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Reforma

Integral de
Educación
Básica
Introducción
Uno de los rasgos característicos de la sociedad del siglo xxi es que se encuentra
inscrita en un proceso de globalización y transformación que impacta la economía,
la tecnología, la cultura y la educación, y que de manera sustantiva influye en los
modos de generar, difundir y acercarse al conocimiento.

La creación, renovación e innovación del saber científico y tecnológico, aunado al


tránsito de una economía basada en la producción a una economía centrada en el
conocimiento, hacen de la reforma educativa un imperativo, pues las escuelas tie-
nen la necesidad ofrecer a sus estudiantes una formación para la comprensión, la
reflexión y el cuestionamiento; un entorno de aprendizaje centrado en la condición
humana y el cuidado del ambiente; una formación para toda la vida que promueva
el desarrollo de competencias y el establecimiento de relaciones de cooperación y
solidaridad, así como un ambiente que estimula la formación en valores y el ejercicio
pleno de la ciudadanía.

En este contexto, el Informe a la Unesco de la Comisión Internacional sobre la Educa-


ción para el Siglo xxi –presidida por Jacques Delors– enunció cuatro pilares de la edu-
cación para lograr que durante su formación educativa los niños y los adolescentes:

1. Aprendan a ser; que desarrollen su personalidad y estén en condiciones de


actuar cada vez con mayor autonomía, juicio y responsabilidad.
2. Aprendan a conocer; que adquieran una amplia cultura general y aprendan a
aprender para que tengan una visión más amplia del mundo que los impulse
hacia el aprendizaje permanente, el manejo adecuado de la información y la
transformación de esta última en conocimiento.
3. Aprendan a hacer; que adquieran las competencias que les permitan enfrentar
diversas situaciones y proponer soluciones a partir de sus conocimientos.
4. Aprendan a vivir juntos; que partan de la comprensión del otro y descubran
las formas de interdependencia entre las personas, que planeen y realicen pro-
yectos comunes y aprendan a enfrentar y a resolver conflictos en colaboración
con otros.

Ante este escenario, México se planteó el reto de otorgar una educación pertinente
y socialmente relevante para que toda su población ejerza efectivamente su derecho
a una educación de calidad. Por esto, la Secretaría de Educación Pública estableció
el objetivo de elevar la calidad educativa y determinó que la principal estrategia para
alcanzar este objetivo en los niveles de educación preescolar, primaria y secundaria
era realizar una reforma integral de la educación básica, centrada en la adopción de
un modelo educativo basado en competencias que responden a las necesidades de
desarrollo de México en el siglo xxi.

El proceso de reforma
La noción de educación básica ha evolucionado en el tiempo, al igual que lo han
hecho las necesidades y posibilidades de nuestro país. Antes de la década de los años
noventa la educación básica era concebida como educación elemental o primaria,
puesto que éste era el único nivel obligatorio establecido en la Ley Nacional de Edu-
cación, suscrita en 1975.

A partir de 1993, con el decreto de la Ley General de Educación, el nivel de secunda-


ria se sumó a la educación obligatoria y en 2004, con la reforma a esta ley, lo hizo la
educación preescolar. Así, a partir de 2004 la educación básica obligatoria compren-
de los de niveles preescolar, primaria y secundaria.

Si bien el desarrollo del mundo y de nuestro país permitió, y exigió, la ampliación de


la cobertura del número de grados de estudio y niveles educativos que comprende
la educación obligatoria, ya desde el Programa Nacional de Educación 2001-2006 se
reconoció la necesidad de iniciar un proceso de reforma de la educación básica para
considerar no solamente el número de grados de estudio, sino para elevar la calidad
de los aprendizajes, así como atender con equidad a los alumnos durante su perma-
nencia en la escuela y asegurar el logro de los propósitos formativos plasmados en
los planes y programas de estudio de educación primaria y secundaria1. Por esto, en
2004 se publicaría en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo número 348 por
el que se determina el Programa de Educación Preescolar y en 2006 el Acuerdo nú-
mero 384 que reformó el plan y los programas de estudio de educación secundaria.

1
En 2001 la educación preescolar no formaba parte de la educación obligatoria, por lo que sólo los
niveles de primaria y secundaria contaban con un plan y programas de estudio.
El proceso de transformación iniciado en 2004 prosiguió con la reforma a la edu-
cación primaria, cuyos programas de estudio piloto se plasmaron en el Acuerdo
número 494, de primero y sexto grados, y en el Acuerdo número 540, de segundo
y quinto grados de este nivel educativo.

Hasta aquí la renovación curricular se hizo por niveles educativos, por lo que si bien
estos cambios fueron fundamentales para la Reforma Integral de la Educación Bási-
ca (rieb), la consolidación de esta reforma llega en 2011 con la publicación del Acuer-
do número 592, que articula la educación básica. De esta forma, la articulación de
la educación básica enmarca el proceso de reforma integral iniciado en 2004, y de-
termina un trayecto formativo desde preescolar hasta secundaria –organizado en un
solo plan de estudios– como requisito fundamental para el cumplimiento del perfil
de egreso y el desarrollo de competencias para la vida, y orientado por estándares
curriculares y aprendizajes esperados.

1a. etapa 2a. etapa 3a. etapa

Programa de Reforma de
Educación Educación RIEB
Preescolar Secundaria 2011
2004 2006

La Reforma Integral de la Educación Básica


La rieb es un compromiso con la calidad de la educación que busca transformar el
sistema educativo nacional para adecuarlo al contexto económico, político y social
del siglo xxi. Al respecto, la rieb:

1. Toma en cuenta que la educación básica obligatoria es de 12 años: tres para


preescolar, seis para primaria y tres para secundaria, y determina un trayecto
formativo congruente con el criterio, los fines y propósitos de la educación se-
ñalados en el Artículo Tercero Constitucional y en la Ley General de Educación.

2. Impulsa la formación integral de los niños y jóvenes.


3. Se centra en la adopción de un modelo educativo basado en competencias
que responda a las necesidades de desarrollo de México en el siglo xxi.

4. Su propósito es ofrecer una educación que contribuya al desarrollo de com-


petencias para mejorar la manera de vivir y convivir en una sociedad más com-
pleja y en constante transformación.

5. Fomenta el desarrollo de actitudes prácticas y valores sustentados en los prin-


cipios de la democracia.

6. Promueve la interculturalidad y garantiza la atención de niños con necesidades


educativas especiales, con o sin discapacidad, y con aptitudes sobresalientes.

7. Busca atender a los grupos más vulnerables –a quienes tienen menores posi-
bilidades de desarrollo, población indígena, hijos de jornaleros agrícolas, inmi-
grantes y emigrantes– con base en la construcción de agendas estatales para
la equidad en la educación básica.

8. Favorece la implementación de nuevas estrategias didácticas a través del uso


de las tecnologías de la información y la comunicación (tic) para mejorar la
calidad de la enseñanza y del aprendizaje.

9. Impulsa la ampliación de la jornada escolar.

10. Es de observancia nacional y reconoce que la equidad en la educación básica


constituye uno de los componentes irrenunciables de la calidad educativa, por
lo que toma en cuenta la diversidad que existe en la sociedad.

La Reforma Integral de la Educación Básica es una política pública que impulsa la


formación integral de todos los alumnos de preescolar, primaria y secundaria con el
objetivo de favorecer el desarrollo de competencias para la vida y el logro de perfil
de egreso, a partir de aprendizajes esperados y del establecimiento de Estándares
Curriculares.

Su propósito es contar con un sistema educativo nacional de calidad, que permita


a los niños, las niñas y los jóvenes mexicanos alcanzar los más altos estándares de
aprendizaje; reconocer que los enfoques centrados en el aprendizaje inciden en que
el alumno aprenda a aprender, aprenda para la vida y a lo largo de toda su vida, así
como formar ciudadanos que aprecien y practiquen los derechos humanos, la paz,
la responsabilidad, el respeto, la justicia, la honestidad y la legalidad.
La articulación de la educación básica
La línea de acción que orientó la rieb es la articulación de la educación básica, que
amplía los alcances de ésta en términos cobertura y calidad, entendiendo la cober-
tura como la universalización del acceso, tránsito y egreso de la educación básica en
condiciones de equidad, y la calidad como el desarrollo de procesos de aprendizaje
y de enseñanza en un marco de estándares reconocidos en el espacio nacional e
internacional.

En este sentido, la rieb tiene como eje la articulación curricular, la cual:

1. Establece el Plan de estudios. Educación Básica 2011, que es el documento


rector que define el perfil de egreso, las competencias para la vida, los es-
tándares curriculares, los aprendizajes esperados y los principios pedagógicos
que conforman el trayecto formativo de los estudiantes de preescolar, primaria
y secundaria.

2. Determina un perfil de egreso que articula la educación de los niveles de pre-


escolar, primaria y secundaria a través de la definición de los rasgos que los
estudiantes deberán tener al término de los 12 años de su educación básica obli-
gatoria, y que destacan la necesidad de desarrollar competencias para la vida.

a. Utiliza el lenguaje materno, oral y escrito para comunicarse con claridad


y fluidez; asimismo, posee herramientas básicas para comunicarse en el
idioma inglés.
b. Argumenta y razona al analizar situaciones, identifica problemas, formu-
la preguntas, emite juicios, propone soluciones, aplica estrategias y toma
decisiones.
c. Busca, selecciona, analiza, evalúa y utiliza la información proveniente de
diversas fuentes.
d. Interpreta y explica procesos sociales, económicos, financieros, culturales
y naturales para tomar decisiones individuales o colectivas que favorezcan
a todos.
e. Reconoce diversas manifestaciones del arte, aprecia la dimensión estética
y es capaz de expresarse artísticamente.
f. Asume y practica la interculturalidad como riqueza y forma de convivencia
en la diversidad social, cultural y lingüística.
g. Conoce y valora sus características y potencialidades como ser humano;
sabe trabajar de manera colaborativa.
h. Promueve y asume el cuidado de la salud y del ambiente como condicio-
nes que favorecen un estilo de vida activo y saludable.
i. Aprovecha los recursos tecnológicos a su alcance como medios para co-
municarse, obtener información y construir conocimiento.
j. Reconoce diversas manifestaciones del arte, aprecia la dimensión estética
y es capaz de expresarse artísticamente.

3. Precisa cinco competencias para la vida que se manifiestan en una acción in-
tegrada que moviliza los conocimientos, habilidades, actitudes y valores hacia
la consecución de objetivos concretos en un contexto dado:

Para el
manejo de
información

Para la Para el
Competencias
convivencia aprendizaje
para la vida SEP
permanente

Para la vida Para el manejo


en sociedad de situaciones

a. Competencias para el aprendizaje permanente. Implican que los alum-


nos desarrollen habilidades para aprender a aprender, habilidades lectoras,
habilidades digitales; se integren a la cultura escrita, y se comuniquen en
más de una lengua.
b. Competencias par el manejo de la información. Requieren que los es-
tudiantes aprenda a identificar lo que necesita saber; a buscar, identificar,
evaluar, seleccionar, organizar y sistematizar información; a apropiarse de
la información de manera crítica, y a utilizar y compartir información con
un sentido ético.
c. Competencias para el manejo de situaciones. Precisan que los niños y
adolescentes enfrenten el riesgo y la incertidumbre; planteen y lleven a
buen término procedimientos; administren su tiempo; manejen y afronten
los cambios que se presenten; tomen decisiones y asuman sus conse-
cuencias; manejen el fracaso, la frustración y la desilusión, y actúen con
autonomía en el diseño y desarrollo de proyectos de vida.
d. Competencias para la convivencia. Exigen que los alumnos desarrollen
empatía y se relacionen armónicamente con otros y con la naturaleza;
sean asertivos; trabajen de manera colaborativa; tomen acuerdos y ne-
gocien con otros; crezcan con los demás, y valoren la diversidad social,
cultural y lingüística.
e. Competencias para la vida en sociedad. Requieren que los estudiantes
decidan y actúen con juicio crítico frente a los valores y las normas sociales
y culturales; procedan a favor de la democracia, la libertad, la paz, el respe-
to a la legalidad y los derechos humanos; participen tomando en cuenta
las implicaciones sociales del uso de la tecnología; combatan la discrimi-
nación y el racismo, y tomen conciencia de pertenencia a su cultura, a su
país y al mundo.

4. Representa el trayecto formativo de los estudiantes de educación básica en un


único mapa curricular para toda la educación básica, organizado en cuatro
campos de formación (citados en el siguiente punto).

5. Especifica cuatro campos de formación para la educación básica que organi-


zan, regulan y articulan los espacios curriculares; tienen un carácter interactivo
entre sí, son congruentes con el perfil de egreso y las competencias para la
vida, y encauzan la temporalidad del currículo sin romper la naturaleza multi-
dimensional de los propósitos del modelo educativo de la rieb:

a. Lenguaje y comunicación.
b. Pensamiento matemático.
c. Exploración y comprensión del mundo natural y social.
d. Desarrollo personal para la convivencia.

6. Delimita cuatro períodos escolares que corresponden, de manera aproxima-


da y progresiva, a ciertas características clave del desarrollo cognitivo de los
alumnos:
a. Primer período escolar, de primero a tercer grado de preescolar.
b. Segundo período escolar, de primero a tercer grado de primaria.
c. Tercer período escolar, de cuarto a sexto grado de primaria.
d. Cuarto período escolar, de primero a tercer grado de secundaria.

7. Define estándares curriculares que sintetizan los aspectos centrales del cu-
rrículo de cada nivel, precisan aquello que los alumnos deben saber y saber
hacer al concluir cada período escolar; son equiparables con estándares in-
ternacionales y, conjuntamente con los aprendizajes esperados, constituyen
referentes para evaluaciones nacionales e internacionales:

a. Estándares de Español.
b. Estándares de Matemáticas.
c. Estándares de Ciencias (Biología, Física y Química).
d. Estándares de Inglés.
e. Estándares de habilidades lectoras.
f. Estándares de habilidades digitales.

8. Detalla que los estándares de habilidades digitales son los descriptores del
saber y del saber hacer de los alumnos cuando usan las tic, y constituyen una
base fundamental para desarrollar competencias a lo largo de su vida y favore-
cer la inserción de los estudiantes en la sociedad del conocimiento.

9. Especifica aprendizajes esperados, que son indicadores de logro y que gra-


dúan progresivamente los conocimientos, las habilidades, las actitudes y los
valores que los alumnos deben alcanzar para acceder a conocimientos más
complejos, lograr los estándares curriculares, desarrollar las competencias y
alcanzar los rasgos del perfil de egreso.

10. Establece, a partir de los estándares curriculares y los aprendizajes esperados


como referentes nacionales e internacionales, que la evaluación debe ser de
diversos tipos y adoptar varias modalidades, según los propósitos específicos
de evaluación:

a. Diagnóstica
b. Formativa
c. Sumativa
d. Autoevaluación
e. Coevaluación
f. Heteroevaluación
Principios pedagógicos del plan de estudios
Este plan se fundamenta en 12 principios pedagógicos que son condiciones esen-
ciales para la implementación del currículo, la transformación de la práctica docente,
el logro de los aprendizajes y la mejora de la calidad educativa:

1. Centrar la atención en los estudiantes y en sus procesos de aprendizaje. Este


principio reconoce que el centro y el referente fundamental del aprendizaje es
el estudiante y por lo tanto toda acción educativa debe enfocarse en él.

2. Planificar para potenciar el aprendizaje. Es un elemento sustantivo de la prác-


tica docente para potenciar el aprendizaje hacia el desarrollo de competen-
cias. Implica organizar actividades de aprendizaje a partir de:

a. Reconocer que los estudiantes aprenden a lo largo de la vida y se involu-


cran en su proceso de aprendizajes.
b. Seleccionar situaciones didácticas que propicien la movilización de saberes.
c. Generar ambientes de aprendizaje colaborativo que favorezcan experien-
cias significativas.
d. Contemplar que los referentes para la selección de situaciones didácticas y
la evaluación de los estudiantes son los aprendizajes esperados.
e. Considerar evidencias de desempeño que brinden información al docente
para la toma de decisiones y para continuar impulsando el aprendizaje de
los estudiantes.

3. Generar ambientes de aprendizaje. Se denomina “ambiente de aprendizaje” al


espacio en donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posi-
bilitan en aprendizaje. En su construcción destacan:

a. La claridad respecto del aprendizaje que se espera logren los estudiantes.


b. El reconocimiento de los elementos del contexto en el que se desenvuel-
ven los alumnos.
c. La relevancia de los materiales educativos.
d. Las interacciones entre los estudiantes y el maestro.
4. Trabajar en colaboración para construir el aprendizaje. Promover el aprendi-
zaje colaborativo con el fin de construir aprendizajes en colectivo, consideran-
do como características:

a. La inclusión.
b. La definición de metas comunes.
c. El liderazgo compartido.
d. El intercambio de recursos.
e. El desarrollo del sentido de responsabilidad y corresponsabilidad.
f. La realización en entornos presenciales y virtuales, en tiempo real y asin-
crónico.

5. Poner énfasis en el desarrollo de competencias, el logro de estándares cu-


rriculares y los aprendizajes esperados. Fortalecer todas las capacidades y
competencias de los alumnos y desarrollar otras para proveer a los estudiantes
de las herramientas necesarias para que respondan a las demandas actuales.

6. Usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje. Innovar y selec-


cionar materiales educativos diversos en cuanto a propósito, formato, medio,
etcétera, y desarrollar en los alumnos habilidades específicas de uso de estos
materiales para el aprendizaje permanente.

7. Evaluar para aprender. Concebir la evaluación como parte constitutiva de los


procesos de enseñanza y de aprendizaje, en tanto que es un medio para obte-
ner evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de
aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación.

8. Favorecer la inclusión para atender a la diversidad. Promover entre los estu-


diantes el reconocimiento a la pluralidad social, lingüística y cultural como una
característica del país y el mundo en el que viven, y fomentar que la escuela
se convierta en un espacio donde la diversidad puede apreciarse y practicarse
como un aspecto de la vida cotidiana y de enriquecimiento para todos.

9. Incorporar temas de relevancia social. Estos temas forman parte de más de


un espacio curricular; contribuyen a la formación crítica, responsable y partici-
pativa de los estudiantes en la sociedad, y favorecen aprendizajes relacionados
con los valores y actitudes, sin dejar de lado los conocimientos y habilidades:
a. Atención a la diversidad.
b. Equidad de género.
c. Educación para la salud.
d. Educación sexual.
e. Educación ambiental para la sustentabilidad.
f. Educación financiera.
g. Educación del consumidor.
h. Prevención de la violencia escolar.
i. Educación para la paz y los derechos humanos.
j. Educación vial.
k. Educación en valores y ciudadanía.

10. Renovar el pacto entre los estudiantes, los docentes, las familias y la escuela.
Promover normas que regulen la convivencia diaria; establezcan vínculos en-
tre los derechos y las responsabilidades, y delimiten el ejercicio del poder y de
la autoridad en la escuela con la participación de la familia.

11. Reorientar el liderazgo. Implica un compromiso personal y con el grupo; una


relación horizontal en la que el diálogo informado favorezca la toma de deci-
siones centrada en el aprendizaje de los alumnos, y que permita el alineamien-
to de toda la estructura educativa hacia el logro educativo. Las características
del liderazgo que es necesario impulsar en los espacios educativos son:

a. La creatividad colectiva.
b. La visión de futuro.
c. La innovación para la transformación.
d. El fortalecimiento de la gestión.
e. La promoción del trabajo colaborativo.
f. La asesoría y la orientación.

12. Tutoría y asesoría académica a la escuela. Es el conjunto de alternativas de


atención individualizada que parte de un diagnóstico y que se concreta en el
diseño de trayectos individualizados. En el caso de los estudiantes, se dirige a
quienes presentan rezago educativo o a quienes tienen aptitudes sobresalien-
tes. En el caso de los maestros, se implementa para solventar situaciones de
dominio específico del currículum.
Garantizar las mismas oportunidades de acceso a una educación de calidad para
todos los niños y jóvenes, sin importar cuáles son sus condiciones sociales y eco-
nómicas, es uno de los retos pendientes que México tiene que asumir como país si
quiere enfrentar con éxito las oportunidades que nos abre el nuevo siglo. Por esto,
estar conscientes de qué se pretende transformar con la Reforma Integral de la Edu-
cación Básica y por qué debemos emprender esta transformación es una tarea de las
comunidades educativas y de la sociedad en su conjunto.

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