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EXAMEN TEORÍA DEL

DESARROLLO ADOLESCENTE
Etapa de latencia

Esta etapa del desarrollo se encuentra ubicada cronológicamente después de


la etapa fálica, y comienza a partir de la resolución del complejo de Edipo. Se
caracteriza por el sepultamiento de la sexualidad, pasando a una “sensualidad”;
debido a esto, la energía libidinal del niño se concentra en las actividades
intelectuales, físicas y de crecimiento personal.

En esta etapa la socialización es sumamente importante, dado que el niño se


separa de sus objetos primarios y descubre a otras familias y personas
distintas a aquellas con las que siempre ha convivido. El niño latente comienza
a separarse de sus padres poco a poco con el fin de buscar mayor
independencia, sin embargo, durante los primeros momentos de la latencia aun
busca el apoyo de un adulto mientras su Yo se afianza lo suficiente para hacer
las cosas por sí mismo.

Además, existe un fuerte vínculo con los pares y compañeros de la misma


edad, con quienes comparte gustos y aficiones, además de una constante
competencia y comparación con ellos. Es común que los niños prefieran estar
con compañeros del mismo sexo, ya que se identifican con ellos y suelen
alejarse un poco de sus compañeros del sexo opuesto.

También es aquí donde el súper yo se instaura definitivamente, por lo que


surgen los llamados 3 diques: asco, pudor y vergüenza. Gracias a esto, el niño
logra pasar de un proceso primario de pensamiento a un proceso secundario,
donde reflexiona sus acciones y aprende a pensar antes de actuar.

La motricidad y el crecimiento físico juegan un papel importante en esta etapa,


ya que le sirven al niño como descarga tanto agresiva como libidinal. Es por
eso que los niños de esta etapa buscan actividades físicas o artísticas que les
permitan ejercitar su cuerpo y mantener una competencia sana con sus pares.
La etapa de latencia se divide en dos partes: la primera, llamada latencia
primaria, abarca de los 6 a los 8 años, y se caracteriza por el inicio del control
de las pulsiones hecho por el yo. Sin embargo este aun es precario y no llega a
completarse sino hasta la 2da etapa llamada latencia secundaria. Desde los 8 a
los 12 años, el niño desarrolla más ampliamente su proceso secundario de
pensamiento, además de su sentido de identidad propia, los roles sociales y
logra separar el pensamiento fantástico (característico de edades más
pequeñas) del pensamiento real.

En cuanto a las relaciones de objeto en esta etapa, es importante recordar que


el niño o niña en cuestión se relacionara con sus pares de la misma forma en
que se relaciona con su padre o su madre, ya que estas son las figuras que él
ha interiorizado y es así como el buscara comportarse frente a los demás.

Durante la latencia la sexualidad se encuentra adormecida, sin embargo


pueden existir algunas manifestaciones de la misma en ciertos casos. Dichas
manifestaciones se encuentran enfocadas hacia la parte sensorial y placentera,
sin buscar un fin reproductor o una sexualidad de tipo adulto. Esto debido al
mecanismo de represión que permite “ocultar” aquellas experiencias edípicas,
las cuales revivirán al finalizar la etapa de latencia con el despertar hormonal
característico de la adolescencia.

TEMA DE PUBERTAD

ETAPA DE ADOLESCENCIA

La adolescencia se encuentra marcada por aquellos cambios físicos ocurridos


en este tiempo, tales como crecimiento de los caracteres sexuales primarios y
secundarios; los cuales indican el posible comienzo de una vida sexual activa y
con fines genitales.

Pero la adolescencia es mucho más que esto, ya que dentro de este síndrome,
como lo llama Aberastury, existen diversos acontecimiento que la caracterizan:
búsqueda de la identidad, crisis religiosas y culturales, desubicación temporal,
despertar sexual, cambios de humor y separación de los padres.
Aquí también se deshace aquella barrera que separa a los niños con las niñas
y comienza a manifestarse un interés por el sexo opuesto de forma romántica y
sexual.

Además de esto, existen 3 duelos por los que los adolescentes pasan: el
primero es el duelo por el cuerpo infantil, dentro del cual se busca una
adaptación a un cuerpo en constante cambio y que por lo tanto no es
reconocido como el propio. El chico o chica añora aquel cuerpo que ya conocía
y controlaba hasta el momento, por lo que los cambios físicos pueden ser
recibidos como algo negativo y puede existir una gran afectación emocional.

El segundo duelo es el duelo por los padres de la infancia; el adolescente solía


ser protegido, cuidado y amado por sus padres siendo el un niño pequeño.
Pero ahora que ya ha crecido, se encuentra con que sus padres le imponen
normas, le impiden hacer lo que él quiere y cuyas constantes demandas lo
disgustan.

El tercer duelo es el duelo por la identidad. El adolescente ya conocía de


memoria a su yo infantil, pero ahora desconoce quién es, que le gusta y hacia
dónde quiere ir. Por lo que se manifiesta una crisis emocional donde hay una
búsqueda constante de su verdadera identidad.

 Opinión personal y agregar ejemplo.

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