren personas hablan del conservadurismo
que el Estado —y el Estado de Bie- ciego, e incluso del individualismo
nestar— se reduce, disminuye, o hedonista como consecuencias del des-
incluso va a desaparecer, lo cierto es contento por la política. La Policía
que la inversión del sector público está inmersa en medio de este proceso
sigue aumentando. Pero la confianza de descontento. La sociedad, a la vez,
en ese sector público disminuye. La experimenta un crecimiento de algu-
capacidad de los/as políticos de nos tipos de delincuencia que es preo-
actuar a favor de los intereses de la cupante. El miedo a la inseguridad es
población parece haber disminuido. casi tan problema como la propia inse-
Estos procesos se pueden aplicar al guridad.
caso concreto de la Policía. El Estado En los cambios que se producen en
parece perder control sobre temas y las demandas de seguridad de la
problemas de orden público y delin- población, conviene diferenciar entre
cuencia, en parte debido a los proce- riesgo, inseguridad y miedo. El riesgo
sos de globalización y descentraliza- real está basado en los casos de delin-
ción. Los Estados-nación pierden cuencia que se producen en una
control. Todo sugiere que el Estado región o ciudad. El fenómeno de la
va a cambiar sustancialmente en los delincuencia está siempre subrepre-
próximos años o décadas, aunque no sentando, como un iceberg mostran-
se sabe cómo. do solamente una parte externa. Para
El proceso es, pues, doble: los/as conocer el riesgo real hay que estimar
políticos no son fieles a sus votantes, y la delincuencia a partir de los datos
los/as votantes no expresan claramente externos. Luego está la inseguridad
sus preferencias. Quizá no es un pro- percibida, es decir, los datos con los
blema de la actuación deficiente de que se trabaja en las organizaciones
los/as políticos, sino de expectativas oficiales y estimaciones de los orga-

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CRÍTICA DE LIBROS

nismos públicos, estatales. Esta inse- El coste de la inseguridad es preo-


guridad es la percibida por la pobla- cupante. Incluso si una persona no ha
ción. Hay que tener en cuenta que las sufrido delincuencia suele haber un
personas no consultan estadísticas coste social de la inseguridad. Entre
oficiales, mucho menos tasas por las consecuencias posibles están la
población, o datos comparativos por integración social reducida, contrac-
países, regiones o ciudades. Las perso- ción de la actividad habitual, espe-
nas estiman su inseguridad en base a cialmente fuera de casa o de noche.
noticias de los medios de comunica- En algunos casos se produce emigra-
ción, experiencias de delincuencia de ción del barrio. En casos extremos
sus familiares y amistades y un cierto (como en el País Vasco) puede haber
«olfato social». A menudo no son emigración hacia otra Comunidad
noticias sobre cantidades de delitos, Autónoma. En general, la consecuen-
sino sobre la forma o el contexto cia más directa suele ser una actividad
peculiar de un delito especialmente limitada o restringida. Está también
llamativo. El riesgo real y la inseguri- el coste de las medidas de seguridad
dad percibida están relacionadas con adoptadas en la vivienda, como refor-
el tercer factor que es el miedo a la zamiento de puertas, barras o rejas en
inseguridad. Este miedo es una per- las ventanas, luces, aparatos de alar-
cepción psicológica, basada en una ma, etc. Suponen alteraciones de la
estimación de riesgo personal. A conducta diaria. En ocasiones se pro-
menudo el miedo es inhabilitante, duce un miedo irrefrenable. El miedo
produciendo cambios de conductas es real y a menudo un coste mayor
que son más onerosos que el propio que la propia inseguridad. Se dice
riesgo. El miedo a la inseguridad que el miedo a la delincuencia es un
puede tener efectos más importantes problema más grave que la delincuen-
que el propio riesgo. cia. La razón es que el miedo (reco-
Estos factores de riesgo real, inse- nocido o no) es más extenso que los
guridad percibida y miedo a la inse- casos esporádicos de delincuencia en
guridad puede referirse a una persona la vida de una persona o familia. Hay
concreta (a uno/a mismo) o a otras miedo individual pero también
personas. La población tiene sistemas miedo social, que conviene diferen-
para evaluar su riesgo aproximado ciar en los análisis de la realidad
según tipos de delito y según las social.
características del entorno. La pobla- Se dice que las creencias de la
ción diferencia, por ejemplo, el riesgo población sobre delincuencia y ries-
al pasear por un barrio de día y de gos son inexactas, causadas por noti-
noche, sola o acompañada. Estas eva- cias extremas de los medios de comu-
luaciones aunque no están basadas en nicación. La realidad es que los
la evidencia de datos reales y tasas es, estudios sociológicos demuestran que
sin embargo, bastante aproximada, y la población evalúa bastante bien los
sobre todo diferencia bien por tipos tipos de delitos y riesgos a que se
de delito desde el riesgo a ser moles- exponen. También se afirma que esas
tada por la calle a ser asesinada. noticias, por ejemplo, causan sexismo

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CRÍTICA DE LIBROS

o racismo en la interpretación de los El problema es analizar la forma en


casos de delincuencia. Hay una dife- que las personas consiguen informa-
rencia entre el riesgo real (difícil de ción sobre delincuencia, y su inter-
calcular salvo en casos extremos como pretación. Aquí se aplica el principio
asesinato o robo en la vivienda) del de Thomas (elaborado en 1928) que
riesgo asumido o percibido. La rela- define que «cuando las personas con-
ción entre ambos riesgos (real y perci- sideran los hechos como reales son
bido) es el factor esencial con el que reales en sus consecuencias». Lo cier-
tiene que trabajar la Policía. Esa rela- to es que las mujeres, los jóvenes u
ción es la que produce cambios en las otros grupos sociales interpretan la
demandas de seguridad de la pobla- prevalencia del delito de forma dis-
ción. tinta, incluso de forma diferente de la
Las encuestas de victimización sue- realidad. Así es consistente que muje-
len ser deficientes. Las muestras res, jóvenes y minorías étnicas son
excluyen precisamente a las personas bastante más sensibles a la evaluación
que más interesan dentro de la mues- de delitos en su entorno social.
tra: muertos, personas institucionali- El delito debe ser analizado como
zadas, seguramente muchas víctimas un continuum que va desde ser acosa-
de delitos y también a los delincuen- do o molestado en la calle por perso-
tes. Estas encuestas suelen tener bas- nas desconocidas (vagabundos, men-
tante error muestral (pocas veces digos, personas drogadas o enfermas)
declarado realmente por los que dise- hasta el homicidio. Las personas
ñan el estudio), personas que no con- pocas veces son testigos de delincuen-
testan, ocultamiento de datos (a veces cia (a sí mismas o a otras personas).
puede que exageración). Las encues- La delincuencia es escasa, poco visi-
tas son instrumentos de investigación ble, a menudo oculta. Pero la pobla-
imperfectos en situaciones legítimas o ción es sensible a características exter-
de pocos casos (precisamente el deli- nas que señalan delincuencia o sus
to). Quizá las preguntas son mejores consecuencias: personas durmiendo
cuando son proyectivas, aunque en la calle, borrachas, destrozo del
entonces los datos o tasas que se pue- mobiliario urbano, graffiti o pintadas,
den inferir son de utilidad más limi- basuras en las calles, niños/as desnu-
tada. A menudo los datos que intere- dos o descalzos en la calle, personas
san no son los riesgos calculados por mal vestidas, jóvenes en actitudes pre-
la población, sino su sentimiento de delincuente (haciendo el gamberro,
inseguridad, sobre todo las causas que borrachos, gritando, en pandillas
atribuyen a esa inseguridad, y las con- agresivas), etc. Hay una especie de
secuencias para su vida diaria. Las «arqueología del delito» que es evi-
encuestas de victimización sirven dente en las grandes ciudades y que
mejor para medir el cambio, a través suelen ser indicadores de delito.
de un estudio de panel, que para Muchos de esos indicadores indi-
conocer una realidad puntual. Deben rectos son causas y otros, consecuen-
de complementarse con estudios cua- cias de delitos. El delito debe distin-
litativos. guirse siempre entre delito personal

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CRÍTICA DE LIBROS

(violento) y contra la propiedad sobre el riesgo o el miedo, distinguen


(hurto o robo). A veces ambos están diez tipos de delitos: (1) mendigo o
combinados y son difíciles de distin- persona que acosa en la calle, (2) ser
guir como el asalto o el robo en la engañado o timado respecto de dine-
casa estando personas dentro. La pre- ro, (3) alguien entra en casa a robar
gunta obvia de los cuestionarios de sin que haya nadie en casa, (4)
victimización es ¿Cuán seguro se siente alguien entra en la vivienda estando
Vd. en la calle, en su barrio, de noche? alguien en casa, (5) ataque sexual o
La pregunta puede referirse al día, o violación, (6) asesinato, (7) ataque
mencionar otras situaciones especia- personal con arma (distinguiendo
les. También se puede hacer la pre- blanca o de fuego), (8) robo de coche
gunta de ¿Hay algún área en un kiló- u otro vehículo de motor, (9) atraco
metro a la redonda de su casa en que en la calle, y (10) vandalismo de la
Vd. tenga miedo a pasear de noche, propiedad. Los casos 2, 3, 8, 9 y 10
solo/a? Estas preguntas indican bien el suponen un índice de delito contra la
sentimiento de inseguridad local. propiedad. Los casos 4, 5, 6 y 7 supo-
De forma más analítica se pueden nen delitos personales. Globalmente
diferenciar tres niveles y dos tipos. se puede calcular (del 2 al 10) un
Los niveles son cognitivo (riesgo que índice general de delito. Este índice es
se asume), valorativo (preocupación consistente ya que diferencia por
que causa ese riesgo) y afectivo tipos. Hay que huir de indicadores
(miedo). Los dos tipos son el de la únicos o simples del delito, o de espe-
delincuencia a otras personas (veci- cificaciones demasiado obvias como
nos, amistades, familiares) o la victi- «de noche». La diferenciación de deli-
mización a uno mismo. Los datos to personal/propiedad es a menudo
deben distinguir estos tres niveles y difícil, y la parte personal agranda u
dos tipos. Los datos mejores son los oscurece el delito contra la propie-
de la Policía o el sistema de Justicia. dad.
Esos datos pueden ser publicados o Las personas estiman su riesgo de
no. Suelen ser más exactos con victimización con información limi-
referencia a ciertos delitos, que se tada o sesgada. Ésta la obtienen de los
denuncian con más exactitud (como medios de comunicación o a través de
robo de propiedades aseguradas, por otras fuentes secundarias. No suelen
ejemplo, automóvil o moto) o delitos ser estimaciones ajustadas respecto
difíciles de encubrir (homicidio). En del riesgo real de sufrir esos delitos,
cualquier otro caso la infraestimación pero sí son bastante exactas en el gra-
del número de delitos es manifiesta. diente o ranking de importancia de
Pero lo importante es reconocer que esos delitos en la realidad. Por ejem-
la relación entre denuncias/realidad es plo, en los estudios analizados por
también cambiante. Los delitos con- Ferraro el riesgo real va desde el
tra las personas (violentos) son menos máximo de robo de casa, pasando por
predecibles que los delitos contra la robo de coche, asalto, robo en la calle
propiedad. y violación, hasta el mínimo que es el
Algunos estudios internacionales, asesinato. El riesgo percibido supone

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CRÍTICA DE LIBROS

un ranking muy similar. A veces se del delito no depende tanto del


percibe más frecuente el robo que el número como de la crueldad o el
asalto, cuando en realidad es al revés. sadismo de esos delitos. Aquí la fic-
De los estudios internacionales más ción (American Psycho, Pulp Fiction,
recientes se deduce que el gradiente El silencio de los corderos...) tiene una
percibido es bastante similar al real. influencia considerable en el imagina-
La gente evalúa bastante bien sus ries- rio del delito violento o personal.
gos, a pesar de que no tiene datos Importa la victimización real, es
exactos a su disposición. Un experi- decir, las experiencias personales de la
mento sería medir cómo cambian las persona entrevistada o de alguien de
expectativas cuando las personas reci- su familia (a veces amigos/as próxi-
ben mejor información y mucho más mos) con delitos. Se entiende que son
detallada. víctimas; los/as delincuentes difícil-
La población no evalúa exactamen- mente aparecen en las encuestas. Lo
te las tendencias. La creencia genera- tradicional es que las mujeres, y tam-
lizada es que el delito aumenta rápi- bién las minorías étnicas, reconocen
damente en el país. Pero que no más delitos. Las personas con mejor
existe tanto delito en su ciudad (inde- salud reconocen menos delitos, no
pendientemente de cuál sea su ciu- sabemos si realmente sufren menos
dad). Se considera que la situación delitos. Igualmente las personas que
del barrio no es negativa. Aquí se llevan residiendo más tiempo en el
pone de manifiesto una ideología barrio muestran índices menores de
peculiar que consiste en que el delito delincuencia sufrida. Las personas
es cosa de otros. El delincuente tiende más victimizadas suelen ser las más
a ser visto como una persona extraña, pobres o de clase social más baja. No
forastera, de fuera del barrio, de otra hay estudios serios de victimización
raza. El barrio propio se suele consi- en España sobre los delitos sufridos
derar seguro. El delito es una mala por minorías étnicas (gitanos, árabes,
experiencia que sucede fundamen- otras minorías raciales, trabajadores o
talmente a otras personas, no a él. La población ilegal, etc.), pero segura-
realidad es que incluso en delitos mente es alta. En todos los casos el
sexuales, o de abuso sexual y perso- delito contra la propiedad se predice
nal, muchas veces el delincuente es bastante mejor que el delito contra
una persona conocida, del círculo de las personas. Este último es además
amistades o del barrio. El imaginario más esporádico, a menudo puntual,
del delito es que los delitos son cada aunque de consecuencias devastado-
vez más crueles, sangrientos, perver- ras para la víctima.
sos y con armas. Hay incluso una El riesgo percibido es el mejor indi-
visión creciente del delito como acto cador para predecir el miedo a la vic-
irracional. En España, quizá, a ese timización. La tasa de victimización
imaginario contribuyen los delitos o varía según tipos de delito. Las perso-
violencia terrorista, que por contami- nas jóvenes tiene más miedo y tam-
nación engrandecen también otros bién más riesgo. La pauta de delito
delitos violentos. Así, la percepción por edad es una jota invertida: con el

227
CRÍTICA DE LIBROS

máximo riesgo en personas jóvenes, la riesgo de tipo de delitos, salvo de viola-


menor tasa entre personas maduras y ción. Hay que tener en cuenta que
un leve incremento en personas de cada vez las diferencias por género son
más edad. Esto puede deberse a que menores en nuestra sociedad (también
el riesgo en los/as jóvenes es más alto, en delito, tasas de homicidio, suicidio,
pero apenas reducen actividad, y son etc.). Se sugiere que «la sombra de la
de costumbres bastante noctífugas. violación es alargada», en el sentido
Las personas ancianas se dice que que el miedo a la violación contamina
son prisioneras del miedo. En ellas se la aparición de los demás delitos.
suele considerar que es más problema A menudo no son separables robo,
el miedo que el posible delito. Pero intimidación, violencia, violación y
no es verdad, pues los adolescentes y homicidio. El miedo en la mujer a ser
jóvenes son las personas que tienen violada contamina su apreciación de
más probabilidades de sufrir delito. los demás delitos. La tasa de violación
Las personas mayores lo único que sigue aumentando en la sociedad
tienen que tener es miedo al miedo. actual, a pesar de las medidas de segu-
Se aíslan en casa y apenas salen, sobre ridad. No se trata solamente de un
todo si tienen alguna experiencia delito «sexual» sino, además, de vio-
negativa o sobre alguna persona lencia, explotación extrema y domina-
conocida. Pero el miedo es máximo ción. Son tendencias difícilmente
en personas de dieciocho a veinticua- cambiables en la sociedad, y que (con
tro años. Hay que tener en cuenta ondulaciones y cambios) están aumen-
que la población entrevistada, sobre tando.
todo los más ancianos, es una pobla- Incluso hay más miedo en las
ción superviviente. Además si se aís- mujeres a la violación que al asesina-
lan mucho ni siquiera contestan a las to. La realidad es que la tasa de viola-
encuestas. Por ello los datos hay que ción es muy baja («muy baja» estadís-
tomarlos con precaución. ticamente hablando, pero con
En el caso de la mujer la relación es consecuencias psicológicas y persona-
la contraria: tiene un alto miedo a la les devastadoras). El miedo a la viola-
victimización, pero las tasas reales son ción es muy alto. Por eso, quizá las
bajas. La hipótesis actual es que el mujeres tienen más miedo al delito, a
miedo a la violación (y al asalto perso- causa del miedo a ser violadas. A su
nal, violencia) contamina los otros vez, el miedo a la violencia influencia
delitos en el caso de las mujeres. En el miedo a ser asesinada. En Estados
cualquier caso, el género (varón/mujer) Unidos se demuestra, por ejemplo,
es el mejor predictor del riesgo, mejor que la tasa de violación mantiene una
que la edad. También es el mejor indi- distribución ecológica peculiar.
cador para predecir el miedo a la inse- Correlaciona positivamente con la
guridad. Las mujeres muestran mucho tasa de difusión de revistas pornográ-
más miedo al delito y a la violencia que ficas, con desorganización social, con
los varones. Pero hay pocas investiga- desigualdades por género, incluso
ciones sobre las causas y razones de ese económicas, y con la aceptación de
miedo. Los varones tienen mucho más violencia legítima. Así se pueden

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CRÍTICA DE LIBROS

construir mapas de la discriminación noche. Los/as urbanistas aprenden a


de la mujer en el territorio que son sobrevivir en la ciudad, lo que en el
útiles para entender la distribución de argot anglosajón se denomina ser street
ese delito. En parte es contaminación smart, saber andar por la calle evitan-
de esos factores (pornografía, desor- do riesgos innecesarios. Las urbanistas
ganización, desigualdades, a favor de son incluso más sensibles a esta pauta
la violencia legítima). Por ejemplo, de vigilar y evitar riesgos. Las personas
mucho material pornográfico (revis- cambian su vivienda con puertas
tas, películas) muestran violencia reforzadas para evitar robos, rejas en
contra la mujer. Pero, obviamente, las ventanas, luces, alarmas, etc. En
hay causas antecedentes que pueden entornos de casas (viviendas unifami-
explicar la tasa de violación. La liares) muchas familias tienen perro.
estructura de desigualdad social y por En el caso de Estados Unidos, por
género es la mejor explicación. A su ejemplo, nada menos que el 42 por
vez, estos niveles de desigualdad 100 de las familias tienen perro, aun-
explican las pautas cambiantes de las que no necesariamente para protec-
demandas de seguridad al menos en ción de la vivienda. También el 40
el 53 por 100 de la población que son por 100 tienen arma de fuego dentro
mujeres. de su vivienda. Estas cifras son mucho
Más que la contradicción entre menores en España, sobre todo la
riesgo y miedo por grupos de edad, lo posesión de armas de fuego que es
que interesa es conocer lo que las per- escasísima. Algunas personas apren-
sonas hacen para evitar el riesgo. El den defensa propia, otras llevan inclu-
miedo es un indicador indirecto de so defensa encima (navaja, aerosoles,
cambio de conducta. La reacción típi- telefonía móvil) aunque con conse-
ca es una conducta restringida. Se cuencias poco previstas. En cualquier
evitan situaciones de riesgo o se pone caso la política más eficaz es evitar
en marcha una conducta defensiva. encuentros personales en la calle o en
Se utilizan diversos artefactos y medi- transportes públicos. En sociedades
das de seguridad en la vivienda pro- con datos fiables, como Estados Uni-
pia, se evita transporte público, se dos, el 44 por 100 de la población
realizan cambios en la actividad dia- confiesa tener miedo a pasear de
ria. La paradoja es que la conducta noche, y el 31 por 100 tiene la expe-
restringida suele elevar el miedo. La riencia de algún familiar o amistad
conducta restringida puede reducir el victimizada. Estamos, pues, hablando
riesgo, pero no reduce el miedo. A de realidades importantes no de expe-
menudo es lo contrario: el miedo riencias minoritarias.
aumenta en relación a la restricción El género, edad, grupo étnico, clase
de conducta habitual. social o residencia puede mostrar los
No hay muchos estudios sobre lo cambios en las demandas de seguri-
que la población hace para neutralizar dad, pero no explica las razones
el delito y el miedo al delito. Lo típico sociológicas por las que se producen
es reducir la actividad individual, esos cambios, ni las tasas reales de
sobre todo evitar ciertas áreas y de victimización. Es necesario elaborar

229
CRÍTICA DE LIBROS

algunas hipótesis que guíen la investi- (2) el desencanto con la política y en


gación que ineludiblemente debe rea- general con la organización de la
lizarse en nuestro país para conocer la sociedad lleva a desconfiar de la Poli-
realidad de la inseguridad y del cía y de la Administración de Justicia,
miedo a la inseguridad. El análisis de y (3) la desigualdad social, unida a
la inseguridad debe basarse en teorías otros fenómenos colaterales como
más elaboradas sobre desigualdad y paro, pobreza del cuarto mundo, dis-
desorganización social 2. Se trata de criminación étnica o de género, etc.,
explicar cómo las personas interpre- aumenta las ocasiones de delincuen-
tan la realidad social y dan sentido a cia. Además de estas causas globales el
su mundo. La realidad y la construc- día/noche es una cultura difásica que
ción de la realidad varía por clases se relaciona estrechamente con delin-
sociales y otros grupos sociales. Se cuencia. En Estados Unidos de día la
dice que the poor pay more, es decir, inseguridad general de la población es
que las personas pobres terminan del 5 por 100 pero en la noche
pagando más, también en tasas de aumenta al 23 por 100. La nocturni-
victimización. Los pobres roban (y dad es el factor ecológico más impor-
atacan) a los pobres. Los barrios tante en la victimización.
pobres tienen tasas más altas de deli- Cuando la población tiene que
to, incluso contra la propiedad, aun- cambiar actividades o rutinas habi-
que la propiedad sea mucho más tuales la consecuencia inmediata es
reducida. En las fronteras de des- que aumenta el cinismo sobre el
igualdad, tanto por barrios como en «orden social». También aumentan las
grupos sociales, los conflictos pueden dudas sobre la capacidad de la pobla-
ser mayores o más evidentes. ción de predecir el riesgo, o de la
El miedo parece aumentar en la Policía de evitarlo. Se pone así en
sociedad contemporánea. La delin- duda el Estado, la Policía y la efectivi-
cuencia real es un problema grave, dad del Ayuntamiento. El progreso
que a pesar de todas las medidas de económico y la globalización de la
orden y control no hace más que economía producen una sociedad de
aumentar. Se dice que la delincuencia mercado único, pero que es incapaz
es una «externalidad» del sistema y de reducir el delito o la victimización.
una consecuencia indeseable del pro- El mundo se hace inseguro y las
ceso de globalización. No se explica demandas de seguridad aumentan.
bien las causas de este crecimiento. Además, la población se vuelve más
Hay tres hipótesis: (1) el proceso de exigente, con demandas más difíciles
globalización internacionaliza la de cumplir. No queda claro si el desa-
delincuencia, el crimen y otros mer- rrollo económico lleva irremedia-
cados ilegales (como drogas o armas); blemente a un incremento del delito.
Lo cierto es que algunas sociedades
avanzadas mantienen niveles de delito
2
Un análisis global sobre la situación de típico de países del Tercer Mundo. A
nuestro país se puede ver en Jesús M. DE
MIGUEL , Estructura y cambio social en Espa-
su vez, los países del Tercer Mundo se
ña (Madrid, Alianza Editorial, 1998), 681 pp. están convirtiendo en bastante inse-

230
CRÍTICA DE LIBROS

guros. A menudo el propio Estado, la comparativa es una tarea ineludible.


Administración Pública y la Policía se Gosta Esping-Andersen lo describe
consideran como instituciones bien en su trabajo Two societies, one
corruptas. Son incluso el centro de la sociolog y and no theory (1999). Se
corrupción del sistema político. No necesitan estudios globales, compara-
queda claro si esos países son insegu- tivos, crosculturales que permitan
ros por ser pobres, por ser desiguales entender la realidad de los otros. En
o por ser nuevos. El caso de Latino- el caso concreto de la Policía la dife-
américa es llamativo, en donde la rencia entre riesgo percibido y riesgo
burocracia, el Estado, e incluso el asumido debe llevar a saber más sobre
partido político dominante (cuando riesgos y a realizar más investigación.
lo hay), son instituciones corruptas. El nivel de investigación de la Policía
Conviene dudar de la hipótesis de es bastante bajo. Requiere, pues, la
que el miedo es un problema más colaboración de investigadores den-
serio que el delito. El problema real tro, fundamentalmente, de la Univer-
es el delito, no el miedo al delito. sidad, para evaluar esos riesgos y sen-
Aunque el miedo puede hacer cam- timientos. La Policía debe, además,
biar conductas y restringir los espa- atender más y mejor a la población.
cios de libertad de los seres humanos Las personas evalúan «a ojo» el delito
de forma peligrosa. La delincuencia y el riesgo que corren, y no lo hacen
depende de diversos procesos, como mal. Pero sería mejor que contasen
el de individualización, competición con estudios más precisos. Se trata
entre seres humanos en el mercado de además de que la Policía eduque a la
trabajo, el cambio de los papeles población en estas materias y propor-
sociales por género, un sentido más cione consejos sobre seguridad sin
débil de comunidad, desorganización elevar el miedo a la inseguridad. La
social, pobreza, paro, etc. Delito y tarea no es fácil. El objetivo es ayudar
moralidad están relacionados; la a la población a organizarse contra la
moralidad existe pero recientemente delincuencia. La Policía puede hacer
es menos total y también menos pre- poco para variar las tasas reales de
decible. Todos estos factores se esca- delincuencia, cuyo origen está en
pan al poder de la Policía o la Admi- estructuras sociales y políticas más
nistración de Justicia. Por eso el profundas de la sociedad.
delito no es sólo un problema de las El miedo al delito, a ser victimiza-
organizaciones policiales y judiciales, do, no es un desorden de la persona,
sino que depende de la estructura sino un indicador de la desorganiza-
global de la sociedad y del mundo. ción de la sociedad civil. El objetivo
De lo que se trata es de reducir las final debe ser cambiar la estructura de
consecuencias negativas de los proce- desigualdad social. Pero eso es una
sos de globalización. Esa es una tarea tarea ingente que la Policía no puede
a la que están dedicadas las élites (ni debe) asumir. El objetivo es resol-
intelectuales y académicas de los paí- ver las consecuencias negativas del
ses del mundo. proceso de globalización. Reciente-
Analizar la realidad social de forma mente la globalización está teniendo

231
CRÍTICA DE LIBROS

una visión edulcorada o romántica de más comparaciones internacionales y


su proceso. Se trata de evaluar los más investigación sociológica en la
efectos negativos y de poner remedio Universidad. Los tres escasean peligro-
a tiempo, antes de que el proceso de samente. Como demuestra el libro de
globalización cristalice. La delincuen- Kenneth F. Ferrato, quizá lo que hay
cia y la violencia son algunos de esos que curar sea el miedo a investigar.
efectos indeseables de la globalización.
Para todo ello se necesitan más datos, Jesús M. DE MIGUEL

JOAN FONT, JESÚS CONTRERAS y GUILLEM RICO


L’abstenció en les eleccions al Parlament de Catalunya
(Barcelona, Mediterrània, 146 pp., 1998)

JOAN FONT, JESÚS CONTRERAS, GUILLEM RICO y AGUSTÍ BOSCH


Participació i sistema electoral: Propostes per al debat
(Barcelona, Mediterrània, 1999, 146 pp.)

Dentro de la colección Polítiques, prende la segunda parte de esta inves-


de la editorial Mediterrània, dos títu- tigación sobre participación electoral,
los de reciente publicación presentan que se centra en el análisis de posibles
el resultado de una investigación lle- acciones movilizadoras, más o menos
vada a cabo por Joan Font, Jesús polémicas. Además, este libro incluye
Carreras y Guillem Rico sobre la par- una propuesta de sistema electoral
ticipación electoral en Cataluña, autonómico elaborada por Agustí
encargada y financiada por la Funda- Bosch en una investigación realizada
ción Bofill. En L’abstenció en les elec- hace algunos años también bajo la
cions al Parlament de Catalunya los financiación de la Fundación Bofill.
autores llevan a cabo un análisis en El primero de los dos volúmenes se
profundidad del fenómeno abstencio- acerca al problema de la abstención
nista, partiendo de la comparación de electoral con tres perspectivas distin-
distintas convocatorias electorales y tas y complementarias: política,
ámbitos geográficos, e incluyendo sociológica y antropológica. En pri-
análisis que abarcan no sólo las carac- mer lugar, a través del análisis de
terísticas sociopolíticas de los electo- datos electorales, se traza una aproxi-
res, sino también las razones que los mación a la magnitud y distribución
propios protagonistas dan de su com- de la llamada abstención diferencial.
portamiento abstencionista. El segun- Como es bien sabido, el electorado
do volumen, Participació y sistema catalán distingue claramente entre los
electoral: Propostes per al debat, com- distintos tipos de elección y se abstie-

232
CRÍTICA DE LIBROS

ne más en elecciones de segundo do, las elecciones municipales presen-


orden (autonómicas, municipales y tan mayores niveles de participación
europeas), que en elecciones genera- en Cataluña (como también en Astu-
les. Los autores estiman en unos 13 rias, Navarra o Galicia). La absten-
puntos porcentuales la diferencia en ción diferencial también existe en
la abstención que se produce entre otras Comunidades pero no con la
elecciones autonómicas y legislativas. misma magnitud, ni siquiera en el
Dentro de las elecciones de segundo caso de las que gozan de competen-
orden también existen diferencias en cias similares y celebran las elecciones
las tasas de abstención (más elevada a los Parlamentos autonómicos según
en las europeas que en las autonómi- un calendario autónomo indepen-
cas, y más reducida en las municipa- diente del resto del país (Andalucía,
les), cuya explicación no está clara. Galicia, País Vasco).
Pero la naturaleza del cuerpo elegi- La segunda parte del libro presenta
do no es el único factor político que un análisis de naturaleza más socioló-
influye en el nivel de participación. gica en el que a través del análisis de
Variables como el nivel de competiti- datos de encuesta se intenta estable-
vidad de la convocatoria, su carácter cer cuáles son las características del
«excepcional», o su simultaneidad perfil social y político de los absten-
con una elección general pueden tam- cionistas. Según las conclusiones del
bién afectar al nivel de participación, estudio, no se trata de un grupo
aunque la estimación de este impacto social distinto del resto del electora-
resulta complicado dado lo reducido do, pero sí parece contar con menos
del número de casos (tan sólo 20 con- recursos y motivaciones para votar.
vocatorias electorales). La abstención En la misma línea que estudios clási-
también varía entre las distintas par- cos sobre la participación electoral,
tes del territorio de la Comunidad esta investigación observa cómo la
Autónoma. Las áreas metropolitanas probabilidad de abstenerse en eleccio-
de Tarragona y Barcelona presentan nes autonómicas es mayor entre las
tasas de abstención elevadas en elec- mujeres, los jóvenes, las personas con
ciones autonómicas y por tanto tam- menores niveles de educación, los que
bién una alta abstención diferencial, llevan poco tiempo residiendo en
mientras que en las zonas rurales del Cataluña y los que no dominan el
interior no se dan diferencias impor- catalán. La religiosidad y la identifi-
tantes en los niveles de participación cación con los partidos son variables
de las diferentes convocatorias. que también influyen positivamente
La comparación de estos datos con en la probabilidad de votar. Los efec-
los de otras elecciones regionales en tos de estas variables sociopolíticas
Europa y los de elecciones autonómi- parecen mantenerse a través del tiem-
cas en otras Comunidades Autóno- po, aunque se han ampliado las dife-
mas demuestra que no parece haber rencias que separa a jóvenes y no cre-
relación entre el nivel de competen- yentes del resto del electorado. En
cias de la región o comunidad, y el este análisis, las características sociales
nivel de participación. En este senti- del abstencionismo catalán no pare-

233
CRÍTICA DE LIBROS

cen ser muy distintas de las del abs- sión, cuyos modelos están especifica-
tencionismo registrado en otros dos de manera de no permiten una
ámbitos. En lo que respecta a las acti- interpretación fácil de los coeficien-
tudes políticas, los autores han detec- tes.
tado una mayor tendencia a la abs- La tercera parte de este primer
tención entre los electores que se volumen incorpora una perspectiva
autoubican a la izquierda y en el antropológica original en los análisis
españolismo, y entre los que se iden- de la abstención electoral. A través
tifican como españoles, aunque parte del análisis de la información obteni-
de la influencia de estas variables se da a partir de varios grupos de discu-
debe en realidad al origen geográfico sión se intenta llegar a una explica-
y a la lengua. ción satisfactoria de la abstención
Resulta interesante el análisis de la diferencial. Los principales argumen-
participación en elecciones autonómi- tos que aparecen en las discusiones se
cas con relación al voto en las legisla- centran en cinco ejes diferenciados: la
tivas anteriores, por las interpretacio- percepción de que las elecciones auto-
nes políticas a las que pueda dar lugar. nómicas son efectivamente «de segun-
Entre los abstencionistas en autonó- do orden» y por lo tanto poco impor-
micas están claramente sobrerrepre- tantes en relación con las elecciones
sentados los que en las elecciones generales; la crítica a la política en
legislativas también se abstienen o general; la falta de competitividad y
votan al PSC-PSOE. Sin embargo, de alternativas que ha caracterizado a
esta presencia desproporcionada de este tipo de elecciones; la percepción
electores del PSC ha ido disminuyen- de que la política catalana es monote-
do claramente entre 1984 y 1995. Ha mática y consensual, y que no afronta
aumentado, por el contrario, la pre- los verdaderos problemas de la
sencia de votantes de CiU que se abs- Comunidad; la sensación de que un
tienen en autonómicas, así como la de nacionalismo hegemónico y excluyen-
votantes de IC-PSUC. Éstos no supo- te deja fuera de juego a la población
nen un gran peso dentro del grupo de de origen no catalán. El análisis del
abstencionistas autonómicos, pero el contenido de las discusiones deja la
porcentaje de abstención en elecciones impresión de que la distancia entre el
autonómicas entre votantes de estas ámbito de lo político y la sociedad es
formaciones se ha multiplicado por enorme.
cuatro. En definitiva, la pluralidad en El segundo volumen toma una
la orientación política del colectivo perspectiva decididamente práctica y
abstencionista medida a través de sus también más polémica, en la medida
preferencias en elecciones legislativas en que el análisis se extiende y alcan-
se ha reforzado a lo largo del tiempo. za las propuestas de actuación que
Todos los análisis realizados a partir podrían ponerse en marcha a partir
tanto de datos agregados como indi- del diagnóstico realizado en el volu-
viduales son sistemáticos, aunque se men anterior. En primer lugar se hace
pueden observar algunos problemas un análisis de las experiencias movili-
especialmente en los análisis de regre- zadoras llevadas a cabo en el propio

234
CRÍTICA DE LIBROS

ámbito catalán así como en otros paí- la política, proponiendo posibles


ses. Dentro de la dificultad de evaluar soluciones a los crecientes niveles de
la eficacia de estas acciones, muy irre- abstención electoral. El valor de estas
gulares en forma e intensidad, parece propuestas radica en que fuerzan al
claro que la capacidad movilizadora lector a dar respuesta a dos preguntas
de partidos, instituciones y otras fundamentales que muchas veces se
organizaciones no ha sido explotada a esquivan en los análisis puramente
fondo. A partir de aquí se describen académicos sobre la cuestión: ¿por
once propuestas, evaluando su utili- qué es importante que todo el mundo
dad potencial y los posibles proble- vote?, ¿qué se está dispuesto a hacer
mas que podrían acarrear. Las pro- (y a dejar de hacer) para conseguir
puestas dirigidas a incrementar el que aumente la participación electo-
nivel de movilización electoral tienen ral? Se trata de un buen ejemplo de
como protagonistas a los propios cómo no olvidar la finalidad práctica
actores movilizadores, partidos, admi- que tiene la ciencia política, que, en
nistración y sociedad civil, y son de palabras de Sartori, «es ciencia en
un carácter muy variado. Es útil dis- cuanto al método, pero práctica en
tinguir las que tienen como objetivo cuanto a los fines».
el incremento de la participación en En esta misma línea el libro incluye
sí mismo (el voto obligatorio, los también una propuesta relativa a la
incentivos selectivos a la partici- creación de un nuevo sistema electo-
pación, el aumento de facilidades ral. Agustí Bosch se decanta por un
para votar, el aumento de la propor- sistema de doble voto similar al ale-
cionalidad del sistema, la celebración mán, que combina la elección de
simultánea de elecciones autonómicas representantes en distritos uninomi-
y generales, las campañas institucio- nales con un sistema de listas en una
nales y de partidos) y las que preten- única circunscripción de ámbito
den incrementar el nivel de compro- nacional. Los distritos uninominales
miso político de los ciudadanos y, a garantizan un vínculo más estrecho
partir de ahí, la participación (el entre electores y diputados, mientras
fomento de la educación cívica, la que el sistema proporcional de cir-
celebración de debates o el contacto cunscripción única asegura la propor-
directo con los abstencionistas). La cionalidad tanto entre escaños y ciu-
viabilidad de cada propuesta, sus cos- dadanos como entre votos y escaños.
tes, visibilidad y posibles efectos son Con el fin de limitar un posible
analizados por los autores y comenta- incremento en el nivel de fragmenta-
dos por expertos en análisis electoral. ción parlamentaria, el autor propone
Se vuelve con estas propuestas a un el uso de la fórmula de reparto basada
análisis esencialmente politológico de en los divisores Imperiali así como la
la abstención, con una perspectiva instauración de un umbral electoral
muy original: son escasísimos (por no del 4 por 100 a nivel nacional. La
decir inexistentes) los estudios que propuesta se completa con un sistema
desde un sólido análisis académico de ámbitos de presentación de listas
llevan sus conclusiones al ámbito de que facilitaría la representatividad

235
CRÍTICA DE LIBROS

territorial de los candidatos. Un rigurosa todas las perspectivas con las


apéndice incorpora posibles críticas al que un investigador puede enfrentar-
sistema así como su respuesta por se al complejo tema de la partici-
parte del autor. pación electoral. Habría sido de agra-
La abstención electoral es un fenó- decer que la edición de la obra
meno estudiado, pero casi siempre de (especialmente el segundo volumen)
manera parcial. Es de agradecer la hubiera estado a la altura de su conte-
publicación de análisis como el reali- nido.
zado por Font, Contreras y Rico, en
el que se incorporan de una manera Eva ANDUIZA PEREA

MANUEL HERRERA GÓMEZ


La rebelión del Objeto. Elección del Método y Ciencias Sociales
(Granada, Comares, 1999, 248 pp.)

Una de las actividades que la filoso- nalidad del obrar (¿existe una única
fía esboza consiste en invitar, tanto al racionalidad que no esté enmarcada
hombre de la calle como al científico en un única época, es decir, válida
social, a plantearse interrogantes y para cualquier tiempo, y universal,
transcender de cualquier manera su independiente del contenido cultural
situación práctico-inmediata. Este que expresa?); y el tema de la imagen
plantearse preguntas es eso, una acti- del actor.
vidad. Comprometiéndose en ella, Teniendo presentes estás considera-
hombres y mujeres se cuestionan las ciones, el primer objetivo del profesor
acciones que realizan en las socieda- Herrera ha sido trazar un perfil histó-
des donde han decidido o les ha toca- rico de los problemas epistemológicos
do vivir. Entre los numerosos proble- presentes en las Ciencias Sociales.
mas que adquieren el carácter de Para llevarlo a cabo ha recogido,
filosóficos, en cuanto que lanzan pre- ordenado y reconstruido sintética-
guntas sobre los seres humanos y su mente las etapas (y la literatura) de
lugar en el espacio cultural en que un debate. Éste tiene su punto de
viven, la obra de Manuel Herrera ha partida en Alemania en las décadas
seleccionado tres en particular. En mi finales del siglo XIX y el inicio del
opinión, son temas no sólo canóni- siglo XX, desplegándose siguiendo una
cos, sino relativamente aprovechables. línea significativa hasta el final de la
Me refiero al tema del método con el Segunda Guerra Mundial. Al trazar
que las Ciencias Sociales comprenden tal perfil, el autor permanece, por así
o explican —o deben explicar— el decir, en la trastienda, al servicio de la
propio objeto, la cuestión de la racio- exposición. Llegados a este punto, y a

236
CRÍTICA DE LIBROS

fin de no desviarse, es necesario hacer más crucial objetivo, no podía ser otro
una precisión importante. Existen que elaborar una capacidad de distin-
dos formas de ofrecer un dar cuentas ción entre ideas, temas y corrientes
de una disciplina filosófica o de un teóricas diferentes.
campo de investigación: En síntesis, esta obra tratará de
ofrecer un mapa de orientación para
a) Reconstruir la historia. aquellos que se aproximan a la Episte-
b) Determinar las diversas articu- mología siguiendo la vía filosófica o
laciones. siguiendo la vía de los problemas fun-
damentales, de los nudos teóricos de
La Epistemología de las Ciencias las Ciencias Humanas y Sociales.
Sociales está íntimamente ligada a un Hechas estas aclaraciones, también
modo de entender la Ciencia Social es necesario hacer algunas adverten-
que es propia del último siglo. Tenien- cias cautelares sobre lo que aquí se
do presente tal contemporaneidad, plantea. En primer lugar, al tener un
para Herrera resulta forzado aplicarla a carácter de introducción sistemática y
las filosofías de las sociedades prece- sintética, el autor opta deliberada-
dentes, aunque algunos así lo hacen1. mente por la sobriedad de su pobla-
Aún más: con la crisis de su paradigma ción, evitando presentar una lista
hegemónico (durante el periodo entre excesiva de nombres y de referencias.
las dos guerras mundiales, el monopo- Por otra parte, no siempre la sistema-
lio corresponde al modelo naturalista), tización de las singulares contribucio-
el estudio de la Epistemología de las nes y de sus líneas de descendencia y
Ciencias Sociales pierde toda connota- ascendencia teórica caen sin roces en
ción histórica de acontecimiento y se el ámbito de un estilo epistemológico
convierte en el análisis de una plurali- bien preciso. Igualmente, Herrera no
dad de modelos y de tendencias teóri- se ha planteado el objetivo de clasifi-
cas. Reconstruir la articulación de tales car los autores, sus pertenencias, filia-
modelos y tendencias no significa ciones y distancias de este o aquel
esconder o solapar los unos junto a los paradigma. Ha creído más interesante
otros. De esta forma se perdería el sen- afrontar los problemas que los diver-
tido de los diversos problemas a los sos autores han planteado. Hecha esta
que Manuel Herrera ha intentado precisión, el lector no se encontrará
ofrecer una respuesta. Tan sólo se trata un número elevado de notas, tampoco
de reconocer cómo el vector de tal se encontrará un recorrido exegético
articulación no es ya la cronología his- apoyado en continuas referencias a
tórica. Por este motivo, esta obra no textos. Aún más, como todos saben,
puede representar una historia de la en una introducción de carácter expo-
Epistemología de las Ciencias Sociales. sitivo y drásticamente poco crítica, es
Y por la misma razón, el segundo, y imposible evitar que la discreccionali-
dad del autor intervenga en la elec-
1
Un buen ejemplo lo encontramos en ción de estos objetivos, y toda elec-
G. BONIOLO, Questioni di Filosofia e di Meto-
dologia delle science sociali, Editorial Borla,
ción comporta exclusiones. También
Roma, 1990. en el plano de las problemáticas teóri-

237
CRÍTICA DE LIBROS

cas Manuel Herrera se ha permitido los herederos del historicismo neokan-


olvidar o saltar algunas mediaciones tiano y de los seguidores del positivis-
históricas, o servirse del algunas sim- mo decimonónico. Por este motivo, la
plificaciones expositivas al proponer parte inicial de esta obra contempla la
algunos nudos, tendencias y propues- vicisitud de un camino rico en discon-
tas emergentes (por ejemplo, agrupán- tinuidades, pero circunscrita y homo-
dolas conjuntamente en función de su génea por el hecho de relacionarse con
específica genealogía). En cuanto al precisas instancias teóricas. Las posi-
repertorio de ejemplos, el autor no ha ciones teóricas expresadas por el deba-
pretendido ser exhaustivo o presentar te epistemológico son, al menos histó-
un similar interés y puntualidad para ricamente, dos: por un lado está la
todas las disciplinas sociales. orientación naturalisma (pero que
Concentrémonos en el primer obje- también podríamos definir como
tivo que Manuel Herrera se ha pro- monista en cuanto que propugna la
puesto en estas páginas: si a través de unidad metodológica de todas las
la Epistemología de las Ciencias ciencias), de inspiración positivista y
Sociales también se plantean interro- ligada, entre otros autores, a Carl
gantes sobre el obrar humano y sobre Gustav Hempel, Theodore Abel,
la racionalidad, no puede sorprender Ernst Nagel y Karl Popper. Aunque
que la reflexión de tales aspectos quizá más heterogéneo que el precedente,
estuvo presente en el pensamiento por otro lado nos encontramos con
antiguo y ha acompañado a buena aquellos que advierten la exigencia,
parte del pensamiento occidental2. Sin pero declinada de forma diversa, de
embargo, es en el umbral del siglo rehabilitar la especificidad del mundo
XIX , en cuanto que las razones que humano-social y de re-afirmar la legi-
sostienen la unidad metodológica de timidad y autonomía de una perspec-
todas las ciencias son incapaces de tiva disciplinar sobre tal mundo.
explicar una amplia gama de diferen- Desde un punto de vista histórico, es
cias entre las Ciencias Natuales y las en las consideraciones de Max Weber,
Humanas, cuando los temas de la como hace Herrera, donde es necesa-
Epistemología de las Ciencias Sociales rio individuar el punto de partida, el
se replantean con renovada intensidad incipit preciso de nuestro aconteci-
teórica en el escenario intelectual de miento. El Methodenstreit originario
(literalmente: debate sobre el metodo)
2
En la Ética a Nicómaco, en La Política y se desarrolla entre 1870 y los primeros
en De Anima, por ejemplo, Aristóteles dedica dos decenios del nuevo siglo en el
algunas páginas al obrar práctico como oca- seno de la reflexión teórica sobre las
sión para realizar la verdadera o esencial fina-
lidad de la naturaleza humana. La reflexión
Ciencias Económicas. Rápidamente se
aristotélica sobre el telos o sobre el razona- configura como debate encaminado a
miento práctico abre una discusión respecto al una más precisa determinación de los
modo en que las voliciones, las creencias y las fundamentos y de las funciones de las
acciones están entre sí cruzadas respecto a una Ciencias Sociales en sentido lato. El
finalidad de largo término. Se trata de una
discusión que será retomada ampliamente
tema será propia y verdaderamente
durante el periodo medieval. retomado en 1942 con el epistemólo-

238
CRÍTICA DE LIBROS

go berlinés C. H. Hempel. Gracias a Como disgresión a tales capítulos, se


su artículo sobre las funciones de las ha insertado un apéndice expresamen-
leyes generales en Historia, publicado te dedicado a dos temas dotados de
en el Journal of Philosophy, se abre una autonomía y largamente debatidos: el
segunda fase de la controversia meto- primero se refiere a la compleja discu-
dológica sobre las Ciencias Sociales. sión sobre la pareja racionalidad y rela-
Será un período cuyas ramificaciones tivismo. Nacida en torno a la obra de
pueden considerarse un punto de Peter Winch, actualmente se la deno-
referencia incluso en la actualidad. mina Rationalitätstreit o Rationality-
En cuanto a la articulación de esta Debate. La cuestión de la racionalidad
obra, el segundo capítulo contempla la de la acción divide a aquellos que
génesis del debate moderno, es decir, creen en la unidad de la epistemología
la discusión en que se ve comprometi- del género humano, y los que, como
da buena parte de la cultura alemana Winch, niegan la existencia de una
de fines del XIX sobre la validez de los racionalidad homogénea —una espe-
procedimientos de investigación de las cie de passe-part-tout de toda cultura—
Ciencias Históricas. El tercer capítulo diseñando varias racionalidades locales
analiza la hipótesis de reforma natura- más o menos confrontadas entre sí.
lista de la metodología, originariamen- Sin embargo, el segundo debate anali-
te teorizada por los historicistas alema- za la pareja individualismo y holismo:
nes. Desde el naturalismo se avanzan ¿las acciones deben ser orientadas a las
algunas ramificaciones importantes en razones de quien actúa o más bien
el conductismo, en la sociobiología y deben ser insertadas en un contexto
en la historia cuantitativa. Siguen tres meta-individual?
capítulos menos articulados, pero tam- En el capítulo final Herrera mues-
bién más próximos al polo de la teoría tra algunas orientaciones y líneas
que al reconocimiento histórico. En el teóricas que se proponen de-cons-
primero se estudian las teorías de la truir o desmontar las implicaciones
acción. El segundo está dedicado a la metafísicas de la Epistemología de las
hermenéutica en cuanto estilo episte- Ciencias Sociales (aún más, de la
mológico que ubica el problema del epistemología en general), configu-
sentido de la acción en el centro de la rando una perspectiva radicalmente
investigación social (a su exposición le diferente.
sigue en primer lugar una presentación Pensado como instrumento de
de la orientación crítica, heredera del estudio y profundización para el
marxismo y ligada de manera particu- mundo de la investigación, la obra
lar a la contribución de Jügen Haber- del profesor Herrera podrá interesar a
mas, posteriormente, con las debidas todos aquellos lectores (profesores y
reservas, se hace una presentación de alumnos) atentos al pensamiento filo-
un camino inspirado en la fenomeno- sófico, pensamiento que no se separa
logía de las relaciones sociales: la etno- de la praxis científica, pero que extrae
metodología). El último capítulo está de ésta estímulos y sugerencias.
dedicado a los paradigmas sistémicos y
estructuralistas. Pedro CASTÓN BOYER

239
CRÍTICA DE LIBROS

ANTONIO LUCAS MARÍN, CARMEN GARCÍA GALERA y JOSÉ ANTONIO RUIZ


Sociología de la Comunicación
(Valladolid, Trotta, 1999)

La comunicación en la era de la ¿Cuáles son los temas que aquí se


información es fundamental, sin ella analizan para el neófito en las comu-
todo el compendio de conocimientos, nicaciones de la sociedad informacio-
datos, investigaciones, manifestacio- nal? El neófito en un primer acerca-
nes o noticias, no existirían práctica- miento obtiene principalmente una
mente en el mundo red en el que vivi- amplia documentación sobre la comu-
mos, salvo en los ámbitos particulares nicación en las Ciencias Sociales, la
en los que se producen. El lenguaje y comunicación personal, la comunica-
la facultad de poder comunicarse han ción en las organizaciones y la comu-
permanecido unidos de distintas for- nicación colectiva y sus funciones,
mas desde el origen de las sociedades que corresponden, en gran medida, a
humanas, cuando los homínidos los planos iniciales de aproximación a
empezaron a evolucionar en la escala la materia que aquí se analizan. Del
de la naturaleza humana, hasta llegar mismo modo, los expertos y los que
al escalafón del homo sapiens. Así, trabajan este amplio campo de las
conforme han ido progresando el len- ciencias sociales —campo que viene
guaje, la capacidad de comunicación y caracterizado por la heterogeneidad,
el homo sapiens, las sociedades han complejidad y peculiar transforma-
podido eclosionar en diversas fases, ción— encuentran, entre los ya seña-
hasta situarse en la actualidad en la lados, varios puntos de asentamiento,
sociedad de la información o informa- referencias y reflexiones en las dimen-
cional tecnológicamente avanzada. siones que la comunicación alcanza, y
Precisamente del potencial comu- que en este libro se abordan con
nicativo que tienen hoy las sociedades minuciosidad, atendiendo a los nive-
modernas, así como de las caracterís- les de indagación ya alcanzados, tales
ticas y de las diferentes magnitudes y como la comunicación mediada, el
métodos con los que aparece, es de lo análisis de los medios de comunica-
que trata el presente libro elaborado ción de masas, las teorías generales y
por Antonio Lucas Marín, Carmen la crítica sobre los medios, los estu-
García Galera y José Antonio Ruiz dios generales sobre los efectos de los
San Román, titulado: Sociología de la medios de comunicación y, por últi-
Comunicación. Esta obra nace tras mo, las teorías sobre los efectos de los
muchos años de estudio e indagación medios de comunicación de masas.
en las modalidades que presenta la Ciertamente, la invitación a la lec-
comunicación en la sociedad de tura de este libro se justifica de mane-
masas, y tiene su origen en un libro ra clara, para todas aquellas personas
que Antonio Lucas Marín publicó que deseen conocer el poder que
hace veinticinco años con el título: encierra la tecnología de la informa-
Hacia una teoría de la comunicación ción en la medida en que se puede
de masas. transmitir, por primera vez en la his-

240
CRÍTICA DE LIBROS

toria de la humanidad, cualquier tipo dad denominada sociedad de la infor-


de dato, mensaje o noticia a una velo- mación o sociedad informacional —
cidad vertiginosa a través de la «red mencionada más arriba—, en la que la
de internet», que ha sido calificada comunicación es calificada de global, y
por Manuel Castells como la colum- supone una de las claves de vida en
na vertebral de la comunicación glo- sociedad y de la existencia humana,
bal por mediación del ordenador, que que es objeto de estudio por parte de
ha invadido la totalidad de las tareas las ciencias sociales y, por ende, contie-
profesionales, y ha alcanzado ya el ne pretensiones científicas. También se
ámbito de la actividad social. advierte que además de ser un tema de
Por consiguiente, los iniciados en interés principalmente por parte de los
este tema pueden entender mejor, psicólogos, sociólogos, politólogos y
con la lectura del libro: Sociología de antropólogos, la comunicación ha sido
la Comunicación, los nuevos sistemas abordada en el campo de las telecomu-
de comunicación tales como la inte- nicaciones, y ha tenido un importante
racción que surge entre las personas desarrollo en la lingüística y sociolin-
en la comunicación por ordenador, güística de indudable valor para la
que ha dado paso a la formación de comprensión de la nueva sociedad.
las «comunidades virtuales», como Seguidamente, se efectúa una evo-
son los casos de la oferta de conferen- lución histórica de la comunicación
cias, charlas, sistemas de tablones de humana, para llegar al estudio de la
anuncios, etc., que están desarrollan- comunicación colectiva, que requiere
do novedosas formas de sociabilidad una perspectiva sociológica que expli-
humana; o el efecto que conlleva la que la influencia real que tiene en la
modalidad de entretenimientos como sociedad moderna. Y ha sido tal la
los videojuegos y el deporte televisivo repercusión que han tenido los
—juegos de acción y juegos de movi- medios colectivos de comunicación
miento y pelea simulados— que en la sociedad moderna, que un
implica la experimentación de sensa- número importante de científicos
ciones individuales en situaciones que sociales han creado con sus distintos
ocurren únicamente cuando los trabajos sobre los mass media un cuer-
espectadores utilizan la máquina po de conocimientos, que varios
—televisor, ordenador— para el observadores han designado con el
divertimento temporal, que se carac- calificativo: Mass Communication
teriza por ser una realidad vivencial Research (MCR). La Sociología, la
esporádica y efímera solamente entre Psicología y las leyes contribuyen a
el sujeto y la máquina. desarrollar este campo de conoci-
Ahora bien, para entender estos miento científico en la comprensión
acontecimientos producidos por la de las consecuencias que para la vida
sociedad red, los autores inician la obra social de los individuos tiene la
centrando la Comunicación en el hori- comunicación de masas, si bien los
zonte de las Ciencias Sociales (Capítu- autores del libro indican que el análi-
lo 1), que adquiere cuerpo teórico por sis sociológico ha sido uno de los más
la aparición de un nuevo tipo de socie- fructíferos —por ejemplo, Lafarsfeld

241
CRÍTICA DE LIBROS

y su escuela—, ya que el sociólogo se de masas, que se va ramificando en los


interesa por conocer cómo afecta este distintos capítulos de los que está com-
fenómeno en la interrelación perso- puesta esta obra, y se clarifican los pro-
nal, e incide en el control y en la cesos que aquí intervienen: codificación
dinámica de la sociedad, y emplea los y descodificación, rol-taking y feedback,
siguientes paradigmas: el funcionalis- ambiente físico, anteriores interacciones
mo estructural, la perspectiva evolu- comunicativas, situación sociocultural,
cionista, el modelo del conflicto relación social e intercambios continuos
social y el interaccionismo simbólico. y simultáneos, que junto con otros fac-
Las ciencias sociales, por tanto, han tores, se pueden explicar en orden a los
elaborado unas líneas de comunica- modelos lineales y circulares de la
ción que recorren el amplio arco de comunicación.
los medios de comunicación de A la comunicación personal la com-
masas, entre los que se destaca la plementa la mediación en la comuni-
sociología del conocimiento —Sim- cación (Capítulo 3), que representa
mel, Oppenheimer, Wiese—, la teoría uno de los distintivos de la sociedad
de la sociedad de masas —Manheim, contemporánea, que en su evolución
Eliot, Ortega—, los estudios de ha sido fomentada por la técnica en
Gabriel Tarde y Gustavo Lebón acerca cada una de las diferentes etapas, desde
del fenómeno de la muchedumbre y los hombres de Cromañón con su len-
el comportamiento colectivo, los tra- guaje simbólico hasta la aparición de la
bajos de Cooley sobre la revolución de ciudad, la difusión de la letra impresa y
las comunicaciones, y el sistema de los libros, y los actuales medios electró-
comunicaciones interindividuales de nicos. Por lo que en este análisis de la
Mead. Este entramado de conoci- mediación en la comunicación los
mientos han sido elaborados según los autores hacen un recuento de la
distintos métodos y técnicas de inves- ampliación de la capacidad comunica-
tigación que abarcan desde los experi- tiva que contiene las siguientes fases:
mentales y de laboratorio, hasta los
estudios casuísticos —observación, • Galaxia Tribal: lenguaje maclu-
entrevistas colectivas y espontáneas, haniano, dominada por los
documentos humanos, fuentes de medios orales de comunicación.
documentación—, y los análisis obte- • Galaxia Gutenberg: alfabeto
nidos de entrevistas o cuestionarios. fonético, nuevo medio de inter-
En general, la información se difun- cambio de experiencias y signifi-
de en las distintas formas en las que se cados (la escritura)
manifiesta la comunicación personal • Galaxia Marconi: el advenimien-
(Capítulo 2), siendo sus manifestacio- to de la electricidad aporta la
nes principales la comunicación cara a radio, el cine, la televisión.
cara y la comunicación no verbal. A • Galaxia Electrónica: caracterizada
este respecto sobresale la exposición de por el ordenador en red, unos
la comunicación intrapersonal e inter- límites de intercambio y acumu-
personal a través de la comunicación en lación de mensajes sin fronteras
las organizaciones y de la comunicación (internet).

242
CRÍTICA DE LIBROS

En la comunicación mediada se dis- momento a la «teoría de las organiza-


tingue, por una parte, los medios como ciones» en la Escuela Clásica, la
dispositivos que manejan la informa- Escuela de Relaciones Humanas y,
ción a distancia, como son los de la por último, la Escuela Sistémica.
escritura —cartas, libros, periódicos y A partir de aquí, la lectura restante
revistas, telégrafo o teletexto—, y todos circunda el fenómeno de la comuni-
aquellos que utilizan la imagen o el cación en las distintas vertientes que
sonido —teléfono, fax, radio, cine, comporta la comunicación de masas:
televisión, redes de computadoras—, y sus funciones (Capítulo 5), análisis de
por otra parte, el proceso que da cuen- los medios (Capítulo 6), teorías gene-
ta de las alteraciones que produce el rales y crítica sobre los medios (Capí-
sistema comunicativo. De aquí que se tulo 7), estudios generales sobre los
detengan los autores en la teoría de la efectos de los medios de comunica-
selección de los medios que tiende a ción (Capítulo 8) y, finalmente, teo-
seleccionar el medio utilizado en rela- rías sobre los efectos de los medios de
ción al mensaje que se desea transmitir, comunicación de masas (Capítulo 9).
según la clasificación de «sensible, ¿Cuáles son las funciones principa-
negativo, complejo y persuasivo» que les de la comunicación colectiva? Dar
trabajan Smelser y Leonard. información y entretener, que son
Una de las manifestaciones que ámbitos distintos pero que forman
presenta la comunicación es la que se parte del sistema que activa la comu-
produce en las organizaciones (Capí- nicación colectiva. Pero de manera
tulo 4), donde los neófitos del tema y más específica se pueden recoger siete
los especialistas disponen de una funciones más: conferir status —o
amplia documentación en las vertien- prestigio—, reforzar las normas socia-
tes que presenta: comunicación inter- les, la «difusión narcotizante», la
na —formal, informal— y comunica- interpretadora, transmitir cultura y
ción externa, aspecto que, por otro obtener un refuerzo de las actitudes
lado, es de gran importancia conocer previas, es decir, un conglomerado de
y supervisar en las empresas y en las asimilación informativa y de esque-
organizaciones, al formar parte de la mas de comportamiento que confor-
cultura que ahí se genera. Por tanto, man los ingredientes sociológicos más
la comunicación es básica para la relevantes para la orientación social.
conducta de las personas que trabajan Junto a este hecho se añade el análi-
en los contextos laborales, porque sis de los medios que, en mi opinión,
permite coorientar sus conductas, da es un hecho que cualquier obra que
fuerzas para la consecución de los trate la comunicación de masas debe
fines que las empresas se proponen, y comprender. En tal sentido, es
posibilita establecer y mantener unas imprescindible el estudio del mensaje
relaciones efectivas. De sobra es y del concepto de audiencia, desglo-
conocida la preocupación que han sándose este último entre el concepto
tenido en las organizaciones sobre los de público y el concepto de audiencia;
temas concernientes a la comunica- asimismo, la descripción de las carac-
ción, y que se incorporaron en su terísticas de los medios contribuye al

243
CRÍTICA DE LIBROS

conocimiento de la visión amplia que de este libro se sintetiza una evolución


abarca el ámbito de la comunicación histórica del estudio de los efectos de
—la prensa, la radio, el cine, los libros los medios de comunicación que
y la televisión—. No extraña, pues, alcanza a todo el siglo XX, donde ade-
que ante tanta diversidad y compleji- más se diferencia la efectividad de la
dad en la que se mueve la comunica- comunicación, las divergencias entre
ción humana en nuestras sociedades efectos individuales y efectos sociales,
tecnológicas avanzadas, se hayan desa- y la persuasión de los medios.
rrollado un conjunto de teorías gene- Y como bien indica el libro Sociolo-
rales y de críticas sobre los medios que gía de la Comunicación, es un tratado
aquí intervienen. Por ello, los autores de Sociología de la comunicación que
de este libro sintetizan bien las aporta- aglutina los múltiples componentes de
ciones de McLuhan, que ha estudiado los que está estructurada la comunica-
en profundidad una teoría general ción social, tanto en una perspectiva
sobre los medios, y a la que se le ha evolutiva acaecida en la tecnología de
hecho críticas posteriormente. las diferentes sociedades, como en la
Finalmente, los efectos de los perspectiva actual que se proyecta en
medios de comunicacióm han llevado el futuro, de la que da respuesta el
a la proliferación de estudios que han último capítulo en el desarrollo que
posibilitado la creación de una serie efectúa de las distintas teorías: teorías
de teorías sobre los efectos de dichos del cultivo y la socialización, teoría de
medios en las sociedades en las que la agenda-setting, teoría de los usos y
vivimos. Sin duda, el disponer de gratificaciones, teoría social del apren-
argumentaciones firmes que permitan dizaje y teoría del vacío de informa-
describir, explicar y predecir lo que ción o gap del conocimiento. Es, en
podría suceder a un conjunto de per- suma, una obra amplia que contiene
sonas, que han sido expuestas a la lo fundamental de la Sociología de la
influencia de determinados mensajes comunicación y lo adicional del resto
según los distintos medios de comuni- de las ciencias sociales.
cación, es un gran avance para todo el
campo de las ciencias sociales. Al final Violante MARTÍNEZ QUINTANA

ANTONIA MARTÍNEZ y MÓNICA MÉNDEZ (eds.)


Las elecciones al Parlamento Europeo
(Valencia, Tirant lo Blanch, 342 pp., 1999)

El estudio de las elecciones y sus la. Tras más de veintidós años de expe-
consecuencias constituyen ya un tema riencia democrática continuada, los
habitual en la Ciencia Política españo- procesos a través de los cuales los ciu-

244
CRÍTICA DE LIBROS

dadanos eligen a sus representantes polí- el de los candidatos y las candidaturas


ticos han sido profusamente analizados, presentadas (sus procesos de elaboración
hasta el punto de que no constituye una y características propias) y los aspectos
exageración afirmar que la literatura más relevantes de la campaña electoral
relativa a la cuestión es ya ingente. No (en cuanto a los elementos de las estra-
obstante, la mayoría de estos estudios se tegias desplegadas en ella por los princi-
centran en los resultados de los comicios pales partidos españoles, su impacto y
y sus consecuencias para los sistemas de desarrollo en la televisión, así como en
partidos o los partidos singularmente lo tocante a los sondeos de opinión rea-
considerados, para las relaciones lizados). Sólo después de este estudio
Gobierno-oposición o para la constitu- previo se procede a analizar los resulta-
ción de mayorías y alianzas parlamenta- dos electorales (abarcando la partici-
rias (tanto en el ámbito estatal, como en pación electoral, el voto a los partidos
el autonómico o en el local). Todavía en España, la distribución del voto en el
son pocos los análisis que miran a los conjunto de Europa, así como los perfi-
procesos electorales bajo otro prisma. les de los eurodiputados españoles de
Por otro lado, no todos los tipos de elec- anteriores convocatorias); todo ello se
ciones han suscitado el mismo grado de complementa con una bibliografía
atención: aunque comienzan a abundar seleccionada y un compendio de los
los estudios relativos a las elecciones resultados registrados en esta consulta
autonómicas y locales, los procesos para en todos los países de la Unión.
designar a quienes ocuparán los escaños En segundo lugar, el análisis está rea-
del Congreso de los Diputados y del lizado por un grupo de rigurosos profe-
Senado generan más interés; desde sionales, expertos en los distintos ámbi-
luego, mucho más que los que tienen tos desde los que se aborda la
por objeto la elección de los diputados investigación: los estudios electorales y
europeos. el comportamiento político (G. Rico,
Por estos motivos, la publicación de J. Font, E. Anduiza y F. García), la
un trabajo en el que se aborde el estudio comunicación política y las campañas
de las elecciones europeas debe ser, de electorales (V. Sampedro, M. J. Canel,
antemano, bien recibida. Pero en el caso C. Innerarity), los partidos políticos y
que nos ocupa, hay razones adicionales los perfiles de la élite parlamentaria
para dar la bienvenida a un texto de esas (J. Montabes, I. Szmolka, M. Méndez
características: en primer lugar, se abor- y A. Martínez), los sondeos de opinión
da el estudio de las elecciones al Parla- (I. Crespo y E. Zoco) o la construcción
mento Europeo de 1999 desde una y la política europea (F. Morata y
óptica bastante más amplia de lo que C. Closa). Esta múltiple procedencia y
suele ser habitual en los análisis electo- especialización dentro del marco general
rales: después de una necesariamente de la Ciencia Política no puede sino
rápida descripción de qué y para qué se coadyuvar a enriquecer el resultado con-
elige, se analiza la oferta electoral (tanto junto de la obra. Debe mencionarse,
desde el punto de vista de los elementos por último y como algo digno de agra-
comunes y los distintivos de los respec- decimiento añadido, el esfuerzo realiza-
tivos programas electorales, como desde do para que un estudio de esta índole y

245
CRÍTICA DE LIBROS

profundidad de análisis vea la luz a sólo pañas electorales y candidaturas, y los


unos meses de la celebración de los resultados en los diversos países (tanto
comicios que ha elegido por objeto. en cuanto a las tasas de participación
Quizá por todos estos mismos moti- como en lo relativo al voto a los parti-
vos queda en el lector una cierta sensa- dos), todo ello intensamente ceñido en
ción final de insatisfacción que tiene su 30 páginas, cuando quien escribe ese
raíz en el mismo tratamiento (afortuna- capítulo ha dedicado cientos de ellas a
damente ambicioso) de las diversas analizar esas cuestiones? ¿Cómo, en
cuestiones abordadas: comprueba que definitiva, sentirnos saciados con una
los autores conocen muy bien los temas obra que podría estar plasmada en
de los que hablan y que se mueven en tantas como capítulos tiene, ya que los
ellos con total soltura; y disfruta con el temas que en ella se abordan apenas
análisis de cuestiones variadas, todas han sido estudiados en nuestro país? Y
ellas relevantes para la comprensión repito que no será por falta de capaci-
global del fenómeno estudiado en sus dad de los autores, de la que están ple-
distintas manifestaciones. Pero después namente sobrados, como ponen de
de recorrer las casi 340 densas páginas manifiesto tanto en ésta como en tantas
de que consta el libro el lector no otras ocasiones y ámbitos. Se trata, pro-
queda del todo saciado, probablemente bablemente, de la contrapartida que,
por la rapidez a la que los autores se ven junto con alguna reiteración, conlleva
necesariamente compelidos en sus res- una obra colectiva en la que se analiza
pectivos y apretados capítulos, de la que un fenómeno o proceso en sus distintas
ni ellos ni las editoras son, obviamente, manifestaciones. No obstante, acaso sea
responsables. El problema es que sus ahí donde radique la mayor virtud de
intenciones, el estudio de cuestiones esta obra: abordar el estudio del proce-
tan complejas y trascendentes como las so electoral europeo desde muy diferen-
que abordan en esas páginas, merece- tes —y necesariamente complementa-
rían, cada una de ellas, una monografía: rias— perspectivas de análisis (quizá se
¿Cómo no estar insatisfechos, por ejem- eche de menos alguna otra, como la de
plo, con un conciso análisis del papel la comparación —entre Estados y den-
político del Parlamento Europeo, sus tro de cada uno de ellos con otros tipos
variados procedimientos de elección, de elecciones— de las consecuencias de
sus aspectos organizativos, el estudio de los distintos sistemas electorales utiliza-
sus funciones y poderes en el proceso dos, o la de las características —dimen-
político europeo, sintetizado —todo siones— de los sistemas de partidos
ello— en un solo capítulo, cuando el resultantes en cada país); hacerlo con
mismo autor ha escrito un libro entero un rigor y una sistematicidad dignas de
dedicado a alguna de estas fundamenta- encomio, proporcionando una infor-
les cuestiones? ¿Cómo poder confor- mación bien elaborada y, desgraciada-
marnos con el estudio de temas tan mente, no siempre disponible; y llevar a
interesantes como la comparación de cabo el empeño provocando finalmente
los sistemas electorales utilizados en los en el lector el anhelo de profundizar en
diversos países, las consecuencias que cada uno de los temas tratados. El
de ellos se derivan, las respectivas cam- acierto es pleno cuando se proporcio-

246
CRÍTICA DE LIBROS

nan, tanto en las notas a pie de página la campaña electoral de las elecciones
como en el repertorio final, las perti- europeas a las de carácter autonómico o
nentes referencias bibliográficas que le municipal, menor inversión por parte
permitirán hacerlo. de los partidos (tanto en recursos mate-
Si puede hablarse de una conclusión riales como personales) en la campaña
común a todos los estudios que se inte- europea, correlativo seguimiento más
gran en esta obra es la de la constata- reducido de la campaña de ese tipo en
ción del carácter de elecciones de los medios de comunicación, mayor
segundo orden o, incluso, de tercero abstención electoral que en los otros
que tienen los comicios europeos (y no tipos de convocatorias, o menor fideli-
sólo en nuestro país). La política euro- dad del voto en este tipo de elecciones
pea sigue escribiéndose en clave estatal; (por utilizarse para castigar al partido
y nuestro país no es una excepción en que gobierna en el ámbito estatal, o por
este sentido. Es sabido que los ciudada- haber en él una mayor tendencia a
nos, las élites políticas y los medios de votar a partidos nuevos o pequeños) lo
comunicación obligan a clasificar los que evidenciaría que los ciudadanos
distintos tipos de procesos electorales consideran que pueden permitirse jugar
en función de la importancia que les con su voto porque, en definitiva, en
atribuyen para su vida cotidiana o para este tipo de elecciones «hay menos en
la competición partidista e institucio- juego».
nal. Así, las elecciones generales o legis- Y se han aducido un buen número
lativas ocupan la primera posición en de factores que podrían estar detrás de
su ranking de interés. Las regionales (o, esa postergación (algunos de ellos ana-
entre nosotros, autonómicas) y las loca- lizados en esta obra): la carencia de dis-
les son tratadas como elecciones de cursos alternativos realistas acerca del
segundo orden, al considerar que de sus proyecto europeo; un considerable des-
resultados se derivarán consecuencias conocimiento y desinformación acerca
menos relevantes para la vida cotidiana. de la institución cuyos miembros se
Las elecciones al Parlamento Europeo elige —el Parlamento Europeo—, de
ocuparían una tercera posición en la sus funciones, poderes y de las conse-
significación que tienen atribuida. Esta cuencias de su actividad para los ciu-
postergación se puede apreciar, como dadanos; la poca visibilidad y el reduci-
hacen los autores, en cualquiera de las do poder que tiene el Parlamento
perspectivas desde las que cabe analizar Europeo en comparación con la Comi-
el proceso electoral: procedimientos no sión y con los Estados miembros; el
tan discutidos y menos transparentes escaso protagonismo del Parlamento en
para la confección de las candidaturas, la vida pública europea o estatal, etc.
programas electorales más breves y en El problema, como alguno de los
los que no se profundiza en los proce- autores apunta, radica en que —mal
sos de construcción europea ni en la que nos pese— la Unión Europea es
labor realizada en la anterior Legislatura primordialmente una unión de Esta-
europea, temas y contenidos marcada- dos, en la que los intereses son estatales,
mente estatales en la campaña electoral el protagonismo en la defensa de tales
europea, subordinación y relegación de intereses corresponde a los Estados

247
CRÍTICA DE LIBROS

(desde el Consejo o el Consejo Euro- ria europea. No es que los Parlamentos


peo) y, por tanto, las elecciones que son estatales ilusionen, interesen o impor-
verdaderamente relevantes para los ten mucho más a sus ciudadanos. Pero
asuntos europeos son las elecciones de la construcción europea está, en gran
carácter estatal (las elecciones generales medida, por hacer, mientras que los
o legislativas estatales). En este sentido, intereses, sentimientos y estructuras
y elocuentemente, los propios Servicios institucionales estatales están conside-
Jurídicos de la Cámara de Estrasburgo rablemente consolidadas, por lo que
señalaron recientemente —como otro —todavía— pueden permitirse el lujo
de los autores recuerda— que el Parla- de no ilusionar a sus respectivos
mento Europeo no representa a un nacionales (lo que Easton denominaba
hipotético pueblo europeo, sino a los carecer de apoyo específico mientras se
pueblos de los Estados miembros, por mantuviera el difuso). Pero cuando
mucho que el estatuto de la ciudadanía una institución está dando sus «prime-
europea pueda, eventualmente, modu- ros pasos» debería preocuparse por
lar esa relación. De hecho, el incremen- hacerse con el apoyo de los ciudadanos
to en visibilidad, poder y protagonismo a los que se supone sirve y cuya repre-
que el Parlamento Europeo ha experi- sentación pretende personificar. Pese a
mentado en los dos últimos años no se lo que los ciudadanos europeos creen
ha traducido en una equiparación de mayoritariamente, en que lo logre o
las elecciones europeas a las de otro no, sí hay mucho en juego: nada
ámbito (estatal, regional o local) a los menos que la construcción de una
ojos de los ciudadanos, las élites políti- Unión Europea que trascienda su
cas o los medios de comunicación: la carácter meramente económico. El
baja participación electoral —incluso esfuerzo que han realizado los autores
para este tipo de consulta— registrada de esta obra que comentamos coadyu-
en la última convocatoria no hace sino vará, a buen seguro, a progresar en ese
confirmar esta apreciación. tortuoso camino.
Ese es, sin duda, el gran reto que
tiene ante sí la institución parlamenta- Pablo OÑATE

PEDRO IBARRA GÜELL y BENJAMÍN TEJERINA MONTAÑA (eds.)


Los movimientos sociales. Transformaciones políticas y cambio cultural
(Madrid, Trotta, 391 pp., 1998)

Los marcos teóricos para el análisis ciones mutuamente enriquecedoras de


de los movimientos sociales han sido los científicos sociales americanos y
consensuados, desde hace algún tiem- europeos especialistas en este ámbito
po, gracias al diálogo y a las aporta- de la sociología. Sin embargo, son

248
CRÍTICA DE LIBROS

todavía escasas en nuestro país síntesis Doug McAdam se esfuerza en distin-


omnicomprensivas que reúnan las guir el concepto de otro tipo de
aportaciones de los distintos enfoques «oportunidades» que surgen en el
analíticos y los estudios recientes contexto de la acción colectiva. Se
sobre este interesante fenómeno. Gra- trata de un paso previo para asentar
cias a la obra colectiva que presentan las dimensiones que lo componen a
los profesores Ibarra y Tejerina —con partir de las diferentes variables a las
las aportaciones de algunos de los cuales se ha aplicado. Entre las futuras
sancta en teoría sobre movimientos vías de investigación que abre el con-
sociales—, ya es posible examinar, en cepto McAdam propone explorar la
una visión de conjunto, las propuestas relación entre ciclos de protesta y
actuales de estudio y los problemas de oportunidades políticas, el contexto
futuro que plantea esta área temática. internacional de las oportunidades
Las contribuciones que presentan los políticas y la estructura de oportuni-
compiladores se estructuran en torno dades políticas como variable depen-
a cuatro cuestiones centrales en la diente de la acción del movimiento.
reflexión sobre el devenir de los movi- Frente a estas nuevas sugerencias de
mientos sociales. El primer epígrafe investigación, sin embargo, Tilly
presenta las aportaciones que abordan plantea la exigencia de recuperar
los cambios en los procesos y contex- aspectos olvidados, pero fundamenta-
tos políticos, así como indicaciones les en el estudio de la acción colectiva,
metodológicas sobre los ajustes que es tales como las relaciones sistemáticas
necesario realizar en el conjunto de entre el cambio social a gran escala y
los marcos analíticos y en los concep- los cambios en la movilización políti-
tos instrumentales clásicos. La segun- ca popular y, a la inversa, el impacto
da parte del libro versa sobre la de las variadas formas de acción polí-
dimensión cultural y los aspectos sim- tica popular sobre el curso de cambio
bólicos de los movimientos sociales. social a gran escala. Se trata, en defi-
Los temas sobre la participación indi- nitiva, de descubrir las cadenas causa-
vidual, las redes organizativas y las les precisas entre acción colectiva y
formas de analizar longitudinalmente transformación social. Para ello el
los movimientos sociales ocupan el autor sugiere también la necesidad de
tercer bloque de trabajos. Y, por últi- una clarificación de conceptos básicos
mo, un conjunto de propuestas evolu- —como cambio social, conflicto polí-
tivas de la acción colectiva —con un tico o identidades en conflicto—, y la
marcado carácter especulativo—, con- identificación de regularidades dentro
forman el cuarto y último bloque del conflicto político de los procesos
temático, que indaga en los nuevos causales que conectan las políticas
horizontes que plantean para esta dis- conflictivas con el cambio social. En
ciplina los procesos de globalización. esta línea se sitúa el trabajo presenta-
La clarificación del concepto de do por Iñaki Bárcena, Pedro Ibarra y
estructura de oportunidades políticas Mario Zubiaga que parten de afirmar
es una de las contribuciones más rele- la importancia y el impacto positivo
vantes contenida en esta compilación. de los movimientos ecologista y anti-

249
CRÍTICA DE LIBROS

militarista de objetores e insumisos colectiva— uno de los temas que


sobre determinados procesos de mayor interés han despertado en rela-
democratización en Euskadi. A través ción con el estudio de los movimientos
de la aplicación del análisis de marcos sociales en los últimos años. Los mar-
y de la estructura de oportunidad cos son el resultado de los procesos de
política, los autores llegan a concluir enmarcamiento, entendidos como los
que los efectos de los movimientos esfuerzos estratégicos conscientes, reali-
sociales estudiados es posible confir- zados por grupos de personas, para
marlos en un aumento del pluralismo construir interpretaciones compartidas
democrático y de la poliarquía en el del mundo y de sí mismos que legiti-
contexto político vasco; un notable man y motivan la acción colectiva.
aumento del pluralismo comunicativo Antonio Rivas, en este sentido, esboza
y un efecto positivo en la dimensión una original metodología en la que
de democracia participativa, siendo propone considerar un marco ideal con
más difícil de evaluar en el nivel de la capacidad movilizadora máxima, que
cultura y valores democráticos. contenga las dimensiones del enmarca-
La tesis que comparten los autores miento —áreas temáticas a las que se
que abordan las dimensiones culturales refiere el enmarcamiento— y las estra-
y simbólicas de los movimientos socia- tegias del enmarcamiento o técnicas
les es la de considerarlos como agentes utilizadas por los movimientos para
de influencia y persuasión, destacando interpretar cada área temática de las
como su función más sobresaliente la cuales depende la capacidad moviliza-
de desafiar las interpretaciones domi- dora del marco.
nantes sobre diversos aspectos de la El estudio de las redes de los movi-
realidad. Se trata de una lucha por la mientos sociales aporta una interesan-
«definición de la situación» que, a jui- te perspectiva de análisis de los proce-
cio de Eyerman, constituye por sí sos de movilización. Tanto Diani
misma un aspecto fundamental del como Della Porta, estudian las redes
poder y del cambio social. También de los movimientos en cuanto que
Tejerina coincide en señalar como precondiciones para la acción colecti-
aportación central de los movimientos va. De sus respectivos artículos se des-
sociales, la de proponer nuevas formu- prende la necesidad de considerar
laciones simbólicas que impulsan una como una precondición esencial para
renovación de los valores sociales de la el desarrollo de movilizaciones efica-
modernidad. Una modernidad que ha ces y sostenidas en el tiempo, la exis-
tenido como uno de sus valores bási- tencia de lazos fuertes y articulados
cos, la búsqueda de crecientes espacios entre los actores implicados en un
de autonomía individual y social para determinado período de tiempo. Y es
que los individuos construyan y precisamente en la variable tiempo en
defiendan tanto su identidad personal la cual el profesor Klandermans centra
como una multitud de identidades su atención, intentando mostrar la
colectivas. Ha sido precisamente el necesidad y las ventajas de un enfoque
estudio de estas dimensiones —a partir longitudinal que tenga en cuenta el
del análisis de marcos de la acción carácter transitorio y fluctuante de la

250
CRÍTICA DE LIBROS

participación en las redes y, en conse- la acción colectiva —la clase social en


cuencia, el carácter cíclico del devenir particular— y la proliferación de
de los movimientos sociales. movimientos sociales. Con este debili-
Respecto a la evolución futura del tamiento, la cultura se ha transforma-
marco teórico para el estudio de los do para los grupos en un importante
movimientos sociales, parecen haber recurso identitario y movilizador en el
desaparecido las viejas disputas entre contexto de las sociedades de la tardo-
la separación americana/europea entre modernidad. De manera que la cone-
las aproximaciones de la movilización xión de espacio e identidad se ha con-
de recursos y la de los nuevos movi- vertido en un rasgo típico de muchos
mientos sociales. Eder profundiza en movimientos.
esta nueva «normalización» teórica que Como única nota disonante cabe
caracteriza por un acuerdo paradigmá- apuntar la escasez de estudios presen-
tico en el cual una nueva moderación tados con el enfoque de la construc-
y síntesis analítica trata de resaltar la ción social de la identidad como
complementariedad de las perspectivas marco teórico. Se trata de una perspec-
de investigación. No obstante, como tiva teórica que está contribuyendo a
Melucci sugiere, es necesario replante- dilucidar importantes aspectos sobre
ar las definiciones utilizadas en las los incentivos y las motivaciones para
investigaciones sociológicas para desig- participar en unos movimientos que
nar a nuestra sociedad actual. A la luz están mostrando su capacidad para
de los procesos y cambios que están hacer visibles y dar un nombre a los
teniendo lugar, se está poniendo en dilemas de la sociedad postindustrial.
evidencia la incertidumbre de los No obstante, y para concluir, podemos
modelos en vigor para definirla. Tanto afirmar que los artículos insertos en el
de la planetarización o globalización libro tienen la calidad de unos autores
del sistema —como proceso de reconocidos especialistas en el ámbito
interdependencia global de los fenó- de los movimientos sociales. Sea cual
menos sociales— como el uso de la sea la evolución posterior que se siga
información como recurso simbólico en esta materia, lo cierto es que esta
más importante, pueden derivarse compilación de Ibarra y Tejerina es un
importantes consecuencias —como importante trabajo que resuelve dudas
una desigual distribución de su con- sobre cuestiones oscuras y controverti-
trol—, que darán lugar al surgimiento das que todavía se manifiestan en el
de nuevas estructuras de poder, nuevas estudio de los movimientos. Estamos
desigualdades, discriminaciones y con- ante una obra fundamental que posi-
flictos. Particularmente interesantes bilita conocer desarrollos y líneas de
resultan ser las repercusiones apunta- investigación novedosas, al tiempo que
das por Smith, de esta globalización de nos permite comprobar hasta qué
los sistemas económico, cultural y punto algunos de los viejos problemas
político, sobre la acción colectiva. En para explicar la acción colectiva conti-
especial, su hipótesis del efecto del núan siendo problemas actuales.
cambio económico sobre el debilita-
miento de las fuentes tradicionales de Jordi M. MONFERRER TOMÀS

251
CRÍTICA DE LIBROS

JOHN MARKOFF
Olas de democracia. Movimientos sociales y cambio político
(Madrid, Tecnos, 1998)

¿Por qué son más democráticos el carácter dinámico del propio con-
determinados países y en determina- cepto de democracia.
dos momentos y los son menos otros Pero la evolución de la democracia,
países y en otras épocas? ¿Por qué o su «carácter ondulatorio» se ha
algunos regímenes democráticos per- debido fundamentalmente, en opi-
duran durante periodos relativamente nión del autor, a la interacción entre
largos mientras que otras experiencias movimientos sociales y élites políti-
democráticas resultan ser fugaces? cas: movimientos que planteaban una
¿Por qué surgen oleadas transconti- serie de demandas de una mayor par-
nentales de democratización o de ticipación y gobiernos que han res-
antidemocratización? pondido de un modo u otro a esas
Éstas son las principales cuestiones demandas. Y un factor igualmente
que animan la obra de Markoff. importante, sobre todo para explicar
Durante los dos últimos siglos, y por qué en ocasiones lo que se ha
especialmente el sigloXX, se han pro- producido es un avance en la demo-
ducido movimientos de avance y cratización y en otras un retroceso, ha
retroceso de la democracia, «oleadas sido el contexto internacional, es
democráticas» seguidas de «oleadas decir, la actitud de las grandes poten-
antidemocráticas». El autor considera cias. Por ejemplo, durante la Segunda
que ese flujo y reflujo es algo insepa- Guerra Mundial, Estados Unidos y
rable de la propia democratización, Gran Bretaña favorecieron los mode-
en el sentido de que la democracia no los democráticos como salida del
es un sistema de procedimientos fijos colonialismo; en cambio, los vence-
que, una vez establecido, permanece dores de la Primera Guerra Mundial
inalterable. La democracia es algo de manufacturaron nuevas monarquías.
carácter dinámico, tanto a nivel con- Considera el autor que en toda
ceptual como en su implantación en sociedad existe una constitución míti-
los diferentes países. La democracia ca, es decir, una serie de supuestos
está sujeta a un continuo proceso de que legitiman la capacidad de tomar
reinvención. Muestra de ello es, por decisiones de quienes ocupan los car-
ejemplo, el hecho de que actualmente gos de gobierno. Uno de los factores
nadie aceptaría como democrático un fundamentales que marcan la evolu-
régimen que no reconociera la uni- ción de la democracia es el modo
versalidad del derecho al sufragio, como esos supuestos míticos, y en
cosa que en el siglo XIX no planteaba concreto, el del gobierno por y para
ningún problema. Además, una de las el pueblo, se ha ido articulando en
cosas que más se discuten durante las instituciones concretas: parlamentos
oleadas democráticas y antidemocrá- con capacidad de control al poder
ticas es el verdadero significado de la ejecutivo, sufragio universal y secreto,
democracia. De ahí, en primer lugar, elecciones libres, etc.

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CRÍTICA DE LIBROS

Este proceso de adaptación es lo uno a su imagen y semejanza los terri-


que ha dado lugar a ese carácter diná- torios ocupados por sus tropas. En
mico del concepto de democracia, a otros casos, se debe al éxito que parece
esa continua «invención social de la acompañar a una u otra estructura,
democracia». Y ahí han jugado un como sucedió con las constituciones
papel fundamental los movimientos escritas tras la victoria de las democra-
sociales. cias occidentales en la Primera Guerra
La movilización social ha contribui- Mundial. Esta victoria desencadena
do de diversas maneras a la democra- procesos de imitación, de manera
tización. En muchos casos, las élites especial, si existe una dependencia
gobernantes han actuado respondien- económica entre los países. También
do a las demandas sociales, por ejem- el clima cultural de una época lleva a
plo, de una mayor participación, que los problemas y las soluciones que
como ocurrió cuando en 1992 el parecen más acertadas se propaguen
gobierno sudafricano modificó su más allá de las fronteras de un Estado
actitud en relación al derecho de voto concreto. Por ejemplo, en los años
de la mayoría negra. Pero, junto a las noventa los Estados Unidos promo-
concesiones a los movimientos socia- vieron de manera activa prácticamen-
les, las élites han actuado también en te por todo el mundo la idea de una
ocasiones de forma anticipada, transición dual a la democracia y a la
muchas veces a la vista de lo que los economía de mercado. Este carácter
movimientos habían conseguido en transnacional de la política influye, a
otros países. Así ocurrió durante los su vez, en la actitud de las élites res-
procesos revolucionarios que tuvieron pecto a los movimientos sociales desa-
lugar en Europa en 1830 y 1848, que rrollados en sus propios países. Mien-
llevaron a que tanto gobiernos conser- tras las élites gobernantes tengan que
vadores como liberales, movidos por ofrecer un aspecto correcto ante las
el recuerdo de hasta dónde habían lle- potencias extranjeras, es muy posible
gado los campesinos movilizados en que hagan concesiones a las demandas
Francia en 1790, liberaran a los cam- planteadas por los ciudadanos. Por
pesinos de las múltiples exigencias ejemplo, el compromiso por la defen-
opresoras de los señores locales. sa de los derechos humanos supuso
De aquí se deduce que la moviliza- una oportunidad estupenda para los
ción social tiene un carácter transna- movimientos democratizadores en los
cional. Ideas generales, formas de años ochenta. La democratización
actuación pública, instrumentos de sería, por lo tanto, resultado de la
organización, símbolos, han atravesa- interacción de tres factores: movi-
do las fronteras nacionales con una mientos sociales, élites políticas y
gran facilidad. Y también lo hacen las contexto internacional.
instituciones políticas o los estilos de En virtud de los mecanismos de
gobierno. Unas veces por imposición interacción, existe habitualmente un
directa, como ocurrió cuando después reducido número de modelos políti-
de 1945, los Estados Unidos y la cos que se siguen con carácter gene-
Unión Soviética remodelaron cada ral. Este hecho constituye una clave

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CRÍTICA DE LIBROS

importante para entender el carácter do por los procesos de transnacionali-


ondulatorio de la democratización. zación. A pesar de que a finales de los
A partir de estos presupuestos años noventa hay más personas que
explicativos, Markoff recorre los pro- viven bajo gobiernos que pueden cali-
cesos de avance y retroceso de la ficarse como democráticos que en
democracia que han tenido lugar cualquier otro momento de la historia,
durante los dos últimos siglos y que el poder real de los Estados está debili-
han culminado en la consideración de tándose, al trasladarse a las estructuras
la democracia como un «remedio transnacionales emergentes. La prácti-
general» (Huntington). Democracia ca totalidad de los Estados dispone en
que, tras el proceso de redefinición los años noventa de capacidades
del concepto llevado a cabo conjunta- mucho mayores que hace dos siglos,
mente por movimientos sociales y éli- pero, ahora mismo, los políticos actú-
tes gobernantes, incluye una serie de an en sus decisiones con restricciones
instituciones y prácticas pioneras que al menos tan fuertes como en el pasa-
luego fueron imitadas en otras partes, do. La incidencia de las decisiones del
unas veces por la acción directa de los Banco Mundial o de la Unión Europea
movimientos sociales, otras por la en la política económica de un país es
capacidad de anticipación de las éli- con frecuencia mayor que la del pro-
tes. Entre ellas, cabe señalar las pio gobierno. Por eso, aunque sea
siguientes: una Constitución que des- actualmente mayor la proporción de
cribe y limita de forma explícita la personas que participan en la selección
autoridad de los que ostentan el democrática de los dirigentes naciona-
poder, partidos políticos que compi- les, no resulta evidente que con ello
ten por los votos, responsabilidad del tengan una capacidad efectiva de
conjunto de las autoridades ante el influir en las decisiones políticas capi-
electorado, asociación de la democra- tales ni, por lo tanto, de controlar a
cia con instituciones representativas, quienes toman dichas decisiones.
eliminación de los títulos de propie- Todo ello plantea ahora mismo la
dad o de riqueza para votar, derecho necesidad de redefinir, una vez más,
femenino al voto y sufragio secreto. la democracia, diseñando institucio-
Concluye el autor con una serie de nes adecuadas a esos procesos políti-
reflexiones sobre la situación actual y cos transnacionales, conforme a ese
el futuro de la democracia. El mayor «contenido mítico» de la democracia,
desafío que en la actualidad se plantea que es la idea de la legitimación
a los regímenes democráticos es cómo popular del poder.
hacer frente al progresivo debilita-
miento de la soberanía estatal provoca- Carmen INNERARITY

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