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Descartes- Discurso del Método

2da parte:

 Si una vez se hubiesen tomado la libertad de dudar de los principios que han recibido y de apartarse del
camino común, nunca podrán mantenerse en la senda que hay que seguir para ir más en derechura, y
permanecerán extraviados toda su vida.

4ta parte:

 Dios, que es ese ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser una demostración de geometría.
 Dios es o existe, y de que es un ser perfecto, y de que todo lo que está en nosotros proviene de El

Meditación cuarta (sobre lo verdadero y lo falso)

 Cuando me doy cuenta de que yo dudo, o de que soy una cosa incompleta y dependiente, de tal manera se
me presenta clara y definida la idea de un ser independiente y completo, es decir, de Dios, y del hecho de
que exista esa idea en mi concluyo de tal modo manifiestamente que Dios también existe, y que depende de
El en cada instante toda mi existencia.
 El error es una privación o carencia de cierto conocimiento que debería existir en mi de alguna manera.
 Solo por el intelecto percibo las ideas que podemos juzgar, y no se encuentra ningún error propiamente
dicho en él, estrictamente considerado.
 ¿De donde nacen, pues, mis errores? Del hecho solamente de que, siendo más amplia la voluntad que el
intelecto, no la retengo dentro de ciertos límites, sino que la aplico aun a lo que no concibo, y, siendo
indiferente a ello, se desvía fácilmente de lo verdadero y lo bueno; de esta manera me equivoco y peco.
 Tengo la imperfección en mí sin duda alguna, puesto que no utilizo con rectitud esta libertad, y emito juicios
sobre lo que no concibo con claridad.

Meditación sexta (sobre la existencia de las cosas materiales y sobre la distinción real del alma y del cuerpo)

 Las cosas materiales pueden existir en tanto que son el objeto de la pura matemática, ya que las percibo
clara y definitivamente.
 Advierto en primer lugar que hay una gran diferencia entre alma y el cuerpo en el hecho de que el cuerpo
sea siempre divisible por naturaleza y el alma indivisible.
 Todas las sensaciones que nos han sido atribuidas por la naturaleza, y que por lo tanto nada se puede
encontrar en ellas que no testimonie la bondad y la potencia de Dios.
 La vida humana está expuesta a frecuentes errores en lo que se refiere a las cosas particulares, y se ha de
reconocer la debilidad de nuestra naturaleza.
Kant

 Kant siempre insistió que las cosas físicas del espacio y el tiempo son reales.
 Los límites de la experiencia sensorial son los limites de todo razonamiento solido acerca del mundo.
 En las cosas en si se encuentran las fuentes de las representaciones en el sujeto denominadas
indistintamente, objetos empíricos o simplemente “apariencias”
 Las cosas en si son las que afectan el sujeto
 ¿Cómo se despertaría para la acción nuestra facultad de conocimiento, si no fuera por los objetos, que al
afectar nuestros sentidos, ya por si mismo producen representaciones, ya por otra parte ponen en
movimiento nuestro entendimiento para que compare estas representaciones y combinándolas o
separándolas elaboren la materia bruta de las impresiones sensibles, en un conocimiento de objetos que
llamamos experiencia?
 La existencia en general de las cosas, las que llamamos reales, las que en el lenguaje del sentido común
decimos que existen en el espacio y perduran en el tiempo.
 Las cosas nos son dadas como objetos de nuestros sentidos, objetos situados fuera de nosotros; pero de lo
que puedan ser en sí mismas nada sabemos, sino que conocemos solamente sus apariencias, esto es, las
representaciones que producen en nosotros al afectar nuestros sentidos.
 Nuestra captación de las cosas resulta de la combinación de algo de esas cosas con nuestra constitución
receptiva sensible.
 Como la via sensible en el Idealismo trascendental es la única vía por la que nos pueden ser dados objetos y
en consecuencia conocerlos, si en ese proceder mental hacemos abstracción de la sensibilidad, privamos a
esa cosa de la posibilidad de afectar en esa situación al sujeto. Al no poder afectar la receptividad, se torna
incognoscible puesto que no podemos tener de ella representaciones, es decir un objeto como apariencia
que corresponda a esa cosa considerada en si.
 Las cosas en si mismas no podemos conocerlas a posteriori, porque al no poder afectar el sujeto, no
producen como efecto de esta afección la sensación, que en la posición del Idealismo Trascendental es la
que proporcionara la materia para el objeto. Y no podemos conocerlas a priori, porque si prescindimos de la
vía sensible, quedaría únicamente una problemática vía que sería la intelectual desconectada de la
sensibilidad.
 En efecto, sin consideramos como es justo, los objetos de los sentidos como meras apariencias, por lo mismo
admitimos al mismo tiempo, que en el fundamento de ellos yace una cosa en sí misma, aunque a ésta no las
conozcamos tal como está constituida en sí misma, sino que conozcamos solo su apariencia (el modo como
nuestros son afectados por este algo desconocido).
 Son las cosas en si las que afectan el sujeto.

Kant y la experiencia de la belleza

 Con Descartes, comienza un realismo trascendental. Una fundamentación de la existencia y la realidad del
mundo exterior. Del mundo que trasciende al sujeto y que halla todavía en Dios al garante de que a idea de
que existen cosas, cuerpos y colores en el espacio, es efectivamente verdadera.
 Junto con Berkely, Fichte, Schelling, Hegel y Kant el sujeto ahora crea. Crea lo conocido, lo representado, el
objeto, el horizonte de toda experiencia posible, la arquitectura universal y objetiva de la naturaleza.
 El sujeto del idealismo kantiano no padece aun la ambición del conocimiento total del Espíritu Absoluto
hegeliano. Donde en Hegel hay infinitud y absoluto, en Kant pulsa la finitud y la limitación del conocimiento.
 La finitud del sujeto se evidencia en la necesidad de la receptividad de una materia dada o preexistente que
le es dada a la facultad de sensibilidad.
 El sujeto kantiano procreara la posibilidad de proposiciones con valor cognoscitivo respecto a los objetos
que se muestran como fenómenos. Pero el sujeto solo conoce lo que él mismo constituye o crea.
 Kant, en su Crítica del juicio, pensara la estética mas allá de las apreciaciones personales respecto a lo que es
bello.
 Lo bello para Kant no es ni un estado propio del objeto percibido ni una percepción agotada en la mera
subjetividad de los individuos.
 Lo bello es el objeto de un placer desinteresado.
 El objeto bello no posee explicación, es indefinible, inútil y gratuito.
 La experiencia de este objeto bello concreto, empírico y singular, se despliega como universal dado que
puede afectar a la diversidad de los sujetos. Lo bello no desciende desde un mero concepto; solo nace
cuando el objeto afecta a un sujeto. La belleza no brota del objeto mismo sino del modo como un sujeto lo
percibe.
 El placer surge de esta armonía entre lo racional y lo universal.
 La belleza natural sin la mediación del sujeto y del arte, en su simple inmediatez, no podría igualar el poder
de la belleza artística nacida del genio creador.
 Lo bello siempre resplandece a través de las formas de lo visible y limitado.
 Lo sublime es el reino de lo desmesurado, lo inacabable, lo ilimitado.
 Lo sublime, lejos de empequeñecer al hombre, lo eleva, lo afirma en su propia grandeza porque “la
sublimidad no está encerrada en cosa alguna de la naturaleza, sino en nuestro propio espíritu, en cuanto
podemos adquirir la conciencia de que somos superiores a la naturaleza dentro de nosotros y por ello
también a la naturaleza fuera de nosotros.

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