Vous êtes sur la page 1sur 10

RESUCITADO CON CRISTO –

LEVANTADO CON CRISTO


"La muerte se destruyó así misma, cuando resucito Cristo" - Romaine.
El acontecimiento más grande que jamás haya ocurrido en la historia es la
resurrección de Jesucristo. La obra de Cristo se divide en lo que EL realizó
como nuestro Sustituto, y lo que hizo como nuestro Dador de la vida. Él no
sólo llevó nuestros pecados en la cruz, sino que nos da la vida eterna. Como
creyentes miramos hacia atrás en nuestra vieja naturaleza, el viejo hombre,
la pena por el pecado y su castigo, y hacia adelante a "todas las cosas que
se han convertido en nuevas" en Cristo.
El apóstol Pablo declara en
1 Cor. 15:17 RVR
"si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros
pecados"
2 Corintios 5:21
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como
pecador,[b] para que en él recibiéramos[c] la justicia de Dios.
Déjeme decirle que si Jesucristo se encuentra aún en una tumba fría y
oscura en Jerusalén, entonces significaría que nosotros aún estamos en
nuestros pecados y debemos pagar nuestra propia pena de muerte como
pecadores. La paga del pecado debe ser pagado en su totalidad. Por eso las
escrituras dicen que "Si Cristo no resucito vana es vuestra fe. . . ", Y usted
todavía está muerto en vuestros delitos y pecados.
Puesto que Cristo ha resucitado de los muertos y nosotros nos levantamos
con Él, no estamos en nuestros pecados. Nosotros "no pereceremos."
El apóstol Pablo escribió:
Colosenses 3:1
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Se nos ha dado vida junto con Cristo, juntamente con Él resucitados en los
lugares celestiales en Cristo Jesús
Efesios 2:4-6 NVI
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por
nosotros, 5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos
en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! 6 Y en unión con
Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones
celestiales
RVR
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos
amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con
él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales
con Cristo Jesús,
Analicemos rápido esto:
V5 griego [suzoapoieo] vivificar, revivir.
V6 griego [sunegaro] levantar, resucitar, revificar espiritualmente.
Nosotros hemos sido hechos vivos con Cristo, y nos hemos convertido
permanentemente unidos a Cristo en la semejanza de Su resurrección.
Colosenses 2:13
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de
vuestra carne, os dio vida juntamente con él (Suzoapoieo),
perdonándoos todos los pecados"
Nuestra resurrección en Cristo Jesús, nos eleva a una vida nueva en Cristo,
es decir

"En Cristo crucificado nos despojamos del hombre viejo,


en Cristo resucitado nos vestimos en el hombre nuevo".
La cruz fue para la destrucción del cuerpo de pecado, la resurrección fue
para impartirnos el principio de la vida divina. Eso quiere decir que hay
un principio de vida nueva trabajando en nosotros y nosotros tenemos una
opción, en cuanto a cual poder nosotros nos rendiremos.
El Cristo resucitado da vida a los muertos, al alma no regenerada en esta
vida. Fíjese lo que dice la escritura
1 pedro 1:3
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su
grande misericordia nos hizo renacer (griego: Anagenao = nacido de
nuevo ó metafóricamente: Tener la mente cambiada para vivir una nueva
vida, ajustada a la voluntad de Dios) para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos
Los creyentes ya están resucitados con Él, a través de la fe de la operación
de Dios. Debido a que hemos llegado a estar unidos a Cristo en Su
resurrección, la vida divina ha sido impartida a nosotros.
Nosotros tenemos el poder para vencer el pecado en nuestras vidas día a
día; además, hemos recibido la adopción de hijos, porque así dice la
Palabra en
Romanos 1:4
Que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Porque Él vive, nosotros también vivimos. Él es el Dador de la vida.
Nosotros disfrutamos de la vida eterna, porque Él ha resucitado de los
muertos. Ahora anotemos esto en nuestra mente:

La única manera de vivir la vida cristiana es permanecer


en el Cristo resucitado y llevar nuestra vida espiritual
conforme a Él.
Porque Cristo vive disfrutamos de Su morada en nosotros por Su Espíritu.
En efecto, si Cristo no hubiera resucitado de entre los muertos, no
tendríamos el Espíritu de Dios. Nosotros estamos (por la acción de
Jesucristo) identificados con EL y ¿Por qué? Cuando Él murió, nosotros
morimos. Cuando Él resucitó, nosotros resucitamos con Él, y ahora
estamos sentados con Él en los lugares celestiales. Nosotros hemos sido
resucitados de los muertos y ahora caminamos en el poder de Su
resurrección – es decir caminamos en la "vida nueva" ya que compartimos
en Su vida.
Romanos 6:11
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro
Puesto que hemos sido crucificados con Cristo, y fuimos muertos en Él,
también debemos ser uno con Él en Su resurrección.
***************************************** **************************************
Entonces veníamos diciendo que si Cristo murió, el creyente ha muerto
juntamente con Cristo y así como Cristo resucitó, el creyente también ha
resucitado juntamente con Cristo.
Gálatas 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí
Esta profunda verdad espiritual tiene implicaciones directas sobre la vida
de santidad del hijo de Dios.

La santidad, no se logra por medio de someterse a un


código estricto de conducta, los judíos que se esforzaban
por guardar la ley de Moisés, son la mejor prueba de
ello. La santidad tampoco se logra por medio de orar,
ayunar, leer la Biblia, servir al Señor o cosas por el
estilo. Todo esto es bueno, y el creyente debe ocuparse en
ello, pero la santidad no es el fruto de hacer estas cosas.
Entonces ¿Qué es lo que produce santidad? Pues la muerte.
Romanos 6:6-14.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente
con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido
justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que
también viviremos con él; 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado
de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10
Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en
cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos
muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de
modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco
presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de
iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de
entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos
de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues
no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
En este pasaje bíblico encontramos DOS cosas que permiten a un creyente
vivir en santidad.

El creyente fue crucificado con Cristo.


Romanos 6:6-7
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente
con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado
del pecado.
Si desea vivir en santidad, amable oyente, es necesario que sepa que su
viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo. Cuando Pablo habla
del viejo hombre, se está refiriendo a todo lo que era el creyente antes de
recibir a Cristo como Salvador. Es viejo - por razón de la presencia de la
nueva vida en Cristo. Además el viejo hombre es sinónimo de cuerpo del
pecado, el cual, mediante la muerte, ha sido destruido y esto de destruido
no significa que ya no existe, sino que ha sido hecho ineficaz o que ha
perdido su poder. El creyente entonces no está obligado en absoluto a
satisfacer las demandas del viejo hombre o del cuerpo. Debido a su unión
con Cristo, el creyente ha muerto y por tanto ha sido justificado del pecado.
Esto significa que debido a su muerte en Cristo, el creyente ya no está más
bajo el dominio o control del pecado.
PRIMERO

El creyente debe saber que ha resucitado con Cristo.


Romanos 6:8-10
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él,
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no
muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió,
al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios
vive.
Por medio de su total y absoluta unión con Cristo, el creyente murió con
Cristo, pero también resucitó con Cristo. El contexto sugiere que el creyente
no sólo vivirá en la presencia de Cristo, sino también, que todos los que
hemos muerto con Cristo, podemos vivir en este mundo una vida
totalmente consistente y consciente con la santidad de Cristo. Así como la
muerte ya no tiene dominio sobre Cristo, el pecado tampoco tiene dominio
sobre el creyente ha muerto con Cristo y ha resucitado con Cristo.
CRISTO MURIÓ AL PECADO EN DOS SENTIDOS
 Por un lado, en relación con la paga del pecado - Cristo satisfizo
las demandas legales que pesan sobre el pecador
 y por otro lado, en relación con el poder del pecado, con su
muerte, Cristo privó para siempre el poder del pecado sobre los
que son suyos. La muerte de Cristo ocurrió una sola vez.
Lo que Pablo está diciendo entonces es que los creyentes también han
muerto al pecado de la misma manera. Así como Cristo una vez resucitado
vive para la gloria de Dios, el creyente también, una vez resucitado con
Cristo vive para la gloria de Dios, no para servir al pecado. De modo que,
el creyente que desea vivir en santidad tiene que saber estas cosas.

VIVIR EN SANTIDAD ES – CONSIDERAR, DETERMINARSE

Romanos 6:11-12
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para
Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en
vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
concupiscencias.
Sobre la base de todo lo que Pablo viene diciendo, lo cual se debe apreciar
con el intelecto, es necesario que en fe, actúe la voluntad.

La voluntad actúa en fe cuando nos consideramos


muertos al pecado. El verbo “considerar” es la
traducción de un verbo que significa enumerar o contar
algo. Tiene que ver con aceptar por la fe lo que Dios ha
revelado como verdadero. Lo que Dios ha revelado como
verdadero es que el creyente está muerto al pecado, pero
vivo para Dios, por el hecho de estar en Cristo Jesús,
Señor nuestro.
Estar muerto al pecado significa que el creyente ya no
tiene necesidad de responder a los impulsos que
provienen del pecado.
Estar vivo para Dios significa que el creyente está en
capacidad de responder a los impulsos que provienen de
Dios.
Cuando el creyente se apropia de fe de lo que dice este texto, entonces el
creyente está en capacidad de no permitir que reine el pecado en su cuerpo
mortal – esto es a cuerpo, mente, facultad de pensar, lo cual puede tentar
al creyente a satisfacer sus concupiscencias, o sus malos deseos.

VIVIR EN SANTIDAD ES PRESENTAR

Romanos 6:13-14
Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios
como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como
instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Presentar nos habla de una decisión de la voluntad. Antes que el pecado se
enseñoree sobre el creyente, primero debe vencer a la voluntad del
creyente.

El creyente peca cuando quiere pecar, no cuando es


obligado a pecar.
Ahora esto de presentar aparece primero en forma negativa y después en
forma positiva.
 En forma negativa, Dios por medio de Pablo dice: ni tampoco
presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de
iniquidad.
Los miembros del cuerpo del creyente son los medios por
los cuales el pecado desea ser satisfecho. Pueden ser los
ojos, los oídos, las manos, los pies, y todas las otras partes
del cuerpo. El creyente debe estar en guardia para no
presentar los miembros de su cuerpo al pecado como
instrumentos de iniquidad.
 En forma positiva, Dios por medio de Pablo dice: sino presentaos
vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Por su nueva vida en Cristo, el creyente debe presentarse a
Dios como tal, como alguien que vive, como alguien que ha
resucitado de entre los muertos. El creyente por tanto no
debe hacer las obras propias de los muertos, porque el
creyente está vivo de entre los muertos. Es decir un creyente
no debe andar o vivir en el pecado, porque eso es algo
propio de lo que era antes, algo que murió juntamente con
Cristo.
Por eso es que Pablo termina esta sección diciendo: Así el pecado no tendrá
dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la gracia.
Esto no significa que Dios ha abrogado [suprimido, abolido, inhabilitado]
su ley moral. La ley es santa y el mandamiento santo justo y bueno, pero
ningún ser humano lo puede cumplir en su totalidad, y por eso el ser
humano cae bajo el peso de esa misma ley. Pero los creyentes ya no estamos
bajo la ley como condición para ser aceptados por Dios, una condición
imposible de cumplir para el ser humano, porque…

La ley fue dada para que el ser humano reconozca que es


imposible que pueda cumplir con las justas demandas
de Dios para ser justificado o declarado justo.
Romanos 8:1-2
Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte
Romanos 5:16-18
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu; y el del
Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis
bajo la ley
1corintios 9:27
Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber
predicado a otros, yo mismo quede descalificado
Podríamos continuar con esos pasajes que instruyen al creyente a
deshacerse de la vieja vida (o la vieja naturaleza) y caminar en la nueva
vida (o la nueva naturaleza). Parece obvio que lo que Pablo dice es que una
vez que hemos sido crucificados con Cristo, entonces tenemos la habilidad
a través del poder del Espíritu y la naturaleza de Cristo en nosotros, para
escoger no pecar.
Depende de nosotros el escoger caminar en el Espíritu, y no en la carne.
Depende de nosotros el vivir en la luz, y no en la oscuridad. Depende de
nosotros morir a nuestra vieja naturaleza egoísta, y permitir que la
naturaleza de Cristo viva en nosotros. Consideremos esto:

 Cuando Pablo dice que él ya no vive, sino que Cristo vive en él, esa
es una declaración que él elige.
 Cuando Pablo dice que muere diariamente, es una declaración que
él elige.
 Cuando Pablo dice que mantiene a su cuerpo sometido, es una
declaración que él elige.

No debemos utilizar la excusa de que somos pecadores


de nacimiento, porque hemos nacido de nuevo, ¡y ese
nacimiento es en justicia!
Lo que estamos diciendo es que:

Por la gracia de Dios, soy capaz de no pecar!" A los ojos


de Dios, mi vieja naturaleza está muerta, crucificada
con Cristo.
Cuando Pablo declara que debo considerarme a mí mismo como muerto,
está diciendo que tengo que verme como Dios me ve. Esto requerirá auto-
disciplina, auto-control, y el romper viejos hábitos. La vieja naturaleza no
se rendirá pacíficamente. Ha estado en control por demasiado tiempo para
irse sin pelear. Pero cada batalla luchada y ganada a la vieja naturaleza
hace que se debilite, y hace que la nueva naturaleza espiritual se haga más
fuerte. ¡Y no hay un sitio en todas las Escrituras donde diga que tenemos
que vivir derrotados!.
Romanos 6:16
¿Acaso no saben ustedes que, cuando se entregan a alguien para
obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son,
ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a
la justicia
Versión La Biblia al día
¿No comprenden que Ustedes pueden escoger de quién ser esclavos?
Pueden escoger el pecado y morir ó la obediencia y ser justos. Aquello
que escojan se apoderará de ustedes y los esclavizará.
La Biblia nos dice que a quien nos sometamos a obedecer, de ése somos
esclavos. No debemos someternos al pecado, pero debemos someternos a
Cristo.
 Debo entender que a través de la muerte expiatoria de Cristo, Él
proporciona los medios por los cuales podemos liberarnos del
pecado.
 Debemos reconocer que aunque Dios nos ha proporcionado los
medios para liberarnos, en Su soberanía Él ha puesto la elección en
nosotros en cuanto a cuál naturaleza nos someteremos. En otras
palabras, ¡Usted elige!
 Debemos considerarnos muertos, ya que quien está muerto está libre
del pecado y vivos para Dios.
En resumen entonces, debemos saber que lo que era antes ha muerto
juntamente con Cristo y ha resucitado un nuevo ser totalmente diferente al
anterior. Ya no es necesario que responda a los impulsos del pecado sino
que responda a los impulsos de Dios. Si resucitado con Cristo." ¿Está vivo
en Él? ¿Le ha vivificado y le ha dado una nueva vida? Estamos en Cristo, y
Él está en nosotros. ¡Muertos con Cristo, resucitados con Cristo!

Vous aimerez peut-être aussi