Dos amigos que eran soldados, acababan su trabajo, en el
camino a casa tenían que cruzar un callejón oscuro, ellos
estaban distraídos y no vieron al delincuente que venía detrás de ellos.
El ladrón los asustó, uno de
ellos fue atacado, el otro salió huyendo, dejando abandonado al amigo, quien ante tal situación, no le quedo más que defenderse solo y lo mejor que pudo.
Cuando ya todo había pasado, el soldado vio regresar al
amigo con su escopeta diciendo:
– Ahora verá este ladronzuelo, le voy atacar para que
aprenda y lamente con quien se ha metido.
Al oír esto el amigo que había
luchado solo le dijo:
-¡Cuanto me hubiera gustado
que al menos algo dijeras en el momento que realmente se te necesitaba! gran amigo. Pero ahora que te conozco mejor que nunca, se bien que el único valiente aquí solo fui yo.