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El huayno ancashino o «chuscada» es uno de los géneros musicales de la música andina del
Perú propio de la región Ancash. Tiene una cierta variedad en algunas de las zonas del
departamento.
El huayno, con el ritmo y salero del Callejón de Huaylas, también es conocido como
«chuscada»; al respecto, el escritor William Tamayo Ángeles escribe:
“cuando el Libertador Simón Bolívar viajaba de Caraz a Yungay a fines de junio de
1824, encontró a varias parejas de campesinos en Punyan bailando a la vera del
camino. Al ver la gracia en los movimientos y la rítmica agitación de los pañuelos dijo:
¡Que bella chuscada!, queriendo decir en expresión venezolana de su época; belleza
con gracia y picardía”.
Desde entonces, y en su homenaje, los ancashinos decidieron distinguir su huayno
nombrándolo también «chuscada».
La Lira Huaylina,
Alejandro Collas.
Trayectoria artística
Esta mujer, que inició su vida artística el 19 de diciembre de 1942 primero como bailarina de
danzas andinas y después el canto, hizo de la sonrisa abierta, ancha, luminosa, el sello
indeleble de su homenaje a la vida. Su voz, privilegiada, cristalina, inconfundible, cultivada
desde su infancia pastando sus rebaños de ovejas, sirvió como vehículo para difundir con gran
éxito la música andina, invalorable obsequio que nos entregó y perdurara por siempre.
Fue una intérprete brillante de compositores ancashinos como Víctor Cordero Gonzáles,
Manuel Grijalba, Maximiliano Rixi, José Cano, Amadeo Molina Rojo, Alejandro Collas
Páucar, Norberto Melgarejo Tamariz, Maximiliano Rosario Shuán. Claudio Espinoza Benites [El
Lucero Cerreño] compositor del tema "En el Cielo Las Estrellas, música y letra, entre otros
músicos. Son inolvidables las interpretaciones de los huaynos: "Así canta Ancash", "Quisiera
Quererte", "Malvacina", "Ay!, Zorro Zorro", "Canteño de mis Amores", "Rosas Pampa", "Mujer
Andina", "Tu Boda", "El Paria", "Río Santa", "El Gorrioncito","Callejón de Huaylas" etc., también
le canto á todas las regiones del Perú, como el tema el Borracho del gran compositor Juan
Bolivar, su dulce canto era mensaje de amor desde niños, y vibró en los oídos y en los
corazones de todos los peruanos habiendo llegado a su pueblo con su canto puro, con orgullo
en forma fluida tanto en castellano como en quechua y cuando lo ameritaba con una risa
franca enfrentaba los prejuicios y complejos de no querer hablar y cantar en nuestro quechua,
y peor aún no querer bailar nuestros huaynos andinos. Pastorita Huaracina ha pasado a la
historia como una de las mejores intérpretes de la música andina, ella con su vida y ejemplo h
a ganado la inmortalidad.
Viajó a muchos países de Europa, Asia y América recibiendo el reconocimiento como
Embajadora y Decana de la Música Andina, Reina y Señora del Canto Andino, y por su brillante
carrera fue reconocida como Patrimonio Cultural Viviente de la Nación; la cámara de senadores
la condecoró con el grado de Comendadora de la Nación, el Ministerio de Educación con
las Palmas Artísticas en el grado de Maestra, así como el Poder Ejecutivo a nombre del Estado
la condecoró con La Orden del Sol en el Grado de Gran Cruz.
Por el periodo de más 3 décadas consecutivas condujo su propio programa de nombre "Canta
el Perú Profundo" por las Radios: Agricultura, Nacional, La Crónica y por último Santa Rosa. Ella
no fue sólo una cantante fue también una mujer política, muchas veces encarnó las luchas y
demandas del pueblo a través de su voz y de sus acciones. Por más de cincuenta y siete años,
dedicó su arte al mundo entero, hasta que un cáncer de estómago acabara con su vida
en 2001. Sus restos fueron incinerados y arrojados al río Santa en Huaraz.
Carrera artística
Fue en el año 1942 cuando inició su carrera artística. Se abrió paso en diversas compañías de
arte folclórico, como la "Compañía Ollanta" de Ayacucho, "Hatun Ancash" y "Catalina Huanca"
de Junín, y "Tahuantinsuyo" y "Sumac Ticka" del Cuzco. Esta última era dirigida por la soprano
Luz Gálvez, y fue ella quien lo bautizó el día de su debut como solista con el seudónimo de "El
Jilguero del Huascarán". Luego vendrían las presentaciones y el camino a la consagración. En
1949 participa en el Festival de San Juan de Amancaes, actividad cultural promovida por la
Municipalidad del Rímac, donde recibe diploma de honor y medalla de oro al primer puesto, en
mérito a su destacada interpretación, presentación y vestuario típico.
Grabó sus primeros discos de 45 con otro cantante de su tierra, Jacinto Palacios, por iniciativa
del escritor José María Arguedas, a fines de la década del 40. Su leyenda crecería en los
coliseos. Arguedas lo iba a ver y lo admiraba: "El Coliseo todo es dominado por la voz, por la
intención ardiente, siempre ardiente y sincera con que la bellísima voz del Jilguero trae al
ambiente, ya estremecido, la imagen del mundo ciclópeo pero no tan adusto, no tan bravío del
Callejón de Huaylas...". En la década del 50, El Jilguero del Huascarán llegó a la radio y al disco
y, por fin conoció el éxito. Por entonces los artistas andinos apenas rozaban la popularidad,
pero el fenómeno crecía. A la par del Jilguero, también empezaban a sonar de manera
constante Jaime Guardia y la Lira Paucina, Pastorita Huaracina, Wara Wara, entre otros. El
Jilguero del Huascarán fue el primer artista folclórico que grabó un long-play como solista y el
primero en obtener un disco de oro en 1960 con el tema "Marujita", acaso su canción más
recordada. Sus canciones hablaban de amor, de desengaño, de desarraigo, de despecho, pero
también de injusticia y de protesta contra la opresión. Fue en ese en que su popularidad ya
había traspasado fronteras, lo que lo llevó a realizar giras artísticas en La Paz en Bolivia y
Santiago de Chile.
A fines de los años 60 tuvo un programa de radio, "El Cantar de los Andes" y desde allí lideró
una movilización por la creación de una universidad en Áncash, algo que se logró años
después. Por esta época también se dedicó a organizar a los artistas. Fue fundador y secretario
general del Sindicato de Artistas Folklóricos del Perú y presidente de la Federación Nacional
Folklórica del Perú. Entre los años 60 y 70 hizo mucha labor social. Llevaba ayuda a las cárceles,
daba conciertos en provincias, tenía contacto con sindicatos y estudiantes. Tenía arraigo entre
la gente del pueblo.
Trascendental fue su participación como representante de los artistas folclóricos a nivel
nacional, en la Comisión de 1970 encargada de proponer la primera legislación y
reglamentación de espectáculos en el Perú, que incluía cine, radio, televisión, hípica,
tauromaquia, deporte, arte y folclore. En el año de 1972 conformó la Comisión para la
elaboración del DL N° 19479 la primera "Ley del Artista"; ese mismo año forma parte de la
Comisión de elaboración del reglamento de derechos sociales del artista nacional. Debido a
toda esta actividad por el bien social, no resultó extraño que fuera elegido miembro de la
Asamblea Constituyente en 1978, donde se redactó la Constitución peruana de 1979.
En el año de 1988 recibe las Palmas Magisteriales en el grado de Maestro, concedido por el
Ministerio de Educación, como mérito a una vida dedicada a interpretar y difundir nuestro
folclore nacional. • Información biográfica que forma parte del Libro inédito “El Canto de un
Jilguero” perteneciente a July Sánchez Fuentes, hija de Ernesto Sánchez Fajardo y su esposa
María Esther Fuentes Hurtado Vda. de Sánchez.
Reconocimiento póstumo
El Jilguero del Huascarán, ha sido reconocido por el Instituto Nacional de Cultura con la
distinción de Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana, de manera póstuma. La Resolución
Directoral Nacional N° 1425/INC señala que dicha distinción es concedida a este destacado
artista, por haber contribuido decisivamente a la vigencia, fomento y transmisión de la música
tradicional popular de la Región de Ancash, como parte de la salvaguarda, promoción y
difusión del patrimonio cultural inmaterial peruano. Asimismo, se declara como Patrimonio
Cultural de la Nación a la obra musical del mencionado intérprete y compositor por su calidad,
cantidad y representatividad. Gestión efectuada y solicitada por la Mag. Mily Ahón Olguín,
Directora General de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas y
sustentada en el expediente elaborado por la Investigadora Cultural Julia María Sánchez
Fuentes (hija de Ernesto Sánchez Fajardo) Informe Nº067-2008- ENSF JMA del 17 de julio de
2008,y elevado al despacho por el Lic. Amilcar Hijar Hidaldo, Director de Investigación de la
ENSF JMA mediante Expediente Informe Nº099-2008-DI-ENSF-JMA del 15 de agosto de 2008,
con motivo del homenaje que rindiera la Sucesión Sánchez Fuentes a Ernesto Sánchez Fajardo
"El Jilguero del Huascarán" al conmemorarse veinte años de su muerte.
Premios y reconocimientos
Por su labor en favor de música nativa ha sido condecorada por el Centro Cultural
Peruano Japonés (1987), el Ministerio de Educación, que le otorgó las Palmas Artísticas
del Perú en el grado de Maestra (1989), Intercambio Cultural con Japón (1990), Congreso
de la República del Perú (2005), que le entregó el Reconocimiento, y por diversas
instituciones más en el Perú, Estados Unidos, Europa y Japón, los cuales la convierten
en la natural Embajadora Cultural del Perú.
Compuso sus propias canciones y grabó temas de otros autores con el conjunto “Los
Jilgueros del Hualcán” que él fundara en los años 50. Este conjunto, acaba de ser reconocido en
ceremonia especial realizada en el Ministerio de Cultura en Lima, como "entidad forjadora de
la cultura ancashina", por su gran aporte en difinir los cánones de la musica ancashina.
Sus temas más populares son: "Puente de Quillcay", "Cebadilla", "Mal proceder", “Mi
despedida”, “Entre las ramas” y “El juramento”. Convertido en el más grande exponente de la
música ancashina, su presencia se hizo habitual en los coliseos y en cuenta gira artística se
organizaba.
Oficialmente fue reconocido en 1956 como intérprete nacional y recibió el primer Disco
de Oro de la empresa Sono Radio. Grabó más de 250 discos simples y 20 LP.