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Bilbao

Galeón de
finales del
siglo X V I

Navios, astilleros y armadores bilbamos


'Porque no se acaben las naos bizcaínas que es la fuerza destos Reinos
El Duque de Medina Sidonia al Consejo de Indias. 1582

A
Dra. Begoña Cava(*) rante el siglo XVII, los navios
construidos y equipados en los
lo largo del siglo astilleros bilbainos, salieron de
XVI y la primera «la noble cuna» de El Arenal,
mitad del siglo Abando, Deusto y Zorroza (un
XVII, Bilbao asume astillero que cobraría mayor
con gran interés su vocación pujanza en la primera mitad del
mercantil y marinera. Al llegar XVII tal y como luego comen­
la modernidad se incrementa­ taremos). Evidentemente, la
rán en la Villa aquellas cualida­ calidad de la construcción de os
des que le imprimieron carácter navios tenia mucho que ver con
y que le derinieron histórica­ la labor inteligente y la capaci­
mente desde su fundación: Bil­ dad inversora de armadores y
bao es Villa y Bilbao es Puerto. propietarios. Tal es el modelo
E n Bilbao, Villa y Puerto, la representado por los Orozco,
atracción marítima y la activi­ Arana, Olaeta, Bertendona,
dad portuaria se darán cita con Recalde, Salazar, Esparza,
la factura naval. Consecuente­ Ochoa de Musticaurí, Hurtado
mente a ello, su rada, Ría y Tavison, Ariz, Fano, Zamudio y
Muelles van a desempeñar con un largo etcétera. También fue­
oportunidad histórica un espe­ ron factores de peso y que arro­
cial papel en la ubicación de ac­ paron esta actividad, la destreza
tivos Astilleros en donde se Vista de Bilbao. Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco de Bilbao de artesanos y carpinteros, gen­
construyeron naos y buques tes laboriosas que pusieron to ­
que surcaron mares y océanos do su empeño y habilidad para
en tiempo de guerra y de paz. 66 el logro ae una calidad óptima
Efectivamente, la Villa se en la construcción naval. Se
transforma durante el XVI en añadió a todo ello la disponibi­
«la villa mercantil por excelen­
cia» de toda la cornisa Norte El desarrollo vertiginoso de la Construcción naval en lidad de suministros: los ricos y
densos bosques bilbainos -r o ­
peninsular, situándose a la ca- bledales y hayas- que suminis­
>eza del tráfico de cabotaje y el Bilbao, es especialmente visible en el siglo XVI traban una excelente madera,
comercio mayoritario que le necesaria para la construcción.
conduieron en fletes de ida y re­ El hierro (hierro de planchuela,
to m o hasta Europa y América. cellar), los aceros, las clavazo­
Bilbao trafica y negocia con el nes... resultado de la transfor­
Norte europeo, pero a lo largo cuadras y Armadas reales que pológicas fueron desde «naos, navios de este tiempo («La ve­ mación efectuada por las ferre-
del siglo XVl y a V I, el desarro­ partirán hacia Europa y con galeones, carabelas, galeazas, loz», por ejemplo^. Los navios rías vascas. En este sentido, ca­
llo del comercio le uniría estre­ mayor frecuencia en el siglo galeoncetes, navios, navios bautizados con abvocación de be resaltar ia frecuencia con
chamente - a través del obliga­ XVII hacia América.
do puerto de Sevilla- con las f ruesos, pinazas, chalupas...», santos y patrones bilbainos y
recisamente «la nao gruesa vizcaínos son muy frecuentes.
que las ferrerías situadas en el
curso del Cadagua (Encartacio­
crecientes expectativas del co­ La constnicción naval en la vasco-cántabra» fue uno de los Asi se repiten las «Nuestras Se­ nes) y las de Luchana, e incluso
mercio ultramarino. Villa prototipos claves en la factura ñoras de Begoña», los «Santia­ Castrejana, suministraban he­
Esta actividad portuaria y La tradicional construcción que se realizaba en los astilleros go», «San Nicolás», «San Pe­ rrajes para la construcción na­
marítima originó la necesidad marítima de Bilbao remonta, bilbainos. Durante el siglo XVI dro», «San Andrés», etc. De la val.
de reparación de navios de co­ según Guiard* a tiempos de difí­ su tonelaje superaba «los tres­ lectura de la misma relación Fueron también elementos
mercio y transporte, así como cil cronología. Como decíamos, cientos toneles machos». De también extraemos la conclu­ indispensables ciertas indus­
de la construcción de nuevas la necesidad de reparar y cons­ hecho, lo comprobamos en una sión de que los navios fueron trias subsidiarias que nacieron
naves, lo que hizo de Bilbao un truir navios para el tráfico y las lista de naos mayores fabrica­ construidos prioritariamente en correlativamente al despegue
emplazamiento idóneo por su pesquerías atlánticas, hizo que das en la Villa^ Estas «naos los astilleros de Abando, Deus- de los astilleros. Tal es el caso
situación eeo-estratégica. Las mareantes, pilotos y armadores gruesas» llegan a superar las to y Zorroza; pero curiosamen­ de las fábricas de Anclas. Estas
atarazanas Dilbainas van a cons­ se interesaran por esta activi­ 670 toneladas. Un ejemplo re­ te, de la nave Nuestra Señora surgieron en el «Arrabal de As-
truir navios tanto para la inicia­ dad que ya destaca documen­ presentativo es Nuestra Señora de la Concepción (350 toneles cao» y en la calle «de San Nico­
tiva privada de maestres y capi­ talmente a Bilbao desde el siglo de Bebona, cuyos propietarios, machos) que era de don Anto­ lás». Parece ser que ambas eran
tanes muy célebres (Martín de XIII. Pero el desarrollo vertigi­ Antonio de Bertendona y A n­ nio de Bertendona, se especifi­ especial asiento de los anderos
Bertendona, Ochoa de Capeti- noso de la Constnicción naval tonio de Larrea la habían bota­ ca que fue fabricada «en el asti­ o maestros constructores de an­
llo, Juan de Larrea, Pedro de en Bilbao, es especialmente vi­ do en Abando en abril de 1566 llero de El Arenal desta dicha clas, lo que en el siglo XVI por
Bilbao, Felipe de Berriz, Felipe sible en el siglo XVI. Los asti­ dedicándola al transporte mer­ Villa» en junio de 1570; luego mor de la febril actividad naval,
de Luxarra, Pedro de Arbie- lleros se localizaron prioritaria­ cantil hacia el Norte europeo. los astilleros de El Arenal man­ hacían intransitables tales para­
to ...), como flotas para los inte­ m ente «en el Canal» de su Ría y Una de las características que tenían su actividad a finales del jes por la cantidad de anclas allí
reses públicos de la Monarquía «en sus muelles» y «Arenales». extraemos de la lectura de di­ siglo. depositadas y almacenadas.
de los Austrias mayores y me­ Allí surgieron naos gruesas y li­ cha relación, es la nomenclatu­ Podemos indicar por tanto Igualmente importante fueron
nores. Los navios bilbaínos for­ geros navios que bajo diferen­ ra religiosa y los habituales que a lo largo de casi todo el si­ las fábricas de clavos, de «ba­
marán parte de poderosas Es­ tes características técnicas y ti­ «alias» tan características de os glo XVI y en buena medida du­ rrote» y «tillado»^ y también las
ïbao
cordelerías y sus maestros cor­ fueron: el Nuestra Señora de
deleros que son preferencia se Begoña, el San Felipe, el San
situaron en los arrabales de Juan Bautista, Nuestra Señora
Allende el Puente y «San Nico­ de los Tres Reyes, el San Sebas­
lás». Existe información de que tián y el Santiago. El mayor de
ya en 1518 las cordelerías ma­ los seis fue Ntra. Sra. de Bego­
yores eran de Pedro de Atucha, ña, desplazando 541 toneladas.
Pedro de Loroño, Sancho de Ei San Felipe, de 537 toneladas,
Güemes y Clara de Fane, M ar­ llevó el nombre del santo pa­
tin Sàez de Zamudio, Juan de trón del rey y fue la nao capita­
Zàrate, Diego de Artolazaga, na, llevaba 30 cañoneras y un
Jacobe de Éreñozaga, Martin fanal lujoso.de popa. El San
de Uria y otros. Hacia 1578 se Juan Bautista y Ntra. Sra. de los
daba permiso para abrir nueva Reyes (ambos 455 toneladas)
corde ería, casilla para torno y fueron los que se finalizaron
aparejos de corde ero en Ura- más tarde. Por último, el San
zurrutia «junto al humilladero Sebastián y el Santiago (338 to­
de Allende el Puente y frente a neladas) por sus nombres dan
la gabarra» (sic.), para Juan de cuenta de los dos patrones se­
Biriea. La reputación de los ñeros de San Sebastián y Bil­
cordeleros bilbaínos permane­ bao. Hacia el 2 de agosto de
ce hasta final de siglo, pues en 1628 los galeones «la escuela de
carta de 1573 del Virrey de Mé­ Vizcaya» enfilaron la barra de
xico, don Martín Enríquez, al Portugalete con dirección a
monarca Felipe II, entre otros Santander. Su nutrida tripula­
muchos temas de suministros ción fue preferentemente bil­
navales se apunta sobre las jar­ baina. Llevaban 87 piezas de ar­
cias y cordeles enviados: «y lo tillería y 100 soldados. Todos los
uno y lo otro de Bilbao, donde galeones pasaron libremente la
dizen que se halla el mejor y a M. Losada: «Góndolas en ¡a Ría, con el prior y los cónsules» «barra» de Portugalete, salvo el
mejor precio». Ntra. Sra. de Begoña, pues al
La confluencia de todas estas ser el de más tonelaje encalló
actividades arroparon el proce­ por la baja mar. La subida del
so del desarrollo de la construc­ mar solucionó el problema y en
ción naval bilbaina a posteriori. solitario navegó nasta Santan­
La calidad de la producción de Fiel exponente de las familias navieras bilbaínas der para reunirse con los 5 gale­
ones restantes. Tanto los exper­
los astilleros bilbaínos fue reco­
nocido por propios, extraños v
competidores europeos. Resal­
lallamos a los Arana constructores y armadores de la tos, como oficiales reales y pilo­
tos hicieron llevar a Arana un
tamos por ello un magnífico encomiable m ens^e de elogio
fragmento del diálogo sosteni­ Villa por su trabajo y la factura de Tos
do entre un piloto y un técnico navios. Los 6 galeones pertre­
mareante -am bos cíiestros en el chados partieron de Santander
arte de la navegación- que co­ a Cádiz )ara que desde este
rresponde a la obra «Itinerario puerto fectuaran su primer
de los Mares...*, escrita por el americana, limpiando de corsa­ problema de obligación de Bilbao con hierro ferrón vizcaí­ viaje a las Indias en 1629. Los 6
tratadista y experto marino as- rios las aguas ae Las Antillas y cumplir el precepto dominical nos, que la arboladura y las ver­ galeones bilbaínos construidos
tur Juan Escalante de Mendoza. Tierra Firme. que se solventó por Hcencia pa­ gas fueran de pino de Prusia y por el bilbaíno don Martín de
Aunque en el diálogo ambos pal y condujo a habilitar una m adera de los bosques vizcaí­ Arana jugaron un esencial pa­
valoran las carracas venecianas, La Escuadra de Vizcaya y modesta y rustica capilla en los nos y que la primera tripulación pel entre 1629-35 como compo­
los pequeños navios franceses, don Martín de Arana astilleros, donde el que deseara, fuera bilbaina o vizcaina. Sin nentes esenciales de la Armada
los veleros y urcas flamencos e Don Martín de Arana, caba­ )udiera acudir a la celebración embargo, el rey sólo estuvo dis­ de la Guardia contra la amena­
ingleses, y resaltan los podero­ llero de la Orden de Alcántara itúrgica. Salvados otros trámi­ puesto a pagar 30 ducados por za holandesa a las tierras y me­
sos navios portugueses, conclu­ desde 1622, natural de Bilbao y tes, Zorroza, don Martín de tonelada, lo que fue una sensi­ tales americanos, logrando éxi­
yen en su diálogo diciendo: «pe­ maestro constructor de navios, A rana y sus trabajadores estu­ ble rebaja a la petición de M ar­ tos notables de capturas de na­
ro sin embargo de las dichas personifica uno de los ejemplos vieron preparados para cons­ tín de Arana. Salvo pequeñas ves intrusas y custodia del oro y
opiniones, está verificado que más significativos de la tradi­ truir simultáneamente seis ga­ matizaciones, el contrato la plata. Estos seis galeones bif-
las mejores naos que se solía ción familiar bilbaina en la leones: «La escuadra de Vizca­ («asiento») se selló en Madrid bainos tienen una historia es­
haz en lo más general, era en el construcción naval. Fiel expo­ ya». Arana prometió en el el 14 de marzo de 1625. Las pectacular dada su participa­
canal de Bilbao, que es en la nente de las familias navieras asiento que los navios se entre­ obras comenzaron por los cua­ ción en la Historia de América,
provincia de Vizcaya». Y más hallamos a los Arana en los re­ garían con sus esquifes, cables, tro galeones de mayor tamaño. cuestión que dejamos para
tarde indica: «...Con todo esto gistros de constructores y arma­ anclas y pertrechos necesarios Hacia julio de 1626 las primeras otras páginas de Historia.
no se puede negar que ios mejo­ dores participando decisiva­ por el precio de 32 ducados por inspecciones reales no hicieron * profesora de la
res maestros y adereços de ma­ mente en la industria naval de tonelada (mitad en plata, mitad sino ratificar una magnifica im­ Universidad de Deusto
dera, clavazón, brea y cáñamo, la Villa. Un tal Martin de presión de la factura y el rit­
para esta fábrica de navios ordi­ Arana, de Bilbao, fue pro­ mo de trabajo. A rana contó, ' G u ia rd , T .: «L a in d u stria n a v a l viz­
narios es en Vizcaya y en los pietario del galeón Nuestra sin embargo, con la antipatía cain a» , pp. 16-19.
más general Bilbao, les dan la Señora de Begoña (350 to­ personal del Veedor ae la ^ L ib ro R egistro d e las N a o s q u e se ha-
mejor traça, quenta y medida neles) embargado por la Co­ construcción naval en la cos­ ze n V fabrican en esta Villa d e Vil-
que pueden tener para mejor». rona para formar parte de la ta norte, don Martín Domin­ va o (sic.~>. S egún in d ica T . G u ia rd e s­
PrueW de la calidad de la cons­ flota que trasladó al príncipe go Ochoa de Irazagorría, te d o c u m e n to d el arch iv o m unicipal
trucción naval bilbaina es la Felipe a Inglaterra para reu­ quien retrasó los pagos fren­ b ilb a in o e s ta b a e n 1913 « se riam en te
preferencia para fabricar y nirse con su esposa María te a los avanzados gastos d a ñ a d o y co n caren cias» ; p a re c e ser
equipar armadas reales en los Tlidor. Otro Arana es envia­ adelantados por Arana. u n a lista en u m e ra tiv a d e las naos
astilleros de Bilbao. El mismo do a Barcelona eh 1672 a pe­ Hacia 162/ los galeones m ay o res d e 300 to n e le s q u e d a n fe
don Alvaro de Bazán intervino tición real «con 300 carpinte­ llegaba a su terminación. d el a u m e n to d el to n e la je h a s ta los
a favor de la construcción de ar­ ros de ribera de Vizcaya» pa­ Las inspecciones de provee­ 680 to n e le s m achos. D e l d o cu m en to
madas y naos gruesas en la Vi­ ra instruir a los constructo­ dores y el pagador real en d esco n o cem o s su fech a ex acta, p e ro
lla, y de hecho supervisó la fac­ res en las Reales Atarazanas Zorroza certificaron las la­ e s m u y p ro b le m a q u e sea d e finales
tura de los navios San Pedro y de Barcelona. Pero el Martín bores realizadas. La finaliza­ d el siglo X V I.
San Pablo en 1550. Entre otros de Arana que nos interesa ción de los seis galeones tra­ * L o s clav o s d e b a rro te n o d e b ían de
encargos públicos representati­ fue aquel constructor naval ía implícito el pago final has­ e x c e d e r e n el p e s o d e 90 libras. L os
vos, se puede citar aquel reah- q^ue entre 1616-17 se ofrece a ta los 72.000 ducados de cos­ d e tillad o n o so b re p a s a ro n las 20 li­
zado por Felipe II en 1567 a tra­ Felipe III para construir por to total con la consiguiente
asiento 6 navios en los asti­
bras.
vés de don Pedro Menéndez de satisfacción del constructor, * Itinerario d e los M ares y Tierras O c ­
Avilés, capitán general de la lleros de Zorroza. Por aquel Armas del Consulado de Bilbao (1693) que vio que sus seis galeo­ cidentales escrito en m o d o d e d iá lo ­
Armada, con la idea de defen­ tiempo del contrato de Ara­ nes se entregaban en el pla­ g o s y preg u n ta s y respuestas en tre d os
der la Carrera de Indias. Los na, los astilleros de Zorroza te­ en vellón). También se haría zo acordado. interlocutores, u n o d e ello s el inclina­
denominados «Doce Apósto­ nían 300 hombres trabajando cargo de la leva de marinería y d o al arte d e navegar, el otro, el p ilo ­
les» fueron naves construidas durante los 7 días de la semana, de artilleros, si se le suministra­ Los seis galeones de la to, m u y práctico y cu rsa d o en la n a ve­
en Bilbao, con las que el célebre con turnos normales de trabajo, ban fondos adicionales a tal fin. escuadra de Vizcaya g a ció n d e los m ism o s m ares y tierras
«Adelantado de la Florida», aun en domingos y días festivos. En lo estipulado, se concretó Los galeones construidos por occidentales. 1575. B ib lio teca N acio ­
consolidó la defensa atlántica Esta cuestión planteó un grave que las anclas se fabricarían en Martín de Arana en Zorroza n al M ad rid .

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