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LAS PRÁCTICAS
1. HÁBITO
“En
general,
el
papel
de
la
memoria
en
la
creación
artística
es
subestimado;
el
arte
realmente
olvidadizo
con
el
pasado
no
conseguiría
hacerse
comprender.
Pero
es
importante
señalar
que,
una
vez
más,
la
oposición
no
se
da
entre
la
memoria
y
el
olvido,
sino
entre
la
memoria
y
otro
aspirante
al
lugar
de
honor:
la
creación
o
la
originalidad.”
Tzvetan
Todorov2
Sabemos
que
habitar
viene
de
hábito,
mismo
que
es
una
práctica
de
continuidad
y
permanencia
representada
en
la
investidura
que
identifica
externamente
una
función
dentro
de
un
sistema.
De
ahí
que
en
el
ámbito
de
las
artes
visuales
el
habitar,
devenido
en
hábito,
resuene
equidistante
de
su
denotativa
referencia
entre
el
espacio
público
y
el
espacio
privado,
en
medio
de
lo
cual
se
activa
la
metáfora
de
su
habitabilidad
por
medio
de
sus
prácticas.
Lo
primero
será
entonces
caracterizar
cuál
es
ese
hábito,
considerando
que
en
el
contexto
chileno
no
son
pocas
las
ocasiones
en
que
durante
estos
últimos
años
se
ha
investido
desde
el
par
arte-‐política3
Para
ello
debemos
caracterizarlo
a
partir
de
su
periodificación,
ámbito
en
el
cual
ya
hemos
identificado
al
periodo
de
la
“transición”
del
debate
de
arte
contemporáneo
en
Chile,
en
la
década
que
media
entre
1989
y
1999,
como
un
tránsito
desde
las
operaciones
visuales
asociadas
a
los
desplazamientos,
fundamentalmente
desde
el
grabado
en
su
“campo
expandido”,
hacia
los
emplazamientos,
dónde
ronda
la
taxonomía
anglosajona
del
site
specific4
1
Texto publicado en el libro LARRAÑAGA, Josu (ed.) Arte y Política (Argentina, Brasil, Chile y
España, 1989-2004), Editorial Complutense, Madrid, 2010. Págs. 139-159.
2
TODOROV, Tzvetan Los abusos de la memoria, Editorial Paidós, Barcelona, 2000. Pág. 22.
3
El evento más sintomático al respecto fue el Coloquio Internacional de Arte y Política, organizado
el año 2004 por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Universidad de Chile y la
Universidad ARCIS, ver AA. VV. Arte y Política, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes,
Santiago de Chile, 2005.
4
NORDENFLYCHT, José de “Historias de Disposición: de los desplazamientos a los
emplazamientos.” en AA.VV. Transferencia y Densidad 1973-2000, catálogo de la exposición Chile
1
Por
cierto
éste
tránsito
en
las
políticas
de
construcción
de
obra
se
inscribe
en
un
período
más
amplio:
1989-‐2004.
Éste
permite
situar
el
problema
del
desarrollo
de
las
prácticas
de
arte
crítico
en
el
Chile
de
la
“transición”
a
la
democracia5,
donde
la
larga
continuidad
de
una
coalición
partidista
en
el
poder
ha
sido
inédita
en
su
historia
contemporánea,
paradojalmente
simétrica
con
el
tiempo
de
la
continuidad
forzada
de
la
Dictadura
Militar:
1973-‐1989.
Por
lo
anterior
es
que
durante
más
de
treinta
años
la
instalación
del
hábito
sea
el
de
un
régimen
económico
neoliberal
que
ha
propiciado
de
manera
muy
obsecuente
una
supuesta
autorregulación
de
la
economía
nacional
por
el
mercado.
De
hecho
el
año
2005
se
acabó
la
transición
política
en
Chile,
o
al
menos
eso
pretendió
el
gobierno
del
presidente
Ricardo
Lagos
Escobar
con
el
gesto
re
originador
de
proclamar
una
“Nueva
Constitución”,
lo
que
en
realidad
fueron
algunas
enmiendas
constitucionales
con
un
bajo
impacto
estructural
pero
que
lograron
sobredimensionarse
por
su
impacto
formal.
Finalmente
el
estado
de
derecho
se
imponía
como
el
origen
de
una
democracia
que
abandonaba
la
mácula
de
una
constitución
generada
desde
la
dictadura
de
Pinochet
6
Por lo tanto se acabó también lo que algunos denominan la postdictadura7.
De manera silenciosa, como el flujo de una inundación subterránea, se acabó todo.
En
ese
contexto
epocal,
lejos
del
fin
del
arte
y
más
cerca
del
fin
de
la
historia,
las
artes
visuales
se
movilizan
sobre
la
superficie
del
mundo
de
las
formas,
donde
serán
estos
gestos
formales
los
que
al
unísono
den
cuenta
de
éste
término
de
la
transición
en
su
propia
constitución
como
sistema.
En el mundo de las formas el hábito si hace al monje.
100 años Artes Visuales. Tercer Período, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile,
2000.
5
Período en que la coalición de partidos de centro e izquierda reunidos en la Concertación de
Partidos por la Democracia (Partido Socialista, Partido por la Democracia, Partido Radical Social
Demócrata y Partido Demócrata Cristiano) llegan al poder en 1989 hasta la actualidad con la
Presidenta Michelle Bachelet Jeria, cuyo mandato termina en marzo de 2010.
6
Lo que se conoce como la Nueva Constitución en rigor es la Ley nº 20.050 del 26 de agosto de
2005, que incluye 54 modificaciones a la Constitución de la República de Chile, adoptada en 1980
durante la Dictadura de Augusto Pinochet.
7
VALDERRAMA, Miguel Modernismos historiográficos. Artes visuales, postdictadura, vanguardias,
Editorial Palinodia, Santiago de Chile, 2008.
2
2.
UN
CODA
PARA
EL
C.A.D.A.
Por
lo
anterior
no
es
ocioso
seguir
insistiendo
en
que
habrá
que
atender
las
condiciones
de
producción,
circulación
e
institucionalización
de
las
mismas
para
poder
dimensionar
historiográficamente
las
características
de
éste
período 8 ,
tarea
inscrita
desde
nuestra
propuesta
inicial9,
que
ha
sido
una
lectura
sobre
la
relación
que
han
tenido
las
prácticas
del
arte
crítico
en
Chile
en
el
contexto
de
una
puesta
en
valor
de
su
patrimonio
urbano,
que
se
aleja
del
discurso
nostálgico
monumentalista
y
se
apropia
del
activismo
que
transversaliza
las
problemáticas
económicas
y
sociales
con
las
ambientales
y
formales.
Esto
a
través
de
construcciones
visuales
que
anticipan
la
crítica
política
y
económica
sobre
las
amenazas
a
los
valores
identitarios
y
su
efecto
sobre
la
capacidad
que
tienen
estos
espacios
de
producir
lugares
de
significado
referenciado
y
sus
posibles
remisiones
a
condiciones
específicas
de
contexto,
toda
vez
que
la
invención
de
tradiciones
en
las
sociedades
postcoloniales
ha
venido
a
ser
un
elemento
de
subversión
de
los
espacios
urbanos
y
sus
preexistencias,
donde
el
valor
identitario
tiene
un
valor
de
mercado
asociado
al
turismo
global 10 .
Es
por
lo
anterior
que
los
fluctuantes
cambios
en
las
condiciones
estructurales
de
los
territorios
urbanos
ha
producido
un
efecto
importante
en
la
capacidad
que
tienen
estos
espacios
de
producir
lugares
de
exclusión.
Este
glocal
es
el
que
se
construye
desde
un
canon
artístico
cuya
tectónica
puede
estar
amenazada
en
un
país
acechado
por
una
intensa
y
regular
actividad
telúrica.
Esto
explicaría
por
qué
las
prácticas
se
construyen
desde
una
lógica
“sismo-‐resistente”,
donde
la
resistencia
es
al
embate
natural,
pero
cuyos
efectos
son
culturales.
8
NORDENFLYCHT, José de “Más allá de los cuatro segundos: Documento, archivo e
historiografía en el arte contemporáneo chileno” en catálogo Gabinete de Lectura, Museo Nacional
de Bellas Artes, Santiago, Abril-Julio 2005.
9
Dentro del proyecto de investigación “Arte y Política. Argentina, Brasil, Chile y España.
1989,2004” del cual somos co-investigadores, nuestro trabajo específico se titula “Crítica de la
economía urbana y activismo patrimonial a partir de prácticas de arte crítico en Chile”, del cual el
presente texto corresponde a sus conclusiones, habiendo presentado tres avances titulados
respectivamente “Las políticas de la memoria en crisis desde la producción artística chilena.” en eI
Seminario Internacional: Lo político desde el arte, Casa Encendida, Madrid 18 y 19 de Mayo 2006;
“Cuando el cuerpo es el lugar: tránsitos políticos en la obra de Cecilia Vicuña.”, en el II Seminario
Internacional: Políticas del Arte en los Noventa, Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad
de Sao Paulo, Sao Paulo, 3 y 5 de julio 2007 y “Monumentos Bloqueados: biopolítica
patrimonial."en III Seminario Internacional: Representaciones Globales y Territorios Locales:
Imagen, Género y Ciudad, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Valparaíso, 28 y 29 de Abril
de 2008.
10
NORDENFLYCHT, José de “El futuro anterior: la activación del patrimonio a partir de las
prácticas de arte crítico en Chile”, en AA.VV. Arte americano, contextos y formas de ver, RIL
Editores, Santiago, 2006.
11
Cfr. GUATTARI, Felix “Prácticas ecosóficas y restauración de la ciudad subjetiva.” En Quaderns
d’arquitectura i urbanismo, nº 238, 2003.
12
NORDENFLYCHT, José de Patrimonio Local. Ensayos sobre arte, arquitectura y lugar, Editorial
Puntángeles, Valparaíso, 2004.
3
Esa
“sismo-‐resistencia”
se
verifica
en
la
construcción
de
un
canon
artístico
donde
la
voluntad
de
documentar
ha
sido
fundamental
para
una
estrategia
de
obra
como
la
desarrollada
por
el
arte
crítico
en
Chile
durante
la
década
anterior
(1979-‐
1989)13,
período
en
el
que
destaca
referencialmente
el
Colectivo
de
Acciones
de
Arte
C.A.D.A.
que
lo
testimonió
hasta
tiempos
muy
recientes,
de
hecho
para
las
vanguardias
el
documento
durante
mucho
tiempo
anunciaba
el
valor
del
monumento
por
venir,
por
lo
que
la
postvanguardia
ha
convertido
a
muchos
de
estos
documentos
en
monumentos.
El
problema
es
cuando
lo
que
se
documenta
se
resiste
a
ser
monumentalizado.
Por
lo
que
el
tránsito
del
documento
al
monumento
no
es
tan
simple
como
pudiera
preverse
ya
que
los
contextos
legitimadores
e
institucionales
son
las
más
de
las
veces
los
suficientemente
impermeables
a
la
puesta
en
circulación
de
obras
que
estén
amenazándolos.
Hacer
historia
desde
el
afuera
del
CADA
es
por
la
mediación
de
la
construcción
de
una
memoria
activa
en
donde
el
medio
–video,
en
este
caso-‐
“fue
pensado
como
una
forma
de
obtener
un
registro
que
actuara
como
el
referente
que
permitiera
organizar
una
memoria.”14
Si
los
vestigios
documentales
del
CADA
no
declinan
en
lo
monumental,
sería
precisamente
por
lo
especular
de
su
antimonumentalismo,
donde
el
resto
del
sistema
de
arte
chileno
–
resto
de
Escena
si
se
me
permite-‐
en
algunos
casos
cae
en
el
kitsch
del
delirio
narcisista
monumental.
En
una
entrevista
Lotty
Rosenfeld
–artista
integrante
del
C.A.D.A.-‐
comentaba
que
a
pocos
días
de
la
acción
Para
no
morir
de
hambre
en
el
Arte
(Video
Tape,
5’23’’
1979)
un
grupo
del
MIR
(Movimiento
de
Izquierda
Revolucionaria)
asalta
un
camión
de
la
empresa
Soprole
y
reparte
su
contenido
de
productos
lácteos
en
una
población
periférica
de
Santiago17.
Aquí
la
relación
arte-‐política,
toda
vez
que
la
palabra
vida
no
es
otra
cosa
que
sinonimia
de
política
en
cuanto
ésta
es
la
vida
del
cuerpo
social,
necesariamente
nos
remite
a
la
13
Nos referimos al canon elaborado por Nelly Richard en torno a un grupo de prácticas de arte
crítico emergido en la confrontación oblicua y marginal a la dictadura fundamentalmente durante su
primer decenio, 1973-1983. Este canon a logrado acrecentar su prestigio y legitimar su producción
durante el período post dictadura, a partir de la inscripción, legitimación e institucionalización de
sus agentes. Vid. RICHARD, Nelly Margins and Institutions: Art in Chile since 1973, Art &Text, nº21
(special issue), Melbourne, 1986. (existe reedición Editorial Metales Pesados, Santiago de Chile,
2008, coyuntura editorial que no hace sino confirmar su condición de obra canónica).
14
ELTIT, Diamela, “CADA 20 años” en Revista de Crítica Cultural, n° 19, Noviembre 1999, pág. 38.
15
HUYSEN, Andreas En busca del futuro perdido, Fondo de Cultura Económica, México D.F.,
2002, pág. 176.
16
RIEGL, Alois El culto moderno a los monumentos, Visor, Madrid, 1987. (1903).
17
NEUSTADT, Robert CADA DÍA: la creación de un arte social, Editorial Cuarto Propio, Santiago,
2001, pág. 48.
4
condición
anticipatoria
de
las
formalizaciones
a
las
que
puede
llegar
una
obra
de
arte
en
un
contexto
determinado,
como
ya
se
ha
insistido
bastante
en
los
últimos
años18
El
caso
es
que
el
solipsismo
del
arte
como
han
insistido
muchos
desde
fines
del
siglo
pasado
no
es
su
remisión
a
él,
sino
a
la
fuente
de
la
cual
emana
su
sentido
y
forma,
esta
nueva
época
de
la
reproductibilidad
mimética
es
la
que
inauguran
la
socialización
entre
los
artistas
visuales
de
dispositivos
como
el
video,
por
lo
que
copiar
no
será
más
que
una
operación
sintáctica
más
–hoy
el
digital
cortar
y
pegar-‐
y
no
su
referencia
al
sentido
de
autenticidad
que
esta
pudo
tener
antaño.
Ese
es
el
hábito
cuya
investidura
opera
como
remisión
para
los
artistas
de
la
década
siguiente.
3. HÁBEAS CORPUS
En
la
jerga
jurídica
Hábeas
Corpus
quiere
decir
“que
tengas
el
cuerpo”,
e
implica
el
derecho
de
todo
ciudadano,
detenido
o
preso,
a
comparecer
inmediata
y
públicamente
ante
un
juez
o
tribunal
para
que,
oyéndolo,
resuelva
si
su
arresto
fue
o
no
legal,
y
si
debe
alzarse
o
mantenerse.
Sólo
si
hay
cuerpo
hay
posibilidad
de
su
documentación
y
sólo
si
hay
cuerpo
hay
posibilidad
de
construir
“escultura
social”,
léase
acá
convenientemente
monumento
social.
18
Consideremos el arco temporal que va desde el Dossier CADA 20 años que edita la
recientemente desaparecida Revista de Crítica Cultural, n° 19, Noviembre 1999 (dirigida por Nelly
Richard) hasta el refereido Coloquio Internacional Arte y Política, Santiago de Chile, 2 al 4 de junio
de 2004.
19
KUSPIT, Donald “Lo contemporáneo y lo histórico: más distantes que nunca.” en AA. VV. Mitos
de permanencia y fugacidad. IV Simposio Internacional sobre Teoría de Arte Contemporáneo,
Patronato de Arte Contemporáneo, México D.F., 2006.
20
Diamela Eltit menciona que esta denominación “acción de arte” es introducida en el trabajo del
CADA a partir de una conversación con Eugenio Téllez, artista chileno radicado por esos años en
Canadá, ver ELTIT, Diamela, op.cit. pág. 36
5
Por
esto
es
que
el
modo
en
que
aparece
el
cuerpo
es
un
tópico
recurrente
en
la
relación
arte-‐política
en
la
década
de
los
noventa.
Nuevamente
habrá
que
ir
hacia
su
arqueología,
para
dimensionar
de
qué
cuerpo
social
estamos
hablando.
En
relación
con
ello
serán
remisiones
recientes
las
dos
constataciones
que
introduce
la
obra
de
Cecilia
Vicuña
en
el
debate
de
arte
chileno
contemporáneo,
en
primer
término
que
el
cuerpo
es
el
lugar
del
artista
y
en
segundo
término
el
lugar
es
el
cuerpo
de
la
tierra21.
Lo
particular
aquí
es
que
esta
artista
no
sobre
determina
al
cuerpo
como
soporte
de
obra,
origen
de
las
clasificaciones
en
torno
a
las
artes
preformativas.
Menos
aún
a
la
tematización
ilustrativa
de
su
presencia
o
ausencia,
tal
cual
como
lo
viene
planteando
un
grupo
de
artistas
en
torno
a
su
sobre
exposición
mediatizada
o
su
desaparición
forzada.
Para
ella
el
cuerpo
es
un
lugar,
que
se
activa
cuando
se
extiende
la
conciencia,
ejerciendo
una
articulación
relacional
del
sujeto
con
el
otro.
Con-‐cón
es
la
toponimia,
pero
también
es
la
conciencia
que
le
da
el
habla
del
lugar23.
Un
habla
que
estaba
enunciado
en
su
trabajo
sobre
leguaje
verbal.
De
hecho
algunos
años
después
de
esas
obras
la
publicación
de
su
libro
Sabor
a
Mí24
en
1972,
marcará
un
punto
de
inflexión
en
el
aporte
del
trabajo
de
esta
artista
chilena
al
contexto
de
las
relaciones
entre
el
lenguaje
verbal
y
el
lenguaje
visual,
que
el
sistema
de
arte
chileno
comenzaba
a
articular
desde
ese
momento.
Sin
embargo
mientras
el
canon
de
la
historiografía
del
arte
chileno
no
recoge
mayor
información
sobre
este
hecho,
ya
sea
por
omisión
o
exclusión,
menos
aún
logra
despejar
el
contexto
de
cruces
entre
este
documento
y
su
contexto
regional
latinoamericano25.
En
el
caso
de
Sabor
a
Mi
el
libro
de
artista
se
convierte
en
un
dispositivo
retórico
literario,
a
la
manera
de
un
diario,
y
éste
a
su
vez
da
cuenta
de
su
valor
metodológico
en
la
construcción
de
un
archivo
de
obra,
donde
el
proceso
consignado
intenta
convertir
la
ficción
material
de
una
obra
donde
convergen
diversos
formatos
visuales
(pinturas,
fotografía
y
collages)
y
verbales
(poemas
y
relatos),
donde
desde
sus
precarias
condiciones
21
Más bien se entenderá aquí como lugares en el sentido que le da De Certau, esto es “historias
fragmentarias y replegadas, pasados robados a la legibilidad por el prójimo, tiempos amontonados
que pueden desplegarse pero que están allí más bien como relatos a la espera.” DE CERTEAU,
Michel La Invención de lo cotidiano. Artes de Hacer, Universidad Iberoamericana, México D.F.,
2000. Pág. 121.
22
“Un Quipu Menstrual”, exhibida en el contexto de la muestra colectiva Del Otro Lado. Arte
Contemporáneo de Mujeres en Chile, Centro Cultural Palacio de la Moneda, Santiago de Chile,
noviembre a diciembre de 2006. En esta obra se utilizan los hilos como largos y gruesos vellones
de lana roja sin hilar que disponen su caída desde el centro de la sala, los que en su conjunto
aluden a las transformaciones de la sangre propias del género femenino.
23
En el lenguaje indígena local “con” es agua y el lugar de esta pequeña ciudad se ubica en la
desembocadura del río Acancagua, es decir dos aguas que se encuentran: con-con.
24
Beue Guest Press, Londres, 1972, bajo la edición del artista mexicano Felipe Ehrenberg.
25
No solamente queda excluida del relato de Guy Brett, diluída en un generico “many women
artists”, sino que además la ignora de la relación con lo efímero o pecario, dándole todo el crédito a
David Medalla , donde su proyecto A Stitch inTime expuesto en la Gallery House en Londres
durante 1972 y e proyecto Eskimo Carver , última acción colectiva de Artists for Democracy
(Fitzrovia Cultural Centre, London, 1977) incluye un procedimiento formal sospechosamente
parecido. Ver BRETT, Guy “David Medalla: On a General Attitude and Two Works in Particular” en
Carnival of Perception. Selected Writings on Art, Institute of International Arts, London, 2004, pág.
6
retorna
la
memoria
de
lo
efímero,
para
instalarse
en
la
coyuntura
política
de
la
amenaza
conjurada
en
el
Golpe
Militar
de
1973.
4. BIOPOLÍTICA PATRIMONIAL
Puede
resultar
curioso
para
algunos,
patético
para
otros,
comprobar
que
nuestro
patrimonio
genético,
aquél
que
a
través
del
tiempo
biológico
nos
hace
únicos
como
especies
sobre
este
planeta,
no
es
otra
cosa
que
un
argumento
más
a
merced
del
triunfo
del
capitalismo
avanzado.
Ello
porque
la
igualdad
genética,
al
no
ser
cultural,
no
tiene
motivo
en
reconocer
la
igualdad
fundada
en
un
proyecto
histórico
determinado.
La
puesta
en
valor
patrimonial
del
“genoma
humano”
nos
hace
asistir
hoy
al
desplazamiento
de
la
discusión
geopolítica
por
la
discusión
biológica.
Esto
es:
el
“buen
salvaje”
como
metáfora
de
ese
origen
social
del
genoma
humano.
O
lo
que
es
igual:
el
desplazamiento
de
las
políticas
del
territorio
por
las
políticas
del
cuerpo.
La
cuestión
biopolítica
deriva
de
la
evidencia
de
que
la
más
mínima
reflexión
sustentable
sobre
la
planificación
territorial
se
hace
sobre
las
causas
y
los
efectos
que
movilizan
el
cuerpo
social
para
la
construcción
de
“su
lugar”,
por
lo
que
la
digresión
siguiente
se
desliza
desde
la
pregunta:
¿Cuál
es
hoy
ese
genoma
del
cuerpo
social?
El
proyecto
del
artista
chileno
Peter
Kroeger
“Monumentos
Bloqueados”
se
inscribe
en
un
trayecto
que
lleva
sus
propuestas
a
rondar
la
pregunta
anterior.
Una
pregunta
que
somete
el
destino
del
arte
contemporáneo
a
su
eterno
futuro
anterior26.
Kroeger
sabe
que
hay
cuerpo,
pero
las
mitigaciones
sobre
los
efectos
de
su
control
por
el
poder
no
son
moneda
de
cambio
para
la
paranoia,
más
bien
se
entregan
a
la
activación
relacional
del
otro.
7
5.
HABITUD
De
hecho
una
arqueología
sumaria
nos
dirige
hasta
la
fugaz
presencia
de
Gordon
Matta-‐
Clark
en
el
Chile
natal
de
su
padre
y
su
intervención
en
el
Museo
Nacional
de
Bellas
Artes
en
197128.
Una
intervención
sobre
la
habitabilidad
parental,
donde
el
desencuentro
entre
Matta
padre
y
Matta
hijo
son
una
gran
metáfora
del
corte
de
relación
filial
entre
el
Chile
pre
y
post
197329,
cuando
bombardeo
al
Palacio
de
La
Moneda
no
es
otra
cosa
que
una
gran
deconstrucción
histórica
en
que
se
desata
la
violencia
hacia
la
arquitectura,
cuando
esta
deja
de
ser
funcional
y
se
convierte
en
ruina.
Es
decir
en
arte.
Misma
violentación
arquitectural
a
la
que
nos
someten
los
arquitectos
de
la
modernidad
con
los
cuales
debemos
seguir
lidiando,
a
juzgar
por
el
tesón
con
que
Óscar
Niemeyer,
que
con
sus
101
años
seguramente
es
el
único
artista
moderno
vivo,
regala
proyectos
por
varios
países30.
Esta
especie
de
efecto
post
fordista31
en
que
el
dispositivo
arquitectónico
es
un
potente
síntoma,
ahí
tenemos
el
“efecto
Guggenheim”32,
de
que
como
si
fuera
un
tópico
oblitera
al
posible
efecto
Gehry,
donde
claramente
en
Bilbao
el
programa
de
la
obra
y
sus
efectos
trascienden
al
nombre
del
autor,
y
eso
que
vecina
a
ella
hay
obras
de
Calatrava
y
Foster.
El
cuerpo
de
la
arquitectura,
ese
otro
corpus
solus,
no
sólo
actúa
por
metonimia
desde
el
cuerpo
hacia
la
forma
arquitectura
o
viceversa,
también
entiende
que
la
relación
sistémica
de
la
circulación
de
los
órganos
del
cuerpo
es
transferible
a
la
arquitectura.
De
ahí
que
las
formas
arquitectónicas
se
clonen,
se
reproduzcan,
como
el
caso
del
trabajo
de
la
artista
chilena
Guisela
Munita33,
donde
la
pregunta
sobre
la
autenticidad
e
integridad
de
ese
cuerpo
remite
al
imaginario
público
de
un
discurso
en
sintonía
con
el
deseo
de
inscribirse
en
la
Lista
de
Patrimonio
Mundial
de
la
UNESCO.
27
El año 2000 dos artistas chilenos rescatan el título habitud para una muestra colectiva. Ver
"Habitud", Antonio Silva y Rodrigo Galecio, Galería Posada El Corregidor, Santiago de Chile, 2000.
Noción que vuelve a resonar en la exposición homónima de Nury González y Livia Marín en el
Centro Cultural de España, Santiago de Chile el año 2002
28
DISIRENS, Corine (ed.) Gordon Matta-Clark, Phiadon Press, London, 2003.
29
MELLADO, Justo Pastor “La transmisión truncada” en AA.VV. Transmission: The art of Matta and
Gordon Matta-Clark, San Diego Museum of Art, San Diego CA, 2006.
30
NORDENFLYCHT, José de “Sobre los argumentos de un proyecto arquitectónico.”, Revista 180,
Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, nº22, 2008.
31
En el sentido que le da Hal Foster. Ver FOSTER, Hal Diseño y Delito, Editorial Akal, Madrid,
2004.
32
ESTEBAN, Inaki El efecto Guggenheim. Del espacio basura al ornamento, Editorial Anagrama,
Barcelona, 2007.
33
NORDENFLYCHT, José de "Arquitectura, ceguera y ruina." catálogo Murografía en el lugar -
Intervenciones en el espacio urbano de la artista Guisela Munita, Fondart, Valparaíso, 2001.
8
Sin
embargo
en
algún
otro
momento
reciente
esto
cambió
para
siempre,
hasta
llegar
al
estado
actual
en
que
las
industrias
culturales
nos
indican
que
las
obras
son
objeto
de
consumo.
De
ahí
que
el
mote
anglosajón
de
Public
Art
devino
en
leyenda,
controlada
desde
los
agentes
de
legitimación
del
sistema
de
arte,
por
lo
que
su
emergencia
e
inscripción
devino
en
una
serie
de
protocolos,
en
que
median
los
administradores
del
poder
territorial.
6. ARTIVISMO GLOCAL
Esa
respuesta
fue
seducida
por
el
reconocimiento
del
mismo
espacio
urbano
como
la
gran
casa,
en
una
fórmula
cercana
a
lo
que
algunos
denominan
postmusealidad,
entendida
como
una
“constelación
diseminada
de
dispositivos
desterritorializados”36
34
En este casos debemos destacar a modo de ejemplo el Primer Encuentro Internacional de
Espacios de Arte Independiente, Hoffmann’s House, Valparaíso, 2005 y la formación de CRAC,
Centro de Residencias para Artistas Contemporáneos, desde 2007 en Valparaíso.
35
NEGRI, Toni Arte y multitudio.Ocho Cartas, Editorial Trotta, Madrid, 2000. Pág. 62.
36
BREA, José Luis. “El museo contemporáneo y la esfera pública”. en Intertextos y
Contaminaciones, Dirección General de Museos de la Generalitat Valenciana, Valencia, 1998.
37
El que intentaba responder a las exigencias del debate de arte contemporáneo global a una
escala local, donde las obras anticipan la crítica política, en este caso claramente en referencia a la
merma en la infraestructura para la adecuada circulación y legitimación de la producción artística
contemporánea de Valparaíso. Ver NORDENFLYCHT, José de “Musealidad y Patrimonio:
Activación y Transferencia” en BELLIDO, María Luisa (ed.) Aprendiendo de Latinoamérica. El
museo como protagonista, Editorial Trea, Gijón, 2006.
9
interviene
con
salitre
varias
cuadras
de
las
calles
de
la
ciudad,
que
en
unas
horas
se
fueron
disolviendo
en
ella38.
Como
parte
de
los
efectos
de
esta
operación
surge
la
Galería
H10,
que
desde
la
fragilidad
imperceptible
de
ser
una
vitrina
cedida
en
comodato
se
ha
convertido
en
la
más
radical
y
persistente
muestra
de
autonomía
y
sustentabilidad
del
arte
crítico
local,
atrayendo
las
miradas
y
apetencias
de
artistas
nacionales
e
internacionales
en
un
programa
de
exposiciones
tan
abultado
como
consecuente,
que
contaba
como
récord
haber
acogido
la
primera
y
única
muestra
individual
de
Cildo
Meireles
en
Chile.
Eso
hasta
hace
unas
semanas,
en
que
la
galería
más
invisible
de
Chile
terminó
por
desaparecer,
cerrando
sus
actividades.
Todas
estas
acciones
e
intervenciones
en
la
esfera
pública
tienen
en
común
que,
desde
distintos
registros,
dan
cuenta
de
una
voluntad
por
resarcir
el
motejo
de
“estética
carenciada”
que
viene
de
las
lecturas
más
mediáticas
del
patrimonio
urbano,
en
donde
se
ha
intentado
asociar
la
carencia
como
indicador
formal
para
una
definición
de
arquitectura
vernácula
moderna,
la
que
fue
protagónica
en
la
discusión
sobre
la
representatividad
y
legitimidad
que
sostuvo
la
UNESCO
para
dilucidar
el
valor
de
la
ciudad,
una
vez
que
el
Gobierno
de
Chile
elevó
el
expediente
para
solicitar
la
inclusión
de
Valparaíso
en
la
Lista
de
Patrimonio
Mundial,
lo
que
había
conseguido
el
año
2003.
Sabemos
que
los
efectos
de
esta
operación
de
alto
rédito
simbólico,
ampara
un
“desarrollismo
patrimonial”
que
se
revierte
inmediatamente
en
el
rédito
especulativo
que
demanda
convertir
a
una
parte
de
la
ciudad
en
un
atractivo
turístico
para
la
lógica
de
las
industrias
culturales,
uno
de
cuyos
efectos
ha
sido
el
proceso
de
gentrificación39.
Sobre
ello
han
trabajo
algunos
artistas
locales
y
otros
foráneos
que
han
sido
convocados
en
condiciones
reguladas
por
la
asociatividad
y
autogestión
que
en
estos
últimos
dos
años
ha
tenido
al
Centro
de
Residencias
de
Artistas
Contemporáneos
CRAC
como
el
interlocutor
que
organiza
una
demanda
específica,
la
que
está
desbordada
de
la
espectacularidad
y
carnavalización
de
la
oferta
generada
por
el
discurso
gubernamental
que
ampara
una
sinonimia
imposible
entre
industrias
culturales
y
artes
visuales.
10
comic
para
dar
cuenta
de
las
contradicciones
en
que
incurren
las
tradiciones
inventadas,
que
se
construyen
desde
la
exclusión
del
otro,
instigando
un
patrimonio
como
marca
global.
Por
su
parte
el
trabajo
de
la
joven
artista
brasileña
Celina
Portella42,
la
cual
realiza
una
serie
de
intervenciones
fotográficas
en
distintas
superficies
de
la
ciudad
de
Valparaíso,
algunas
de
ellas
consignadas
bajo
la
protección
de
su
valor
patrimonial,
otras
ignoradas
por
lo
mismo,
donde
el
perfil
inicial
de
la
silueta
del
“colgado”
da
cuenta
de
la
necesidad
de
arraigo
que
la
fragilidad
de
su
gesto
libera
Creemos
que
estos
dos
proyectos
de
residencia
albergados
por
CRAC
se
visibilizan
claramente
en
la
línea
de
lo
que
venimos
argumentando,
y
que
de
alguna
manera
remiten
a
lo
que
María
Berríos
denomina
“acciones
posmonumentales.”,
a
lo
que
agregamos
nosotros:
“acciones
posmonumentales
en
espacios
glocales”43.
BIBLIOGRAFÍA
42
En residencia en CRAC durante junio de 2008, según la descripción que leemos en el sitio web
de CRAC: “Su proyecto consistió en realizar una fotografía a tamaño real de ella y algunas
personas, colgados de alguna pared, para luego imprimir la imagen y pegarla a una pared que ella
elegía dependiendo de las características que buscaba; que fueran medianamente transitadas, que
expusieran particularidades de construcción de las casas en los cerros o en el plan de Valparaíso y
que los muros supusieran una condición de soporte estructural.”, en www.cracvalparaiso.org
43
BERRÍOS, María “Museo, carnavalismo y posmonumentalidad.” en AA.VV. Subversiones /
Imposturas. 4ª Bienal, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile, 2004.
11
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“Más
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Documento,
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el
lugar
-‐
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espacio
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1973,
Art
&Text,
nº21
(special
issue),
Melbourne,
1986.
RIEGL,
Alois
El
culto
moderno
a
los
monumentos,
Visor,
Madrid,
1987.
TODOROV,
Tzvetan
Los
abusos
de
la
memoria,
Editorial
Paidós,
Barcelona,
2000.
VALDERRAMA,
Miguel
Modernismos
historiográficos.
Artes
visuales,
postdictadura,
vanguardias,
Editorial
Palinodia,
Santiago
de
Chile,
2008.
ARCHIVO IMÁGENES:
Figura
01.
Cecilia
Vicuña
“Con-‐cón”,
intervención
en
Playa
Bahamas,
Concón,
Chile
(original
1967,
versión
2007).
Fotografía
de
Peter
Kroeger.
12
Figura
02.
Peter
Kroeger
“Monumentos
Bloqueados”,
en
exposición
Triatlón,
VI
Bienal
Museo
Nacional
de
Bellas
Artes,
Santiago
de
Chile,
2007.
Fotografía
de
Peter
Kroeger.
Figura
03.
Peter
Kroeger
“Monumento
Bloqueado”,
Galería
h10,
Valparaíso,
2007.
Fotografía
de
Peter
Kroeger.
13
Figura
04.
Guisela
Munita
“Cúpula”,
madera,
pintura,
plumavit
3,0
x
4,5
mts.,
de
la
acción
Murografía
en
el
lugar.
Intervenciones
en
3
sitios
de
estacionamientos,
Valparaíso,
2000.
Fotografía
de
Guisela
Munita.
Figura
05.
Guisela
Munita
“Cúpula”,
madera,
pintura,
plumavit
3,0
x
4,5
mts.,
de
la
acción
Murografía
en
el
lugar.
Intervenciones
en
3
sitios
de
estacionamientos,
Valparaíso,
2000.
Fotografía
de
Guisela
Munita.
14
Figura
07.
Alejandra
Gutiérrez
de
la
serie
"condoricosas",
Valparaíso,
2007.
Fotografía
de
Juvenal
Barría.
Figura
08.
Celina
Portella
de
la
serie
"colgados",
Valparaíso,
2008.
Fotografía
de
Celina
Portella.
15