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INTRODUCCION

El problema de Dios abarca mucho a lo largo de toda la filosofía, ciertamente hay


muchos pensadores que discrepan de otros en relación con este tema, la
importancia que se le dará al mismo estará denotada sobre todo por la época en
que uno u otro pensamiento sea desarrollado.

Pero antes de seguir hablado del problema de Dios tenemos que definir en primer
lugar que entendemos por “Dios” en este trabajo, ya que no podemos abarcar
demasiados conceptos o ideas generalísimas. Debido a que este trabajo se
preocupa por el aspecto filosófico solo daremos unos cuantos conceptos.

El concepto teológico, filosófico y antropológico de Dios hace referencia a una


suprema deidad.

“Dios es el nombre que se le da en español a un ser único omnipotente y personal


en religiones teístas y deístas (y otros sistemas de creencias) . Dios también
puede significar un ser supremo no personal como en el panteísmo, y en algunas
concepciones es una mera idea o razonamiento sin ninguna realidad subsistente
fuera de la mente, como en los sistemas materialistas”1.

A menudo Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor del


universo. Dios también ha sido concebido como de naturaleza incorpórea, un
ser personal, la fuente de toda obligación moral, y el "mayor ser concebible con
existencia"2. “Estos atributos fueron descritos en diferentes grados por los
primeros filósofos-teólogos judíos, cristianos y musulmanes, incluidos Maimónides,
San Agustín, y Al-Ghazali, respectivamente. Muchos destacados filósofos
medievales y filósofos modernos desarrollaron argumentos a favor de la existencia
de Dios”3. En forma análoga numerosos filósofos e intelectuales de renombre han
desarrollado argumentos en contra de la existencia de Dios.

Nos dispondremos ahora a presentar la idea acerca de la existencia de Dios,


haremos dicha presentación en el orden en el que se estudia la filosofía
generalmente, es decir por etapas, comenzando desde la filosofía Antigua hasta
llegar a la Filosofía Contemporánea. Esto nos ayudará a darnos cuenta de que los
hombres a lo largo de la historia han buscado incansablemente una explicación al
origen de las cosas y que ya desde el principio aparece la idea de un “Dios” en su
pensamiento.

1
SWINBURNE, R.G. "God" in Honderich, Ted. (ed)The Oxford Companion to Philosophy, Oxford University
Press, 1995.
2
SWINBURNE, R.G. Op. Cit.
3
Platinga, Alvin. "God, Arguments for the Existence of," Routledge Encyclopedia of Philosophy, Routledge,
2000.
LA IDEA DE DIOS EN EL PENSAMIENTO DEL HOMBRE

Edad Antigua
Platón: Dios, ¿Ordenador o Creador?
Nació entre 428/427 a.C. en la ciudad de Atenas, de familia Aristocrática. Platón,
como le llamaban, era un apodo que significa “de espaldas anchas”, su nombre
real era Aristocles. Fue discípulo de Sócrates, al separarse de él, formuló sus
propias teorías y fundó la Academia. La Teoría de las ideas fue planteada por él,
también pertenecen a él los Diálogos Socráticos. Murió en el año 347 a. C.
Para Platón como para el resto de los griegos, el cosmos no podía surgir creado
por Dios de la nada (ex nihilo) como es en el caso del cristianismo, ya que ellos
presuponían la preexistencia de elementos eternos o fuera del tiempo, a partir de
los cuales se originó el mundo y todo lo que este contiene.
Respecto al origen del Cosmos, Platón subordina toda su concepción cosmológica
a la “teoría de las ideas”4, las cuales vendrían a ser el modelo del cual participan
(para ser) e imitan las cosas del mundo sensible. El Cosmos mismo imita a estas
ideas ya que este cosmos es también sensible, así lo piensa Platón como lo
podemos comprobar en el Timeo:
"(el cosmos) ha nacido, puesto que es visible y tangible y tiene cuerpo.
En efecto, todas las cosas de este tipo son sensibles y todo lo que es
sensible y se aprehende por medio de la opinión y la sensación está
evidentemente sujeto al devenir y nacimiento" (Timeo, 28, c).

Ahora podemos decir que si el mundo nace, ha de tener una causa de la que
dependa, esta es el “Demiurgo”5, el cual es diferente del Dios cristiano, este dios,
no crea de la nada, sino que ordena la materia preexistente haciendo uso de la
ideas de manera tal que den origen al Cosmos en un espacio determinado,
siguiendo el modelo del mundo de las ideas. Las ideas por tanto son anteriores a
la acción del Demiurgo. En otras palabras este dios lo que hace es reproducir el
mundo inteligible materialmente de la mejor manera posible.

"Así, pues, el Dios, habiendo decidido formar el mundo lo más posible a


semejanza del más bello de los seres inteligentes y de un Ser en todo
perfecto, ha hecho de él un viviente único, visible, conteniendo en su

4
En esta teoría Platón expone la existencia de un mundo suprasensible (Topos Urano) en el cual residen
todas las ideas o formas, las cuales son inteligibles, eternas, perfectas e inmutables, ellas son modelos
inmateriales (arquetipo) de todos los seres que solo pueden ser alcanzadas por medio de la inteligencia. Lo
verdaderamente existente es la idea o forma no lo sensible ya que esto es únicamente participación de lo
inteligible. Ejemplo de esto es: Un carpintero no crea la esencia de la mesa, el crea tal mesa pero no la
forma, hace algo que imita lo real, la mesa ideal le sirve de modelo, modelo que tiene a Dios por autor.
5
La palabra Demiurgo significa “Constructor, Artífice”
interior a todos los vivientes que son, por naturaleza, de la misma clase
que él."(Timeo, 30, c).

El Demiurgo o Gran Ordenador (Dios) ha creado (entendido por ordenado) todo


con un solo fin: las ideas, las cuales son la causa y fin del cosmos. El Demiurgo al
terminar de ordenar la materia permite la aparición de los cuatro elementos
fundamentales, de los que después surgirán los cuerpos físicos. “El Demiurgo,
igual que el Dios cristiano, tiene una dimensión providencial pues produce las
cosas naturales introduciendo en éstas una finalidad, aspiración o apetito que les
lleva a buscar siempre su propia perfección o bien”6.

Esta teoría conlleva consigo algunos errores los cuales serán puntos criticables
del pensamiento platónico, entre los errores que se presentan en esta teoría
están:

1. Las ideas al ser necesariamente perfectas no se pueden encontrar


presente en las realidades que son imperfectas, por lo cual tuvo que ser
necesaria la creación de un mundo (Topos Urano) donde estas ideas
residieran.

2. ¿Cómo entonces se relacionaban las ideas con las cosas reales? Tuvo que
proponer la teoría de la participación, una mesa es mesa porque participa
de la idea de mesa.

3. Platón muestra en su teoría como iguales las ideas naturales y las


artificiales, La idea de silla no existe sino en la idea del que hace la silla,
mientras la idea de gato se encuentra en el gato mismo.
Una prueba que no podemos pasar por alto y que también está presente en la
filosofía de Platón, es la del movimiento; que luego su discípulo Aristóteles tomaría
y desarrollaría de una mejor manera; esta prueba está expuesta en las Leyes, libro
X, 893b-896b y en Fedro, 245 c-e. Platón arranca de la existencia del movimiento,
inquiere su causa primera y concluye en la existencia del alma, la cual
moviéndose a sí misma, será la causa del movimiento de los cuerpos. De esta
manera Platón demuestra la existencia de Dios, no como motor absolutamente
inmóvil, sino como motor que se mueve a sí mismo y mueve todo lo demás. El
alma pues es aquella sustancia que se mueve a sí misma, es divina, ordenadora,
sabia, buena y poderosa.

Diremos, finalmente que, la concepción platónica de Dios es la de un gran


Ordenador que no crea de la nada, sino que ordena según el modelo del mundo
de las ideas y pone en movimiento todas las cosas.

6
http://www.atinachile.cl/content/view/330181/EL-DEMIURGO-ES-EL-SER-DIVINO-QUE-SEGUN-LA-
TEOLOGIA-PLATONICA-PRODUCE-EL-UNIVERSO.html
Aristóteles: Dios es el Ser Necesario

Perteneciente a una familia aristocrática. Nace en Estagira en el año 384 a. C.


Enviado a Atenas e ingresa a la Academia. Permanece allí durante 20 años,
hasta la muerte de Platón del cual fue discípulo. “Gracias a sus descubrimientos
metafísicos, Aristóteles es el primer filósofo que establece vías universalmente
válidas del pensamiento hacia Dios”7.

Para Aristóteles, como en toda la antigüedad, el universo es un todo ordenado


(cosmos). Las regiones del mundo son dos: La tierra o mundo sublunar, en donde
todo está sometido a cambio; y los Cielos astronómicos o mundo celeste, donde
no se presentaba el más mínimo cambio, porque se consideraba evidente el
carácter circular de las orbitas celestes; al decir circular, hacemos referencia al
círculo que para los antiguos era la figura más perfecta, símbolo de la eternidad ya
que se considera por su forma sin principio ni fin, por ende los cielos son la región
de las cosas eternas y son el lugar donde el “Eterno” reside.

Ahora hablaremos de las formas por la cual se puede decir que Aristóteles
comprueba la existencia de Dios. Hablamos del Acto8 (lo que el ente es) y la
Potencia (lo que el ente puede llegar a ser). El ser en acto es antes que el ser en
potencia, en todos los sentidos, todo ser que tenga una potencialidad, está regido,
por así decirlo, por un acto que le comunica actualidad, y así, en un retornar en la
serie de entes en potencia que necesitan un acto llegaremos a la conclusión de la
necesaria existencia de un ser que esté en Acto puro, es decir que no tenga
ninguna potencia, que sea el acto precedente a todos los actos, que todos
dependan de Él y este ser es el que identificamos con Dios.

“Como la primera significación de “ser en acto” es el conocer (como el


que está despierto al que duerme, como el que piensa a quien puede
pensar), acto es sinónimo de perfección. La acción cognoscitiva es
superior a la acción física. Cuando consideramos en acto, «vemos»,
pero, no lo sabemos todo: podemos saberlo todo, pero no lo sabemos
todo. En la línea del acto vital, se ve una potencialidad distinta de la
material: no lo sabemos todo, no lo sabemos siempre, aunque saber es
perfección; esta perfección no se sostiene por sí sola, por lo tanto hay
una Inteligencia en acto de entender, plena y eterna: esto es, el Acto

7
http://www.mercaba.org/FICHAS/ARVO2/aristoteles_el_universo_y_dios.htm
8
Por ser en acto se refiere Aristóteles a la sustancia tal como en un momento determinado se nos presenta
y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de capacidades o posibilidades de la sustancia
para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente es. Un niño tiene la capacidad de ser hombre: es, por lo
tanto, un niño en acto, pero un hombre en potencia. Es decir, no es un hombre, pero puede llegar a serlo.
Tomado de http://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_meta_4.htm
puro, el entender de un Inteligente que entiende en plena actualidad. Es
vida perfecta y eterna. Esto es el Dios de Aristóteles”9.

Llegados a este punto supondríamos que ya con esto Aristóteles ha demostrado


la existencia de Dios, pero las cosas no son tan así de simples, y este filósofo lo
sabía, por ende se encargo de plantear de varias maneras (y todas racionalmente
lógicas) formas posibles de comprobar la existencia de Dios.

Otra de las maneras en que va a demostrar la existencia de Dios y la necesidad


de su existencia, va a ser a través de las “Causas”. Para este filosofo, causa es
todo principio de ser, es aquello de lo que depende la existencia de un ente. Es
todo factor al cual tenemos que referirnos para dar explicación a cualquier
proceso. Desarrollemos un poco esta idea. Si decimos que todo ente que obra, ya
sea consciente o inconscientemente, lo hace para producir algún efecto y
alcanzar un fin, este efecto producido proviene de una causa determinada.

Según Aristóteles para que nosotros podamos entender cualquier ente, es


necesario fijarnos en cuatro causas:

 La causa material: de lo que algo está hecho.


 La causa formal: lo que un objeto es.
 La causa eficiente: lo que ha producido ese algo.
 La causa final: el fin hacia lo que algo tiende.

Para entender mejor esto de las causas, propondremos el ejemplo de la escultura.


En el caso de una escultura la causa material sería de lo que está hecha (bronce,
mármol, etc.), la causa formal sería la forma que esta escultura tendrá (una Venus,
un hombre, un animal, etc.), la causa eficiente será el escultor que talla la imagen
de la escultura, y la causa final será el propósito por el cual fue hecha esta
escultura (embellecer un jardín, una obra de arte para un museo, etc.).

Respecto a la Causa, para demostrar la existencia de Dios, diremos lo mismo que


pasa con el Acto, existe una cadena de “causas eficientes” en el mundo, a las
cuales se les denomina “causas segundas”, estas son las productoras de los
efectos que observamos; pero en esa cadena, no podemos retroceder ad infinitum
(hasta el infinito) en una serie de causas causadas, por lo cual es necesaria la
existencia de una “Causa Primera” o “Causa Eficiente” suprema, de la cual todas
las otras causas se deslinden.

Otra manera importantísima y muy conocida en que Aristóteles demuestra la


existencia de Dios, es por medio de la teoría del movimiento, de la cual podemos

9
Cita Tomada de http://www.mercaba.org/FICHAS/ARVO2/aristoteles_el_universo_y_dios.htm. Algo que
no podemos dejar pasar por alto en este punto, es la frase con la que esta cita concluye: “el dios de
Aristóteles”; que en ningún momento debe ser confundido con el Dios cristiano, entenderemos esto más
claramente cuando abordemos el pensamiento tomista sobre la existencia de Dios.
leer las propias palabras de este filósofo en su libro Metafísica XII, en el cual
aborda este tema. Aristóteles, plantea que somos capaces de observar que los
entes se mueven y para que un ente se mueva, debe ser movido por otro, el cual
se convierte en motor que posibilita el movimiento. Así se formará nuevamente la
cadena, esta vez de móviles y motores, que han de necesitar de un “Primer Motor”
que sea la fuente de todos los demás movimientos. Y como el movimiento para los
antiguos griegos era eterno, también este Motor debía ser eterno. Este Motor
también, debe estar en Acto Puro, por lo cual también es llamado “Motor Inmóvil”,
de lo contrario, si este no fuera acto puro, es decir, que si no fuera un motor que
no requiere ser movido para mover, entonces lo que sucedería es que la cadena
de móviles y motores continuaría ad infinitum, y como hemos dicho, haría
necesaria la aparición de este Motor Inmóvil de una u otra manera.

Otra explicación que daba Aristóteles era la existencia de orden en el mundo,


decía él que bastaba observar a la naturaleza para darnos cuenta de dicho orden,
por lo tanto debe de haber un supremo Ordenador –Demiurgo- (lo que nos hace
recordar la influencia platónica en el pensamiento de Aristóteles) que sea
inteligentísimo y diera el orden a todo el Cosmos. Aquí hay que aclarar que “para
Aristóteles, Dios, aunque tiene razón de fin, de término del orden que resplandece
en el mundo, y aunque es principio y causa de este orden, así como de todos los
seres que constituyen la naturaleza , no debe concebirse ni como término o
producto de la evolución del universo, ni menos como forma inmanente del mismo,
sino como una substancia actualísima e inteligente, como quid prius con prioridad
de naturaleza respecto del universo mundo y de todas sus perfecciones; como un
ser personal y consciente que existe en sí y para sí”10.

“Dios es la inteligencia perfectísima y acto purísimo, sin mezcla alguna


de potencialidad ni de composición, hasta el punto que en Dios son una
misma cosa el entendimiento y el inteligible, la intelección, el sujeto
inteligente y el objeto entendido. La vida divina consiste precisamente en
el pensamiento actual de Dios, en la intelección intuitiva de la substancia
divina esencialmente inteligente e inteligible, como actualidad purísima, y
tan pura, aun en el orden inteligible, que la noción más propia de Dios, el
concepto más esencial de la Divinidad, es la intelección, el pensamiento
actual de su misma esencia como acto puro, de manera que Dios es la
intelección de la intelección, el pensamiento del pensamiento”11

Esta Inteligencia perfectísima nos hace caer en la cuenta de la existencia de un


Ser Perfectísimo, que necesariamente tiene que existir debido a los grados de
perfección presentes en los entes. Nosotros decimos de un ente determinado que
es más o menos perfecto, si decimos eso, estamos graduando a ese ente, por lo
tanto tiene que haber un ser sumamente perfecto por el cual seremos capaces de
jerarquizar la perfección de los entes basándonos en su aproximación a este “Ser
Perfectísimo” (Dios).

10
http://www.filosofia.org/zgo/hf2/hf21074.htm
11
Cfr. Con Ibíd.
El Primer Motor (Dios), es el ser perfectísimo, al cual el mismo Aristóteles definirá
como: "gnoesis gnoeseos" (conocimiento de conocimiento), así el Primer Motor
vuelve sobre sí, conociendo sólo lo más perfecto: él mismo”12.

Otro detalle que tenemos que aclara es el siguiente: A pesar de todo esto que ha
dicho Aristóteles respecto a Dios (su Dios), niega en él La providencia divina 13
aduciendo que el conocimiento de del mundo y de sus partes es incompatible con
la pureza y elevación del pensamiento de Dios, por esa razón es que Aristóteles
decía que Dios solo puede conocerse a Sí mismo, solo puede pensar en Él, por
tanto, no conoce el mundo sublunar, ni tampoco nos conoce. Aquí radica una de
las diferencias entre la divinidad aristotélica y el Dios de los cristianos, del cual se
tratará de demostrar su existencia a lo largo del Medioevo.

Edad Media

San Anselmo de Canterbury: Dios es el ser del cual nada mayor


puede ser pensado

San Anselmo, nació en Aosta el año 1033, estudió en la abadía de Bece donde
luego se convertiría en Abad. Fue elegido Arzobispo de Canterbury en 1093. Con
él comienza la primitiva escolástica, todo lo que hay antes de él puede
denominarse como pre-escolástica. San Anselmo representa en el siglo XI el
máximo esfuerzo para la conciliación entre la fe y la razón. Sus dos obras más
celebres son el Monologium, sobre la sabiduría de Dios, y el Proslogium, sobre la
existencia de Dios. Falleció en el año de 1109, en la ciudad en que se
desempeñaba como Obispo.

La preocupación primaria del pensamiento anselmiano va ser en el orden


filosófico la metafísica reducida a una amplia teodicea, donde Dios aparece como
Causa eficiente, ejemplar y final del mundo, tanto inteligible como sensible.
Recordemos que en esta época lo característico será la iluminación de los
enunciados de la fe en un modo racional, donde no se trata de resolver los
misterios de la fe, sino, tan solo elaborar racionalmente moldes lógicos de los
datos revelados.

San Anselmo es un pensador que se formó enteramente en San Agustín,


pertenece a la corriente agustiniana de la época medieval en la cual estarán
incluidos otros grandes pensadores como Abelardo, Pedro Lombardo, San
Buenaventura, entre otros. En la época de San Anselmo “se encontraba aún
vigente la teoría platónica de que la idea es fuente del conocimiento de la

12
http://es.wikipedia.org/wiki/Existencia_de_Dios
13
La Providencia Divina es el cuidado que Dios tiene para que las criaturas, que son dependientes de Él en
el ser y en el obrar, lleguen a su fin. Cfr. con GONZÁLEZ Luis Ángel, “Teología natural”, cuarta edición
revisada, ed. EUNSA, España, 2000, Pág. 245.
realidad: la idea del Ser Supremo, ya se le considere innata, ya se explique de
cualquier forma su origen psicológico, puede convertirse en dato inicial o punto de
apoyo para la demostración de la existencia de Dios”14. En función de esta teoría
es que va a surgir en la corriente agustiniana, la llamada “prueba ontológica”.

En cuanto al tema de Dios, las pruebas que san Anselmo nos presenta podemos
dividirlas en dos grupos: El argumento ontológico expuesto en el Proslogium y el
resto de demostraciones basadas en la participación, que son expuestas en el
Monologium.

Pruebas de la existencia de Dios basadas en los argumentos del


Monologium

En el Monologium, Anselmo desarrolla dos ideas fundamentales aposteriorísticas;


es decir, que parten de la experiencia; como pruebas de la existencia de Dios.

- La primera de estas ideas se presenta en tres variantes:

 Por el Sumo Bien: Los sentidos y la razón nos muestran un gran número
de cosas buenas, pero por lo que podemos observar, vemos que las cosas
son más o menos buenas es decir, hay grados de bondad presentes en
estos seres, por tanto debe haber un ser en el que esta Bondad se
muestre absolutamente perfecta y del cual todas los demás seres han de
participar en dicha bondad. Existe por lo tanto un Ser, sumamente bueno,
por el cual todas las cosas son buenas, a ese Ser le llamamos Dios.

 Por los grados de Perfección: Todos los seres se nos muestran diferentes
entre sí, tanto en naturaleza como en perfección, por lo cual debe existir
un Ser Único que sea perfecto en todo su ser. El universo lo observaremos
jerarquizado desde las cosas más perfectas hasta las más imperfectas;
pero debe de haber un ser que sea el principio de esa Jerarquía y del que
los demás seres participen de modo que se ordenen a esta perfección, por
tanto existe una naturaleza suprema en perfección a la que llamamos
Dios.

 Por la Causalidad: El ser de las cosas tiene una causa, “todo lo que es,
parece ser obra de algo, [...] Nada existe en virtud de nada, es decir nada
viene de la nada [..] puesto que existe algo, existe el ser supremo” el cual
es Causa única que existe por sí misma y de la cual viene todo lo demás.
Esta Causa es lo que llamamos Dios.

-La segunda idea, parte de las naturalezas o esencias de las cosas:

14
Tomado de GONZÁLEZ ALVAREZ, Ángel, Tratado de metafísica, Ed. Gredos, S.A., Madrid, España, 1986,
Pág. 195.
La argumentación aquí se guía por la idea de los grados de ser, de la jerarquía
del ser. Esta escala no puede ser infinita, sino que es necesario que se cierre,
llegando a un grado supremo que «... está de tal modo encima de las demás, que
no sea inferior a ninguna». Debe de haber una naturaleza que se distinga de las
otras por encima de todas, que sea lo que es por sí misma, y todo lo que mas que
es, es por ella. Por tanto, tiene que existir una esencia que se distinga porque “es
buena y grande por sí misma y es lo que es por sí misma, y todo lo que es
verdadero o bueno o grande o algo, lo es por ella, que es el bien supremo, la
suprema grandeza, el ser supremo, es decir, lo supremo de todo lo que es”.
Llegados a este punto, tenemos que hacer referencia a que “La idea que sostiene
la argumentación de estas pruebas, y media entre la unidad y la pluralidad, no es
la aristotélica de causalidad, que más tarde adoptaría Tomás de Aquino, sino la
concepción platónico-agustiniana de la participación. Cada idea es la causa
inmanente de los muchos atributos que determinan de distinta manera a los seres
individuales. Así, toda pluralidad se basa, al fin, en una unidad, y por tanto, puede
remitir a ella”15.
Concluimos entonces que existe un Ser Necesario y Único, que tiene en sí todos
los atributos de manera perfectísima y del cual todos los demás seres, los cuales
son contingentes, participan.

Pruebas de la existencia de Dios basadas en los argumentos del


Proslogium

Abordaremos en segundo lugar el argumento ontológico para la demostración de


la existencia de Dios. Debemos decir primero que nada que al argumento
anselmiano se le conoce con el nombre de ontológico desde Kant. Que en la
Crítica a la razón pura indica que “es prueba ontológica aquella que prescinde de
toda experiencia e infiere, completamente a priori, partiendo de simples
conceptos, la existencia de una Causa Suprema”16. Antes de Kant, a este
argumento se le conocía como a simultaneo, porque la prueba no parte ni de algo
previo (a priori) ni de algo posterior (a posteriori) a la esencia de Dios, sino
precisamente simultaneo a la esencia Divina, analizada la cual, se alcanza la
existencia de Dios como uno de sus elementos.

Ahora bien, este argumento nacerá como respuesta a la pregunta de que si la


existencia de Dios es posible demostrarla por medio de razonamiento lógico; una
interrogante que es hecha por los hombres que se preguntan por la existencia de
Dios, sobre todo ante la afirmación de los “insensatos” que niegan la existencia de
Dios, ya el mismo Anselmo nos dirá en las primeras palabras del segundo capítulo
del Proslogium:

15
Tomado de http://medievalia.obolog.com/san-anselmo-primer-escolastico-119922
16
Cfr. Con Critica de la razón pura, A 591, B 619.
“Así, pues, ¡oh Señor!, tú que das la inteligencia de la fe, concédeme, en
cuanto este conocimiento me puede ser útil, el comprender que tú
existes, como lo creemos, y que eres lo que creemos. Creemos que
encima de ti no se puede concebir nada por el pensamiento. Se trata,
por consiguiente, de saber si tal Ser existe, porque el insensato ha dicho
en su corazón: No hay Dios”.

San Anselmo va a responder magistralmente a la afirmación “no hay Dios” con el


Argumento ontológico, el cual “no parte de la realidad dada, sino de la idea de
Dios que posee el pensamiento”17. San Anselmo va a expresar este argumento en
el mismo Capítulo II:

“El insensato tiene que convenir en que tiene en el espíritu la idea de un


ser por encima del cual no se puede imaginar ninguna otra cosa mayor,
porque cuando oye enunciar este pensamiento, lo comprende, y todo lo
que se comprende está en la inteligencia: y sin duda ninguna este objeto
por encima del cual no se puede concebir nada mayor, no existe en la
inteligencia solamente, porque, si así fuera, se podría suponer, por lo
menos, que existe también en la realidad, nueva condición que haría a
un ser mayor que aquel que no tiene existencia más que en el puro y
simple pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por encima del cual
no hay nada mayor estuviese solamente en la inteligencia, sería, sin
embargo, tal que habría algo por encima de él, conclusión que no sería
legítima. Existe, por consiguiente, de un modo cierto, un ser por encima
del cual no se puede imaginar nada, ni en el pensamiento ni en la
realidad”.

Este ser al cual se refiere Anselmo, el Ser más perfecto del cual nada mayor
pueda ser pensado (aliquid quo maius cogitari non potest), es Dios. La prueba
anselmiana consiste más que todo en una reflexión sobre la idea de perfección,
ya que si decimos que este ser existe en el pensamiento y en la realidad, es un
ser más perfecto que aquel que existe solamente en el pensamiento. Podemos
decir que hay dos tipos de perfección la que existe realmente y la que la mente
imagina. Por supuesto el primer tipo de perfección es mayor que el segundo ya
que a este le faltaría la existencia en la realidad, por ende si decimos que Dios es
el Ser Perfectísimo debe existir por tanto en la realidad ya que decimos de Él que
es el Ser mayor que pueda ser pensado, tanto mayor en el pensamiento como en
la realidad, ya que no está limitado únicamente por el pensamiento de lo contrario,
si solo fuera mayor en el pensamiento, entonces cualquier cosa que existe en la
realidad sería mayor que cualquier cosa que pueda ser pensada, y de lo cual
diríamos que Dios no sería ese Ser del cual nada mayor pueda ser pensado.

Respecto a esto nos dirá San Anselmo en el Proslogium, capítulo III que:

17
Tomado de FERRATER MORA, José, Diccionario de filosofía, Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1986, pág. 155.
“Lo que acabamos de decir es tan cierto, que no se puede imaginar que
Dios no exista. Porque se puede concebir un ser tal que no pueda ser
pensado como no existente en la realidad, y que, por consiguiente, es
mayor que aquel cuya idea no implica necesariamente la existencia. Por
lo cual, si el ser por encima del cual nada mayor se puede imaginar
puede ser considerado como no existente, síguese que este ser que no
tenía igual, ya no es aquel por encima del cual no se puede concebir
cosa mayor, conclusión necesariamente contradictoria, existe, por tanto,
verdaderamente un ser por encima del cual no podemos levantar otro, y
de tal manera que no se le puede siquiera pensar como no existente;
este ser eres tú, ¡oh Dios, Señor nuestro!”

Con este argumento Anselmo quería “llegar a una claridad completa en la


demostración de la existencia de Dios. Lo hará pariendo de la idea misma de Dios
tal como la posee la razón perfeccionada por la fe. El método es una aplicación del
“crede ut intelligas”, es decir “creo para entender”. Ve en este procedimiento a
priori un medio de convencer incluso al insensato que niega a Dios, al ateo.

Este argumento que parece ser muy convincente, será muy criticado a lo largo de
la historia de la filosofía, incluso ya desde los contemporáneos de San Anselmo
por el hecho de que “el argumento analiza el concepto de Dios y afirma que el
propio concepto implica la existencia de Dios: si podemos concebir un Dios,
entonces, razona, este debe existir. Así, la principal crítica al argumento suele ser
que no ofrece premisa alguna a la demostración más allá de cualidades inherentes
a la proposición no demostrada, conduciendo a un argumento circular en el que
las premisas se basan en las conclusiones, las cuales a su vez se basan en las
premisas, conformando una falacia por petición de principio”18. Estas críticas
estarán dirigidas no tanto a negar que Dios exista, sino más bien a rechazar la
manera en que san Anselmo demuestra su existencia.
Entre sus críticos, tendremos en primer lugar a su contemporáneo el monje
Gaunilo de Marmoutiers, este monje refutará el argumento anselmiano en su
“Liber pro insipiente” diciendo en referencia a “aquello de lo cual nada mayor
puede ser pensado”, que de la afirmación de la sola existencia en el intelecto
(esse in intellectu) no es de ninguna manera posible inferir la existencia también
en la realidad (esse in re), por eso este ser no puede existir verdaderamente en la
realidad al menos que haya un argumento suficientemente valido que me
demuestre como algo de existir en el pensamiento puede pasar a existir en la
realidad.
Para exponer su contraargumento Gaunilo hace referencia a que podemos
pensar la existencia de una Isla sumamente perfecta, la cual, si es sumamente
perfecta debería de existir siguiendo el argumento anselmiano, puesto que si no
existiera no podríamos decir de ella que es sumamente perfectísima puesto que

18
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ontol%C3%B3gico
según Anselmo lo que existe es mayor que lo que no existe. Este contraargumento
presenta lo que se llama objeción por saturación, según la cual el mundo se
saturaría de seres perfectísimos mayores pensables que por tanto tengan que
existir en la realidad como consecuencia de su perfección a la que pertenece el
existir.
Con el ejemplo de la Isla perfectísima Gaunilo “viene a señalar la que se ha visto
como la principal debilidad del argumento ontológico, el que algo sea más perfecto
existiendo que no existiendo, lo cual se ha señalado como escurridizo y carente de
sentido, ya que supone comparar algo que existe con algo que no es”19.
San Anselmo va a responder a esta crítica en su obra “Liber apologeticus ad
insipientem” diciendo que la base de la contra argumentación de Gaunilo esta
errada ya que este monje no a comprendido bien el objetivo de la prueba,
entendiendo que se da un salto de lo inteligible a la realidad, cuando realmente no
se ha hecho eso. Recuerda San Anselmo que la prueba quiere dar respuesta
sobre todo a la afirmación del ateo o insensato que dice que “no hay Dios”, hace
esto porque la prueba no parte meramente del pensamiento sino de la fe, por la
cual mediante la revelación sabemos que Dios existe, dando así un giro a lo
aposteriorístico, es decir, la realidad de lo pensado ya estaba previamente
contenida en el concepto, concepto que lo recibimos en la experiencia de la fe.
Pero una experiencia de la fe no puede comprenderse más que desde la
experiencia de la realidad concebida como creación. Además ya al inicio del
Proslogium, específicamente “en el proemium, Anselmo habla expresamente de
un argumento que por sí solo basta para mostrar que Dios existe en verdad. Pero
tan sólo se puede mostrar algo que ya existe previamente, dado por alguna otra
instancia, que en nuestro caso es precisamente la fe. Entonces la razón (ratio) no
demuestra, sino que intenta comprender (intelligere) que se puede justificar
racionalmente el creer”20.
Anselmo, refiriéndose al insensato, recordará que este al ser incrédulo no admite
la autoridad de las sagradas escrituras, y que por tanto no será aceptable para él
la referencia a la fe como respuesta a la proveniencia de la idea de Dios. Por esa
razón Anselmo va a recurrir a reflexiones que ya había hecho en el Monologium
donde partirá en forma ascendente de los seres contingentes hasta la existencia
de un ser necesario, proceso que no puede darse sin recurrir a la experiencia. De
aquí comprobamos por tanto que también en esta prueba existe una base
aposteriorística.
Otro que atacará la prueba anselmiana es Santo Tomás de Aquino, de quien
hablaremos más adelante, únicamente abordáremos aquí su crítica a Anselmo.
Santo Tomás criticara el argumento ontológico a lo largo de toda su obra. Por
ejemplo en la Summa Theologiae luego de exponer en forma sintética y con todos
los pasos la argumentación anselmiana, concluirá lo siguiente:

19
Ibíd.
20
Tomado de http://medievalia.obolog.com/san-anselmo-primer-escolastico-119922
 Dice que el punto de partida de la prueba no es aceptable, ya que no todo
el que oye pronunciar la palabra “Dios” entiende que significa “aquello de lo
cual nada mayor puede ser pensado”.

 Suponiendo que todos entendieran que cuando se habla de Dios se refiere


a “aquello de lo cual nada mayor puede ser pensado”, aun así no se sigue
que entiendan que a lo que se le llama Dios exista en la realidad, sino
solamente en el entendimiento.

 Tampoco puede argüirse que exista en la realidad, a no ser que se


conceda en la realidad que existe “aquello de lo cual nada mayor puede
ser pensado”, lo cual no lo conceden aquellos que son ateos.

La critica tomista se centra en lo que comúnmente se le conoce como tránsito del


orden ideal al orden real dirá por tanto en el capítulo 11 de la Summa contra
gentiles que “porque sea concebido por la mente lo que se dice con este nombre
“Dios”, no se sigue que Dios exista a no ser en el intelecto”.
Otro autor muy conocido que ataca el ontologismo de Anselmo, el filosofo
moderno Kant. El cual basará su contra argumentación en los juicios planteados
en su Crítica a la Razón Pura, planteará su crítica en tres pasos:
 No está nada claro que la idea de un ser absolutamente necesario
signifique algo en realidad. Tampoco para él está claro cómo es que la
existencia es mejor que la inexistencia.

 Si decimos que la existencia es parte de la definición de Dios. Lo cual es


un juicio analítico (el predicado está contenido en el sujeto), entonces
simplemente diciendo lo mismo al afirmar que Dios existe, ya que el existir
estará incluido en el sujeto “Dios”.

 El existir no puede ser parte del concepto de algo ya que "el objeto, como
realmente existe, no está analíticamente contenido en mi concepto, sino
que se añade al mismo". La definición de algo no implica su existencia.

Ante esto únicamente nos queda decir que “Kant olvida algo señalado por Tomás
de Aquino: “El Ser se dice de dos modos; uno de ellos significa el acto de ser; el
otro, la unión que halla el entendimiento entre los dos términos de una proposición
cuando compara el predicado con el sujeto. Tomado el ser en el primer sentido, no
podemos conocer el ser de Dios, ni tampoco su esencia; pero si en el segundo.
Pues sabemos que la proposición que formamos acerca de Dios, cuando decimos
Dios es, es verdadera. Y esto lo sabemos por sus efectos”. En esta sencilla y
profunda frase se encuentra una crítica ad litteram de la doctrina kantiana respecto
de la crítica del regiomontano al argumento ontológico”21.
Podemos decir finalmente como conclusión que el argumento ontológico de San
Anselmo concluye que Dios existe en el pensamiento y en la realidad y que Dios
tiene que existir porque la existencia pertenece a su concepto.

Edad Moderna
Baruch Spinoza: Todo es Dios
Spinoza nació en la ciudad de Amsterdam el 24 de noviembre de 1632,
procedente de una familia judía, en sus estudios “siguió las enseñanzas
tradicionales de talmudismo, adquirió amplio conocimiento de la Cábala y de la
filosofía judía medieval así como de la escolástica cristiana, de las tendencias
platónicas renacentistas y de las nuevas ciencias, con inclusión del
cartesianismo”22. Es considerado como uno de los tres grandes racionalistas del la
filosofía del siglo XVII. En su filosofía tiende al panteísmo23. Debido a su
pensamiento acerca de Dios, el alma y la religión, se gano el rechazo de la
comunidad judía hasta el extremo de ser expulsado de la sinagoga y ser
excomulgado El 27 de Julio de 1656 . Falleció debido a la tuberculosis a la edad
de cuarenta y cuatro años en La Haya el día 21 de Febrero de 1677.

Entre las obras de este gran pensador racionalista encontramos las siguientes:

 Tratado breve sobre Dios, el hombre y la felicidad. (1661)

 Tratado de la enmienda del entendimiento. (1661)

 Tratado teológico político. (1676)

 Ética demostrada según el modo de los geómetras. (1677)

El Dios de Spinoza

Para abordar el tema de Dios en el pensamiento desarrollado por este filósofo, es


necesario tener en cuenta sus influencias. Partiendo de la innegable influencia de
Descartes, creó un sistema muy original, con mezcla de elementos propiamente
judíos, escolásticos y estoicos. Tenemos que decir si duda alguna que la bases del

21
Cfr. con GONZÁLEZ Luis Ángel, “Teología natural”, Ob. Cit., Pág. 77.
22
Cfr. Con Ferrater Mora, José, Diccionario de Filosofía, Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1986, Pág. 3111.
23
El panteísmo sostiene la negación de la trascendencia divina y afirma la inmanencia de Dios en el mundo.
Puede presentarse de dos maneras: Acomismo, absorción del mundo en Dios; o Panteísmo propiamente
dicho, Absorción de Dios en el mundo.
pensamiento filosófico respecto a Dios según Spinoza estaban influenciadas por el
pensamiento cartesiano especialmente respecto al tema de la sustancia.

Según René Descartes la sustancia es “lo que es en sí”. En el planteamiento de


su pensamiento dirá que hay tres tipos de Sustancias:

 Res Cogita o pensamiento.

 Res Extensa o realidad.

 Res Divina o Dios.

Para Spinoza la sustancia ya no es “lo que es en sí” sino que para él la sustancia
es “aquello que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto no
necesita del concepto de otra cosa por el que deba ser formado”24. Para Spinoza
el planteamiento de las tres sustancias es erróneo, según él existe una sola
sustancia, la Res Divina y las otras dos sustancia tan solo son modos de ser de
ella, ya que fuera de Dios no puede darse ni concebirse otra sustancia. Según su
pensamiento realidad y pensamiento son lo mismo y la Sustancia divina, según la
perspectiva que se adopte será identificada como Dios o bien como la Naturaleza,
términos equivalentes para Spinoza según lo expresará en su conocida frase
“Natura sive Substantia, Deus sive Natura” (“Sustancia osea naturaleza, osea
Dios”). El monismo25 de la Sustancia lleva a Spinoza a concluir que todo es Dios e
identificar al mundo con Dios.
Como habíamos dicho antes esta sustancia divina se concibe como causa sui.
Consideración que ya tenía Descartes a cerca del Absoluto y que Spinoza va a
emplear en su propio pensamiento. Nos dirá Spinoza respecto a esto: “Por causa
de sí entiendo aquello cuya esencia envuelve la existencia, es decir, aquello cuya
naturaleza no puede concebirse sino como existente”26. Esta forma de pensar de
Spinoza se aleja por mucho de la manera en que pensaban los filósofos anteriores
a él, su postura es totalmente diferente, ya que respecto a la causa sui ya San
Agustín y Tomás de Aquino se habían expresado. El primero había expresado que
“no hay absolutamente una cosa que se engendre así misma en el ser”27 y Tomás
dijo que “la causa es antes que el efecto. Si un ser fuese causa de su propio ser,
se le entendería antes de ser, lo que es imposible”28.La noción de Spinoza de
causa sui equivale primeramente a existencia necesaria.
En conclusión podemos decir del pensamiento de Spinoza que, la substancia es
la realidad, que es causa de sí misma y a la vez de todas las cosas; que existe por
sí misma y es productora de toda la realidad; por tanto, la naturaleza es

24
SPINOZA, “Ethica”, I, def. 3. A.
25
Término empleado por Wolff para referirse a los filósofos que no admiten más que una sola substancia.
Cfr. Con Ferrater Mora, José, Diccionario de Filosofía, op. Cit. Pág. 2262.
26
SPINOZA, “Ethica”, I, def. 1a.
27
Cfr. Con San Agustín, De Trinitate, I, c. 1.
28
Cfr. Con Santo Tomás, Suma contra los gentiles, I, 22.
equivalente a Dios. Dios y el mundo, su producción, son entonces idénticos. Todos
los objetos físicos son los "modos" de Dios contenidos en el atributo extensión. Del
mismo modo, todas las ideas son los "modos" de Dios contenidas en el
atributo pensamiento. Las cosas o modos son naturaleza naturada o creada,
mientras que la única substancia o Dios es naturaleza naturante o creadora. Las
cosas o modos son finitas, mientras que Dios es de naturaleza infinita y existencia
necesaria y eterna.

Edad Contemporánea
Ludwig Feuerbach: Dios, imagen y semejanza del hombre
Ludwig Andreas Feuerbach nació el 28 de julio de 1804, fue
un filósofo alemán, antropólogo, biólogo y crítico de la religión. Es considerado el
padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, también denominado
ateísmo antropológico. Para él la inmortalidad es una creación humana y
constituye el germen básico de la antropología de la religión. Falleció el 13 de
septiembre de 187229.
No vamos a hacer un análisis exhaustivo de la filosofía de Feuerbach, sino que,
mostraremos a continuación cual era su postura respecto a Dios y a la religión;
mucho de la crítica hecha a la religión la encontraremos en la obra de este autor
titulada: “La esencia del cristianismo”30.
Lo primero que tendremos que decir es que con Feuerbach, la manera en que los
filósofos entendían la religión y el concepto de Dios, va a dar un giro rotundo ya
que la filosofía feuerbachiana convierte tanto a Dios como a la religión en
antropología. El pensamiento de Feuerbach va ir evolucionando empezando por
Dios hasta aterrizar en el hombre: “Mi primer pensamiento fue Dios, el segundo
fue la razón y el tercero y último, el hombre”31
¿Qué queremos decir con esto? Desde siempre se ha visto al hombre como
creación de Dios, como necesitado de Él, un hombre que le busca
incansablemente para dar respuesta a las cuestionantes más profundas sobre su
existencia; pero Feuerbach va a decir que el hombre estaba equivocado; porque el
hombre cuando busca a Dios no es realmente a Dios a quien está buscando sino
al hombre mismo, porque para Feuerbach es el hombre él quien ha creado a Dios
y no Dios el que ha creado al hombre.
Al decir que Dios es creado y no creador niega su existencia divina, ya que Dios
va a ser, según el pensamiento feurbachiano, la realización ideal de las
perfecciones humanas. En otras palabras, el hombre al crear a Dios lo que está
haciendo es atribuir a ese “Ser Supremo” todas las cualidades humanas llevadas
29
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Feuerbach
30
Obra publicada en 1841.
31
Fragmente zur Charakteristik meines philosophichen curriculum vitae en Gesammelte Werke X, Berlín,
1971, pag. 178.
a su máxima perfección; por eso el hombre cuando se compara con Dios siempre
va a terminar diciendo que “Dios es Santo, el hombre es pecador”, “Dios es bueno,
el hombre es malo”, “Dios es omnipotente, el hombre es débil”; siempre que se
establece una relación Dios-hombre, el hombre la hace rebajándose a sí mismo en
grado sumo respecto a ese máximo Ser en el cual todas las perfecciones residen,
entre mas Dios es engrandecido mas se empobrece el hombre. “El hombre
proyecta en un ser ideal (irreal) sus cualidades, negándoselas a sí mismo. De este
modo, reserva para sí lo que en él hay de más bajo y se considera nada frente al
Dios que ha creado”32. Dios, si podemos decirlo así, es todo aquello que el hombre
no es.

La teología va a ser la encargada de separar del hombre su ser, será el


instrumento que situará la esencia del hombre fuera del mismo.
Lo que nos quiere decir Feuerbach con esto es que realmente el hombre lo que
está haciendo es querer ver en un Ser diferente de él todas aquellas cualidades
que a él le pertenecen pero que el hombre mismo no ha podido desarrollar, de
manera tal que cuando el hombre fracasa, se consuela pensando en un “Dios”, el
cual, todo lo que hace es perfecto. También diremos que la palabra Dios tiene
peso, seriedad y sentido inmanente en boca de la necesidad, la miseria y la
privación; Dios es creado por los hombres que sufren; Dios no es más que una
excusa ante los fracasos y debilidades humanas, que requieren únicamente,
según Feuerbach, una toma de conciencia de las capacidades humanas por parte
del hombre mismo, para poderles superar.
“Para Feuerbach, por tanto, no es Dios quien ha creado al hombre a su
imagen, sino el hombre quien ha creado a Dios, proyectando en él su
imagen idealizada. El hombre atribuye a Dios sus cualidades y aquello
que el hombre necesita y desea, pero que no puede lograr
inmediatamente, es lo que proyecta en Dios”33.

Esta proyección desemboca en una enajenación del hombre que olvida su


verdadera realidad, dando origen así a la “Divinidad”. Todas las cualidades del
hombre se enajenan en Dios. Esta enajenación estaban según el pensamiento de
Feuerbach en la conciencia humana y bastaría simplemente un acto de ella para
resolverlo.

El hombre vive enajenado gracias a la religión, la cual constantemente le hacen


tener una conciencia de lo infinito, lo cual está mal, según la filosofía
feuerbachiana, ya que la verdadera esencia de la religión es antropológica, es el
Hombre, por tanto la religión realmente será una actitud del hombre frente a sí
mismo.

32
de http://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Feuerbach
33
Ibíd.
Este entendimiento ayudara a que el hombre comprenda que la verdadera
trascendencia no es el Ser Supremo, sino la especie, que rebasa al individuo; a
ella pertenecen todos los predicados teístas de Dios. La conciencia del Ser divino,
no es más que la misma conciencia del hombre. “Homo homini deus est”34.

Dios es derrocado de su puesto central en la religión, y en su lugar se alza el


hombre; este tipo de ateísmo niega a Dios para afirmar al hombre, por eso
diremos que el ateísmo feurbachiano es un ateísmo humanista.

34
“El hombre es dios para el hombre”
UNIVERSIDAD CATOLICA DE LA INMACULADA
CONCEPCION DE LA ARQUIDIOCESIS DE MANAGUA
(U.C.I.C.A.M.)

FACULTAD DE HUMANIDADES

TEMA: LA IDEA DE DIOS EN LA FILOSOFIA

CARRERA: CIENCIAS DE LA HUMANIDAD

ASIGNATURA: TEOLOGÍA NATURAL (TEODICEA)

CATEDRÁTICO: PBRO. RODOLFO PAIZANO

WALTER FRANCISCO FAJARDO JEREZ

FECHA: 10 DE NOVIEMBRE DE 2011


CONCLUSION

Expuestas de manera breve las distintas ideas de Dios que se tienen a lo largo de
la historia de la filosofía, podemos decir que no es de extrañar que surja en el
hombre la interrogante sobre Dios, decimos esto ya que el hombre como lo define
Sócrates “animal racional”, es el único ser en la tierra que posee la capacidad de
razonar, lo que le lleva a preguntarse acerca de todo cuanto le rodea, y en un
proceso más elevado del intelecto, lo lleva a reflexionar sobre sí mismo, lo que
termina en el planteamiento de grande interrogantes: “¿Por qué existo? ¿De
dónde vengo? ¿De dónde surgen todas las cosas? ¿Cuál es el origen de todo?.
Estas interrogantes serán las que lo lleven a plantearse la posibilidad de la
existencia de un ser Supremo, posibilidad que muchas veces será puesta en duda
pero que también será aceptada por la mayoría de los hombres.
Con este trabajo pudimos concluir que el hombre, en su incansable búsqueda de
conocimiento y de querer saberlo todo respecto a todo, nunca quedará
plenamente satisfecho mientras viva, porque día a día se le presentará la
posibilidad de plantearse nuevas interrogantes que lo encaminaran a diversos
pensares a lo largo de su vida. Respecto a la idea de Dios podemos decir que
mientras el hombre tenga esta sed de conocimiento y uso de razón, “Dios” estará
siempre presente en la eterna divagación de ideas que rondan la cabeza del
hombre.

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