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Los (des) caminos de la izquierda: ¿pagar la deuda o comer? ¿Qué hacer con Maduro?
30/01/2018
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Las recientes movilizaciones para el “pernil de navidad y año nuevo” en


Venezuela, pusieron a la orden del día el problema de alimentación, desnutrición
y hambre en el país petrolero. Al mismo tiempo, pone también a la orden del día
el problema del pago de la deuda externa y si el gobierno de Maduro tiene
planes para superar esa gravísima crisis social y económica respetando las
necesidades básicas de la clase trabajadora y del pueblo pobre o seguirá
arrodillándose frente al capital financiero.

Por: Cesar Neto

Ocultamiento de datos: la desinformación al servicio de una política

Estudiar las implicaciones de la deuda pública venezolana en la actual crisis


política y económica del país no es una tarea fácil. Los datos no tienen
transparencia. El gobierno de Nicolás Maduro no los publica de forma íntegra, es
necesario ir pinzando aquí y allí y de ese modo montar el rompecabezas. Hay un
equipo de investigación muy respetado en el país, Prodavinci, que presenta un
estudio denominado “La deuda externa: entre la iliquidez y la insolvencia”[1];
sin embargo, es poco confiable en la medida en que su programa para la solución
de la crisis se apoya en medidas macroeconómicas, es decir, medidas que llevan
a un mayor empobrecimiento de los trabajadores y de la población pobre, a través
de la aceptación del pago de la deuda.
Venezolanos viviendo en los árboles – Boa Vista – Roraima –

Brasil. Fotos: Marcelo Sayão.

En un seminario promovido por la Prodavinci, con importantes economistas,


todos concordaron –directa o indirectamente– con la presencia del FMI para
controlar las cuentas nacionales. Entre esos economistas estaba Asdrubal
Oliveiros, que dicho sea de paso, fue parte de la delegación de la MUD en las
reuniones entre el gobierno Maduro y la oposición, que se realizaron en la
República Dominicana. Asdrubal defiende abiertamente que el FMI monitoree la
economía venezolana.

Por otro lado, hay datos incuestionables como el hecho de que en quince años
ingresaron en el país alrededor de un billón ochocientos mil millones de dólares
en la figura de exportaciones petroleras. En 2007, por ejemplo, ingresaron
203.983 millones de dólares. El gráfico demuestra esos ingresos. Pero tener
acceso a ese dato es toda una guerra.
Con ese gigantesco volumen de ingresos, y con la gravedad de los problemas
económicos y sociales, el gobierno opta por la ausencia de transparencia en los
datos. Las estimaciones de la deuda pública oscilan bastante entre 130 y 180.000
millones de dólares. Eso significa una diferencia de casi 40%. El trabajador
venezolano ignora: a) el valor total de la deuda; b) para quién deben; c) adónde
fueron usados los préstamos; d) cuáles fueron las garantías combinadas con los
prestamistas; e) cuáles son las condiciones de pago (¿hay posibilidad soberana de
suspensión unilateral de pago en caso de crisis grave?).

Frente a esta situación recurrimos a investigadores que tradicionalmente trabajan


con la relación entre la deuda pública y la soberanía nacional, como la Plataforma
por la Auditoría Pública y Ciudadana, que cuenta con el apoyo internacional del
Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM). También los
movimientos sociales independientes como “Movimiento de Batalla Social Punta
de Lanza” y la importante pesquisa realizada por la agrupación Marea Socialista.
Por lo tanto, nuestros datos no son condicionados por los “cantos de sirena”[2]
del gobierno ni de la MUD. Buscamos datos e interpretaciones vinculados a la
lucha por la soberanía nacional, movimientos sociales y agrupaciones socialistas.

La formación de la deuda

Aun cuando exista un proceso histórico de formación de la deuda pública


venezolana, en este texto queremos tratar del salto espectacular que fue
continuamente incrementado a lo largo de los últimos quince años. Esto es, el
período de gobierno de Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro.

Deuda pública total 1998-2014 (en miles de millones de dólares – MM)

AÑO VALOR

1998 27.795

1999 28.493

2000 32.089

2001 36.992

2002 34.069

2003 39.814
2004 42.995

2005 46.882

2006 44.105

2007 44.082

2008 44.098

2009 59.912

2010 71.796

2011 79.305

2012 104.804

2013 115.282

2014 131.000

Para la formación de esa admirable evolución de la deuda pública contribuyeron


una serie de actitudes económicas de favorecimiento al gran capital nacional y
extranjero. En otro artículo [3] ya habíamos descrito parte de este proceso y
ahora queremos avanzar con las informaciones, análisis y conclusiones.
Las empresas de “maletín”

En 2013, la ex presidente de la Banco Central de Venezuela, Edmeé Betancourt


denunció (y en función de eso duró solo tres meses en el cargo) que entre 15 y
20.000 millones de dólares habían sido entregados a empresas que fraudaban
documentos, practicando un verdadero fraude económico organizado a través de
la sobrefacturación de importaciones, la solicitud de dólares preferenciales para
compras que no fueron consumadas, entre otros ilícitos. Ese valor mencionado
por Betancourt se refería solamente al año 2012.

El origen de la denuncia se hizo a través del ex ministro Giordani y fue


confirmada por Edmeé. El ex vicepresidente José Vicente Rangel se sumó a las
denuncias y exigió al gobierno que publicase la lista de las empresas de
“maletín”. Los tres personajes de esta historia Giordani, Edmeé y Rangel,
históricamente son personalidades de alta relevancia dentro de las filas del
chavismo. Ninguno fue golpista, escuálido, o cualquier otra denominación dada a
los opositores.

Esa denuncia era apenas la punta del iceberg. Posteriormente, investigando más a
fondo, fue posible confirmar que entre 1998 y 2013 hubo una “acumulación
mafiosa” [4] que llevó a una fuga líquida de 259.000 millones de dólares. Eso
quiere decir que de 1 billón 800 mil millones de dólares en exportaciones
petroleras solamente las empresas de “maletín” se llevaron alrededor de 14,5%.
Ese comportamiento mafioso es solo un ejemplo.

Las denuncias ganaron tal peso que fue imposible controlar su difusión. El
vicepresidente de la Comisión Permanente de Contralor de la Asamblea
Nacional, diputado Jesús Montilla, afirmó que los ilícitos cometidos consistirían
en la realización de importaciones fraudulentas, y que hubo involucramiento
tanto de funcionarios públicos como privados. El ex ministro Rodríguez Torres
afirmó que muchos de esos dólares fueron retirados del país sin que nada haya
sido importado, o importando solamente la mitad de lo que se preveía traer para
el país, o incluso importando mercaderías sobrevaloradas, es decir, mediante el
conocido fraude de sobrefacturación.

¿Quiénes son las principales empresas de “maletín”?

Observamos que entre los años 2004 y 2012 se efectuaron y liberaron 1.709.098
solicitudes de dólares preferenciales para importaciones ordinarias, representando
un total de 156.241millones. Se liberaron más de 19.278 pedidos de liberación de
dólares preferenciales para “otros conceptos”, entiéndase remesa de lucros.
Fueron más de 24.327 millones. Sintetizando, estamos hablando de 1.728.376
solicitudes y 180.568 millones de dólares liberados.

Así, tenemos 10.374 empresas que participaron de esta fiesta con dólares
preferenciales. De esa forma, 1.728.376 solicitudes que fueron aprobadas
representan una media de 167 por empresa o 19 solicitudes por año. Sin
embargo, estudiando un poco más los datos, observamos que las cien mayores
empresas aprobaron 388.529 solicitudes en 9 años, o 432 por año, o 36
mensuales, o más detallado aún, 1,2 solicitudes por día.

Considerando las cinco empresas que más dólares recibieron, se suman 9,63% de
todas las divisas liberadas. Esto significa que 1 de cada 10 dólares a lo largo de
nueve años fue a parar a manos de solo cinco empresas: General Motors, Sidor
(Grupo Techint), Telcel, Toyota y Ford.

Expandiendo un poco más los datos y considerando las quince empresas que más
recibieron, ellas representan 20,01% de todas las divisas entregadas, esto es, 2 de
cada 10 dólares. Al grupo de las cinco empresas arriba mencionadas debemos
agregar Cargill, Chrysler, Provencesa, American Airlines, Digitel, Nestlé,
CANTV, Mitsubishi, Procter & Gamble, Movilnet. De esas quince empresas,
cuatro son de capitales venezolanos y once multinacionales. De las cuatro
nacionales, una es Provencesa, del Grupo Polar, y tres estatales (Sidor, Cantv y
Movilnet) que fueron nacionalizadas en 2004. Vale destacar aún que todos los
dólares recibidos por esas tres empresas [estatales] mencionadas lo fueron antes
de la nacionalización. Dicho claramente, fueron catorce empresas transnacionales
y una nacional las que participaron de esta farra financiera.

Una vez más se comprueba que la verborragia de Chávez contra Bush o la de


Maduro contra Trump es una cosa. La otra cosa, más real, son los favores
concedidos a las transnacionales. En el caso petrolero también se expresa esa
doble política; para mayores detalles vea el filme [5] “Nuestro petróleo y otros
cuentos”, o lea el artículo “Venezuela: concesiones al gran capital, hambre y
represión” [6].

El escándalo FONDEN (Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional)

Esta es una forma más de transferencia “legal” de la renta petrolera para la


burguesía nacional y extranjera, y que sirvió para enriquecer a la boliburguesía.
El decreto de creación del FONDEN fue publicado por la Gaceta Oficial n.°
38.232, del 20/07/2005, y su dirección está constituida por el Ministerio del
Poder Popular para la Economía, Finanzas y Bancos Públicos; por el Ministerio
del Poder Popular para la Planificación; y por el vicepresidente ejecutivo.
Resumiendo, son los principales funcionarios del gobierno chavista. El FONDEN
es un órgano autónomo, casi una empresa estatal y no un ente del Estado
venezolano. Por lo tanto, sus ingresos, gastos y balances no pasan por la
Asamblea Nacional ni por los órganos de control del Estado. Una farra más, que
desvió dinero de la renta petrolera para la construcción civil, proyectos
industriales, y “ayuda” a países amigos, como la construcción del cabo de fibra
óptica submarino que liga a Venezuela con Cuba.

Recibieron recursos del FONDEN los sistemas de transporte masivo, como el


Metro de Caracas, Los Teques, Valencia, Guarenas, Valles del Tuy, Metrocable,
una fiesta para las constructoras y, entre ellas, nuestra conocidísima Odebrecht,
responsable por la mayoría de esas obras. Además, agreguemos las obras para el
Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho (5.581 millones de inversión),
para el Ferrocarril de Guacara (inversión de 8.000 millones), Tercer Puente sobre
el río Orinoco (inversión de 2.500 millones), Empresa de Papel Pulpaca
(inversión de 850 millones), Nueva Terminal de Pasajeros de Barquisimeto
(inversión de 600 millones) y Planta Termoeléctrica Antonio José de Sucre
(inversión de 1.472 millones). Y resaltemos que ninguna de estas obras fue
concluida a pesar de los grandes volúmenes invertidos en ellas. El FONDEN
también financió la construcción de distintas empresas, como las pertenecientes
al área petroquímica, en algunos casos asociado a Brasken del Grupo Odebrecht.

En síntesis, el FONDEN consumió, sin control, la bagatela de 110.255 millones


de dólares entre los años 2005 y 2013.

Administración mafiosa[7] de la renta petrolera y crecimiento de la deuda

Si en quince años ingresaron al país 1,8 billones de dólares provenientes de la


exportación petrolera e incluso así el país se encuentra en la actual situación,
debemos reconocer más allá del concepto de rentismo; precisamos ampliar el
concepto de administración mafiosa de la renta petrolera, renta esta que fue
dirigida al gran capital nacional y extranjero y practicada por una burguesía
lumpen.

La deuda pública venezolana, contraída en nivel nacional e internacional, en los


dieciocho años de gobiernos chavistas-madurista, creció cinco o seis veces. En
1998 era del orden de 30.000 millones de dólares. Hoy, los datos más
conservadores hablan de 150.000 millones mientras otros datos expresan 184.000
millones. Una cuestión relevante es: ¿por qué tamaña diferencia? Los datos
provistos por el gobierno, desde 2015 son camuflados de diversas formas.
Incluso así, investigadores independientes consiguieron dimensionar de forma
aproximada el valor de la deuda.

Jorge Giordani, originario de las filas del Partido Comunista, conoció a Chávez
en la prisión de Yare, en 1992 cuando ambos estaban presos, y se convirtió en
hombre de confianza de Hugo Chávez. Desde el inicio fue hombre fuerte de la
economía en los gobiernos de Chávez, fue cuatro veces ministro de Planificación,
cargo que ejerció por más de una década. En este sentido, comprendemos que su
opinión y sus datos son importantes para este análisis.

Giordani dice que, de 1999 a 2014, ingresó casi un billón de dólares en función
de las exportaciones petroleras. Eso equivale en media a 56.500 millones por
año. En los gobiernos anteriores, sin gozar de la bonanza petrolera, los ingresos
eran mucho menores; en los tiempos de Rafael Caldera estaban en 15.000
millones anuales.

Los datos de Jorge Giordani se contrastan con los estudios del trabajo de
investigación “Sinfonía de un desfalco a la nación: tocata y fuga”, publicado en
2014 (véase el gráfico arriba).
La enorme diferencia en las informaciones prestadas por el ex ministro Giordani
y las del gráfico arriba expresan el camuflaje de los datos económicos de un
modo general, y en particular los referentes a la deuda pública. De hecho,
podemos afirmar que en los próximos diez años solo de servicio de la deuda
deberán ser pagados 90.000 millones de dólares, además de los 150 o 180.000
millones de dólares de la deuda ya existente.

En 2007, Chávez se jactaba de pagar anticipadamente la deuda con el Fondo


Monetario Internacional (FMI). Entonces representaba una contradicción, en la
medida en que llamaba al presidente de los Estados Unidos, George Bush, de
asesino y al mismo tiempo pagaba la deuda al FMI antes de su vencimiento.

Maduro afirma que en los últimos cuatro años pagó 71.700 millones de dólares
referentes a la deuda externa. Afirmó descaradamente que “somos el país que
más pagó por cápita la deuda externa”. Dijo eso incluso en los primeros días de
noviembre de 2017, en el momento en que los indicadores del Banco Central
denunciaban que entre 2012 y 2017 las importaciones se habían reducido de
66.000 millones a 15.000 millones de dólares.

Sin duda, para Nicolás Maduro, su primera opción es el pago de la deuda. No


obstante, esa política sacrifica la importación de alimentos, remedios, materias
primas, insumos, entre otros, que provocaron la caída de la producción industrial,
tales como las piezas de reposición para la industria petrolera y siderúrgica (la
refinería de Puerto La Cruz y la siderúrgica Sidor pasaron varios meses
paralizadas por esos problemas de importación), etc. Los resultados de esa
política son mayor sufrimiento para la clase trabajadora y el pueblo pobre,
además de colaborar para la reducción del PIB.

Suspender inmediatamente el pago de la deuda, hacer una auditoría para verificar


su legitimidad y legalidad. Ese es el camino. Maduro, obviamente, no tiene
interés en auditar la deuda pues significaría reconocer errores graves a lo largo de
las casi dos décadas de gobiernos chavistas. La MUD, como ya informamos, opta
por el monitoreo directo del FMI. En síntesis, Maduro y la MUD están de manos
dadas por seguir pagando la deuda y sin buscar investigar los innumerables
ilícitos financieros.

La falta de alimentos y remedios: un cuadro asustador

La primera cuestión que salta a la vista en el proceso de hambre de la población


es que “El incontrolable aumento del hambre de la población mundial se
presenta como producción de alimentos en formas específicamente capitalistas.
Es un fenómenos histórico. No tiene absolutamente nada de natural. Ninguna
doctrina malthusiana explica lo que pasa”[9]. Por lo tanto, podemos decir que el
Socialismo del Siglo XXI, la Revolución Bolivariana, la Revolución Bonita, o la
denominación que se le quiera dar, esto es, el gobierno chavista-madurista, no
fue capaz de enfrentarse con la estructura capitalista de la producción de
alimentos.

La segunda cuestión tiene relación directa con la bonanza petrolera, con los
niveles históricos de pobreza de la población, y con la fiesta con la renta recibida
por el petróleo. Con el modelo chavista de gobierno, el Estado siguió siendo un
mostrador de negocios de la burguesía, y más, gastaron tanto que quebraron el
país y fueron obligados a recurrir a un mayor endeudamiento.

Esa gestión burguesa, que favoreció transnacionales, banqueros, burguesía


nacional y todavía creó una boliburguesía, es responsable por la quiebra del país
y, como consecuencia, por el hambre y por la miseria a que están sometidos la
clase trabajadora y el pueblo pobre.

En Venezuela, la tasa de crecimiento poblacional está alrededor de 1,9% por año.


Era de esperarse que el consumo de alimentos creciera en el mismo sentido. No
obstante, datos de la Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos
(ESCA), realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas, demuestran que
comparando los datos del segundo semestre de 2012 con los del mismo período
de 2013, de los 62 productos investigados hubo una reducción en el consumo de
55 de ellos. Las mayores reducciones fueron harina de maíz, 16,5%; arroz,
10,5%; pollo, 7,4%; leche en polvo, 7,5%; carne de vaca, 7,3%; y pastas, 7,7%.
En el primer semestre de 2014 continuaron las caídas en el consumo, y esta vez
dicha caída alcanzó 57 productos.

Según la ENCA (Encuesta Nacional de Consumo de Alimentación), de 2013 a


2015 el número de personas que comían tres veces por día disminuyó de
14.358.559 a 11.994.521, y el número de consumo inferior a tres comidas diarias
aumentó de 1.115.228 a 1.704.519 personas.

La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, sindicato patronal de la


industria alimenticia, informa que en 2016 la producción cayó 21% en relación
con 2015. La caída es violenta: arroz, 13%; harina de maíz, 25,5%; harina de
trigo, 12,7%; pastas, 22,8%; aceites, 21,8%; margarina, 61%; mayonesa, 49,7%;
azúcar, 9,8%; y salsa de tomate, 16,1%.

La caída en la producción de alimentos se relaciona con la no liberación de la


importación de insumos y materias primas para la industria alimenticia. Y para
empeorar la situación, el gobierno no compensó la falta de producción con la
importación de alimentos. El resultado fue la escasez y la aceleración de la
inflación. La inflación general de 2015 fue de aproximadamente 180% y la de los
precios alimenticios fue de 739%. Para 2016, aunque el Banco Central no haya
afirmado taxativamente el valor de la inflación, se trabaja con un índice de 500%.
De manera progresiva, imaginen ahora el valor de la inflación en los alimentos.

Lo mismo ocurre con los remedios. No hay remedios básicos ni planes


defensivos contra enfermedades. “En relación con los medicamentos la situación
es crítica. Según cifras de CADIVI el Estado entregó más de diez mil millones de
dólares preferenciales a empresas farmacéuticas… pero no hay medicamentos…
o se cogieron los reales [el dinero] o se llevaron los medicamentos al
exterior”[10], afirma el Dr. Oscar Feo Istúriz, profesor de Salud Pública en la
Universidad de Carabobo.

Así, crecen los indicadores de zika, chikunguña, paludismo, sarampión, difeteria


y parásitos intestinales. Niños desnutridos y con enfermedades de fácil control
afectan alrededor de 30% de ellos en el país, según la organización Cáritas.
Mueren o adolecen muchas personas por enfermedades de fácil prevención.
Ejemplo de eso, las tasas de mortalidad materna están por encima de 100 y las de
mortalidad infantil por encima de 20‰.

Las mujeres pagan un precio especial en esta crisis. Debido a la destrucción de


las familias por el desempleo, el hambre, el alcoholismo, las mujeres asumen
solas el papel de sostenedoras de la familia, además de embarazarse más
temprano en la medida en que no se consigue un simple anticonceptivo en las
farmacias.

Foto: grupac – Registro de las marcas de hambre en un hospital de Caracas.


La izquierda deja esa denuncia en las manos de la burguesía

Frente a las crueles consecuencias de la política económica chavista, en especial,


el pago de la deuda externa a costa de imponer literalmente el hambre, la miseria
y la diáspora de venezolanos, verificamos que esas denuncias han quedado en las
manos de la prensa burguesa y sus políticos. La izquierda socialista, ganada por
el “canto de sirena” de un supuesto socialismo, antiimperialismo, o hasta incluso
de un gobierno con trazos de soberanía, acaba callándose.

Lo que dicen los movimientos de izquierda

Los movimientos de izquierda latinoamericanos, en especial, han tenido una


orientación que va del apoyo a Maduro a las formas vergonzosas y camufladas de
apoyo. El Partido Comunista de Venezuela, según su dirigente Oscar
Figuera, “no dará un cheque en blanco a Maduro en las próximas elecciones”.
De cualquier manera, con cheque en blanco o no, ya indica que apoyará a
Maduro. En el Brasil, el PSOL (Partido Socialismo y Libertad), en nota de su
Secretaría de Relaciones Internacionales, afirma: “El Partido Socialista
Unificado de Venezuela (PSUV) venció en 18 de los 23 Estados de la República y
da continuidad a las reformas iniciadas con la primera victoria del comandante
Hugo Chávez, en diciembre de 1998”. En ese sentido, la dirección del PSOL
habla de reformas que ya desaparecieron con la crisis y se calla sobre los
métodos mafiosos de la administración de la economía, del pago de la deuda
externa a costa del hambre y la miseria de la población.

En la misma línea de defensa escribió su dirigente, el ex candidato a gobernador,


Gilberto Maringoni, cuando afirmó: “¿Por qué es vital apoyar a Maduro, a
pesar de sus insuficiencias y errores? Porque la caída del chavismo no mejorará
en nada la situación de la izquierda ni interna ni externamente… Asistiremos a
una tragedia anunciada aún mayor para la población local…”[11]. Frente a
tales afirmaciones nos resta la pregunta: ¿cuál tragedia podría ser peor que el
hambre producido por la política económica aplicada por casi dos décadas a
través del modelo chavista?

Es preciso dejar la verborragia de lado y luchar por la segunda


independencia

En los últimos años avanzó a paso de vencedores el proceso de recolonización de


Venezuela. El discurso anti Bush o anti Trump no puede ser confundido con la
práctica antiimperialista. De hecho, en estas casi dos décadas de modelo chavista
lo que se vio fue la entrega del petróleo, de los minerales, y el pago de la deuda al
capital usurero internacional. Eso sin hablar del escándalo de las empresas de
“maletín”, que favoreció al capital extranjero. Es preciso romper con el
imperialismo, es preciso luchar por la segunda independencia.

Medidas obreras y antiimperialistas…

Para los que creen que Venezuela es un país soberano y camina hacia el
socialismo, para los que saben que Venezuela no es soberana pero dicen que el
gobierno Maduro es relativamente independiente, seguramente el autor de este
texto sufre de un alto grado de miopía sectaria.

Para los que piensan así, que somos sectarios, proponemos tres tareas (en los
marcos del capitalismo, no se hace necesaria la dictadura del proletariado para
conseguirlas), y que están planteadas para los trabajadores y el pueblo pobre de
Venezuela. Una tiene que ver con los derechos de los trabajadores pisoteados por
el chavismo. Las otras dos se relacionan con la soberanía nacional, el tema de la
deuda, y los recursos naturales. Entonces, vamos a la tareas propuestas abajo.

I. Los trabajadores y el pueblo pobre siempre fueron convidados para los grandes
actos durante el auge del chavismo. Sin embargo, a ellos les fue negado su libre
derecho a decidir sus destinos. La derrota del lockoutpetrolero de 2002 solo fue
posible por la organización de los llamados Comités Guias, verdaderos
embriones de doble poder que garantizaron el funcionamiento de las empresas. El
chavismo, en especial el vicepresidente José Vicente Rangel, de relaciones hoy
distanciadas con Maduro, jugó un papel de primera importancia para
desmovilizar y desmontar las organizaciones de los trabajadores[12].

Las olas de represión a los trabajadores fueron una constante a lo largo del
Socialismo del Siglo XXI. En el auge de la embriaguez por el chavismo, la
represión corría suelta contra los trabajadores el pueblo pobre[13]. En 2008,
fueron asesinados tres importantes dirigentes obreros en Aragua, entre ellos, el
histórico Richard Gallardo; en 2009, fue asesinado el dirigente de la empresa
Toyota, Argenis Vázquez y, también ese año, dos compañeros más de la
Mitsubishi tuvieron el mismo fin. Para no extender mucho la lista, vamos
solamente a recordar uno más: el cacique Sabino Romero, de la etnia Yukpa,
dirigente de las luchas por la demarcación de tierras indígenas. La lista es grande,
así como la impunidad, si consideramos que en ninguno de los casos los
mandantes fueron presos.

Hubieron otras formas más sutiles de represión, pero no dejaron de ser


represivas. Es el caso de las elecciones sindicales, que no son decididas
libremente por los trabajadores y sus entidades pues el Estado venezolano, a
través del Consejo Nacional Electoral, es quien determina las condiciones
electorales y fija la fecha. No obstante, la elección que el chavismo puede perder,
no se marca. Hace ocho años que no hay elecciones en la Federación Petrolera.

La misma cosa ocurre con los contratos colectivos de trabajo. Solo existen
contratos con la homologación del Ministerio del Trabajo, y siendo así, hay
contratos vencidos hace más de una década.

Por el desmonte de las organizaciones de los trabajadores, la represión y las


muertes mencionadas, por el impedimento de elecciones sindicales y la no
contratación colectiva, sin duda, podemos decir que el chavismo es para los
trabajadores tan reaccionario como la mayoría de los gobiernos latinoamericanos.
Y no hay cómo decir que es por el “peligro de la derecha” que se dan esas
actitudes “defensivas” de carácter bonapartista, pues la práctica de ellas viene
desde el inicio de los años de 2000.

Entonces, la primera tarea para el movimiento obrero y de los trabajadores es su


lucha por “libertad y autonomía sindical”. Por el derecho de elegir a sus
dirigentes, por contratos colectivos, y más que todo: basta de represión y muerte
para los que luchan por el pan.

II. La segunda gran tarea es sobre la deuda pública. En diez años, esto es desde
2004 hasta 2014, años de bonanza petrolera, la deuda creció 246,4% pasando de
39.000 millones de dólares a 135.000 millones, según datos del Banco Mundial.
Mientras el pueblo muere literalmente de hambre, Maduro afirma que en los
últimos cuatro años pagó 71.700 millones de dólares referidos a la deuda externa.
Al mismo tiempo, los indicadores del Banco Central denuncian que entre 2012 y
2017 las importaciones se redujeron de 66.000 millones a 15.000 millones de
dólares.

Por eso, se hace necesario suspender inmediatamente el pago de la deuda, hacer


una auditoría para verificar su legitimidad y legalidad. Esa es también la
propuesta de la Plataforma por la Auditoría Pública y Ciudadana, “en cuanto
a la necesidad, cada vez más urgente, de declarar la moratoria unilateral de la
deuda y, abrir, con el apoyo internacional del Comité para la Abolición de las
Deudas ilegítimas (CADTM), una auditoría pública y ciudadana, con la
participación de los movimientos sociales y el pueblo organizado, para
determinar qué parte de esa deuda es odiosa e ilegítima,y así, ante el pago del
servicio de la deuda, tal como lo viene haciendo el Gobierno, darle respuesta a
los múltiples problemas de salud y alimentación por los que está atravesando el
pueblo venezolano”.

III. La tercera gran tarea es la defensa de su principal fuente de recursos: el


petróleo. Frente a la crisis económica, en los últimos años, los gobiernos de
Chávez y Maduro, a pesar de toda su retórica, hicieron numerosas concesiones al
capital transnacional para que este tuviese acceso a las riquezas naturales y
avanzase en la recolonización del país. Son varios los ejemplos de concesiones,
entre ellos podemos citar el endeudamiento (y compromiso de la soberanía
nacional) de la PDVSA entre los años 2006 y 2014. En ese período, su deuda
financiera salta de 2.904 millones para 45.736 millones de dólares.

Para equilibrar las cuentas de la PDVSA se realizó la venta de 23,7% de las


acciones de la Petromonagas, para la petrolera rusa Rosneft (léase Exxon Mobil)
por 500 millones. Con esa transacción, el Estado venezolano redujo su
participación de 84% a 60%. Las acciones fueron vendidas a precio de gallina
muerta. Eso sin hablar de la entrega de 50% de la Citgo para garantía de
préstamos de la deuda pública.

En la medida en que el país fue perdiendo la soberanía sobre su petróleo, el


gobierno Maduro intentó encontrar otras concesiones para seducir al capital
extranjero. La creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco
Minero del Orinoco es la principal expresión de esa nueva política. Un área que
corresponde a 12,2% del territorio venezolano, que fue liberada para la
explotación minera. El Estado tendrá el control de 55% de las acciones y las
transnacionales, del 45%. Los principales minerales que serán explotados durante
40 años son bauxita, oro, cobre y diamantes, entre otros. Como es Zona
Estratégica, no serán aplicadas las Leyes Laborales vigentes en otras regiones, y
serán restringidos los derechos de asociación para los moradores.

Por lo tanto, esas tres tareas inmediatas para combatir el hambre y la


desesperación de las familias de trabajadores y del pueblo pobre venezolano, para
muchos podrán ser la expresión de sectarismo. A los que piensan así, rebatiremos
con el poeta Roque Dalton: El deber de todo revolucionario es ser por lo menos
más revolucionario que la burguesía más “revolucionaria”.[14]

… ¿con o sin Maduro?


Defendemos la Libertad y Autonomía Sindical, la suspensión y la auditoría de la
deuda, y la defensa de los recursos naturales, las que son políticas opuestas a las
aplicadas en casi dos décadas por Chávez y Maduro. La MUD (Mesa de Unidad
Democrática), oposición burguesa, también defiende esas mismas políticas
implementadas por el chavismo.

Por ese motivo, hacemos nuestras las palabras del Manifiesto Internacional en
apoyo al pueblo y a los trabajadores de Venezuela, al afirmar que:

La solución para el pueblo venezolano no vendrá tampoco por negociaciones


entre Maduro, la MUD y el imperialismo para seguir aplicando uno de los
planes de ajuste más terrible en la historia de ese país. La única salida posible
seguirá siendo la lucha y la movilización unitaria para que se vaya este gobierno
y su política hambreadora y dictatorial. Por esto nosotros proponemos la
organización de una huelga general para derrocar a Maduro e imponer una
alternativa obrera para el país.
En Venezuela expresamos nuestro apoyo a toda movilización popular que apunte
a ese cambio de fondo que imponga un plan económico de emergencia obrero y
popular, que expropie a las multinacionales y saque al imperialismo, que
nacionalice cien por ciento el petróleo para el pueblo venezolano, que deje de
pagar la deuda externa y utilice todos estos recursos para dar alimento, salud,
educación y trabajo al pueblo trabajador. En ese camino apoyamos toda
iniciativa unitaria que contribuya a la construcción de una alternativa política
independiente, socialista y de los trabajadores.

Notas:

[1] http://prodavinci.com/especiales/la-deuda-externa-entre-la-iliquidez-y-la-
insolvencia/index.html
[2] Dice la mitología griega que la seducción provocada por las sirenas se daría a
través del canto. Los marineros que eran atraídos por su canto y se aproximaban
lo suficiente para oír su bellísimo sonido, se descuidaban y naufragaban.

[3] https://litci.org/es/menu/especial/crisis-del-chavismo/venezuela-concesiones-
al-gran-capital-hambre-represion/

[4] Sinfonía de um Desfalco a la Nación: Tocata y fuga… de Capitales.


In https://www.aporrea.org/contraloria/n257348.html

[5] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=EOooQbfbAL4

[6] Disponible en: https://litci.org/es/menu/especial/crisis-del-


chavismo/venezuela-concesiones-al-gran-capital-hambre-represion/

[7] El concepto “patrón mafioso de extracción de renta petrolera” no fue creado


por este autor. Es la expresión usada por los sectores intelectuales, de izquierda y
movimientos sociales no comprometidos con Maduro o con la MUD.

[8] https://www.aporrea.org/contraloria/n257348.html

[9] http://criticadaeconomia.com.br/as-modernas-formas-da-fome-capitalista-2/

[10] ¿Cómo está la salud en Venezuela? –


https://www.aporrea.org/actualidad/a257515.html

[11] https://www.revistaforum.com.br/blogdomaringoni/2017/08/02/nao-ha-
nuances-na-venezuela-ou-se-esta-de-um-lado-ou-de-outro/

[12] Sobre este tema vale a pena leer la tesis de doctorado de Fernando Sérgio
Damasceno, “Luta operária e participação popular na Venezuela: estudo sobre a
resistência dos trabalhadores – O paro petroleiro de dezembro de 2002” o el libro
del mismo autor: “A Face oculta da Venezuela: do controle operário da produção
à hegemonia de Chávez”. ILAESE, San Pablo, 2015.

[13] Revolución no rima con represión. In


https://www.aporrea.org/trabajadores/a26625.html

[14] Roque Dalton. Um Libro Rojo para Lenin.

Traducción: Natalia Estrada.

https://litci.org/es/menu/mundo/latinoamerica/venezuela/los-des-caminos-la-izquierda-pagar-la-
deuda-comer-maduro/

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