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EMOCIONAL EN EL
ENTORNO
LABORAL"
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Dirigido a mis estimados estudiantes de III año
de Psicologia de la UNACHI
“Cualquiera puede ponerse furioso... eso es fácil. Pero, ponerse furioso con la
persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo
correcto, y de la forma correcta...Eso no es fácil- Aristóteles.
Muchas de las ideas que se presentan han sido resumidas o tomadas textualmente
de los materiales que han sido consultados. En algunos temas se han intercalado
enfoques o técnicas que proponen especialistas del “management” que, aunque no
se refieren a la inteligencia emocional, abordan aspectos de algunos de sus
componentes. En este primer trabajo se tratan los conceptos y antecedentes que el
autor ha seleccionado como introducción al tema. En trabajos posteriores se
abordarán: la aplicación de la inteligencia emocional en lo que los especialistas
denominan “la competencia personal” (autoconocimiento, autocontrol y
automotivación) y en “la competencia social” (empatía y habilidades sociales).
Definiciones iniciales.
Al igual que le puede suceder a cualquiera que lea esta lista, Goleman se siente
insatisfecho con la misma porque “no resuelve todas las preguntas que pudiéramos
plantearnos”. Entre los ejemplos de insatisfacciones que destaca están: ¿Qué
podemos decir de combinaciones tales como los celos, una variante de la ira que
también se mezcla con la tristeza y el temor?, ¿Qué podemos decir de las virtudes,
como la esperanza y la fe, el coraje y la indulgencia, la certeza y la ecuanimidad?
¿O de algunos vicios clásicos, sentimientos como la duda, la complacencia, la
indolencia y la apatía...o el aburrimiento?. La conclusión a la que llega sobre esto
es de que “..No existen respuestas claras: el debate científico acerca de cómo
clasificar las emociones continúa..”.) [7]
Antecedentes y fuentes.
En su primer libro, Goleman se lamenta de que “Para escribir este libro he tenido
que esperar a que la cosecha científica fuera lo suficientemente abundante. Estas
comprensiones tardan mucho en adquirirse, en gran medida, porque el lugar de los
sentimientos en la vida mental ha quedado sorprendentemente descuidado por la
investigación a lo largo de los años, convirtiéndose las emociones en un enorme
continente inexplorado por la psicología científica..”. [13]
Entre los resultados que diferentes autores citan pueden resumirse los siguientes:
-En una una investigación realizada a fines de los años 80 en un grupo de directivos
de empresas de Suecia, Inglaterra y EEUU, se identificaron las siguientes
“aptitudes” de dirigentes exitosos: comprensivo, reconoce rápidamente sus errores,
controla sus emociones, respeta a los colegas, justo, firme, decidido, posee sentido
del humor, preocupado, es objetivo, entre otras aptitudes. [14]
-Las investigaciones que, a lo largo de varias décadas, han tratado de rastrear los
talentos de los trabajadores “estrella” indican que existen dos habilidades que, si
bien tenían relativamente poca importancia para el éxito en la década de los
setenta, se han vuelto cruciales en los noventa: la formación de equipos y la
capacidad de adaptarse a los cambios.
-Una encuesta de alcance nacional que trataba de determinar lo que demandan los
empresarios de sus nuevos trabajadores reveló que las competencias técnicas
concretas no eran más importantes que la habilidad para aprender el trabajo.
Además, los empresarios señalaron las siguientes cualidades:
(Sólo dos de los siete rasgos más valorados por los empresarios tenía un carácter
académico, la competencia matemática y las habilidades de lectura y escritura).
-Otro estudio acerca de lo que las empresas buscan en los nuevos licenciados en
gestión empresarial arroja resultados parecidos. Las tres capacidades más
valoradas son: la iniciativa, la capacidad de comunicación y las habilidades
interpersonales. “La empatía, asumir el punto de vista de los demás, la
comunicación y la cooperación se cuentan entre las competencias que esta
universidad valora más en quienes aspiran a ingresar en ella”, le comentó a
Goleman la Dtora. de Admisiones de la Escuela de Negocios de la Harvard.
-Una encuesta de la Revista “Fortune” reveló que la mayor razón para el fracaso de
directivos eran sus inadecuadas habilidades interpersonales y que se despiden mas
administradores por la pobreza de sus habilidades interpersonales que por la
carencia de habilidades técnicas en el puesto. [15]
-Según Goleman, la última década fue testigo de un entusiasmo sin precedentes con
respecto al estudio científico de las emociones. Son increíbles las visiones del
cerebro en funcionamiento, posibilitadas por métodos innovadores como las nuevas
tecnologías de las imágenes cerebrales. Estos métodos han hecho visible por
primera vez en la historia de la humanidad lo que siempre ha sido una fuente de
absoluto misterio: exactamente cómo opera esta intrincada masa de células
mientras pensamos y sentimos, imaginamos y soñamos. Esta corriente de datos
neurobiológicos nos permite comprender más claramente que nunca cómo los
centros de la emoción del cerebro nos provocan ira o llanto y cómo partes más
primitivas del mismo, que nos mueven a hacer la guerra y también el amor, están
canalizadas para el bien o para el mal.
-Varios especialistas se apoyan en los trabajos de Roger Sperry que en 1981 recibió
el Premio Nóbel en Fisiología por sus investigaciones sobre el “cerebro dividido”,
que permiten identificar la relativa independencia de los procesos racionales de los
emocionales, en la percepción de señales del entorno y en los comportamientos que
se derivan de esto.
-En esencia, todas las emociones son impulsos para actuar. Con nuevos métodos
para explorar el cuerpo y el cerebro, los investigadores están descubriendo más
detalles fisiológicos acerca de cómo cada emoción prepara al organismo para una
clase distinta de respuesta. Con la ira, la sangre fluye a las manos y así resulta más
fácil tomar algo para golpear al enemigo; el ritmo cardíaco se eleva y el aumento
de la adrenalina genera un ritmo de energía más fuerte para generar una acción
vigorosa. Con la felicidad hay un aumento de la actividad en un centro nervioso que
inhibe los sentimientos negativos.
-Según los especialistas, tenemos dos mentes. Una, la mente racional, de la que
somos típicamente mas conscientes: más destacada en cuanto a la conciencia,
reflexiva, capaz de analizar y razonar. Pero, junto a esta existe otro sistema de
conocimiento, impulsivo y poderoso, aunque a veces ilógico: la mente emocional.
-Goleman y Segal coinciden en destacar que, a principios de los años noventa Joseph
LeDoux descubrió que, en realidad, los mensajes procedentes de nuestros sentidos-
nuestros ojos, nuestros oídos- son registrados primero por la estructura cerebral
mas comprometida con la memoria emocional-la amígdala cerebral- antes de pasar
a neocorteza cerebral, donde se producen los procesos de razonamiento.
-Por estas razones, la mente emocional es mucho más rápida que la mente racional
y se pone en acción sin detenerse ni un instante a pensar en lo que está haciendo.
Esto es lo que nos permite reaccionar rápidamente ante un ruido u otra señal de
peligro. Si esta información llegara antes a la parte que “razona”, nuestras
reacciones no serían tan inmediatas y seríamos más vulnerables ante peligros
inmediatos.
Pese al énfasis que las escuelas y los exámenes de ingreso ponen en el CI, es
asombroso el poco peso que esto tiene en el éxito laboral y en la vida. El cociente
intelectual no es una medida infalible –destaca Goleman- porque es muy frecuente
que las personas que poseen un alto cociente intelectual no desempeñen
adecuadamente su trabajo y que quienes tienen un cociente intelectual moderado,
o mas bajo, lo hagan considerablemente mejor.
Segal hace una observación interesante sobre esto cuando plantea que siempre se
puede aprender a ser consciente de los sentimientos propios, a aceptarlos y a
utilizar la información que ofrecen para beneficiarnos nosotros mismos y los demás.
El CI es algo muy diferente. Uno nace con, o sin, la capacidad desarrollar
habilidades matemáticas, lingüísticas o de otras clases mensurables. El ambiente en
el que uno vive o el CE que tenga puede influir en lo cerca que se llegue al
potencial intelectual de uno, pero ese potencial es fijo, está predeterminado, es un
hecho. “Solo una cosa puede determinar cuánto CE se puede desarrollar en toda
una vida: la motivación”, concluye esta reconocida especialista. [23]
Desde 1918 en que los reclutas del ejército de EEUU comenzaron a pasar en masa
las pruebas de determinación del CI la media de este indicador en ese país se ha
elevado considerablemente. Igual tendencia se ha visto en el resto de los países
desarrollados. Las razones que fundamentan esto son diversas: aumento de la
escolarización, mejoramiento de métodos de enseñanza, en general, del aumento
del nivel de vida.
Entre las habilidades que, según investigaciones y encuestas, están entre las más
demandadas para trabajar en las nuevas condiciones se señalan: saber escuchar y
comunicarse oralmente, adaptabilidad y respuestas creativas ante obstáculos y
reveses, dominio personal, confianza en uno mismo, motivación para trabajar en
pos de un objetivo, deseo de desarrollar la carrera y enorgullecerse de lo
alcanzado, efectividad grupal e interpersonal, espíritu de colaboración y de equipo,
habilidad para negociar desacuerdos, entre otras.
“En un sentido muy real, tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente.
Estas dos formas, fundamentalmente diferentes de conocimiento, interactúan para
construir nuestra vida mental. Una, la mente racional, es la forma de comprensión
de la que somos típicamente conscientes: mas destacada en cuanto a la conciencia,
reflexiva, capaz de analizar y meditar. Pero junto a este, existe otro sistema de
conocimiento: impulsivo y poderoso, aunque a veces ilógico: la mente
emocional”..[27].
Los especialistas en inteligencia emocional no son los únicos que se han referido al
tema de las dos partes del cerebro (aparte de neurólogos, psicólogos y otras
especialidades afines). Mintzberg, De Bono y otros especialistas que han realizado
aportes importantes a los enfoques gerenciales y otras esferas, también se han
referido a este tema, inclusive mucho antes del “boom” que ha tenido el tema de la
inteligencia emocional desde mediados de los años noventa.
Por ejemplo, tomando algunas de las diferencias que plantea De Bono, se tiene lo
siguiente: [34]
Pensamiento Vertical Pensamiento Lateral
-Se excluye lo que no aparece relacionado -Se explora incluso lo que parece
con el tema completamente ajeno al tema
-Se mueve sólo si hay una dirección -Se mueve para crear una dirección
Una selección de lo que plantean otros especialistas sobre las diferencias entre las
funciones del hemisferio izquierdo y el derecho del cerebro ofrece lo siguiente: [35]
-Razonamiento -Imaginación
-Pensador -Sensitivo
-Consciente -Inconsciente
-Sucesivo -Simultáneo
Esta conclusión sería errónea. Majaro, al igual que Minzsberg, hace referencia a las
investigaciones de Roger W. Sperry y su equipo del Instituto Tecnológico de
California cuyos resultados pueden resumirse en lo siguiente:
1-El cerebro es capaz de tareas infinitamente más complejas de las que se pensaba.
Uno puede desarrollar las zonas mentales que se consideran débiles. Es simplista
aceptar sin más que el papel del artista, músico o soñador (funciones del “cerebro
derecho”), o bien de matemáticos, analistas, o programadores (funciones del
“cerebro izquierdo”) son solamente el resultado de sus cualidades naturales que
son irrepetibles para otros. (Einstein tocaba violín y pintaba con cierta destreza).
2-Cuando las personas desarrollan las funciones más débiles de sus procesos
mentales, no sólo no perjudican las zonas supuestamente fuertes sino que
vigorizan todas las áreas de desempeño mental. Un programador de ordenadores
que procure mejorar su sensibilidad artística y cromática no será menos
competente como programador. Si la teoría es atinada desarrollará una mente más
plena. [36]
Majaro ratifica esto cuando plantea “...Aunque convengo en que muchas personas
son más creativos que otras, también creo que muchas se han entrenado para
responder a los estímulos externos para comportarse de modo creativo..”. [37]
La conclusión principal que se puede extraer de todo esto es que, tanto las
habilidades del pensamiento lateral, como las funciones del hemisferio derecho del
cerebro, que es el mas vinculado con este tipo de pensamiento pueden
desarrollarse, si las personas reciben el conocimiento y entrenamiento adecuados,
al igual que se plantea con el desarrollo de la inteligencia emocional, como señalan
los especialistas que han tratado con mas profundidad este tema.
En una investigación de sesenta empresarios exitosos, que cita Goleman, sólo uno
admitió actuar ateniéndose a los métodos clásicos de toma de decisiones y, aún así,
añadió que, para tomar la decisión final, recurría a la intuición. El resto del grupo
utilizaba sus sentimientos para confirmar (o refutar) el análisis racional o bien
dejaba que sus emociones les guiaran desde el comienzo y después buscaban datos
y razones que les permitiesen sostener su presentimiento. En opinión de uno de
ellos “el primer paso siempre es muy consciente, deliberado y muy analítico...pero,
al mismo tiempo, no debemos desdeñar el aspecto emocional, porque ambos son
igualmente necesarios”. [38]
¿Qué salió mal?, se pregunta Mintzberg, ¿La incapacidad del análisis para manejar
los datos blandos- la expresión de la cara de un campesino frente a los
cadáveres?.Cuenta el especialista canadiense que cuando a Mc Namara le dijeron
que el gobierno vietnamita estaba perdiendo popularidad, pidió estadísticas, datos
que pudiera introducir en la computadora. El especialista canadiense se
pregunta“¿Pueden los valores deslizarse accidentalmente dentro del análisis cuando
el número de cadáveres o los acres deshojados de jungla se pueden medir mientras
que el valor de una sola vida humana no?...En Viet Nam los datos apoyaron los
objetivos militares, los objetivos humanitarios, apoyados sólo por los datos blandos,
se eliminaron del análisis”, concluye Mintzberg.
Otro trabajo, citado en diferentes libros sobre temas de dirección, “Víctimas del
Pensamiento de Grupo” también analiza decisiones estratégicas de política exterior
de EEUU que resultaron fracasos entre los que cita: el ataque imprevisto a Pearl
Harbor (1941), la invasión a Corea (1956), la fallida invasión a Bahía de Cochinos
(1961) y la escalada de la Guerra de Viet-Nam. [42]
- Ilusión de moralidad. Creen que ellos, como individuos morales, no tomarán malas
decisiones.
- Presiones directas. Imponen sanciones de algún tipo, a los que exploran otros puntos
de vistas, a los “disidentes” del consenso del grupo.
Pero, para lograr esto, es necesario que antes sea capaz de identificar su estado de
ánimo, conocer sus fortalezas y debilidades, para explotar las primeras y
neutralizar las segundas, controlar sus emociones y ser capaz de motivarse con lo
que hace. Si uno no es capaz de sentir entusiasmo por lo que hace, difícilmente
podrá generar entusiasmo en los que lo rodean. Cuentan que León Tolstoi, el
famoso escritor ruso, dijo en una ocasión “La felicidad no está en hacer lo que uno
quiere, sino en querer lo que uno hace”.
Tras estudiar cientos de empresas, Goleman llegó a la conclusión de que las
habilidades de inteligencia emocional aumentan cuando más se asciende en la
organización. Cuanto más alto sea el puesto, menos importantes resultan las
habilidades técnicas y mas importantes son las aptitudes de la inteligencia
emocional.
Dado que las aptitudes emocionales explican cuando menos dos tercios de un
desempeño sobresaliente , los datos sugieren, según Goleman, qsue la línea de
base de cualquier organización aumenta considerablemente su valor si halla a
personas dotadas de esas facultades o las desarrolla en sus empleados actuales.
Las aptitudes emocionales que con mas frecuencia condujeron al éxito a grupos de
directivos de cientos de empresas analizadas fueron:
-Iniciativa, afán de éxito y adaptabilidad.
En una investigación realizada entre grupos de gerentes que tuvieron éxito y otros
que fracasaron, aparecieron marcadas diferencias en la mayoría de las dimensiones
importantes de la aptitud emocional. Un resumen de los resultados principales es el
siguiente: [48]
Aceptar a cada individuo sobre la base de lo que éste ofrece en el momento presente,
y no en función de lo que piensen los demás que pueda haber sucedido en el
pasado.
Comprender a los demás y, con la sabiduría que les otorga su experiencia, les
ayudan a comprenderse a sí mismos, haciendo que se sientan valorados.
Esta relacionada con el hecho de adoptar una postura de desafío sincero cuando
resulta adecuado, sin ser virulentos. Puede resultar necesario cuando existen
discrepancias claras entre los requisitos de un puesto de trabajo y la actuación
presente del que lo desempeña. Asumir la iniciativa de hacer frente a las
discrepancias antes de que otros las hayan observado, escuchar sin prejuicios los
datos relevantes. Reaccionar con calma ante los intentos de engaño y de evasivas.
Esto posibilita que los demás se sientan tranquilos y seguros en sus papeles,
animándolos mas a que profundicen en sus recursos personales para llevar a cabo
la tarea.
-Innovación. Estar abierto y dispuesto ante las nuevas ideas, enfoques novedosos y
la nueva información.
1-Honestidad emocional.
2-Energía emocional.
3-Retroinformación emocional.
4-Intuición práctica.
5-Radio de confianza.
6-Presencia auténtica
7-Descontento constructivo.
8-Flexibilidad y renovación.
11-Integridad aplicada.
15-Percepción de oportunidad.
Con independencia de las diferencias en lo que los autores incluyen en cada parte,
algo común en los diferentes enfoques es que todos empiezan por los elementos
relacionados con “nosotros mismos”, es decir, todo lo que pueda contribuir a
conocernos mejor, superar nuestras limitaciones, para después manejar nuestras
relaciones con los demás.
[32] El día y la
noche. En: www.efectividad.net, septiembre
de 2002.
http://unachi-psc-org-ggp.blogspot.com/2012/08/inteligencia-emocional-en-el-entorno.html