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MUSICA ANCASHINA

El huayno ancashino o «chuscada» es uno de los géneros musicales de la música andina del
Perú propio de la región Ancash. Tiene una cierta variedad en algunas de las zonas del
departamento.
El huayno, con el ritmo y salero del Callejón de Huaylas, también es conocido como
«chuscada»; al respecto, el escritor William Tamayo Ángeles escribe:
“cuando el Libertador Simón Bolívar viajaba de Caraz a Yungay a fines de junio de
1824, encontró a varias parejas de campesinos en Punyan bailando a la vera del
camino. Al ver la gracia en los movimientos y la rítmica agitación de los pañuelos dijo:
¡Que bella chuscada!, queriendo decir en expresión venezolana de su época; belleza
con gracia y picardía”.
Desde entonces, y en su homenaje, los ancashinos decidieron distinguir su huayno
nombrándolo también «chuscada».

Músicos del huayno ancashino


Como conjuntos musicales de ritmos ancashinos tenemos:

 El Conjunto Musical Atusparia;

 Conjunto Tradiciones del Perú

 el conjunto Musical Sol de Oro de Yungay,

 el conjunto Musical Ancash con sede en Trujillo,

 el conjunto musical Lejanías de Perú,

 La Lira Huaylina,

 El Centro Musical Luzuriaga

 Conjunto Musical Sihuas".


Algunos compositores del huayno ancashino son:

 Víctor Cordero Gonzales (Patriarca nació en 1893),

 Maximiliano Shuan, de Velásquez Pérez

 Amadeo Molina Rojo,

 Guido Antúnez de Mayolo,

 Alejandro Collas.

 Eberth Álvarez Salinas.

 Justo Amador Ponte Cruz

 Víctor Depaz Fernández


Existen docenas de intérpretes de la música ancashina, señalaremos los más
representativos:
JACINTO PALACIOS ZARAGOZA
Nació en la villa de Aija, capital de la provincia del mismo nombre, departamento de Ancash.
Su Padre fue Toribio Ortiz y su madre fue Genara Palacios Zaragoza, Desde muy pequeño fue
abandonado por su padre criándose en la zona llamada la Banda a las estancias de Aija, junto a
sus tías Inés e Hipólita Palacios, demostró habilidades innatas para la interpretación, mientras
estudiaba la primaria en el centro escolar 335 de Aija. A los siete años ya dominaba la guitarra
y el canto. Antes de cumplir los veinte era un competente guitarrista y cantautor.

MARÍA ALVARADO TRUJILLO (Pastorita Huaracina)


Nació en el distrito de Malvas, provincia de Huarmey. Departamento de Ancash. Hija de Don
Hipólito Alvarado Gómez, agricultor y director de la Banda de Músicos del distrito de Malvas y
de doña Micaela Corsino Trujillo, campesina 454 bonita voz para el canto, fue la última de 12
hermanos, se casó con don Carlos Antonio Romero Manzanedo director de su conjunto musical
Los Andes del Perú, de quien se divorció después de 13 años de matrimonio, por
incomprensión y desengaño, no se volvió a casar. Tuvo dos hijos Luz Elena Romero Alvarado,
abogada y Kimilsun Hipólito Alvarado Trujillo administrador de empresas. El 24 de mayo de
2001 físicamente a causa de un cáncer gástrico, que se le manifestó 3 meses antes,
aparentemente gozaba de una muy buena ////, ya que llevó hasta el último de su existencia
física una vida sumamente activa.
Perteneció a un hogar muy humilde como todavía lo son en la mayoría de los sitios andinos
alejados del Perú, en ese seno y espacio se alimentó de la rica naturaleza del lugar, de la fuerza
de sus apus, llenando su alma de ternura pero también de rebeldía ante las injusticias y
asimilando en su consciencia el variado folclor de su terruño como su identidad, fue una
pastora de verdad ya que a pesar de su corta edad pastoreaba sus rebaños, en su lugar
preferido Rahuey Pampa en la parte más alta, encima de una piedra muy grande descansaba,
miraba a su pueblo y le cantaba, las personas la llegaban a escuchar y decían: es Chicche que
está cantando, Chicche era el nombre de cariño que le pusieron en alusión a un pajarito
cantador, su tierra fue su primer escenario y su gente el público primero.
En la escuela salía a cantar en todas las actuaciones, pero ella de niña cantaba y hablaba sólo
en quechua, no sabía el español, su profesora hablaba los dos idiomas español y quechua y en
la escuela enseñaba en su lengua materna ya que todo su alumnado hablaba el quechua. Pero
quería aprender el idioma español, entonces al atardecer partía un poco de queso que su
mamá guardaba con mucho celo y se encaminaba a la casa de la maestra para invitarle el
sabroso queso que su madre hacía y pedirle por favor que le enseñará hablar y escribir en
español, la profesora la complacía y le decía: tú vas a llegar muy lejos, de ésta manera la niña
aprendió a dejarse entender en español.
Por su pobreza no podía comprar caramelos ni tener juguetes y muñecas como los otros niños
y niñas, pero con su voz podía ella tener los caramelos que quería, ya que el propietario de la
tienda de abarrotes gustaba de su melodía y le decía Chicche canta por favor, la subía al
mostrador y cantaba, la gente entrababa a la tienda para escucharla y aplaudirla, al terminar se
iba con su alforjita llena de golosinas y galletas rumbo a la escuela, ahí compartía con sus
amigos y amigas sus dulces, entonces ellos la cargaban por el patio dándole vivas y urras, la
niña no tenía ni idea que ese era el comienzo de las muestras de cariño que un pueblo le iba a
tributar.
Las únicas muñecas que tuvo en su niñez fue los panes llamados Tanta Wuawas, cuando su
madre hacía éstos panes con figura de mujer, ella guardaba el suyo y le ponía sus pañuelitos
como vestido y soñaba que era una muñeca de verdad, pero esa ilusión duraba poco pues el
alimento se ponía duro y la madre le decía que se lo tenía que comer.

Trayectoria artística
Esta mujer, que inició su vida artística el 19 de diciembre de 1942 primero como bailarina de
danzas andinas y después el canto, hizo de la sonrisa abierta, ancha, luminosa, el sello
indeleble de su homenaje a la vida. Su voz, privilegiada, cristalina, inconfundible, cultivada
desde su infancia pastando sus rebaños de ovejas, sirvió como vehículo para difundir con gran
éxito la música andina, invalorable obsequio que nos entregó y perdurara por siempre.
Fue una intérprete brillante de compositores ancashinos como Víctor Cordero Gonzáles,
Manuel Grijalba, Maximiliano Rixi, José Cano, Amadeo Molina Rojo, Alejandro Collas
Páucar, Norberto Melgarejo Tamariz, Maximiliano Rosario Shuán. Claudio Espinoza Benites [El
Lucero Cerreño] compositor del tema "En el Cielo Las Estrellas, música y letra, entre otros
músicos. Son inolvidables las interpretaciones de los huaynos: "Así canta Ancash", "Quisiera
Quererte", "Malvacina", "Ay!, Zorro Zorro", "Canteño de mis Amores", "Rosas Pampa", "Mujer
Andina", "Tu Boda", "El Paria", "Río Santa", "El Gorrioncito","Callejón de Huaylas" etc., también
le canto á todas las regiones del Perú, como el tema el Borracho del gran compositor Juan
Bolivar, su dulce canto era mensaje de amor desde niños, y vibró en los oídos y en los
corazones de todos los peruanos habiendo llegado a su pueblo con su canto puro, con orgullo
en forma fluida tanto en castellano como en quechua y cuando lo ameritaba con una risa
franca enfrentaba los prejuicios y complejos de no querer hablar y cantar en nuestro quechua,
y peor aún no querer bailar nuestros huaynos andinos. Pastorita Huaracina ha pasado a la
historia como una de las mejores intérpretes de la música andina, ella con su vida y ejemplo h
a ganado la inmortalidad.
Viajó a muchos países de Europa, Asia y América recibiendo el reconocimiento como
Embajadora y Decana de la Música Andina, Reina y Señora del Canto Andino, y por su brillante
carrera fue reconocida como Patrimonio Cultural Viviente de la Nación; la cámara de senadores
la condecoró con el grado de Comendadora de la Nación, el Ministerio de Educación con
las Palmas Artísticas en el grado de Maestra, así como el Poder Ejecutivo a nombre del Estado
la condecoró con La Orden del Sol en el Grado de Gran Cruz.
Por el periodo de más 3 décadas consecutivas condujo su propio programa de nombre "Canta
el Perú Profundo" por las Radios: Agricultura, Nacional, La Crónica y por último Santa Rosa. Ella
no fue sólo una cantante fue también una mujer política, muchas veces encarnó las luchas y
demandas del pueblo a través de su voz y de sus acciones. Por más de cincuenta y siete años,
dedicó su arte al mundo entero, hasta que un cáncer de estómago acabara con su vida
en 2001. Sus restos fueron incinerados y arrojados al río Santa en Huaraz.

ERNESTO SAMUEL SÁNCHEZ FAJARDO

Ernesto Samuel Sánchez Fajardo nació en el distrito de Bambas, en la Provincia de Corongo, en


el Departamento de Ancash, el 7 de noviembre de 1928, a finales de una década en la que
predominaba la existencia de una clase social arbitraria.
Sus progenitores fueron Emilio Sánchez Roldán y Salvadora Fajardo de Sánchez, humildes
agricultores. Sus años de infancia transcurrieron bajo el influjo del paisaje andino del pueblo de
Bambas. Era todavía un niño cuando emigra a Lima y, como miles de provincianos, tuvo que
soportar la miseria y el hambre de la excluyente capital.

Carrera artística
Fue en el año 1942 cuando inició su carrera artística. Se abrió paso en diversas compañías de
arte folclórico, como la "Compañía Ollanta" de Ayacucho, "Hatun Ancash" y "Catalina Huanca"
de Junín, y "Tahuantinsuyo" y "Sumac Ticka" del Cuzco. Esta última era dirigida por la soprano
Luz Gálvez, y fue ella quien lo bautizó el día de su debut como solista con el seudónimo de "El
Jilguero del Huascarán". Luego vendrían las presentaciones y el camino a la consagración. En
1949 participa en el Festival de San Juan de Amancaes, actividad cultural promovida por la
Municipalidad del Rímac, donde recibe diploma de honor y medalla de oro al primer puesto, en
mérito a su destacada interpretación, presentación y vestuario típico.
Grabó sus primeros discos de 45 con otro cantante de su tierra, Jacinto Palacios, por iniciativa
del escritor José María Arguedas, a fines de la década del 40. Su leyenda crecería en los
coliseos. Arguedas lo iba a ver y lo admiraba: "El Coliseo todo es dominado por la voz, por la
intención ardiente, siempre ardiente y sincera con que la bellísima voz del Jilguero trae al
ambiente, ya estremecido, la imagen del mundo ciclópeo pero no tan adusto, no tan bravío del
Callejón de Huaylas...". En la década del 50, El Jilguero del Huascarán llegó a la radio y al disco
y, por fin conoció el éxito. Por entonces los artistas andinos apenas rozaban la popularidad,
pero el fenómeno crecía. A la par del Jilguero, también empezaban a sonar de manera
constante Jaime Guardia y la Lira Paucina, Pastorita Huaracina, Wara Wara, entre otros. El
Jilguero del Huascarán fue el primer artista folclórico que grabó un long-play como solista y el
primero en obtener un disco de oro en 1960 con el tema "Marujita", acaso su canción más
recordada. Sus canciones hablaban de amor, de desengaño, de desarraigo, de despecho, pero
también de injusticia y de protesta contra la opresión. Fue en ese en que su popularidad ya
había traspasado fronteras, lo que lo llevó a realizar giras artísticas en La Paz en Bolivia y
Santiago de Chile.
A fines de los años 60 tuvo un programa de radio, "El Cantar de los Andes" y desde allí lideró
una movilización por la creación de una universidad en Áncash, algo que se logró años
después. Por esta época también se dedicó a organizar a los artistas. Fue fundador y secretario
general del Sindicato de Artistas Folklóricos del Perú y presidente de la Federación Nacional
Folklórica del Perú. Entre los años 60 y 70 hizo mucha labor social. Llevaba ayuda a las cárceles,
daba conciertos en provincias, tenía contacto con sindicatos y estudiantes. Tenía arraigo entre
la gente del pueblo.
Trascendental fue su participación como representante de los artistas folclóricos a nivel
nacional, en la Comisión de 1970 encargada de proponer la primera legislación y
reglamentación de espectáculos en el Perú, que incluía cine, radio, televisión, hípica,
tauromaquia, deporte, arte y folclore. En el año de 1972 conformó la Comisión para la
elaboración del DL N° 19479 la primera "Ley del Artista"; ese mismo año forma parte de la
Comisión de elaboración del reglamento de derechos sociales del artista nacional. Debido a
toda esta actividad por el bien social, no resultó extraño que fuera elegido miembro de la
Asamblea Constituyente en 1978, donde se redactó la Constitución peruana de 1979.
En el año de 1988 recibe las Palmas Magisteriales en el grado de Maestro, concedido por el
Ministerio de Educación, como mérito a una vida dedicada a interpretar y difundir nuestro
folclore nacional. • Información biográfica que forma parte del Libro inédito “El Canto de un
Jilguero” perteneciente a July Sánchez Fuentes, hija de Ernesto Sánchez Fajardo y su esposa
María Esther Fuentes Hurtado Vda. de Sánchez.

Reconocimiento póstumo
El Jilguero del Huascarán, ha sido reconocido por el Instituto Nacional de Cultura con la
distinción de Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana, de manera póstuma. La Resolución
Directoral Nacional N° 1425/INC señala que dicha distinción es concedida a este destacado
artista, por haber contribuido decisivamente a la vigencia, fomento y transmisión de la música
tradicional popular de la Región de Ancash, como parte de la salvaguarda, promoción y
difusión del patrimonio cultural inmaterial peruano. Asimismo, se declara como Patrimonio
Cultural de la Nación a la obra musical del mencionado intérprete y compositor por su calidad,
cantidad y representatividad. Gestión efectuada y solicitada por la Mag. Mily Ahón Olguín,
Directora General de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas y
sustentada en el expediente elaborado por la Investigadora Cultural Julia María Sánchez
Fuentes (hija de Ernesto Sánchez Fajardo) Informe Nº067-2008- ENSF JMA del 17 de julio de
2008,y elevado al despacho por el Lic. Amilcar Hijar Hidaldo, Director de Investigación de la
ENSF JMA mediante Expediente Informe Nº099-2008-DI-ENSF-JMA del 15 de agosto de 2008,
con motivo del homenaje que rindiera la Sucesión Sánchez Fuentes a Ernesto Sánchez Fajardo
"El Jilguero del Huascarán" al conmemorarse veinte años de su muerte.

ANGÉLICA HARADA VÁSQUEZ


Nació en la campiña de Shacsha, provincia de Yungay, el 30 de mayo, de 1938. Creció con la
música y bailes de los danzantes originarios de su pueblo llamado los shaqapas. Es
actualmente una de las celebridades vivientes del folclore nativo del Perú.
La Princesita de Yungay ha cantado a su pueblo desde los años 1960 haciendo conocidos
el vals “Yungay” de Guillermo Lucar Pacheco, los huaynos: “Llanganuco” de Teodulfo López,
“Tragedia Ancashina” y “ Mi sufrido Yungay” de Teodoro López Huerta, “Cumbres del
Huascarán” de Manuel Guimaray, el pasacalle "Huascarán" de Maximiliano Shuan, el huayno
"El Paria" de Amadeo Molina Rojo, el huayno "Lejos y ausente" de Víctor Cordero Gonzales, el
huayno "Todo se puede olvidar menos el primer amor" de Jacinto Palacios Zaragoza, y muchas
canciones más de compositores yungainos tales como Maximiano Rivas Valenzuela, Fabián
Ibáñez Bonilla y de otros compositores del ámbito nacional.

Premios y reconocimientos
Por su labor en favor de música nativa ha sido condecorada por el Centro Cultural
Peruano Japonés (1987), el Ministerio de Educación, que le otorgó las Palmas Artísticas
del Perú en el grado de Maestra (1989), Intercambio Cultural con Japón (1990), Congreso
de la República del Perú (2005), que le entregó el Reconocimiento, y por diversas
instituciones más en el Perú, Estados Unidos, Europa y Japón, los cuales la convierten
en la natural Embajadora Cultural del Perú.

LEONCIO GIRALDO GAMARRA


Leoncio Giraldo Gamarra, ( Gorrion Andino) nació el 15 de Junio de 1933 en el pueblo de Anta,
provincia de Carhuaz. Como mucho de sus paisanos, muy joven se trasladó a la costa,
buscando trabajo en la hacienda de Paramonga, propiedad de norteamericanos. El rudo
trabajo templó su espíritu y le sirvió para modelar su prodigiosa e incomparable voz.
Una de sus primeras fotografías del gran cantautor ancashino.

Compuso sus propias canciones y grabó temas de otros autores con el conjunto “Los
Jilgueros del Hualcán” que él fundara en los años 50. Este conjunto, acaba de ser reconocido en
ceremonia especial realizada en el Ministerio de Cultura en Lima, como "entidad forjadora de
la cultura ancashina", por su gran aporte en difinir los cánones de la musica ancashina.

Sus temas más populares son: "Puente de Quillcay", "Cebadilla", "Mal proceder", “Mi
despedida”, “Entre las ramas” y “El juramento”. Convertido en el más grande exponente de la
música ancashina, su presencia se hizo habitual en los coliseos y en cuenta gira artística se
organizaba.
Oficialmente fue reconocido en 1956 como intérprete nacional y recibió el primer Disco
de Oro de la empresa Sono Radio. Grabó más de 250 discos simples y 20 LP.

Nuestro inolvidable "Gorrión Andino" en una fotografía en la época de su madurez artística

Cargado de años y del cariño de su pueblo, Leoncio Giraldo falleció en Lima el 29 de


enero de 1980. Al apagarse su incomparable voz, a su velorio, que uno de los más concurridos,
en el Sindicato de Artistas del Perú, acudió la flor y nata del folklore nacional.

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