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TEMA 28: EL TEXTO EXPOSITIVO

1. INTRODUCCIÓN
2. LA EXPOSICIÓN.
2.1. Aspectos pragmáticos.
2.2 Aspectos estructurales.
2.3. Aspectos lingüísticos.
3. FORMAS MÁS COMUNES DE LA EXPOSICIÓN.
4. CONCLUSIÓN
5. BIBLIOGRAFÍA

1. INTRODUCCIÓN.

La lingüística del texto o el análisis del discurso se ha interesado especialmente en la


elaboración de diferentes tipologías textuales o discursivas que den cuenta de cómo las estructuras
lingüísticas se organizan según las intenciones o finalidades que se pretenden conseguir.
Sus características y procedimientos de construcción han sido fijados por la retórica clásica,
que estableció ya desde antiguo la importancia de la determinación de las ideas que constituirán el
texto(invención), de su organización interna(disposición) y de la selección de los elementos
lingüísticos para expresarlo(elocución).

Bronckart considera que el narrar y el exponer constituyen los dos grandes órdenes
discursivos a través de los que discurre la comunicación humana. Dentro del orden expositivo del
exponer, explicar y argumentar constituyen etiquetas referidas a dos modos cercanos y sin embargo
diferentes, de organización del discurso expositivo.
Estas dos actividades discursivas se producen de forma conjunta, entrelazada. Por una parte, la
explicación puede ser un recurso argumentativo: por ejemplo, dejamos claro un concepto para
posteriormente persuadir de su conveniencia, verdad o bondad. Por otra, la intención de la
explicación es muchas veces en sí misma argumentativa, puesto que buscamos convencer y
conseguir la adhesión de nuestra audiencia. Miriam Álvarez opina que no se puede hablar de una
separación tajante y rígida entre los textos expositivos y argumentativos.

Ambos modos discursivos exigen una situación dialógica: para que se produzcan, tiene que
haber por lo menos dos participantes y un objeto sobre el que se trata. En el caso de la explicación
la situación dialógica es asimétrica respecto al saber o al conocimiento: hay alguien que sabe más
que la audiencia sobre el tema objeto de explicación.

La explicación es fundamental en toda actividad educativa, ya sea en el seno de la educación


formal o reglada, o fuera de las aulas, especialmente en la literatura de divulgación científica o
humanística, que pretende poner al alcance del gran público temas diversos, con explicaciones que
puedan ser entendidas por ese público. Por eso, en este tema le dedicaremos un apartado especial al
ensayo, como una de las formas más importantes de la exposición.

Por lo que respecta a la argumentación, se encuentra presente en muy diversos ámbitos de la


vida social (política, publicidad, periodismo, justicia…) y siempre implica diálogo, implica la
existencia de dos posiciones, de dos opiniones, respecto a una idea, a una actividad, a alguien…, y

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como plantea Plantin, exige una situación democrática (pública o privada) que permita la discusión,
la confrontación de ideas.

2. LA EXPOSICIÓN.

La exposición es un tipo de discurso mediante el cual un emisor pretende presentar un


determinado tema a un receptor de forma clara y ordenada, para darlo a conocer y hacer que lo
comprenda. Requiere un conocimiento suficiente de la cuestión tratada y exige un desarrollo
progresivo y articulado de las ideas. Es un discurso esencial en la transmisión del saber humano,
tanto en la información científica y técnica como humanística.

2.1. Aspectos pragmáticos.

Los aspectos pragmáticos de la exposición están determinados por la intención del emisor y
el tipo de receptor.
La actitud del emisor suele presentarse como objetiva, porque lo que interesa es el tema,
no tanto el emisor o autor. Ello implica la ausencia de referencias al emisor en el texto. La función
comunicativa que predomina es por tanto, la referencial.
En los textos expositivos, la situación comunicativa implica que el autor-emisor es un
especialista en la materia, y que el lector, una persona interesada en el tema, acepta la competencia
del autor.

Por otro lado, la intención de este, suele ser esencialmente didáctica, lo que justifica el
segundo rasgo característico de estos textos: la tendencia a la claridad, tanto en la organización de
ideas como en el léxico utilizado. La necesidad de evitar ambigüedades e imprecisiones que puedan
confundir al lector obliga al autor-emisor a poner un cuidado especial en el uso de la lengua, sobre
todo del léxico.

Además de la objetividad y claridad, también son características de los textos expositivos la


tendencia al rigor en la información y a la precisión en la forma de enunciarla. Se supone que las
ideas que se aportan son verdaderas y fiables. De ahí que el autor-emisor procure fundamentarlas
rigurosamente aportando datos concretos, haciendo referencia a sus fuentes de información, a veces,
mediante la cita literal.

El tipo de receptor al que se dirige el texto expositivo es muy importante, pues determina,
junto con la intención didáctica del autor, el carácter del texto expositivo: divulgativo o
especializado. De la clase de receptor dependerá por tanto, el carácter del lenguaje que se use y los
ejemplos que se incluyen en las explicaciones del texto (las explicaciones serán mas simples y
generales, o más complejas y particulares)

 Los textos divulgativos desarrollan un tema de interés general para un amplio sector del público
que no está especializado en ese tema. Por ello, su organización es muy clara y articulada, evitando
tecnicismos no imprescindibles, y apoyándose la comprensión del texto con ejemplos, resúmenes,
explicaciones…(libros de texto, enciclopedias, conferencias, coleccionables…)

 Los textos especializados van dirigidos a un lector que posee conocimientos previos amplios
sobre el tema en cuestión. Así, se exige una mayor precisión una mayor precisión a la hora de
exponer los conceptos: léxico riguroso, abundantes tecnicismos, citas, formulaciones que utilizan
códigos específicos de la disciplina que se trate…(informes, leyes, artículos de investigación
científica…)

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Sobre todo en los textos de carácter divulgativo, es frecuente la aparición de definiciones de
conceptos o términos que presentan alguna dificultad, la ejemplificación o presentación de casos
concretos donde se cumple lo afirmado con carácter general, y la comparación, mediante la cual se
pretende que el lector comprenda una idea al relacionarlo con otro conocido o más familiar con el
que guarda alguna relación.

Tanto en los textos de estructura deductiva como en los de carácter inductivo, aparece a
veces el resumen de ideas para condensar la información más importante en partes del texto
especialmente largas o complejas con el fin de facilitar la comprensión del lector. Puede incluirse,
como ya hemos señalado anteriormente, pequeñas argumentaciones para defender con razones una
idea no evidente.

2.2 Aspectos estructurales.

Las formas de estructuración de los textos expositivos pueden ser diversas, aunque siempre
han de tener una ordenación clara y coherente de los contenidos, con una progresión temática que
permita al lector comprender paulatinamente los conceptos e ideas.
La selección de información que hace el emisor debe partir del conocimiento global del tema, fijar
la perspectiva y tener en cuenta los conocimientos que se presupone que tiene el receptor.

La estructura básica y general de los textos expositivos consta de tres partes:


 La introducción: en ella se da a conocer y delimitar el tema del texto, además de presentar la
información previa que el emisor considera necesario que el lector conozca antes de entrar en
materia (propósito del autor, hechos a desarrollar, definición de algún concepto importante)
Debe predominar un tono ameno y sugerente con el fin de despertar el interés del lector
 El desarrollo: en esta parte se ordenan lógicamente las ideas y se establece un análisis objetivo
de los hechos, proporcionando datos, ejemplos, distintos puntos de vista sobre el tema… Se
desarrolla el tema de la exposición en sus diferentes aspectos, siendo la parte más extensa del
texto.
 La conclusión es una breve síntesis de lo expuesto. En ella se recapitula lo más relevante del
tema tratado y se entrega una conclusión derivada de lo anterior que puede plantearse como una
opinión personal; también suele incluir sugerencias.

Con todo, hay que tener en cuenta que si así lo desea el autor, pueden faltar tanto la
introducción como el resumen final.

Además de este esquema general de estructuración hay que tener en cuenta también ciertos
procedimientos expositivos básicos de ordenación lógica que permiten al autor-emisor ir
organizando la información del texto, relacionando unas ideas con otras:

 Orden deductivo: el tema se expone al inicio y tiene carácter de idea general o definición. A
continuación se desarrolla esta idea con informaciones particulares que la explican o demuestran
(detalles concretos, ejemplos, consecuencias). Esta línea expositiva permite analizar la idea
inicial en sus diferentes aspectos, por lo que también puede denominarse estructura analizante.
Es frecuente esta estructura en la arquitectura de los textos históricos.

 Orden inductivo: se presenta la información de carácter concreto, a partir de la cual se llega


razonadamente a enunciar un principio de carácter general, que explica toda la información
anterior y que funciona, por tanto, como conclusión. Puede denominarse también estructura
sintetizante o conclusiva. Suele ser la estructura preferida en el artículo científico o en el
artículo de opinión de un periódico.

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 Esquema encuadrado: la idea final concluye o reafirma lo expuesto en la inicial, y en el medio
se exponen los datos esenciales.

 Esquema paralelo: las ideas expuestas no están subordinadas unas a otras por su contenido, y
tienen además igual importancia, por lo que no necesitan de una síntesis que los englobe.

 Orden temporal o secuenciado: la información se presenta ordenada cronológicamente, por lo


que adquiere un carácter narrativo. Los hechos se presentan ordenados atendiendo,
fundamentalmente, a dos criterios: el tiempo en que se producen (por ejemplo, en los textos de
carácter histórico en los que haya una exposición de hechos ordenados cronológicamente) y el
orden en el que se suceden (por ejemplo, un texto con instrucciones de montaje de un aparato o
una receta de cocina). En este tipo de estructura abundan, como es de suponer, los conectores
temporales u ordinales para indicar la sucesión de los acontecimientos (a continuación, por
último, después, seguidamente, etc.).

 Orden causal: el texto presenta ciertas informaciones o ideas como causas y otras como
consecuencias. Son característicos de este tipo de estructura los conectores que expresan causa
(porque, ya que, puesto que, debido a, por ello, por este motivo...) o consecuencia (por
consiguiente, en consecuencia, así que, luego, por tanto, de ahí que...).

 Asociada a esta estructura de causa-efecto se encuentra también la estructura de problema-


solución, característica de aquellos textos en los que se aportan soluciones a situaciones
adversas.

 Comparación y contraste: se exponen una serie de ideas que comparan y contrastan las
diferencias y similitudes de un objeto. Para ello se pueden utilizar analogías y descripciones.
Esta estructura se evidencia mediante el uso de conectores que manifiestan paralelismo
(igualmente, asimismo, de la misma manera...) o contraste (en cambio, por el contrario, sin
embargo, a diferencia de...).

 Enumeración descriptiva: se van enumerando y describiendo rasgos y propiedades de un ser o


fenómeno. La descripción técnica aparece habitualmente en textos expositivos de carácter
técnico, científico, histórico, sociológico, y tiene un claro carácter analítico, como un
procedimiento complementario a la explicación de las ideas.

En fin, no debe sorprender por tanto, que se puedan encontrar descripciones,


argumentaciones, o incluso partes narrativas en un texto preferentemente expositivo. Lo normal es
que el autor utilice diferentes variedades discursivas según las necesidades comunicativas que se le
planteen en cada momento.

2.3. Aspectos lingüísticos.

 Nivel léxico-semántico. En los textos expositivos el vocabulario se emplea con significado


denotativo, despejado de toda ambigüedad, pues lo importante no es crear belleza mediante el
lenguaje, sino exponer unas ideas con precisión. Solo en la exposición literaria aparece
significación connotativa. Conviene advertir, no obstante, que la connotación puede aparecer a
veces en textos divulgativos y en ensayos; por el contrario, no tiene cabida en textos científicos.
Es característico el uso de tecnicismos, cuya aparición viene determinada, por el tipo de texto
(divulgativo o especializado), por la materia tratada, y por el grado de conocimiento que posee
el receptor de dicha materia. No son frecuentes los adjetivos epítetos. En cambio, adquieren una
importancia especial la adjetivación específica de carácter descriptivo y valorativo. Con
frecuencia los textos expositivos aparecen marcados por un grado de abstracción más o menos

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elevado. Este rasgo, propio de los textos humanísticos o científicos, se refleja en el abundante
empleo de sustantivos abstractos, y la escasez de verbos de acción. Los verbos más usados
son los que indican estado o proceso intelectual(ser, estar, hallarse, constar..). Dentro de la
morfología verbal es general el empleo del presente de indicativo, a menudo con valor
intemporal, y del pretérito imperfecto de indicativo, cuando se expone algo sometido a un
proceso temporal.

 Nivel sintáctico. Se usan preferentemente oraciones de modalidad enunciativa;


ocasionalmente aparece la modalidad dubitativa. Solo en el ensayo literario se pueden encontrar
modalidades exclamativas, interrogativas y exhortativas. Por la tendencia a la objetividad, es
característico el uso de la tercera persona. Lo normal es que se tienda a eliminar la presencia
en el texto del sujeto-hablante mediante la utilización de oraciones impersonales y pasivas
reflejas. Por el contrario, el empleo de la primera o segunda persona, o elementos que se
refieran a ellas, indica una actitud más subjetiva del emisor. No obstante, en situaciones
comunicativas muy formales, principalmente de carácter académico, puede haber referencias
encubiertas al emisor mediante la primera persona del plural (el llamado plural de modestia:
Ya hemos señalado en el capítulo anterior que…); otras veces, la primera persona del plural
sirve para implicar al receptor en el propio proceso expositivo (el llamado plural sociativo: El
descubrimiento de una vacuna contra la malaria es, como sabemos) En cuanto al tipo de
predicado, es frecuente el uso de oraciones atributivas(para definir conceptos, explicar
hechos…) y estructuras nominales(sintagma nominal con un sustantivo abstracto como núcleo).
Aparecen habitualmente la coordinación para enumerar y agrupar ideas, relacionando periodos
amplios y aparecen con frecuencia las subordinadas adjetivas, cuyo sentido explicativo o
especificativo se aviene perfectamente a este tipo de texto. También abunda la subordinación
adverbial que expresa relación lógica de ideas(causal, final, condicional, consecutiva)

 Nivel textual. Los textos expositivos escritos se estructuran en unidades de diversa naturaleza,
entre las cuales destaca el párrafo, que constituye una unidad de lectura y una unidad de
sentido. La división del texto en párrafos es un valioso medio facilitador de la lectura: permite
el reconocimiento de unidades de sentido que pueden ser tratadas independientemente, para
luego relacionarlos con la información anterior y siguiente. Por eso tiene una características
demarcadoras específicas: progresión tema-rema, conectores espacio-temporales, referentes
anafóricos y catafóricos, conectores lógicos… Formalmente, el párrafo se delimita por el signo
ortográfico denominado punto y aparte. En este tipo de texto es especialmente importante el uso
de las formas supralingüísticas: uso de títulos, subtítulos, cambios tipográficos…

3. FORMAS MÁS COMUNES DE LA EXPOSICIÓN.

Entre las formas más comunes de la exposición se encuentran:

 El informe oral y escrito que se caracteriza por la objetividad y por presentar un discurso
ordenado en tres partes: introducción, cuerpo del informe y conclusión. Se exponen unos hechos
de forma imparcial para que el receptor tenga un mejor conocimiento sobre un determinado
problema. El informe escrito permite incluir cuadros sinópticos o paneles estadísticos para
ilustrar la información. El informe suele estar dirigido a un receptor muy concreto, interesado en
el problema que se expone.

 La conferencia es una forma de exposición oral que desarrolla una serie de ideas sobre un tema
ante un público, para informarlo o persuadirlo. Se caracteriza por la subjetividad y amenidad en
la exposición (predomina un estilo directo, cercano al coloquial) sin perder seriedad y rigor en el
tratamiento del asunto.

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 El discurso es el género más genuino de la exposición oral. Es una forma expositiva adecuada
para comunicar sentimientos, convicciones, y en menor medida, conocimientos. De ahí que
podamos hablar de discurso político (reflexión en público sobre un asunto de carácter político),
el mitin o arenga ( de tono elevado y solemne, tiene una clara función exhortativa, y sirve para
reafirmar a un auditorio en su ideología y enardecer a los receptores).

 El examen académico es el desarrollo de un tema en una prueba para valorar los conocimientos
y aptitudes del emisor.

 El trabajo de investigación es un ejercicio para demostrar los conocimientos de contenido y


metodología que se posee sobre una materia. Lo fundamental en este proceso es la labor de
documentación, de compilación, ordenación y análisis del material recopilado y la elaboración
de un plan o esquema. Nos referimos al trabajo escolar y académico, memoria de licenciatura o
tesina, tesis doctoral…

 El artículo científico es un informe sobre resultados de una investigación científica, se refiere a


un problema científico, los resultados de la investigación deben ser validos y fidedignos y
comunica por primera vez los resultados de una investigación. Para escribir un buen artículo
científico hay que aprender y aplicar los tres principios fundamentales de la redacción científica:
precisión, claridad y brevedad. Existen diferentes criterios sobre la organización del artículo
científico:

 Introducción- informa el propósito y la importancia del trabajo.


 Materiales y métodos- explica cómo se hizo la investigación.
 Resultados- presenta los datos experimentales.
 Discusión- explica los resultados y los compara con el conocimiento previo del tema.

Además, la forma expositiva, junto a la argumentativa, es característica de dos importantes


modalidades de la literatura reflexiva: el artículo periodístico y el ensayo.

 El artículo periodístico es un texto ensayístico breve, publicado en diarios o revistas en el que


el autor reflexiona sobre un asunto, preferentemente de actualidad. Como ocurre en el ensayo,
en el artículo se conjugan tres tipos de componentes: la reflexión crítica (con un lenguaje
cuidado y preciso, a veces teñido de ironía y humor), las anécdotas y ejemplos (relatados en un
lenguaje comprensible para la mayoría de los lectores) y los recursos de estilo literario, que
reflejan el punto de vista personal del autor y el afán de originalidad. Suelen llevar un título
breve, pero atractivo, que anticipa el tema e incita a su lectura. El artículo periodístico tuvo
gran auge en el siglo XIX, con cultivadores excepcionales como Mesonero Romanos, Larra y
Clarín. En el siglo XX, Unamuno, Azorín y Ortega y Gasset, entre otros, mantuvieron la elevada
calidad literaria con que habían nacido. En la actualidad, la prensa cuenta con las firmas del
recientemente fallecido Francisco Umbral, Rosa Montero, Manuel Vicent, Antonio Gala, Juan
José Millás, y otros muchos escritores de primer orden. Con ellos, la literatura, en pequeñas
dosis, logra colarse diariamente en millones de hogares.

 Se ha dicho que el ensayo es un género proteico, a medio camino entre lo literario y lo


científico. En el prólogo a las Meditaciones del Quijote (1914), Ortega y Gasset define el
ensayo como la ciencia, menos la prueba explícita, lo que significa que la meditación
ensayística no debe ser menos consistente que la científica pero tiene que prescindir del soporte
demostrativo que le es inherente a ésta. En este sentido, Eduardo Gómez de Baquero (Andrenio)
dice que el ensayo es la didáctica hecha literatura; reemplaza la sistematización científica por
una ordenación estética que en muchos casos parece desorden artístico. De ahí su subjetividad,

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su voluntad estilística, la diversidad temática, carencia de una estructura rígida, las digresiones,
la actualidad temática, las imprecisiones documentales…

Según Huerta Calvo, el ensayo, en sus diversas manifestaciones históricas aparece marcado por
el doble carácter de su materia e intención doctrinal y de su no ficcionalidad. Pero la índole
ideológica e informativa del texto ensayístico ha coexistido desde antiguo con una intención
estética, una “voluntad de estilo”(Marichal) que en no pocos periodos ha constituido su rasgo
dominante.

El ensayo se presenta como un estudio en el que predomina la apreciación subjetiva, el


personalismo. El “yo” del autor se convierte en el elemento unificador del ensayo. Como dice
Ortega y Gasset, el ensayista contempla el panorama de la vida y la cultura desde su corazón.

El ensayo ofrece al lector una visión determinada de un aspecto de la realidad y le invita a


contemplarlo desde una perspectiva particular, la del ensayista. El lector puede aceptar o no la
manera nueva de mirar las cosas que se le brinda y, por ello, el escritor de ensayos debe
esforzarse por se ameno, incisivo y, sobre todo, persuasivo sin ceder un ápice en el rigor de su
pensamiento. Por eso, en ocasiones, el ensayo tiene un carácter dialogal y se constituye en una
suerte de charla informal entre el escritor, su proceso mental y el lector. Ello explica el
coloquialismo y el carácter conversacional de muchos ensayos.

Desde Feijoo y Cadalso a Larra, Unamuno, Ortega o Sánchez Ferlosio, en el ensayismo español
de las tres últimas centurias ha cristalizado la incitación a mirar de forma nueva y crítica el
mundo. El ensayo se sabe en posesión de una verdad, la suya, pero no la difunde como dogma
indiscutible sino que la empuja al diálogo vivo con la inteligencia de su lector.

4. CONCLUSIÓN

La importancia concedida en el currículo de la ESO en Murcia a las tipologías textuales es


evidente, pues aparecen como contenidos fundamentales a lo largo de toda la educación secundaria
obligatoria. En el bloque 1 Comunicación se le concede un papel de primer orden a la Exposición,
Narración, Descripción y Diálogo como formas de discurso que los alumnos deben conocer para la
correcta comprensión y producción de textos orales y escritos. En el caso concreto del texto
expositivo, se convierte en herramienta fundamental para la comprensión de textos del ámbito
académico, para la obtención de información a través de diversa fuentes de consulta y para la
creación de textos expositivos y explicativos elaborados a partir de la información obtenida. Por
eso, el profesor debe conceder especial atención a estructuras expositivas que favorezcan la
comprensión textual, como son los esquemas y resúmenes. En definitiva, nuestra enseñanza debe
centrarse en la capacidad del alumno para comprender textos orales y escritos de diferentes ámbitos
y para que adquiera una presentación clara y ordenada en sus propias producciones orales y escritas.

5. BIBLIOGRAFÍA

Alvarez,M.: Tipos de escritos II: exposición y argumentación. Ed. Arco/Libros, Madrid, 1993.
Huerta Calvo, J. Ensayo de una tipología actual de los géneros literarios, Cátedra, Madrid, 1992.
Marichal, J.: Teoría e historia del ensayismo hispánico, Alianza Editorial, Madrid, 1994.
Christian Plantin, La argumentación. Barcelona, Ariel [Ariel Practicum], 1998.
Van Dijk, T. (1978). La ciencia del texto. Barcelona: Paidós, 1983
Bronckart, J. P. Teorías del lenguaje. Barcelona: Herder, 1980.
BernÁrdez, E. Lingúística del texto. Madrid: Arco/libros, 1987

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