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Análisis didáctico

El diario pedagógico.

Bibiana Restrepo.

En el siguiente escrito se pretende tomar como instrumento para el análisis didáctico,


los diarios pedagógicos.
En un primer momento tomaremos la definición de diario pedagógico desde lo que
propone la profesora Marta Lorena Salinas, Hilda Mar Rodríguez y Alberto Echeverri.
En segunda instancia tomaremos algunos apartados de algunos diarios pedagógicos
de los maestros de ciencias sociales de la institución educativa Stella Vélez Londoño,
para con ello, es decir con el mismo contenido que de las reflexiones del maestro
emerjan, realizar el análisis didáctico desde los postulados de Klafki.

De esta manera; Los diarios pedagógicos, como lo menciona Marta salinas son
aquellos instrumentos en los que se “Recoge las experiencias vividas cotidianamente
por el maestro a la vez que hace una interpretación, con argumentos teóricos que
apoyan sus comentarios y tratan de encontrar una justificación posible a las
situaciones vividas.” (pág., 2)

De modo tal que el diario pedagógico no es solo comentar la experiencia vivida, sino
además analizarla, reflexionarla y argumentarla; para que partir de allí el maestro
pueda pensarse, proponerse y transformarse; es sin duda un elemento esencial en la
práctica docente, pues este le permite a través de la escritura; no solo ser visto como
mediación, sino como experiencia de sí, en la cual podrá comprender y
comprenderse desde su propia práctica, permitiéndole un despliegue de
subjetividades; proceso en el cual se transforma y le permite la transformación de los
otros. (Rodríguez Gómez & Echeverri Sánchez, 2004, pág.71).

Sin embargo, se puede reflejar que para los sujetos de enseñanza de las ciencias
sociales en la Institución Educativa Stella Vélez Londoño, el narrarse desde su propia
experiencia, se reduce a llenar un formato electrónico que en teoría se le denomina
“diario pedagógico” y cuyos elementos abarca la fecha, número de asistentes a la clase,
el tema trabajado, las actividades desarrolladas y la reflexión pedagógica; es decir se
limita a plantear asuntos ajenos o externos así mismo, pues se convierte en un relato
de lo que aconteció en una clase y se pierde la narración de lo que hace el maestro, de
lo que le pasa y de su propia experiencia.
De modo tal, que los diarios pedagógicos que allí se trabajan, no son los propuestos
desde las instancias formativas como un asunto reflexivo desde las prácticas
pedagógicas, pues se limitan a relatar las actividades que se llevaron a cabo durante la
clase y no a reflexionar su quehacer docente y lo que le pasa como sujeto de saber;
para a partir de allí pensarse, reflexionarse, proponerse y transformarse a sí mismo y
al sujeto que lo rodea.

En este sentido las “reflexiones pedagógicas” que de allí se desprenden y como criterio
derivado del formato de dicho diario pedagógico, se puede analizar que dichas
reflexiones no son más que las evidencias de lo que se está trabajando en el aula de
clase y los aspectos más relevantes que en sí no cuestionan la labor del mismo docente,
sino que simplemente advierte ciertos asuntos que al fin y al cabo no le permiten
repensarse y transformarse.

“Se detectan algunas dificultades en el rendimiento académico del grupo… un


poco menos de la mitad realizaron la consulta y se notó que en el grupo la gran
mayoría no se preparó para el examen por sus constantes quejas, el resultado
era lo sospechado, solo 3 estudiantes ganaron el examen, como castigo se les
avisa que semanalmente habrá un examen a partir del día de hoy. Luego, la
actividad propuesta se desarrolló de forma normal, en algunos estudiantes se
nota pereza y apatía para trabajar, de 5 puntos solo realizaron dos...” (Diario
pedagógico: Institución Educativa Stella Vélez Londoño, 2013)

El anterior como ejemplo de que la trascripción de la clase, en el formato de


diario pedagógico se queda simplemente cortó para su funcionalidad inicial. Se
hace evidente de igual forma a través de estos diarios pedagógicos, como la
escritura aparece como obligatoria y, por lo tanto, como un mecanismo de
control, la escritura pierde sentido para los maestros y se convierte, más bien,
en una forma institucionalizada y de vigilancia, en la que no sólo se objetiva la
cotidianidad escolar y la de los estudiantes, sino también al maestro mismo,
obedeciendo más bien a un requisito que ha una reflexión sobre las prácticas de
enseñanza. Los formatos utilizados por la institución para la escritura del diario
pedagógico determinan, de antemano, qué deben y, por tanto, qué pueden
registrar, escribir y reflexionar los maestros, de manera que la escritura de los
maestros es mecanizada a la vez que regula el quehacer del maestro en relación
con el tiempo y la productividad, por lo que se limita solo a llenar el formato
como un mero requisito, convirtiéndose en algo rutinario y tedioso para el
maestro, perdiendo la verdadera esencia y virtud del diario pedagógico como lo
señala Marta Salinas:

“Este ejercicio permanente permitirá a su vez un reordenamiento del mundo de


la escuela, una nueva forma de valorar las acciones de la práctica cotidiana sin
redundar sobre ellas en un ciclo de repetición y lamentos que agobia al
maestro y que hace de la escuela un lugar muerto, que consume el tiempo en
infinidad de hechos que se repiten y se enfrentan sólo desde el sentido común y
de la misma manera. Pero también hay otra garantía importante la cual
tenemos que destacar. En este orden de ideas y de acciones se "aprende" a
actuar, se sabe actuar” (pág., 2)

De acuerdo a esta autora, no se trata sólo del recuento anecdótico sino del esfuerzo
por evidenciar el cruce de relaciones entre los sujetos, sus discursos y sus prácticas.
Recoger esta información implica obtener datos sobre las situaciones más relevantes
de la institución. Es decir, el diario registra en el permanente vivir de la institución,
como espacio para la teorización, la conceptualización, la innovación y la
experimentación que permita un trascender al mejoramiento en las prácticas de los
maestros.

Análisis desde el apoyo teórico de Wolfgang Klafki.

Desde los preceptos teóricos que aporta este autor, se puede inferir que
inicialmente desde la pedagogía o ciencia de la educación critico –constructivista
(Klafki.), se hace alusión entonces a que mediante este se puede descubrir cómo
influyen susceptiblemente sobre los individuos las decisiones en el acto de
educativo, y como se determinan las manera de enseñar y de aprender.

Este autor hace una crítica contra aquellos contenidos enciclopédicos (objetivos)
que se imparten sin tener en cuenta el contexto, el momento histórico y la
problemática social, y que no tienen un trasfondo sobre el significado (subjetivo)
que tienen los contenidos para la formación del individuo. De esta manera, para
Klafki (citado por Runge, 2004), la didáctica es “el resultado de un proceso
hermenéutico que presupone la comprensión y la capacidad de transmitir. El
maestro se debe apropiar entonces de un contenido de tal manera que reconozca en
él lo significativo y pueda trasmitirlo con el fin de que, a partir de esa mediación,
tenga lugar el proceso formativo”

Teniendo en cuenta lo anterior y vinculándolo con las virtudes que aportan los
diarios pedagógicos, para lograr una didáctica formativa como una reflexión
pedagógica orientada a la emancipación, ya que esta juega un papel importante en
la educación y en la enseñanza. En miras a lograr entonces que los diarios ofrezcan
gradualmente a la apropiación y vivificación personal de esas prácticas escolares,
que luego habrá de reformular en ese proceso de desarrollo de nuevas experiencias
(Klafki.166). Al maestro permitirse esa reflexión sobre su quehacer como espacio
para la teorización, la conceptualización, la innovación y la experimentación, se
permite ese análisis, esa interpretación y estructuración en miras a una planeación
de la enseñanza, como lo propone Klafki, necesariamente al maestro reflexionar
sobre estos aspectos, cuestiona y analiza los contenidos, su pertinencia o no en los
procesos de enseñanza y aprendizaje, busca y explota lo verdaderamente
significativo que en ellos se encuentra inmerso, que formen la conciencia en tanto
“formativos de pensar y de su actitud”

Es así como este trabajo se vinculara a 4 de las preguntas didácticas ofrecidas por
el mismo autor, para lograr un análisis profundo a cada uno de los elementos que
poseen lo teórico, vinculado a los diarios pedagógicos, por parte de los maestros o
sujetos de enseñanza de las ciencias sociales en la Institución Educativa Stella Vélez
Londoño. Klafki propone que todo educador que trabaje con contenidos educativos
o de enseñanza en una perspectiva formativa los debe analizar desde las siguientes
dimensiones.
1) El significado ejemplar del contenido.

Los contenido que en los diarios pedagógicos de la Institución Educativa Stella


Vélez se identifica obedece más a un asunto descriptivo, no hay ese pensar
sobre los contenidos hacia un objetivo de formación, por ello se menciona que
dentro de lo que el mismo maestro estipula en ellos se da una simple
reproducción de los Contenidos que son enciclopédicos, se evidencia una
desunión entre los sujetos con los objetos de conocimiento, no existe entonces la
apropiación de los estudiantes hacia las formas de aprender y menos que se
denoten las formas como les enseñan. Se inscriben dentro de lo que identifica
klafki como las teorías formales (educación tradicional) donde se enseñan
conceptos que no permiten y limitan la construcción de nuevos conocimientos
por parte de los estudiantes, donde estos son circunscritos a repetir las teorías ya
establecidas como verdades absolutas que se vuelven incuestionables y que no
dan cuenta de esos contenidos formativos que potencien las habilidades y
actitudes de los estudiantes.

2) La importancia en el presente.

Los diarios pedagógicos no cumplen con los criterios propios y las


intencionalidades que desde lo formativo deberían tener. No hay una reflexión
pedagógica que apunte a lo formativo como proceso de interacción con el
mundo como lo menciona Klafki. Donde mínimamente le ayude a posicionar
otras formas de actuar en el acto educativo posterior a esa reflexión de su
proceso.

3) Importancia para el futuro.

Las reflexiones que el docente hace en los diarios pedagógicos, se reduce a una
mera descripción de los hechos que acontecieron en el aula de clase, y no
trasciende a pensarse, cuestionarse y criticarse desde su misma práctica, con
miras a la trasformación de la misma. Es acá donde toma importancia la forma
como trasciende la práctica docente a lo largos de los tiempos, ya que no se
puede hacer lo mismo, como unos sujetos diferentes en un contexto ajeno a los
tradicional en la enseñanza de las ciencias o de los contenidos escolares. Y es
gracias a esos cambios desde la experiencia que se desarrollan otras formas de
ser y de pensar esa práctica docente en el ámbito educativo.

4) Asequibilidad del contenido.

El diario pedagógico se caracteriza por ser una narración de los hechos, y la


planeación o recuento de las situaciones vividas en el aula de clase. Por lo tanto
se convierte en la memoria del estudiante y su acción, y no tanto la narración
de lo que hace el maestro, de su experiencia de sí. Lo que hace que este no se
piense, reflexione, ni se cuestione, y se proponga a partir de su propia
experiencia. Ya que si bien es la reflexión de su quehacer en el aula, los fines de
esas mejoras giran en torno también a mejorar el proceso de enseñanza y de
aprendizaje, y por tanto de la calidad de su práctica. Todo lo que este orientando
hacia ese fin servirá a que se mejore la interacción entre los estudiantes y la
forma como se llevan a cabo los contenidos, que sean pertinentes tanto en
esencia como el forma de aplicarlos, y dejar las situaciones de amargura y
dolor que muchas veces realiza el docente por desconocer que puede y debe
mejorar desde si y para los demás.

Como se mencionaba reiteradamente por parte del autor, el efecto práctico de


todas las reflexiones en torno a las formas y decisiones tomadas a la hora del acto
educativo y de formación, consiste entonces en haber interpretado la función del
mismo, en tanto se hace necesario que este sea útil para enseñanza. Ya que el
análisis didáctico significa la interpretación y estructuración didácticas con miras a
una planeación de la enseñanza. Este maestro debe reconocer donde se encuentra lo
formativo en su análisis experiencial (Klafki. 178).
Bibliografía.

-“El diario como instrumento para cambiar las concepciones, El diario como
instrumento para transformar la práctica y Recordemos algunas cosas” (PORLAN y
MARTIN, 1991). El diario del Profesor. Un recurso para la investigación en el aula”.

-Rodríguez Gómez, Hilda Mar. Echeverri, Jesús. Práctica y diario pedagógico. S/M
D/.

-Runge peña, Andrés Klaus. Aspectos fundamentales de la pedagogía critico-


constructiva y de la didáctica teórico- formativo de Wolfgang Klafki. Ensayos sobre
pedagogía alemana. Universidad pedagógica nacional.

-http://www3.unileon.es/dp/ado/ENRIQUE/Practicu.htm Universidad de León. Área


Didáctica y Organización Educativa. (CASTAÑEDA). “Diario de Camp.

El diario pedagógico, Marta Lorena Salinas Salazar, universidad de Antioquia. (s.m.d)

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